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Fernando Fueyo Laneri CUMPLIMIENTO E INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES Tercera edicién actualizada por el Profesor Gonzalo Figueroa Yanez SES, OREN SERA Eee ee aang eee bn SaNeaMnn Woe ETE RL See cida, almacenada o transmitida en manera alguna ni por ningiin medio, ya sen eléctrico, quimico, mecénico, dptico, de grabacién o de fotocopia, sin permiso previo del editor. © FERNANDO FUEYO LANERT © EDITORIAL JURIDIGA DE CHILE Carmen 8, 4° piso, Santiago Registro de Propiedad Intelectual Inscripcién N° 140.728, afio 2004 Santiago - Chile Se terminé de imprimir esta tercera edicién actualizada de 1.000 ejemplares en el mes de julio de 2004 IMPRESORES: Imprenta Salesianos §, A. IMPRESO EN CHILE / PRINTED IN CHILE ISBN 956-10-1556-.0 FERNANDO FUEYO LANERI Profesor Extraordinario y Titular de Derecho Civil de la Universidad de Chile Li Director del Departamento de Derecho Privado de la Universidad de Chile Profesor Titular de Derecho Civil de la Universidad Diego Portales Académico Honorario de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislacién, Madrid Profesor Honorario de la Universidad Externado de Colombia Profesor Honorario de la Universidad Notarial Argentina Abogado Integrante de la Excma. Corte Suprema de Justicia CUMPLIMIENTO E INCUMPLIMJENTO DE LAS OBLIGACIONES 3° EDICION ACTUALIZADA. Esta obra ha sido actualizada por la Fundacién Fernando Fueyo Laneri, bajo la direcci6n del Profesor Gonzalo Figueroa Yariez, Director de Investigaciones de la Fundacion EDITORIAL JURIDICA DE CHILE PROLOGO A LA TERCERA EDICION Corresponde a la Editorial Juridica de Chile la iniciativa para ree- ditar una de las obras sefieras del profesor Fernando Fueyo Lane- ri, transcurridos ya casi catorce afios desde la aparicién de la segunda edicién de su Cumplimiento e Incumplimionto da las Obiiga- ciones. Recurrié para ello a la Fundacién que ostenta su. nombre, Ja que entregé al suscrito su actualizacién. La tercera edicién, que ahora presentamos, ha afiadido a la ex tensa jurisprudencia que contenja la edici6n originaria, un conjun- to de nuevas sentencias dictadas después de que se pusiera en circulacién la segunda. Especialmente importantes nos parecen aquellas que terminaron acogiendo la reparacién del dafio moral con motivo del incumplimiento contractual. En esta materia, esta tercera edicién recoge también parte de la contribucién que ha efectuado la doctrina nacional en estos tiltimos aiios. Pensamos, en consecuencia, que la presente edicién no sdlo ha resultado actua- lizada, sino también enriquecida. En la redacci6n, el suscrito ha contado con la inapreciable con- tribucién de la sefiora Bernardita Briones Maira, profesora de De- recho Civil de la Universidad Diego Portales. Santiago, julio de 2004 GONZALO FIGUEROA YANEZ Director de Investigaciones Fundacion Fernando Fueyo Laneri PROLUGCO A Lh, DEN U INDIE TIDES Cuando en 1958 profesé un Curso sobre Cumplimiento e incumpli- miento de las obligaciones, en el nivel de 5° afio de la carrera de De- recho, a modo de especializacién 0 perfeccionamiento, segtin esté dispuesto en el estatuto funcional de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, a la que pertenezco, redacté ex profeso un texto completo y prolijo que me hiciera ciertamente responsable de mis exposiciones de clase y que a la vez pusiera una nota de per durabilidad al esfuerzo del profesor. Editorial Universitaria, de propiedad de la Universidad ya cilas da, se encargé de publicar un niimero reducido de ejemplares, a mimeégrafo, destinados exclusivamente a los estudiantes cle exe Curso. Transcurridos mas de 30 afios, decidi revisar totalmente el tex- to original. De ello han resultado correcciones y complemen laclo- nes, Sobre todo, agregaciones de Partes nuevas de substanctal importancia. También una nueya sistematizacién. Naturalmente, en la totalidad del trabajo, considerando bibliografia y jurisprudencla de nuestros dias. Raz6n tienen aquellos que piensan que la prime- ra edicién de un libro es como un mero ensayo de lo que podré hacerse mds tarde en torno a lo escrito anteriormente y por pri- mera vez. EL AUTOR INTRODUCCION DE LA OBLIGACION EN GENERAL 1, SITUACION DEL TEMA DE LAS OBLIGACIONES DENTRQn DEL DERECHO CIVIL Y SU CONTENIDO GENERAL: « i Si hubiera que sefialar sélo cuatro instituciones mayores, comprenr sivas de todo el Derecho Civil y a la vez receptaculos de otras meno- res, ellas serfan la persona, la familia, el patrimonio y la asociacién, Esto es, el sujeto de derecho en quien se refunden los bienes y derechos de la personalidad; Ja familia 0 agrupacién social prima- ria, célula de la sociedad, en donde se realizan las mas completas y variadas actividades del ser; el patrimonio, angulo fundamentalmen- te econémico, que retine en si todos los derechos reales y los cré- ditos, mas buena parte de la sucesién por causa de muerte, y, Finalmente, la asociaci6n, que es agrupacién de sujetos, con acen- to en la colaboraci6n y la solidaridad, para un fin social y prove- choso, sea que se persiga 0 no el lucro. Es en el anchuroso campo de la institucién mayor del “patri- monio” donde se sittia, en general, nuestro tema del Derecho de Obli- gaciones. Dentro del ambito del patrimonio esta vez se deja a un lado lo concerniente a los derechos reales, que al decir de la teorfa cla- sica, aceptada por muchos Cédigos —el nuestro también-, consti- tuyén contactos y poderes directos del titular de ellos en relaci6n con una cosa determinada, sin respecto a una persona dada. La teorfa clasica, con todo, no es la que hoy esta en boga ni menos me satisface. Excluidos los derechos reales, resta la otra importante catego- ria de derechos patrimoniales, esto es, los personales o de crédito, en los cuales el derecho satisface su contenido a través de otro su- jeto, Hamado deudor, quien ha contraido el deber juridico de dar, 13 (CUMPLIMIENTO E INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES hacer, no hacer 0 praestare algo, pudiendo ser constrefiido a ello, aun contra su voluntad, por medios coactivos. Estos derechos personales se miran, para nuestro fin, desde el Angulo opuesto de la obligacién, y mas que eso, como relacion juridica de obligacién completa, que se compone de sujetos, ob- jeto o prestacién, y el vinculo o nexo que une a los sujetos con ‘un contenido de derecho que hace valida y eficaz dicha relacion. Estos derechos personales dan lugar, pues, al estudio de la Teo- ria General de las Obligaciones, o Derecho de las Obligaciones, o simplemente las Obligaciones. ‘Tal Teorfa General de las Obligaciones comprende una parte extraordinariamente interesante, por ser medular y porque en tor no a ella giran casi todas las relaciones patrimoniales que ofrece la prictica. Es lo que se llama efectos de las obligaciones. La doctrina completa de estos “efectos de las obligaciones” com- prende: a) La teoria del cumplimiento de las obligaciones; b) Los medios compulsivos destinados a obtener el cumpli- miento; c) La teoria del incumplimiento y sus consecuencias, y ch) La protecci6n o tutela juridica del acreedor, 0 como lo dice con mayor propiedad el Cédigo italiano de 1942, “los medios de con- servacién de la garantia patrimonial”.! En las explicaciones de catedra y en los textos consiguientes esta parte ha sido denominada “derechos auxiliares del acreedor”, nombre a mi juicio desafortunado. 9. EXTENSION RESTRINGIDA E INCOMPLETA QUE SUELE DARSE A LOS EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES Es tradicional, entre nosotros, que se defina tal materia de los efec- tos de la¥ obligaciones como “los derechos que la ley confiere al acreedor para exigir del deudor el cumplimiento exacto, integro y oportuno de la obligacién cuando éste no la cumple en todo o en parte o esté en mora de cumplirla”? 1s el nombre que en dicho Cédigo se da al Capitulo V del Libro VI, que, a su ver, se llama “De la tutela de los derechos”, El citado Capitulo se inicia con el art, 2900. ? En cualquier apunte de clase que se revise. 14 INTRODUCCION. DE LA OBLIGACION EN GENERAL En verdad, esa extensién dada al concepto es una parte de los efectos de las obligaciones, esto es, para el evento extraordinario de incumplimiento de la obligacién contraida, que es cuando el ordenamiento concede al acreedor los medios que le permitan, de alguna manera, restablecer la normalidad. Se omite, sin embargo, el efecto primero y principal de la obli- gacién, el que justamente se denomina normal, a la vez raz6n fun- damental tenida en cuenta particularmente por el acreedor al vincularse juridicamente. Se trata del efecto de cumplimiento, reali- zado esponténeamente y en conformidad al contenido efectivo de la obligacién. Es la razon fundamental por la cual ha contratado el acreedor y aun el propio deudor. Hecho el reparo a la sistematizaci6n tradicional,’ reitero que este trabajo comprendera los cuatro efectos que es posible distin- guir; ademés, se seguir4 el mismo orden sefialado en la enumera- cién hecha en el parrafo anterior. Por tiltimo, por una razén elemental y de légica, esos efectos de las obligaciones serdn tratados después de una breve parte intro- ductoria sobre la obligacin en si, que es el punto de partida. Si de una cosa hemos de estudiar cuatro efectos fundamentales y tras- cendentes, nada mas propio que empezar por decir algo sobre la cosa misma en si y de la cual nacen los susodichos efectos. 3. ETIMOLOGIA DE LA VOZ “OBLIGACION” Es interesante conocer la etimologia* de las palabras, y m4s atin en el caso de la voz obligacién, cuya etimologia acenttia su conteni- do, particularmente en su concepcién inicial. Obligatio proviene del latin. Se compone de dos elementos: ob, que significa “por”, “a causa de”, y ligatio, que significa “ligar”, “atar”, “amarrar”. Obligare significa, pues, ligar o atar alrededor.® 3 Como se hizo también en mi obra Derecho Givi, tomo LV, Da las Obligacionas, vol. I, pag. 223, Imprenta y Litografia Universo S.A., Santiago de Chile, 1958, * Origen de las palabras, ratz de donde derivan, Varrén la definié como el arte de hallar el origen de las palabras, 5 Bs precisamente a ese ligamen que puso acento la definicién de obligacién que se da en Las Siete Partidas de don Alfonso X el Sabio: “obligacién es el liga- mento que es fecho segund ley é segund natura". 