You are on page 1of 202
LAS CADENAS MUSCULARES Tomo 2 Lordosis, cifosis, escoliosis y. deformaciones toracicas L. Busquet # Edicion Revisada y ampliada Del mismo autor: * Las cadenas musculares. Tomo I. Tronco, columna cervical, miembros superiores (6" edicidn, revisada y actualizada). Editorial Paidotribo. * Las cadenas musculares. Tomo III. La pubalgia (5* edici6n, revisada y actualizada). Editorial Paidotribo. * Las cadenas musculares. Tomo IV. Miembros inferiores (5° edicién, revisada y ac- tualizada). Editorial Paidotribo. * La osteopatia craneal (2° edicién). Editorial Paidotribo. Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizacién escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproduccién parcial 0 total devesta obra por cualquier medio o procedifhiento, comprendidos a reprografia y.cliratamiento informatico, y la distribucion de ejemplares de ella mediante alquiler 0 préstamo puiblicos. Titulo original: Les chaines musculaires. Tome II. Lordoses - Cyphoses - Scolioses et . Déformations thoraciques, 4" édition. © Editions Frison - Roche ‘Traduccién: Judit Viaplana Disefio de cubierta: David Carretero © 2005, Léopold Busquet Editorial Paidotribo Ci Consejo de Ciento, 245 bis, 1.° 1." 08011 Barcelona ‘Tel. (93) 323 33 11 — Pax: (93) 453 50 33 http://www. paidotribo. com E-mail: paidotribo@paidotribo.com Sexta edicién: ISBN: 84-8019-109-0 Fotocomposicion: Editor Service Diagonal 299 - 08013 Barcelona Impreso en Espaiia por A & M Gratic INDICE Introduccién. Capitulo 1. La estitica La estitica del hombre de pi Los huesos. Los miisculo: El tejido conjuntivo.. La cadena estatica posterior. Los apoyos hidroneumiticos La reequilibracién Capitulo 2. El movimiento. Organizacién del movimiento Las unidades funcionales Papel de las cifosis y las lordosis .. Las cifosis Las lordosis....... ‘Las cadenas musculares La cadenaestatica posterior Las cadenas de flexién Las cadenas de extensiéi Las cadenas cruzadas anteriores del tronco. Las cadenas cruzadas posteriores del tronco. Movimientos del tronco en los tres planos del espacio... El diafragma. Anatomia y fisiologfa del diafragma. Fisiologia de los orificios del diafragma La respiracion La digestion Las hernias hiatales. La circulacién Capitulo 3. Las compensaciones Introduccién. Solicitacién de las cadenas musculares Papel de las visceras en las compensacione Influencia del despliegue visceral... Influencia del repliegue visceral... En la cavidad abdominal Despliegue abdominal i 12 13 14 16 20 26 36 39 50 7 99 100 100 101 102 103 105 105 Los cuatro medios de compensacién adoptades. Elevacién del diafragma Elevacién del t6rax.. Anteversi6n de la pelvis La relajacién abdominal Resultantes estaticas. Modificaciones de la forma. Estitica posterior... Hundimiento submamario .. Alerones de Sigaud . Estatica de los miembros.. Repliegue abdomina Los cuatro medios de compensacién adoptados.. Descenso del diafragma. Descenso del t6rax Retroversién de la pelvis.. Aumento de la tonicidad abdominal Resultantes estaticas. Modificaciones de la form: Estética anterior .. Torax plano . ‘Torax en embudo .. Hundimiento esternal Paso de una estatica anterior a una e: En la cavidad torécica. Despliegue tordcico. Los cuatro medios de compensacion adoptados. Elevacién de la parte tordcica superior. Descenso del diafragma, Enderezamiento dorsal Apertura tordcica Resultantes estaticas. Modificaciones de la form: Estética posterior. ‘Térax en tonel. Resultantes funcionales Repliegue tordcico... Los cuatro medios de compensacién adoptados. Elevacién del diafragm: Descenso del trax Cierre del t6rax......... weontcornes - Valoracién de las presiones intraabdominales Resultantes estaticas. Modificaciones de la form: Estitica amtetior cc. Cifosis, t6rax estrecho, oméplatos despegados. Torax en quilla 106, 106 106 110 14 116 116 116 117 118 120 123 123 123 124 128 129 129 130 130, 131 133 137, 137 138 138 139 140 140, 140 140 141 141 142 143 143 143 144 144, 147, 147 147 147 6rax en reloj de arena. Resultantes funcionales.. En la cavidad pélviea Despliegue pélvico. Los cuatro medios de compensacién adoptado Anteversi6n de la pelvis Extensi6n del sacro: lordos Apertura de la pelvis menor Relajacién del perineo. Resultante estética. Modificaciones de la forma .. Resultante estatica anterior. Lordosis sacra Espondilolistesis de LS/S1 Miembros inferiores en recurvatum ma Repliegue pélvico. Los cuatro medios de compensacién adoptado: Cifosis del sacro: enrollamiento sacro .. Cierre de la pelvis menor .. ‘Tensi6n del perineo. Enrollamiento de la pelvis menor. Resulante estatica, Modificaciones de la form Enrollamiento de la pelvis menor.. Cifosis sacra Modificacién de la forma: rodillat rotacién interna Capitulo 4, Objetivos de la lordosis primari Capitulo 5. Objetivos de la cifosis primaria. Capitulo 6. Las escoli La escoliosis de origen hepético. Principios de compensaciéi Medios adoptados.... Elevacién de la hemictpula diafragmatica raereek. Elevacién del hemitérax derecho... Relajacién de los musculos del abdomen derecho Consecuencias. La escoliosis de origen cardiaco Principios de compensaci Medios adoptados Descenso del hemitérax izquierdo.. Elevacién de la hemictipula diafragmatica izquierda. Tensién de los misculos del abdomen izquierdo.......... 147 148 149 149 150 150 150 151 151 152 152 152 152 153 154 154 154 156 156 156 157 157 157 157 161 165 169 171 171 171 171 171 174 174 174 174 174 175 176 176 Consecuencias.... Objetivos de las escolios Origen neurol6gico. Origen vertebral. Origen craneal . Origen visceral. Balance... Observaciones clinicas. Conclusién Bibliografia ... 176. 178, 178 178 178 178 180, 183 191 193 INTRODUCCION El cuerpo humano es un mecanismo tan sofisticado y fiable que sélo puede concebirse a partir de principios mecdnicos simples e ingeniosos. El cuerpo debe asumir varias funciones, debe permitir al sujeto man- tenerse en pie, en equilibrio, desplazarse y, por tiltimo, expresarse a través del gesto, la palabra o el pensamiento. Para responder-a esta finalidad de movimiento, de intercambio con el mundo que le rodea, el cuerpo debe asegurarse una fuente de energia y gestionar su reserva con prudencia. Este principio de economfa se aplica al sistema locomotor, pero también a otras funciones internas encargadas de asegurar su autonomia. Son tres las leyes que rigen esta organizaci6n. Su conocimiento permitira descodificar el lenguaje del cuerpo y darle significado por medio de sus propios esquemas de compensacién. La primera ley es la de equilibrio. Equilibrio fisico, equilibrio biolégico (homeostasis), pero también equilibrio mental. El equilibrio perfecto, es decir, inmédvil, no existe. El equilibrio es siempre relativo y s6lo puede ser activo, dindmico y ritmico. La segunda ley es la de economia. El conjunto de la fisiologia humana traduce el ingenio de los sistemas adoptados para respetar dicha ley. Las funciones de base -respiratoria, circulatoria, digestiva, estatica y locomotora~ deben consumir poca energia. V Foto} Es necesarid quevel sujeto preserve su capital vital afirrde expresarse y vivir a través de los intercambios con el entorno. En caso contrario, se cansa y se agota, y pierde las ganas de moverse o comunicarse. Se repliega sobre si mismo. La tercera ley es la de comodidad. El hombre no tolera vivir con informaciones csencialmente nocicepti- vas. Este rechazo a sufrir puede llegar hasta la escotomizaci6n. Para vivir con comodidad, el sujeto inventaré esquemas de compensa- cién que pondran de manifiesto las relaciones “continente-contenido” existentes entre el continente fisico y el contenido visceral, entre el conti- nente fisico y el contenido psicolégico. A la menor alteracién funcional en el plano fisico, visceral 0 psicolégi- co, un esquema de compensacién provocaré una modificaci6n estructural por somatizacién del problema, tanto en el cuerpo como en el rostro. El estudio y la comprensién de esas deformaciones nos permiten tra- ducir el lenguaje del cuerpo. Es a lo que me consagraré en este libro. Analizaremos las deformacio- nes de nuestros pacientes a través de esas relaciones “continente-conteni- do”. No puede haber deformacién importante de la estructura 6sea que no influya profundamente en el contenido. inmoouccon ED V Foto2 En este segundo tomo de las cadenas musculares, veremos de qué ma- nera el sujeto utiliza su cuerpo en esquemas fisiopatolégicos cuya finali- dad, incluso en el caso de los mas deformados, es siempre légica y simple. El conjunto de las funciones humanas esté genéticamente programa- do. Por medio de las tres leyes -equilibrio, economia, comodidad- el cuerpo tiene un lenguaje informatizable. Cuando se plantea un problema, la solucién que éste adopta es la res- puesta especifica dada por el programa informatico que es la fisiologia y la anatomia. La complejidad aparente de ciertos esquemas se debe a la diversidad de los problemas 0 a su adicién. En este ultimo caso, el cuerpo superpone varios esquemas de base que se combinan entre si Los esquemas de compensacién son siempre la respuesta mas ingenio- a e inteligente que el cuerpo puede dar. Para tratar y liberar al hombre de. la l6gica de su funcionamiento. De este modo, podra desarrollarse en armonja con su entorno. problemas, hay que comprender Capitulo 1 ee cccccccccece LA ESTATICA Si tuviéramos que construir al hombre de pie, ,cudles serian los pro- blemas que habria que resolver y qué respuestas dariamos nosotros? Intentemos enfocar estos problemas como lo haria un ingeniero que quisiera ser inventivo y creativo. Si el andlisis de los problemas y el ingenio de las soluciones que nues- tro estudio nos lleva a proponer son acertados, debemos volver a descu- brir y confirmar la precisién de la anatomia y la fisiologia. En nuestro proyecto, debemos responder a los problemas planteados por: * la estatica, ¢ la reequilibracién, ¢ los movimientos, y cuando tenga un funcionamiento auténomo ¢ las compensaciones. LA ESTATICA: DER HOMBRE |DECPIE En el “pliego de condiciones”, tenemos dos prioridades a respetar pa- ra la funci6n estatica. Primera prioridad. Si consideramos que el hombre, al margen del pe- riodo de suefio, debe asumir su verticalidad de 12 a 16 horas diarias, re- sulta evidente pensar que la funcién estatica debe ser econdmica. Debe evitar el agotamiento que aniquilarfa cualquier deseo de comu- nicaci6n con el exterior. El problema de la economia es prioritario en fi- siologia humana. Segunda prioridad. La solucién adoptada debe ser cémoda si no que- remos colapsar las vias propioceptivas. En resumen, el hombre busca una estatica econdmica y cémoda. No debemos olvidar estos principios para comprender Ia Idgica de las soluciones adoptadas. Entre los materiales de que disponemos, ,qué tenemos para construir al hombre de pie? * los huesos, * los masculos, * el tejido conjuntivo. Es evidente que la estructura 6sea responde a la funcién estatica, tan- to en inmovilidad como en movimiento. El hueso, debido a la estructura alveolada, plastica y reactiva de las trabéculas dseas, es un buen material. Alia ligereza y resistencia plistica. Dichas cualidades son indispensables para facilitar, mas adelante, la loco- moci6n. La construcci6n automovilistica parece haber descubierto las cualida- des de este tipo de material creado para los habitaculos de los formula I. Lo mismo pasa con la aerondutica y la ingenieria aeroespacial, en las que la plasticidad de los materiales resulta indispensable para que la lige- reza posea la cualidad de resistencia. Liga de defensa de los consumidores de energia: Y Figura 1 Masculos glotones de energia. LOS MUSCULOS (Puede utilizarse el misculo para la funcidn estatica? Teéricamente no. Es un material que consume demasiada energfa. Ademas, un miisculo no esté hecho para trabajar de manera constante; ahora bien, la estatica Y Figura 2 Musculo que sufre y se atrofia durante un esfuerzo constante. Las CADENAS MUSCULARES del hombre de pie es una funcién permanente. Si el musculo se utiliza pa- ra una finalidad estatica, debe adoptar un modo de contraccién perma- nente que impide su propia vascularizacién. Este déficit de troficidad pro- voca atrofia, contraccién y fibrosis. El misculo evoluciona de manera es- ponténea hacia el conjuntivo. zNo seré el tejido conjuntivo el material preferente para la funci6n estatica? En el estadio de nuestra reflexi6n, reconozco que mi proposicién pa- rece utépica. Pero continuemos pensando en una solucién estatica sin musculos, donde sélo se utilicen materiales 6seos y conjuntivos. EL TEJIDO CONJUNTIVO Vainas, laminas, tendones, ligamentos, c4psulas, tejidos, aponeurosis. Considerado durante mucho tiempo secundario, el tejido conjuntivo es un elemento esencial de nuestro anilisis. Inténtaremos demostrar su papel primordial en la estatica _* Lamina basal de la epidermis 1) Fascias superficiales. = Trama conjuntiva de la dermi ~~ Tejido celular subeutdneo (hipodermis) _* Fascia superficial _— superficial, © Aponeurosis: _———media, ~—profunda II) Fascias intermediarias —* Epimisio de los miisculos * Tendon y ligamentos viscerales <>+ Envolturas externas de las visceras Se Envolturas externas de los vasos *e Capsula externa de los ganglios linfaticos * Duramadre y trabéculas conjuntivas de la leptomeninge / _» Perimisio y endomisio musculares “+ Adventicia y conjuntivo de la media --_# Neurilema, epineuro, perineuro, endoneuro <-—_ yenvolturas externas de los ganglios nerviosos IIT) Fascias profundas —+ Envolturas subserosas y submucosas < + Tejido interlobular SS Periostio SS Capsulas y sinoviales articulares Tabiques interéseos Laminas basales profundas Fascia superficial Aponeurosis epicraneana \ Aponeurosis cervical superficial FF : PLANO SUPERFICIAL ~j AK") \ Deltoides \\F2} Supraespinosos subespinosos Pectoral Aponeurosis superficial Miembro superior Abdomen Aponeurosis dorsales y palmares, Pies y manos Aponeurosis superficial Miembro inferior Y Figura 3 Extracto del libro Les fasciae de 8. Gabarel y M. Roques. Observemos al hombre de pie Primera sorpresa: no esté en equili- brio, sino en desequilibrio anterior. * Al nivel cefalico, la linea de grave- dad pasa por el agujero occipital y reparte el peso de la cabeza con los 2/3 por delante y 1/3 por detrés; esto explica el desequilibrio anterior (fig. 4). * Alnivel plantar, la linea de gravedad pasa por delante del tobillo y da también una resultante de desequili- brio anterior. Este desequilibrio anterior parece de- safiar la estatica. Podemos ) plantearnos; las) siguientes preguntas: * {Se trata de un defecto de organiza- cién? * {Qué busca el cuerpo al organizar asi este desequilibrio? * {Cuéles son las ventajas de esta so- lucién? Imaginemos que hemos elegido el equilibrio perfecto de la plomada (fig. 5). ‘Tenderiamos a desequilibrarnos en todas direcciones, en 360°. Los centros del equilibrio estarian saturados por multi- tud de informaciones propioceptivas, si- Y Figura 4 Desequilibrio anterior del hombre de pie. Solicitaciones de las fascias posteriores. tuaci6n que resultarfa muy dificil de ges- tionar. La estatica basada en un desequilibrio anterior tiene dos ventajas. En primer lugar, mayor seguridad. La lea de gravedad es levada hacia delante, hacia el centro del poligono de sustentacién (fig. 6). Dicho Y Figura 5 Desequilibrio anterior del hombre de pie. Solicitaciones de las fascias posteriores, V Figura 6 Desequilibrio anterior. desequilibrio se gestiona mas facilmente porque nuestros pies y nuestros ojos se dii gen hacia delante. En caso de necesidad se iniciard un paso anterior para recuperar el equilibrio. Con esta eleccién estatica, se ne- cesitarén muchas més fuerzas para romper el equilibrio hacia atras. Se notaré la llega- da de estas fuerzas, por lo que sera mucho mas facil gestionarlas. Lo mismo ocurre con el control de las inestabilidades laterales. En segundo lugar, el desequilibrio ante- rior soluciona el problema de la inercia de las masas cuando iniciamos la marcha. Si nuestro razonamiento es acertado, la anatomia deberd confirmar- noslo; puesto que la estatica esta construida sobre un desequilibrio ante- rior, debemos encontrar estructuras conjuntivas anatémicamente impor- tantes, desde la cabeza a los pies, en el plano posterior para estabilizarnos. (Hay una cadena estatica posterior? Las CADENAS Mi LA CADENA ESTATICA POSTERIOR Esta formada por (fig. 7): +E] ligamento cervical posterior; se trata de una estructura fibrosa potente, de orientacion sagital. ¢ La aponeurosis dorsal: gruesa y nacarada. ¢ La aponeurosis lumbar y la aponeurosis del cuadrado lumbar conti- nuan la anterior. Terminan en las crestas iliacas y se fusionan con el periostio del sacro (fig. 8). Los planos ligamentarios vertebrales estan incluidos en esta cadena estatica (fig. 9). Occipucio Ligamento cervical posterior Aponeurosis dorsal Aponeurosis lumbar Y Figura 7 Cadena estatica posterior. Sigamos esta cadena estatica al nivel de los miembros inferiores. Continuando con nuestro razona- miento basado en el desequilibrio anterior, esperarfamos ver que es- ta cadena continuara en la parte: posterior. jSorpresa!.... no encon- tramos una organizacién lo bas- tante ordenada y continua para considerar que forme parte de la cadena estatica (fig. 4). En efecto, el semitendinoso, el semimembranoso, como su nom- bre indica, s6lo cumplen a medias esta funcién. Tenemos los casque- tes condileos, la lamina del sdleo, el tendén de Aquiles, pero no se requiere la continuidad absoluta en cadena. ~Acaso la anatomia y nuestra manera de abordar este dilema se contradicen? ;Acaso la funcién estatica de los miembros inferiores no plantea un problema algo dis- tinto, con una respuesta anatémica légicamente diferente? Occipucio Ligamento cervical posterior (la aponeurosis de los trapecios forma parte de la cadena estatica de los miembros superiores) Aponeurosis dorsal ‘Aponeurosis lumbar Aponeurosis del cuadrado lumbar Sacro Y Figura 8 Cadena estitica posterior. En los miembros inferiores, la ca- dena estatica posterior debe poder responder al problema estatico del apoyo bipodal y unipodal. El apoyo unipodal afade al dese- quilibrio anterior un vector interno (fig. 10). En el miembro inferior, la resultante es anterointerna: *en la cadera: © en la rodilla; * en el tobillo; © en la béveda plantar. insiance QD Cerebral Duramadre Medular V Figura 9 Planos ligamentarios vertebrales. 1. LCVA, 2. LCVP, 3. L. amarillo. 4. L. interespinoso. 