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Epistemología

Profesor: Carlos Pérez Soto


Octubre 2009

La Filosofía de la Ciencia y las


ciencias sociales como disciplinas

Pavel Nicola Morales Bustamante


“¿Domina en la ciencia algo distinto a un mero deseo de saber
de parte del hombre? Así es de Hecho. Algo distinto impera. Pero
esto distinto se nos ocultará mientras sigamos apegados a las
concepciones habituales sobre la ciencia.”

(Martín Heidegger)

2
¿Qué significa considerar a las Ciencias Sociales como disciplinas? ¿Qué relación
hay entre esto y el saber científico sobre lo social? Explique la relación que hay
entre el origen de la Filosofía de la Ciencia contemporánea y la fundación de las
disciplinas de las Ciencias Sociales.

En la sociedad contemporánea resulta clave realizar una crítica a las ciencias, así
como Marx ataco la alienación religiosa, hoy debemos criticar y derribar la alienación
científica para poder criticar la alienación política, la cual siempre intenta ser velada
para poder mantener el orden social establecido, relaciones de explotación y
enajenación que favorecen a una pequeña parte de la población. Intentaremos aportar a
dicha crítica enfocándonos en las ciencias sociales en tanto disciplinas, y de que manera
se relaciona esta con la filosofía de la ciencia contemporánea, y lo que es más
importante analizar, el impacto que tiene al nivel del sentido común y la vida de las
personas comunes y corrientes.
Resulta chistoso como comienza a surgir la ciencia y toda su pretensión de saber,
esta idea de que solo la racionalidad científica posee saber verdadero, que es solo la
ciencia quien puede llegar a la verdad, es una actitud bastante arrogante y penosa; esta
pretensión de saber es cómo decir: “Ahora vamos a hacer ciencia, antes era pura
metafísica”. Lo que es importante es saber qué se fundo con las ciencias sociales; decir
que se fundo el saber es decir que antes no se sabía nada, algo realmente absurdo, pero
que tiene real impacto en el sentido común al momento de valorizar el saber de hoy en
comparación al saber del ayer. La modernidad se presenta como un momento único en
la historia de la humanidad, despreciando lo que había antes. En realidad no se funda el
saber, lo que se funda realmente fueron las Disciplinas, se funda la legalización del
saber, la institución de éste.
Considerar a las Ciencias Sociales como Disciplinas quiere decir que estas tienen
un lenguaje con el cual operan, un lenguaje único que se empaña de toda esa pretensión
de saber a la que nos referíamos antes. Con esto se Fundó la separación entre
observador y objeto, y toda la manera de ver el mundo que ello significa, nuestra
relación con el mundo, y con nosotros y entre nosotros mismos, pasa a ser una relación
basada en un pensamiento técnico, calculante como diría Heidegger. Es clave esta
separación ya que aquí se instaura toda la ideología del método científico, su pretensión
de neutralidad y la legitimación misma de las ciencias, y del salario burocrático de éstas.
De esto último se sigue otra separación, la del Experto y la del Ego, es decir, de la
persona que sabe y la persona que opina respectivamente. A la vez que se legitima la
ciencia, que dice saber algo, esta se aleja de lo social, la que no sabe ese algo, sino que
solo opina. La ciencia pertenece al científico, no a la sociedad, ésta solo debe decir
amen. Esto produce un gran problema, la Alienación Científica. La verdad ya no se
encuentra en la razón de la mano del hombre, la verdad se encuentra de la mano de la
Racionalización Científica. ¿Dónde esta la alienación?, apoyémonos entonces en Marx:
“La apropiación del objeto resulta ser una alienación a tal punto, que el obrero, cuanto
más objetos produce, menos puede poseer y más cae bajo la dominación de su
