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REEELELEPELEEEEA Javier Echeverria Introduccién a la Metodologia de la Ciencia La Filosofia de la Ciencia en el siglo xx 6 Prologo compartir la docencia de la metodologia de la ciencia durante el curso 1978-1979, 'Y aunque pueda parecer egoista decirlo, las criticas a que dé lugar esta obra deben dirigirse a quien esto firma. Sélo asi se avanza en el pensamiento, Javier ECHEVERRIA Febrero de 1988 1. EL CIRCULO DE VIENA Ll. Introduccion El Circulo de Viena se constituyé formalmente en 1922, en torno a la catecira de flosofia de las ciencias induetivas que habia pasado 8 ocupar Moritz Scilick. Al principio era un centro de reuniéa y debate, pero a partir de 1929, tras la publicacién de su primer manifiesto te6rico (obra de Carnap, Neurath y Hahn), adquirié consistencia come una escuela con concepciones propias sobre la Suele atribuirse al Circulo, si no la fmdacién, el primer impul- so a las investigaciones y estudios sobre filosofia de la ciencia, Sin embargo, sus tesis bisicas provienen de la combinacién en un programa articulado de posturas que ya habian mantenido previa- mente otros autores, precedentes de lo que Blumberg y Feigl Hamaron en 1931 positivisma Idgico. Aunque tenga a Hume y a Comte como predecesores lejanos, el Circulo de Viena es una escuela netamente alemana en su origen. Tras la critica del mate- rislismo mecanicista por parte del neokantismo de Helmholtz y Hermann Cohen con su escuela de Marburgo, el fisico Est Mach derivé hacia un neopositivismo que negaba todo tipo de elementos @ priori en las ciencias empiricas. Paralelamente, la fisica teérica iba s dar un giro fundamental con la aparicién de le teoria einstei- nniana de la relatividad y de la mecénica cuintica, cambios que tuvieron una influencia enorme en los neopositivistas. La inciden- cia del convencionalismo de Poincaré y Duhem también se dejé sentir en el Circulo de Viena, al igual que la creacién de la Jogica matematica, perfectamente configurada a partir de la publicacion de los Principia Mathematica por Russell y Whitehead en 1905, 8 El Cireulo de Viena Ya.en 1907, el economista Neurath habia fundado un grupo de trabajo con el matematico Hahn y el fisico Frank, que se ocupaba de flosofia de Ie ciencia, termino netameate opucsto en Alemania a ls Naturphilosophic, en la medida en que rechazaba la especule- cidn metafisica sobre las ciencias de la naturaleea, y propugnabi el contacto directo de los flésofos con los cientifcos. En este sentido, Ia publicacién del Tractaius Logico-Philosophicus de Witigenstein en 1921, con su célebre tess segiin la cual xel mundo es la total dad de los hechos, no de las cosas»,'reforzé notablemente las ideas neopositivistas, maxime por cuanto Witigenstein ofrecta un enlace perfectamente adecuado entre la tradicién empirista y la nueva logica matematica: Schréder y Hilbert, junto con la Escuela de Varsovie, que agrupaba a importantes [dgicos polacos, pasaron a ser referencias obligadas desde la misma constitueién del Circulo, ‘Sus miembros fueron en gu mayor parte personas con forma. ion cientifica: Karl Menger, Hans Habn, Philipp Frank ¢ incluso Kurt Godel asistian regularmente a las sesiones, junto con Schlick, Carnap, Neurath, Feigl, Kraft, Waismann y otros muchos. Moments importante fue la publicacion en 1923 de Der logische Aufbau der Welt por Carnap, asi como las explicaciones de éste a los miembros del Cireulo sobre el contenido de dicha obra a partir de 1925. La distineién de Russell entre hechos atémicos y moleculares,’ con la paralela distincién entre proposiciones atémicas y moleculares, permitia aplicar el aparato de la logica de enunciados a las clencias con contenido empirico. Por este motivo paso a ser habitual la denominacion empiriomo légica 0, incluso, atonsismo lagico, junto a otras como empirismo cientifica © empirismo consistente. En 1926 surge la Sociedad de Ernst Mach, formada por este mismo grupo de pensadores, los cuales a partir del Manifesto de 1929 pasen a denominarse definiivamente Circulo de Viens. Can ellos