5. L. supraspinoso (segun Kapandji). La figura 11 muestra que la orientacién del cuello del fémur hacia de- lante y hacia dentro canaliza este desequilibrio. Lo mismo ocurre en la rodilla con el valgo fisiolégico. Linea de gravedad Cadera ay Rodilla Y Figura 11 Desequilibrio anterointerno del miembro inferior. Lo mismo ocurre en el tobillo con el cue- llo-del,ast4galo,orientado hacia:delante-y hacia dentro. Caderas, rodillas y tobillos poseen una ar- Py quitectura anatémica que controla este de- U7’ goveda plantar sequilibrio anterointerno y lo dirige a todos los niveles hacia el aplomo del centro del po- ¥ Figura 10 ligono de sustentacion (linea de gravedad), Jpop untpadtl En apoyo bipodal, la resultante bilateral Desequilibrios frontales. confirma el desequilibrio anterior. En apo- yo unipodal, el vector anterointerno podra iniciar de forma instanténea la marcha sin que la inercia de las masas (di- rigidas en direcci6n oblicua hacia el paso anterior) le estorbe. Esta manera de analizar la estatica parece confirmarse cuando se ob- serva que la cadena estatica posterior se vuelve posteroexterna en los miembros inferiores (fig. 12). Después de la aponeurosis lumbar, que termina en las crestas ilfacas y el sacro, esta cadena se contintia (figs. 13, 14 y 15): ~ Hacia dentro por: * el ligamento sacrociético mayor y menor; Plantar delgado Aponeurosi plantar TFL: cintilla de Maissiat Peroné Tabiques intermusculares externos: Vainas y tendones de los peroneos Aponeurosis glitea Ligamentos sacrociaticos mayor y menor TFL: cintilla de Maissiat Peroné Membrana interésea Vaina del piramidal Vaina de los obturadores Membrana interésea Aponeurosis plantar La ESTATICA > la vaina del pirami- dal; * el conjuntivo exter- no e interno de los obturadores. ~ En superficie por: *la aponeurosis del gliiteo, que termina en un desdobla- miento posterior de la cintilla de Mais- siat. Esta fascia lata es la estructura es- tdtica principal del muslo y responde al desequilibrio _ante- rointerno. Termina en el tubérculo de Gerdy para conti- nuarse por: Un trayecto lateral * las vainas y los tabi- ques de la celda ex- terna; * el peroné; ¢la aponeurosis in- terésea; *vainas y tendones de los peroneos; la aponeurosis plan- tar. ¥ Figura 13 Cadena estatica del miembro inferior. intermuscular Tabiques intermusculares Y Figura 14 Cadena estdtica de la pierna. Untrayecto posterior * la arcada del sdleo; * la lamina del sdleo; * el tendén de Aquiles; ¢ la aponeurosis plantar. Ahora que observamos esta cadena desde los pies hasta la cabeza, se ve que la hoz del cerebelo y del cerebro es una estructura intracraneana cuya direcci6n se continta con la del ligamento cervical posterior (fig. 16). Como la hoz del cerebro termina en la cara endocraneana de la sutura meté- pica del frontal y sobre la apéfisis crista galli del etmoides, se puede considerar que esta cadena estdlica posterior co- mienza en las fosas nasales, toma relevo Y Figura 15 Cadena estatica posterior. en el sacro y termina en la punta de los dedos del pie. La sintomatologya de nuestros pacientes nos muestra a menudo la re- laci6n pelvis-craneo, cefaleas frontales, sinusitis, fotofobia, anosmia, etc. La ESTATICA > Hoz del cerebro Occipucio Ligamento cervical posterior Y Figura 16 Cadena estatica posterior. En el libro Ophtalmologie et ostéopathie, se explican estas relaciones anatémicas intracranea- nas. La cadena estatica, es la-estructura conjuntiva principal del plano posterior. Por ello tiene un pa- pel preponderante; sin embargo, a este nivel de la demostracién, nuestro sujeto no puede realmente tenerse en pie. En efecto, tal como lo hemos con- cebido, se hundiria hacia delante (fig. 17). Necesitar apoyos anteriores. Podrifa concebirse un esternén que descendiera hasta el pubis... Los corsés han hecho suya esta so- lucidn en los casos de escoliosis; el problema es que va acompafiada de una supresién demasiado grande de la movilidad. No olvidemos que intenta- mos construir un hombre de pie que, en un segun- do tiempo, debe moverse con una libertad de ex- presién gestual considerable. El apoyo anterior que nosotros buscamos debe ser plastico para adaptarse a los movimientos. Pa- rece que la solucién de un apoyo hidroneumatico sea la respuesta a nuestro problema. Apoyo hi- drdulico al nivel abdominal y neumitico al nivel tordcico (fig. 18). YY Figura 17 Desequilibrio anterior. Caida hacia delante del esqueleto. Las CADENAS. LOS APOYOS HIDRONEUMATICOS Ligamento vertebro- Si adoptamos esta soluci6n, el diafrag- pleural ma es el elemento que valora el apoyo an- terior. Pleura. (Estamos traicionando nuestros princi- pios al incluir un miusculo en la funci6n es- cents tatica?... No. Es el centro frénico el encar- gado de realizar esta funcién estatica. Al Peritoneo | observar el diafragma, podria sorprender- nos la presencia de elementos fibrosos en el centro, cuando el conjunto de miisculos esta construido con las partes distales ten- dinosas. El diafragma es diferente puesto que su fisiologia es especifica: papel estitico en el centro y papel dindmico en la periferia, El diafragma, debido a sufuncion estati- ca, se apoyard en las visceras abdominales y creard el apoyo hidraulico deseado que nos asegura, mediante su deformabilidad, la po- Y Figura 18 sibilidad de generar movimiento. El apoyo Apoyos anteriores i y hidroneumdticos. neumiatico que el térax puede proporcio- narnos sélo tendra un caracter complemen- tario y ocasional, dado que la funci6n respiratoria es demasiado importan- te para ser truncada en beneficio de una funcién de baja intendencia. La solucién de apoyo abdominal hidrdulico resulta interesante, pero, si la adoptamos, habra que controlar dos problemas principales: la estanqueidad del sistema hidraulico, © la estatica de las visceras abdominales. Nuestro sistema de educaci6n nos ensefia a memorizar conceptos; sin embargo, yo prefiero plantear los problemas de ingenio que el cuerpo de- be resolver, a fin de comprender sus respuestas por medio de la fisiologfa y la anatom{a. Por ejemplo, este simple apoyo del diafragma sobre el ab- domen sélo puede ser fiable si se asegura la estanqueidad de la caja abdo- minal. El cuerpo responde a ese problema colocando los érganos abdo- Pericardio Pleura Corazon Diafragma Higado Bazo Estomago Rifiones Colon transverso Peritoneo Intestino delgado Colon descendente Utero Extraperitoneales 4 Vejiga Recto Y Figura 19 Apoyos anteriores toracoabdominales. minales en “el mismo saco” peritoneal a fin de capitalizar las presiones in- ternas (fig. 19). La fisiologia de todos los érganos intraperitoneales mejora gracias ala variacion de las presiones del diafragma y a la dinémica de la columna lumbar. La adici6n de los distintos voltimenes, al cohabitar en el mismo saco, crea un volumen hidraulico favorable para nuestra solucién estatica. No obstante, hay que evitar las “fugas”. De ahi la situacién extraperi toneal de los érganos que no desean padecer las variaciones de presién diafragmatica. En la pelvis menor, en una “celda de aislamiento”, tenemos el recto, el titero, la préstata y la vejiga. El diafragma también responde a este pro- blema de fugas potenciales al no desempefiar el papel de “pistén” en el abdomen. Cuando se contrae, la resultante de contracci6n se dirige ade- lante y abajo, hacia la parte subumbilical del abdomen, en el lugar donde el transverso podra responder mediante la consolidacién de la pared ab- Las CADENAS MUSCULARES Resultante diafragmatica Transverso del abdomen Linea innominada YY Figura 20 Y Figura 21 Resultante del apoyo diafragmdtico La pelvis menor fuera de las presiones sobre la linea blanca subumbilical. abdominales. Interés de la anteversin de la pelvis. dominal (fig. 20). La forma de las alas ilfacas completa la proteccion de la pelvis menor al desviar: las fuerzas descendentes hacia delante, hacia la regi6n suprapubiana; las fuerzas entrantes (contracciones del abdomen, estornudo) hacia atras y hacia arriba en direcci6n al diafragma. En ninguno de los dos casos se atraviesa el estrecho superior. Si hay que proteger mas los rganos de la pelvis menor, la lordosis lumbar aumentaré el arqueo para situar mds hacia atrds la cavidad pélvi- ca (fig. 21). Asi, en caso de congestién uterina, la mujer requerird la musculatura lumbar para aumentar ligeramente su lordosis baja y verticalizar la entra- da de la pelvis menor, es decir, el estrecho superior. En contrapartida, la ulilizacién de los mUsculos de forma permanente por motivos estaticos provoca presiones lumbosacras con aparicién de lumbalgias ciclicas. Por extensién, gse puede acusar a la joven que presenta hiperlordosis con horizontalizacién del sacro... de “no saber mantenerse en pie”? ,No deberfamos pensar que se trata de una postura légica en relacién con sus problemas continente-contenido? En este caso, el tratamiento a seguir se- ria mas ingenioso y menos simplista. En resumen, la lordosis lumbosacra gestaria al servicio de los érganos de la pelvis menor?... Para evitar el problema de las fugas, el cuerpo ha dado tres respuestas: « la pelvis menor con los érganos extraperitoneales; * las inserciones del diafragma que dan una resultante hacia delante y hacia abajo; * la lordosis lumbar. Sila pelvis menor, con el titero, la vejiga y el recto, plantean problemas en cuanto a su plenitud, mediante la columna lumbar se modificard la re- lacién diafragma-pelvis menor: * mediante la cifosis lumbar, la retroversién de la pelvis, se favorecera el alineamiento de las fuerzas diafragmaticas en la pelvis menor en el momento de la micci6n, la defecacién y el parto; © mediante la lordosis lumbar, la anteversién, se favorecera la desvia- cién de las fuerzas diafragmaticas fuera de la pelvis menor. En este caso, los esfinteres tendrén un papel cualitativo y no serdn su- perados por fuerzas constantes que serfan desmesuradas para su fisiologia. En este estadio de nuestra reflexi6n, nuestro razonamiento se adapta muy bien a los problemas de intendencia planteados al cuerpo, pero hay otro problema que podria hacer que nuestro proyecto fuera una utopia: el diafragma, mediante el centro frénico, se apoya de forma permanente so- bre las visceras. ,.No sera causa de ptosis? 4Cémo podemos prevenir esta tendencia biomecanica? Hemos de en- contrar una solucién que asegure la estdtica de las visceras en el abdo- men, a la vez que respetamos un “pliego de condiciones” complejo. En efecto, es preciso que esta suspensiGn visceral acepte la inspiracién forzada del diafragma, y por lo tanto un descenso importante de dicho miisculo. Asimismo, es necesario que esta suspensi6n acepte fuerzas as- cendentes sin deteriorarse. Por ejemplo, durante el embarazo se sabe que JSCULARI E> Las CADENAS Ligamento frenicogastrico Ligamento esplenogastrico. \ Z Estomago Cola del pancreas Fascia de Toldt Vista posterior Y Figura 22 Ligamento gastrico y esplénico (seguin Perlemuter-Wilagora). Y Figura 23 1. Area superior: colon transverso, estémago, 2° duodeno, cola del pancreas. 2. Area media: delgado, ciego. 3. Avea inferior: sigmoide (segiin J. Weischenck). el ttero asciende varias decenas de centimetros. Por ultimo, esta suspensién debe aceptar los mo- vimientos del tronco que pue- den tener una gran amplitud, asf como las variaciones de volu- men de cada drgano (higado, es- témago, bazo, intestino...). La primera soluci6n en la que se piensa es ligamentaria. Pero es ut6pica. Esas masas viscerales blandas de volumen muy varia- ble deberian amarrarse a pare- des méviles mediante una canti- dad desmesurada de ligamentos. Dicha suspensi6n frenarfa la mo- vilidad de las paredes durante los movimientos del tronco y se deterioraria y relajarfa regulai- mente debido a todas las pre- siones abdominales. El diafrag- ma con sus ligamentos Ilamados “suspensores” del bazo, del esté- mago y del higado seria incapaz de espirar, de estornudar, es de- cir, de elevarse (fig. 22). La organizacién abdominal es mucho mas simple, mucho més ingeniosa y funcional. El conjunto de los érganos se halla apretado en el saco pe- ritoneal a fin de capitalizar las presiones de cada érgano y de crear una autoestabilizacion en- tre ellos. Ademas, esta organizacién est tabicada por las areas del abdomen (fig. 23). JSCULARI E> Las CADENAS Ligamento frenicogastrico Ligamento esplenogastrico. \ Z Estomago Cola del pancreas Fascia de Toldt Vista posterior Y Figura 22 Ligamento gastrico y esplénico (seguin Perlemuter-Wilagora). Y Figura 23 1. Area superior: colon transverso, estémago, 2° duodeno, cola del pancreas. 2. Area media: delgado, ciego. 3. Avea inferior: sigmoide (segiin J. Weischenck). el ttero asciende varias decenas de centimetros. Por ultimo, esta suspensién debe aceptar los mo- vimientos del tronco que pue- den tener una gran amplitud, asf como las variaciones de volu- men de cada drgano (higado, es- témago, bazo, intestino...). La primera soluci6n en la que se piensa es ligamentaria. Pero es ut6pica. Esas masas viscerales blandas de volumen muy varia- ble deberian amarrarse a pare- des méviles mediante una canti- dad desmesurada de ligamentos. Dicha suspensi6n frenarfa la mo- vilidad de las paredes durante los movimientos del tronco y se deterioraria y relajarfa regulai- mente debido a todas las pre- siones abdominales. El diafrag- ma con sus ligamentos Ilamados “suspensores” del bazo, del esté- mago y del higado seria incapaz de espirar, de estornudar, es de- cir, de elevarse (fig. 22). La organizacién abdominal es mucho mas simple, mucho més ingeniosa y funcional. El conjunto de los érganos se halla apretado en el saco pe- ritoneal a fin de capitalizar las presiones de cada érgano y de crear una autoestabilizacion en- tre ellos. Ademas, esta organizacién est tabicada por las areas del abdomen (fig. 23). Y Figura 24 Accién complementaria del diafragma y del mesocolon transverso. Fase de inspiracion (seguin J. Weischenck). Diafragma Espiracion Inspiracién Y Figura 26 Movimientos del diafragma, de las costillas y del colon transverso en Ia inspiracion. Papel de las visceras en la separaci6n costal inferior. 9? costilla Ligamento izquierdo 108 costilla Mesocolon descendente Y Figura 25 Ligamento frenicocdlico izquierdo (seguin J. Perlemuter-Wilagora). ‘Tomem6s el ejemplo del 4rea. superior, es decir, del mesocolon transverso (figs. 24, 25 y 26). En la inspiracion, el diafrag- ma se apoya en el saco peritone- al y modifica su forma al exten- derlo. Esta extensién origina la separacion costal inferior. El co- lon transverso, al insertarse en la cara interna de las costillas 9° y 10*, se halla extendido transver- salmente y, tenso como una “ha- maca”, reacciona a las presiones descendentes del diafragma au- mentando la resistencia. Asi, los 6rganos pesados, el higado, el es- témago y el bazo aprovechan al maximo la accion de bombeo entre las presiones del diafragma y la resis- tencia del mesocolon transverso, sin preocuparse de su suspensi6n. La es- tatica de las visceras recurre a una suspensi6n hidrdulica cuya ventaja es no ser forzada ni por las visceras ni por los movimientos del cuerpo. Podriamos plantearnos la cuestién del papel de los ligamentos. Queda claro que un ligamento no esta mas hecho para sostener una viscera que una articulacién. No es contrdctil para defenderse. Si las circunstancias requieren el ligamento para una funcidn asi, se tendré en el primer caso, para una viscera, una ptosis con relajaciOn, incluso una rotura ligamenta- ria, y en el segundo caso, para una articulacién, un esguince con relaja- cién, incluso una rotura ligamentaria. Las visceras, en su equilibrio “hidraulico”, tienen la posibilidad de desplazarse en funcién de los empujes generados por el diafragma o por los movimientos del tronco. Esta libertad de desplazamiento es controlada por el ligamento. Este tiene un papel indispensable de in- formador en caso de que la viscera se aleje demasiado de su posicién fi- sioldgica La informacion propioceptiva ligamentaria se traduciré en una reac- cién refleja muscular de una parte mas 0 menos importante de la cavidad abdominal. El “dolor de costado” aparece cuando una viscera congestio- nada requiere demasiado al ligamento. En-resumen: la soluci6n que el cuerpo nes propone asegura una estatica visceral flexible y eficaz, a la vez que gestiona el problema de estanqueidad, sin alterar la movilidad general La estatica del hombre de pie se basa en la soluci6n de las presiones internas. Somos un maniqui hinchable? (fig. 27) Cuando se fijan los pies de un “muieco Michelin”, la presién de nues- tra mano detras de su cabeza para flexionarlo hacia delante recibe una contrafuerza de las presiones internas, que aumenta con el enrollamiento que provocamos. En cuanto se relaja la presi6n, el personaje se vuelve a colocar vertical de forma instantdnea. La solucién de este mufteco responde perfectamente a nuestro interés por construir una estatica econémica y plastica a la vez. En efecto, el hombre esta construido como un maniquf hinchable. Po- see varias envolturas, cutaéneas, subcutdneas, fascias superficiales, fascias profundas, pleura, peritoneo, aponeurosis, etc. Parece que en este siste- insiaice ED ma, el tubo digestivo y las vias respiratorias se- an invaginaciones hechas de tejidos que asegu- ran una permeabilidad selectiva. En el interior de dichas envolturas, el relle- no formado por las visceras, los musculos y los huesos proporciona las fuerzas estaticas econd- micas buscadas. Gracias a este ingenioso siste- ma, se comprende mejor que una persona que adelgaza demasiado rapido se “deshinche” y deba compensar utilizando los musculos pre- vertebrales. Puesto que los miisculos no estan hechos para la funcién estatica, la persona sien- te un cansancio permanente con contracturas y dolores en las inserciones musculares: tendini- tis y periostitis. El paciente que ha adelgazado demasiado rapido debido a un régimen “eficaz” vera c6mo. le prescribenvun tratamiento con masaje y ree- dueacién para dorsalgias y descaleificacién. iMasaje para distender las contracturas para- vertebrales? ;Reeducacién para muscular los paravertebrales atrofiados? Es un error y, a menudo, el paciente no ve con buenos ojos este Y Figura 27 _ tratamiento porque percibe el aumento del do- Envueltas periféricar lor y el cansancio, aunque la gimnasia se haga a presiones internas. Papel EEE . en la estdtica. conciencia. En realidad, los musculos estén atados y atrofiados por exceso de trabajo y no por debilidad. No habré que agotar mediante cualquier tipo de trabajo esta zona, si- no, al contrario, aliviar el efecto de ese trabajo excesivo. De todos modos, el tiempo juega a nuestro favor: en cuanto el peso se estabiliza, los dolo- res se difuminan y desaparecen. Las envolturas periféricas que se volvie- ron demasiado amplias con la pérdida de peso se ajustan con el nuevo vo- lumen cuando el régimen se interrumpe, y en cuanto hay un buen equili- brio continente-contenido, la musculatura paravertebral se relaja y los sintomas desaparecen. Es importante comprender que un mtsculo que es solicitado para tra- bajar de forma constante (estatica) se atrofia. ay Por ejemplo: { fy’ # las glitteos ena coxartrosis; ¢ los vastos en los problemas de rodilla; * los paravertebrales en problemas estaticos. En cuanto estos musculos trabajan de for- ma continuada, dejan de vascularizarse y obliteran sus propios vasos nutricios, El miisculo se contrae, se fibrosa y degenera hacia el tejido conjuntivo. Esta evolucién es una adaptacién ingeniosa del mtisculo de funcién estatica que debe ser econémica y comoda. El tratamiento que pretenda despojar a los mnisculos de esta funcién estatica para devol- Y Figura 28 verles su papel dindmico (trabajo alternativo) ta columna vertebral ser gratificado con una buena troficidad mus- reforzada. Mala solucion 1 tauid Ti 116 Vidice. cular. cualquiera que’sea el nivel'ercuestion. El misculo es nuestro peor cnemigo en es- tética. No se necesita el mtisculo para la estdtica del hombre de pie (fig. 28). Un nifio conoce la verticalidad. Si no tiene tensiones internas que le frenen, podra desarrollarse de forma natural y desbordara vitalidad. Por el contrario, si padece la ley de las tensiones 0 retracciones musculares, su estatica se vera alterada. Pero, jdejemos de hablar de reforzamiento muscular como factor prin- cipal de la estatica vertebral! Es un disparate y denota la falta de com- prensién