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1. INTRODUCCIÓN
Es innegable que en la actualidad uno de los temas fundamentales del debate acerca
de la arquitectura es “La Arquitectura Del Lugar”, es en este sentido que el debate
acerca de los roles y responsabilidades que tiene el arquitecto como profesional, se
convierten en un tema de reflexión, y por lo tanto, de acuerdo a la situación actual de
nuestro entorno, debemos cuestionarnos acerca de la postura personal de cada uno de
nosotros.
2. EL CONCEPTO DE LUGAR
Heidegger nos presenta una aproximación filosófica al tema del lugar, y mediante la
misma pone en tela de juicio el oficio del arquitecto como generador de espacios, los
cuales pueden o no ser lugares de acuerdo a la forma en la que el mismo (el arquitecto)
intervenga. En dos artículos: “...Poéticamente Habita El Hombre”, y “Construir, Pensar
Habitar”, Heidegger plantea la importancia del ser humano y la verdadera y única
manera en la que (desde su punto de vista) el hombre puede realmente “habita” la
tierra.
Por lo tanto podemos afirmar que el hombre poetiza solamente en la medida en que
conoce y descubre a Dios, que al ser la medida de todas las cosas, y el hombre su
imagen y semejanza, vuelve poética su vida en la medida en que se acerca a Dios, en
que por medio de sus actos se eleva, para medirse y compararse con Dios, para buscar
la perfección en su existir. Al ser el poetizar un requisito indispensable para que el
hombre “habite” (en un sentido poético), y que dicho habitar no consiste solamente en
“tener un alojamiento”, o dicho de otra manera estar de paso por este mundo, el hombre
debe por lo tanto construir para poder habitar de forma poética.
“Al habitar llegamos, así parece, solamente por medio del construir. Este construir, tiene
a aquel, el habitar, como meta. Sin embargo no todas las construcciones son
moradas...”6. De esta manera se inicia el primer capitulo del articulo “Construir, Pensar,
Habitar” de Heidegger. Para definir el “Construir”, el autor se refiere al mismo en
relación a habitar como fin y medio, es decir que construir es únicamente un medio
(indispensable, pero un medio al fin) para poder habitar, considerando el habitar como
la forma en que los mortales (los hombres) son en la tierra. Definiendo posteriormente
que: “lo que sea en su esencia construir edificios es algo sobre lo que no podemos
preguntar ni siquiera de un modo suficiente, y no hablemos de un modo de decidirlo de
un modo adecuado a la cuestión, mientras no pensemos que todo construir es en sí un
habitar. No habitamos porque hemos construido, sino que construimos y hemos
construido en la medida en que habitamos, es decir, en cuanto que somos los que
habitan”7.
Por lo tanto podríamos concluir que no todas las construcciones son arquitectura, que
muchas son simplemente edificaciones que no permiten que el ser humano habite, en
el sentido poético de la palabra, en ellas.
Es con estos preceptos que analizaremos la obra de Mies, Le Corbusier y Wright para
comprobar su forma de abordar el tema del lugar.
3. EL PATRIMONIO MODERNO
3.1.1. Antecedentes
El encargo llegó a manos de Mies van der Rohe por medio de una amistad común, el
coleccionista de arte Eduard Fuchs, que recomendó al arquitecto para la elaboración de
la villa. Los esposos Grete Loew-Beer y Fritz Tugendhat poseían el lote de terreno en
pendiente ubicado en la calle Cernopoliní número 45.
Los esposos Tugendhat eran herederos de una gran fortuna de la familia de la esposa,
perteneciente a la burguesía textil de la zona. La villa fue el regalo de bodas de los
padres de la misma. Mies fue invitado a una cena, donde expuso sus ideas sobre la
arquitectura y como debía de ser la casa de los esposos Tugendhat, al principio la Sra
Tugendhat tuvo serias dudas acerca de la futura edificación, pero posteriormente fue
convencida por el esposo.
Del proceso que siguió el diseño no existen más que referencias verbales, pero
podemos suponer que Mies supo plasmar los intereses de los esposos Tugendhat a
cabalidad, ya que los mismos habitaron la villa hasta 1938, cuando se vieron forzados a
abandonar su hogar.
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Op, Cit, Bid
Para su época la villa Tugendhat fue uno de los edificios más caros que se edificaron
en el periodo entre guerras, los mayores inconvenientes consistieron en la provisión de
materiales, que fueron importados expresamente para la edificación.
La Villa Tugendhat está compuesta por tres plantas, un primer piso donde se encuentra
el acceso desde la calle, sobre la vía principal la villa tiene un solo piso, al interior del
lote existen otros dos pisos. En la planta de acceso se encuentran las habitaciones de
servicio, los garajes y las habitaciones para los niños que son independientes, el resto
de la planta la conforma una gran terraza que tiene una vista hacia el centro de la
población y a la ladera que conforma el jardín. En el piso inferior se encuentran áreas
sociales y el dormitorio de los padres, la cocina y un jardín de invierno. Finalmente en
un semi-sótano se encuentran las áreas de servicio y climatización, además la sala de
máquinas que hace descender las ventanas del estar principal.
