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SINDICALES EN COLOMBIA
POLÍTICA HOSTIL DE GOBIERNO Y EMPRESARIOS PARA EL EJERCICIO
DE LAS LIBERTADES SINDICALES Y HACIA DERECHOS LABORALES
EVALUACIÓN Y PROPUESTAS PARA EL DESARROLLO DEL ACUERDO
TRIPARTITO PRESENTADO POR LAS CENTRALES SINDICALES
COLOMBIANAS CUT, CGT Y CTC Y LA CONFEDERACIÓN
DE PENSIONADOS DE COLOMBIA (CPC)
A LA MISIÓN DE ALTO NIVEL DE LA OIT
Primera edición
Bogotá, noviembre de 2007
PRESENTACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
1.6. Los sindicatos más victimizados . . . . . . . . . . . . . . 26
1.7. Presuntos autores de la violencia antisindical . . . . 29
1.8. Proceso de Justicia y Paz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
2. La insostenible situación de impunidad en casos de
homicidios contra sindicalistas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
2.1. Estado de las investigaciones de los asesinatos con-
tra sindicalistas en el período comprendido entre
el 1 de enero de 1986 y el 7 de agosto de 2007 . . . 35
2.2. Impunidad durante el gobierno de Álvaro Uribe
Vélez (7 de agosto de 2002 a 7 de agosto de 2007) 37
2.3. Análisis del informe presentado por la Fiscalía
sobre los avances de la subunidad en el marco del
acuerdo tripartito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
2.4. Impunidad en los casos de delitos contra la libertad
sindical . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
CAPÍTULO II. LIBERTADES SINDICALES . . . . . . . . 49
1.6 Consulta con las organizaciones de trabajadores y
empleadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
1.7 Derecho de asociación de contratistas
independientes y trabajadores de Cooperativas
de Trabajo Asociado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
1.8 Reintegros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
2. Vulneradores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
3. Estado de cumplimiento de las recomendaciones . . . . 64
D. Propuestas para superar la situación . . . . . . . . . . . . . . 79
A. Jurisdicción y Competencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
CAPÍTULO III. PROMOCIÓN DEL TRABAJO
DECENTE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
CAPÍTULO IV. PROMOCIÓN DEL DIÁLOGO
SOCIAL ÚTIL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117
A. El marco normativo de la OIT . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117
B. Medidas adoptadas por el Estado . . . . . . . . . . . . . . . . . 117
C. Situación actual del tema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118
10
PRESENTACIÓN
11
Acuerdo Tripartito y del Programa de cooperación técnica, y de
informar al Consejo de Administración en la manera que será
decidida por su Mesa”.2
Las centrales sindicales colombianas no queremos que esta
sea una misión más, pues ha habido muchos mecanismos dife-
rentes con Colombia en el pasado y poco han aportado a producir
cambios en la situación.
Esta misión tiene como reto aportar a la construcción de
salidas a la difícil situación por la que atraviesan los derechos
laborales y las libertades sindicales en el país, y para ello, el
primer paso debe ser reconocer la dimensión y características
de la situación y un segundo paso, por supuesto, es el de abordar
propuestas que permitan superar los obstáculos que en la actua-
lidad se presentan.
Para el sindicalismo colombiano la OIT es un referente prin-
cipal, y a pesar de las graves violaciones de la libertad sindical,
nuestra voluntad está en lograr soluciones. Por ello pensamos
que la labor de la misión de alto nivel debe darse en el marco de
los convenios internacionales del trabajo y las recomendaciones
emitidas por los organismos de control de la OIT, es decir, la
Misión, el gobierno, los empresarios y los trabajadores, debemos
partir de allí, no podemos partir de cero, la OIT ha analizado la
situación de Colombia en muchas ocasiones y ha emitido una
serie de recomendaciones que deben empezar a cumplirse.
En atención a lo expresado por el Director General de la Ofi-
cina Internacional de Trabajo, las centrales sindicales colombia-
nas esperamos que la Misión tenga resultados concretos y palpa-
bles, e identifique “las nuevas necesidades a efectos de garantizar
la efectiva aplicación del Acuerdo Tripartito y del Programa de
cooperación técnica”, y pueda informar al Consejo de Adminis-
tración en sus sesión del próximo mes de noviembre, tal como se
acordó en la reunión de junio de 2007.
A los efectos anteriores, presentaremos un análisis juicioso y
detallado alrededor de los cuatro grandes ejes del acuerdo tripar-
tito, precisando los problemas y obstáculos en cada uno de ellos,
así como un conjunto de propuestas concretas para superarlos,
todo ello en el marco de las normas y recomendaciones de la OIT.
Si el gobierno y los empresarios se disponen a un diálogo
sincero, efectivo y útil estamos convencidos de que podremos
2. Carta del Director General de la OIT al gobierno colombiano. http://www.
ilo.org/public/spanish/standards/relm/ilc/ilc96/pdf/pr-22-part1.pdf.
12
empezar a superar muchas de las dificultades por las que atravie-
san los y las trabajadoras colombianas.
13
INTRODUCCIÓN
15
CAPÍTULO I. DERECHOS FUNDAMENTALES
17
sindicalistas, ii) la política de seguridad democrática, y iii) la
creación de la subunidad de Fiscales en el marco del desarrollo
del acuerdo tripartito. También ha desarrollado algunas prácti-
cas contrarias a los derechos de trabajadoras y trabajadores.
1. Medidas prácticas adoptadas por el Estado
1.1. El Programa de Protección a Sindicalistas
El funcionamiento y eficacia del Programa es limitado, su
incapacidad de valorar el riesgo adecuadamente en algunos ca-
sos, la falta de agilidad y flexibilidad para adoptar y cambiar
las medidas para la prevención, a lo que se suma que se siguen
cometiendo múltiples violaciones.
El Gobierno invierte importantes sumas de dinero en el Pro-
grama pero también promueve una estigmatización del ejercicio
de la actividad sindical. En los espacios nacionales e interna-
cionales exalta el presupuesto del Programa y el número de be-
neficiarios y beneficiarias y, por otro lado, hace señalamientos
contra los líderes sindicales y sindicalistas.
El movimiento sindical reconoce los esfuerzos económicos
y logísticos que el Estado despliega para implementar este Pro-
grama. Sin embargo, mientras el programa protege a algunos
dirigentes, las políticas del Gobierno y las prácticas de los em-
pleadores van dirigidas a la destrucción de las organizaciones
sindicales o a la obstrucción de su funcionamiento.
1.2. La política de Seguridad Democrática
La política de seguridad democrática se ha caracterizado,
entre otras cosas, por el autoritarismo; la permisividad a des-
afueros de la fuerza pública; el desconocimiento del principio de
distinción;5 las acciones insuficientes para el desmonte total de
los grupos paramilitares, de allí que asistimos a una reorganiza-
ción y surgimiento de nuevos grupos; el mantenimiento de la im-
punidad; y el agravamiento de la injusticia económica y social.
En materia de derechos humanos de los trabajadores, la po-
lítica del Gobierno ha generado un ambiente hostil para el ejer-
cicio de las libertades sindicales: los constantes señalamientos
del alto Gobierno contra los sindicalistas y sus organizaciones,
el aumento de las violaciones por parte del Estado, las iniciati-
5. El artículo 44.3 del Protocolo I, adicional a los Convenios de Ginebra de
1949, obliga a los combatientes a distinguirse de la población civil, como
una forma de protección para la población civil.
18
vas legislativas contrarias a los derechos humanos y el Estado
social y democrático de derecho, las prácticas contrarias a los
convenios y recomendaciones de la OIT son algunas de las ca-
racterísticas de una política que no es democrática y que carece
de un programa de promoción, prevención y protección de tales
derechos.
A pesar de que se hacen importantes destinaciones del pre-
supuesto nacional al desarrollo e implementación de esta política
sus resultados en esta materia son casi nulos.
1.3. El impulso a las investigaciones penales en casos de vio-
lencia antisindical por medio de la creación de la subunidad
especial de Fiscales
Con ocasión del acuerdo tripartito, y para darle impulso a las
investigaciones penales, la Fiscalía General de la Nación dispuso
la creación de una subunidad de 8 fiscales en diferentes lugares
del país y el encargo para 5 fiscales dentro de la Unidad de De-
rechos Humanos para conocer de los casos de violencia contra
hombres y mujeres sindicalistas y dirigentes.
Estos fiscales están acompañados por un equipo de 6 investi-
gadores cada uno, quienes son funcionarios de la Sijin y el CTI.6
Igualmente, se nombraron dos jueces de descongestión de despa-
chos para tramitar las causas penales de violencia antisindical.7
A pesar de la creación de estas medidas, el movimiento sin-
dical advierte que no existe resultado efectivo de su implementa-
ción. En el apartado B de este capítulo demostraremos cómo no
existen avances sustanciales del trabajo de la subunidad.
Resaltaremos que las cinco sentencias producidas durante
el 2007, son resultado del desarrollo normal del trabajo de la
justicia penal pero que por ahora, la subunidad y los jueces no
son más que una medida inicial que requiere no sólo de recursos
financieros, logísticos y de personal sino y ante todo, de la im-
plementación de un enfoque en las investigaciones y juicios diri-
gidos a comprender la violencia antisindical como una violencia
selectiva, sistemática y estructural.
1.4. Manejo información de archivos de inteligencia
Una acción recurrente por parte de los organismos de se-
19
guridad del Estado es la inclusión en archivos de inteligencia
de miembros de organizaciones sindicales por el sólo hecho de
ejercer la actividad sindical.
El movimiento sindical ha aclarado que, de acuerdo a la
Constitución y la ley, cuando exista información sobre hechos
delictivos que vinculen a sindicalistas, esta debe ser remitida a
la autoridad competente, para adelantar los procesos judiciales
a los que haya lugar y garantizar el derecho de defensa; de lo
contrario no tendría la inteligencia del Estado porqué contener
información sobre sindicalistas y su actividad sindical debido a
que se trata del ejercicio de una actividad legítima.