vino a confluir Ia Escuela de Berlin, formada en torno a Hans Reichen- bach, y que contd con figuras como Richard von Mises y posterior- mente Carl Hempel. Tambien el conductisme norteamerican, por lo que se refiere a la psicologia, acabé coincidiendo con las posts 125 bisicas del Circulo, motive por el cual en 1929 ya estaba en condiciones de organizar su primer congreso internacional en 1. L Warosssrey, Tracttus. § Il, 2,38 dela traduccibn castllna 2. B. Russe, ba flosofa del atortso glo, p. 278 del volumen Lépic y ‘conociionio, waduccién de J. Mauer, Inteoduecién 3 Praga, que tavo continuidad en las reuniones de Kénigsberg, Co- penhague, otra vez Praga, Paris y Cambridge. En 1930 salié la revista Erkennmis, bajo la dircecién de Carnap y de Reichenbach. Asimismo se publicaron una serie de monogre- fias bajo el lema «Ciencia unificada», y se logré llegar a la fase de maxima actividad en la primera mitad de la déeada de los treinta Pero el ascenso del nazismo, junto a las diversas vicisitudes perso- nales de miembros relevantes del Circulo (Carnap y Frank pasaron 4 ser catedraticos en Praga, Feigl se trasladé a Towa, y Hahn murié en 1934), sefialaron el principio del fin del Circulo de Viena. La condicién de judios de muchos de sus miembros contribuyé en ‘buena medida 2 que comenzasen a pensar en salir de los paises de habla alemama, y asi Carnap se establecié en Chicago en 1936, y Nourath marché a Holanda tras el asesinato de Morite Schlick en 1938, a manos de un perturbado. Neurath traté de continuar la publicacién de Erkenninis en La Haya, bajo el titulo de The Journal ‘of Unified Science, y Camap eacé a la luz en los Estados Unidos la International Enciclopedy for the Unified Science. Finalmente, el propio Feigl hubo de huir a los EE.UU., y el nazismo disolvié los ‘grupos de Berlin y de Varsovia, con lo cual el Circulo de Viena dejs de existir como fal Esto no significa que su influencia decsyera. Muy al contrari. La emigracion de varios de sus miembros a los Estados Unidos y @ ‘otros paises, prestigiados por la aureola de perseguidos por el nazismo, permitié una répida internacionalizacién de sus teorias, principaimente en los paises y universidades anglosajones, Ello dio lugar, si se quiere, a una segunda fase del empirismo légico. Aqui adoptaremos el criterio de distinguir estas dos etapas, tanto por motlvos histbricos como por las diferencias entre las posturas del Circulo de Viena propiamente dicho y de lo que més tarde se ha venido en llamar concepeién heredada. Para leer los principales escritos de los miembros del Circulo de Viena hay que remitirse a las publicaciones ya sefialadast Er kenntnis, Journal of Unified Science, International Enciclopedy for the Unified Science. En lengua castellana la recopilacién mas acce- sible es sin dada la de Ayer? aunque también Kraft* y Weinberg! 3. A.2, AvER (comp), I poivioma ligico (México, FCE, 1965). 4 Vikearn £1 Cieuio de Viena Made, Touran (966, aR ‘Warne, Examen del poriviomo lagivo (Madea, Aguilar, 1959) El Cireule de Viens cccribieron obras exporitivas accesibles scbre las tesisy la evel cign del Cireulo. También hay treducidas varies obras de Carnap, ts como alsnas de Reichenbach y de Bredman (ease ai raf) Entre Jos estudios sobre el positvismo légico que no son tradueciones, conviene consultar el ensayo de Pascual Casa Mur fiz titulndo Corrientes actuaies de filosoia de la ciencia: 1. Post- iso ligico, aparecido en 1984. 12. La clencia unificada El proyecto institucional ~y también teérico~ comin 2 cas: todos los miembros del Circulo de Viena es la elaboracién de le Encielo pedia para la ciencia unificada. Dentro de la tradicién de Mach ‘Avenarius, etc, sus posturas son netamente contrarias a la metafsi- ca, y muy paicularmente a tendencias como las de Hegel 0 Heidegger. Carnap escribié el célebre articulo «La superacién de la metafisica mediante el andlisis Iogico del lenguaje»* afirmando que «en el campo de la metafisica, el aniliss ogico ha condvcido al resultado negativo de que las pretendidas proposiciones de dicho campo carecen