Cuando leemos las palabras que emplea Mies en esta declaración de 1930, apenas
concluida la Villa Tugendhat, nos damos cuenta de que al igual que Heidegger, Mies
propone que el espacio construido debe ser capaz de contener “verdadera vida”, es
decir, que en el mejor sentido del término, debe ser poéticamente habitable. La
habitabilidad, o la verdadera vida que permita el espacio será por lo tanto lo único
capaz de permitir el “desarrollo del espíritu”. En pocas palabras, las condiciones que
Mies describe para el valor de la arquitectura son en esencia muy similares a los
postulados que plantea Heidegger.
Pero si bien los postulados de Mies son una cosa, aún nos queda por verificar la
verdadera relación de la arquitectura con lo que llamamos el “lugar”. El mismo al ser
definido como un espacio que permita la unión entre el Hombre, Dios, el Cielo y La
Tierra, además de tener emotividad, recuerdos, sensibilidad, habitabilidad, identidad,
etc. Plantea otro campo de análisis para la Villa Tugendhat.
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NEUMEYER, Fritz; “Mies van Der Rohe, La Palabra Sin Artificio, reflexiones sobre arquitectura”; El Croquis
Editorial; Barcelona España; 1995
Primero consideremos un factor fundamental en la cuaternidad de Heidegger: el
Hombre. Los esposos Tugendhat tuvieron como uno de los valores más preciados a su
casa, porque ésta justamente fue “un hogar”. Son ellos los que en última instancia, y
durante los pocos años que habitaron (en todo el sentido poético de la palabra) su casa,
fueron felices, y se integraron al planteamiento miesiano de manera formidable,
encontraron además un lugar que les permitió tener una verdadera vida, una vida feliz,
y un auténtico desarrollo del espíritu.
Con esto queda completa la cuaternidad de Heidegger que valora a la Villa Tugendhat
como un verdadero lugar, una vez más, aún cuando esto fuese tan sólo por unos años.
Entre 1937 y 1938 los esposos Tugendhat se vieron forzados a abandonar su hogar, el
Nacional Socialismo Alemán y sus hordas invasoras convirtieron a la Villa en una
caballeriza, podemos suponer que para los soldados nazis era mucho mas fácil meter
los caballos por las vidrieras destruidas que por las puertas. La historia de la villa fue
penosa a partir de entonces, durante la existencia de Checoslovaquia, fue edificio
publico para diversos usos, entre ellos fue escuela, un gimnasio y centro de
rehabilitación para niños.
3.2.1. Antecedentes
Es en definitiva éste el proyecto que marcara el punto de inflexión hacia las casas Jaoul
y las bóvedas catalanas. Es la visita de Le Corbusier a América Latina la que
transforma su forma de ver el mundo.
“Estamos en pleno verano tropical, el sol es magnífico; han creado, durante la semana
anterior, ante mis ojos, la inolvidable, la entusiasmante magia de Rio de Janeiro, ... las
estaciones se habían ido sucediendo, escalonando, sobreponiéndose en una pirámide
sobre la cual Rio era la cima y estaba coronada como de un fuego artificial. Argentina
es verde y llana y su destino es violento; Sâo Paulo está a 800 metros, sobre unas
planicies accidentadas, cuya tierra es roja como las ascuas, ... ¡Cuán bella, poderosa e
incitante es mi pirámide de trofeos de América! ... En París cuando llegaré dentro de
doce días (me embarqué ayer), encontraré la plaza Madeleine y sus árboles de
navidad, su asfalto chorreando de lluvia; el sol saliendo a las diez y ocultándose a las
cuatro: las tinieblas del invierno, un paisaje de purgatorio... Admitámoslo en el plan
espiritual, pero los viajes nos demuestran que en otros lugares, la luz...”10.
10
LE CORBUSIER; “Precisiones, Hacia un estado actual de la arquitectura y el urbanismo”, prologo americano;
editorial Poseidón, Barcelona España; 1979
que Le Corbusier recibió de sus experiencias en América, y que plasmó en la casa
Errázuriz.
“Nuestro problema es éste: Los hombres habitan la tierra, ¿Por qué? ¿Cómo? Otras
personas podrán respondernos. Mi deber, mi búsqueda, es intentar colocar a este
hombre de hoy, fuera de la desgracia, fuera de la catástrofe; situarlo en un mundo feliz,
en la alegría cotidiana, en la armonía. Se tratará muy particularmente de restablecer, o
de establecer la armonía entre el hombre y su medio.”11
Como vemos, el intento más grande de Le Corbusier fue justamente mejorar la vida del
ser humano común, si esto lo logró o no, es motivo de un debate que no tiene cabida en
este análisis. Sobre su rol y responsabilidad como arquitecto respecto a la generación
de lugares, lo que si podemos afirmar es que la caza Errázuriz es una obra fundamental
para entender al viejo “Corbu” y su forma de aproximarse a la arquitectura del lugar. En
la actualidad varias organizaciones de arquitectos chilenos intentan encontrar un lugar
adecuado y el presupuesto suficiente para materializar la construcción de la única obra
de Le Corbusier en Chile.