15 (CUMPLIMIENTO E INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES 4, ACEPCIONES DE LA VOZ “OBLIGACION} Sin necesidad de referirse a las ocho distinciones que sefialaba Cle- mente de Diego, aqui se indicaran las acepciones propiamente subs- tantivas y de mayor interés. Se empezara por el sentido que excede a lo juridico, para con- tinuar con uno que es de contenido ambivalente en el campo del Derecho Publico y. del Derecho Privado, y luego con los sentidos juridicos patrimoniales que interesan para lo nuestro: a) La obligacién, en su acepcién mas amplia, es cualquier es- pecie de vinculo o sujecién de la persona, no importando su ori- gen y contenido, Se comprende, pues, toda obligacién o deber. Asi, se incluyen las “obligaciones” impuestas al individuo por la moral, los usos sociales, la religién, los sentimientos elevados, como el de gratitud, étc., y también las obligaciones que proceden de normas juridicas, sean éstas de la esfera privada o ptiblica. b) La obligacién, en sentido jurfdico amplio, toma una parte del enorme grupo aludido precedentemente, comprendiendo los casos de sujecién o vinculo regidos por el orden juridico, aunque sin separar las reglas de derecho piiblico y las de derecho privado. Por tanto, tienen también cabida en esta acepcién Jas obliga- ciones que arrancan de disposiciones constitucionales, o en gene- ral, del Derecho Piiblico,® como las obligaciones de pagar tributos al Estado, de prestar el servicio militar, de votar en las elecciones populares para cargos piiblicos o municipales, y otras. c) La obligacion en el sentido de relacién juridica restringida. Es la relacién obligatoria de cardcter personal y patrimonial, com- puesta de dos sujetos, el objeto y el vinculo juridico de que habla- ban los romanos, © Estas disposiciones son de orden piiblico. Con todo, siendo por su conteni- do y naturaleza cle orden privado, algunas normas, que podrfan seguir 0 introdu- cirse en Cédigos privados, son levadas y elevadas al rango de disposiciones constitucionales, con las ventajas consiguientes de preeminencia sobre las demas leyes, y de mucho mayor estabilidad por las mayores trabas para la reforma de las Constituciones. Tal cosa sucede, por ejemplo, con las disposiciones sobre igual- dad civil de la mujer frente al hombre, sea soltera 0 casada, y que se encuentran entre otras en la Constitucién Politica de Alemania y Occidental (art, 8), Como también las disposiciones sobre abuso del derecho y otras materias de derecho privado, que fueron consagradas expresamente en la Comstitucién de la Reptibli- ca de El Salvador, del afio 1950. 16 INTRODUCCION. DE LA OBLIGAGION EN GENERAL Se excluyen, pues, aquellas que resultan de las relaciones de familia, como en la relacién conyugal, con sus multiples deberes reciprocos entre conyuges, y en los deberes-funciones tipicos de las relaciones paterno-filiales, y tantos otros. Como también se marginan las obligaciones de cardcter real, aunque advirtiendo esta impropiedad en la adjetivacion. Es el caso de una cosa respondiendo de manera especial de una obligacién, sin afectacién del patrimonio del titular de la cosa, como cuando un tercero constituye hipoteca sobre una cosa propia para respon- der de una obligaci6n ajena. ch) La obligacién en el sentido pasivo de la relacién juridica completa. Se alude a lo que tiene de carga impositiva, al deber ju- ridico de dar, hacer 0 no hacer algo. Asi, se habla de la obligacién de pagar el precio, de entregar, de conservar, de restituir, de sa- near. Y aludiéndose a Ja persona del deudor respectivo, se dice: Pa- blo esta obligado a cumplir. Esta acepcién es una forma técnica desmembrada de la sefiala- da en la letra anterior, Es una subespecie que nos interesa también en este trabajo. d) La obligacién es sindénimo de titulo o documento en que consta el respectivo crédito, 5. EL CODIGO GIVIL CHILENO Y EL EMPLEO DE LA VO! “OBLIGACION” . Como expresa la célebre frase hoy ya repetida por todos— “la obli- gacién es la parte central del Derecho Patrimonial”, asi también podria decirse que el término obligacién es el verdaderamente cen- tral dentro del Derecho Patrimonial del Cédigo, tanto por la can- tidad enorme de sus aplicaciones como por la variedad de sentidos y adjetivaciones matizadas que se advierte en aquéllas. Nuestro Cédigo emplea el substantivo “obligacién(es)”, y sus congéneres “obligado(a) (s)”, “obligar(se)” y “obligatoria”, mas de 600 veces.” * Todos los casos, haciéndose 297 clasificaciones primarias, correspondientes a todos los términos anotados arriba, se encuentran en Fueyo Laneri, Repertorio del CBdigo Civil chileno, tomo II, Editorial Juridica EdiarConosur Ltda., edicién re- visada y actualizada, Santiago de Chile, 1986. ik CUMPLIMIENTO & INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES Facil es comprender que en tantas aplicaciones deban estar in- cluidas las acepciones antes dichas, y otras, aunque no sea mas que Ja consecuencia de la infaltable ley de la variedad en caso de cifras altas. Obviamente, a contar de 1858, fecha de promulgacién de nuestro Cédigo, la nocién de obligacién evolucioné y se extendié a derivaciones 0 matices ignorados en el Cédigo original. 6. LA OBLIGACION ES RESULTADO NECESARIO DE LA ECONOMIA. Nunca mas oportuno que ahora para hacer referencia a los intere- sates y, a veces, profundos contactos de las ciencias sociales entre sf. Aqui es el caso del Derecho jugando paralelamente con la eco- nomia, en los campos especificos de cada una de estas ciencias-dis- ciplinas* El hombre requiere de cosas o hechos titiles que sirvan para satisfacer sus necesidades. Puede obtenerlo directamente de las cosas mismas, sea consu- miéndolas, sea extrayendo de ellas sus-frutos. Pero también puede conseguir de una persona la cosa, un he- cho 0 una abstenci6n ttil, tendente a Ia misma finalidad de satis- facerse necesidades. Entonces nace la relacién juridica de obliga- cién, que comprende un deudor que debe realizar una prestaci6n o abstenerse de algo, y un acreedor que adquiere un‘derecho per sonal a través del cual obtendra el beneficio consiguiente. Este dar y recibir continuo y en todas las direcciones no podria suspenderse 0 evitarse, a menos que se intentara contradecir un fendémeno natural e inmutable. Siempre serdn precisos el cambio y circulacién de los bienes, pasando de una economia privada a otra. : Cada individuo no produce, en efecto, lo mismo que necesita. Fuera de ser antieconémico, es absolutamente imposible de lograr en la realidad moderna? ® De abf la frase de ser el Derecho de las Obligaciones el Derecho de los ne- gocios, puesto que esta rama del Derecho Civil esta en intima relacién con Ia vida econémica. ® La situacién excepcional se encontrarfa en un medio salvaje, en que una pequeiia horda (comunidad de salvajes sin domicilio) viviera de su propia activi dad bajo la circunstancia, para estos efectos favorable, de tener escasas necesida- des. Asi, los individuos podrfan mantenerse de su propia caza y pesca. 18 INTRODUCCION, DE LA OBLIGACION EN GENERAL Siempre hay, por un lado, una produccién mayor de determina- das cosas que se necesitan directamente para la vida, y, por otro, nece- sidades diferentes que quedan insatisfechas con tal producto; el exceso, entonces, sirve para cambiarlo por otros bienes iitiles o dinero, Aun entre los campesinos es aplicable el principio, pues éstos jams limitan su actividad a s6lo aquello que precisan para el sus- tento propio. Al margen de la produccién de cosas en un exceso necesario para el intercambio y circulacién, est la prestacién de servicios a cam- bio de una recompensa, llamase ésta sueldo o salario, con todos sus accesorios que por ley les corresponden. La complejidad y ampulosidad de la vida moderna en general, especialmente en los centros muy poblados, hace que la produccién propia de muchos, que forma gran mayoria, consista precisamente en servicios personales, materiales o inmateriales, que se prestan a otro, que es, a veces, el que produce lo itil para el consumo. En este caso se intercambian servicios por dinero y se da origen ala obligaci6n en materia contractual del trabajo, fuertemente regi- da o intervenida por la autoridad publica, reduciéndose considera blemente el campo de la autonomia de la voluntad privada,!? La economia moderna, que podriamos considerarla en el lempo a contar del Mercado Comin Europeo, después de la Segunda Guerra Mundial, ha hecho que el antecedente econémico de Ia obligacién sea profundo, amplio y complejo. Agréguese que, dentro de un Dere- cho nuevo, antes impredecible, a su rica especialidad suma una nece- saria interdisciplina. Por consiguiente, lo dicho antes corresponde al Derecho tradicional o de rutina, hoy ya muy superado. 7. DEFINICION DE OBLIGACION No es facil seleccionar definiciones de obligaci6n entre las muchas que se han formulado considerando las épocas, las diversas con- cepciones sobre el vinculum juris o médula de la relaci6n y, en fin, segtin la mayor o menor ponderacién de elementos 0 angulos: ® Son tan especiales, y a la vez excepcionales, las reglas de las relaciones del trabajo, que modernamente han dado lugar a la formacion del llamado “Dere- cho del Trabajo o Laboral”, y aun dentro de él se contemplan pequefios ordena- mientos orginicos, tal como, con motivo de las asociaciones de trabajadores, el “Derecho Sindical”. 