de la anatomia y la fisiologia humanas. El reforzamiento tiene por resultante matemiatica el aplastamiento (fig. 28). La fisiologia cay6 en un error al clasificar los mtisculos en dos catego- rias: musculos de la estatica y mtisculos de la dinamica. La fisiologia muscular no puede adaptarse a la estatica. El musculo tie- ne una funcién obligatoriamente ritmica. La estatica es en efecto un problema reservado a los tejidos conjunti- vos y a las presiones internas, como acabamos de ver. Para evitar la inercia, hemos elegido construir nuestra estatica sobre un desequilibrio anterior. Este desequilibrio necesita una reequilibracién permanente. Es el problema de los misculos Ilamados de forma errénea “de la estatica”, y que yo prefiero llamar musculos de la reequilibracin. E] equilibrio es virtual, nunca es adquirido. Estamos en un estado de ree- quilibracién permanente, mas que de equilibrio adquirido. Como vamos a ver en el capitulo siguiente, puesto que la propiocepti- vidad hace intervenir a esos misculos de la reequilibracién muy pronto, €stos no necesitan ser ni muy rapidos ni muy fuertes. Los muiisculos de la reequilibracién intervienen también en el movi- miento. Su tendencia no es generar el movimiento sino gestionarlo. Cuando los misculos de la dindmica inician el movimiento, los musculos de la reequilibracidn gestionan en dos tiempos la reequilibracién de cada articulacién para que el movimiento global sea coordinado. El sujeto pue- de asegurar su equilibrio en el movimiento. En cada una de las cadenas musculares habra obligatoriamente misculos de la dindmica y musculos de la reequilibracion. Las CADENAS. LA REEQUILIBRACION La funci6n estatica no es una finalidad, si no, habriamos podido cons- truir al hombre como una columna de piedra; pero es necesario que éste se mueva y, ademas, que evite la inercia. Mirad si no la diferencia entre lo que la inteligencia del hombre ha podido hacer en un robot y el propio hombre. El primero, para empezar a andar, debe levantar durante un tiempo. relativamente largo una pierna antes de comenzar su deambulacién. Por suerte, en un paso de peatones, tenemos la posibilidad de desplazarnos mas rapidamente cuando se acerca un automévil. El cuerpo humano ha resuelto este problema de inercia construyendo su estatica sobre un dese- quilibrio anterior. Vimos al comienzo de este capitulo el interés de esta opcidn por lo que se refiere a una mejor seguridad estatica. En conse- cuencia, es necesario que la funcién estatica esté asociada a una funcién de reequilibracién. Se realizaron estudios electromiogréficos de los miisculos “de la esta- tica”. El resultado fue muy distinto-del esperado: los muisculos paraverte- bralés trabajan a “bocanadas” y no de manera coherente, global y cons- tante. La verdadera fisiologia de los paravertebrales puede compararse con los problemas planteados en una plataforma de perforacién marina (fig. 29). La plataforma debe estar centrada sobre la linea de perforacidn. Las primeras plataformas estaban fijadas en el fondo del mar, lo que implicaba numerosas des- Plataforma Vertebra ventajas: imposibilidad de per- viento" forar en aguas profundas y fra- gilidad de las estructuras, pues- Mar ~ to que esta rigidez se adaptaba mal a los movimientos de las estabilizaciot ‘Transverso espinoso| areas, los vientos, etc. Y apa- je de Upier ae recié una nueva generacién de perforacion gravedad plataformas flotantes. Al igual que una vértebra, esta plataforma es movil, ines- Y Figura 29 table, pero un ordenador de a bor- Plataforma de perforacién marina. do capta cualquier informacién de Fuerzas Motores de 4, @| 4, @ externas desplazamiento y ordena, por circuito electrénico directo (especie de ar- co reflejo), a los pequefios motores instalados en cada flotador que reac- cionen para reconducir y mantener la estructura sobre el eje de perfora- cién. Si observamos por debajo del agua el trabajo de esos pequeiios moto- res, corremos el riesgo de desconcertarnos, puesto que veremos un traba- jo episédico, por “bocanadas” aparentemente sin coherencia, pero que converge en lo que es la tinica finalidad del sistema: la reequilibracién de la plataforma. Cuanto ms fina sea la propioceptividad de los misculos, mas nuestra reequilibracién activa se solucionard mediante el trabajo répido, preciso y econémico de los misculos paravertebrales. El doctor Baron y el profesor Leduc ponen de manifiesto, utilizando platillos con captadores, oscilaciones anteroposteriores y giratorias. Las oscilaciones anteroposteriores las gestionan las cadenas de flexién-exten- sién, y las oscilaciones giratorias, las cadenas cruzadas. Si la estatica es una funcién que debe realizarse sin trabajo muscular, la reequilibracién es una funciénactiva atribuida a misculos propioceptivos: los paraverte- brales tienen un trabajo ritmico y no estatico. Esta propioceptividad puede variar con el alcohol, por ejemplo. En es- te caso, como la respuesta es mas tenue, se observard una estatica ebria. Durante un vuelo a Milan, el piloto me invité a hacer el viaje en el puesto de mando del Airbus. He aqui algunos de sus comentarios: “En los afios sesenta se hacian aviones segtin dos principios: solidez y estabilidad. Pero, a base de utilizarlos, se dieron cuenta de que, con el tiempo, la rigidez de las estructuras no era garantia de solidez. La estabi- lidad buseada durante el vuelo daba aviones pesados y dificiles de mane- jar durante las fases de despegue y aterrizaje. Después, la construccién aerondutica adopts otros principios, como son la plasticidad y la maneja- bilidad La plasticidad es fuente de deformaciones, pero, con el tiempo, me- diante el juego de la arquitectura de los materiales, se convierte en fuen- te de solidez. La manejabilidad de los aviones actuales es fruto de su gran inestabi- lidad. De hecho, dicha inestabilidad la gestiona y analiza el ordenador de a bordo que induce la reequilibracién a través del trabajo de los pequefios flaps situados en las alas. Y Foto 4 Basta con aumentar la resistencia al aire a partir del trabajo minimo de esos pequeiios flaps para modificar y corregir la trayectoria del avién, que se torna entonces muy eficaz puesto que alfa la regularidad de la trayee- toria (es decir la estabilidad) con la manejabilidad y fiabilidad del avi6n. Alescuchar a aquel piloto, tuve la confirmacién de que las soluciones biomecanicas adoptadas por el cuerpo, cuando se comprenden bien, pue- den transponerse y aplicarse a otros ambitos. En este*capitulo hemos mostrado la ingeniosidad)de las soluciones adoptadas para asegurar la estatica y la reequilibracion del cuerpo. * A partir de un esqueleto articulado, la cadena estética posterior re- presenta las lineas de refuerzo de esta organizacién estatica que im- plica el contenido visceral para asegurar el mantenimiento del conti- nente musculoesquelético. © Los miisculos paravertebrales y los monoarticulares aseguran la ree- quilibracién de este conjunto y lo unico que piden es estar en movi- miento. Conclusion La estatica del hombre depende de la relacién continente-con- tenido y de las presiones internas que se desprenden de dicha relacion. WAsi pues, la estatica vertebral esta totalmente vinculada al am- bito visceral. MEn esta concepcién del hombre de pie, el mUusculo sdlo inter- viene cualitativamente para la reequilibracion. Esta funcion es muy importante porque la estatica se basa en un desequilibrio que pretende evitar la inercia y favorecer el movimiento. Capitulo 2 EL MOVIMIENTO ORGANIZACION DEL MOVIMIENTO Las cadenas musculares nos permitirén programar el movimiento en el sujeto que conseguimos mantener en pie y en equilibrio, en el capitulo anterior. Debido a que el movimiento desplaza las masas, serd necesario que el primer principio de funcionamiento de las cadenas musculares sea la co- ordinacién de todas las partes del cuerpo en un funcionamiento global que asegure, de manera prioritaria, la reequilibracién alrededor de la Ii- nea de gravedad. A ese principio de globalidad se afiade un segundo principio -no con- tradictorio— de regionalizacién y jerarquia. LAS UNIDADES FUNCIONALES El cuerpo est4 compartimentado en varias unidades funcionales (fig. 30); Cada una:deellas deberdautogestionar los problemas de intendencia que se le plantean. Si una regién no puede resolver sus problemas, las re- Y Figura 30 Las unidades funcionales: 1. Unidad central del tronco. 2. Unidades periféricas de la pelvis: miembros inferiores. 3. Unidades periféricas del torax: miembros superiores. . Unidad superior: cabeza-cuello. . Unidad periférica del craneo: la mandibula. ws Evomnmero QD giones vecinas (unidades fun- cionales) podran ayudarla, an- tes de recurrir, si fuera necesa- tio, a la “solidaridad nacio- nal”, es decir, a una compen- sacion global del cuerpo. Podemos establecer siete unidades funcionales: * una unidad funcional cen- tral: el tronco; * cuatro unidades funciona- les periféricas del tronco: los miembros superiores y los miembros inferiores; * una unidad funcional su- perior: la cabeza y el cue- lo; * una unidad funcional peri- férica de la cabeza: la mandibula. Es importante constatar has- ta qué punto las inserciones musculares respetan las fronte- ras de las distintas unidades funcionales. Ademas, si fuera necesario, los mtisculos de rele- vo podran poner en comunica- cidn las diversas unidades fun- cionales. Hay que observar que las in- fluencias procedentes del cré- neo utilizan vias répidas de la cabeza a los pies. Al revés, las influencias procedentes de la parte baja del cuerpo seran selecciona- das antes de ascender hasta la Cifosis craneana Lordosis cervical Cifosis dorsal Lordosis lumbar Cifosis sacra Lordosis de la rodilla Cifosis del tarso Lordosis plantar Y Figura 31 Cifosis y lordosis. unidad cefdlica. Estas debe- ran atravesar varias regiones, donde se hard de todo para amortiguarlas, incluso estabi- lizarlas. Existe una jerarquia entre las vias de comunicaci6n des- cendentes y ascendentes. La organizacion general protege el créneo. No es ne- cesario que todas las interfe- rencias periféricas asciendan hasta él. Antes de rechazar las ca- denas musculares, les pido que observen bien el esque- ma adyacente (fig. 31) y que se fijen hasta qué punto el es- queleto y, en particular, la co- jumna vertebral puede adap- tarse al proyecto: “poner al hombre en pie” en movi- miento. En primer lugar, el esque- leto esta formado por una ca- dena de articulaciones que le permiten aliar estatica y mo- vilidad. En segundo lugar, tendré que aguantar las fuerzas gra- vitacionales y adaptarse al movimiento. En tercer lugar, si la ar- quitectura recta es una cuali- dad para la estatica, no puede adaptarse al movimiento. Por ello, la adopcién de lineas sinusoidales es una respuesta arquitec- tonica adecuada. PAPEL DE LAS CIFOSIS Y LAS LORDOSIS Podemos hablar de alternancia de lordosis y cifosis de la cabeza a los pies: * cifosis craneana, * lordosis cervical, * cifosis dorsal, * lordosis lumbar, * cifosis sacra, * lordosis de la rodilla, * cifosis del talén, * lordosis del pie. LAs CIFOsIS Las cifosis gson curvaturas predispuestas para el movimiento? Res- puesta: NO. Ante todo, las cifosis no estan hechas para moverse. Basta con obser- var que delante de cada cifosis hay una estructura dura: * delante del occipucio, el créneo; * delante de las dorsales, el t6rax; * delante del sacro, la pelvis. EI papel de las cifosis es de proteccién En la cavidad craneana: del cerebro. En la cavidad toracica: de los pulmones y el coraz6n. En la cavidad pélvica: de los 6rganos de la pelvis menor. Si las cifosis estan hechas para proteger, no es légico pensar que una cifosis que aumenta es una cifosis que debe proteger mas los 6rganos que le son confiados (cifosis dorsales en los casos de asma, bronquitis créni- cas, cardiopatias, etc.)? Esto nos hace pensar que una cifosis no debe tra- tarse a ciegas, mediante enderezamiento a la fuerza... De todos modos, una cifosis acentuada nunca es un problema musculovertebral, es un pro- blema interno 0 anterior. Las CADENAS MUSCULARES Cavidad craneana Fontanela lambda Occipucio Agujero occipital Diafragma craneano: hoz y tienda Orificio toracico superior Esternén Apéndice xifoides Cavidad toracica Diafragma Cavidad pélvica Estrecho superior V Figura 32 Los tres diafragmas. Considerar las cifosis curvaturas de proteccién parece muy interesan- te, pero plantea un problema secundario: la necesidad de vascularizar de forma ininterrumpida érganos tales como el cerebro, los pulmones y el coraz6n resulta problematico cuando proponemos poner estos 6rganos en zonas de movilidad ralentizada. Enel créneo existe micromovilidad, pero es despreciable desde el pun- to de vista cuantitativo. En el torax, la movilidad esta frenada por el corsé vertebrocostal. En la pelvis, la movilidad de las alas ilfacas en anterioridad-posteriori- dad-apertura-cierre tampoco tiene un cardcter cuantitativo claro. En resumen, las cavidades craneana, tordcica y pélvica son intere- santes en cuanto a la proteccién que ofrecen, pero presentan el problema de la vascularizaci6n, a menos que coloquemos bombas vasculares en es- tas tres cajas (fig. 32). Por ejemplo: © un diafragma pélvico: el perineo, * un diafragma toracico, © un diafragma craneano: la hoz del cerebro y la tienda del cerebelo. Estos tres diafragmas se encargaran de dinamizar la circulacin a esos tres niveles. Su papel es indispensable. En nuestros tratamientos, tendre- mos que verificar de forma prioritaria su buena movilidad y, si fuera ne- cesario, restituirla, tanto mds cuanto que todas las cadenas musculares se enlazan en cada uno de los diafragmas. Las observaciones anteriores muestran que una solucién ingeniosa en un determinado nivel suele reutilizarse en otro, alli donde se plantean problemas similares. Esto puede permitirnos descodificar por analogia di- ferentes sistemas. 1. Por ejemplo, el céccix resulta titil para acomodar una divergencia entre el perineo que se contraeria y el sacro que querria horizonta- lizarse. El c6ccix desempeiia un papel de charnela (;basta con haber caido sobre el cdccix para darse cuenta de lo solicitado que esté!): * la pelvis posee el sacro y el céecix; * el trax posee el esterndn y el apéndice xifoides; * el craneo, el occipucio y la fontanela lambda (presencia incons- tante de un hueso vormiano). 2. La pelvis, el t6rax y el créneo cuentan cada uno con dos miembros periféricos unidos por una articulacién condilea a una estructura pa- recida (fig. 33): * el miembro inferior unido por la coxofemoral al iliaco; * el miembro superior unido por la glenohumeral al oméplato; © lamandibula unida por la temporomandibular al temporal. 3. Tercera analogia entre estos tres niveles: la existencia de orificios de entrada: * para la pelvis menor: base sacra, lineas innominadas, pubis = es- trecho superior; * para el térax: cuerpos de D1, las primeras costillas, el manubrio esternal = orificio tordcico superior; * para el craneo: la apéfisis basilar, las masas laterales, la escama = agujero occipital. Las CADENAS MUSCULARES Condilo mandibular Temporal Escapulohumeral Condilo humeral Oméplato Céndilo femoral Coxofemoral Ala iliaca YW Figura 33 Los miembros periféricos. Después del andlisis de los niveles ciféticos, hemos de admitir que el movimiento no puede expresarse totalmente en las cifosis. Por el contra- rio, esos niveles menos méviles pueden ser zonas de relativa fijeza para las cadenas musculares a fin de generar el movimiento al nivel de las lor- dosis. LAS LORDOSIS En efecto, las lordosis cervicales, lumbares, de rodilla y pie estan he- chas para moverse. Los niveles cervicales y lumbares presentan vértebras cuyas apofisis transversas estan libres de toda relacién ésea. Por delante de la lordosis lumbar y cervical, las paredes del abdomen y del cuello son flexibles. Sus centros, el ombligo y el hueso hioides, estan en el vértice de la lordosis L3 y C3. El movimiento se expresara en las lordosis (fig. 34). Las cadenas musculares se encargaran de generar los movimientos. Hueso hioides tes \ C3 -lordosis cervical Ombligo 3 -lordosis lumbar \ —\_ Interlinea de la rodilla O Lordosis de la rodilla Figura 34 Para la explicaci6n concerniente a la construccién anatémica de las ca- denas musculares, remitirse al primer tomo de nuestra obra Las cadenas musculares, de la que encontraremos aqui breves citas. Las CADENAS MUSCULARES LAS CADENAS MUSCULARES 1. La cadena estatica posterior. 2. Las cadenas de flexidn: derecha e izquierda. 3. Las cadenas de extensi6n: derecha e izquierda. 