3.3.1. Antecedentes
Por lo demás sabemos que la casa Jacobs II cambió de dueño muchas veces. Primero
por motivos laborales, Herbert jacobs abandonó Wisconsin junto con su familia en 1962
para enseñar en Berkley, la casa fue adquirida por William R. Taylor, un joven profesor
de historia. En 1968 los Taylor se divorciaron y la casa Jacobs II fue rentada durante
trece años a jóvenes estudiantes universitarios. En 1983 la casa pasó a manos del hijo
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Op, Cit, Bid
de William, Bill Taylor. Finalmente Taylor vendió la casa a sus actuales propietarios, el
Dr. John Moore y su esposa Elizabeth, ambos trabajan en el Departamento de Química
de la Universidad de Madison – Wisconsin.
En la composición de Wright fueron planteados dos pisos, una planta baja con un
amplio estar, un piscina circular que tiene la mitad hacia el interior y la otra mitad hacia
el exterior de la casa, el único elemento cerrado es un cilindro de piedra que alberga el
baño y la escalera que sube al primer piso. En el piso superior se encuentran los
dormitorios, que tampoco estaban cerrados originalmente, los diferentes dueños
modificaron el primer piso para hacer que los ambientes de reposo fuesen más
privados.
El Hemiciclo Solar tiene la propiedad de ser la primera de una serie de casa circulares
que Wright diseñaría a partir de la casa Jacobs II. La obra se abre al lugar, no para
imponerse, sino todo lo contrario, para integrarse al mismo y potenciarlo. Resalta los
valores del entorno y los magnifica con fuerza telúrica. Wright no coloca un objeto
abstracto extraño al lugar, sino todo lo contrario, es completamente sensible y
permeable a la fuerza del lugar y a los requerimientos de los usuarios.
Está por demás el mencionar que Wright fue un verdadero arquitecto del lugar, sus
edificaciones en amplios espacios suburbanos siempre parecen surgir de la tierra
misma, es en las intervenciones metropolitanas donde Wright elabora sus proyectos
más autónomos, por el contrario, al intervenir en los suburbios maneja con genialidad el
espíritu del lugar (Genius Loci).
Esta obra que no es una de las más conocidas de Wright fue restaurada el año 2004,
luego de convertirse en patrimonio de los EEUU, con un presupuesto elevado la casa
fue devuelta a su estado original.
El rol del arquitecto es fundamental a la hora de generar lugares, la carga cultural del
mismo determina la adecuada adaptación de la obra con el entorno y los usuarios, o por
el contrario causa un abandono de la misma.
En el caso de Mies vemos que el arquitecto fue capaz de generar un lugar, pero esto
podríamos decir que fue un golpe de suerte. Mies poseía una conciencia muy fuerte del
entorno natural que rodeaba sus intervenciones, pero jamás se puso en el lugar del
usuario, diseñó todas sus obras como si fuesen para él mismo, si los usuarios eran
capaces de adaptarse a su arquitectura tenían posibilidades de convertirse en lugares
habitables (lo que ocurrió con la Villa Tugendhat), es decir en verdaderos hogares.
Le Corbusier se muestra más sensible hacia la fuerza del lugar, pero como este es un
sentimiento que le es desconocido y no sabe como manejar, tropieza con muchos
inconvenientes al principio. Tal vez la casa Errázuriz nunca llegó a ser construida por
que Matías Errázuriz no estuvo satisfecho con el proyecto. La influencia del lugar en Le
Corbusier se hace completa y definitiva muchos años después con la capilla de Notre
Dame du Haut en Ronchamp. Es a partir de la visita de Le Corbusier a América Latina,
que él se sensibiliza con la fuerza de las diversas culturas y entornos naturales.
5. BIBLIOGRAFÍA
PAGINAS WEB
http://www.radio.cz/es/noticias/16089
http://www.radio.cz/es/noticias/29588
http://www.arquitectura.com.ar/notas/casa_tugendhat/
http://photo.czechtourism.com/brochures/pdf/UNESCO_ES.PDF
http://www.grupoarquitectura.com.ar/Nota001/Nota001.htm
http://www.scielo.cl/pdf/arq/n49/art33.pdf
http://www.delmars.com/wright/flw6.htm
http://www.inmadcity.com/solarhemicyclo/jacobs2.htm
http://www.inmadcity.com/solarhemicyclo/before.htm
http://www.planetclaire.org/fllw/sh.html
http://www.planetclaire.org/fllw/images.html
http://www.inmadcity.com/solarhemicyclo/landmark.html