19 CUMPLIMIENTO E INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONE: a) “Obligaci6n es un vinculo de derecho, por lo cual tenemos necesidad de prestar alguna cosa en conformidad con las leyes de nuestra ciudad”. Es la definici6n, fundamental e inspiradora de mu- chas posteriores, recogida en las Instituciones Imperiales de Justiniano." b) “La substancia de las obligaciones consiste no en que se haga nuestra alguna cosa corpérea o una servidumbre, sino en que se constrifa a otro a darnos, a hacernos o a prestarnos alguna cosa”. Es la definicién, igualmente clasica, de PAULO.” En ella se hace comparaci6n con los efectos de los derechos re: ile yal mismo tiem- po se realza el lado activo de la relacién de obligacién. c) “Relacién de derecho entre dos personas, por la que una (acreedor) estd autorizada para exigir de la otra (deudor) una pres tacién”. Definicién de MITTEIS, citada por Ignacio de Casso y otros. ch) Obligacién es una relacién de derecho entre dos o més per- sonas, en virtud de la cual una parte, llamada deudor, debe cum- plir una prestacién determinada en favor de otra, llamada acteedor, quien tiene la facultad de exigirla, constrifiendo a la primera por Jos medios coercitivos dispuestos por la ley. Esta definicién es muy semejante a la de la letra anterior, siendo solamente mas explicita. d) Con un criterio juridico-sociolégico podria decirse que obli- gaci6n es la relaci6n juridica establecida entre dos o més personas y dirigida a que una de ellas obtenga determinados biencs, servi- cios o ventajas a través de la conducta cooperadora de otra, 0 bien al intercambio reciproco de bienes, servicios 0 ventajas mediante una mutua conducta de cooperacién o de solidaridad. e) Las definiciones precedentes, con todo, tienen de comin la subordinacion del deudor hacia el acreedor, en un plano inclina- do en que los derechos son todos del acreedor, y los deberes co- rresponden todos al deudor. - Modernamente se advierte, sin embargo, una rectificacién a tal criterio absolutista, corrigiéndose el desnivel mediante el recono- cimiento de derechos al deudor y la imposicién de deberes al acreedor; todo ello dentro de Ia misma relacién obligacional." " Amoldo Vinnio, Comentario académico y forense alos cuatro libros de las Insttu- ciones Imperiales de Justiniano, traduccién: D.I.L. y B., tomo II, pag. 108, Estableci- miento Tipografico de D. Juan Oliveres, Impresor de $.M., Barcelona, 1847. ® Derecho 44, 7, 8 pr '° Diccionario de Derecho Privado, tomo II, “Obligacién”, pag. 2785, Editorial La- bor, Madrid, 1950. : '* Esta tendencia no se observa tinicamente en el campo de la obligacién en si. Del mismo modo, la mora del acreedor no se encuentra tan rezagada en los nuevos ordenamientos positivos, como si no tuviera relevancia 20 INTRODUCGION. DE LA OBLIGACION EN GENERAL. Conforme a lo dicho, puede darse la siguiente definicion: Es una relaciéon de derecho entre dos 0 mas Personas, en cuya virtud una parte tiene cl deber juridico de satisfacer una prestacién determinada en favor de otra, a la vez que el derecho a que el poder del acreedor no se exceda en sus limites, ya ser liberada al tiempo del cumplimiento, y la otra parte la facultad de exigir tal prestacién, aun coercitivamente, ala vez que el deber de no excederse en su pretensién,!=6 £) Los Cédigos no definen Ia obligaci6n, aun el nuestro tan dado a defini, como tampoco los mas modernos y que reflejan gran avan- ce de la ciencia privatista. Clara demostracién de la negativa deliberada a la definicién —con- cretamente del concepto de obligacién— es que el Cédigo italiano no la contiene, por decision fundada de Ultima hora. En efecto, el lamado Proyecto Definitive’ daba una definicion en elart, 1° del Libro de las Obligaciones, que decia: “es un vinew. lo en virtud del cual el deudor esta obligado con respecto al acre. dor a una prestacin positiva o negativa”. Y acto seguido, en el art. 2°, se agreguba: “el deudor responde del incumplimiento de la obligacién con todos sus bienes”.!8 " Esta definici6n se conforma con la concepcién que sobre la materia expe sa Luigi Bagodini, profesor de la Universidad de Siena, en su articule de la relacién juridica, traduccion al espaol, en “Anuario de Derecho (i tomo I, fasciculo I, Madrid, 1950, *° Esta concepcién de obligacién ha sido reiterada por autores mis moder Hos, quienes han sefialado que obligaci6n es: “La relacién juriclica entablecila entre dos personas y dirigida a que una de ellas obtenga detcrminadlon hiehen nay Wi cios a través de la cooperacién de otra, o bien al intercambies rex {proce de bienes Yservicios mediante una reciproca cooperaci6n”. Asimismo el ititor auntie ne que “La relaci6n obligatoria posee una indudable naturaleza oration (..) os 4 summa, una situacion vital institucionalizada. De ello deriva el que tile lon derech i cultades, deberes, cargas, etc., aparezcan orgénicamente aj upralo on many ala relacion (...) No es exclusivamente el derecho den contta HOI gIE Y OL de ber del otro de realizar una prestacién” (Diex-Picare, Latin, Culley Antonio, Sis tema de Derecho Civil, Editorial Tecnos, 7 edicion, Madrid, 10h pig 127) Asimismo Karl Larenz, en su Derecho de Obligucianes, Ke, Revista tle Deveelen Price do, Madrid, 1958, pag. 18, sefiala que la "Relacidn de obligaclon or aguelia ne la Gon juridica por la que dos © mis personas se obligan a cumplit y wdquieren ef derecho a exigir determinadas prestaciones” (N, del I.) Anterior en el tiempo al Proyecto Miniaterial '“ Esto ha hecho decir chioni que ef nuevo Codigo tatiana distinygue et deber de prestacién (debitum, Schuld) y el deber de rexponsabitidad (obligatium, Haf tung), como elementos de la obligacion (HL Linu de las Obtigaciones del nuevo Cody Givil italiano, en Revista de Derecho Privad, juyg. V7, Machic aluil de 111) Votas avered Dili 7, 21 CUMPLIMIENTO E INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES Sin embargo, ambos articulos desaparecieron en el proyecto ita- liano aprobado. 8, EVOLUCION HISTORICA DEL CONCEPTO DE OBLIGACION En la legislacién romana primitiva la nula distincion entre derechos sobre objetos materiales 0 sobre seres humanos vivientes, hizo na- tural y valido el poder o seftorio del acreedor sobre la persona misma del deudor, abarcando su propio cuerpo, su vida, su libertad fisica y su honor, lo que hoy llamariamos sus derechos de la personalidad. El conjunto de facultades pertinentes quedaron encerradas bajo el nombre genérico de manus, teniendo ésta un cardcter real, in- mediato y absoluto. Y Jo real valfa tanto para las relaciones sobre cosas como sobre personas. Facil es entender, entonces, la ninguna diferenciacién entre derecho personal y derecho real, puesto que ambos se confundian en el concepto tinico y uniforme de la manus. El nacimiento como ser libre, por otra parte, no era un estado irrevocable. Asi, una persona, y aun tratindose de un jefe de fami- lia, pasaba del estado de libre al de retenido, en prisién verdade- ra, en casa del acreedor, Podia ser a causa de un préstamo no reembolsado o de algiin delito civil que no habia sido reparado en debida forma. : Como medida de precaucién, el incumplidor permanecfa ata- do de cadenas en casa del acreedor, y tomaba el nombre de obliga- tio, aludiendo a su situaci6n material. El obligado es, pues, un individuo encadenado por otro al que le debe algo en forma de nexum. : La obligacién en esta etapa, como es facil advertirlo, aparece re- presentada por un estado material, ostensible, de sumision del deu- dor frente a su acreedor, aun encadenado por éste en su propia casa. La afectacin directa de la persona del deudor, como concep- cién estructural de la obligacién, no tuvo, sin embargo, aplicaci6n en Roma, superada la época primitiva. : La posicién de los deudores, afectados en su persona directa- mente, fue la misma en todas partes 7 La ejecucién forzada de Ia obligacin, o derecho de ejecucion, se manifestaba con igual cardcter, aunque con diversos matices, se- gtin los casos. 22 INTRODUCCION, DE LA OBLIGACION EN GENERAL Asi, daba origen.a la esclavitud, o a la servidumbre del deudor, su venta 0 su dacién en prenda, o bien a la utilizacién de sus servi- cios personales. Sin contar el caso, como sucedié en Atenas, del castigo con la pena de muerte por incumplimiento de una obligaci6n. En la India, conforme al Cédigo de Mani, considerado como el més antiguo de los Cédigos, el acreedor tenia a su disposicién, par- ticularmente, los siguientes apremios graduables: la via amistosa, Ja coaccidn privada, la reduccién del deudor a servidumbre y tra- bajo forzado hasta lograrse el pago, el apoderamiento de una cosa del deudor o retencién de la cosa depositada por éste y, por tilti- mo, la costumbre muy generalizada de situarse a la puerta del deu- dor, obstaculizando su salida y el ejercicio de sus actividades habituales, y con miras a llegar a producir la muerte por hambre.!® A mediados del siglo V, se sustituye en Roma Ja noclén primiti- va del obligado (obligati) por el concepto absiracio de la obligacién y, asi, el derecho del acreedor sobre el cuerpo del deudor se trans- forma en un poder sobre su voluntad. Al respecto las leyes Poetilia y Valliaresponden a este nuevo esta- do de cosas. “Por la primera, el deudor no se expone a perder su libertad. Sus bienes y no su cuerpo son la garantia de su obligacién. La fa- milia del deudor debe prestar sus servicios al acreedor hasta que la deuda sea satisfecha. "Por la segunda, todo deudor puede sustraerse a la privada coac- cidén de que era amenazado por parte del acreedor y defenderse en justicia sin necesidad de un vindex.””” El cambio, pues, resulta enorme y trascendental. Las relacio- nes personales entre el acreedor y e! deudor-pasan de un estado de encadenamiento material a la concepcién de un vinculo moral entre ambos. El poder fisico del acreedor sobre el cuerpo del deudor se trans- forma en un cierto poder o sefiorio sobre su voluntad. La garantia de la obligacién no radica tanto en la persona del deudor como en su pairimonio, que en adelante sera el objeto de Ja persecucién forzada. No serfa raro que éste fuera el precedente, aunque con variaciones, del llamado “punto fijo” de nuestros tiempos. % Clemente de Diego, La transmisibitidad de las obligaciones, pig. 74, Librerfa General de Victoriano Suarez, Madrid, 1912. 23 CUMPLIMIENTO E INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIO NES La evolucién marca, a Ja vez, una nueva concepci6n sobre el ser humano, particularmente sobre la debida consideracién a su persona y sus derechos, llamados éstos “derechos de la personali- dad”. Habia florecido el derecho nuestra propia dignidad humana y a nuestra libertad fisica y espiritual. : La mutacién, sin embargo, avanzaria cada vez mds en relaci6n con la estructura de la relacién juridica, segtin podra apreciarse mas adelante. Lo més importante, con todo, ya estaba salvado. 