2. Medidas de carácter legislativo
El Estado ha desarrollado medidas legislativas que son re-
gresivas a los derechos de las y los sindicalistas. Durante la le-
gislatura anterior, el Gobierno presentó un proyecto de ley que
pretendió convertir en secreto profesional la actividad de los
funcionarios que cumplen funciones de inteligencia.8
Con la aprobación de esta ley, el Gobierno pretendía evitar el
inicio de procesos judiciales con la información que conocieran
esos funcionarios en actividades de inteligencia y por otra parte,
se pondrían graves obstáculos a la investigación de los delitos
que se cometan en ejercicio de la función de inteligencia.
En mayo de 2007, el Congreso aprobó la ley estatutaria de
habeas data que debió regular completamente la materia.9 Sin
embargo, la ley no reglamentó el manejo de la información de
personas que se encuentren en archivos de inteligencia, ni for-
muló mecanismos de protección para sus derechos.10
A pesar de las graves violaciones que provocan las prácticas
8. Proyecto de Ley Nº 163 de 2006 Senado. “Por medio del cual se expiden
normas para la reserva y el secreto profesional en inteligencia y contrain-
teligencia, se establecen mecanismos para la protección a los servidores
públicos que realizan estas actividades y se dictan otras disposiciones...”
Autores: Ministerio de Defensa Nacional. Ponente: H. Senadora Marta
Lucía Ramírez.
9. La Ley Estatutaria de Habeas Data se encuentra actualmente en trámite.
El Proyecto de Ley identificado con el No. 221 de 2007 Cámara, fue apro-
bado el 4 de junio, por la Comisión de Conciliación del Congreso, y envia-
do para la revisión constitucional que corresponde a este tipo de leyes, de
forma previa a la sanción presidencial (Art. 153 C. P), que realiza la Corte
Constitucional. Este último procedimiento no ha culminado a la fecha.
10. Desde el gobierno del presidente Ernesto Samper (1994-1998), ya existía
el compromiso gubernamental de depurar los archivos.
20
frecuentes sobre interceptaciones ilegales de líneas telefónicas,
especialmente entre los sectores de oposición del Gobierno y
concretamente a los sindicalistas; el congreso aprobó la ley 1142
de 2007 que frente a la orden de interceptaciones telefónicas rea-
lizada por la Fiscalía facultó la revisión judicial solamente a un
momento posterior a la ejecución, en lugar de que tal revisión se
haga después de su diligenciamiento y antes de producir efectos.
C. Situación actual del tema
1. Violaciones a la vida, integridad y libertad personal de afi-
liados y afiliadas a organizaciones sindicales y de las organi-
zaciones sindicales
1.1. Violencia histórica, estructural y sistemática que constituye
un genocidio político contra el sindicalismo
Aproximadamente cada tres días durante los últimos 21 años
ha sido asesinada una trabajadora o trabajador sindicalizado, lo
que se traduce en 253411 víctimas asesinadas entre el primero de
enero de 1986 al 7 de agosto de 2007, el 20% de esos asesinatos
se ha cometido contra dirigentes sindicales, es decir 484 dirigen-
tes asesinados.
Del total de víctimas, 2.289 fueron hombres y 248 mujeres
que han perdido la vida defendiendo, reivindicando o simple-
mente ejerciendo su derecho fundamental de sindicalización.
Cuadro 1
Total
Año 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96
Nº de homicidios 37 67 78 50 38 83 135 196 104 237 275
2.534
Año 97 98 99 00 01 02 03 04 05 06 07
Nº de homicidios 182 101 80 137 197 186 94 96 70 72 19
Fuente: Banco de Datos de DDHH-ENS, Centrales sindicales.
11. Esta cifra de asesinatos corresponde a los casos que hasta el momento la
ENS y las centrales sindicales tienen documentados, es muy posible que
esta cifra sea mayor. Además, aún hace falta indagar casos anteriores a
1986. Contrastando esta cifra con información suministrada por la Fis-
calía, la CCJ ha encontrado que probablemente existen 288 casos más de
asesinatos contra sindicalistas, lo que nos daría un total de 2.832.
21
3000 sindicalistas han recibido amenazas de muerte por su ac-
tividad sindical y más de 1000 han tenido que desplazarse for-
zadamente. De los datos sistematizados durante este período se
encuentra que se han cometido al menos 8601 violaciones a la
vida, libertad e integridad.
Cuadro 2. Total de violaciones 1986-2007
22
para respaldar e imponer las políticas laborales del Estado y/o las
medidas que perjudican los intereses de los trabajadores.13
Se trata de procesos paralelos e ilegales de regulación del
conflicto laboral. Por ello, la violencia contra los sindicalistas se
inscribe como una acción estratégica y sistemática que obedece
a un interés específico que busca anular las acciones sindicales
de reivindicación y defensa de los derechos laborales.
1.3. La violencia antisindical continúa en el gobierno de Uribe
Vélez (7 agosto de 2002 - 7 agosto de 2007)
Durante los cinco años del actual gobierno, han sido asesi-
nadas 399 personas afiliadas a organizaciones sindicales, a pesar
del esfuerzo realizado por desvirtuar esta realidad, generando
una atmósfera de confusión tratando de hacer creer a la comu-
nidad internacional que la situación de violencia sistemática y
extendida en el tiempo se ha solucionado y que las iniciativas del
gobierno como la política de seguridad democrática han demos-
trado su efectividad.
Sin dejar de reconocer la reducción en el número de homi-
cidios contra sindicalistas, es necesario, dimensionar el total de
la violencia ocurrida durante este período debido a que se ha
intensificando llegando a concentrar en cinco años, el 28% del
total de violaciones registradas durante los 21 años.
Es decir que se han cometido 2.402 violaciones a la vida, li-
bertad e integridad de los sindicalistas y que dicha cifra corrobo-
ra que si bien existen cambios en algunas cifras no existe un cam-
bio estructural en la violencia antisindical y es innegable la crisis
de derechos humanos que sigue enfrentando el sindicalismo.
Homicidios 48 94 96 70 72 19 399
13. Dos casos que ejemplifican esta situación son los del Sindicato de Traba-
jadores Oficiales y Empleados Públicos de los Municipios de Antioquia
(Sintraofan) con denuncia por estos hechos ante el Sistema Interameri-
cano de Derechos Humanos. Otro caso es el del Sintraunicol, caso 2489
ante el Comité de Libertad Sindical de la OIT.
23
Cuadro 4. Total de violaciones período gobierno Uribe
7 agosto de 2002 - 7 agosto de 2007
Tipo de Violación Número Casos Porcentajes
Allanamiento ilegal 18 0,70
Amenazas 1.358 57,20
Atentado con o sin lesiones 45 1,90
Desaparición 24 1,00
Desplazamiento forzado 140 5,80
Detención Arbitraria 221 9,10
Homicidio de familiar 1 0,04
Homicidios 399 16,50
Hostigamiento 158 5,90
Secuestro 29 1,20
Tortura 16 0,70
Total 2.402 100,00
Fuente: Banco de datos de DDHH - ENS
24
sonas reinsertadas y pertenecientes a la red de informantes como
falsos testigos en algunos de los procesos.
1.4. Violencia antisindical contra las mujeres
El incremento de la violencia contra las mujeres sindicaliza-
das constituye otro de los rasgos característicos de este período.
En el año 200314 se presentó un incremento desproporcionado
–de casi el 500%- en las violaciones a los derechos humanos de
las mujeres sindicalizadas respecto al año 2002. Tal nivel de vio-
lencia se sostiene en 2004, cuando incluso aumenta en un 20%.
Durante el 2003 se registraron 160 violaciones más que en el
2002, de las cuales 28 fueron femicidios; para 2004 esta violen-
cia creció en un 20%, presentando ese año 41 violaciones más
que 2003.
Por su parte en el año 2005 se registraron 152 casos de vio-
lencia, de los cuales 15 corresponden a femicidios y en 2006 se
registraron 86 violaciones, de las cuales 10 fueron femicidios. Si
bien estos datos presentan fluctuaciones relativas, evidencian el
fuerte impacto y crecimiento que ha tenido la violencia antisin-
dical contra mujeres en este período.
1.5. Homicidios por departamentos
Antioquia ha sido el departamento más peligroso para el
ejercicio sindical en Colombia, pues de los homicidios cometi-
dos contra trabajadores y trabajadoras sindicalizados en todo el
territorio nacional, el 51.3 % ha ocurrido en suelo antioqueño.
Ello equivale a 1296 homicidios, cifra que revela con contun-
dencia la difícil situación que han enfrentado las organizaciones
sindicales antioqueñas, particularmente en la década del noven-
ta, cuando ocurrieron la gran mayoría de los casos. De los 1.296
asesinatos registrados, 1169, es decir el 90%, ocurrieron en el
período comprendido entre 1986 y 2000. Muy de lejos aparecen
los demás departamentos, en segundo lugar está el departamento
de Santander con 184 asesinatos, seguido del departamento del
Valle del cauca con 123 homicidios, Cesar con 111 y Magdale-
na con 92 homicidios; los demás departamentos presentan cifras
que oscilan entre 10 y 60 asesinatos.
25
Cuadro 5. Homicidios de trabajadores y trabajadoras sindicalizados
por departamento. 1 de Enero de 1986 - 31 de Julio de 2007
Departamentos Número de homicidios
Antioquia 1.296
Santander 184
Valle 123
Cesar 111
Magdalena 92
Córdoba 72
Arauca 64
Norte de Santander 63
Atlántico 51
Bolívar 51
Nariño 44
Bogotá D.E 43
Risaralda 40
Caldas 36
Meta 35
Cauca 32
Tolima 30
Caquetá 28
Sucre 25
Putumayo 24
Cundinamarca 20
Casanare 13
Huila 13
Boyacá 12
Guajira 12
Guaviare 8
Chocó 7
Quindío 6
Amazonas 1
TOTAL 2.534
26
total de asesinatos, le siguen en su orden de afectación la Unión
Sindical Obrera USO con un registro de 87 sindicalistas asesi-
nados, Anthoc con 54 asesinatos, Sintraelecol con 47, Asonal
judicial con 43.
