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mundo. Ser cosa de preguntar si igualmente hay que servir a Dios segn el
espritu del mundo ().
(BOURDALOVE)
con gallardetes,
tendal y varias
flores que pendan
haciento sartas ().
(FERNNDEZ de MORATN, N., La barquerilla)
Ejemplo:
() Ro Duero, Ro Duero,
nadie a acompaarte baja,
nadie se detiene a oir
tu eterna estrofa de agua ().
(G. DIEGO, Romance del duero)
Ejemplo:
() Hermosa sin los amaos
de enfermizas vanidades,
tiene unos ojos castaos
con un mirar sin engaos
que infunde tranquilidades (...).
(GABRIEL y GALN, J.M., Mi montaraza)
HIPRBOLE (del latn hyperbole, y ste, del griego hyperbol; hiper, ms all, y
ballein, arrojar)
Aumentar o disminuir excesivamente la verdad de aquello de que se habla. Se
trata de un efecto natural de la viveza de la imaginacin, del entusiasmo y de las
pasiones.
Ejemplo:
(...) Erase un hombre a una nariz pegado (...).
(De QUEVEDO, Francisco)
Nota. El lxico mismo de las variadas lenguas, tanto muertas como vivas, abunda
en hiprboles, creadas no slo por los autores y escritores, sino tambin por el
pueblo al querer expresar su admiracin, ponderar la bondad o la maldad de las
personas o cosas, etctera. En nuestra lengua figuran, entre otras muchas:
* comerse los codos de hambre;
* no tiene dnde caerse muerto.
Si es norma evidente ajustarse a la rigurosa verdad, no se falta a ella en las
exageraciones de convenio; es decir, admitidas y usadas hasta en la
conversacin:
* ms ligero que el viento.
c) c)
d) d)
a)
b)
c)
d)
e)
f)
g)
h)
i)
Ejemplo: maullar
croar
cacarear
cecear
cuchichear
refunfuar
trueno
susurro
acciones humanas
de la naturaleza
b) b)
c) c)
d) d)
e) e)
plural por singular: la patria de los descubridores (por Espaa, aunque
no todos los habitantes lo fueron);
f) f)
h) h)
i) i)
j) j)
nombre propio por comn: un Nern (para caracterizar a un hombre
cruel).
SINONIMIA (del latn synonymia, con y nombre)
Profusin de palabras sinonmicas.
Ejemplo:
(...) Prfidos, desleales, fementidos,
crueles, revoltosos y tiranos:
cobardes, codiciosos, malnacidos,
pertinaces, feroces y villanos;
adlteros, infames, conocidos
por de industriosos ms cobardes manos! (...).
(CERVANTES, El cerco de Numancia)