9, EVOLUCION COINCIDENTE Y MAS © MENOS PARALELA DE LOS CONCEPTOS DE DELITO, DELINCUENTE Y PENA. La circunstancia de que la cieneia penal tenga también por sujeto ala persona; y de manera atm més viva, invita a referir el cambio operado en el concepto de responsabilidad penal, de persona del delincuente, y la naturaleza, forma de aplicacién y cuantia de las penas a través del tiempo. : La responsabilidad penal, en su. evolucién, ha dado origen a doctrinas bien marcadas entre si. La. clasificacién tradicional dis- tingue a los clasicos, los positivistas y a los que sustentan doctrinas modernas. Estas tiltimas han venido a dirimir la disputa entre los extremos clasico y positivista, y han ahondado en la consideracién real y cientifica del individuo. : En cuanto a las penas, segtin su naturaleza, forma de aplicacién y cuantia, se observa una gran evolucin, que conviene destacar. La pena tiene su primera expresién en la venganza privada, que tomaba el ofendido o su familia en contra del ofensor y la suya. La solidaridad de los miembros de uno y otro bando dio ori- gen a grandes guerras privadas, que causaron hasta la extincién de numerosas familias. Incluso el cine de nuestros dias nos presenta a menudo temas de esta espécie, con guerrillas de venganza que duran varias generaciones; de contenido no tan novelesco como pudiera parecer a primera vista. Luego de pasar por un ambiente de anarquia, la venganza priva- da es encauzada y morigerada por el poder pubblico, Ilevandosela a la legalidad, con su reconocimiento, reglamentacién y limitaciones. El proceso deriva en seguida a una etapa humanitaria. Surgen Jas penas que han de cumplirse en establecimientos especiales, como las de prisién y presidio, en carceles 0 penitenciarias. Estas, conforme a la tendencia doctrinal, deben mejorar de condiciones 24 INTRODUGGION, DE LA OBLIGACION EN GENERAL con miras a lareforma moral del delincuente, lo que imprime a la pena el llamado sentido correccional. Los establecimieritos respec- tivos cambiaron sus nombres por centros de rehabilitacién, sin con- tar que se humanizaron. La pobreza de las naciones no ha podido hacer realidad esto tiltimo, manteniéndose, lamentablemente, ni- veles ciertamente primitivos. Las penas, en cuanto a su naturaleza eran muchas. Partiéndose, segiin el grado de intensidad y frecuencia, con la pena de muerte, le seguian otras, como las siguientes: mutilaciones de manos, pies, nari- ces, orejas, sea o no con criterio talonial; la marca con hierro canden- te; los azotes suministrados en variadas formas; la exposicién del delincuente al sol, untado con miel; y otras varias formas de torturas, que con ojos de nuestros dias nos parecen realmente inconcebibles.?! Todas estas penas han desaparecido de las legislaciones actua- les, a excepcién de la de muerte, de aplicacién muy excepcional en los casos de delitos extremadamente graves, acompaiiados de circunstancias calificadas, Por lo demas, se la tacha de inconyenien- te y muchos abogan por que sea suprimida, aduciéndose principios Juridicos, sociales, morales y religiosos. En los tiltimos tiempos la pena de muerte tiende a su eliminacién en las legislaciones.® La pena de azotes, antes mencionada, es la otra que atin se con- serva, aunque bajo formas limitadas, siendo de uso infrecuente. Las demas penas sefialadas mds arriba por via ejemplar, estan consideradas hoy como contrarias a las costumbres y sentimientos de los pueblos civilizados. En un verdadero atentado contra la dig- nidad del hombre. Ademés, su aplicacién publica seria imposible a causa de su ac- cién desmoralizadora, no sélo en los seres sancionados,.sino en los extrafios, y aun en los que se encargaran de ejecutarlas material- mente, que se sentirian asaz ofendidos, humillados 0 envilecidos. En nuestros dias ni siquiera se admiten actos de brutalidad y abuso en contra de los animales, prohibiéndose y castigindose ta- les actos por ir en contra de sentimientos elementales del hombre. Con mayor razén debemos entenderlo respecto de seres humanos. 3 Ferdinand Mitton, Tortras y suplicios a través de las edades, Parts, 1908. ® En nuestro pais, la pena de muerte fue abolida por la Ley N° 19.784, pu- blicada en el Diario Oficial de fecha 5 de junio. ce 2001, Posteriormente esta ley ha sido complementada por varios textos legales, entre los cuales se encuentra la Ley N° 19.804, publicada en el Diario Oficial de 24 cle mayo de 2002, que fue una ley adecuatoria importante en la materia (N. del E.). 25 CUMPLIMIENTO E INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES 10. LA RELACION JURIDICA DE OBLIGACION ES RESULTANTE DE LA ACTIVIDAD HUMANA REGIDA. POR EL ORDEN JURIDICO. La relacién obligatoria que une.a determinados sujetos, que se pro- duce a diario en la vida real, es el resultado de cierta actividad o con- ducta humana que juega en un ambiente regido por un orden juridico. Esa actividad 0 conducta humana es el primer supuesto, y debe referirse a aspectos o manifestaciones regidos por el Derecho, pues de otro modo escaparian de su esfera. Pero se precisa de un or den juridico,® segundo supuesto para la formacién de la relacion juridica, que valore esas vinculaciones entre individuos. En suma, cada relaci6n juridica individual es una relacién en- tre dos o mas personas, determinada por una regla juridica. Se dis- tinguen, en consecuencia, el elemento material, que es la relacién en si, y el elemento formal, por el cual la relacién de hecho es ele- vada a forma juridica, De este modo esa relacién de hecho es re- cogida, regulada y asegurada por el orden juridico.%# 11. CONCEPTO DE RELACION JURIDICA EN GENERAL Como la obligacién juridica patrimonial es una de las variadisimas relaciones entre personas, es preciso empezar por decir lo que es relaci6n juridica. Las relaciones humanas son alcanzadas por el orden juridico, determinandolas, disciplinandolas, y asegurandolas, como ya se dijo. El Derecho, pues, no crea de hecho los elementos 0 términos de la relacién, sino que los encuentra ya naturalmente constituidos. % “EI orden juridico es un estado de coherencia y armonfa social, necesario, fundado on la avaluacién de las relaciones humanas, segtin criterio de legitimidad. "El orden jurfdico se compone de dos elementos: Uno de naturaleza mate- rial, externo. Es la seguridad, y se obtiene por normas juridicas positivas, coexis- tentes con una organizacién judicial y adiinistrativa capaz de imponerlas efectivamente, *EL otro elemento es de cardcter ideal, interno, Es la justicia ideal, con los caracteres concretos de dar a cada uno lo que es suyo. Cada época y cada pueblo fijan caracteres determinados para el cumplimiento de este fin ideal” (Enrique Martinez Paz, Tratado de Filosofia del Derecho, pags. 266 y 268, Editorial Liwack, Cér- doba, Argentina, 1951). * Federico Carlos von Savigny, Los fundamentos de le ciencia julitica, pag. 188, edi- cién con otros trabajos de diferentes autores, Editorial Losada, Buenos Aires, 1949. 26 INTRODUCCION. DE LA OBLIGAGION EN GENEKAL DEL VECGHIO define la relaci6n juridica de la siguiente mane- ra: “Un vinculo entre personas, en mérito del cual una de ellas pue- de pretender algo alo que la otra estd obligada”> Separando las relaciones de cardcter politico o pubblico, que es- tan destinadas a organizar el Estado, pueden distinguirse varios ti- pos de relaciones jurfdicas privadas o civiles, Tales como: a) Relaciones juridicas de estado, que permiten diferenciar a quie- nes son personas de los que no lo son, quiénes son nacionales y extranjeros, emancipados y bajo patria potestad, solteros, casados 0 viudos, etc. b) Relaciones juridicas familiares, entre los muiembros de una fa- milia, que sittian a cada uno de ellos en el grupo, con determina dos derechos, inclusive el de reclamar su estado. c) Relaciones juridicas del trabajo, con caracteristicas propias, es- pecialmente por la intervencin del Estado y la mengua de la au- tonomia de la voluntad en favor de un orden piiblico laboral. ch) Relaciones juridicas tributarias, caya subs tantividad es tan real y trascendente, que esa misma relacién ha dado el motivo y el nom- bre a un interesantisimo estudio.”* : Y podrian enumerarse otras relaciones por via ejemplar, aun. se fakindose algunas en atencién a otros puntos de vista de clasificacién.” 12. LA RELAGION JURIDICA PATRIMONIAL DE OBLIGACION Es una de las tantas formas que puede adoptar Ia relacién juridi- ca. Se trata de relacién entre personas, con derechos y deberes, unilaterales o reciprocos, acerca de algo que puede consistir en una prestacidn o en una abstencién. . En el campo del Derecho Piiblico, del Derecho de Familia, y aun de éste en sus prolongaciones patrimoniales,” habra obliga- ciones, llamadas asf con toda la propiedad que se quiera, pero ellas no representaran la relacin jurtdica de obligacién, en el sentido es- tricto que aqui se emplea y que a nosotros interesa. n, revisada por Luis Legaz y Lacambra, pag. 414, 2% Filosofia del Derecho, 6° edi Editorial Bosch, Barcelona, 1953. f 8 35]. Perulles, Le relaciin juridico-tributaria, 525 paginas, Rditorial Bosch, Bar celona, 1957. : | 2 Ver Federico de Castro y Bravo, Derecho Civil de Espaita, Parte General, tomo I, pig. 560, 2% edicién, Instituto de Estudios Politicos, Madrid, 1949, 3 Que en todo caso estén condicionadas a los estados 0 slalus de familia. 27 CUMPLIMIENTO E INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES 13, ENUNCIAGION DE LOS ELEMENTOS QUE INTEGRAN LA RELACION JURIDICA DE OBLIGACION La relaci6n juridica de obligacién esta integrada por tres elemen- tos claramente diferenciados. Un elemenio personal, representado por dos sujetos de la relacién, uno llamado deudor y el otro acreedor, sin desconocerse la posibi- lidad de ser plurales los sujetos de uno u otro bando; sin contar la alternativa frecuente de reunirse en un mismo sujeto las calidades simultdneas de deudor y acreedor, como sucede cuando el contra- to es bilateral. Un elemento real, que es objeto de la relacién, y que puede con- sistir en dar, hacer, no hacer y prestar, Viene a ser la prestacién 0 Ja abstencién. Un élemento decisorio, esencialmente juridico, que da el contenido del ligamen en que se encuentran las personas obligadas. Es denomi- nado vinculo juridico, conforme al nexo material de los romanos,” y, mas modernamente, relacién juridica en sentido estricto. A continuacién se hard un anilisis de cada uno de estos ele- mentos. 