La Federación Colombiana de Educadores, FECODE, es la
federación de mayor concentración de violencia antisindical con
un registro de 742 asesinatos, presentando un panorama genera-
lizado de violencia en 28 de sus organizaciones filiales. Así: la
asociación de institutores de Antioquia - Adida, es el sindicato
más victimizado de la federación; le siguen los educadores de
Córdoba, Ademacor con 39 asesinatos; los educadores del Cesar,
Aducesar, con 37 asesinatos; los educadores de Nariño, Simana
con 36 casos; los educadores de Arauca, Asedar, Caldas, Educal
y Norte de Santander, Asinort y Magdalena, Edumag, con 33, 32,
31 y 31 homicidios respectivamente.
Es posible señalar que la violencia antisindical se ha gene-
ralizado en todo el movimiento sindical, pero tomando como
referencia las organizaciones más afectadas se puede concluir
que esta violencia se concentra en 30 organizaciones sindicales,
representando el 75% del total de los homicidios. Por sectores
el orden es el siguiente: agricultura, educación, salud, petróleo,
judicial, alimentos, trabajadores oficiales y servicios públicos los
más victimizados.
Cuadro 6. Sindicatos más afectados por homicidios 1986-2007
Nombre del sindicato Sigla Número Género
1. Sindicato Nacional de trabajadores de femenino 27
Sintrainagro 84415
la industria agropecuaria. masculino 817
femenino 53
2. Asociación de institutores de Antioquia Adida 257
masculino 204
femenino 0
3. Unión Sindical Obrera USO 87
masculino 87
4.Asociación Nacional de trabajadores femenino 23
y empleados de hospitales, clínicas, Anthoc 54
consultorios y entidades dedicadas a la
protección de la salud masculino 31
27
5. Sindicato de Trabajadores de la femenino 1
Sintraelecol 47
Electricidad de Colombia. masculino 46
6. Asociación Nacional de funcionarios y femenino 6
empleados de la Rama Judicial Asonal judicial 43
masculino 37
femenino 2
7. Asociación de educadores de Córdoba Ademacor 39
masculino 37
femenino 5
8. Asociación de educadores del Cesar Aducesar 37
masculino 32
femenino 8
9. Sindicato de educadores de Nariño Simana 36
masculino 28
femenino 2
10. Asociación de educadores del Arauca Asedar 33
masculino 31
femenino 9
11. Educadores Unidos de Caldas Educal 32
masculino 23
12. Asociación de Institutores Norte femenino 4
Asinort 31
santandereanos masculino 27
femenino 7
13. Educadores Unidos del Magdalena Edumag 31
masculino 24
14. Sindicato Único de educadores del femenino 9
Sutev 28
Valle masculino 19
15. Sindicato de conductores y taxistas de Sincontaxcar femenino 0
28
Cartagena masculino 28
femenino 0
16. Sindicato de trabajadores de palmas Sintrapalma 27
masculino 27
femenino 6
17. Asociación de educadores de Caquetá Aica 24
masculino 18
femenino 6
18. Asociación de institutores del Cauca Asoinca 24
masculino 18
24 femenino 6
19. Sindicato de educadores de Risaralda SER
masculino 18
20. Sindicato de Educadores de femenino 4
SES 20
Santander masculino 16
21. Sindicato Unido de trabajadores de la femenino 0
Sutimac 20
construcción masculino 20
22. Asociación sindical de empleados del femenino 0
Aseinpec 19
instituto penitenciario y carcelario INPEC masculino 19
23. Sindicato nacional de trabajadores de Sinaltrainal femenino 1
19
la industria de alimentos masculino 18
24. Sindicato de trabajadores y empleados femenino 0
de servicios públicos autónomos e Sintraemsdes 17
institutos descentralizados masculino 17
25. Sindicato de trabajadores de las femenino 0
Sintraemcali 17
empresas municipales de Cali masculino 17
28
26. Sindicato de trabajadores oficiales de femenino 2
Sintraofan 16
los municipios de Antioquia masculino 14
27. Asociación de educadores del femenino 5
Asep 16
Putumayo masculino 11
28 Sindicato nacional de trabajadores femenino 0
Sintragricolas 10
agrícolas masculino 10
29. Sindicato de trabajadores de la femenino 0
10
compañía Frontino Gold Mines masculino 10
Fuente: Banco de datos de DDHH- ENS
29
los mayores autores de muertes y otras violaciones a la vida, la
integridad y la libertad de trabajadores sindicalizados.
1.7.3 Violencia antisindical por parte de organismos del Es-
tado
En los últimos 21 años, se observa que al menos en 20 casos
de asesinatos contra sindicalistas se presume autoría directa por
parte del Ejército. Cuatro casos ocurrieron en Santander; tres en
Antioquia, Cauca y Arauca, respectivamente y dos en el Meta.
Los trabajadores sindicalizados del sector de la agricultura han
sido los más afectados con 9 asesinatos, le siguen los trabajado-
res de minas y canteras con 4 asesinatos y los trabajadores del
sector comercio y educación con 2 asesinatos respectivamente.
1.8. Proceso de Justicia y Paz
En julio del 2005, el Congreso aprobó la ley 975 de “justicia
y paz”. La ley tenía deficiencias sustanciales que dificultaban la
posibilidad de alcanzar la justicia para las víctimas. Debido a
las demandas interpuestas contra la ley 975,16 la Corte Consti-
tucional declaró la inconstitucionalidad o la constitucionalidad
condicionada de varias normas claves de la ley.
La ley 975 sería aplicable para aquellas personas que al mo-
mento de su desmovilización tuvieran condenas o procesos ju-
diciales por delitos que constituyeran graves violaciones a los
derechos humanos o infracciones al derecho internacional hu-
manitario.
En la práctica, el 93,11% de los paramilitares no estaban vin-
culados o condenados por esas violaciones,17 razón por la cual el
Gobierno habiendo creado el Decreto 128 de 2003,18 está indul-
tándolos u otorgando beneficios equivalentes, dejando en breve
tiempo libres a estas personas. La ausencia de procesos contra
los paramilitares es tan alta que tan sólo el 6,89% de los para-
militares desmovilizados irán a la ley 975. De esta forma están
16. Algunas de ellas contaron con organizaciones sindicales como actores.
17. El total de paramilitares desmovilizados es de 31.671; de esas personas,
28.758 están siendo indultadas por le decreto 128 de 2003. La lista de pos-
tulados a la ley 975 es de 2.183. Alto Comisionado para la Paz, “Proceso
de Paz con las autodefensas”. Informe Ejecutivo. www.altocomisionado-
paralapaz.gov.co. Consultada: agosto 9 de 2007.
18. Por el cual se reglamenta la Ley 418 de 1997 “Por la cual se consagran
unos instrumentos para la búsqueda de la convivencia, la eficacia de la
justicia y se dictan otras disposiciones”, prorrogada y modificada por la
Ley 548 de 1999 y la Ley 782 de 2002.
30
siendo indultados incluso algunos comandantes de algunos fren-
tes o bloques del grupo.
En el marco de este proceso los paramilitares han declarado
asesinatos, planes orquestados con militares y agentes del Esta-
do para asesinar sindicalistas, así como la financiación y apoyo
de varias empresas.
En julio de 2007, Salvatore Mancuso declaró respecto del
asesinato en el año 2001 de Aury Sará Marrugo, presidente de
la Unión Sindical Obrera subdirectiva de Cartagena, que Carlos
Castaño tenía la intención de asesinarlo y le pidió apoyo, por
tanto su intervención consistió en prestar a un hombre, pero que
nunca dio la orden para que lo mataran.19
Igualmente, Juan Francisco Prada alias “Juancho Prada”, ad-
mitió el asesinato en febrero de 2001 de Pablo Antonio Padilla
López, vicepresidente del sindicato de Indupalma.20
Tal vez el caso más grave que pone de evidencia no sólo los
estrechos vínculos entre el Estado y los grupos paramilitares,
sino la existencia de una violencia permanente, sistemática, de-
liberada y selectiva contra los miembros de las organizaciones
sindicales fue la confesión de Edgar Ignacio Fierro Flórez, alias
“Don Antonio” en su versión de junio de 2007, sobre un plan
de exterminio a líderes sindicales orquestado por algunos altos
funcionarios del DAS y paramilitares.21
El 29 de enero de 2005, Rafael García, exdirector de infor-
mática del DAS, fue capturado por la Fiscalía.22 Durante sus de-
claraciones a la Fiscalía, García reveló los vínculos entre el en-
tonces director del DAS, Jorge Noguera y grupos paramilitares.23
19. Informe de la declaración de versión libre de Salvatore Mancuso, Co-
misión Colombiana de Juristas, enero 2007. Ver al respecto: “Mancuso
confesó unos 70 crímenes”, El tiempo, 17 de enero de 2007, p.1-3.
20. Informe de la declaración de versión libre de Juan Francisco Prada, Co-
misión Colombiana de Juristas, abril de 2007. Ver al respecto: “Prada
comenzó a reconocer crímenes”, El tiempo, 13 de abril de 2007; “Juancho
Prada solo confesó homicidio de sindicalistas”, El Heraldo, 13 de abril de
2007.
21. Informe de la declaración de versión libre del 25 al 29 de junio de Edgar
Ignacio Fierro Flórez, Alias “Don Antonio”, Comisión Colombiana de
Juristas, junio de 2007.
22. El Tiempo, “Infiltraron al DAS: borran prontuarios de extraditables y de
paramilitares”, 3 de febrero de 2005, pág. 1-2; Revista Semana, octubre
31 a noviembre 7 de 2005.
23. El Espectador, “Las propuestas para salvar el DAS”, 15 de enero de 2006. El
Tiempo, “Sale jefe de inteligencia del DAS”, 29 de octubre de 2005, p. 1-5.
