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PARTE I
Por María Cecilia Palacios
Lic. María Cecilia Palacios.
Licenciada en Ciencias de la
Educación UBA. Ex adscripta
a la Cátedra de Psicología
Educacional de la Facultad de
Filosofía y Letras. UBA
on frecuencia en nuestras aulas nos encon-
C tramos con situaciones preocupantes. Ob-
servamos que se enseñan contenidos que los
alumnos no logran comprender o bien que ellos
suelen manifestar dificultades para recordar te-
mas escolares que creíamos aprendidos. En este
contexto surge un interrogante central: ¿cómo
hacer para reducir la distancia entre lo que ense-
ñamos y lo que se aprende? Para dar una respues-
ta necesitamos comprender mejor cómo apren-
den nuestros alumnos, a quienes en definitiva
dedicamos nuestra enseñanza.
Proponemos analizar y reflexionar acerca de es-
te tema, con la esperanza de que este material po-
sibilite, además, revisar y meditar sobre nuestras
Nuestro desafío es promover
en los alumnos actitudes que
les permitan poner en juego
su comprensión, en las que
encuentren espacios para
interpretar los nuevos
conocimientos, que puedan
explicarlos con sus propias
palabras y relacionarlos con
otros saberes que ya posean.
propias prácticas docentes y la de aquellos con
quienes la compartimos.
¿REPETIR O COMPRENDER?
La comprensión es la capacidad de pensar y de
actuar de manera flexible a partir de lo que uno
sabe. Por el contrario, cuando un alumno no pue-
de ir más allá de la memorización, del pensamien-
to y de la acción rutinarios, es señal de falta de
comprensión. Quienes han comprendido un te-
ma o concepto pueden explicar, justificar, trans-
ferir, vincular y aplicar lo aprendido en múltiples
situaciones, tanto dentro de la escuela como fue-
ra de ella, y en circunstancias diferentes de aque-
lla en la que tuvo lugar el aprendizaje.
El desafío para los docentes es promover en los
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“EL APRENDIZAJE PARA
LA COMPRENSIÓN”
Para conocer más los procesos de enseñanza y de
aprendizaje, analizaremos los conceptos de aprendizaje
significativo –indispensable para la comprensión– y de
aprendizaje memorístico.
alumnos las experiencias necesarias que amplíen
las situaciones que les permitan poner en juego su
comprensión, en las que encuentren espacios para
interpretar los nuevos conocimientos, que puedan
explicarlos con sus propias palabras y relacionarlos
con otros saberes que ya posean.
APRENDIZAJES MEMORÍSTICO Y
SIGNIFICATIVO
Para aproximarnos a la distinción entre los apren-
dizajes significativo y memorístico, procederemos
a analizar algunas cuestiones: ¿a qué nos referi-
mos cuando hablamos de “promover en nuestros
alumnos un aprendizaje significativo”? y ¿qué
entendemos por aprendizaje memorístico? Una
buena idea es acercarse al tema partiendo de
nuestras propias concepciones, y a través de las
actividades que proponemos abajo.
Actividades
1. A partir de sus ideas previas intente su propia
definición del aprendizaje significativo y
del aprendizaje memorístico o repetitivo,
sin consultar otras fuentes ni avanzar en la
lectura de este artículo. Tal vez usted pueda
encontrar ejemplos o situaciones más próxi-
mos a su práctica educativa. Para ello inda-
gue en su propia historia personal como
aprendiz, para recuperar cosas que aprendió
repitiendo y otras que intentó comprender.
1.2 ¿Completó sus definiciones? ¿Está satisfecho
con ellas?
1.3 Las situaciones en las que pensó, ¿están de
acuerdo con las definiciones que propuso?
1.4 Si cree que no es así, intente precisar más los
conceptos. Si le parece adecuada su defini-
ción, compárela con la siguiente:
“La diferencia entre aprender repitiendo y
aprender comprendiendo consiste en que en el
caso de repetir, aprender se reduciría a hacer
copias internas de la información recibida
externamente, mientras que en el caso de
comprender, aprender consistiría en hacer
una traducción o interpretación personal de
esa misma información a partir de su rela-
ción con los conocimientos previos que el su-
jeto tiene”.
1.5 ¿Qué ideas comparte con esta definición?
¿Modificaría su propia definición?
En términos de procesos cognitivos, veremos
que en cada tipo de aprendizaje (memorístico o
significativo) se involucran diferentes estrategias
para incorporar en su respectiva estructura cogniti-
va una información que el sujeto aún no conoce.
Un tipo de aprendizaje repetitivo o memo-
rístico consiste en hacer copias literales de la in-
formación que debe adquirirse, por lo que será
mejor cuanto más exacta y literal sea la copia.
Cuando el alumno carece de conocimientos pre-
vios relevantes para hacer que el aprendizaje sea
potencialmente significativo, su incorporación
sólo puede producirse a partir de asociaciones ar-
bitrarias, sin sentido alguno. De este modo, el
alumno se preocupa por repetir el contenido en
cuestión “al pie de la letra”, la información es re-
producida pero no comprendida.
El material significativo, que
en el contexto escolar sería el
contenido de la materia, y
sólo se puede aprender y
lograr en relación con los
conceptos y saberes previos.
Tradicionalmente la enseñanza se ha apoyado
en este tipo de aprendizaje, sobre todo cuando se
trataba de que los alumnos aprendieran con exac-
titud una serie de fórmulas y de conceptos. En las
clases se ponía énfasis en el algoritmo y su correc-
ta aplicación pero se descuidaban los procesos de
construcción. Las prácticas pedagógicas apunta-
ban a las lecciones o ejercitaciones, y para los
alumnos la palabra clave era memorizar la mayor
cantidad de información posible.