Carituto Hl
Antroposemia
Mina de significados
La antroposemia se refiere al “significado del hombre”, busca la
comprensi6n pensante y dialdgica de la existencia, explora la identi-
dad profunda del ser consciente. La identidad del ser humano esta
en crisis, porque el hombre se encuentra programado por la ciencia,
modificado por la ingenierfa genética, superado por el mercado, des-
bordado por el ecologismo y sometido a criterios tecnolégicos. En
definitiva, {qué es el ser humano?
Se ven convulsionados los conceptos tradicionales sobre la iden-
tidad del ser humano. En consecuencia, la definicién clasica del ser
humano como “ser racional” esta en tela de juicio. Con todo, la crisis
de identidad antropolégica tiene su lado positivo, porque nos invita
a pensar criticamente conceptualizaciones consideradas intocables.
La verdad parcial y unidimensional no contempla la verdad
abarcadora de la totalidad esencial del ser humano.
La crisis de la identidad personal nos obliga a buscar el significa-
do profundo y complejo que late en la médula de la especie huma-
na. El ser humano posee multiples dimensiones, acttia en varios fren-
tes, escoge rumbos diversos y genera situaciones inéditas. El ser
humano trasciende esquemas, derriba cédigos y pone en evidencia
texturas subterraneas. La crisis de identidad del ser humano tiene
sus riesgos, pero es una travesia que puede suscitar un nuevo ama-
necer de la conciencia antropoldgica.
El ser humano es sorprendente e imprevisible, no es rectilineo
sino que es dialéctico; zigzaguea, porque es una contradiccién fe-
cunda. El ser humano es inexacto, por eso lacera la exactitud mate-
matica. Tratar con el ser humano es tratar con lo que es impondera-
ble, con lo misterioso. Nada es tan fatigoso como esperar que el ser
humano se decida.
El ser humano es un universo espeso, es ontologia intensiva. Se
fascina por la conciencia, que lo desnuda y después lo esconde. Esta
seducido por la libertad, que le abre de par en par horizontes mdgi-
cos y después lo hace responsable.20 - Antropologia. Atreverse a recrear la humanidad
El ser humano es versatilidad, es pOlivalente, es pendular: pue-
de acertar o errar, asumir o huir, aventurarse o acobardarse, dialo-
gar o ensimismarse, libertar o esCclavizar. El ser humano puede di-
seminar lealtad o verter hipocresia, defender la inocenvia o expandir
malicia, respetar los derechos humanos o expoliar al trabajador,
alabar a Dios o blasfemar de la fe- Al exaltar al ser humano, no se
omite su vulnerabilidad; al empequefiecer al ser humano, no se
omite su grandeza.
El ser humano es mas de lo que parece ser. Hay en el ser humano
algo mayor que lo lleva a ser mas verdadero, mas justo, mAs creativo,
mis intrépido y mas responsable. El ser humano puede.trascenderse,
puede ser més de lo que ha sido hasta aqui. A pesar de fallas y de-
rrotas, la humanidad tiene mucho mas semblante de madrugada que
de ocaso.
En definitiva, ;qué es el ser hhumano? Es ser inconcluso, pulsa-
cién original, interpelacién inquietante, ser movedizo; es existencia
peregrina, identidad danzante, inquietud antroposémica, una mina
de significados.
Proyecto existencial
EI ser humano es la realidad fundamental en nuestro cosmos, es
universo ontolégico, por eso debe ser visto y tratado como una prio-
ridad. Defender el legitimo antropocentrismo no es practicar la
antropolatria. Algunos colocan la prioridad en el mercado, en el po-
der, en la especulaci6n financiera, en el lucro. Pero esta actitud
hipervaloriza elementos de orden instrumental y rebaja el significa-
do mayor que es el ser humano. Cada ser humano es un nexo de
conciencia, de decisién, de creatividad y responsabilidad. Incluso
oprimido, el ser humano es persona, no mercaderfa.
