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Ao 2 (4), mayo-agosto,
2000.
La imagen de Poe, del poeta, cuidando a su esposa enferma, en
una cabaa, en lo alto de una colina, no s por qu me recuerda la
imagen de Charlot, de noche, en su cabaa entre la nieve, en La
quimera del oro. Comenzar La isla infinita con esta imagen es ya
un acierto de esta maravillosa revista. Digo maravillosa con el
sentido de sorpresa. Uno va, en su lectura, de sorpresa en
sorpresa, acaso porque se mueve siempre dentro del reino de la
poesa. Como dira Lezama: Mi memoria prepara su sorpresa:
gamo en el cielo, roco, llamarada. El primer texto, Un poeta de
nuestro tiempo, de Jos Coronel Urtecho, el que comienza con la
imagen de Poe, es en realidad una sugerente crnica sobre Ezra
Pound. La imagen del poeta, pobre, que regala su tiempo, su don,
su entusiasmo. La imagen del poeta, exiliado del mundo, sobre
todo de ese mundo hostil donde vivimos todos. Es un texto que
aprovecharn los lectores ms jvenes porque contiene lecciones
que uno no debe olvidar nunca. Pero el centro de esta revista,
creo, es el grupo de poemas inditos de Ral Hernndez Novs.
Son poemas, cmo decirlo, religiosos, de autntica emocin
religiosa. Ral no practic ninguna religin. Sin embargo, es
conveniente advertir que s tuvo una formacin catlica en su
niez. En un grupo de poemas que el entonces aprendiz de poeta
escribiera entre 1959 y 1963, hay tres de explcito tema religioso:
(...) Pero eso no es lo ms importante. Parece que despus el poeta
detent una concepcin del mundo materialista. Sin embargo, la
poesa es siempre ms que una concepcin del mundo
determinada. En ella, como dira el propio poeta de La Strada y
de Luces en la ciudad, a menudo se ve a Dios. En pocos poetas
cubanos la asimilacin profunda de las sagradas escrituras est tan
creadoramente presente como en la obra de R. H. N. Todo parece
indicar que a partir de 1982 aproximadamente, ao en que
escribi Sobre el nido del cuco, y Sonetos a Gelsomina, el poeta
retom su emocin religiosa infantil con una gran intensidad y
madurez. Los poemas aqu reunidos son ejemplo de su personal
relacin con la idea de Dios. Tambin, como una conmovedora