31
Durante la versión libre, alias “Don Antonio”, reveló que
conoció a Rafael García por intermedio de David Hernández,
exmiembro del Ejército, quien ahora era jefe paramilitar del
Frente José Pablo Díaz Bloque Norte, con el alias de “39”. Alias
“Don Antonio” contactó a García con Rodrigo Tovar Pupo, alias
“Jorge 40”, para la entrega de información sobre “guerrilleros
y colaboradores de la guerrilla”. La negociación consistía en la
entrega por parte de los funcionarios del DAS de una lista con 23
sindicalistas a cambio de 50 millones de pesos.24
Finalmente de la acción criminal contra los sindicalistas re-
sultó en que 7 personas fueron asesinadas: una de ellas presunta-
mente por el grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colom-
bia (AUC) y dos por grupos paramilitares sin identificar. Cuatro
más fueron asesinadas por un grupo armado sin identificar. Una
persona fue víctima de desaparición forzada por un grupo arma-
do sin identificar; cinco fueron víctimas de detenciones arbitra-
rias por agentes estatales y una de amenazas contra su vida. Dos
personas fueron víctimas de atentados por grupos armados sin
identificar. Finalmente, tres personas no fueron agredidas.25
En las declaraciones de versión libre los jefes paramilitares
han afirmado la participación de empresas y multinacionales en
la financiación y apoyo a los grupos paramilitares. Esa financia-
ción provenía de empresas como Drummond, Postobón, Bava-
ria, Hyundai, Carbones del Caribe, Vikingos (empresa pesque-
ra), Palmicultores del Magdalena, cafeteros de la Sierra Nevada,
Carboneras del Cesar, Ecopetrol, Prodeco.26 Empresas madere-
24. Informe de la declaración de versión libre del 25 al 29 de junio de Edgar
Ignacio Fierro Flórez, Alias “Don Antonio”, Comisión Colombiana de
Juristas, junio de 2007.
25. Ver caso a caso de las víctimas en “Sanción a gobierno y empresarios
colombianos, Evaluación de la aplicación del Acuerdo Tripartito: man-
dato, estructura, funcionamiento y financiación de la presencia perma-
nente de la OIT en Colombia”. Pág. 6, Documento de la Central Unitaria
de Trabajadores (CUT), la Confederación General del Trabajo (CGT), la
Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC) y la Confederación
de Pensionados de Colombia (CPC), a la 96ª Conferencia Internacional
del Trabajo, elaborado con la cooperación y apoyo de la Escuela Nacional
Sindical (ENS) y la Comisión Colombiana de Juristas (CCJ).
26. Informe de la declaración de versión libre de Salvatore Mancuso, Co-
misión Colombiana de Juristas, 15-18 mayo de 2007; “Mancuso habla
de Bavaria y Postobón, de los congresistas de las AUC y de los dirigen-
tes regionales a su servicio”, Caracol radio, 16 de mayo de 2007; “Con
narcotráfico y cobros a empresas AUC, financiaban sus actividades:
Mancuso”, El Colombiano, 17 de mayo de 2007; “Córdoba, la región más
32
ras como Pizano, Maderas del Darién27 y Madereras de la cuen-
ca del Rio Truandó.28 Empresas transportadoras como Brasilia,
Transportadores de Carbón y Copetrán. También informó sobre
acuerdos directos de los grupos paramilitares con 6 empresas
bananeras: Chiquita Brands, Dole, Probán, Del Monte, Bancol,
Unibán y Sociedad Emilia Hasbún & Cia. Por su parte, Nodier
Giraldo Giraldo señaló la financiación a los grupos paramilitares
por parte de Comcel, Club vacacional Mendihuaca Caribbean
Resort, algunos contratistas de gases del Caribe;29 mientras que
alias “el Alemán” vinculó en este sentido, a los Municipios Aso-
ciados de Urabá.30 Otro caso, es la detención preventiva de Ma-
nuel Combariza Rojas, gerente de la empresa Coolechera, entre
octubre de 2002 y octubre de 2004, acusado del delito de para-
militarismo. Esta decisión judicial se da justamente cuando la
violencia antisindical presuntamente atribuible a grupos parami-
litares en esta empresa, provocó el asesinato del dirigente Wilson
Peluffo en septiembre de 2003, un atentado contra el presidente
del sindicato Manuel Hoyos en julio de 2003, así como amenazas
contra otros dirigentes.
El modelo de desmovilización y la aplicación de ese mar-
co jurídico se encuentran en una profunda crisis y deben por lo
tanto replantearse, en primer lugar, porque si bien la ley señala
como uno de sus propósitos de logro de la verdad, la justicia
y la reparación estos no son una realidad para las víctimas; en
salpicada”, El Colombiano, 17 de mayo de 2007; “Cordobeses en el ojo del
huracán”, El Meridiano, 17 de mayo de 2007; “Salvatore Mancuso salpica
a Hyundai y a Carbones del Caribe”, Caracol radio, El Colombiano, 17 de
mayo de 2007, “Mancuso entrega lista de empresas que lo financiaban”,
El Espectador, 17 de mayo de 2005, “Mancuso contó como paras le sa-
caron plata a todo el país”, El tiempo, 18 de mayo de 2007, pág 1-4; “La
plata entraba por todos lados: Mancuso”, El Mundo, 18 de mayo de 2007;
“Al agua financiadores de las AUC”, El Meridiano, 18 de mayo de 2007.
27. Informe de la declaración de versión libre de Freddy Rendón alias “El
Alemán”, Comisión Colombiana de Juristas, junio de 2007. “Sobre Urabá
llegó el turno de la verdad de El Alemán”, El Colombiano, 5 de junio de
2007.
28. Informe de la declaración de versión libre de Rodrigo Pérez alias “Julián
Bolívar”, Comisión Colombiana de Juristas, julio de 2007. “Sobrino de
Hernán Giraldo destapa a financiadores”, El Heraldo, 15 de julio 2007.
29. “Sobrino de Hernán Giraldo destapa a financiadores”, El Heraldo, 15 de
julio 2007.
30. Informe de la declaración de versión libre de Freddy Rendón alias “El
Alemán”, Comisión Colombiana de Juristas, junio de 2007. “Sobre Urabá
llegó el turno de la verdad de El Alemán”, El Colombiano, 5 de junio de
2007.
33
segundo lugar, este proceso aún no empieza a responsabilizar a
empresarios y miembros de la fuerza pública en la extensión del
paramilitarismo, apenas menciona algunos casos sin consecuen-
cias en la responsabilidad de los hechos; en tercer lugar, porque
las estructuras paramilitares no se han desmontado,31 hay conti-
nuidad, rearme o creación de nuevas estructuras paramilitares:
Diversos informes y fuentes registran que actualmente operan 65
grupos paramilitares en 26 departamentos del país, lo que man-
tiene en grave riesgo la seguridad y los derechos de las víctimas;
en cuarto lugar, el fenómeno de la parapolítica, no es un hecho
del pasado, en las elecciones locales de octubre muy probable-
mente se mantenga el control político en cientos de municipios y
se extienda la captura de las instituciones del Estado.
2. La insostenible situación de impunidad en casos de homi-
cidios contra sindicalistas
La ausencia de investigación y sanción a los responsables de
graves violaciones a los derechos humanos, no solo el derecho
a la vida, libertad e integridad sino los delitos contra la libertad
y la asociación sindical e infracciones al derecho humanitario
profundiza y hace perdurable la violencia antisindical. El sindi-
calismo ha sido víctima de esas agresiones que requieren de una
justicia que actúe en el sentido de reconocer el carácter sistemá-
tico de los crímenes, que visibilice ante toda la sociedad su gra-
vedad, que establezca las causas de su expansión, se garantice la
protección y participación a las víctimas en las investigaciones
penales para hacer realidad los derechos a la verdad, la justicia,
la reparación y se establezcan las garantías de no repetición.
En este apartado se analizará, en primer lugar, el estado de
las investigaciones penales en 2.83232 asesinatos de personas afi-
31. La presencia y actuación de diversos grupos ilegales en diferentes regio-
nes del país continúa constituyendo uno de los principales riesgos para la
consolidación del Proceso de Paz. Algunos de estos grupos estarían sien-
do liderados por comandantes de las autodefensas que no se acogieron al
llamamiento del gobierno para participar en el proceso, mientras que otros
reflejan la alianza entre antiguos paramilitares y narcotraficantes. En el
mismo orden, se registra la participación de mandos medios de las auto-
defensas dirigiendo nuevas estructuras armadas ilegales. Las operacio-
nes de estos grupos continúan afectando gravemente a la población civil,
principalmente a los grupos vulnerables como mujeres, niños, afro-des-
cendientes e indígenas‖. Párrafo 4 Informe 8 Mapp – OEA, Julio de 2007.
32. La ENS tiene registrados 2.534 asesinatos contra sindicalistas en el pe-
ríodo comprendido entre el 1 de Enero 1986 y el 7 de agosto de 2007. la
Fiscalía reportó a la CCJ 288 casos más, para un total de 2.832 casos.
34
liadas a organizaciones sindicales ocurridos entre 1986 y el 2007.
En segundo lugar, el estado de las investigaciones penales en
los casos de homicidio ocurridos durante el período de gobierno
del Presidente Uribe; en tercer lugar, un análisis del informe de
avance al acuerdo tripartito que el Ministerio de la Protección
Social entregó a las centrales sindicales, que contiene la infor-
mación que la Fiscalía presenta en desarrollo de la subunidad de
Fiscales, creada para el especial impulso de los casos de violen-
cia antisindical. Por último, se hará un análisis sobre impunidad
en los casos de otros delitos contra la libertad sindical.
33. Comisión creada mediante el Decreto 1413 de mayo de 1997. Según este
decreto, son funciones de la Comisión Interinstitucional, la promoción de
los derechos de las trabajadoras y trabajadores y la atención a las violacio-
nes de sus derechos, mediante la recolección de información, el estudio
de los estados de los procesos penales, la presentación de evaluaciones
a las autoridades competentes para que se adelanten las investigaciones
pertinentes y la formulación de recomendaciones para que se logre la
plena reparación de las víctimas.
34. Base de Datos sobre seguimiento judicial de la Comisión Colombiana
de Juristas que está conformada por la información que recibe la CCJ de
la Fiscalía sobre seguimiento judicial a esas investigaciones, así como
la información sobre las violaciones ocurridas posteriores a esa fecha,
proveniente de la información entregada a la OIT y las centrales.