14, ELEMENTO PERSONAL O SUBJETIVO DE LA RELACION JURIDICA DE OBLIGACION Es posible advertir una evoluci6n respecto del sujeto considerado en si. El Derecho romano antiguo considera sélo al ciudadano como persona capaz de adquirir derechos y ejercitarlos. Excluye a otras dos categorias, esto es, los extranjeros y los esclavos. Mas tarde se llega a la noci6n, en cierto modo universal, de la personalidad del hombre. Se considera sujeto de derecho a todos Jos hombres, por el solo hecho del nacimiento. Aun mis, se consi- dera un germen de derecho en la criatura que se encuentra actual- mente en el yientre materno, que los adquirird si nace viva. Pero la evolucién no termina aqui. Algunas actividades necesita- ron de la agrupacién de hombres dirigidos a una finalidad comin, por lo que se crearon entes no humanos con capacidad plena, a la vez sujetos de derechos. Son las Ilamadas personas juridicas, aunque con cierta impropiedad, porque las naturales también son juridicas.° Por ® Vinculum juris de los romanos. ® Por eso se las ha llamado complejas, con més propiedad. 28 INTRODUCCION. DE LA OBLIGACION EN GENERAL eso es mas propio llamarlas personas colectivas, como lo hacen algu- nos de los Cédigos mds modernos. La figura se encuadra, ademas, en la sistematizacién del Derecho de Asociacién y ni siquiera en la divi- si6n del Derecho de las Personas, como sigue sucediendo errénea- mente en todos los Cédigos, aun los mas modernos. En la relacién juridica de obligacién las personas deben ser a lo menos dos. Uno es sujeto pasivo, obligado al cumplimiento del deber juridico, y se denomina deudor. El otro es sujeto activo, titu- lar del derecho subjetivo de crédito o derecho de obligacién, y se llama acreedor, Deudor, debitor; debitore, débitewr, devedor, Schuldner, es el nombre del sujeto pasiyo en nuestro idioma, latin, italiano, francés, portu- gués y aleman, respectivamente. Si bien los sujetos son corrientemente dos, pueden ser més, tanto del lado pasivo como activo. Se producen, entonces, las obligaciones pluripersonales, con multiplicidad de deudores, de acreedores 0 de ambos. La posicién de deudor, y la de acreedor también, puede repetirse simulténeamente en cada una de las partes de la relaci6n, como ya se dijo. Asi, cada parte puede ser deudora y acreedora a la vez respecto de prestaciones diferentes. Es el caso de los contratos bilaterales o de obligaciones reciprocas, que en la practica constituyen mayoria. ‘15. LA PRESTACION O ELEMENTO REAL DE LA RELACION JURIDICA DE OBLIGACION La actividad o conducta de los sujetos de la relacién esté encami- hada a la circulacién de algo, que proporcionara el deudor y que puede consistir en dar, hacer, no hacer y praestare alguna cosa. Es la actividad 0 conducta del deudor la que esté comprometi- da, actividad o conducta que debe desarrollar en direccién a una prestaci6n o a una abstencién. El dar del deudor ~en sentido amplio— consiste en la entrega de una cosa, sea transfiriendo la propiedad," sea proporcionando al que la recibe la mera tenencia de la cosa, como en el arrendamiento y en el usufructo,® o bien restituyéndola al legitimo titular. +! Como en el dare del Derecho romano, 2 En el usufructo se da la cosa misma al usufructuario, proporciondndole la tenencia de la cosa y, respecto del derecho de usufructo, se le conflere la pose- sl6n 0 el dominio de ese derecho. La posesién y dominio mediante Ia wadicién del derecho real de usufructo. 29 (CUMPLIMIENTO E INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES en ea a E] hacer consiste en el desarrollo de una actividad del deudor, que aprovecha al acreedor, y que, considerada en si, es ajena ala idea de cosa material. El deudor ejecutar una obra artistica, como pintar un cuadro, o brindara un concierto musical, o realizara una obra material, como la de leyanlar un edificio o confeccionar un vestido, o bien suscribira un documento, reconocera una deuda, o constituiré una obligacién. Este era el facere de los romanos. El no hacer consiste en una abstencién del deudor, que limita- r su actividad o conducta, su obrar, en un sentido determinado. Asi, dejara de sobrelevantar su muralla el vecino colindante, o se abstendrd de construir un edificio que tenga mas de un determi- nado ntimero de pisos, 0 no instalard un establecimiento de farma- cia en un sector dado de la ciudad, o no organizard una fabrica que produzca tales 0 cuales articulos, durante tres afios a lo menos, etc. Se afiade al triptico de dar, hacer y no hacer, una cuarta cate- goria, generalmente olvidada, que no esta en las que se mencio- nan habitualmente. Es el praestare, -y consiste en actividades o conductas del deudor durante la vida de la obligacion, ya nacida ésta, tendentes al aseguramiento del cumplimiento cabal y efecti- vo de la obligacién substantiva. Estas prestaciones conductuales son fundamentalmente de res- ponsabilidad, ¢ inherentes por naturaleza a un tipo determinado de obligacién. Asi, se suele citar el caso de la obligacién de conservar el cuer- po cierto que se debe, usdndose en ello la diligencia que para el caso haya impuesto la ley, obligacién que se prolonga hasta la en- trega de la especie. Lo disponen los arts. 1548 y 1549 de nuestro Cédigo Civil. Puede mencionarse también el caso de responsabilidad del ven- dedor pgr los vicios ocultos de la cosa que ha vendido, pudiendo de- rivar en la resolucion de la venta o en la rebaja proporcional del precio. En todo caso, cualquiera que sea la clase de obligacién en aten- cidn a su objeto, esto es, sea de dar, hacer, no hacer o prestar una responsabilidad, la prestacién o abstencién del deudor ha de tener por finalidad una satisfaccion de necesidades, o anhelos de Ja vida, con. cardcter de patrimoniabilidad, segtin se explicara ms adelante. ® Que también involucraba el non facere. 30 INTRODUCCION, DE LA OBLIGACION EN GENERAL 16, EL, VINCULO JURIDICO O RELACION JURIDICA. DE OBLIGACION PROPIAMENTE DICHA. Los dos primeros elementos de la relacién, el elemento personal © subjetivo y el elemento real, deben estar ligados 0 unidos en una relacién que es el vinculum juris de los romanos, de donde le viene el nombre de vinculo, y que también puede Iamarse relacion juri- dica propiamente tal. Esta relacion es juridica porque esta admitida, regulada y am- parada por el Derecho, el cual reacciona ante cualquier transgre- sién al cumplimiento exacto, integro y oportuno de la obligacién, otorgando medios al acreedor para que, con la colaboracién de la autoridad judicial, y aun de la fuerza publica, obtenga ese cumpli- miento en naturaleza o bien por equivalencia, Todos estan de acuerdo en que este tercer elemento es el subs- ¢ancial, a la vez que el propiamente juridico de los tres, Como asi- mismo se reconoce por todos la funcién que cumple, al dar consistencia a los otros dos elementos ante el Derecho, y su finali- dad, de sefialar y asegurar los efectos de las obligaciones. Pero no hay acuerdo, al menos en el transcurso de las etapas hist6ricas que se han sucedido, sobre la naturaleza o estructura inti- ma de esta relacién juridica que une a deudor y acreedor. » Substancialmente, unos ven afectada la persona del deudor, so- ‘bre quien recaeria un poder o sefiorio del acreedor. Otros estiman que son los patrimonios respectivos los directamente enlazados, que- dando en segundo plano los sujetos de la relacién. Finalmente, hay quienes ven una combinacién de los factores persona y patrimonio, segtin elapas légicas y cronolégicas. Estos diversos puntos de vista suponen, naturalmente, supera- da la primera etapa de la obligaci6n ya descrita, en la cual era el deudor mismo, en su integridad fisica y moral, el directamente res- ponsable, pagando con su vida o con su libertad personal, atado de cadenas, o sometiéndosele a servidumbre, a él y su familia, has- tala satisfaccién de la deuda. Aqui se expondrén tres teorfas que explican la naturaleza o es- tructura del vinculo 0 relacién, y se afiadir4 una cuarta posicién, que es mas bien aclaratoria, en profundidad, de cualquiera de las tres aludidas. 31 ee ee eee eee eee 17. NATURALEZA DEL VINCULO JURIDICO O RELACION JURIDICA DE OBLIGACION 17.1. Teoria clasica de Savigny Esta teorfa se debe al célebre romanista germano. Ademés, tuvo predominio durante muchos afios y por eso se le conoce con el nombre de clasica. La voluntad ejerce dominio sobre las personas ajenas y, de este modo, la persona del deudor es el objeto de obligacién, segtin lo plantea Savigny. ooo. Para él no hay mas que dos objetos de posible dominio ejerci- do por la voluntad: la naturaleza no libre y las personas ajenas. Asi, junto a las relaciones de derecho sobre cosas estan las relaciones “de derecho sobre las personas, “La primera relacién posible para con una persona ajena es aquella que somete la misma a nuestro dominio, o sea, al campo de accion de nues- tra voluntad, a semejanza del sometimiento de una cosa”. La persona del deudor, entonces, puede estar “sujeta al domi- nio de nuestra voluntad y sometida a nuestro poder”. No se trata de un dominio absoluto o pleno sobre otro hom- bre, porque entonces estariamos frente a la supresién de los con- ceptos de dignidad, de libertad y de persona, en medio de la idea de esclavitud que reind entre los romanos, correspondiente al de- recho de propiedad sobre un hombre.” Pero si concebimos una relacin jurfdica especial, consistente en el dominio sobre una persona ajena, sin destruir por completo su libertad, un derecho semejante al de propiedad pero que se dis- tinga de él, debemos referir dicho dominio a una accién determi- nada de esa persona, Esa acci6n esta fuera del ambito de libertad de la persona que actiia, y en cambio est4 sometida a nuestra voluntad. 4 Federico Carlos von Savigny, Los fundamentas de la ciencia juridica, pag. 187, Editorial Losada, Buenos Aires, 1949, % Savigny hacia una comparaci6n entre la obligacién y la servidumbre (de- recho real limitativo del dominio), ambas limitando la libertad. Decfa: “La servi- dumbre limita la libertad del propietario hasta donde sea posible, para no destruir Ja relacién de propiedad, y la obligacién limita la libertad del deudor hasta don- de sea necesario, para no destruir la personalidad del obligado”. 