totalmente de sentidos.? Los textos metafisicos clasicos estin constituidos por pseudoproposiciones, totalmente estériles desde el punto de vista del conocimiento cientifco. Segtin Carnap, en esas obras se encuentran dos tipos de pseudoproposi- clones: unas porque contienen palabras a las que con criterio ‘erténeo se supone un significado, y otras que estin mal constraidas sintécticamente. Lo que luego ha llamado Hempel crterio empiris: ta de significado, asi como Ia inadecuacién de la forma de las proposiciones flos6ficas a las prescripciones de la logica matem- fica, permitieron al pasitivismo logieo aplicar radicalmente la na- vaja de Ockham, descartando del pensamiento cientifico narmero- 20s conceptosy trabajos llevados a cabo por la flosofla especulatva, El proyecto del Circulo estriba en conformar una filosofia cientifica. Las matemticas (y la Iégica), asi come la fisia, son los 6 R. Cannan. on A.J Aven, EY postivismo ldpco, pp. 66:57. Tid, Bian p68 La cieneia unificads n dos grandes modelos a los que debe tender toda forma de discurso ‘lentifico. El programa positivista de Comte en el siglo xx debia. Ser culminado, convirtiendo Ia biologia, la psicologia y la sociolo~ igia en ciencias positivas, Ea la convocatoria de la Preconferencis de Praga, en 1934, cuyo objeto era preparar el Primer Congreso Internacional sobre Ciencia Unificada, este objetivo se sefiala como general para todas las ciencias: Hay que tratar sobre los fandamentos logicos de todos los dmbitos cient ody ho tle dela matematca y de Ia Fisica Bl tema del que iba a ocuparse inicialmente era «Filosofia cientificar, pero se modificé: «Congreso para la Unidad de las Ciencias», Se convocaba a cientificos de diversas disciplinas para reflexionar sobre la ‘unidad de la ciencia y sobre ja manera de ograrle: los problemas légico-sintécticos, los de la induccion y la probabilidad’ las aplicaciones de la Iogica a otras cisciplinas, la Sociologia cientifica y la historia de la ciencia eran sefialados expre: Semente como ambitos de trabajo del Congreso. Pero, de hecho, 1a historia de la ciencia fue muy poco investigada por el Circulo de Viena, que abund6, en cambio, en trabajos sobre biologia, psicolo- gia y semiética, entendidas desde un punto.de vista conductista ‘Entre las distintas tendencias existentes dentro del Circulo en relacion con dicha unificacién de la cioncia, acabo imponiéndose €l fisicalismo, formulado por Otto Neurath, y aceptado finalmente por Carnap, cuyo estricto empirismo e inductivismo le habis acer ado en un principio® al solipsismo. El fisicalismo se interesa por Jos enunciados observacionales, que serfan la base de cada una de las eiencias positivas. Al comparar la forma légica de dichos enun- ciados (por ejemplo, Karl observa y la maquina foiografica seca fotes) se comprueba que es la misma: la unificacién de la ciencia debe llevarse a cabo reduciendo todas las proposiciones observa- Cionales a lenguaje fisicalista, eon lo cual se mostraria que existe tin ndcleo comin a todas las ciencias positives. La reduccion a Tenguaje fisicalista es, pues, el medio de llevar a cabo el programa para la unificacidn de la ciencia, y para ello hay que partir siempre Ge enunciados empiricos, y preferentemente observacionales. 8, Erkenntnis, 5 (1938), 3. Sobre todo on su Der ogtche kafoou der Wel Berlin, Wel 328) 2 EI Cireulo de Viena 13. El lenguaje fisicalista Carnap defendid en un primer momento la reduccién de los con ceptor sociales, cultralese hstrcos alos conceptos del page: ro proplo, mediante redueciones suceshas’ tanto los conechtos sjenos como los propios debian ser reducidor primero a comer, tos Hsicos, y luego a conceptes priguicos propios. Los tenements Gel priqusmo individual, en la medida en que taucen heshos Esicos, fundamentatlan desde el punco de vata epistemolégice la redluccién del conocimiento de las distints cieneras @ una nisin ciencia unificada, Pero esta posicion fenomenallsea de Caraap fer coniré oposicién, por no garantiarsufcientemente la inersebje ded del conovimiento clentifico, De ahi que escaliomo, as se basabe directamente en proposieiones expresadas en lengesje ob ‘eracoma y con i mbna fort gee Yara todas a Scie eziplticas,acabare imponiendose. Tal y como arma el prove Carnap en 1932, x" a ¢! lengua Gsicalisa es un lengua universal esto es, un lenguae l cual puede traducirse cualquier proposicién."