35
el 7 de agosto de 2007. Adicionalmente, la CCJ encontró de la
información de la Fiscalía 288 casos más, para un total de 2.832
casos. De esos 2.832 casos, 1.987 no están registrados en la in-
formación que contiene la base suministrada por la Fiscalía que
maneja la CCJ, que cubre el periodo de 1985 a 2007. Es decir, el
69,5% no están incluidos en los datos que la Fiscalía ha reporta-
do a las centrales sindicales y a la OIT, teniendo información tan
solo en 492 casos.
Este dato resulta sumamente preocupante y podría explicar-
se por las siguientes razones, todas igualmente alarmantes:
1) Que la Fiscalía no conoce y no está investigando el 69,5%
de los asesinatos, de los cuales se sabe públicamente porque es-
tán reportados en la información de la ENS, año tras año;
2) Que la Fiscalía tiene tal grado de desorden en su infor-
mación que no ha determinado aún en cuántas de las investiga-
ciones que adelanta, las víctimas son sindicalistas. Lo cual sería
grave porque la ENS cuenta con documentación que acredita
dicha condición;
3) Que los registros de la ENS no contemplen la totalidad de
los homicidios ocurridos contra sindicalistas y a sus registros
deba añadir todos lo de la Fiscalía;
4) Que la Fiscalía reporta casos de homicidios cuyas víctimas
no son sindicalistas, situación en la cual se podría estar distorsio-
nando la dimensión y el carácter de la violencia antisindical.
Es necesario que la Fiscalía aclare de inmediato esta situa-
ción. Esto especialmente si se tiene en cuenta que, a partir de
la información disponible, con respecto a los homicidios re-
gistrados entre 1986 y 2007 la situación no es alentadora. La
base elaborada con la información suministrada por la Fiscalía,
cuenta con 845 casos registrados.35 El Estado de las investiga-
ciones en dichos casos es el siguiente: el 72.3% están en etapa
previa (611/845); el 6.6% están en etapa de instrucción36 (56/845);
a la etapa de juicio han llegado apenas el 14.8% de los casos
(125/845). Finalmente, en 53 casos el 6.3% la Fiscalía reporta el
caso pero no da información sobre su estado. Si se considera que
36
han superado el estado de impunidad los casos que han llegado
a la etapa de juicio, se establece que el 85.2% de los casos de ho-
micidio conocidos por la Fiscalía entre 1985 y 2007 están en la
impunidad. Esta cifra podría ser mayor dependiendo del sentido
de la sentencia, pues si es absolutoria, significa que el hecho per-
manece impune y sus perpetradores amparados por esta.
2.2. Impunidad durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez (7 de
agosto de 2002 a 7 de agosto de 2007)
En este acápite se hará una comparación entre el número de
homicidios contra sindicalistas durante el actual gobierno, de
acuerdo a los datos que la Fiscalía reporta como tal, y el número
de casos en los cuáles, según los mismos reportes de la Fiscalía,
hay procesos penales en curso, para el mismo período. Para este
análisis, netamente cuantitativo, se parte del presupuesto de que
las investigaciones por homicidio han de ser abiertas inmedia-
tamente se comete el crimen.37 Es decir que, las investigaciones
abiertas en 2002, deben corresponder a homicidios cometidos
durante ese mismo año. Se incluyen los casos que están en etapa
de juicio, a pesar de que es muy poco probable que un proceso
penal llegue a su etapa de juicio en un año o en un tiempo me-
nor.38 En anteriores análisis sobre impunidad en casos de violen-
cia antisindical, se ha determinado que, un ínfimo porcentaje de
las investigaciones llega a la etapa de juicio y que, la duración
excesiva de las investigaciones penales contribuye al estado de
impunidad de los casos.39
37. El artículo 250 de la Constitución Política dice: “La Fiscalía General de la
Nación está obligada a adelantar el ejercicio de la acción penal y realizar
la investigación de los hechos que revistan las características de un delito
que lleguen a su conocimiento por medio de denuncia, petición especial,
querella o de oficio, siempre y cuando medien suficientes motivos y cir-
cunstancias fácticas que indiquen la posible existencia del mismo. No
podrá, en consecuencia, suspender, interrumpir, ni renunciar a la perse-
cución penal, salvo en los casos que establezca la ley para la aplicación
del principio de oportunidad regulado dentro del marco de la política cri-
minal del Estado, el cual estará sometido al control de legalidad por parte
del juez que ejerza las funciones de control de garantías. Se exceptúan los
delitos cometidos por Miembros de la Fuerza Pública en servicio activo y
en relación con el mismo servicio”.
38. En posteriores análisis se ilustrará detalladamente si los procesos abiertos
o en etapa de juicio, corresponden efectivamente a los casos de homici-
dios cometidos durante ese año, comparando los nombres de las víctimas.
Se asumió también que los casos sobre los cuales no se tiene información
están siendo tramitados por la justicia penal.
37
La disminución de información sobre los procesos penales
por homicidio de personas sindicalizadas entre 2002 y 2007,
contrasta con las cifras de homicidios contra personas sindica-
lizadas en ese mismo período de tiempo. Así bien, al comparar
esas dos cifras se obtiene que, los procesos penales del 2002 por
el homicidio de personas sindicalizadas entre el 7 de agosto y el
31 de diciembre, equivalen al 50,9% de los 53 homicidios ocurri-
dos en el mismo periodo (27/53), es decir, en el 49,1% (26/53) de
esos hechos no se tiene noticia por parte de la Fiscalía de haber
iniciado proceso penal.
En el año 2003, el 63,2% de los 106 homicidios contra sin-
dicalistas alcanzaron curso procesal penal (67/106), es decir, del
36,8% (39/106) no se tiene información de la Fiscalía.
En el 2004, cursaban procesos penales equivalentes al 13,1%
de los 99 homicidios contra personas sindicalizadas (13/99), es
decir, del 86,9% (86/96) de esos hechos no se tiene noticia del
trámite del proceso penal.
Para el año 2005, el 13,9% de los 72 (10/72) homicidios con-
tra sindicalistas registrados obtuvieron trámite procesal penal;
por tanto, del 86,1% (62/72) no se tiene información sobre el ini-
ció ni tramite de proceso penal alguno.
Para el 2006, se cursaban procesos penales por el 8.3% de
los 72 homicidios cometidos contra sindicalistas (6/72), mientras
que del 91.7% no se tiene noticia de trámite de proceso penal.
En el 2007, de los 19 homicidios contra personas sindica-
lizadas registrados entre el 1 de enero y el 7 de agosto, sólo el
10,52% (2/19) da cuenta de trámite procesal penal, mientras que
los homicidios en los cuales no se tiene información sobre el
inició y trámite de proceso penal alguno equivalen al 89,47%
(17/19).
38
Cuadro 7. Relación entre homicidios contra personas sindicalizadas
y el inicio o trámite de procesos penales por esos delitos
Año Total
Sin datos* 6 5 0 1 0 0 12
Total 27 67 13 10 6 2 125
39
investigaciones en esos procesos. Por tanto, no es posible deter-
minar el trabajo que ha desarrollado la creación de la subuni-
dad de impulso respecto de ese universo. Sin embargo, sí señala
los avances fruto del acuerdo tripartito a partir del trabajo de la
subunidad:
- Los informes sobre seguimiento al impulso especial de las
investigaciones señalan que 20 casos se encuentran en etapa de
instrucción. 11 de ellos llevados por la Unidad de Derechos Hu-
manos de la Fiscalía y 9 por Fiscales destacados a nivel nacional.
Tenemos entonces que, en 20 casos de violencia contra sindi-
calistas hay identificación de los presuntos autores o partícipes
pero de la información no podemos concluir que se deba al tra-
bajo de la subunidad de fiscales. Finalmente, la asignación de
estos casos a diferentes autoridades judiciales es una actividad
logística-administrativa que no constituye un avance en la supe-
ración de la impunidad.
- Respecto de los casos en etapa de juicio, la Fiscalía encuen-
tra como avance que 27 casos se encuentran ante los jueces pe-
nales, sin que pueda determinarse de la información, si se llegó
a esta etapa por el especial impulso generado desde la subunidad
de fiscales, o si se trata del desarrollo normal del trabajo de la
justicia penal. De esta información no es posible establecer cuá-
les de los acusados están detenidos o asisten efectivamente al
proceso.
- La Fiscalía reporta 49 sentencias condenatorias como éxitos
en materia de investigaciones de las violaciones a los derechos
humanos contra sindicalistas. Sin embargo, no puede concluirse
que estos avances se deban a la acción decidida del Estado por
avanzar en materia de esclarecimiento de la verdad en casos de
violencia antisindical, debido a que de las 49 sentencias conde-
natorias, una ocurrió en el año 2001, cinco en el año 2002, cinco
más en el año 2003, 11 en el año 2004, siete en el año 2005, 11
durante el 2006, sobre seis no se tiene la fecha de expedición y
tan sólo cinco son del año 2007. Estas últimas, con toda segu-
ridad no corresponden a investigaciones impulsadas sólo en el
2007.
Podemos concluir que en el informe de avance que la Fisca-
lía entrega sobre el impulso a las investigaciones penales no se
deriva la existencia una política clara de investigación y sanción
a los responsables como lo ameritan las violaciones sistemáticas,
permanentes y selectivas de sindicalistas. El reporte de casos an-
40
teriores presentados como avances del especial impulso deja al
descubierto los escasos resultados que ha tenido la implementa-
ción de la subunidad especial.
Como lo señala la Fiscalía es muy importante la reasignación
de todos los casos de violaciones a los fiscales encargados de
implementar este esfuerzo de investigación pero no es suficiente,
se requiere de medidas y estrategias de investigación que vayan
en la línea de entender el contexto y la dinámica de la violencia
antisindical en Colombia.
2.4. Impunidad en los casos de delitos contra la libertad sindical
En el ordenamiento penal contiene el delito de “Violación de
los derechos de reunión y asociación” determinando que quien
“impida o perturbe una reunión licita o el ejercicio de los de-
rechos que conceden las leyes laborales o tome represalias con
motivo de huelga, reunión o asociación legítimas, incurrirá en
multa”,40 situación que no puede ser tildada sino como de ridícula
precisamente porque ello se da en un país como el nuestro, en el
que desaparecen organizaciones sindicales como consecuencia
de “políticas antisindicales” de toda índole, en la que participa el
sector privado y público.