32 INTRODUGCION. DE LA OBLIGACION EN GENERAL E = “Tamafia relacién de dominio sobre una accién aislada de la persona ajena la: denominamos obligacién.”® De af la definicién de obligacién que dio Savigny: “Es Ia rela- cién de derecho por cuya virtud eercemos un dominio sobre wn determina- do acto de otra persona?” Esta concepcién de la relacion juridica de obligaci6n, acentua- damente romanista, se caracteriza por el realce del poder o sefio- rfo del acreedor frente a un deber del deudor, en un pronunciado. plano inclinado, cuyos extremos son dos categorias irreductibles, que no cambian en sus posiciones. La mayor critica que puede hacérsele es que en toda relacién Juridica, como més adelante se detallard, las posiciones de sujeto activo y sujeto pasivo no permanecen estiticas e invariables. Por el contrario, todo sujeto es activo y pasivo al mismo tiempo, sin nece- sidad de caerse en Ja figura del contrato bilateral. En general, sin embargo, hemos de entender que la citada doc- trina clasica puede estimarse hoy como obsoleta. Por de pronto, re- sulta absolutamente innecesario acudir al expediente del poder o sefiorio sobre otro para explicarnos los fundamentos de la relacion Juridica de obligacion, que, por sobre todo, es relacién esencialmente humana y derivadamente exige el respeto por la dignidad, la liber tad y otros derechos inherentes a la personalidad, todo lo cual hace rechazable todo “poder o sefiorio”, ni siquiera sobre la voluntad, 17.2. Teoria objetiva Més moderna que la anterior teoria, y como opuesta a ella, esta- blece que lo afectado en la relacién juridica es una responsabilidad patrimonial. No es el acto del deudor, limitativo de su libertad y que le confiere al acreedor una especie de sefiorio, el objeto sobre que recae la esencia de la obligacién. ‘La relacién estarfa constituida entre el acreedor y el patrimo- nio del deudor, y ahondéndose en esta posicién hay quienes ven una relacién directa entre los patrimonios de los sujetos respecti- Yos, como prescindiendo de las personas mismas o relegdndolas a aegundo plano. *° Misma cita anterior, pag. 188. © Sistema del Derecho Romano actual, 2 edicin, tomo I, pag. 262, tradué Bditorial de Géngora, Madrid, sin fecha. 33 Fane ge nea neater Asi, dice GAUDEMENT: “Originariamente es Ja persona la que debe a la persona; hoy es el patrimonio el que debe al patrimo- nio”. Y POLACCO expresa: “En las obligaciones, en vez de una vo- luntad vinculada a otra, existe un vinculo entre dos patrimonios, considerados como personalidades abstractas”.*5 La obligacién, de este modo, se cristaliza en un valor que en el patrimonio del acreedor reviste la forma de crédito, y, recfproca- mente, de deuda en el patrimonio del deudor, llegando con esto a ser una nocién de cardcter econdémico y puramente objetiva. El primer matiz de esta posicién, que relaciona al acreedor con el patrimonio del deudor, es rechazada por descartar 0 descono- cer el acto del deudor, que jamés falta cuando éste cumple esponta- neamente, que es el caso que debemos suponer normal, El segundo paso de esta teoria objetiva, al ligar derechamente los dos patrimonios, sin considerar los sujetos, puede estimarse un absurdo, pues siendo la obligaci6n una forma particular de “rela- cién juridica”, es por naturaleza entre individuos, y no cabe imagi- nar una mera vinculaci6n de la institucién del patrimonio existente en los dos sujetos. Como dice uni autor, Ia obligacién no ha dejado ni podia dejar de ser una relacién entre dos personas, por mucho que se haya querido objetivar mirando sélo al contenido y a los efectos de la misma.” En fin, que a la hora de ficciones 0 acomodos, persiguiendo un fin practico, alo mejor podriamos aceptar una cierta raz6n a la sefialada posicion. Pero ni aun asi frente a la perspectiva de mejo- res soluciones, como en seguida se demostrara. 17.3. Teoria alemana que distingue entre el débito y la responsabilidad ” El aleman BRINZ, en su estudio Concapto de la obligacién, da el pri- mer péfo hacia una teorfa mas moderna atin, nacida de cierta com- ® Citados por Diego Espin Cénovas, Manual de Derecho Civil espafiol, vol. II, pag. 18, Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1954, % Ignacio de Casso y otros, Diccionario de Derecho Privado, tomo Il, pig. 2785, Editorial Labor, Madrid, 1950. * Francesco Carnelutti, “Derecho y proceso en la Teorfa General de las Obli- gaciones”, en Estudios de Derecho Procesal, traduccién del italiano, pag. 73, Edito- rial Ejea, Buenos Aires, sin fecha; Gierke, Schuld und Haftung un ateren deutschen Recht, Breslan, 1910; Brinz, Der Begriff der obligatio, tomo I, "Obligatio hud Haftung” 34 INTRO RUE EICR DE LA CELICACION EN'GENTEAL binacién de las dos enunciadas anteriormente, que ha logrado con- formar a mucha parte de la doctrina y va ganando terreno, no sélo en Alemania, en donde se formé y tiene una raigambre histérica, sino también en Italia y otros paises." La teorfa en referencia logra el objetivo de aclarar la estructu- ray contenido de la relacién juridica de obligacién separando par- tes del todo, como descomponiendo, a la manera de los quimicos, los elementos simples que conforman un compuesto. Segiin ella, la relacién entre deudor y acreedor es compuesta y compleja, con lo cual se abandona la concepeién de ser simple y unitaria. Se compone de una relacién de débito entre los sujetos (debitwm, Schuld), y por una relacién de responsabilidad entre el acreedor y los bienes del deudor que sean susceptibles de persecucién (obligatium, Haftung). Segtin esto, “la obligacién viene a ser un deber de prestacién al que se afiade, reforzando su valor y eficacia, la responsabilidad con el patrimonio. ”Aunque los dos elementos son esenciales para el concepto ca- bal de obligacién, funcionan separadamente, y el segundo tiene, en cierto modo, un valor accesorio respecto del primero. *Sdlo cuando el acreedor fracasé en su intento de hacer efectivo su crédito a través de la actividad personal del deudor, entra en juego el elemento responsabilidad patrimonial que, concebido de este modo, esta reforzando la situaci6n juridica del derecho de crédito”. Total que, segtin esta teoria, pueden distinguirse oo fases en el orden légico y cronolégico:* (Arch, Far die civ, Praxis, tomo LLXX, pag. 877); José Alonso Fernandez, Bl débi- 10 la responsabilidad, en “Informacién Juridica”, pag. 341, Ministerio de Justicia, Comision de Legislacién Extranjera, Madrid, abril de 1982; José Beltran de Here- dia y Castaiio, El cumplimiento de las obligaciones, pag. 35, Editorial Revista de Dere- cho Privado, Madrid, 1956. La voz Haftung, en Diccionario de Derecho Privado, tomo I, pag. 204, Editorial Labor, Madrid, 1950. * A juicio de Pacchioni, estarfa aceptada también en el Cédigo Civil italiano de 1942. Ver su articulo “El Libro de las Obligaciones del nuevo Cédigo Civil ita- iano”, en Revista de Derecho Privado, pag. 173, Madrid, abril de 1941 (el autor escribié el articulo en base al Proyecto Definitivo). José Beltran de Heredia, obra recién citada, pag. 35. “Muy claro este punto en Federico Puig Pefia, Tratado de Derecho Civil espaftol, tomo IV, vol. I, pags. 16 yss., Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1947. 35 CUMPLIMIENT'O 1 INCUMPLIMIENTO DE LAS OB LIGAGIONIES 17.3.1, Debitum, Schuld. Deber de prestacién i El primer momento esta constituido por el débito solamente, o sea, el deber del deudor (deber de prestacién o de cumplimiento, efec- to de presién psiquica, Schuld de los alemanes). Este deber es juridico porque la ley se ha ocupado de él, se- fialando la forma de cumplimiento o pago, Pero no deja de per- tenecer al género deber, mucho mas amplio y de contenido moral. Este deber superior, mas amplio, antelado al juridico, colo- ca al deudor en la necesidad moral de ejecutar u omitir algin acto. Este deber moral va complementado por otras fuerzas coadyu- vantes a la finalidad de cumplimiento, de gran efectividad en los casos practicos, aumentando asi la necesidad de cumplimiento es- pontdneo. Y asi, ala sancién interior que sintiera el individuo por el ex- travio en que incurriria dejando de cumplir, se suman innumera- bles y complejos factores, variables segtin. circunstancias de persona, tiempo, medio ambiente, etc. De este modo, el deudor se vera instado a cumplir por temor a los efectos de incumplimiento, tales como la pérdida de su buen nombre comercial, base de futuras negociaciones en la plaza o fuera de ella, sean de cambio o de préstamos bancarios; la repercusién en negocios préximos a cerrarse y que le convienen; la pérdida de su reputacién social, que se esfuerza en mantener por muchas ra- zones; su amor propio que le impide aparecer derrotado, en esta- do de incumplimiento; Ja divulgacién o publicidad mas 0 menos efectiva del incumplimiento, o del simple retardo, que suele orga- “ Ls normas morales, que son primeras que las juridicas en el tiempo, casi siempre dan base a normas juridicas: no mataras, no robards, no cometerds falso testimonio, no dejards de restituir el dinero prestado, etc., son normas juridicas primarias. “ Esta necesidad moral constrifie un tanto al individuo, en cuanto le manda no actuar de cualquier modo que atente en contra de] deber de cumplimiento. El hombre queda libre en el hecho, y en tal sentido podrd observar o no su de- ber moral; pero si lo viola, la raz6n no puede aprobar el extravio, como es opues- to al orden constituido, su verdadero bien (Prisco, citado por Miguel Sancho Izquierdo, Principias de Derecho Natural, 5* edicién, pag. 383, sin editorial, Zarago- za, Espatia, 1955). 36 INTRODUCGION, DE LA OBLIGACION EN GENERAL mizarse en algunos paises, con miras informativas al resto del co- mercio o piblico.