4, Las cadenas cruzadas anteriores: derecha e izquierda. . Las cadenas cruzadas posteriores: derecha e izquierda. En este capitulo sobre el movimiento, gpor qué citar en primer lugar la cadena estatica? Los elementos musculares de cada una de las cadenas estén en un corredor conjuntivo que canaliza sus fuerzas: tend6n-vaina- tend6n-vaina-tendén, etc. Cada una de las cadenas musculares esté escol- tada y encuadrada por la cadena estatica: se trata del esqueleto del movi- miento. LA CADENA ESTATICA POSTERIOR * La hoz del cerebro * La hoz del cerebelo * El ligamento cervical posterior * La aponeurosis dorsal * La aponeurosis del cuadrado lumbar * La aponeurosis lumbar * Los ligamentos sacrociaticos mayor y menor * La vaina del piramidal * El tejido conjuntivo de los obturadores * La aponeurosis ghitea * La cintilla de Maissiat * La vaina y los compartimientos de la celda externa + El peroné * La aponeurosis interdsea * Las vainas y tendones de los peroncos * La lémina del séleo * El tendén de Aquiles * La aponeurosis plantar @ Relevo para el miembro superior: * La aponeurosis cervical superficial * La aponeurosis del trapecio Y Figura 35 Cadena estatica posterior. Papel Para la estatica: organizar de manera econémica una contenci6n flexi- ble y gestionar el desequilibrio anterior del tronco y el anterointerno de los miembros inferiores. Para el movimiento: es el esqueleto del movimiento; lo estructura, lo organiza y lo gobierna. LAS CADENAS DE FLEXION @ Al nivel del tronco (figs. 36 y 37) Intercostales medios (intercostales interni) © Rectos del abdomen (rectus abdominis) * Masculos del perineo @ Relevo para la cintura escapular (figs. 38 y 39) © Triangular del esternon (iransversus thoracis) © Pectoral menor (pectoralis minor) © Trapecio (trapezius) inferior @ Relevo para el miembro superior (fig. 40) ¢ Pectoral mayor (pectoralis major) * Redondo mayor (teres major) * Romboides (rhomboideus) @ Relevo para la columna cervical (fig. 41) * Escalenos (scaleni) * Esplenios del cuello (splenius cervicis) @ Relevo para la cabeza (figs. 42 y 43) * Subclavio (subclavius) * Esternocleidomastoideo (sternocleidomastoideus) ¢ Esplenios de la cabeza (splenius capitis) @ Relevo para el miembro inferior * Psoasiliaco (iliopsoas) Los mtisculos trapecio inferior, redondo mayor, romboides, esplenio del cuello y esplenio de la cabeza enlazan los diferentes relevos en el pla- no posterior. Forman parte de la cadena de extensién que podra utilizar esos mismos relevos en sentido inverso. Respecto al eje medio del cuerpo, la cadena de flexién comprende una parte izquierda y una derecha, de ahi que también se utilice el plural: ca- denas de flexion. Costillas Intercostales medios Esternon Rectos del abdomen mayores del abdomen Mdsculos del perineo Coccix: Y Figura 36 Y Figura 37 Cadena de flexion. Cadenas de flexion izquierda y derecha del tronco. De entrada, se analizaran las cadenas de flexién y su funcionamiento solidario. Papel Flexién. * Cifosis global del tronco. * Enrollamiento fisico 0 psicolégico. * El yo. * La vida interior. Primera observacion En el tronco, esta cadena implica la flexién global de la columna ver- tebral, es decir, la cifosis general. Las CADENAS MUSCULARES Pectoral menor Triangular del esternan Rectos del abdomen YY Figura 38 Cadenas de flexién: relevo de la cintura escapular. El enrollamiento del tronco se hace alrededor de L3 y del ombligo. L3 es la plataforma de flexién. Por encima de L3, el térax desciende hacia el ombligo y la columna se flexiona. Por debajo de L3, la pelvis se coloca en retroversién, el pubis se eleva hacia el ombligo, la columna lumbar se flexiona y el sacro se verticaliza. Los misculos del perineo participardn en la verticalizacién del sacro y en la apertura de las alas iliacas. En el tomo 1 explico por qué las alas ilfacas deben hacer, al mismo tiempo que la verticalizaciOn del sacro, un movimiento de apertura (fig. 45). El sacro no puede imponer mediante presiones 6seas ese movimien- to de apertura a los ilfacos si no quiere ocasionar conflictos mecanicos sa- croiliacos, con aparicién de algias artrdsicas o artriticas. Trapecio inferior Y Figura 39 Cadenas de flexién: relevo de la cintura escapular. Esto me lo confirmé no hace mucho un jugador de la seleccién fran- cesa de fiitbol que padecia de forma crénica de una afeccién sacroilfaca, de los aductores y del perineo, La causa era una colitis izquierda, con he- morroides, que imponia al ala ilfaca una estatica en cierre por efecto de los oblicuos y los aductores. Por lo tanto, no es de sorprender que la medicina china sitte el punto intestino grueso en la sacroiliaca. Segunda observacién La cadena de flexién del tronco puede utilizarse sola. Puede estar programada con uno, varios 0 la totalidad de los relevos periféricos. Pectorales mayores Rectos del abdomen ¥ Figura 40 Cadenas de flexion: » elev de,los | | miembros superiores Esplenio Escalenos del cuello Y Figura 41 Cadenas de flexion: relevo con la cabeza. Esternocleidomastoideos V Figura 42 Cadenas de flexion: relevo con Ja cabeza. Esternocleidomastoideos Escalenos Pectorales mayores Pectorales menores Rectos del Y Figura 43 Cadenas de flexi Relevo: Cintura escapular-brazos. Cintura cervical-cabeza. Las CADENAS MUSCULARES Y Figura 44 Cadenas de flexién con los relevos posteriores. Orificio toracico superior Ombligo Pubis Y Figura 46 Cadenas de flexién. Cifosis general. Presiones discales anteriores. Y Figura 45 Verticalizacién del sacro durante el enrollamiento. Apertura de los iliacos. Por ejemplo, a un camarero que lleva una bandeja cargada le conven- dra no programar el relevo de flexién de ese brazo cuando va a flexionar el tronco para recoger el ticket que se le ha cafdo. En este caso, las cadenas de fle- xién de los miembros inferiores, del tronco, del cucllo y de la cabeza estan implicadas para mirar y recoger el ticket. El brazo esta desconectado de esa programacién de flexién para asegurar la horizontalidad de la ban- deja. El cuello y la cabeza pueden elegir la flexién para recoger el ticket, pero son libres de programarse en exten- sién sino quieren perder de vista la bandeja 0 a los otros clientes que po- drian atropellarlo. El sistema de funcionamiento mediante las cadenas musculares respeta la diversidad de escenarios del movimiento. La programacion de una cadena nunca se haré automaticamente de la cabeza a los pies, sino que depende de una eleccién de opciones multiples. Tercera observacién La cadena de flexién es cifosante e implicar4 presiones anteriores so- bre el disco intervertebral (fig. 46). Scheuermann encontrard su explicacion en la relaci6n visceras-cadena de flexién-cifosis. Habra que asociar el tratamiento interno y el de la cadena de flexion segtin nuestros principios: en ningtin caso debe realizarse un trabajo de enderezamiento por la cadena de extension, ya que generaria las condi- ciones favorables para el aplastamiento, con entallamiento de Schmorl y epifisitis de crecimiento (cf. Tomo 1). LAS CADENAS DE EXTENSION @ Al nivel del tronco (figs. 47 y 48) Plano profundo © Intercostales medios (intercostales interni) Intertransversos (intertransversarii thoracis) * Interespinosos (interspinales thoracis) © Transversos espinosos (iuiltifidi-rotatores) © Supracostales (/evatores costarum) * Epiespinosos (spinalis) © Dorsal largo (longissimus) * Lliocostal (iliocostalis) * Fibras iliocostales del cuadrado lumbar (quadratus lumborum) Plano medio © Serrato menor posterosuperior (serratus posterior superior) © Serrato menor posteroinferior (serratus posterior inferior) @ Releyo con la cintura escapular (figs. 49 y 50) © Trapecio (trapezius) inferior y medio ¢ Pectoral menor (pectoralis minor) ¢ Triangular del estern6n (transversus thoracis) @ Relevo con el miembro superior (fig. 51) * Dorsal ancho (Latissimus dorsi) * Redondo mayor (teres major) * Pectoral mayor (pectoralis major) @ Relevo con la columna cervical (fig. 52) © Transversos espinosos (muttifidi-rotatores) * Esplenio del cuello (splenius cervicis) * Escalenos (scaleni) @ Relevo con la cabeza (fig. 53) * Esplenio de la cabeza (splenius capitis) * Trapecio (trapezius) superior * Esternocleidomastoideo (sternocleidomastoideus) @ Relevo con el miembro inferior * Fasciculo profundo del gliteo mayor (gluteus maximus) V Figura 47 Y Figura 48 La cadena de extension. Las cadenas de extension del tronco. Pectoral menor Triangular del esternon Y Figura 49 Las cadenas de extension del tronco. Relevo con la cintura escapular. Trapecio inferior: erguimiento dorsal inferior. Trapecios medios Trapecios inferiores Triangular del esternon Y Figura 50 Las cadenas de extensién del tronco. Relevo con la cintura escapular. Trapecio inferior: enderezamiento dorsal inferior. Trapecio medio: enderezamiento dorsal superior. Pectoral mayor Redondos mayores Y Figura 51. Las cadenas-de-extensidn del tronco. Relevo con los miembros superiores. Esplenio del cuello Escalenos Y Figura 52 Las cadenas de extension del tronco. Relevo con la columna cervical. Y Figura 53 Las cadenas de extension, Relevo cefailico, B. Los misculos pectorales meno- res, triangulares del esternén, pec- Y Figura 54 Las cadenas de-extensién. Relevo con la cintura escapular. Trapecio inferior: enderezamiento dorsal inferior. Trapecio medio: enderezamiento dorsal superior. Trapecio superior: enderezamiento cervical y ceféllico. torales mayores, escalenos y esternocleidomastoideos enlazan en el plano anterior los diferentes relevos. Forman parte de la cadena de flexién que podré utilizar esos mismos relevos en sentido inverso (fig. 54). De entrada, se analizard el funcionamiento solidario de las cadenas de extensién. Al final del capitulo, disociaremos las cadenas en izquierda y derecha. Papel * Extension (fig. 55). * Lordosis global del tronco. * Desenrollamiento fisico 0 psicolégico. * La comunicacién. * La vida externa. Las CADENAS MUSCULARES Orificio toracico Primera observacion superior ———— Esta cadena, cuando acttia sobre un tronco flexionado, lo endereza, pero evoluciona ha- cia la lordosis general. Al nivel tordcico, la lordosis puede ser agresiva para la pleura y el pe- ricardio. Los oméplatos, que son verdaderas r6tulas toraci- cas, enderezan el térax a la vez que frenan la extensién a par- tir de la espalda plana. Y Figura 55 Cadena de extensién. Lordosis general. Presiones discales posteriores ————————— Segunda observacién Siesta cadena de extensi6n dindmicaes solicitada por mo- tivos éstdticos, se valorara la curvatura lordstica. El disco sufrira presiones posteriores constantes. Algunas experien- lnfluencias Rodilla 86veda plantar cias han demostrado que el peso del cuerpo tiene una in- Y Figura 56 Saari 7 La cadena de extension aumenta la lordosis. -‘fuencia minima sobre el disco, lumbar y las presiones de aplastamiento. comparado con las compresio- nes provocadas por las con- tracciones musculares (fig. 56). El disco sufre, incluso por la Aplastamiento noche, esas tensiones muscula- posieior del disco res. No se rehidrata por efecto de las presiones posteriores Deshidratacién constantes (fig. 57). Esto expli- Fragilizacion Y Figura 57 Compresiones discales debidas a las cadenas de extension. Las CADENAS MUSCULARES Orificio toracico Primera observacion superior ———— Esta cadena, cuando acttia sobre un tronco flexionado, lo endereza, pero evoluciona ha- cia la lordosis general. Al nivel tordcico, la lordosis puede ser agresiva para la pleura y el pe- ricardio. Los oméplatos, que son verdaderas r6tulas toraci- cas, enderezan el térax a la vez que frenan la extensién a par- tir de la espalda plana. Y Figura 55 Cadena de extensién. Lordosis general. Presiones discales posteriores ————————— Segunda observacién Siesta cadena de extensi6n dindmicaes solicitada por mo- tivos éstdticos, se valorara la curvatura lordstica. El disco sufrira presiones posteriores constantes. Algunas experien- lnfluencias Rodilla 86veda plantar cias han demostrado que el peso del cuerpo tiene una in- Y Figura 56 Saari 7 La cadena de extension aumenta la lordosis. -‘fuencia minima sobre el disco, lumbar y las presiones de aplastamiento. comparado con las compresio- nes provocadas por las con- tracciones musculares (fig. 56). El disco sufre, incluso por la Aplastamiento noche, esas tensiones muscula- posieior del disco res. No se rehidrata por efecto de las presiones posteriores Deshidratacién constantes (fig. 57). Esto expli- Fragilizacion Y Figura 57 Compresiones discales debidas a las cadenas de extension. caria la imposibilidad del “créni- co” de quedarse hasta tarde en la cama por la mafiana. Se siente mejor después de algunos movi- mientos, puesto que el disco pre- fiere las variaciones de presién resultantes. Pero con las horas, reaparece el dolor debido a la so- brecarga de tensiones. Al final af éstiramiento de la del dia, agradece echarse, ya que parte posterior del la supresién de algunos quilos disco: fragilizacion provocada por el dectibito le pro- cura cierto alivio. Sin embargo, ¥ Figura 58 - ; dado que el peso del euerponcies columns lumbar en posicion de cifosis. lexion anterior. el mayor problema, los efectos de las tensiones musculares volverdn a aparecer con la inmovilidad. El suefto del sujeto serd agitado y variard a menudo de posicién para que desaparezca el dolor, El disco degenerara, sus fibras posteriores se fibrosardn. Las facetas. articulares vertebrales se instalarén en un deslizamiento convergente. Si las apéfisis espinosas estén en contacto, se observard una artrosis interes- pinosa (Baastrup). En posicién sentada, la columna lumbar esta cifosada y, de entrada, el paciente experimenta alivio. Pero esta posici6n, mantenida algunas dece- nas de minutos o varias horas, es en realidad una postura excéntrica. Esta “sobredosis” de postura desencadenaraé secundariamente un reflejo de contractura paravertebral. Esta respuesta paravertebral puede darse de inmediato con despertar de la lumbociatica tanto en un sillén como en co- che, o puede aplazarse y el dolor despertar 24 horas después, por ejemplo, de un fin de semana “estatic« Asi pues, la cadena de extensién es la enemiga del disco cuando se uti- liza para una funcién estatica. El disco degeneraré y sus fibras posteriores se fibrosaran. En posicién de flexidn (fig. 58), al néicleo le resultara mas facil romper las laminillas posteriores y preparar una hernia discal en una 0 varias veces. Después de permanecer varios minutos flexionado, por ejemplo, para hacer bricolaje, las laminillas posteriores soportardn mal un esfuerzo de levantamiento —incluso ligero- y podran sufrir fisuras. Las CADENAS MUSCULARES La lesion discal tanto interna como exteriorizada se po- ne de manifiesto me- diante tests especifi- cos. Cabe destacar que el escdner muestra 1. Presiones vertebrales 2. Adaptacion del disco: x . et posteriores: presiones cojinete marginal posterior un ntimero impresio- diseales posteriores nante de hernias dis- cales en todos los S enfermos —crénicos, ¥ ¥ aunque nunca se ha- ya realizado esfuer- zos que puedan ex- plicarlas. Ademas, se en- cs eS» cuentran_ frecuentes hernias postero-me- 5. Hernia discal: rotura del 6. Cojinete marginal: dianas, que hace al- disco adaptacién del disco gunos afios tenfan fama de ser las mas graves, puesto que 3. gHernia 0 cojinete 4, {Hernia © cojinete postero- posterolateral? mediano? Y Figura 59 suponen la rotura NN. B. los esquemas | y 2 pueden vers pe ~ en un plano sagital durante las presiones posteriores; el ligamento verte- ~en un plano frontal durante las presiones laterales. bral posterior. De hecho, la com- presién posterior del disco implica la creacién de un cojinete marginal posterior que distiende de forma progresiva el ligamento vertebral y s6lo se revela de forma accidental, tras una mala posicién o un falso movi- miento. Incluso sin traumatismo importante, las reacciones edematosas al nivel del agujero de conjugaci6n potenciaran un conflicto discorradicular (fig, 60). Hay que observar que un problema visceral puede desencadenar, por reflejo viscerosomatico, una contractura selectiva de un nivel vertebral en relacién con el mielémero. Este reflejo viscerosomatico podra ocasionar: EL Movi La rigidez de ese nivel con posibi- lidad de recaida en el bloqueo. * Una lumbociatica, si en el aguje- ro de conjuncién se produce un edema debido a la compresion. * El aplastamiento global del disco en relacion con el mielémero, si el problema se hace crénico. En efecto, el aplastamiento poste- rior se completara con el aplastamien- to anterior del disco por efecto de con- tracturas abdominales asociadas al problema visceral. El espasmo visceral explica los aplastamientos discales selectivos que no tienen ninguna relacién con el peso. Bnrresumen, nuestra practica nos ¥ Figura 60 demuestra que las verdaderas hernias Aplastamiento del disco L4-L5 en discales son mucho mas raras que lo una paciente que habia tenido que diagnostica el escdner. Mediante quistes ovdricos. hs el tratamiento de las cadenas muscula- res, se obtienen resultados notables y duraderos, con alivio de las presiones discales (del 70% al 80% de los ca- sos). Esta claro que la verdadera hernia discal (del 20% al 30 % de los ca- sos) s6lo puede solucionarse quirtirgicamente. Observacion En esta nueva edicién, hemos cambiado los términos de cadenas dere- chas anteriores y cadenas derechas posteriores que. de forma tradicional, hemos venido utilizando durante varios afios. En efecto, si los calificativos anterior y posterior son adecuados para el tronco, no se adaptan a los miembros inferiores, donde esas cadenas tienen una trayectoria sinusoi- dal que hace alternar la posicién anterior y posterior. Las cadenas musculares que proponemos se desarrollan de manera coherente de la cabeza a los pies. Los términos de cadenas musculares de flexi6n y de extensi6n son pues los tnicos que se justifican cuando se abordan de manera global las cadenas musculares de la cabeza a los pies. LAS CADENAS CRUZADAS ANTERIORES DEL TRONCO La cadena cruzada anterior izquierda (punto de partida ilfaco izquierdo) Al nivel del tronco Plano profundo izquierdo * Oblicuo menor (obliquus internis abdominis) izquierdo. * Intercostales internos (intercostales interni) izquierdos Plano superficial derecho (fig. 62) * Oblicuo mayor (obliquus externis abdominis) derecho * Intercostales externos derechos (intercostales externi) derechos * Serrato menor posterosuperior (serratus posterior superior) dere- cho M Relevo para la cintura escapular (figs. 63, 64 y 65) Enlace superior (fig. 66) © Triangular del esternén (transversus thoracis) derecho © Pectoral menor(pectoralis minor) derecho Enlace inferior (figs. 67 y 68) © Serrato mayor (serratus anterior) derecho * Romboides (rhomboideus) derecho M Relevo para el miembro superior (fig. 69) * Pectoral mayor (pectoralis major) derecho * Redondo mayor (teres major) derecho * Romboides (rhomboideus) derecho Relevo para la columna cervical (fig. 70) * Escalenos (scaleni) derechos * Esplenio del cuello (splenius cervicis) izquierdo M Relevo para la cabeza (ig. 71) * Subclavio (subclavius) derecho * Esternocleidomastoideo (sternocleidomastoideus) derecho * Serrato menor posterosuperior (serratus postero-superior) derecho * Esplenio de la cabeza (splenius capitis) izquierdo * Trapecio (trapezius) superior izquierdo M Relevo para el miembro inferior * Piramidal (pyramidalis) del abdomen izquierdo Y Figura 61 Las cadenas cruzadas anteriores del tranco. f \ Y Figura 62 La cadena cruzada anterior del tronco. Cadena cruzada anterior izquierda. Las CADENAS MUSCULARE! A A Y Figura 63 Y Figura 64 V Figura 65 Relevo por el pectoral Relevo por el serrato Relevo por el pectoral menor. ‘mayor. menor y.el serrato mayor. Y Figuras 63, 64 y 65 La cadena cruzada anterior izquierda del tronco: relevo con la cintura escapular. Y Figura 66 La cadena cruzada anterior izquierda. Relevo con la cintura escapular: pectoral menor- trapecio inferior. Romboides sarats PS a "y Figura 67 La cadena cruzada anterior izquierda. Relevo con la cintura escapular: serrato mayor y romboides. V Figura 68 La cadena cruzada anterior izquierda. Relevo con la cintura escapular: pectoral menor, trapecio inferior, serrato mayor y romboides. Y Figura 69 La cadena cruzada anterior izquierda. Relevo con el miembro superior: pectoral mayor, redondo ‘mayor y romboides. Y Figura 70 La cadena cruzada anterior izquierda. Relevo con la colurnna cervical. Y Figura 71 La cadena cruzada anterior izquierda, Relevo con el crdneo. Ombligo Y Figura 72 ‘v Figura 73 Eje de Ia torsion anterior izquierda. Variaciones del centro de torsion. Los misculos trapecio inferior, redondo mayor, romboides, esplenio del cuello, esplenio de la cabeza y trapecio superior enlazan en el plano posterior los diferentes relevos de la cadena cruzada anterior. Papel Realizar la torsion anterior del tronco acercando el hombro derecho y la cadera izquierda al ombligo. Esta se organiza alrededor de un eje que une la cadera derecha al hombro izquierdo (fig. 72). El centro de la torsién esta en la interseccidn de este eje y de la linea que pasa por L3 y el ombligo (fig. 73). Para un buen equilibrio, al sujeto le convendra colocar el centro de torsi6n a la misma distancia entre el ombligo y la apéfisis espinosa de L3. El judoka adoptard esta posicién para resistir el ataque de un adversario > LAs CADENAS MUSCULARES o para preparar su agarre. Por el contrario, el saltador de altura al adop- tar la técnica ventral procurard que el centro de torsién esté lo mas hacia delante posible, mas allé del ombligo, para que la resultante de las masas pase por debajo de la barra. Conclusion Una cadena cruzada anterior implica la torsion anterior (fig. 74). Las dos cadenas anteriores organizan el cierre del tronco (fig. 75). También se denominan cadenas de cierre. ~ Si la cadena de flexién da: = flexion * enrollamiento ~ Las cadenas cruzadas anteriores sobreprogramadas implican: « cierre, « repliegue sobre uno mismo, « dificultad de comunicacién cuando no se trata de los problemas propios, _# egocentri: » apego al pasado. v Figura 74 Y Figura 75 La cadena cruzada anterior izquierda. Las dos cadenas cruzadas anteriores. Torsién anterior izqda. del tronco. Cierre del tronco. LAS CADENAS CRUZADAS