En el mismo ordenamiento aparece, en el artículo 198 el delito
de la “violación de la libertad de trabajo” pero enfocado a prohi-
bir, de forma sutil, la protesta social, ya que establece como pena
a quien perturbe el libre ejercicio de la actividad de cualquier
persona, consistente en multa. Igual cosa acontece en lo que res-
pecta al artículo 199 que consagra el “sabotaje”, con la diferencia
que, en este caso, en donde aparece contemplado el daño a ele-
mentos o equipos, se determina una pena de uno a seis años de
prisión y multa hasta de veinte salarios mínimos legales vigentes.
El análisis de los mencionados artículos, demuestran que
para el legislador colombiano, es más importante la protección
de los bienes materiales, de propiedad de los patronos, que el de-
recho de asociación y libertad sindical, como se puede apreciar
de la simple lectura de los mismos.
Ahora bien, en lo que respecta con sanción de la conducta
descrita en el artículo 200 del C.P hasta la fecha no se ha sancio-
nado a ningún patrono por incurrir en este tipo de prácticas.41
40. Artículo 200 Código Penal.
41. Información suministrada por un alto funcionario de la Fiscalía General
de la Nación, quien no nos autorizó para que diéramos su nombre. Agosto
de 2007.
41
En este momento se encuentra en curso una investigación
iniciada por denuncia de la Confederación General del Trabajo
CGT en contra de la empresa Supertiendas y Droguerías Olím-
pica por violentar el derecho de asociación y libertad sindical,
debido a que a los trabajadores al sindicato les han compelido a
renunciar a la organización y a los beneficios de la convención
colectiva, en un formato único que les fue suministrado por em-
pleados directivos del patrono en cada uno de los sitios de traba-
jo. La denuncia fue interpuesta ante el propio Fiscal General de
la Nación desde hace más de dos meses, sin que hasta la fecha
conozcamos el avance de la misma.
Resulta incontrastable lo mencionado, en primer lugar por la
liviandad de las penas previstas para este tipo de practicas y en
segundo término porque hasta la fecha no se conoce que ningún
patrono o representante de éste, haya sido sancionado por estas
conductas, en un país que precisamente se distingue por ser de
los mayores violadores de los derechos de los sindicalistas.
D. Propuestas para superar la situación
Las propuestas están referidas a los dos apartados de este
capítulo.
1. Propuestas para prevenir y reparar las violaciones a la
vida, libertad e integridad personal de afiliados y afiliadas a
organizaciones sindicales y de las organizaciones sindicales
1.1. Medidas de prevención y protección
Las graves violaciones que se cometen contra sindicalistas
requieren de una política seria e integral de prevención y protec-
ción. En ese sentido se propone:
- Que se haga un reconocimiento público por parte del Alto
Gobierno, Presidente, Vicepresidente y Ministro de la Protección
Social, acerca del carácter legítimo de la actividad sindical, de
sus organizaciones y de sus miembros como parte fundamental
de una sociedad democrática. Esta actividad debe estar acompa-
ñada de una campaña masiva de comunicaciones, que visibilice la
problemática y difunda referentes positivos sobre el sindicalismo.
- Que cesen los señalamientos del Alto Gobierno y otros fun-
cionarios del Estado contra los sindicalistas como guerrilleros o
colaboradores de las guerrillas. Por tanto, se dicte un conjunto de
normas que refuercen el reconocimiento de las organizaciones
sindicales y su actividad como legítima a través de directrices
42
sobre suministro de información a las organizaciones sindica-
les, sobre los asuntos que les afectan, prohibiciones para que los
funcionarios hagan señalamientos, y que prevea sanciones a los
funcionarios por su incumplimiento como falta grave.
- Que se depuren los archivos de inteligencia en los que se
encuentren nombres de sindicalistas y organizaciones sindicales,
por el sólo hecho del ejercicio de la actividad sindical.
-No presentar proyectos de ley que pretendan dejar en la im-
punidad delitos contra los y las sindicalistas y otros defensores
de derechos humanos cometidos con ocasión de la actividad de
inteligencia del Estado.
- Se regulen las actividades de inteligencia en la ley esta-
tutaria de habeas data, de manera que se creen mecanismos de
protección para los derechos de las personas cuyos datos se en-
cuentran en bases de inteligencia y circulan entre ellas, dándole
cumplimiento a la recomendación de la Oficina del Alto Comi-
sionado en Colombia en su informe del año 2007.42
- Derogar el artículo 16 de la ley 1142, que reformó el artículo
235 del Código de Procedimiento Penal.
- En cuanto al programa de protección, el Gobierno nacional
debe separar los organismos, las políticas y las acciones de inte-
ligencia de las de protección, de tal manera que éstas se presten
por parte de un organismo con autonomía patrimonial y admi-
nistrativa.
- La selección y capacitación de los escoltas de este organis-
mo autónomo se debe hacer con participación de los represen-
tantes de las poblaciones objeto de las medidas de protección,
con el fin de crear lazos de confianza entre quienes necesitan
protección y quienes estén encargados de proporcionarla. La ca-
pacitación debe incluir formación en derecho internacional de
los derechos humanos, derecho humanitario y responsabilidad
estatal. Uno de los criterios de selección debe ser el de carecer de
antecedentes que puedan indicar posiciones hostiles a los grupos
de personas protegidas.
- La protección se debe brindar a testigos de violaciones a los
derechos humanos, de infracciones al derecho humanitario y de
otros graves atentados contra la dignidad humana (por ejemplo
ataques sexuales) y debe prestarse en forma separada y diferente
42. Informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Dere-
chos Humanos sobre la situación de los derechos humanos en Colombia,
año 2007. (A/HRC/4/48).
43
al programa de protección de testigos a cargo de la Fiscalía Ge-
neral de la Nación.
- En términos generales y dentro de los parámetros antes
señalados, deben aplicarse las recomendaciones del Informe
de evaluación del Programa de protección a testigos y personas
amenazadas del Ministerio del Interior (hoy Ministerio del Inte-
rior y de justicia), realizado en julio del año 2002 por un equipo
encabezado por la Sra. Cristina Iparraguirre, a instancias, entre
otros, de la Oficina en Colombia del Alto Comisionado para los
Derechos Humanos de las Naciones Unidas y de la Oficina In-
ternacional del Trabajo.
1.2. Medidas de reparación individual a las víctimas del sindi-
calismo
- El Estado tomará, de manera concertada, medidas efectivas
para que las víctimas pertenecientes al movimiento sindical ten-
gan acceso efectivo a ser asistidos por abogados o abogadas de
su confianza en los procesos penales en los que intervengan, así
como el derecho a ser atendidos en programas de ayuda psicoso-
cial. Para ellos, el Estado dispondrá de una partida presupuestal
con este fin.
- El movimiento sindical ha señalado múltiples propuestas
surgidas del Encuentro Nacional de Víctimas pertenecientes a
organizaciones sociales llevado a cabo los días 26, 27 y 28 en
Julio de este año1, entre las que destacan la reparación integral
y la necesidad de incorporar una perspectiva de género en la
reparación.
1.3. Medidas de reparación al movimiento sindical
- Para el sindicalismo la reparación colectiva consiste en
primer lugar, en el restablecimiento pleno, en el plano norma-
tivo y en la práctica, de las libertades sindicales y los derechos
laborales, lo que requiere la realización de profundas reformas
institucionales y de medidas y acciones tendientes a restituir a la
organización sindical, su prestigio, buen nombre y el reconoci-
miento de su legitimidad.
- La reparación colectiva es responsabilidad de Estado, de
acuerdo a la jurisprudencia internacional, por los hechos impu-
tables a sus agentes, que implica el restablecimiento de los dere-
chos conculcados, compensaciones en caso de poder hacerse, in-
demnizaciones por los daños causados, medidas de satisfacción,
de rehabilitación y las garantías de no repetición.
44
- Una medida concreta, orientada a la no repetición, consiste
en que el Gobierno apoye un proyecto de reforma Constitucional
que eleve a rango constitucional los derechos de las víctimas de
crímenes contra la humanidad y se establezcan mecanismos para
garantizar la no repetición del paramilitarismo.
- Ofrecer garantías para las y los sindicalistas que se encuen-
tran exiliados o refugiados puedan retornar, junto con sus fami-
lias, en condiciones de seguridad y dignidad.
- Otorgar recursos para la organización y empoderamiento
de las víctimas, en concertación con ellas.
2. Propuestas para superar la insostenible situación de im-
punidad
2.1. Las investigaciones deberán guiarse por las siguientes lí-
neas
- Las investigaciones penales deben contar con un análisis de
contexto en el que se desarrollaron las violaciones, entendiendo
la violencia antisindical como una violencia sistemática, selec-
tiva y deliberada. El análisis del caso individual sin atender a
razones como por ejemplo la consolidación del paramilitarismo
en diferentes regiones del país, la connivencia del Estado en mu-
chas de las violaciones, la ocurrencia de otras violaciones contra
la misma víctima aún cuando vengan de un autor distinto, des-
vían el curso de una investigación eficaz.
Por el contrario, tener en cuenta estos factores que carac-
terizan la violencia antisindical en Colombia, permite señalar
hipótesis de investigación consistentes con el tipo y forma de
violencia que se ha ejercido contra las y los sindicalistas. Adi-
cionalmente, el análisis deberá contener una mirada de género
que permita establecer los efectos particulares que el daño tiene
sobre hombres y mujeres.