producto: El Capital” –Ahora en el sentido religioso- “Cuanto más cosas pone el
hombre en dios, menos conserva en sí mismo”1, siguiendo esta lógica, mientras mas le
atribuimos a la ciencia, menos conserva la sociedad, es decir fortalecemos lo que nos
1
Marx, Karl. “Manuscritos de 1844: economía, política y filosofía”. 1ª.ed. Buenos Aires: Estudio, 1972. P.101-
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domina. La verdad (por cierto verdad humana) se la entregamos a la ciencia;
construimos desde la sociedad algo que esta por sobre ésta, es decir, nuestra relación
con la ciencia es una relación Enajenada.
En este Punto se hace sumamente necesario distinguir qué entendemos como la
Pretensión de Saber en la ciencia, es necesario esclarecer que es lo que se crítica y que
de hecho es necesario criticar, y además por qué lo que criticamos se ve legitimado al
nivel del sentido común. Criticamos la pretensión de saber de la ciencia porque enajena
al saber en su totalidad. Cabria preguntarse ¿Qué es lo que tiene el científico que una
persona cualquiera no tiene?, esto es, El Método. Esta es la filosofía de la ciencia
contemporánea, el discurso del método científico, esta es la pretensión de saber calve
para la legitimación del saber científico. Aquí nos encontramos en el fundamento de la
ciencia, como diría Weber: “Todo trabajo científico tiene siempre como presupuesta la
validez de la lógica y de la metodología, que son los fundamentos generales de nuestra
orientación en el mundo”2, justamente, son el fundamento de toda una visión de mundo,
pero lo importante en esta cita es la palabra Validez. Kuhn también ya lo señalaba: “La
observación y la experiencia pueden y deben limitar drásticamente la gama de las
creencias científicas admisibles o, de lo contrario, no habría ciencia”3. En este sentido,
la idea de la ciencia es que poseen un “método valido”. Es decir, un “medio verdadero”,
bajo esta lógica por supuesto que el método seria el medio hacia la verdad, sin embargo,
el problema aquí esta en el supuesto de la validez. En realidad el medio no es verdadero.
Hegel en la Introducción de su celebre obra “La Fenomenología del Espíritu”4 parte con
una critica a la lógica que tiene la cultura moderna, el racionamiento científico para
acceder a lo que conocemos o concebimos como verdad Absoluta: Critica en gran
medida que el modo para acceder a este conocimiento “absolutamente Verdadero” se
encuentra determinado por un médium que seria el conocimiento que se presenta como
aparentemente neutral, pero que en si mismo significa una verdad Relativa que deja en
tensión y contradicción el absolutismo verdadero. Hegel vendría a proponer que el
problema se encuentra en la estructura en sí y que ello nos significa una contradicción
garrafal en nuestro propio entendimiento. ¿Cómo la verdad absoluta puede estar fijada
por un medio que es verdad relativa?, no puede, de lo relativo nunca se puede deducir lo
absoluto. La cuestión de fondo bien lo explicita el profesor Carlos Pérez: “el método
científico no es lo que los científicos hacen, es lo que los científicos creen que hacen”5,
lo peor en este punto, es que es justamente el método el medio de legitimación de la
ciencia… Pero entonces, ¿Qué legitima a la ciencia si no es el método?, En realidad
Nada. Podríamos decir que en realidad hay algo que los legitima, y es los grandes
avances técnicos que la ciencia se atribuye, que muchos hombres realizaron en nombre
de la ciencia, como si ellos (los avances) dependieran de ésta (La ciencia).
Ya entramos a un punto clave que nos ayudara a precisar argumentos ya
expuestos: “el método científico es la ideología de la comunidad científica (…) la
ciencia es la ideología de la modernidad (…) el método es la ideología de la ideología,
es la ideología de los profesionales que administran la ideología dominante en la