POSTERIORES DEL TRONCO La cadena cruzada posterior derecha (punto de partida del iliaco derecho) Hf Al nivel del tronco Plano derecho Fasciculo iliolumbar derecho de la masa comtn (erector spinae) ° Fibras iliolumbares del cuadrado lumbar (quadratus lumborum) izquierdo ® Intercostales (intercostales) oblicuos correspondientes Plano izquierdo * Fibras costolumbares del cuadrado lumbar (quadraius lumbo- rum) izquierdo Intercostales (intercostales) oblicuos correspondientes © Serrato menor posteroinferior (serratus posterior inferior) izquier- do @ Relevo para la cintura escapular izquierda (fig. 78) © Trapecio (trapezius) inferior izquierdo * Pectoral menor (pectoralis minor) izquierdo * Triangular del esternén (transversus thoracis) izquierdo @ Relevo para el miembro superior izquierdo (fig. 79) © Dorsal ancho (/atissimus dorsi) izquierdo * Redondo mayor (teres major) izquierdo * Pectoral mayor (pectoralis major) izquierdo @ Relevo para la columna cervical (fig. 80) * Esplenios del cuello (splenius cervicis) a la izquierda * Escalenos (scaleni) a la izquierda @ Relevo para la cabeza (fig. 81) * Esplenio de la cabeza (splenius capitis) izquierdo © Trapecio (trapezius) izquierdo ¢ Esternocleidomastoideo (sternocleidomastoideus) izquierdo @ Relevo para el miembro inferior * Gluteo mayor (gluteus maximus) derecho, plano superficial Y Figura 76 Las cadenas cruzadas posteriores del tronco. Y Figura 77 Y Figura 78 La cadena cruzada posterior La cadena cruzada posterior derecha. Relevo con derecha. Ja cintura escapular: trapecio inferior, pectoral menor y triangular del esternon. Y Figura 80 La cadena posterior derecha\ Relevo con el La cadena cruzada derecha. miembro superior: dorsal ancho y pectoral mayor. _Relevo con la columna cervical: esplenio del cuello. Y Figura 81 La cadena cruzada derecha, Relevo cefiilico: esplenio del cuello Y Figura 82 La cadena cruzada posterior derecha. Relevo con la cintura escapular. Relevo con el miembro superior. Relevo con la columna cervical. Relevo con el craneo. Las CADENAS JSCULARI l @ Los mtisculos pectoral menor, triangular del esternén, pectoral mayor, escalenos y esternocleidomastoideo enlazan en el plano anterior los dife- rentes relevos de la cadena cruzada posterior. Papel Realizar la torsi6n posterior del tronco acercando el hombro izquier- do y la cadera derecha a L3. Esta torsiGn posterior se organiza alrededor de un eje que une el hom- bro derecho con la cadera izquierda. Su centro esta en la interseccién de este eje y de la linea que pasa por L3 y el ombligo (fig. 83). El centro de torsién puede estar muy por detras de L3, como en el sal- to de altura, técnica Fosbury. Si exceptuamos este caso de desequilibrio provocado de manera voluntaria, la ventaja propuesta por las cadenas musculares ene] funcionamiento del hombre de pie es asegurar, conel re- levo de los miembros periféricos, el desplazamiento de masa por alter- nancia que permite al hombre gestionar cémodamente su equilibrio cuando se desplaza. Conclusion @ Una cadena cruzada posterior implica la torsion posterior (fig. 84). Mas dos cadenas cruzadas posteriores organizan la apertura (fig. 85). Estas se denominaran también cadenas de apertura: — Si la cadena de extension da: = extension, = enderezamiento, -Las dos cadenas cruzadas posteriores sobreprograma- das implican: * apertura, = difusion, «= dispersion de las fuerzas internas, = exteriorizacion, * proyectos, = futuro. MOVIMIENTOS DEL TRONCO EN LOS TRES PLANOS DEL ESPACIO EI sistema de las cadenas musculares nos permite generar el movi- miento en los tres planos del espacio; @ Por las cadenas de flexi6n: la flexion (fig. 86). @ Por las cadenas de extensi6n: la extensidn (fig. 87). m derecha y la cadena de flexién izquierda: la flexién lateral derecha (fig. 88). @ Por la cadena de flexion izquierda y la cadena de extensién izquierda: la flexion lateral izquierda (fig. 89). @ Por la cadena cruzada anterior derecha: la torsién anterior derecha (fig. 90) (cadera derecha y hombro izquierdo). @ Por la cadena cruzada ante izquierda: la torsién anterior izquierda (fig. 91) (cadera izquierda y hombro derecho). @ Por la cadena cruzada posterior derecha: la torsién posterior derecha (fig. 92) (Cadeta derécha y hombro izquierdo). @ Por la cadena cruzada posterior izquierda: la torsién posterior izquierda (fig. 93) (cadera izquierda y hombro derecho). @ Por la cadena cruzada anterior derecha y la cadena cruzada posterior izquierda: la rotacién plana (fig. 94) (cadera derecha y hombro izquierdo hacia delante, cadera izquierda y hombro derecho hacia atrds). @ Por la cadena cruzada anterior izquierda y la cadena cruzada posterior derecha: la rotacién plana (fig. 95) (cadera izquierda y hombro derecho hacia delante, cadera derecha y hombro izquierdo hacia atrés). @ Por las dos cadenas cruzadas anterior y posterior izquierdas: la translacién lateral (fig. 96) (hombros hacia la izquierda, pelvis ala derecha). @ Por las dos cadenas cruzadas anterior y posterior derechas: la translacién lateral (fig. 97) (hombros a la derecha, pelvis a la izquierda). @ Por las dos cadenas cruzadas anteriores: el cierre. @ Por las dos cadenas cruzadas posteriores: la apertura. Y Figura 90 Y Figura 91 CCA D = torsién anterior derecha. ‘CCA | = torsién anterior izquierda. V Figura 92 V Figura 93 CCP D = torsion posterior derecha. CCP 1 = torsién posterior izquierda. Y Figura 90 Y Figura 91 CCA D = torsién anterior derecha. ‘CCA | = torsién anterior izquierda. V Figura 92 V Figura 93 CCP D = torsion posterior derecha. CCP 1 = torsién posterior izquierda. Cintura pélvica Cintura pélvica Y Figura 94 CCAD + CCP I= rotacion plana sobre L3. Y Figura 95 CCA1+GCP.D= rotacion ‘plana sobre'L3. Y Figura 96 Las dos cadenas cruzadas anterior y posterior izquierdas = traslaci6n lateral, torax a la izquierda y pelvis a la derecha. Y Figura 97 Las dos cadenas cruzadas anterior y posterior derechas = traslacion lateral, torax a la derecha y pelvis a la izquierda. Y Figura 98 Las dos cadenas'cruzadas anteriores = cierre del tronco. Y Figura 99 Las dos cadenas éruzadas anteriores = apertura del tronco. ee ao = iz Y Figura 100 Cierre. Y Figura 101 Apertura. Y Figura 98 Las dos cadenas'cruzadas anteriores = cierre del tronco. Y Figura 99 Las dos cadenas éruzadas anteriores = apertura del tronco. ee ao = iz Y Figura 100 Cierre. Y Figura 101 Apertura. EL DIAFRAGMA Al nivel del diafragma se enlazan todas las cadenas musculares. La cadena de flexién puede continuarse después de los rectos del ab- domen por el fasciculo anterior y terminar en el centro frénico (fig. 102). La cadena de extensién puede continuarse por los pilares del diafrag- ma y terminar en el centro frénico. Las cadenas cruzadas anteriores pueden continuarse después de los oblicuos mayores por los fasciculos laterales y terminar en el centro fré- nico (fig. 103). Las cadenas cruzadas posteriores, después de los serratos menores posteroinferiores, pueden continuarse por los fasciculos laterales y termi- nar en el centro fré: El centro frénico cadenas musculares, Es importante que ese musculo permanezca libre para su funcion prin- cipal: la respiracién. Si quieren, las cadenas musculares pueden integrar- lo. en su funcionamiento, de manera temporal para el movimiento o de manera relativamente- permanente para las compensaciones estaticas. En este ultimo caso, el crédito de participacion que otorga se hara detrimento de sus diferentes funcion ijada donde se interconectan todas las ANATOMIA Y FISIOLOGIA DEL DIAFRAGMA El diafragma desempefia miltiples papeles; sin embargo, sus respues- tas fisiolégicas son simples y se traducen en una anatomia ingeniosa. Como su nombre indica, debe facilitar las vias de comunicacién entre os niveles tordcico y abdominal (DIA) a la vez que los separa de forma eficaz (FRAGMA). Esta separacin se hard con el centro frénico, que mediante el tejido conjuntivo rubrica la funcién estatica, y con los haces musculares, que irradian a la periferia. Esta estructura radiada tiene la yentaja de adaptarse bien a la forma circular de este miisculo. Sin embargo, esta solucién anatémica presenta un defecto de fragilidad: cualquier desgarro periférico del diafragma se propagara facilmente siguiendo las fibras hasta el centro frénico. Sera ne- Cadena estatica Fasciculo | Fasciculo izquierdo Y Figuras 102 y 103 El diafragma enlaza todas las cadenas. cesario que las inserciones periféricas tengan una continuidad sin falla pa- ta evilar ese riesgo. En efecto, en la parte anterior, tenemos dos fasciculos retroxifoideos separados por la fisura de Marfan, pero el apéndice xifoides preserva es- ta zona. Una segunda fisura, llamada de Larrey, separa la parte retroxifoidea de la parte condrocostal. La rampa condral que se contintia desde el es- ternén ~7* costilla hasta la 10* costilla~ asegura la continuidad periférica. Por la fisura de Larrey pasa la arteria mamaria interna. Esta parte condrocostal del diafragma se inserta en el 7°, 8° y 9° carti- lagos costales, donde se fusiona con las inserciones del transverso. A continuacién, las inserciones son costales en la 10*, 11° y 12* costi- llas. Hay que destacar que las costillas flotantes podrian ser zonas de al- to riesgo de desgarro, pero existe un cojinete marginal que solidariza las inserciones musculares. Entre la 10*, 11* y 12* costillas se hallan las arca- das de Senac. De la 12* costilla a la transversa de L1, tenemos la arcada del cuadrado lumbar, y de la transversa de L1 al cuerpo de L2, la arcada del psoas. Hay que destacar que las arcadas del cuadrado lumbar y del pso comunes al diafragma. Cuando tengamos que tratar el diafragma, convendré distender las ca- deras y la columna lumbar. Asimismo, en las lumbalgias crénicas habra que distender el diafragma. En la columna lumbar, las inserciones se hacen por dos pilares princi- pales y dos pilares accesorios. Los dos pilares principales son asimétricos. El pilar derecho va desde el borde inferior de D12 hasta L3 y se inserta en los discos intravertebra- les. El pilar izquierdo va desde el borde inferior de D12 hasta L2 y se in- serta también en los discos. Del borde mediano de esos pilares se separan fibras que se entrelazan con las del pilar opuesto para formar el Jecho fibroso-de la aorta. Los dos pilares se unen.en D12 para formar el Jigamento arqueado me- diano que delimita el orificio de la aorta: orificio fibroso inextensible. Los pilares principales se terminan mediante fibras musculares. Las fi- bras medianas se cruzan, y las izquierdas pasan por delante para formar un bucle muscular a la izquierda de D10. Es el orificio del es6fago: orifi- cio muscular contréctil. Las fibras externas ascienden en vertical para ter- minarse en la escotadura del centro frénico. Los pilares accesorios parten de la cara anterolateral del cuerpo de L2 para terminar mediante fibras musculares en la escotadura del centro fré- nico, fuera de las fibras terminales de los pilares principales. Las inserciones periféricas del diafragma responden bien a ese deseo de continuidad. Los husos musculares terminan en tendones Ilamados fi- bras fundamentales, que tejen el centro frénico segtin una forma de trébol de tres hojas. El fasciculo anterior es el més extenso, y en orden decre- ciente el fasciculo derecho y luego el izquierdo. El centro frénico presenta dos nervaduras individualizadas: las fibras semicirculares superiores y las fibras semicirculares inferiores. Las superiores se extienden del fasciculo lateral derecho al fasciculo anterior y dibujan una concavidad orientada hacia delante y a la dere- cha. on Las fibras semicirculares inferiores se extienden del fasciculo derecho al izquierdo y dibujan una concavidad orientada hacia atrds y a la iz- quierda. Las fibras semicirculares superiores e inferiores delimitan el orificio cuadrildtero de la vena cava a la derecha de D9. Es un orificio fibroso deformable. FISIOLOGIA DE LOS ORIFICIOS DEL DIAFRAGMA El orificio de la aorta En D12, fibroso e inelastico. {Qué pedimos al diafragma a ese nivel? Sobre todo que no altere el flujo arterial, con mayor motivo cuando la respiracion es intensa, es decir, durante el esfuerzo fisico. La anatom{a de dicho orificio responde perfectamente a ese deseo. Cuando se contrae, el diafragma pone’en tensién los pilares principales que ahondanen elecho fibroso de la aorta-y forman un semicanal de pro- teccidn. El orificio de la aorta es inextensible y s6lo podria ir en el sent do de la apertura por efecto del trabajo diafragmatico. El conducto tora- cico se desliza entre el fondo del canal y la aorta. Cabe destacar que la aorta se sittia contra la columna lumbar, es decir, lo mas cerca posible de la linea de gravedad. Cualquiera que sea el movi- miento de torsién que hagamos, la aorta permanecera en el centro del movimiento y no sufrira tensiones que podrian frenar su débito. El orificio del esdfago En D10 a la izquierda, muscular con eje mayor oblicuo hacia delante y alaizquierda. El problema que se le plantea al diafragma es distinto. Cuando este miisculo se contrae, su presién sobre el estémago no debera provocar re- gurgitaciones. El cardias del est6mago es una estructura demasiado poco importante para realizar de manera eficaz esta funci6n. El cardias tiene un papel més propioceptivo que cuantitativo. Este tiltimo papel corresponde al diafrag- ma. JSCULARI > Las CADENAS De manera proporcional a la contracci6n del diafragma, el orificio del es6fago desempefiard un papel de verdadero cardias con las fibras mus- culares que lo forman. Al tener un eje mayor oblicuo por delante y a la iz- quierda, el pilar derecho sera mas requerido como punto de relativa fije- za. Esta fisiologia relativa podria explicar la anatomia mas desarrollada de dicho pilar. El orificio de la vena cava En D9 a la derecha, fibroso y deformable, el més anterior. Después de solicitar al diafragma que facilite el débito arterial de arri- ba abajo y que impida que el contenido gastrico vuelva a ascender, se pi- de a este mtisculo que solucione un tercer problema diametralmente opuesto: que facilite la ascensidn de la sangre venosa durante la inspira- cién y que frene, al mismo tiempo, el descenso durante la espiracién. Ademis, es necesario que la respuesta sea simple para que sea fiable y no abrume:al.cuerpo con mecanismos complementarios. La respuesta del cuerpo es en efecto muy ingeniosa. Durante la ins- piraci6n, las fibras musculares del diafragma haran que el orificio de la vena cava se entreabra y adopte forma de cuadrildtero (fig. 104). El descenso del diafragma aumenta la proyeccién horizontal del orificio y facilita, mediante el juego de presiones, el ascenso de la sangre ve- nosa. Por el contrario, durante la espiraci6n, la relajaci6n muscular deja que este orificio se cierre parcialmente. La ascensién del diafragma disminuye la proyeccién horizontal del orificio y for- ma un codo en la vena cava que basta pa- ra frenar el retorno venoso; de este modo desempeiia el papel de seudovalvula. El diafragma ha respondido pues a to- dos los problemas que le hemos plantea- do con ingeniosidad y simplicidad. El diafragma es el musculo de la vida, es el catalizador de todas las funciones: respi- ratoria, digestiva, circulatoria... Y Figura 104 Orificio cuadrildtero de la vena cava durante la inspiracién. A RESPIRACION En estado de reposo, la respiracién sélo solicita al diafragma, pero, du- rante el esfuerzo, la respiraci6n solicitara diferentes miisculos llamados accesorios, cuyo papel sera coherente con el tinico objetivo buscado: au- mentar la cavidad tordcica. Para aumentar dicha cavidad, se valora (fig. 105): * hacia abajo, el descenso del diafragma; * hacia arriba, los escalenos y los esternocleidomastoideos; * lateralmente, los serratos mayores; * para los cuadrantes superiores, los serratos menores posterointerio- res. Asi pues, los serratos menores posteroinferiores son inspiradores en lugar de espiradores, al hacer descender las cuatro tiltimas costillas. El conjunto de la parrilla costal, visto de perfil, se comporta como un acordeén que se levanta en la parte superior y desciende en la inferior. Fl conjunto deesas dos influencias, aparentemente)contradictorias, se com= pleta en la inspiracion y el agrandamiento de la cavidad tordcica (fig. 106). Esta coherencia funcional nos permite comprender la relaci6n 6sea a través del esternén y las seis primeras costillas que se elevan con él du- rante la inspiracién. Esternocleidomastoideo Escalenos Pectoral mayor Pectoral menor Serrato mayor Diafragma ¥ Figura 105 Inspiracion forzada. Escalenos Horizontalizacion de las costillas Serrato menor posteroinferior Espiracion Inspiracion ‘Y Figura 106 Modificaciones de la caja tordcica. Por su forma, el cartilago costal almacena presiones debidas a la ex- tensidn y torsién de la costilla que hace la rotacidn externa, para restituir esta energia durante la espiraci6n. De la 7*a la 10° costillas, la influencia principal es la separacién lateral durante la inspiracion. De ahi la necesidad de un nexo mas flexible, como la rampa condral, que combina ascensién y separacién. Para la 10% 11“ y 12° costillas, a separacion estar4 asociada al descen- so y al retroceso. Este movimiento en sentido contrario de las costillas su- periores requerira una estructura de unién periférica mas flexible: las ar- cadas fibrosas (Senac, cuadrado lumbar y psoas), que permitiran este mo- vimiento a la vez que establecern un cojinete periférico sin falla Queda un tiltimo punto a elucidar en la movilidad respiratoria del dia- fragma. En el momento de la contraccién, ;c6mo puede separar las costillas in- feriores? La contraccién de un miisculo s6lo puede acercar sus inserciones peri- féricas, El diafragma no contradice esta regla mecanica. La separaci6n de las costillas inferiores no se debe al diafragma sino a su apoyo sobre el saco peritoneal. Este ultimo pierde altura pero se ex- tiende transversalmente y provoca la separacién costal (fig. 124). Los se- rratos mayores valoran esta separacion. A modo de conclusién La respiraci6n puede solicitar: — la cabeza: por los esternocleidomastoideos; — la columna cervical: por los escalenos; — la cintura escapular: por los pectorales menores; ~ los brazos: por los pectorales mayores; -lacolumna dorsal: © por los serratos menores posterosuperiores, * por los serratos mayores + romboides, ~lacolumna lumbar: —® por los serratos menores posteroinferiores, * por los pilares del diafragma: ~ Ia pelvis y las caderas: ® por el cuadrado lumbar, * por el psoasilfaco, que tiene arcadas comu- nes. Es l6gico pensar que cualquier tratamiento respiratorio no podra ser fiable si no se trata el eje vertebral, y viceversa, la mejorfa funcional de la columna vertebral no podra ignorar el tratamiento del diafragma. La DIG: ON El descenso respiratorio del diafragma asociado a la tensi6n del meso- colon provoca variaciones de presién al nivel hepatico-esplénico-gAstrico favorables a su fisiologia, sdlo en el caso de que esta accién sea alternati- va y no estalica. Tomemos el ejemplo del estomago, cuya ttinica consta de fibras mus- sulares. Estas fibras carecen de fuerza para desempefiar el papel dinémi- co de la digestion. Durante la inspiracién, el estémago sufre presiones y se horizontaliza. Durante la espiracién, la relajacién del mesocolon transverso lo coloca en posicién més vertical. El estudio de los movimientos del estémago, al igual que