(HENRI LEFEBVRE, 1970, pág. 209-210) dice que el mundo de la práctica lo observamos como algo estable, de lo que se tiene definidos las diferentes características por lo que algo está conformado y a propósito de ese mundo, Bergson ha podido pretender que “nuestra lógica es, sobre todo, la lógica de los sólidos” (objetos fijos, de artistas definitivas) y nuestro pensamiento, un pensamiento que corta y desmenuza. Y en ese mundo de la acción inmediata, nuestros pensamientos son exactos, lo que vemos no se pone en duda y los procedimientos que permiten identificarlos como su lenguaje, medidas son los de cualquier ciencia. Sin embargo
(HENRI LEFEBVRE, 1970, pág. 209-210) dice que el mundo de la práctica lo observamos como algo estable, de lo que se tiene definidos las diferentes características por lo que algo está conformado y a propósito de ese mundo, Bergson ha podido pretender que “nuestra lógica es, sobre todo, la lógica de los sólidos” (objetos fijos, de artistas definitivas) y nuestro pensamiento, un pensamiento que corta y desmenuza. Y en ese mundo de la acción inmediata, nuestros pensamientos son exactos, lo que vemos no se pone en duda y los procedimientos que permiten identificarlos como su lenguaje, medidas son los de cualquier ciencia. Sin embargo
(HENRI LEFEBVRE, 1970, pág. 209-210) dice que el mundo de la práctica lo observamos como algo estable, de lo que se tiene definidos las diferentes características por lo que algo está conformado y a propósito de ese mundo, Bergson ha podido pretender que “nuestra lógica es, sobre todo, la lógica de los sólidos” (objetos fijos, de artistas definitivas) y nuestro pensamiento, un pensamiento que corta y desmenuza. Y en ese mundo de la acción inmediata, nuestros pensamientos son exactos, lo que vemos no se pone en duda y los procedimientos que permiten identificarlos como su lenguaje, medidas son los de cualquier ciencia. Sin embargo
(HENRI LEFEBVRE, 1970, pg. 209-210) dice que el mundo de la prctica
lo observamos como algo estable, de lo que se tiene definidos las diferentes caractersticas por lo que algo est conformado y a propsito de ese mundo, Bergson ha podido pretender que nuestra lgica es, sobre todo, la lgica de los slidos (objetos fijos, de artistas definitivas) y nuestro pensamiento, un pensamiento que corta y desmenuza. Y en ese mundo de la accin inmediata, nuestros pensamientos son exactos, lo que vemos no se pone en duda y los procedimientos que permiten identificarlos como su lenguaje, medidas son los de cualquier ciencia. Sin embargo, haciendo un respectivo anlisis profundo, nos damos cuenta que la falsa creencia o nocin que se tena de esos objetos fijos. El entendimiento se hace dudoso y empieza a aparecer la razn, que es el origen de la oscura inquietud del buen sentido ante la reflexin y la ciencia. Pero el ser humano se siente en la necesidad de justificar la apariencia, de legitimar los momentos del pensamiento, buscando la verdad absoluta entre el error relativo. Sin darnos cuenta la naturaleza cambia poco a poco, y no solo la naturaleza como medio ambiente, tambin en el mbito social, desde pocas antiguas, los seres humanos se regan por normas, conductas y por eso pensaban que la sociedad seguira su curso, que siempre estara el mismo rgimen, rey o gobernador, o que las calles seguiran siendo calles, la misma vida, una prosecucin constante del da a da. Les faltaba la razn, esa visin futurista, inmovilizan el universo y a lo humano en una visin mezquina y estrecha. Tambin interviene la ciencia del entendimiento, era preciso partir de un mnimo de contenido, dejando atrs pensamientos filosficos y poticos; y enfocarse mejor en la construccin de objetos simples y bsicos para aquel entonces. Se toma lo real, lo simple, lo prctico pero en cierto sentido abstracto y grosero: el mecanismo, el espacio y el tiempo abstractos y simplificados que permiten fijar una fecha y un lugar. Antes de comprender a los organismos ha sido preciso montar mecanismos: la palanca, la polea, etc. (HENRI LEFEBVRE, 1970, pg. 211), Indica que el organismo no se opone al mecanismo. No se desprende de otro mtodo de conocimiento. El organismo ms organizado entraa partes separables, piezas desmontables, que subsisten fuera de este organismo (tejidos vivos a los que se alimenta en el laboratorio durante aos) o que son tales que el organismo persiste en su ausencia (amputaciones y mutilaciones de todas clases). Los mecanismos inventados por el hombre se presentan a menudo en la naturaleza: as, la palanca existe naturalmente en el brazo. Sin embargo, el organismo es ms complejo, ms real, ms concreto que el mecanismo. Los mecanismos son obras humanas, productos del entendimiento. La propia nocin de pieza mecnica separable es una nocin-tipo de la inteligencia prctica. El mecanismo se define fcilmente: es lo
