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Salmo responsorial: 80
R/ Yo soy el Seor, Dios tuyo: escucha mi voz.
+ Oigo un lenguaje desconocido: / Retir sus hombros de la carga, / y sus
manos dejaron la espuerta. / Clamaste en la afliccin, y te libr. R.
+ Te respond oculto entre los truenos, / te puse a prueba junto a la fuente
de Merib. / Escucha, pueblo mo, doy testimonio contra ti; / ojal me escuchases,
Israel! R.
+ No tendrs un dios extrao, / no adorars un dios extranjero; / yo soy el
Seor, Dios tuyo, / que te saqu del pas de Egipto. R.
+ Ojal me escuchase mi pueblo / y caminase Israel por mi camino!: / te
alimentara con flor de harina, / te saciara con miel silvestre. R.
Da litrgico: viernes 3 de Cuaresma.
EVANGELIO
Marcos 12,28b-34
El Seor, nuestro Dios, es el nico Seor, y lo amars
En aquel tiempo, un escriba se acerc a Jess y le pregunt: Qu
mandamiento es el primero de todos? Respondi Jess: El primero es: Escucha,
Israel, el Seor, nuestro Dios, es el nico Seor: amars al Seor, tu Dios, con todo
tu corazn, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser. El segundo es
ste: Amars a tu prjimo como a ti mismo. No hay mandamiento mayor que
stos.
El escriba replic: Muy bien, Maestro, tienes razn cuando dices que el
Seor es uno solo y no hay otro fuera de l; y que amarlo con todo el corazn, con
todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prjimo como a uno mismo vale
ms que todos los holocaustos y sacrificios. Jess, viendo que haba respondido
sensatamente, le dijo: No ests lejos del reino de Dios. Y nadie se atrevi a hacerle
ms preguntas.
Palabra del Seor.
R/ Gloria a ti, Seor Jess.
Reflexin
El profeta Oseas invita a vivir un tiempo nuevo, de conversin, de retorno a
Dios. Israel ha de reconocer su pecado, la arrogancia de haber llamado dios a la obra
de sus manos. Dios, por su parte, manifestar su indulgencia y su amor
desinteresados: Yo curar sus extravos, los amar sin que lo merezca. El pueblo
estril florecer como azucena, arraigar como el Lbano. Brotarn sus vstagos,
ser su esplendor como un olivo.
Vale reconocer que muchas veces los seres humanos falseamos los caminos y
las imgenes de Dios, emplendolas para manipular y para obtener simplemente los
anhelos egostas de nuestros corazones. Muchas veces la religin es empleada
tambin por intereses poderossimos de poder y de dominio que esclaviza en vez de
liberar. Y cuando una imagen, una figura, una experiencia, una doctrina o cualquier
camino religioso se pervierte queda totalmente deslegitimado y es necesario
combatirlo y eliminarlo. Por eso el salmo 80 que compartimos le recuerda al pueblo