el de todas las visceras durante la respiraciOn, se hace en los tres planos del espacio; no obstante, no lo desarrollaremos aqui. JSCULARI Destacaremos dos casos importantes. Primer caso El diafragma se bloquea en la inspiracion. Es decir, que ventila a par- tir de una posicién baja y favorece la inspiracién respecto de la espiracién. Esto se explicard en el capitulo sobre cadenas musculares y visceras. El diafragma bloqueado en inspiracion provoca la horizontalizacion del est6mago y la elevacién del piloro (fig. 107). De ahi las dificultades de derrame pildrico. El sujeto se quejaré de que se le hincha repentinamen- te el estémago sdlo con tomar algunos bocados de alimento. Ademas, di- giere muy lentamente con un resto constante en el estémago y tendencia a la autodigestion de la pared: gastritis, ulceracién. Otro sintoma: la presién constante del diafragma sobre el est6mago origina el espasmo del orificio esofigico. Este esfinter, por el hecho de tra- bajar permanentemente, pierde su cualidad propioceptiva, lo que expli las regurgitaciones esofagicas frecuentes con sensacién de “bola en el es- témago”. También pueden presentarse espasmos consecutivos a la irritacién de lamucosa, Al nivel lumbar, dado que el diafragma trabaja en sinergia con el epiespinoso (cf. Tomo 1), se tendra una lordosis dorsolumbar acentuada hasta D9-D10. Segundo caso El diafragma esta bloqueado en espiracién. Es decir, que ventila a par- tir de una posicién alta y favorece la espiraci6n respecto de la inspiracion. Este diafragma bloqueado en espiracién valora la verticalizacion del est6mago con disminucién del soporte del mesocolon transverso (fig. 108). De ahf el alargamiento vertical del estémago y la disminucién del pa- pel digestivo del diafragma. El sujeto se quejara de pesadez, de peso en el est6mago en cuanto toma algunos bocados. Otro sintoma: tendencia a los calambres de est6mago debido al trabajo compensatorio excesivo de los miisculos intrinsecos. Otro problema mecénico que puede alterar la buena relacién entre diafragma y est6mago es la movilidad del diafragma respecto del es6fago. Mediante las aponeurosis orofaringeas, el es6fago se inserta en su par- te superior a la altura de la ap6fisis basilar del occipucio. A continuacién, Inspiracin Y Figura 107 Diafragma en inspiracion. Horizontalizacién del estémago. Esofago Membrana de Laimer Pleura Diafragma Musculos de Rouget Peritoneo = ye Estomago celulograso Y Figura 109 La relacién diafragma-esofago. Espiracion Oo YY Figura 108 Diafragma en espiracion. Verticalizacién del estémago. se adhiere intimamen- te a la columna cervical (vértebras y discos) has- ta D3. A partir de D3, el es6fago se hunde via mediastino hacia el ori- ficio de D10. El volumen y el pe- so del est6mago hacen que este eje permanez- ca relativamente inmé- vil. Hay que encontrar una solucién para que el ascenso-descenso frecuente, y algunas veces répido, del diafragma no provoque calentamiento mecanico. De ahf la importancia de la membrana de Laimer, que forma una es- pecie de cardan relleno de tejido celulograso (fig. 109) y facilita el desli- zamiento. Este movimiento es controlado por la Iongitud de la membra- na: en la inspiraci6n la parte subdiafragmatica de la membrana esta rela- jada, y la parte supradiafragmatica esta tensa. Esta hara de freno en el descenso. La situacién inversa se produce en la espiracion. Los mtisculos de Rouget y de Juvara tienen el mismo papel que las fi- bras del subcrural al insertarse en los repliegues de la cdpsula suprarrotu- liana, es decir, el papel de tensor de la membrana. El deslizamiento de este orificio esofagico vuelve a solucionarse de manera ingeniosa. No obstante, la hernia hiatal podra estropear este me- canismo. LAS HERNIAS HIATALES Existen dos tipos de hernias hiatales. La hernia hiatal trawmaitica y la hernia hiatal crénica. La hernia hiatal traumdtica Su mecanismo lesional se conoce bien: hiperextensién de la cabeza que tira del es6fago hacia arriba mientras el sujeto tiene una fuerte inspiracion refle- ja. Esto da una imagen de enrollamien- to (fig. 110). ‘A menudo se piensa en los acciden- tes de automévil, pero se olvida el ori- gen mas importante de sufrimientos hiatales con lesién de los mtsculos de Rouget-Juvar: de la liberacidn de la cabeza, la primera inspiracién, debido a su intensidad, puede ser fuente de lesiones hiatales. El bebé verbalizara su problema con llanto frecuente antes de mamar porque tiene hambre y luego porque le duele. Seran frecuentes las regur- gitaciones 0 vomitos, Ademias, signo patognoménico, el bebé no querra dormir boca arriba, sino que adoptara exclusiyamente la posicién boca abajo; algunas veces, con las rodillas dobladas bajo el vientre. jCudntas veces, entre mis jévenes pacientes, he encontrado una cifosis evolutiva en el crecimiento cuyo origen era una lesién del orificio del esé- fago que databa del nacimiento! V Figura 110 Hernia hiatal por enrollamiento. Evovnmero ED El nifio adopta un esquema que se enrolla alrededor de ese punto de enlentecimiento (memoria tisular). Incluso de 10a 15 afios después, siempre resulta sorprendente para un terapeuta ver una cifosis enderezarse por si misma en cuanto se ha hecho el trabajo especifico del diafragma. Parece evidente que una cifosis no debe trabajarse al nivel vertebral 0 paravertebral; una cifosis no se “reeduca”, se libera de sus problemas an- teriores e internos. ‘Ya que mencionamos estas observaciones del recién nacido, aborde- mos el problema de la torticoli Cuando una madre me dice: “mi hijo no puede o no sabe tener la ca- beza derecha”, le digo: “Se ha preguntado: zy si esa postura fuera elec- cién voluntaria del niiio?”. A excepcién de las lesiones neurolégicas, cuyo origen traumatico se halla en la base del craneo debido a las compresiones del parto, la torti- colis es en realidad una postura antdlgica. La torticolis es consecuencia de un estiramiento en el momento del nacimiento: * del pericardio: inserciones altas cervicales (fig. 111); * del ligamento vertebropleural: inserciones cervicales (fig. 112); © de la clavicula: esternoclavicular; Ligamento Columna cervical vertebral . Ligamento vertebropericdrdico a. Ligamento esterno- fs , i pericardico superior y Ligamento esterno- pericardico inferior if ~ Ligamento frenopericdrdico 7 Diafragma Y Figura 111 El pericardio (segun Perlemuter-Wilagora). Las CADENAS Mi Ligamento vertebropleural Ligamentos costopleurales Y Figura 113 Hernia hiatal por deslizamiento. Y Figura 112 Ligamentos vertebropleurales (segiin Perlemuter-Wilagora) * de las dos primeras costillas: por los escalenos; *.de‘los escalenos: con posibilidad de hematoma que después daré un nédulo interno. Otras posibilidades que he encontrado: © la compresion de la sutura occipitomastoidea; © la compresion unilateral de la base del occipucio; * Ia lesion de Cl debajo del occipucio. Del diagnéstico exacto se desprende un tratamiento simple que, desde la primera 0 segunda sesi6n, permite al nino recuperar el equilibrio fun- cional de la cabeza. El diagndstico de torticolis se ve facilitado por el andlisis de la postura antalgica del nifio. Esta postura verbaliza todo su problema, relaja las ten- siones que podrian despertar la zona dolorosa. Asimismo, la postura que adopta al dormir nos informa sobre sus pre- ferencias para compensar. Si usted le impone otra postura, le gritaré que no entiende nada... Tendra suerte si es usted quien toma los somniferos en lugar del niiio... Un recién nacido que llora sin fase de suefio reparador es un nifio que grita su o sus problemas, La Gnica manera que tiene de decirselo es el len- guaje del cuerpo... incluso si debe golpearse “la cabeza contra los barro- tes” de su cama cuando no se hace nada para calmarlo. EI tratamiento del recién nacido permite responder de manera muy simple a esos males. Permite agotar numerosas fuentes de cifosis, escolio- sis, deformaciones tordcicas, desigualdades de los miembros inferiores... La hernia hiatal crénica Da una imagen de deslizamiento (fig. 113). A menudo secundaria a una estatica cifosada, la distancia faringe-diafragma disminuye. Los tra- bajos con brazos elevados y la cabeza mirando, por ejemplo, un techo que se vuelve a pintar solicitan el orificio del es6fago. Si se afiaden esfuerzos, tendremos el deterioro progresivo de esta zona. El tratamiento con el mé- todo de las cadenas musculares dard resultados muy interesantes. LA CIRCULACION Ebpapel del diafragma en la circulacién arterial y venosolinfatica se conoce bien- Por el contrario, me gustaria destacar su papel espe zon. EI pericardio se inserta a la izquierda de la columna cervical, en el in- terior de la caja tordcica y en el diafragma (fig. 111). Durante la inspiracién, el diafragma tira hacia abajo de esta envoltura y la caja toracica tira de ella transversalmente. En la espiraci6n, el pericardio esta relajado durante la subida del dia- fragma y de la relaci6n interna costal. Esta alternancia de tensién-relajacién actuard sobre la pared cardiaca y, en particular, sobre las coronarias. Por tanto, no es de sorprender que el diafragma bloqueado en inspira- cién sea fuente de opresin cardiaca con sintomas no confirmados por las pruebas de esfuerzo. Otra posibilidad de compensacién, si se preserva voluntariamente la prioridad respiratoria, sera la lordosis cervical, que asegurard un tiempo de distension y comodidad cardiaca. Asimismo, el diafragma no podrd inspirar profundamente en caso de pericarditis. Antes de la aparicién del dolor, habra inhibicién de la inspi- racion. ico para el cora- Esto explicarfa las toses cardiacas (reflejo de inhibicién). Asimismo, segtin el mismo principio, habré toses renales y vesiculares en caso de sen- sibilidad orgénica agravada por la mecénica diafragmatica. En resumen, el diafragma sabe respirar, es la somatizacién de la respi- racién. Resulta ridiculo pensar en ensefiar a un sujeto a respirar. El dia- fragma raramente es la causa de este tipo de insuficiencias. Excepto por las razones traumaticas expuestas anteriormente, casi siempre es la victi- ma. Por ejemplo, el bloqueo de la hemictipula diafragmatica derecha que se halla con frecuencia en el nifio es una manera de proteger y no valorar la congestién hepatica o una lesién pleural derecha. Si el diafragma no puede realizar su funcién principal, es decir, respi- ratoria, es que se lo impide bien la proximidad visceral (pleuresia-peri- carditis-lcera gastrica-colitis-vesicula biliar-hepatomegalia-esplenome- galia, etc.), bien el hecho de ser requerido de forma mas 0 menos com- pleta en una compensacién estdtica por una o varias cadenas musculares. Cualquier tratamiento del diafragma tendra una sola finalidad: devol- verle su libertad, Capitulo 3 ee cccccccccece LAS COMPENSACIONES Las CADENAS. INTRODUCCION SOLICITACION DE LAS CADENAS MUSCULARES En los capitulos anteriores hemos visto cé6mo el hombre asumia: la funcién estatica, sin la solicitacién de los mtsculos; «la funcién de equilibracién, por los musculos del plano profundo y medio; ¢ la funcién dindmica, por las cadenas musculares. Al margen del movimiento, las cadenas musculares no deben forzar para no perturbar la estatica. El forzamiento permanente de una cadena muscular modificaré la es- tatica y posteriormente ocasionard deformaciones. ¢Por qué un misculo acepta trabajar de manera constante, mientras que su fisiologia no lo predispone a ello? La respuesta es simple: cual- quier problema dlgico modificaré la estatica y solicitard a ‘los miisculos para crear una compensacién antdlgica c6moda. La prioridad de la comodidad invertira las tres leyes: Equilibrio En fisiologia Economia En la compensacién Comodidad La prioridad es la comodidad (ley 3). Para ello, se pagaré por la solici- tacién de mtisculos a fin de obtener una actitud antdlgica menos econé- mica (ley 2). Se producirén contracturas primarias (no se borran durante los tests de alargamiento). Se solicitaran otros musculos para reequilibrar al sujeto globalmente (ley 1). Se produciran contracturas secundarias (que se borran durante los tests de alargamiento). Las cadenas musculares representan circuitos continuos en la direc- cion y el plano, a través de los cuales se propagan las fuerzas organizado- ras del cuerpo y se tejen los esquemas de compensaci6n. ins Conmensacones QED PAPEL DE LAS ViSCERAS EN LAS COMPENSACIONES Tras escribir el primer tomo de las cadenas musculares, cobré concien- cia, en mis tratamientos, de la importancia de las influencias viscerales en la estatica y la dindmica de nuestros pacientes. La adaptacién de la programacién de nuestras cadenas musculares puede ser pasajera o permanente. Por las vias neurolégicas de ocultacién, el nifio pequefio establecera con frecuencia una programacién que, con el tiempo, modificaré profun- damente su arquitectura y sus gestos: rodillas en valgo, en varo, pies gira- dos, planos, cifosis, lordosis, escoliosis, etc. El tratamiento consistiré en desprogramar esta organizacién remon- tandose a la fuente. Este capitulo tiene por objetivo valorar la relacion de las cadenas mus- culares: visceras, cadenas musculares y tratamiento de campo. El tratamiento de campo tiene gran importancia en nuestro andlisis. La complementariedad entre las distintas ramas de la medicina es indispen- sable, Aunque todos la desean,.de momento es casi irrealizable puesto que. no existe lenguaje que establezca la compatibilidad entre nuestros pro- gramas de anilisis. Las cadenas musculares pueden ser ese programa de compatibilidad, de complementariedad. Médicos, home6patas, acupuntores, poddlogos, ortodontistas, ocluso- dontistas, oftalm6logos, optometristas, psicdlogos, cirujanos, ostedpatas y kinesiterapeutas podran encontrar en ellas un punto de unién. No pretendo poseer la verdad, sin embargo este capitulo sera una Ila- ve para ir mas lejos en su btisqueda. Para comprender a nuestros pacientes, cuando los examinamos, debe- mos recordar esta frase clave: La estatica es la resultante cémoda de la relacion continente-contenido, cuya finalidad es el equilibrio mas 0 menos econémico del hombre de pie. ins Conmensacones QED PAPEL DE LAS ViSCERAS EN LAS COMPENSACIONES Tras escribir el primer tomo de las cadenas musculares, cobré concien- cia, en mis tratamientos, de la importancia de las influencias viscerales en la estatica y la dindmica de nuestros pacientes. La adaptacién de la programacién de nuestras cadenas musculares puede ser pasajera o permanente. Por las vias neurolégicas de ocultacién, el nifio pequefio establecera con frecuencia una programacién que, con el tiempo, modificaré profun- damente su arquitectura y sus gestos: rodillas en valgo, en varo, pies gira- dos, planos, cifosis, lordosis, escoliosis, etc. El tratamiento consistiré en desprogramar esta organizacién remon- tandose a la fuente. Este capitulo tiene por objetivo valorar la relacion de las cadenas mus- culares: visceras, cadenas musculares y tratamiento de campo. El tratamiento de campo tiene gran importancia en nuestro andlisis. La complementariedad entre las distintas ramas de la medicina es indispen- sable, Aunque todos la desean,.de momento es casi irrealizable puesto que. no existe lenguaje que establezca la compatibilidad entre nuestros pro- gramas de anilisis. Las cadenas musculares pueden ser ese programa de compatibilidad, de complementariedad. Médicos, home6patas, acupuntores, poddlogos, ortodontistas, ocluso- dontistas, oftalm6logos, optometristas, psicdlogos, cirujanos, ostedpatas y kinesiterapeutas podran encontrar en ellas un punto de unién. No pretendo poseer la verdad, sin embargo este capitulo sera una Ila- ve para ir mas lejos en su btisqueda. Para comprender a nuestros pacientes, cuando los examinamos, debe- mos recordar esta frase clave: La estatica es la resultante cémoda de la relacion continente-contenido, cuya finalidad es el equilibrio mas 0 menos econémico del hombre de pie. Las cadenas musculares, a excepcién de la cadena estatica, son cade- nas de movimiento. Cuando se necesite compensar, las adaptaciones estdticas utilizarén las diferentes cadenas (de extensién, de flexién, cruzadas anteriores, cru- zadas posteriores). Estas cadenas estan programadas en hiper 0 en hipo- tonicidad, parcial o totalmente en funcidn del problema que nosotros lla- maremos primario, siempre con la mira puesta en la comodidad en la re- lacién continente-contenido. En este capitulo vamos a estudiar las relaciones visceroparietales. Las influencias visceroparietales pueden controlar el funcionamiento de las cadenas musculares segtin dos programas: © primer programa para las influencias del despliegue visceral; * segundo programa para las influencias del repliegue visceral. Estos términos de despliegue y repliegue traducen la componente me- cdnica de las diferentes patologias expansivas 0 retractivas. INFLUENCIA DEL DESPLIE: VISCERAL El continente debe desplegarse (fig, 101). Por motivos de comodidad, la congestién, debida a las presiones inter- nas expansivas centrifugas, impondré el aumento de la cavidad que le sir- ve de continente. La congestién orgdnica aténica puede calificarse con la palabra pleni- tud. El continente debe desplegarse para dispersar el aumento de las pre- siones internas y mantener un equilibrio comodo de dichas presiones (ho- meostasia). La relacién contenido-continente es centrifuga. Esta organizaci6n va- lora el sistema de enderezamiento. Las cadenas de extensién se solicitan para la finalidad estdtica de en- derezamiento, y si fuera necesario, en segundo lugar, se solicita el sistema de apertura con las cadenas cruzadas posteriores. Puesto que, sobre todo, las cadenas cruzadas son cadenas de tendencia dindmica, su solicitaci6n estatica truncaré la plenitud de los movimientos del tronco y de los miembros. Las cadenas de enderezamiento y de apertura valoran la lordosis. La lordosis provoca el aumento de las diferentes cavidades (toracica, abdominal y pélvica) y tiene la ventaja de descargar los apoyos anteriores. En contrapartida, aumentard la tonicidad de las cadenas musculares posteriores y de las presiones vertebrales. El continente no puede apoyarse en el contenido La organizaci6n de las cadenas musculares va en el sentido de la dis- persion, es centrifuga. En la periferia, se buscarén puntos de relativa fijeza: cadera, rodi- lla, hombro, codo 0, més lejos, en los miembros, manos y bévedas plan- tares. Esta organizacién centrifuga favorece la extensién y determina una es- tdtica posterior. INFIWENCIA DEL REPLIEGUE VISCERAL El continente se enrollaré sobre el contenido (fig. 100). La relacién continente-contenido es centripeta. Va en el sentido de la concentracién. Las presiones internas implican este repliegue de las es- tructuras. Por el vacto: * descenso de la presi6n intraabdominal... * ptosis visceral... Objetivo. Hacer que el continente cifia al contenido y recrear las pre- siones internas hasta su equilibrio propioceptivo (homeostasia). Por espasmo orgdnico: * colitis, gastritis... * vesicula biliar... * cicatrices, adherencias, retracciones. * abscesos... Objetivo. Aliviar las tensiones internas y, si es posible, llevarlas a su equilibrio propioceptivo (no dolor). Esta organizaci6n valora el sistema de enrollamiento. Las cadenas de flexién se solicitaran para una finalidad estatica de en- rollamiento, y si fuera necesario, secundariamente, se utilizar el sistema de cierre con las cadenas cruzadas anteriores. Dado que la tendencia de las cadenas cruzadas es dindmica, su solici- taci6n estatica truncard la plenitud de los movimientos del tronco y de los miembros. Las cadenas de enrollamiento y de cierre valoran la cifosis. La cifosis provoca la disminucién de la cavidad abdominal, pélvica y tordcica, y tiene la ventaja de aumentar los apoyos anteriores. En contrapartida, aumentard la tonicidad de las cadenas musculares anteriores. El continente se enrolla sobre el contenido ... yen particular sobre el érgano diana. La organizaci6n de las cade- nas musculares va en el sentido de la concentracién, es centripeta (ten- denciava la posicién fetal). Los puntos de fijeza se buscardn en el centro. Esta organizacién cen- tripeta favorece la flexion y determina una estdtica anterior. Vamos a aplicar estas modalidades de funcionamiento a las distintas cavidades: * Abdominal. * Tordcica. * Pélvica. EN LA CAVIDAD ABDOMINAL DESPLIEGUE ABDOMINAL Principio de compensacion La estatica adoptada debe evitar apoyarse sobre la zona conges- tionada. Debido a la necesidad de comodidad, se crea el desplie- gue del continente mediante: = primer tiempo: el enderezamiento y, si es necesario, = segundo tiempo: la apertura. Medios adoptados (figs. 114 y 115) 1. Elevacion del diafragma. 