*® ~ En suma, un interés, sea moral o pecuniario, que el deudor de- fiende, le hace cumplir o esforzarse al maximo en esta primera eta pa del deber y del cumplimiento esponténeo, que hemos de suponer como caso normal. Por el lado activo de la relacién obligacional, siempre en esta primera etapa légica y cronolégica del deber de cumplimiento, exis- te, correlativamente, una legitima expectativa del acreedor, también Hamada espera o expectativa juridica, que cristaliza en el derecho a recibir.” Esta expectativa del acreedor es fundada y, a la vez, se encuen- tra tutelada por el Derecho en caso de incumplimiento, Sabe el acreedor que obran fuerzas morales, reafirmadas por el Derecho, que ejercen presién sobre el deudor, instindolo a cum- plir. Por su parte, ademés, también presiona a través de cartas y Ila- mados telefénicos, visitas de cobradores, leves amenazas y mil formas de conquistar la voluntad de cumplir, La tutela que le presta el Derecho es, por otra parte, razén su- ficiente para producir tranquilidad y confianza en su animo, pues sabe que, en los casos generales, logrard satisfacer su interés pen- diente.*® Pero no se crea que en esta relacién personal entre el deudor y el acreedor hay deberes a cargo del primero solamente. No. El acreedor tiene también, por su parte, el deber de recibir la presta- cién que se le ofrece conforme, bajo pena de caer en la mora del “En Chile existe el “Boletin de Informaciones Comerciales”, editado por la Camara de Comercio de Chile, en el cual se publica mensualmente informacién que versa sobre obligaciones de caracter comercial, bancario, financiero, etc., Cuan do éstas consten en letras de cambio, pagarés y cheques protestaclos, entre otros documentos. Ahora bien, la publicidad o divulgacién de los incumplimlentos de Jas obligaciones sefialadas ha sido regulada por la Ley N° 19,628, publlenda en el Diario Oficial el 28 de agosto de 1999, sobre “Proveccién cle la Vida Privad un afin por respetar el pleno ejercicio de los derechos fuindamentales cle los titu- ares de los datos que se informen. Esta ley vino a modliflear y en gran parte a derogar las normas contenidas en el Decreto Supremo cle Hactenda N° 950, de 1998 (N. del E.). * Por eso, el derecho de uno no es sino la consecuencia del deber de otro: “Una norma de derecho sin deber jurfdico es una contradicci6n” (Fans Kelsen, Teoria General del Estado, pig. 80, Editorial Nacional S.A,, México, 1951). Las medidas conservativas 0 de precaucién son acciones que puede ejerci- tar el acreedor aun antes de ser exigible su derecho, 37 CUMPLIMIENTO E INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES acreedor y sus consecuencias. Sin contar que no podré hacer por concepto alguno més gravosa la prestacién del deudor, dandole a éste, finalmente, un comprobante de haber cumplido a satisfaccién. El deudor, por su lado, tiene también derechos en esta prime- ra etapa. Esté asistido del derecho de recuperar su libertad primi- tiva y excluir toda injerencia del acreedor, una vez producido su cumplimiento espontaneo. Para terminar con esta primera fase, diré que la relacién, en el deber de prestaci6n, es netamente entre personas. 17.3.2. Obligatium, Haftung. Deber de responsabilidad Es la segunda fase én la relacién. de obligacién, conforme a la ter- cera teoria que estamos examinando. Desde el Angulo del deudor, es el sometimiento al poder de agre- sién, y desde el punto de vista del acreedor, es el derecho a accionar en contra de aquel que no ha dado cumplimiento alo debido. El deber de responsabilidad, que constituye esta fase, afecta di- rectamente al patrimonio del deudor; cuyos bienes se perseguirén for- zadamente para la obtencién del cumplimiento, no interesando el concurso del deudor, ni pudiendo éste resistir normalmente con su oposicién arbitraria a la accién del acreedor, La relacién es, entonces, entre la persona del acreedor, que ac- ciona, y el patrimonio del deudor, que debe responder, cubriendo efec- tivamente la deuda. Su contenido es menos juridico y mas econdmico; menos personal y mds real; menos pacifico y notoriamente violento. Producido el incumplimiento, o sea, faltando el deber de pres- tacién que corresponde a la primera fase, la agresiGn es contra el patri- monio, persiguiéndose el cumplimiento forzado en naturaleza, o bien, no siendo esto posible, demandandose el equivalente respectivo. Los agtos en que se concreta la accién persecutoria no perte- necen al Derecho substantivo, sino al procedimiento ejecutivo o for- zado. Con todo, el fundamento juridico de esa accién se encuentra siempre en el deber de responsabilidad. Esta segunda fase empieza cronolégicamente en estado poten- cial, o mejor dicho, sin manifestacién exterior y visible. Mas atin, puede ser que nunca entre a operar, como cuando se produce el cumplimiento voluntario y espontaneo, caso que debe- mos entender normal, o cuando se extingue la relacién de obliga- cién por cualquier otro modo distinto de la solutio 0 pago efectivo. 38 INTRODUCCION. DE LA OBLIGACION EN GENERAL No entrando a jugar externamente el deber de responsabilidad, quiere decir que ha servido de garantia o seguridad para la obten- cién del cumplimiento. Para terminar sobre el concepto de esta doctrina alemana, que distinguio dos elementos muy distintos en una sola concepcién uni- taria, diré que varios factores aparecieron de este modo individua- lizados: el fundamentalmente moral del estrictamente juridico, el espontaneo del coactivo, el psiquico o ideal del material o positi- vo, el interno del externo, el pacffico del violento. Una vez més las circunstancias nos conducen al problema de la conducta humana en la vida de relacién, dejéndose al Derecho Ia estrategia y los me- dios de Ja solucién. 17.4, Deuda y responsabilidad La misma teorfa que ocupa nuestra atencién es recogida por ANTO- NIO HIERNANDEZ-GIL, quien acentiia una posicidn alternativa que nos ofrece la oportunidad de elegir entre la primera o la segunda fase 16- gica y cronolégica de que ya se ha hablado dentro de una concep- cién unitaria explicativa del problema, con lo cual se estaria configu- rando una posicién diversa, Recojamos las palabras de HERNANDEZ-GIL: “La historia del concepto de obligacién a partir de la ciencia dogmas tica fimndada por Savigny es una pugna dialéctica sobre si el criterio clave para configurarle descansa en el deber de prestacién del dev- dor y, por consiguiente, en el acto, la conducta o el comportamiento a observar por éste, 0 si, por el contrario, todo estriba en el modo de proyectarse la sancién juridica, generalmente denominada responsa- pilidad, sobre el patrimonio del deudor, a impulsos de la actuaci6n. jurisdiccional promovida por el acreedor, En la primera hipétesis el ‘educcionismo propio de la abstraccién elige como notas dominan- tes las procedentes de la fase voluntaria o extrajudicial de la obliga- cién, que agota la funcién de ésta cuando se produce el cu mplimien- to normal sin llegar a la ejecucién forzosa. En la segunda hipétesis, el reduccionismo prescinde de la etapa extrajudicial o la posterga para tomar en cuenta como notas dominantes en la construccién clel con- cepto las procedentes de la actuacién judicial”. # Antonio Hernandez-Gil, “En torno al concepto de obligacién”, en Apéndi- ce al Derecho de las Obligaciones, 2 edicién, pag. 489, Madrid, 1982. 39 ‘CUMPLIMIENTO E INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES Personalmente discrepo del criterio de convertir en dos teorias diversas —y presumiblemente antagénicas— lo que viene sustentan- do con légica la teorfa unitaria que distingue las fases del deber de prestacién y el deber de responsabilidad. Como bien lo afirma el propio HERNANDEZ-GIL -explicandolo-, hemos de resolvernos “en el sentido de la mutua integracién”™ de las dos fases légicas y cronolégicas, como yo las denomino. 18. LA DOCTRINA DEL DEBER DE PRESTACION Y DEL DEBER DE RESPONSABILIDAD EN NUESTRO CODIGO CIVIL Aunque la doctrina en referencia nacié después de promulgado nuestro Cédigo en 1858, pudiendo afirmarse categéricamente que el ilustre Bello y sus colaboradores debieron ignorarla, no es me- nos cierto que ella es tan légica y discreta que, aun asi, encuentra fundamento y explicacién en el Cédigo Civil chileno. Como lo encuentra también en el Cédigo Civil espafiol y otros, en circunstancias parecidas de ignorarse tal doctrina,™ segtin asf lo entienden casi unénimemente en Espaiia.” El deber de prestacién lo vemos patentizado en nuestro Cédigo alo largo de su contexto, cuantas veces hace aplicacién del concep- to de obligacién como relacién juridica completa, como cuando ha- bla de cumplir o del cumplimiento de una obligacién,™ o cuando cita Ja obligacién sin més especificacién,* 0 cuando habla de obli- ® Misma cita anterior, pag. 440. 5 En el afio 1888, fecha de la dictacién del Cédigo Civil espafiol, ya se cono- cfa en Alemania la presente doctrina; pero hay consenso de no conocerse ni te- nerse presente por los codificadores peninsulares. 58 José Alonso Fernandez, “El débito y la responsabilidad”, en Informacion Jur ridica, pig. 386, Ministerio de Justicia, Comisién de Legislacién Extranjera, Ma- drid, abril de 1952. % Articulos 1426, inc. 2°, 1427, 1449, 1470, 1494 inc, 2°, 1526 N° 8°, 1581, 1585, 1537, 1538, 1889, 1551 N° 1°, 1556, 1600 inc. final, 1605 inc, 2°, 2160, 2290, 2296, 2348 N° 2° (ver Fueyo Laneri, Repertorio del Cédigo Civil chileno, edicién revi- sada y actualizada, tomo U, voz “obligacién[es}”, pag. 861, Editorial Juridica Ediar- Conosur Ltda., Santiago de Chile, 1986). + Articulos 98, 150 inc. final, 166 N° 1°, 561, 970 inc. 2°, 1866, 1418, 1426 inc. final, 1467, 1472, intitulacién del Libro IV, 1150, 1565, 1569, 1601 inc. 5° y otros (ver Fueyo Laneri, obra recién citada, voz. “obligacién[es}", pég. 862, N° 64). 40 Te . gacién de hacer;* o de no hacer; o de dar,” o cuando alude al lado pasivo de la relacién y dice obligacién(es) del deudor.* Pero si todas estas citas no fueran suficientes para demostrar la existencia de un deber de prestacién latente en el Cédigo Civil nuestro, puede acudirse al art. 1438, el cual, bajo Ja apariencia de definir el contrato, definié de hecho la obligaci6n. & donde esta el deber de responsabilidad? Pues en el art. 2465, que consagra el principio de la responsabilidad patrimonial universal, mal llamado entre nosotros “derecho de prenda general”. Debien- do armonizarse esta disposicién con el art. 2469, que establece el derecho de venta de los bienes del deudor para que el acreedor pueda pagarse con el producido. ; El mismo Cédigo refuerza la eficacia practica de la responsabi- lidad patrimonial del deudor, otorgindole al acreedor derechos de tutela o garantia para revocar actos fraudulentos del deudor tenden- tes a simular insolvencias y burlar a los acreedores, como In accion pauliana o revocatoria del art. 2468, y derechos para acrecentar el patrimonio responsable, mediante el gjercicio de la accién oblicua 0 indirecta, del art. 2466. 