? 7 Dicho lenguaje fisicalista tiene como elemento caracteristico y constitutive las proposiciones protocolares, las cuales fueron est diadas por Otto Neurath en su conocido articulo titulado, precisa. mente, «Proposiciones protocolarese."" ‘Segin Neurath, la ciencia unificada consta de proposiciones Protocolares y de proposiciones no protocolares; en todo caso, unas y otras Son proposiciones ficticas, Las primeras no son las proposiciones primarias (por ejemplo, para el sujeto individual), como 2 veces tendi a pensar Carnap, sino que son discernibles por su forma lingtistica: Por ejemplo, una propesicion protocolar completa podria decir 1a, Buon sPloloin em enone Fsclis, on A.J Ava, El pss smo lice, p71 Hh Ea AT. AYER, Ef positivism lgico, pp 205-214 El eriterio empirista de significado B «Protocolo de Orto a las 3.17: [In forma linguistica del pensemente de Orto a las 3.16 era: (a las 3.15 habia en el cuarto una mesa pereioida pot Or)} Todavia estamos, sin embargo, en un lenguaje Bisicalista trivial. El lenguaje fsicalista altamente clentifico, que estaria completa. mente depurado de elementos metafisicos, exigiria que cada tuno de los términos presentes en dicha proposicién (por ejemplo, ‘Onto’) fuese sustituido por un sistema de determinaciones fisicalis: tas, por ejemplo definiendo la posicisa del nombre ‘Otto’ en rela cion a otros nombres propios: ‘Carlos’, ‘Enrique’, ete. Pero en una proposicién protocolar del lenguaje disicalista trivial, es escacial ‘que aparezca algtin nombre propio, con lo cual se trata de conser- var el caricter observacional de dicha proposicisn, Las leyes cientificas y, en general, los enunciados utilizados por los cientificos, surgirian a partir de las proposiciones protoco- lares por via inductiva. Esta es otra de las caracteristicas principa- les, desde el punto de vista metodolégico, del Circulo de Viena, asi ‘como de la Escuela de Berlin; las ciencias empiricas estén basadas en la induccién. Por supuesto, las proposiciones protocolares no pueden con: sradecitse; Neurath precisa que, en estos casos, también es posible climinar proposiciones protocolares, por su forma, del sistema cientifico. En este sentido, las proposiciones protocolares requie- ren verificacién, y estin régidas por el criterio empirista de signi ficado, 1.4, El criterio empirista de significado El Circulo de Viena distinguié la ciencia de Ia metafisica basindose ‘en un criterio epistemoldgico de significatividad cognoscitiva. En- tre la multiplicidad de enunciades posibles, hay dos tives propia mente cientificos: las proposiciones analiticas 0 contradictorias y Jas que pueden ser confirmadas por la experiencia, Las primeras recogen los enunciados de las mateméticas, de Ia logiea y, en 12. Bn A.J. AVER El postvisme lipco,p. 208 u BI Cireule de Viens general, de las ciencias formales. El positivisma légico considera todas estas ciencias no empiricas o, si se quiere, estrietamente sintécticas. En cuanto a las ciencias que paseen un contenido empirico, todos y cada uno de sus enunciados han de ser confirma: bles, al menos en principio, por la experiencia. La verificabilidad pasa a ser, por tanto, el eriterio para distin- uir la ciencia de otros tipos de saber. Pero, a su vez, este criterio de significacién empirica ha suftido algunas modificaciones. Tal y como afirma Hempel en su articulo «Problemas y cambios en el criterio empirista de significado» el Circulo de Viena exigia al Principio que dicha verificacién fuese completa y por medio de Ia observacién: Una oracién $ tiene significado empirico si s6lo si es positle indicar ton conjunto finito de oraciones de cbservacién 0, Oy,» Gy lacs gue, sl son verdaderas, S es necesariamence verdaders tamabiéa,!