que es lgicamente, abstractamente, formalmente. El entendimiento pretende
reducir el contenido, reducir lo complejo a elementos simples, definitivos, aislables, de tal suerte que le parece que lo complejo puede reconstruirse mecnicamente. El organismo, por el contrario, es un producto de la naturaleza. Y la naturaleza no crea sus productos de la misma manera que nuestra accin y nuestra inteligencia fabrica los suyos. La primera tarea de la razn, de la ciencia, fue negar esta negacin del universo y del movimiento que constituye el sentido comn prctico; pero la ciencia slo poda superar la prctica social inmediata por el hecho de que sala de ella y no se separaba de ella en absoluto. Ms an, la prctica le proporcionaba los medios de una visin ms amplia. Llevando esto a la carrera de instrumentacin, se puede ver que a menudo, la tecnologa ha querido tomar las acciones realizadas por seres humanos y aplicarlas a las mquinas para que recreen nuestros trabajos, en algunos casos es lo que se conoce como inteligencia artificial. No debemos desprendernos de que lo creado es producto de una prctica desarrollada a lo largo de la historia, y esta evolucin es producto de la razn y visin futurista que se tiene, de no estancarse en un mundo inamovible. Los objetos, todo lo que nos rodea estn unidos entre s. Hasta el cuerpo humano que necita de alimentos que creemos que son producidos de algo externo a nosotros, o la vida y la muerte, o leyes universales de accin y reaccin, entra en el mundo de la lgica y la razn. La teora de las leyes universales del movimiento es producto de toda la historia del conocimiento, de la prctica a diario que se vive del universo. Y vemos como la razn dialctica supera el pensamiento formal y el entendimiento. El conocimiento proviene de la experiencia, pero no deja de constituir en su resumen lgico, una razn, y lo hace al precio de un inmenso esfuerzo, secular, de dominacin prctica sobre la naturaleza, de abstraccin, de reflexin, de toma de conciencia. Mediante este esfuerzo, el pensamiento se ha constituido, se ha establecido en su plano; alrededor de s y en s mismo, el pensamiento descubre lo racional unido a lo real: lo universal (concreto). El Principio de Identidad. Su Identificacin Dialctica. El principio de Identidad fue formulado por primera vez como parte de una teora de la realidad del ser. Ese principio afirmaba algo tan general como que El ser es; esto puede ser explicado diciendo que todo objeto es idntico a s mismo.
Estas afirmaciones no son todava lgicas, pero con el tiempo, se reflexion
sobre las implicaciones lgicas de ese principio, logrando la formulacin lgicoformal del primer principio. Esa formulacin consisti en la afirmacin de la verdad de un juicio cuyo objeto sea idntico al predicado (ese tipo de juicio se ha llamado juicio analtico). El primer principio lgico se ha resumido con la frmula: A es A. (HENRI LEFEBVRE, 1970, pg. 211): La lgica formal afirma que el ser (cada ser) es lo que es, y la metafsica pretenda sacar de ello una definicin absoluta del ser (y de las verdades eternas sobre el ser). Todo devenir es comienzo: lo que no era, lo que an no es, va a ser, pasa de la nada al ser. Y todo devenir es fin. Lo que acaba deja de ser, va del ser a la nada e igualmente de la nada al ser. Esto no significa que estn vinculados, por al contrario, que se les toma en su relacin, que es una relacin de exclusin activa uno de otro (no de exclusin formal, pues en la forma los contrarios subsisten simultneamente, y estticamente en el espritu), de tal suerte que cada uno de ellos, el ser y la nada, desaparece inmediatamente en su contrario. La contradiccin dialctica debe ser tomada como sntoma de la realidad. Slo es real lo que presenta contradicciones, lo que presenta como unidad de contradicciones. Pero solo hacemos esto para promover este principio a un nivel superior, y superarlo al mismo tiempo que lo conservamos: a) La contradiccin, el ser contradictorio y sus momentos son determinados. Son lo que son. b) La contradiccin dialctica no es solo contradiccin exterior (exterioridad de los trminos contradictorios), son unas de las contradicciones, IDENTIDAD. Segn Hegel con esta preposicin todas las cosas son contradictorias en s mismas. Pues se expresa la verdad concreta; y que preciso destruir ese prejuicio de la antigua lgica, segn el cual la contradiccin no sera una determinacin tan esencial como la identidad. La identidad necesita de la contradiccin, de no ser as se estanca. De tal manera cuando el ser y la nada se confrontan, activamente, debe superarse o desaparecer.