2. Elevacion del torax (lordosis lumbar). 3. Anteversi6n de la pelvis. 4. Relajacion de la tonicidad)abdominal. Finalidad Aumento de la cavidad abdominal Consecuencias ~ Valoraci6n estatica de las cadenas de extension: enderezamien- to (++ al nivel lumbar). Y si fuera necesario: ~Valoracién estatica de las cadenas cruzadas posteriores, llama- das también cadenas de apertura. Lordosis V Figuras 114 y 115 Aumento de las presiones intraabdominales. Adaptaciones. LOS CUATRO MEDIOS DE COMPENSACION ADOPTADOS. 1. Elevacién del diafragma: diafragma en espiracién * El diafragma forma el techo de la cavidad abdominal y se colocara en posicion eleyada de espiracién. * El tiempo de espiraci6n es mas facil; el tiempo de inspiracién tiene tendencia a acortarse, y el diafragma funciona en espiracién. Sin embargo, la funcién respiratoria es muy importante, prioritaria. No se puede detener de inmediato y tan facilmente el tiempo de inspira- cién por meros problemas de intendencia. De ahi la compensacién si- guiente. 2. Elevacién del t6rax: térax en inspiracién Para conservar una movilidad funcional y suficiente del diafragma, se levantard el torax. Las inserciones tordcicas del diafragma se elevan res- pecto del abdomen, y la movilidad de este Ultimo mejora durante la ins- piracién. Para levantar el trax hay dos posibilidades: Primera soluci6n: ¢ La lordosis de la columna lumbar por encima de L3, Esta solucién es simple y s6lo implica a los serratos menores posteroinferiores. Segunda solucion: * El enderezamiento de la columna dorsal. Esta solucién puede utili- zarse sola 0 como complemento de la anterior. En este tiltimo caso, la lordosis lumbar se contintia por una lordosis dorsal baja y una ex- tension dorsal. Las cadenas de extensi6n son valoradas para borrar la cifosis de la co- lumna dorsal. Este hecho puede llegar hasta la columna dorsal plana. Los planos musculares posteriores trabajan de forma concéntrica. Enderezamiento = cadenas de extensi6n EI plano profundo Esté formado por: * el epiespinoso, * los transyersos espinosos, * los dorsales largos, * los sacrolumbares. Estos mtisculos participan en el enderezamiento lumbar y dorsal, asi como en la rotacién externa de las costillas (cf Tomo 1). El conjunto del torax se pone en INSPIRACION. Habitualmente, el plano profundo tiene un papel propioceptivo para co- ordinar el enderezamiento de las vértebras y de las costillas. Este organiza y modera, pero no tiene la capacidad ni el papel de un elemento de fuerza. Si los masculos del plano profundo trabajan constantemente de forma concéntrica, con el tiempo, se registrar4n contracturas paravertebrales con atrofia y fibrosis. La columna vertebral ser mucho més rigida y habré limi- tacién importante de la flexi6n anterior sin que la edad sea el factor princi- pal de la falta de flexibilidad. La columna vertebral también sera mas fragil en los movimientos con predisposicién a las subluxaciones vertebrales y costotransversas. El plano profundo ya no desempefiard -0 lo hard mal-su papel de ligamento activo para dirigir y controlar la movilidad articular. EI plano medio Esta formado por: * los serratos menores posterosuperiores, * la aponeurosis dorsal, * los serratos menores posteroinferiores, * las fibras iliocostales del cuadrado lumbar. Estos miisculos participan en el enderezamiento lumbar y dorsal de manera més cuantitativa que el plano profundo. También ponen en marcha la inspiracién de las costillas. Los mtisculos del plano profundo y medio forman parte de las cadenas de extensi6n. Si cl enderezamiento no da una solucién suficiente, se solicitara el sis- tema de apertura. Apertura = cadenas cruzadas posteriores EI plano superficial Las cadenas cruzadas posteriores forman parte del plano superficial posterior, que consta de: * los cuadrados lumbares, * los romboides (oméplatos aplanados; * los serratos mayores (oméplatos aplanados), * los trapecios —inferiores para la columna dorsal baja, —medios para la columna dorsal media, — superiores para la columna cervical y la cabeza, * los dorsales anchos. Estos miisculos, debido a su mayor brazo de palanea y a su poder de contraccién, se encargan de la parte mas importante (desde el punto de vista cuantitativo) del enderezamiento y la apertura de la caja toracica. A este trabajo posterior, que implica un térax en inspiracién con los oméplatos aplanados, hay que afiadir la accién inspiradora que descarga los apoyos anteriores JSCULARI de los pectorales menores, ya que sus puntos de relativa fijeza estan en el acromion (oméplatos fijados hacia atrds en este caso); # de los pectorales mayores, ya que sus puntos de relativa fijeza pue- den estar en la corredera bicipital. La accién de los pectorales mayo- res aumenta cuando el sujeto adopta la posicién de brazos separados hacia atrds y codos flexionados a fin de valorar el punto fijo humeral. Se puede observar ya que, para adaptarse a presiones intraabdomina- les crecientes, el sujeto adopta soluciones que constituyen trampas para la fisiologia: un trax en inspiracion y un diafragma en espiracion. 3. Anteversion de la pelvis Las fosas ilfacas representan el suclo de la cavidad abdominal. La anteversién hace descender el suelo. La anteversion de la pelvis se hace gracias a la accién de los miisculos: * cuadrado lumbar, * rectos anteriores, * psoasiliacos Los cuadrados lumbares * Acercan las inserciones iliacas y costales. ¢ Lordotizan la columna lumbar con L3 como centro. L3 permanece relativamente horizontal. © La lordosis subyacente a L3 sirve para elevar el térax y el diafragma. * La lordosis subyacente a L3 sirve para anteversar la pelvis y hacer descender el estrecho superior. © Los cuadrados lumbares aumentan el apoyo discal posterior. Poseen una resultante de descompresién global sobre el abdomen organiz: da a partir de L3. ¢ Horizontalizan el sacro, que se inscribe en la continuidad lumbar se- gin una curva armoniosa. © Implican la rotacién anterior de las alas ilfacas. Los rectos anteriores * Implican la rotacién anterior de la pelvis alrededor de la coxofe- moral. Forman un par con los cuadrados lumbares (figs. 120 y 121). * Los rectos anteriores utilizados en un esquema de compensaci6n es- ins Conmensacones QD Cuadrado: lumbar 4, > Recto anterior <— Recto Aductores anterior Rotula Tuberosidad tibial ¥ Figura 120 ‘Y Figura 121 Anteversion de la pelvis. Recurvatum de rodilla con anteversion de la pelvis. tatica determinan una accién mayor y constante de la rétula sobre la rodilla. * De ello resulta una tendencia al genu recurvatum. ¢ La accion del recto anterior se completa con la tensién posterior ex- céntrica de los isquiotibiales; el isquion se eleva debido a la rotacién iliaca anterior. * Durante el test de flexién de pie (TFD) o el test de flexi6n echado (TFB), se observard un aumento del genu recurvatum (cf, Nuestra obra: Las cadenas musculares. Tomo 3. La pubalgia). ¢ El recurvatum de rodilla no es un signo de laxitud, sino la conse- cuencia de rigideces lumbares o lumbosacras con agotamiento de las tensiones de los casquetes condfleos, El genu recurvatum gpodrfa ser de origen visceral? En las cadenas musculares de los miembros infe- riores, se abordaran con detalle las relaciones viscerales sobre la es- tatica y las deformaciones de los miembros. La valoracién estética del recto anterior se traducira por el aumento de las tensiones mecanicas, Las CADENAS La tuberosidad tibial se con- vierte en punto de relativa fijeza. No habré que sorprenderse al observar: * epifisitis de la tuberosidad ti- bial en el nifio: enfermedad de Osgood-Schlatter (fig. 122); Tuberosidad oO tenn tibial en ef * tendinitis rotulianas, iliacas; deterioro de los cartilago: * hidartrosis e inflamaciones pa- i secundarias al exceso . La valoracién de los rectos ante- . tiores sélo se aplica al ilfaco al Y Figura 122 ivel de la pelvis. Se podrd ob. Despegue de la tuberosidad tibial en la DEVE MRES et PGR oe POOTLOn: enfermedad de Osgood-Schlatter. servar la laxitud sacroiliaca de- bida a dichos excesos. Las alas ilfacas funcionan en anterioridad respecto del sacro, que no és directamente arrastrado por ellas. Los psoasiliacos © Cifosan la columna lumbar cuando trabajan con la cadena de fle- xiGn. En el caso que nos incumbe, lordotizan la columna lumbar por- que trabajan con la cadena de extension. * Estos mtisculos se insertan en el borde de D12 a LS — En los alerones sacros. — En las fosas ilfacas internas. * En consecuencia, horizontalizan el sacro y anteriorizan los iliacos. La ctispide de la lordosis generada por los psoasilfacos estara al nivel lumbosacro. La descompresién abdominal originada por la accién del psoasilfaco se centrard en la parte baja del abdomen. El examen del sujeto de pie mostraré una depresién 0 concavidad lumbosacra. Esta huella lumbosacra se debe a la sobreprogramacién del psoasilfaco, que afiade un flexum de cadera. Durante el test de extension de pie (TED), la pelvis no avanza y el flexum de cadera resiste. En el test de flexion de pie (TFD) o en el test de flexién echado (TFE). la lordosis baja persiste. No obstante, suele encontrarse de forma casi sis- tematica en sujetos muy flexibles, como los bailarines. En sus gestos, el psoas es un mitisculo clave. Los ejercicios de flexibilidad que hacen du- rante la extensi6n del muslo en la barra o cuando realizan un “gran écart” no hacen més que flexibilizar la lordosis lumbar baj Toda su patologfa lumbosacra se tejera a partir de los mtisculos psoas- iliacos. * Cuando los psoasiliacos se solicitan para una finalidad de compensa- cidn estatica, se sirven del trocdanter menor como punto de relativa fijeza. * Puesto que el psoasilfaco es rotador interno del fémur en posicién de pie, el cuadrado crural y el piramidal confirmaran ese punto de rela- tiva fijeza sobre el trocénter menor y aumentaran su tonicidad (rota- dores externos). Durante el examen palpatorio esos mtisculos se notaran contractura- dos. Su trabajo-constante s6lo-puede comprenderse cuando se analizan las cadenas musculares. Un trabajo sintomitico de relajacién de esos misculos no dard resul- tado satisfactorio. Habra que inutilizar su exceso de trabajo estatico y tra- tar la relaci6n abdominolumbar. Silas presiones intraabdominales no se equilibran lo suficiente, se afia- dira la apertura de la pelvis a la anteversién. Anteversién mas apertura de la pelvis * El ghiteo y el sartorio organizarén: — La apertura ilfaca. — La rotaci6n externa del fémur. Primera observacion La apertura de las alas iliacas se asocia normalmente a la verticaliza- cién del sacro. En esta compensacién se observa un contrasentido biome- cdnico: la apertura iliaca esté asociada a la horizontalizacién del sacro. Debido a la tensidn de los ligamentos iliolumbares, la separacion iliaca tendra una accién frenadora sobre L4/L5, mientras que el sacro estara mis libre para horizontalizarse. Este deslizamiento del sacro hacia delan- Presiones discales posteriores Tensi6n del ligamento vertebral anterior Y Figura 123 Retroposicién de L5/S1 ie s6lo sé hata de manera progfesiva,|al cabo de 16s anos. En la radiopta- fia, se observara la instalacion lenta de un pinzamiento discal LS/S1 pos- terior y de una retroposicién de LS respecto del sacro (fig. 123). El rebor- de sacro se dirigiré més hacia delante que el reborde de LS y pondré en tensi6n permanente el ligamento vertebral anterior, que podra calcificar- se cerca de los rebordes dseos. Segunda observacién El trabajo estdtico de los ghiteos mediante apertura de los iliacos pro- ducira a nuestros pacientes contracturas de fasciculos musculares por en- cima y alrededor del trocdnter mayor, el cual puede ser sede de dolor (punto de relativa fijeza). Los misculos ghiteos mayores forman parte de la cadena de apertura del miembro inferior. Puesto que esta cadena es la continuacién de las ca- denas cruzadas posteriores del tronco, predispone a la rotacién externa de las caderas y al varo de las rodillas (cf. Cadenas de los miembros inferiores). 4. La relajaci6n abdominal En este esquema de compensacidn, la propioceptividad del sujeto de- termina para su comodidad una atonja de la pared abdominal. Querida, deseada por nuestro sujeto, esta atonia esta asociada a la ple- nitud abdominal. Concierne a los siguientes miisculos: * los rectos del abdomen para facilitar el enderezamiento: ~ Ia lordosis lumbar ~ el enderezamiento del térax —la anteversion de la pelvis * los oblicuos menores Para facilitar la apertura: * los transversos del t6rax * los oblicuos mayores * del abdomen * de la pelvis El anilisis global por medio de las cadenas musculares nos permite poner de manifiesto un funcionamiento similar entre la pared abdominal, el diafragma y el perineo. En este caso, los tres estén relajados. Con frecuencia, la palpacién de la pared abdominal sera reflejo del es- tado tensional,del diafragma. La rélajacion de la)pared abdominal gobérnada por la felacién dontit nente-contenido implica la rotura funcional de las cadenas cruzadas ante- riores. ROTURA TONICA ROMBOIDES + SERRATOS MAYORES ~t—» OBLICUOS MAYORES Y MENORES En hipertonicidad para En hipotonicidad para el el enderezamiento despliegue abdominal y la apertura del torax + DIAFRAGMA EN ESPIRACION Estas modificaciones del equilibrio funcional de las cadenas muscula- res cruzadas, asociadas a la valoraci6n estatica de las cadenas de exten- si6n y a la inhibicién de las cadenas de flexién, produciran modificaciones de la estatica y de la forma. Ahora abordaremos las deformaciones que derivan logicamente de la modificacién de las presiones en la relacién “continente-contenido”. Las CADENAS RESULTANTES E TICAS. MODIFICACIO! 5 DE LA FORMA Estatica posterior El sujeto, debido a la valoracion de las cadenas posteriores, se instala en una estatica posterior construida a partir de una lordosis lumbar cen- trada en L3, para responder al despliegue abdominal (fig. 125). La linea de gravedad se desplaza hacia atras sobre la horizontal: om- bligo-L3. En este esquema de compensacion, fa lordosis es primaria y se man- tendra durante las flexiones anteriores. Con objeto de reequilibrar las masas, si es posible, el sujeto desarrollaré una cifosis secundaria dorsal al- ta. Esta cifosis se borrard facilmente en el enderezamiento voluntario: ci- fosis secundaria. Puesto que la cifosis no debe poner en cuestién el equilibrio de las pre- siones internas obtenido por la lordosis, su nivel y su importancia de- penderan de la relacién visceral. Hundimiento submamario En [a inspiracion, el diafragma desciende sus‘cipulas. Swrelacién es- trecha con el saco peritoneal hace que el aplastamiento inspiratorio de la parte superior provoque un empuje transversal de las costillas, aumen- tando de este modo su convexidad. La presi6n interna del nivel supramesocdlico es indispensable para que las seis tiltimas costillas se separen bien. Cabe destacar que el empuje del diafragma provoca la extensién transversal de la masa abdominal, de las costillas inferiores y, en particu- lar, de la 9° y 10° costillas. La separaci6n transversal de la 9° y 10" costillas, zonas de insercién de los angulos célicos izquierdo y derecho, tensa el mesocolon transver- so, que reacciona como una hamaca cuando se separan los puntos de apoyo. Cuanto més inspira el diafragma, mas se separan la 9° y 10* costillas, més se extiende el mesocolon transverso y produce una fuerza reaccional hacia arriba. Esto tiene ventajas evidentes para la estatica y la hemodina- mica de las visceras pesadas subdiafragmaticas. Otra ventaja es que cl aumento de la presién en el nivel supramesoc6- lico durante la inspiracién repercute en el térax inferior y es uno de los principales elementos conformadores. En caso de hipertensién abdominal, no sdlo el diafragma no puede descender, sino que debido a ello el mesocolon transverso sufre el peso de los érganos supramesocélicos. Los dngulos cdlicos registran tensiones por dentro y por abajo, mientras que las presiones internas se expresan en el reborde costal inferior y anterior. Hundimiento submamario = diafragma en espiracién + hipertensién abdominal Las depresiones submamarias pueden desarrollarse muy pronto desde el nacimiento. Parece que la congestién de los 6rganos supramesocélicos sea la explicacién de esas deformaciones. El recién nacido no toleraré la posicién boca abajo y preferiré estar boca arriba, sobre todo después de mamar. El hundimiento submamario puede persistir a pesar de la disminucion en el tiempo de la masa gastrointestinal, debido a la persistencia de la programacién: diafragma en espiracién, abdomen relajado, lordosis lum- bar ypostura asténica. Alerones de Sigaud Aparecen cuando el nifio, que padecfa una postura asténica, experi- menta un deseo relacional con el mundo exterior y valora el endereza- miento. Reacciona. El enderezamiento del t6rax y la relajacién del abdomen provocan la rotura de las cadenas cruzadas anteriores (figs. 118 y 119): Romboides + serratos mayores — Oblicuos mayores y menores + - en hipertonicidad en hipotonicidad * Los miisculos oblicuos mayores y menores no aportan una contra- tensién para mantener la esfericidad de la caja toracica (fig. 124). ¢ El aumento de actividad de los mtisculos romboides y serratos ma- yores alivia los rebordes costales inferiores. Alerones de Sigaud = torax en inspiracién + diafragma en espiracién Las CADENAS MUSCULAR! Reborde costal inferior od Y Figura 124 Alerones de Sigaud. Depresiones submamarias. Observacion Los alerones de Sigaud aparecen cuando el aumento de las presiones afecta particularmente el nivel subdiafragmatico: esplenomegalia, hepa- tomegalia... (unilateral 0 bilateralmente). Pueden desarrollarse a cual- quier edad. Los alerones pueden persistir si las presiones internas se normalizan. En este caso, en dectibito dorsal, se observara el hundimiento de la pared abdominal desde el reborde costal hasta el ombligo. Estatica de los miembros La estatica de los miembros dependeré de la influencia de las cinturas, las cuales también estan implicadas en la resultante viscerosomiatica del tronco. En caso de despliegue abdominal, las cadenas musculares de exten- sin y de apertura de los miembros inferiores estaran sobreprogramadas, lo que originaré el falso valgo de rodilla (cf. Tomo IV). Sin embargo, la lordosis lumbar puede imponer una reequilibracién al nivel suprayacen- te, cifosis dorsal, y al nivel subyacente, flexidn de cadera. La programa- cién de las cadenas de los miembros inferiores sera distinta. La légica de esta reequilibraci6n se desarrollara en el capitulo IV de este libro: “ tivos de la lordosis primaria”, pag. 161. ins Conmensacones QED Zona secundaria Papel = 2 posibilidades 1) reequilibracién = cifosis 2) consecuencia de la compensacién = aplanamiento dorsal Depresién submamaria \ Alerones de Sigaud Zona primaria Adaptacién continente-contenido Lordosis Zona secundaria Papel: 2 posibilidades 1) reequilibracion 2) consecuencia de la compensacién Y Figura 125 Aumento de las presiones intraabdominales. Compensaciones estdticas. Deformacién estatica posterior. REPLIEGUE ABDOMINAL Principios de compensacién E] factor estatico representado por la tensién abdominal puede con- vertirse en una fuerza negativa y adquirir un sentido centripeto. En caso: ¢ de hipoextensién * de fibrosis hepaticas * de ptosis —estémago. —hfgado —dngulo célico —colon transverso En caso de espasmos: ° gastritis * colitis * hernias hiatales * vesicula biliar * abscesos, apendicitis... La estrategia adoptada debe aumentar los apoyos y enrollar las es- tructuras para valorar las presiones internas: © ya sea para una finalidad estética a fin de crear una presién intraab- dominal suficiente y necesaria, © ya sea para una finalidad antdlgica que alivie las tensiones internas. Las cadenas musculares se encargardn de disminuir la cavidad abdo- minal: repliegue estatico. Medios adoptados 1. Descenso del diafragma. 