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Grupo 2802
El cerebro de Hugo.
En este documental se presentan varios testimonios, tanto de personas que
padecen el trastorno autista o que padecen del trastorno de Asperger
(diferenciados por el desarrollo de habilidades tanto lingsticas como cognitivas,
las cuales en el de Asperger no se ven retrasadas tan gravemente en comparacin
con el autista) como de los padres y otros familiares de pacientes con alguno de
estos dos trastornos.
De acuerdo con el texto revisado para la clase anterior Trastorno del espectro
autista (Roselli, Matute & Ardila, 2010), uno de los aspectos que complica la
deteccin temprana o a tiempo de este trastorno es que a los padres se les
dificulta reconocer los diversos sntomas que se presentan en los nios muy
pequeos con estos trastornos, a pesar de que estos sean rasgos muy
caractersticos, por ejemplo, en los pequeos fragmentos de grabaciones que
podemos ver en el documental donde se muestran los comportamientos tpicos de
los nios autistas podemos ver la dificultad que tienen de mantener contacto visual
con su interlocutor, la ausencia de reciprocidad social y emocional, la falta de
capacidad para relacionarse con sus iguales, los patrones motores y los rituales,
todas estas caractersticas que conforman los criterios enunciados en el Manual
Diagnstico y Estadstico de los Trastornos Mentales (citado en Roselli et al.,
2010).
Algo que resulta alarmante que demuestra el documental, es que incluso cuando
los padres sospechan que algo anda mal con sus hijos y deciden llevarlos con un
psiquiatra, estas personas que asumimos son profesionales y tienen conocimiento
sobre estos temas fallan en dar un diagnstico adecuado e incluso fallan en la
tarea principal que es interpretar y comunicar a las persona que acuden a verlos la
naturaleza del trastorno que tienen sus hijos, provocando nicamente que los
padres se alteren y se sientan desesperanzados. Es importante reconocer que a
pesar de los malos pronsticos que estos padres recibieron no desistieron en su
inters por ayudar a sus hijos, si bien no a tener una vida normal, o mejor dicho,