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Al “tomar las cosas desde la raíz” 2, nos damos cuenta de que las mujeres
siempre hemos estado afuera de la cultura patriarcal. Nuestra diferencia
respecto de los varones es esta: somos extranjeras de su civilización. Los
varones con poder han construido su cultura, excluyéndonos como seres
humanas y, en un mismo movimiento, incluyéndonos como femeninas. Los
varones sin poder no son extranjeros de esta civilización, les pertenece
igualmente. No tienen un poder contingente respecto de otros varones, pero
siempre ejercen un poder necesario respecto de una mujer. Más profundo aún,
la operación primaria3 de negarnos como humanas e incluirnos como
femeninas está presente tanto en la esfera personal como en la esfera pública.
De ahí que lo personal sea político, puesto que el sistema patriarcal re-
actualiza su dominio en las relaciones de cada ser humano. Margarita Pisano,
teórica radical de la diferencia, proyecta, a partir de nuestra extranjería, una
propuesta político-ética y afirma que para conocer cómo funciona el sistema
vigente, analizando sus operaciones fundacionales (en perpetua renovación), y
deconstruir el orden simbólico femenino/masculino, es necesaria la mirada del
1
Virginia Woolf: Un cuarto propio. Horas y HORAS, la editorial. Madrid, 2003.
2
La palabra ‘radical’ -proveniente del griego- quiere decir “que toma las cosas desde la raíz”. Ver Joan
Corominas: Breve diccionario etimológico de la lengua castellana. Gredos. Madrid, 2000.
3
Es primaria no solo linealmente, esta operación también es un presente continuo, un gerundio; es
decir, en ella se asienta el fundamento de la cultura en vigencia.
2
afuera4. Sin esta visión, los feminismos seguirán debatiéndose dentro de las
lógicas instaladas.
4
Margarita Pisano: Deseos de cambio o ¿el cambio de los deseos? Akí y Ahora. Chile, 1995; Un cierto
desparpajo. Ediciones Número Crítico. Chile, 1996; El triunfo de la masculinidad. Surada. Chile, 2001;
Julia, quiero que seas feliz. Surada. Chile, 2004.
5
Defino por primera vez este concepto, en Andrea Franulic y Margarita Pisano: Una historia fuera de la
historia. Biografía política de Margarita Pisano. Editorial Revolucionarias. Santiago, 2009.
6
Andrea Franulic: Una historia fuera de la historia, ibidem.
7
Carla Lonzi: Escupamos sobre Hegel. La mujer clitórica y la mujer vaginal. Editorial Anagrama.
Barcelona, 1981.
8
Carla Lonzi, ibidem.
3
9
Carla Lonzi, ibidem.
10
El concepto de lo íntimo, privado y público y el del romántico amoroso que uso en el párrafo siguiente,
los define Margarita Pisano en sus libros.
4
manera literal, “yo corto en dos partes”11. Una vez que hemos sido incluidas por
ellos como femeninas, surge ese yo masculino que corta en dos. Ellos piensan,
nosotras amamos. Ellos producen, nosotras reproducimos. Y nos aseguran que
esta dualidad es complementaria. Lo es para su civilización. En este sentido,
Margarita Pisano afirma que masculinidad/feminidad es un todo indivisible, un
solo constructo, un único cuerpo. Los varones se apropiaron de las
capacidades de lo humano: crear cultura y sociedad, hacer filosofía y política,
hablar y escribir, pensar el mundo, construir símbolos y valores12. Al mismo
tiempo, envolvieron estas capacidades en una lógica de dominio, las
empaparon del concepto de superioridad y lo disfrazaron todo con la idea de
universalidad, neutra y abstracta. No pudo haber sido de otra forma si esta
apropiación iba encadenada a nuestra exclusión del pensamiento.
A lo largo de la historia, a las mujeres nos han perseguido y nos han matado
por pensar: a las mujeres de la revolución francesa, a las de la querella
medieval, a las brujas de fines de la edad media, a las preciosas del XVII, a las
sufragistas del siglo XIX y XX, entre otras. Pese a la violencia masculina, la
única manera de trascender la negación originaria de nuestra existencia es
mediante la expresión material de un pensamiento diferente. Y esto es
justamente lo que el feminismo ha pretendido ser. Para eso, ha construido
conocimientos, filosofía, teoría, ha diseñado una praxis política, ha interpretado
la historia, ha producido movimientos sociales, ha organizado a las mujeres;
pero muchas veces lo ha hecho sin abandonar la feminidad y esta carece de
autonomía de pensamiento. Esto ha retrasado, junto a otros factores, la
posibilidad de construir una visión propia que tenga una continuidad visible en
el tiempo, que sea accesible para cualquier mujer (y varón) de este mundo y
que aluda a un referente radicalmente distinto al que impone el sistema
patriarcal, es decir, que no reproduzca su lógica de dominio.
11
Joan Corominas, ibidem.
12
Margarita Pisano, ibidem.
6
13
En Debate feminista, año I, vol. 2, septiembre 1990. “El feminismo en Italia”. Editorial: Marta Lamas,
México. El artículo de Teresa de Lauretis se encuentra en las páginas 77-115.
14
Margarita Pisano, ibidem.
15
Lesbianas, Gays, Travestis, Transexuales, Transgéneros, Bisexuales.
7
16
Celia Amorós: Feminismo. Igualdad y diferencia. UNAM. México, 2001.
17
Para profundizar en el uso que el feminismo institucional hace del tópico de la diversidad de
feminismos, ver Andrea Franulic: Una historia fuera de la historia, ibidem.
8
19
Sheyla Jeffreys: La herejía lesbiana. Ediciones Cátedra. Madrid, 1996.
20
Para profundizar en la idea de la traición de la madre se puede ver Adrienne Rich: Nacemos de mujer.
Ediciones Cátedra. Madrid, 1996; también Margarita Pisano, ibidem. Para la ideología de la prostitución,
ver Charo Altable: Penélope o las trampas del amor. Mare Nostrum. Madrid, 1991.
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24
Audre Lorde en María Milagros Rivera Garretas: Nombrar el mundo en femenino. Icaria. Barcelona,
1994.
25
Audre Lorde, ibidem.
26
Virginia Woolf: Relatos completos. Alianza Editorial. Madrid, 2008.
12
27
Celia Amorós: Feminismo: igualdad y diferencia. PUEG, UNAM. México, 2001, p.34.
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