El significado mas generalmente aceptado como implicación de la
palabra intelectual es “una persona dotada de un alto nivel de conocimientos. Sin embargo cierto nivel de conocimientos no bastan por si solos, además de cultivar y formular el conocimiento, deben tener acceso a un fondo cultural de conocimientos que no derivan solo de su experiencia personal directa. La amplitud de los conocimientos del intelectual le da la capacidad necesaria para descubrir ideas nuevas en muchas disciplinas. Es la pasión desinteresada por las grandes ideas, no la manipulación profesional de las ideas pequeñas. En México consideramos intelectual a alguien que maneja ideas y las difunde a un auditorio, que tiene fundamento cultural muy amplio y cree que sus ideas deben ser tomadas en cuenta.
La persistencia de la universidad como centro de reclutamiento y del
profesor como mentor de los intelectuales más exitosos ameritan otros comentarios. Una explicación de su importancia para México es que la mayoría de los intelectuales han asistido a la Universidad Nacional, muchos han enseñado ahí y la mayoría hacen carreras académicas o publicas.
Las revistas intelectuales se consideran vehículos para la diseminación
de las ideas entre grupos educados más amplios. Además proveen una conexión entre diversos grupos intelectuales. Cuadernos Americanos, Historia Mexicana, Nexos son ejemplos de revista fundadas por grupos de intelectuales. La creación del Ateneo de México en 1910 se convirtió en un punto de referencia para una serie de grupos posteriores. Entre los miembros fundadores del grupo se encontraban Antonio Caso, Alfonso Reyes y José Vasconcelos. Este circulo sus miembros buscaban una expresión autentica de su cultura para tratar de demostrar que America formaba parte de la cultura occidental. Esta idea se transmitió a los posteriores miembros como Samuel Ramos, Octavio Paz y Leopoldo Zea. Lo que logro este grupo fue la preparación de la juventud mexicana para el difícil camino que seguiría, ampliar sus perspectivas sobre cuestiones culturales, ampliar el conjunto de sus ideas y crear instituciones como la Universidad popular que ayudara a la rehabilitación del país.
En 1950 se funda el Centro Mexicano de Escritores, entre sus miembros
estaban: Juan Rulfo, Carlos Fuentes, Rubén Bonifaz Nuño, Emilio Carballido, Rosario Castellanos y Juan José Arreola.
Los intelectuales mexicanos han dependido grandemente del estado, por
lo que toca a las academias culturales y a las instituciones educativas. A medida que maduran estas instituciones parece surgir una tendencia en la que los intelectuales que no son políticos están incrementando su influencia en instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México y el Colegio de México.
En México, los intelectuales tiene diferentes tipos de relaciones con el
estado: el intelectual no comprometido con el estado, cuyas ideas son influyentes y consideradas por diversas instituciones; el intelectual comprometido, con algún partido político; y el intelectual oficial que esta dispuesto a dar sus energías al trabajar por el gobierno.
Los intelectuales han determinado el resultado de la política
gubernamental o ha influido en ella. Ejemplos de esto la Ley agraria elaborada por Luis Cabrera, y José Vasconcelos en la educación. Una de las razones de los intelectuales para servir al estado es un compromiso moral de mejorar su sociedad.