El ser humano es proyecto antropologico: nace iniciado, pero no
concluido. Se desenvuelve gradualmente, se estructura por opcio-
nes libres y por acciones personales. En gran parte, el ser humano se
hace por sf mismo. Hay que preguntarse qué esy qué deja de ser,
pues no basta existir; hay que conferir sentido al existir. En cuanto
proyecto, el ser humano esté llamado a superar ambigiiedades, a
escoger un rumbo constructivo, 4 definir la identidad personal, a
autoprogramarse y a optar por las causas humanas substanciales.
En la tarea de autocrearse, el ser humano no puede ser substitui-
do por otros, se elabora a si mismo. Con todo, puede y debe ser ayu-
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dado por agentes y-factores sociales, si bien contintia siendo el arti-
fice principal en la efectivizacién de su proyecto existencial.
Hay sectores que procuran interferir en el proyecto existencial y
social de las personas, por cuanto intentan substituir el proyecto per-
sonal por el proyecto del sistema en vigor. Temen que el ser humano
adopte una postura auténoma y contrarie los intereses del modelo
dominante. Saben que el ser humano, por més fragil que sea, es “pe-
ligroso”. El proyecto de vida independiente amenaza el modelo de
dominaci6n. Con cierta astucia, Francois Wahl escribe: “Todo sujeto
subvierte aquello que lo precede, hace una ruptura y un salto”. Por
eso, los duefios del mundo se apresuran a impedir que surjan pro-
yectos antropolégicos subversivos.
Para sofocar el proyecto original auténomo, se adoptan pedago-
gias masificadoras. Se procura adaptar las personas a las normas
existentes y se las lleva a reproducirse como copias de la situacién
predominante. Se encuadra al rebafio humano en un cédigo unifor-
mizante, se impone a la poblacién el paradigma oficial. Quien diverge
del “consenso” es condenado como hereje. Asi, el mundo sigue sien-
do el mismo, dominado por los mismos, usado por los mismos, usur-
pado por los mismos.
Es hora de provocar la emergencia del ser humano auténomo; es
hora de suscitar la conciencia critica que no se deja engafiar. Es hora
de fomentar la reflexion emancipadora que se mantiene insumisa;
es hora de madurar un proyecto original que levante generaciones
de seres humanos independientes y responsables. Es hora de ani-
mar al ser humano a concretizar su proyecto de vida comprometido
con la justicia, con la solidaridad, con la igualdad social y con la
dignidad humana, y comprometido con la erradicaci6n de la injusti-
cia, de la violencia, de la miseria y de la exclusié6n humana.
Hay soluciones politicas, econémicas, cientfficas y tecnolégicas,
pero la soluci6n frontal es el ser humano. Para eso, es preciso que el
ser humano quiera ser soluci6n, quiera ser persona.
Subjetividad madura
Todo ser humano es subjetividad. La subjetividad es un nticleo
que integra la conciencia, la libertad, el caracter dialdgico, la creati-
vidad, la afectividad y la responsabilidad. La subjetividad es el so-
porte antropoldgico. En la subjetividad, el ser humano se afirma como
sujeto y se emancipa como persona.22 - Antropologia. Atreverse a recrear la humanidad
Cada subjetividad es unica e irrepetible. La subjetividad es
irreductible, no puede renunciar a dimensién alguna de su ser; es
insustituible, no se cambia por otra, porque no es objeto o cifra.
La subjetividad fue proyectada por la cultura de la Edad Moder-
na. Entre otros, Descartes, Kant, Montaigne, Rousseau, Jaspers,
Gabriel Marcel, Habermas fueron exponentes de la subjetividad. La
subjetividad es un valor humano sustancial, es la articulaci6n sub-
yacente de la existencia humana, por eso no debe ser evaluada por
medio de visiones distorsionadas. La subjetividad no es subjetivismo,
pues el subjetivismo reduce la subjetividad a la intimidad y excluye
la realidad exterior. La subjetividad no es idealismo, pues el idealis-
mo es una concepcién abstracta que deduce el mundo real a partir
de ideas, mientras que la subjetividad es sujeto concreto inserto en
la trama de la historia. La subjetividad no es individualismo, narci-
sismo, culto del propio “yo”. Afirmar la subjetividad propia no es
olvidar o negar a los otros. La subjetividad no es hermetismo, mun-
do cerrado, es un universo abierto al didlogo. Por eso, la filosofia ha:
acentuado la “intersubjetividad”, es decir, el encuentro existencial
entre sujetos humanos. La subjetividad no es inmanentismo estre-
cho que exime de la comunicaci6n con lo trascendental 0 lo religio-
so, sino que por el contrario, por naturaleza, la subjetividad posib' :
lita el didlogo con el Otro absoluto. Para dialogar con Dios es preciso
ser persona, no basta ser una cosa.