* Al depender dicho criterio de las propiedades de! condicional légico, hubo que matizarlo, dado que toda proposicién analitica seria inferible a partir de un conjunto finite de oraciones cuales- ‘quiera; y asimismo oraciones observacionales contradictorias entre si nos permitirian inferir correctamente cvalgiier proposicion, que de esta manera tendria significacion empiriea, Para ev-tar estas consecuencias inadecuadas de la primera formulacién del criterio, hnubo que exeluir de la significatividad empirica los emunciados analiticos, asi como exigir que el conjunto de proposiciones obser- vacionales 0, fuese consistente. Esto produjo dos consccuencias importantes: por una parte, las ciencias formales quedaron radicalmente escindidas ce lo que Carnap !lamé ciencias reales (Realwissenschaften), y por otra, las ciencias empiricas debian satisfacer determinados requisitos légi- 08 en sus inferencias, y en particular debian de adaptarse a las formalizaciones derivadas de le logica matematica entonces vigen- te. El modelo de una ciencia sera aque! que ha podide ser axiomati- zado, total o parcialmente, y que funciona en su razonamiento en virtud de reglas de derivacién adaptadas a los preceptos de la meta logica, 13, Bn A.J. Aven El posiiome ligico, pp. L1S136 14 ed, 5.118 El erterio emplrista de significado 15 Pero, aun ast, el eriterio de significacion empirica seguia pre- sentando problemas. El principal de ellos estribaba en que los ‘enunciados universales en general, y més concretamente las leyes cientificas, quedaban excluidos del edificio de Ia ciencia. Un enun- ciado del tipo «todos los cisnes son blancos» no puede ser inferido necesariamente a partir de un numero finite de observaciones. Surge aqui el llamado probleme de la induccién, yasefialado por Hume, pero que en el siglo xx va a ser ampliamen. te discutido a partir de las argumentaciones de Popper. ‘Aparte de otros problemas ligados a las peculiandades de la tabla de valores de verdad del condicional I6gico, Hempel sefialé tuna nueva dificultad: de acuerdo con el criterio empirista de signi- ficado, una oracién existencial («existe un cisne blancon) es plena- mente verificable, desde el punto de vista observacional, pero su negacién no, por ser universal; ello plantea una importante dificul- tad logica, pues algunos enunciados serian admisibles mientras que su negacion no, siendo asi que, desde tiempos de Aristételes, est plenamente ‘admitido que si un enunciado pertenece a un determi- nado dominio cientifico, su negacién también tiene sentido en él, independientemente de que sea verdadera 0 no, El debate que surgié en torno a estas cucstiones fue muy amplio, y no se trata aqui de desarrollarlo.* Hempel, por ejemplo, considerd que «mientras nos esforcemos por establecer un eriterio de verificabilidad para las oraciones individuales de un lenguaje natural, en términos de sus relaciones légicas con les oraciones observacionales, el resultado sera demasiado restrictive o demasia- do amplio, o ambas cosas»."* Algunos autores, como Carnap, inten- taron resolver la cuestién tratando a fondo el problema de la induccién y, en particular, la Logica probabilitaria.” Otros prefirie- ron distinguir en la estructura de una teoria aspectos distintos de los estrictamente légicos, suscitando la cuestion de los términos teéricos, los términos observacionales y las reglas de correspon- 15. Véase por ejemplo A. Rivsouts,flosefia tual de f elencia (Modrid Editors Necional, 1984), donde oe exudian detaladarterte estas custiones T6 A.J. Aven, El postiviem lopio, p. 123 17 Vance, rots adelant, 18 6 Bl Citeulo de Viena dencia." Pero sobre todo le ertca de Popper a la verfcabilidad como eriterio de significncion empinca tivo un impeces een haciendo que ests posturas inicnles del Clecalo de Viens hey consideradas como un empirismo excesivamente ingenen Were ‘Mos todas estas cuestiones mds adelante, binieiaaei 15S. Verificacién Las expresiones y formulas de la logica y de las matematicas no han de verificarse, por ser analiticas. Pero el resto de los enunclades

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