- En el curso de la investigación deben valorarse los móviles
de la ocurrencia de la violación y no la investigación contra la
víctima. Hay que presumir que cuando un hecho afecta a un o
una sindicalista, los motivos de la conducta delictiva pueden es-
tar relacionados con esa actividad sindical, salvo que se demues-
tre lo contrario. En muchos casos la investigación penal se centra
en buscar los antecedentes de la víctima y no en la búsqueda de
los móviles del autor contra la víctima. Esta práctica en muchos
casos impide esclarecer los hechos e identificar a los autores in-
telectuales (determinadores) y materiales. Las investigaciones
45
deben velar por mantener la dignidad de las víctimas, lo que no
implica que no se esclarezcan hechos que puedan comprometer
su responsabilidad. En el caso de hechos que afectan a las mu-
jeres, además de la afrenta inicial, muchas veces se les somete a
posteriores vejámenes, dada la forma en que las interrogan y la
manera en que se reconstruyen los hechos.
- La calidad de sindicalistas debe presumirse por el sólo he-
cho de que la información provenga de alguna organización sin-
dical, sin perjuicio de que pueda desvirtuarse en el curso de la
investigación. La calidad de sindicalista debe apreciarse también
en relación con las actividades de la víctima, tomadas estas den-
tro de un período de tiempo razonable, no sólo al momento de
la violación, en la medida en que los hechos de violencia pueden
haberse motivado en sus acciones sindicales. Igualmente, deben
considerarse las personas relacionadas con quienes ejercen la
actividad sindical, bien porque sean familiares o bien porque os-
tenten otro tipo de relación.
- Debe existir una colaboración armónica sobre la informa-
ción de investigaciones entre de la subunidad de Fiscales para el
impulso de casos de la OIT con otras unidades de investigación
de la Fiscalía.
- Las centrales sindicales reivindicamos el derecho a la ver-
dad, la justicia y la reparación de las víctimas y el derecho a
saber de la sociedad en su conjunto, tal como han sido estable-
cidos en las Naciones Unidas y en el Sistema Interamericano de
protección.43
- Proponemos buscar el concurso de expertos investigadores
y analistas forenses de la Fiscalía de la Corte Penal Internacio-
nal, para que apoyen las investigaciones penales de la Fiscalía
colombiana.
- Los casos que estén siendo investigados y juzgados por la
43. Documentos de Naciones Unidas E/CN.4/2005/102/Add1, E/CN.4/
Sub.2/1997/20 Rev.1 y AG Res. 60/147 del 16 de diciembre de 2005, entre
los que recogen los estudios y documentos previos referidos a la lucha
contra la impunidad y al derecho de las víctimas a obtener reparación.
Igualmente, en el sistema interamericano de protección existe una doc-
trina y jurisprudencia consolidadas sobre esta materia. Para ampliar la
información pueden consultarse Comisión Colombiana de Juristas, Prin-
cipios internacionales sobre impunidad y reparaciones, Compilación de
documentos de la organización de las Naciones Unidas, Bogotá, 2007
y Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, Recomendación
de Criterios de Reparación y de proporcionalidad restaurativa, Anexo,
Sistematización y decisiones tenidas en cuenta por la CNRR en la elabo-
ración del presente documento, Pág. 95 y s.s., Bogotá, 2007.
46
Justicia Penal Militar, deben pasar a la Fiscalía General de la
Nación o a la Jurisdicción ordinaria, en cumplimiento de deci-
siones de la Corte Constitucional y de precisas recomendaciones
internacionales.44
- Deberá fortalecerse la investigación y sanción frente a los
delitos contra la libertad sindical.
2.2. Fortalecer con recursos financieros, logísticos y humanos
a la subunidad y a los jueces, para que puedan desarrollar su
función de manera digna y eficaz.
2.3. Manejo y suministro de información sobre investigaciones
penales en casos de violencia antisindical
- Informar de manera periódica al movimiento sindical so-
bre el trabajo e implementación de la subunidad, a fin de que de
manera concertada se pueda revisar y avanzar en su evaluación
y estructuración.
- Informar a las centrales y a la OIT sobre:
- El estado de las investigaciones en 1987 casos de homicidio
en los cuales la Fiscalía no reporta información a las centrales
sindicales.
- El estado de las investigaciones y juicios de los 399 casos
de homicidio ocurridos en el período 2002-2007.
- El estado de los casos de especial impulso que las centrales
sindicales han determinado, así como los que la Fiscalía selec-
cionó. El estado de las investigaciones y juicios de todos los ca-
sos de violencia antisindical.
- Los avances de la subunidad y los jueces en términos de in-
vestigaciones o juicios adelantados desde su creación y no como
resultado de la acción de fiscales y jueces anteriores.
47
48
CAPÍTULO II. LIBERTADES SINDICALES
49
limitar este derecho o a entorpecer su ejercicio legal” (Destaca-
dos son nuestros).
Y agregó: “109. La Comisión considera que para que este de-
recho se garantice plenamente deben cumplirse dos condiciones
fundamentales: en primer lugar, las exigencias que pueden ser
impuestas a los estatutos de los sindicatos de conformidad con
la legislación nacional deberían ser sólo de forma, y en segundo
lugar, los estatutos y reglamentos administrativos no deben ser
objeto de una aprobación previa de carácter discrecional por
parte de las autoridades”.
Por su parte, el Comité de libertad sindical ha indicado; “Los
requisitos prescritos por la ley para constituir un sindicato, no se
deben aplicar de manera que impidan o retrasen la creación de
organizaciones sindicales, y toda la demora provocada por las
autoridades en el registro de un sindicato constituye una vio-
lación del articulo 2 del convenio numero 87”. (Véase recopi-
lación de 1996, párrafos 249 y 251; 308º informe, caso numero
1894, párrafo 536, 316º informe, caso numero 1773, párrafo 615;
324º informe caso numero 2053, párrafo 231, 332º informe, caso
numero 2225, párrafo 377 y 334º informe, caso numero 2282,
párrafo 638).
50
puede ejercerlas durante la vigencia de dicha inscripción. Adi-
cionalmente, el artículo 4, relacionó los documentos que deben
acompañar la solicitud de inscripción en el registro sindical, ex-
cediendo los límites del control meramente formal que autoriza
el Convenio 87.
Estas normas fueron consideradas constitucionales por la
Corte Suprema de Justicia y por la Corte Constitucional colom-
bianas, configurándose así una violación del Convenio 87 y un
desconocimiento del artículo 39 de la Constitución, no sólo por
las normas legales mencionadas, sino también por la actuación
de los tribunales de constitucionalidad.45
El Ministerio de la Protección Social reguló la competencia
y el trámite para la inscripción en el registro sindical mediante
diferentes normas46 que, entre otros, establecen un plazo, con-
tado desde la fecha de celebración de la Asamblea constituti-
va, para presentar la documentación; si se presenta en tiempo,
el funcionario del Ministerio puede devolver los documentos si
estima que no se cumple alguno de los requisitos formales y si
“los solicitantes presentaren nuevamente la documentación per-
sistiendo en los errores e inconsistencias materia de objeción, el
funcionario de la competencia negará el depósito mediante un
acto administrativo susceptible de los recursos de la vía guber-
nativa”.47
En las normas, el Ministerio establece que las causas por la
cuales se puede negar el registro sindical es por que los estatutos
sean contrarios a la Constitución o a la ley, o que el número de
miembros fundadores sea inferior al requerido por la ley, o que
“la organización sindical no se haya constituido para garantizar
el derecho fundamental de asociación sindical, sino con el fin de
obtener estabilidad laboral”, que no se haya respetado la clasi-
ficación de las organizaciones sindicales que establece la ley o,
45. Antes de la vigencia de la Constitución Política de 1991, la guarda de
la supremacía e integridad de la Constitución correspondía a la Corte
Suprema de Justicia. Sentencia de la Corte Suprema en Gaceta especial,
Sala Constitucional, Tomo III. Corte Constitucional, sentencia C- 567 del
17 de mayo de 2000.
46. Art. 365 del Código Sustantivo del Trabajo (C .S. del T). El cuerpo nor-
mativo está integrado por las resoluciones 951 de 2003, por la 1875 de
2002, por la 1651 de 2007, expedidas por el Ministerio de la Protección
Social y por el Decreto 1194 de 1994.
47. Memorando interno del Ministerio de la Protección Social del 12 de julio
de 2004.
51
finalmente, porque “se constituya una organización sindical de
industria por rama de actividad económica, pero sus afiliados
sean trabajadores de empresas que no son de la misma industria
o rama de actividad económica, o sean trabajadores de una mis-
ma empresa”.
Los tres últimos requisitos enunciados exceden, de forma os-
tensible, las facultades formales que puede ejercer la autoridad
administrativa, de conformidad con lo establecido en el Conve-
nio 87. La constatación de que sean contrarios a la Constitución
o a la ley, en la medida en que supone un juicio de valor, corres-
ponde a una autoridad judicial independiente, frente a la cual se
garantice el derecho de defensa de la organización sindical.
Frente a este aspecto el Comité de Libertad Sindical se ha
pronunciado de la siguiente manera: “Las disposiciones legisla-
tivas que regulan detalladamente el funcionamiento interno de
las organizaciones de trabajadores y de empleadores entrañan
graves riesgos de injerencia por las autoridades publicas. En
caso de que su adopción fuera considerada indispensable por
las autoridades, estas disposiciones deberán limitarse a estable-
cer un marco legal, dejando a las organizaciones la mayor auto-
nomía posible para regir su funcionamiento y administración.
Las restricciones a este principio deberán tener como úni-
cos objetivos garantizar el funcionamiento democrático de las
organizaciones y salvaguardar los intereses de sus afiliados.
Por otra parte, deberán preverse un recurso ante un órgano ju-
dicial imparcial e independiente, a fin de evitar todo riesgo de
injerencia excesiva o arbitraria en el libre funcionamiento de
las organizaciones (véase recopilación 1996, párrafo 331 y 332
informe caso núm. 2011 párrafo 215).
2. Medidas prácticas tomadas por el Estado
2.1 El registro sindical como autorización previa para la exis-
tencia y funcionamiento de las organizaciones sindicales
Con la información disponible48 (178 resoluciones que niegan
48. La obtención de la información se ha convertido en una tarea casi imposi-
ble, toda vez que no se encuentra sistematizada ni mucho menos centrali-
zada en el Ministerio de la Protección Social. A pesar de haber formulado
varios derechos de petición no se ha logrado acceder a la totalidad de la
información y fue necesario entablar una acción de tutela por violación
al derecho fundamental de acceso a la información, la cual fue concedida
por el Tribunal Superior de Cundinamarca. Estamos a la espera de su
cumplimiento por parte del Ministerio de la Protección Social.