2. Descenso del térax (delordosis lumbar, rectitud-cifosis). 3. Retroversién de la pelvis. 4, Aumento de la tonicidad abdominal. Finalidad Disminucién de la cavidad abdominal. Consecuencias Valoraci6n estatica de las cadenas de flexi6n para el enrollamiento (++ al nivel abdominal). si fuera necesario: ¢ Valoracion estatica de las cadenas cruzadas anteriores, denomina- das también cadenas de cierre. Rectitud Y Figuras 126 y 127 Descenso de las presiones intraabdominales. Adaptaciones. Y Figura 128 Diafragma en inspiracion, Rectitud lumbar, Retroversion 4 de la pelvis. Tension de los musculos abdominales. Y Figura 129 Desprogramacién { funcional de las cadenas posteriores. Y Figura 130 Térax en espiracién. Diafragma en inspiracion. ———— — Y Figura 131 CF + primaria al nivel abdominal. CE + secundaria para el enderezamiento del nivel dorsal. LOS CUATRO MEDIOS DE COMPENSACION ADOPTADOS. 1. Descenso del diafragma: diafragma en inspiracion EI diafragma forma el techo de la cavidad abdominal. Se colocara en posici6n baja y funcionara preferentemente en inspiracion. Sin embargo, como la funcién respiratoria es muy importante, puede detenerse de inmediato el tiempo de espiracidn. Asimismo, para mantener una movilidad funcional que satisfaga al diafragma, se bajara el torax enrollando la columna dorsal. El descenso de la caja tordcica permite que el diafragma recupere, en una posicién re- lativamente baja, una movilidad espiratoria més completa. 2. Descenso del térax: torax en espiracion El descenso del t6rax se obtiene mediante deslordosis lumbar por en- cima de L3 y, si fuera necesario, mediante cifosis dorsal. Las cadenas de extension estan inhibidas, sobre todo, al nivel lumbar y luego dorsal. Las.cadena§ de-flexi6n crean este esquema cifético. de enrollamiento, Enrollamiento = cadenas de flexion * Rectos del abdomen * Intercostales medios * Miisculos del perineo * Pectorales menores © Pectorales mayores Estos mtisculos trabajan de forma concéntrica y crean un esquema ci- fotico: * deslordosis lumbar, * cifosis dorsal, * descenso y retroceso del esternén, * descenso de las costillas (rotacién interna, espiracién), * enrollamiento de los hombros. Estos relevos de las cadenas de flexidn hacia la cintura escapular (pec- torales menores) y los brazos (pectorales mayores) tendran sus insercio- nes costales como puntos de relativa fijeza. En consecuencia, la estatica JSCULARI de omoplatos y brazos dependera de las cadenas de flexiGn, es decir, de los problemas viscerales. Asimismo, él relevo de la cadena de flexién con la columna cervical por los escalenos produciré la lordosis cervical. La charnela cervicodorsal se convierte en una zona de presiones estaticas, con consecuencias artrés- ticas, engrosamiento cutaneo (joroba de la anciana) y neuralgias cervico- braquiales. Se puede observar que para adaptarse a presiones intraabdominales negativas, el sujeto adopta soluciones que son “trampas” para la fisiologia normal. El conjunto del térax se pone en espiracién y el diafragma esta en ins- piracién Nuestro paciente presentard cifosis con trax plano anteriormente y amplio transversalmente, siempre y cuando la nica cadena solicitada sea la de flexi6n. Otra observaci6i la columna lumbar. la cifosis dorsal se contintia de forma armoniosa con 3. Retroversion de la pelvis Las fosas iliacas representan el suelo de la cavidad abdominal. La re- troversion de la pelvis permitira la disminucién de la cavidad abdominal. La retroversién de la pelvis se hace mediante: Los rectos del abdomen (fig. 132) * Acercan las ramas pubianas al esternén y a los rebordes costales in- feriores. * Deslordotizan la columna lumbar y pueden llegar a invertir la curva- tura, que sigue centrada en L3: cifosis lumbar. © Favorecen el apoyo discal anterior (pinzamiento anterior). * Posteriorizan las alas ilfacas. Los misculos del perineo © Forman parte de la cadena de flexién. * Acercan el céccix al pubis y, de este modo, participan en la retrover- sion de la pelvis y verticalizan el sacro, que va en el sentido de la ci- fosis global. Los isquiotibiales Forman un par con los rectos del abdomen para provocar la retrover- sién de la pelvis y la posterioridad ilfaca. Los psoas Cuando trabajan con la cadena de flexion, son cifosantes (psoitis contractura psoas + abdomen. Cf. cadenas musculares de los miembros inferiores). Daran a las caderas tendencia al flexum + aduccién + rotacién interna + valgo de rodilla. Si el enrollamiento no basta, se afiadira la componente de cierre. Cierre = cadenas cruzadas anteriores Las cadenas cruzadas anteriores pueden organizar el cierre del torax inferior y el cierre de la pelvis mediante los oblicuos menores, oblicuos mayores y serratos mayores. El centro de convergencia de estos musculos, que trabajan con las cadenas de flexién en un esquema de enrollamiento, sera el ombligo. El cierre del torax Estar marcado por el cierre del angulo xifoideo y el estrechamiento de la'parte inférior del trax. Rectos del abdomen Isquiotibiales Y Figura 132 Retroversion de la pelvis. El cierre de la pelvis Las crestas ilfacas se acercan. El cierre de la pelvis se afiade a la retro- versién; se observan dos contrasenti- dos: I. La verticalizaci6n del sacro asociada al cierre de la pelvis. * La verticalizacién se hace fisiolé- gicamente con la apertura iliaca. * La tensién constante del perineo sobre el dpice del sacro induce el retroceso de la meseta sacra. * Con el tiempo, el cierre iliaco re- aja la tension transversal de los ligamentos iliolumbares y favore- ce, con la tensién del transverso, Figura 133 ae el deslizamiento anterior de LS- ‘spondilolistesis. con ee oo Pétroversion dela pelvis. LA. Se instala una’ espondiloliste- Aplastamiento global del disco L5- sis crénica de L5 (fig. 133) con Si. pinzamiento del ultimo disco y modificacién del agujero de con- juncién L5-S1. ¢ Este contrasentido mecanico sera fuente de compresiones sacroilia- cas permanentes. Nuestros pacientes podran presentar un radio de marcha por encima del cual aparecera dolor sacroilfaco, que el repo- so aliviara. 1. Durante el enrollamiento, las fibras del perineo estén programadas de forma concéntrica. © Las fibras anteroposteriores participan en la verticalizacién del sacro. Las fibras transversales, en trabajo concéntrico, deberian acercar las ramas isquiopubianas para participar en la apertura iliaca y facilitar la verticalizacién del sacro. A pesar de estar programadas de forma concéntrica, esas fibras transversales sufriran la fuerza superior de los mtsculos de las cade- nas cruzadas del abdomen (oblicuos mayores y menores). Las cade- nas cruzadas anteriores provocaran el cierre iliaco. is Conmensacones QED Cadena de flexion Enrollamiento . Pubis jv ee ameter AR moe Sacro Perineo Y Figura 134 Separacién de las ramas.isquiopubianas durante el clerre jliaco. Los rmisculos del perineo estan programados de forma concéntrica en una situacion excéntrica. © Las fibras transversales del perineo estan estiradas a pesar de estar contraidas. El cierre iliaco separa las ramas isquiopubianas (fig. 134). © Los esfinteres se ven obligados a contraerse con fuerza y de manera permanente. * El trabajo constante de los mtisculos esfinterianos implica: ~ La pérdida de su cualidad propioceptiva. —La atrofia y debilidad de los esfinteres por agotamiento y no por insuficiencia. — El examen electromiopatico muestra misculos lentos y débiles. Por insuficiencia o por agotamiento? El tratamiento a seguir sera muy distinto en ambos casos. La deslordosis lumbar hace que las presiones del abdomen soliciten mas al perineo. La pérdida de la propioceptividad, la contractura permanente y la des- lordosis lumbar hacen que el sujeto comience a padecer incontinencia. . de entrada accidental (esfuerzo, risa, tos), se ve facilitada por la re- JSCULARI sultante de los empujes del diafragma que, en este esquema, se halla mu- cho més vertical. En el capitulo siguiente, se podrén afiadir a esta tabla los problemas especificos de la pelvis menor para comprender mejor la “angustia esfin- teriana”. 4, Aumento de la tonicidad abdominal Para que disminuya la cavidad abdominal, es necesario que se tense la pared abdominal (fig. 135). Los rectos del abdomen realizan el enrollamiento. Los oblicuos efecttian el cierre. Las cadenas abdominales trabajan en.una organizacién de compensacion es- tatica. Este trabajo de cardcter perma- nente podra provocar el agotamiento de las inserciones abdominales: © pubis para los rectos del abdomen, arcada‘crutal; hernias inguinales para lo oblicuos (cf. Tomo 3. La pubalgia). Cierre En este esquema de compensacién, el Brn trabajo abdominal tendra dos finalida- Enrollamiento des. 1, Estdtica. En este caso, la tension se- VFigural35 ré moderada. La cadena de flexién se Alipfahto deca tania contintia, por arriba, al nivel del diafrag- ma, por el fasciculo anterior, y por abajo, al nivel de los miembros inferiores, por los psoasiliacos. Observaremos en nuestros pacientes: * tensiones en el plexo solar con relaciones respiratorias, digestivas y psicoldégicas asociadas; * tensiones en las caderas. 2. Antalgica. En este caso, la tensién abdominal sera mucho mas in- tensa. Segtin el problema visceral y su localizaci6n, el examen palpatorio del abdomen mostrara un vientre de madera. En esta compensaci6n se registra la rotura de las cadenas cruzadas an- teriores, con inhibicidn de los romboides. Romboides —»serrato oblicuo oblicuo mayor mayor menor - + + + Diafragma en inspiracion Estas modificaciones del equilibrio funcional de las cadenas cruzadas, asociadas a la valoraci6n estatica de las cadenas de flexién y a la inhibi. cin de las cadenas de extensién, provocaran modificaciones de la estati ca y de la forma. Abordaremos ahora esas deformaciones derivadas de las modificacio- nes de presién en la relacién continente-contenido. RESULTANTES ESTATICAS. MODIFICACIONES DE LA FORMA Estdtica anterior El sujeto, debido a la valoracién de las cadenas anteriores, adopta una estdtica anterior con tendencia general cif6tica para responder a la nece- sidad de repliegue. En caso de tensién abdominal negativa, la curvatura primaria se halla- rd al nivel lumbar. La compensaci6n cifética se manifestara por rectitud lumbar, incluso por cifosis (inversién de la curvatura) en los casos agudos. Esta curvatura primaria no se borrard en los tests de extensién de la columna. Con objeto de reequilibrar el desplazamiento de las masas, las cadenas musculares organizan lordosis supra y subyacentes secundarias. La suprayacente se hallaré al nivel cervicodorsal (neuralgias cervico- braquiales, periartritis...). La subyacente sélo puede instalarse en la rodilla por un flexum de ro- dilla asociado a un flexum de cadera. Romboides —»serrato oblicuo oblicuo mayor mayor menor - + + + Diafragma en inspiracion Estas modificaciones del equilibrio funcional de las cadenas cruzadas, asociadas a la valoraci6n estatica de las cadenas de flexién y a la inhibi. cin de las cadenas de extensién, provocaran modificaciones de la estati ca y de la forma. Abordaremos ahora esas deformaciones derivadas de las modificacio- nes de presién en la relacién continente-contenido. RESULTANTES ESTATICAS. MODIFICACIONES DE LA FORMA Estdtica anterior El sujeto, debido a la valoracién de las cadenas anteriores, adopta una estdtica anterior con tendencia general cif6tica para responder a la nece- sidad de repliegue. En caso de tensién abdominal negativa, la curvatura primaria se halla- rd al nivel lumbar. La compensaci6n cifética se manifestara por rectitud lumbar, incluso por cifosis (inversién de la curvatura) en los casos agudos. Esta curvatura primaria no se borrard en los tests de extensién de la columna. Con objeto de reequilibrar el desplazamiento de las masas, las cadenas musculares organizan lordosis supra y subyacentes secundarias. La suprayacente se hallaré al nivel cervicodorsal (neuralgias cervico- braquiales, periartritis...). La subyacente sélo puede instalarse en la rodilla por un flexum de ro- dilla asociado a un flexum de cadera. Las CADENAS MUSCULARES it iS a w mo Y Figura 136 Y Figura 137 Estdtica anterior. Térax Térax en embudo. anterior plano y cifosis dorsal. Torax plano (fig. 136) Ademas de la cifosis, el torax esta en espiracidn con el esternén bajo y hacia atras. Las costillas estan en rotacién interna, es decir, en espiracién. En el sistema de enrollamiento, solo se valoran las cadenas de flexién y la parte baja del (6rax es plana y ancha en la cara anterior. Térax en embudo (fig. 137) Cuando el enrollamiento no equilibra de manera suficiente los pro- blemas internos, se afiade el sistema de cierre. Las cadenas cruzadas anteriores también estan afectadas. La parte ba- ja del trax se halla apretada, y el dngulo xifoideo, cerrado. Asi es como se organiza el t6rax en embudo. ins Conmensacones QED Hundimiento esternal Hasta ahora hemos considerado el caso en que las cadenas cruzadas posteriores y las cadenas de extensién estaban inhibidas. Esta desprogramacién puede producirse en el ni- no. Posteriormente, una vez estabilizado 0 resuelto el problema visceral (por ejemplo, sufrimiento hiatal en el nacimiento), las ca- denas de extensién pueden ser reprograma- das. El crecimiento, el deporte y el despertar de la relaci6n social son factores que valoran el enderezamiento y la apertura psicosoma- tica del nifio. Esta proyeccién deseada de su personali- dad al mundo externo valoraré las cadenas de enderezamiento y de apertura, Pero esto. ¥ Figura 138 se-hard a partir de-un esquema de enrolla~ Enderezamiento secundario. mienio primario, concretizado por cadenas Loraoslsdlafreomeatica: de flexién siempre programadas en acorta- Contracturas dorsales. i miento. Enderezamiento secundario Las cadenas de extensién provocarén una tendencia al enderezamien- to y valoraran su tonicidad. Pero las cadenas de flexi6n y de extension afiaden su presion a la columna dorsal. Esta resultante de aplastamiento descrita en el tomo 1 tiene dos con- secuencias: Primera consecuencia El agotamiento de las presiones que se produce podra traducirse en la aparicion de la enfermedad de Scheuermann. Las crisis dolorosas y las hernias intraesponjosas estan en relacidn con el conflicto de las cadenas de flexién y de extensién. Segunda consecuencia Debido a que la expansi6n vertical esta limitada, el enderezamiento dorsal se hara a partir de una /ordosis dorsolumbar diafragmiatica. Cartilagos costales Costillas rot. ext., V Figuras 139 y 140 Térax superior en inspiracién. Costillas superiores en rot. ext. Angulo de Louis Esternon en espiracion Costillas inferiores en rot. int. Y Figura 141 Hundimiento esternal. Pectoral menor Pectoral mayor Escalenos Se constata la existencia de tensién del diafragma. En esta compensaci6n el diémetro ante- roposterior del t6rax disminuye. La parte baja del estern6n se des- plaza hacia atras. La apertura secundaria Las cadenas cruzadas poste- tiores pueden influir inicamente en la parte superior del trax en el sentido de la apertura. La caja to- racica baja esta influida por las cadenas de cierre. El esfuerzo de elevacién y de rotacién externa del trax superior que hacen los pectorales es com- pensado por las cadenas de fle- xién, que mantienen el esternén bajo hacia atras (figs. 139 y 140). Este contrasentido sera equi- librado por los cartflagos cos- tales. * Debido a que las costillas superiores estén mas libres respecto de las cadenas de flexién, empujaran hacia delante el estern6n, flexionaran el Angulo de Louis y dardn al hundimiento esternal su retroceso ma- ximo en el tercio inferior (fig. 141). El esternén adopta la forma de una espatula de esqui. Las cadenas de flexi6n provocan el enrollamiento con esternén bajo, hacia atrds, en espiracion. * Las cadenas cruzadas anteriores provocan el cierre con térax infe- rior en espiracién. * Las cadenas de extensién provocan el enderezamiento, sobre todo al nivel lumbar y dorsal alto. * Las cadenas cruzadas posteriores provocan la apertura, que se tra- duciré por un t6rax superior en inspiracién. El hundimiento esternal = Térax superior en inspiracién ‘Térax inferior en espiracion Esternonenespiracion PASO DE UNA ESTATICA ANTERIOR A UNA ESTATICA POSTERIOR EN EL MISMO SUJETO En los primeros afios de mi prdctica, tuve que tratar, por lumbalgias crénicas, a mujeres j6venes que tenfan una curvatura lumbar exagerada a la que se afiadia un “cierto” relajamiento abdominal. La lumbalgia crénica se atribufa a un mal esquema postural. Asf pues, intenté hacerles cobrar conciencia de su mala postura. Tras haberlas culpabilizado delante de un espejo cuadriculado, era importante ensefiarles a mantenerse correctamente en pie. A ese trabajo habia que afadir la musculacién del abdomen y de los paravertebrales para, segtin dicen, mantener mejor la columna lumbar... De 15 a 20 afios después, volvi a ver a algunas de aquellas pacientes con un esquema invertido de rectitud lumbar. Las CADENAS MUSCULARES Zona secundaria de reequilibracion Zona primaria Rectitud lumbar Zona secundaria de reequilibracin Y Figura 142 Descenso de las presiones intraabdominales. Compensaciones estdticas. Deformacion estdtica anterior. * ,Habjia ido demasiado bien mi tratamiento? © {Habia que volver a culpabilizarlas e invertir el esquema? Y Figura 155 Zona secundaria de reequilibracion Zona primaria Adaptacin toracica continente- contenido Cifosis Zona secundari de reequilibracion Y Figura 156 Estdtica anterior. Y Figura 157 Las CC anteriores tienen los puntos fijos anteriores. << Y Figura 158 Térax en espiracién. Diafragma en espiracién. Tension de Jos abdominales. Asma. Térax en quilla t

You might also like