2
Cito a Max Weber por dos motivos. En primer lugar por ser un autor que se inscribe bajo toda esta
pretensión de saber al intentar separar al político del científico, y en segundo lugar lo cito porque no
quiero que el hecho de que nos hayan hecho leer este libro tan penoso no haya servido de nada, citémoslo
entonces para criticarlo. Weber, Max. “El Político y el Científico”, Madrid, Alianza, 1ª edición, 1998.
P.209
3
Kuhn, Thomas. La Estructura de las Revoluciones Científicas. Fondo de Cultura Económica. Argentina 2004.
P.25
4
Véase la introducción: Hegel F, Georg. “Fenomenología del Espíritu. 1ª.ed., México, Fondo de Cultura
Económica, 1966.
5
Pérez Soto, Carlos. “Sobre un Concepto Histórico de Ciencia”. Chile, LOM 1998.P.193

4
sociedad moderna”6. Es decir, mediante el supuesto de validez del método se legitima
no solo la ciencia, si no que también lo hace la ideología dominante en la sociedad
moderna, la sociedad burocrática. Tenemos entonces, para lanzar un palo a Max Weber,
que la ciencia en realidad si hace política, una política al estilo de la teología en la edad
media, una política incuestionable y, muchas veces, incomprensible.
Es útil distinguir la pretensión de saber que hemos expuesto del Saber Efectivo, ya
que justamente es éste el que el sentido común asimila como el saber de la ciencia. El
Saber Efectivo es con el que de hecho funcionan las cosas, todas las personas poseen
saber efectivo, de no ser así las cosas no habrían funcionado hasta hoy en día. Por
ejemplo: el panadero sabe hacer pan, no necesariamente porque estudio panadería, sino
por que sabe de hecho hace pan; el jardinero sabe de flores y no necesariamente tiene
que haber estudiado florerías, o porque su procedimiento sea igual al de todos los
floreros; un profesor de física puede saber fenomenología o marxismo, etc. Lo que
sucede es que la práctica no legitima la teoría. La cuestión aquí es que la pretensión de
saber no es realmente el saber efectivo, la pretensión de saber es la enajenación del
saber efectivo. Lo que sucede es que el saber moderno se ha institucionalizado.
Nuestra intención de criticar la pretensión de saber, es criticar el argumento desde
donde el salario burocrático se legitima, el problema es que ellos ganan un salario muy
superior al costo de la fuerza de trabajo en base a decir que saben algo que realmente no
saben, al legitimarse detrás de un cartón o de años de estudios, pero que en realidad
están en esa posición no porque realmente sepan eso que dicen que saben, sino porque
se legitiman a través del discurso científico, o sino por una cuestión mucho más
cotidiana, mucho más común; por el pituto, por tener un amigo, familiar o conocido que
le abrió las puertas para estar llenándose los bolsillos de una manera descabellada.
Obviamente que es necesario frenar eso, y por lo mismo nuestra critica, ahora que
después de estas –las criticas- las personas se quieran hacer las tontas es un problema
que va más haya de la critica misma, el problema es que sociólogos, psicólogos, en
general todo el grupo burocrático, no están interesados, ni dispuestos, en dejar de ganar
lo que ganan por el bien de la humanidad, por el bien de las personas que viven con el
sueldo mínimo, que viven en la completa miseria; el problema es que las personas están
interesadas en el YO-ito, quieren maximizar sus beneficios como dirían los liberales,
pero esto no es algo natural, sino que son los valores y principios en que la modernidad
se a fundado, valores y principios que la modernidad ha fomentado y sigue fomentando.
Puestas las cosas de esta manera, el saber científico sobre lo social va a estar
fuertemente interesado en mantener esta relación de enajenación entre ciencia y
sociedad para poder mantener su poder, su dominio por sobre lo social, por sobre la
verdad. El saber científico va a estar interesado que su saber sea el único valido, ya que,
como dijimos antes, en la modernidad el saber ha sido institucionalizado, el Saber es
Poder como diría Foucault. En este mismo sentido podemos decir que el saber científico
sobre lo social no es neutral, muy por el contrario, la comunidad científica tiene muchos
intereses involucrados en su discurso, intereses con muchos ceros de por medio.

6
Ibídem.

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