19, ESTA DOCTRINA ALEMANA COMO EXPLICACION RACIONAL DE LA OBLIGACION NATURAL No ha sido tarea facil la de sefialar los fundamentos de las obliga- ciones naturales, sobre todo en aquellos Cédigos que forman ma- yoria, en los cuales no esta desarrollada una teoria general de la obligacién natural. Felizmente, no existe tal omisién en muchas partes, en el caso nuestro por ejemplo. : Esta doctrina del débito y la responsabilidad viene a zanyjar cual- quier duda, con la sencillez y simplicidad de las cosas verdaderas. 5 Articulos 879, 1553, 1572. 8 Articulos 1555, 1557. ® Articulos 1107, 1108, 1548. 58 Arsiculos 1492, 1672, 2348 N° 8°, 2875 N° 1°, 2518 inc. 2° (ver Fueyo Lane- ri, obra recién citada, voz “obligacién[es]”, pag. 862, N° 60). % Uno de los méritos de nuestro Cédigo es precisamente el haber dedicado un Titulo completo, el IDL del Libro IV, a Ja teorfa de las obligaciones naturales; en circunstancias que los Cédigos de su época, y aun el modelo francés, poco 0 ninguna importancia le dieron a esta categoria de obligaciones. 41 CUMPLIMIENTO E INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES Y asi, como dijo. PACCHIONI, la obligacién natural es aquella que contiene un débito sin responsabilidad. El deber. juridico, moral por encima de todo, por ser la moral su género, existe; pero la coaccién falta en el caso de incumplimien- to voluntario y esponténeo.” Por eso es que el acreedor de obligacidn natural juega su suer- te de tal al simple deber juridico que sea satisfecho por acto vo- luntario del deudor. 20. LOS DERECHOS Y OBLIGACIONES EXISTEN RESPECTO DE LOS DOS SUJETOS En la relacion simple de obligaci6n™ encontramos que cada suje- to tiene fundamentalmente una posicién de deudor, en un caso, y de acreedor, en el otro; pero, a la vez, el deudor tiene determina- dos derechos, y el acreedor, por su parte, tiene deberes también. Lo dicho no podria representar una nueva teoria explicatoria del contenido o estructura de la relaci6én o-vinculo juridico, y es por eso que no presento el punto como una nueva categoria. Me parece mas propio hacer referencia a ello como una explicacién aclaratoria, en cuanto a lo estructural, puesto que bien podria servir a cualquiera de las posiciones doctrinales sobre Ja materia, sea que se realce el factor personal, el patrimonial, 0 la combinacién de ambos. La atribucién 0 reconocimiento de derechos al deudor y de deberes al acreedor, alternando las posiciones singulares, antes irre- ductibles, de sujeto pasivo y sujeto activo, rompe los moldes de la con- cepcion romanista, que suponia constantemente subordinado o sumido a un sujeto respecto del otro, presentando la relacién juri- dica de un modo falso a los ojos de la evolucién de su naturaleza. La relacién-vinculo debe presuponer un intercambio, un cier- to flujo yreflujo, como en la corriente eléctrica alterna o alterna- da, en la cual el llamado polo positivo puede convertirse en negativo al instante, y viceversa. Las ideas de deber y de poder no estén en un plano inclinado de subordinacién, sino simplemente ligadas, comprometidas. © Ver construccién de Ja obligacién natural como deber jurt i ® Ver cor bligac juridico, en Lino Rodsiguen Arias Busamante, Obigasion Natural pig, 119, Editorial Reus, Mac, © Sin llegar a las obligaciones reciprocas del contrato bilateral. 42 INTRODUCCION, DE LA OBLIGACION EN GENERAL Conforme a lo dicho, se reconoce al deudor el derecho a exi- gir que el poder del acreedor no exceda del contenido y limites establecidos en la norma, ll4mese ley o contrato; como también el derecho a que se acredite debidamente que la obligacin se extin- guid en su caso sea total o parcialmente. ‘Por eso es que en el marco de sus relaciones con el deudor le esta prohibido al acreedor exigir otras pretensiones que aquellas que estén objetivamente especificadas o que correspondan a la eje- cucién de buena fe de contrato, conforme al art. 1546 del Cédigo Givil, segtin més adelante se vera a propésito de los requisitos del cumplimiento 0 pago.” Y de no respetarse tal procedimiento, procede la liberacién co- activa del deudor, asi muy bien Ilamada,® y que tiene consagracién legislativa en el pago por consignacién, pues, segun el art. 1598 de nuestro Cédigo Civil, no es menester que el pago se haga “con el consentimiento del acreedor”, y conforme al 1599 la consignacién es precisamente el “depésito de la cosa que se debe, hecho a vir- tud de la repugnancia 0 no comparecencia del acreedor a recibir- Ja”, en una de sus hipotesis. Conforme a lo mismo es que el acreedor, con deberes a su car- go, cae en mora cuando no los cumple, configurandose la mora del acreedor, sistematizada en los Cédigos modernos y muy pos- tergada en el nuestro. Mora que, fundamentalmente, puede te- ner por motivo la “repugnancia o no comparecencia del acreedor a recibir la cosa”, como dice en una parte nuestro Cédigo, o por- que “no cumple cuanto es necesario a fin de que el deudor pueda dar cumplimiento a la obligacién”, como lo expresa acertaclamen- te el art. 1206 del Cédigo Civil italiano de 1942. ® “No obstante lo cual, debe tenerse en cuenta que, mientras es exacto hablar de un derecho del deudor a la liberacién, serfa errado entender que el objeto de tal derecho sea el mismo objeto de Ja obligacién a cumplir; porque con esto s¢ irfa, con- tra toda légica, a rechazar el principio de la heterogeneidad antitética del derecho frente a la obligacién” (Luigi Bagodini, “Notas acerca de la relaci6n juridica’, traduc- ci6n, en Anuario de Derecho Civil, tomo I, fasciculo I, Madrid, enero-marzo de 1950). ‘s Por qué sdlo el acreedor habria de tener derecho a la coaccién en caso de transgresi6n a la norma? & ET art. 1206 del Cédigo italiano de 1942, que es el primero de una seccién especial que se denomina “De la mora del acreedor”, dice lo siguiente: “Bl acree- dor est en mora cuando, sin motivo legitimo, no recibe el pago que se le ofrece en los modos indicados por los articulos siguientes, 0 no cumple cuanto es nece- sario a fin de que el deudor pueda dar cumplimiento a la obligacién”. No puede estar més clara la asignacién de deberes al acreedor. 43, CUMPLIMIENTO E INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES En relacién con el deudor podemos decir otro tanto, esto es, encontrandose investido fundamentalmente de deberes de pres- taci6n, tiene también derechos, en una mismay tinica relacién, En efecto, el deudor esta asistido del derecho de recuperar su li- bertad, en cierto modo comprometida frente al acreedor, haciendo cesar la injerencia del acreedor en la esfera juridica suya, siempre y cuando cumpla el deber de prestacién, en forma debida. Como ya se dijo, puede exigir constancia de su cumplimiento como es debido. 21, PATRIMONIALIDAD DE LA PRESTACION CONTENIDA EN LA OBLIGACION® La patrimonialidad de la prestacién, o sea, su valoracién econémi- ca, es esencial que exista; de lo contrario, faltaria la posibilidad de ejecutarse forzadamente la obligacién. Lo dicho no impide que el interés del acreedor, que tampoco puede faltar, sea un inierés no econdémico, como cuando persiga una finalidad humanitaria, cultural, cientifica, etc. Sin embargo, si bien el interés para el acreedor puede carecer de un cardcter econémico en la especie, debe en todo caso ser la prestacién en sf valorable en dinero, es decir, susceptible de valor econémico. Esta patrimonialidad es un elemento objetivo de la prestacién y debe persistir en todo su desarrollo a fin de poder satisfacer el derecho del acreedor. Esta doctrina de la patrimonialidad, pues, pone acento en una distincién fundamental, que no se hizo en los primeros tiempos. Esta consiste en distinguir el interés del acrecdor, que en el caso particular puede no ser econémico, y la consideracion objetiva de la prestacién, que debe ser valorable econémicamente en forma abstracta. Hoy se hace la distincién con acierto y a la vez con relativa fa- cilidad, maxime cuando esta doctrina cristaliz6 en una disposicién legal del Cédigo Civil italiano en 1942, art. 1174.5° 6 Francesco Messineo, Manual de Derecho Civily Comercial, traducci6n de la 8° edicién, tomo IV, pags. 33-34, Editorial Ejea, Buenos Aires, Argentina, 1955, © “Articulo 11'74. Cardcter patrimonial de la prestacién. La prestacién que cons- tituye objeto de la obligacién debe ser susceptible de valoracidn econémica y debe corresponder a un interés, aun cuando no sea patrimonial, del acreedor”, 44, INTRODUCCION, DE LA OBLIGACION EN GENERAL Pero corresponde sefialar al célebre ROBERTO DE RUGGIERO como uno de los que fijaba con claridad tal distincién a principios de este siglo, distinguiendo entre interés y contenido,” atin lejana la €poca de la iniciacién de los trabajos preparatorios del Proyecto del Cédigo Civil italiano que se promulgaria en 1942. Decia RUGGIERO: “Es indudable que nada impone la necesidad de un interés econémico en el acreedor; puede tal interés ser de indole afectivo, moral, ideal, bastando que sea serio, licito y digno de protecci6n juridica. ”Otra cosa es que el objeto de la prestacién deba tener un con- tenido econémico, ser susceptible de una valoracién patrimonial. De otro modo no se daria la posibilidad de realizarse en caso de incumplimiento con el patrimonio del deudor, y vendrian inclui- das en el concepto juridico de obligacién una serie de obligacio- nes que, aun contrayéndose diariamente en la vida social, ninguno piensa hacerlas valer mediante la coacci6n judicial”. Ciertamente, hay juristas que ven a distancia, a la vez que con sus escritos propician reformas legislativas. Este es el caso. Desde otro dngulo, es la diferencia entre el comentarista y el creador. ” Primera edicién de su obra, Aio 1925, por una Comisin presidida por Scialoja. © Instituciones de Derecho Civil, traduccién de la 4° edicién italiana, tomo II, vol. 1°, pag, 18, Editorial Reus, Madrid, 1944. 45

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