La subjetividad es proceso. Félix Guattari recomienda “la pro-
duccién de la subjetividad”. Es necesario desenvolver, cultivar y ma--
durar la subjetividad. Seguin Guattari, la produccién homogenética
y repetitiva de la subjetividad reproduce la copia de la sociedad ac-
tual con sus fallas e injusticias. Guattari propone la produccién
heterogenética de la subjetividad, que cambia el modelo tradicional
y promueve nuevas formas de vida, de procedimientos, de €ticas y
compromisos sociales. Es una subjetividad “compleja y polifonica”
que ofrece propuestas con diferentes tonalidades socioculturales.
Es urgente formar y activar subjetividades densas y activas. La sub-
jetividad madura es un soporte antropolégico en las oscilaciones de la:
sociedad. Importa fomentar la subjetividad que tiene el coraje de
asumirse personalmente y de comprometerse socialmente con la justi-
cia radical. Es valida la frase de E. Bloch: “La potencia subjetiva hace
que los hombres sean productores conscientes de su historia”.
La tendencia actual es vaciar la subjetividad para reducirla a ob-
jeto, pues si es objeto, el sujeto humano puede ser tratado como cosa |
y ser removido de ja sociedad como un remanente inc6modo. Se tien-
al
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de a sustituir la subjetividad por el lucro, por el mercado, por la
especulaci6n financiera. Con razén escribe el respetado tedlogo eu-
ropeo Dietmar Mieth: “Hombres sin mercado no tienen futuro. Mer-
cados sin hombres lo tienen”?. Y explica: “No es la observacién la
que es cinica, sino que lo es la situacion”.
Es necesario ser subjetividad, no sdlo tener una subjetividad. Hay
que luchar para que la subjetividad tenga primacfa en la constelacién
socioecondmica. Importa ser una subjetividad consciente, libre, crea-
dora, emancipada y solidaria, una subjetividad rebelada frente ala per-
versidad social que ha sido afianzada por la connivencia del poder.
Mentalidad utilitaria
La mentalidad es un modo de ver, interpretar y evaluar el mun-
do, la humanidad, los fenémenos sociales y los procedimientos per-
sonales. La mentalidad puede ser global y segmentada, puede abar-
car el todo o apenas una parcela de la realidad. La mentalidad
pertenece a la subjetividad, porque es la perspectiva sobre cuya base
el ser humano percibe el mundo. Ella revela la posicién que la per-
sona adopta frente a la objetividad, y esa posicién puede variar, de
acuerdo con la 6ptica de los observadores.
La mentalidad puede traducir fielmente el universo enfocado, pero
también puede mostrarlo distorsionado. Para expresar auténticamente
el mundo real, la mentalidad debe mantener vivo el sentido critico.
Actualmente avanza la mentalidad instrumental. Esta mentali-
dad ve al ser humano como un “utensilio”, como un instrumento;
evaltia al ser humano con el criterio de utilidad; sustituye la ontolo-
gia antropolégica por el utilitarismo tosco. Su criterio para medir la
estatura humana es lo “util”, no “el ser”. La mentalidad ontolégica
entiende al ser humano como una autonomia que piensa, dialoga,
decide, crea cultura y asume responsabilidades. Por el contrario, la
mentalidad instrumental conceptua al ser humano como un objeto,
como un instrumento productivo, como un juego lucrativo. Para la
mentalidad instrumentalista, el ser humano no es centro personal,
no es sujeto de derechos inalienables, sino un factor que produce
beneficios y que no reivindica derechos ni merece respeto.
La mentalidad instrumental le quita importancia al ser humano,
vacia la densidad antropoldgica. El ser humano es reducido a mer-
? Concilium, 270 ~ 1997/2, p. 162.