52
el registro sindical de nuevos sindicatos), podemos afirmar que
el Estado a través del Ministerio de la Protección Social, viola el
derecho de asociación y libertad sindical, al establecer una serie
de procedimientos y tramites ajenos al derecho de sindicaliza-
ción, configurando así una autorización previa para la creación
de las organizaciones sindicales.
Una de las razones que con frecuencia invoca el funcionario
administrativo para negar el registro sindical, es que la organiza-
ción sindical en sus estatutos contraría la Constitución o la ley49.
El procedimiento que sigue el Ministerio para la inscripción im-
plica la revisión de los estatutos por el Inspector de Trabajo, en
vez de proceder a la inscripción y, si los considera contrarios a
normas superiores, objetar lo que considere ilegal ante un juez.
En otras ocasiones se han negado el registro sindical50 adu-
ciendo que no se determina el tipo de organización que se ha for-
mado, o que el tipo de organización elegida no puede agrupar a
los trabajadores al no cumplir los requisitos de ley,51 o que se pre-
tende agrupar diferentes actividades económicas o que quienes
la integran, tienen diferentes tipos de vinculación con el Estado.
La ley nacional no puede imponer los tipos de sindicatos que
deban formar los trabajadores, el Ministerio al negar el registro
sindical con este argumento, impone un modelo de sindicato en
lo que constituye una injerencia indebida en la autonomía de la
organización de las y los trabajadores, contraria al Convenio 87.52
El Ministerio sólo reconoce el derecho de asociación a los
trabajadores con contrato de trabajo, de esta forma se elimina la
posibilidad de asociarse a los trabajadores con contrato de pres-
tación de servicios, a los trabajadores asociados en cooperati-
vas, a los desempleados, a los pensionados, a los practicantes
universitarios, o los que no tienen contrato alguno pero prestan
personalmente su servicio.53
49. Art. 366 del C. S. del T.
50. Ver entre otras Resolución 00001288, 19 de mayo 2005 Distrito territorial
de Cundinamarca; Res. 001662 del 26 de abril de 2004 Distrito territorial
de Cundinamarca; Res. 00002921 del 8 de septiembre de 2005 DT de
Cundinamarca; Res. 001142 del 5 de mayo de 2005 DT Cundinamarca,
Res. 0557 del 9 de abril de 2003 DT de Cundinamarca; Res. 00001027 del
26 de abril de 2005 DT Cundinamarca; Res. 023 del 11 de marzo de 2004
DT de Cundinamarca. 51 Art. 356 del C. S. del T.
52. Ver Comité de Libertad Sindical, caso 2046 informe 346.
53. Ver entre otras: Resolución 02741 del 5 de diciembre de 2005 Dirección
de Trabajo de Antioquia; Res. 004168 del 31 de octubre de 2003 Direc-
ción de Trabajo de Cundinamarca.
53
La consecuencia práctica de esta indebida interpretación54 es
que en Colombia de un total de 19 millones de trabajadores, que
prestan sus servicios personales amparados bajo diferentes for-
mas contractuales o de hecho, solo tendrían derecho a constituir
sindicatos cerca de 5 millones, esto es, menos de la cuarta parte.
Adicionalmente, dicha situación afecta especialmente la afilia-
ción femenina, pues es más alta su tasa de participación en la
informalidad, lo que profundiza los factores de discriminación
que ellas viven en la sociedad.
El CLS se ha pronunciado sobre este particular: “Todos los
trabajadores, sin ninguna distinción incluida la no discrimina-
ción debido a la ocupación, deberían tener derecho a constituir
libremente las organizaciones que estimen convenientes y de
afiliarse a las mismas”. (Véase recopilación 326º informe, 2113
párrafo 372).
Son variados los pretextos que usa el Ministerio para negar
el registro. Se han aducido motivos tales como tener errores de
digitalización,55 o la designación de un periodo diferente de la
junta directiva o de la reunión de la asamblea,56 el establecer
competencias, funciones, facultades o términos a órganos dentro
del sindicato diferentes a los previstos en la ley57 o, cuando son
sindicatos de empleados públicos, que establecen en sus esta-
tutos la posibilidad de decretar la huelga,58 la falta o el error en
el procedimiento para el cobro de cuotas sindicales,59 o porque
crean fueros sindicales en los estatutos y el Ministerio considera
que estos solo pueden ser establecidos por la ley.60
54. Del Art. 5 del C. S. del T.
55. Ver entre otras: Res. 00000782 del 23 de marzo de 2005 DT Cundinamar-
ca; Res. 00002076 del 14 de agosto de 2006 DT Cundinamarca.
56. Ver entre otras: 1811 del 8 de agosto de 2003 DT Cundinamarca; Res.
1803 del 24 de julio de 2006 DT Cundinamarca; Res. 00002485 del 12 de
septiembre de 2006; Res. 00000752 del 24 de abril de 2006 DT Cundina-
marca; Res. 004510 del 19 de noviembre de 2004 DT Cundinamarca.
57. Ver entre otras: Res. 1735 del 10 de julio de 2006 DT Cundinamarca; Res.
0002641 del 25 de septiembre de 2006 DT Cundinamarca; Res. 004510
del 19 de noviembre de 2004 DT Cundinamarca.
58. Ver entre otras: Res. 001978 del 27 de agosto de 2003 DT Cundinamar-
ca; Res. 0004039 del 26 de diciembre de 2006 DT Cundinamarca; Res.
00002943 del 8 de septiembre de 2005 DT Cundinamarca.
59. Ver entre otras: Res.00001153 del 6 de mayo de 2005 DT Cundinamarca;
Res. 1075 del 25 de mayo de 2006 DT Cundinamarca; Res. 001817 del 11
de agosto de 2003 DT Cundinamarca.
60. Ver entre otras: Res. 001949 del 25 de agosto de 2003; Res. 000373 del 29
de enero de 2004 DT Cundinamarca.
54
Son emblemáticos los casos en que el Ministerio ha impedido
el ejercicio de la libertad sindical a las centrales sindicales; por
ejemplo, a la CGT mediante resolución 00004860 de 2004 del
Ministerio de la Protección Social se le negó la inscripción par-
cial y deposito de la reforma de estatutos aprobada en su Congre-
so Nacional realizado entre el 26 de septiembre y el 2 de Octubre
de 2004, en lo relativo a la posibilidad de la afiliación directa
de trabajadores a la central, por considerar “que se desborda el
ordenamiento jurídico y se rompe la estructura sobre la cual se
edifica el ejercicio del derecho de asociación sindical”. Y la CUT,
que en estos momentos se encuentra tramitando el registro de la
reforma de sus estatutos adoptada en el V Congreso celebrado en
agosto del año pasado, el Ministerio le ha objetado lo relativo a la
inclusión de un sindicato de pensionados en la nueva estructura.
En todos estos casos, se debería proceder a inscribir la or-
ganización sindical y sus estatutos y objetar, ante una autoridad
judicial que garantice el debido proceso, los aspectos que a su
juicio considere contrarios a la ley.
Se presentan casos especialmente aberrantes como negar la
inscripción por la falta de aprobación del nombre, o de la copia
de los estatutos autenticada por el secretario,61 o del acta donde
se aprueba la asociación sindical. Incluso se ha negado el registro
por utilizar el término socios,62 por que considera el funcionario
gubernamental que se puede confundir la organización de los y
las trabajadoras, con las sociedades civiles.
Se ha llegado al extremo de dar traslado al empleador para
que este participe en el proceso de registro sindical,63 con el ar-
gumento de que el empleador puede ser afectado con el resultado
de este trámite. Pareciera que el ejercicio de la libertad sindical
en una amenaza para los empresarios y no el ejercicio legítimo
de un derecho reconocido por las normas internacionales del tra-
bajo y el cual debe ser garantizado por el Estado colombiano.
61. Ver entre otras: Res. 001396 del 14 de julio de 2003 DT Cundinamarca;
Res. 001142 del 05 de mayo de 2005 DT Cundinamarca.
62. Ver entre otras: Res. 002668 del 15 de octubre de 2003 DT Cundinamar-
ca; Res. 001470 del 2 de junio de 2005 DT Cundinamarca.
63. Ver entre otras: Res. 2057 del 31n de octubre 2003 inspección del traba-
jo de Girardot que registra la organización, revocada por la resolución
004168 del 27 de octubre de 2004; o la Res. 00004059 del 09 de octu-
bre de 2004 DT Cundinamarca que registra, y es revocada por la Res.
00004758 del 14 de diciembre de 2004 DT Cundinamarca.
55
2.2 Revocatoria directa del registro sindical
En el año 2005, el Ministerio inició una práctica, que además
de constituir una flagrante violación de las libertades sindicales,
está expresamente prohibida por las normas internas de Colom-
bia. Se trata de la revocatoria de las inscripciones en el registro
sindical a las organizaciones sindicales de trabajadores.64
Para motivar las decisiones se exponen motivos de diversa
índole, tales como que no se garantizó el debido proceso ni el
derecho de defensa al empleador, por lo que este no estuvo en
condiciones de impugnar la inscripción en el registro; que el sin-
dicato actuó de mala fe abusando de la inscripción automática,
mediante acto que no admitía recursos, que la clase de organi-
zación sindical no corresponde a las establecidas en el ordena-
miento interno,65 que la organización se fundó con el fin de que
sus trabajadores afiliados obtuvieran estabilidad laboral debido a
la obtención del fuero,66 o porque no ha habido aportes de cuotas
ordinarias a la organización sindical, ni presentación de pliegos
de petición y negociación colectiva.
Lo primero que hay que considerar es que en Colombia,
para que pueda revocarse directamente un acto administrativo,67
cuando este haya constituido situaciones jurídicas de carácter
particular o concreto, debe contarse con el consentimiento ex-
preso y escrito del respectivo titular, lo que en este caso significa
pedir el previo consentimiento de la organización sindical. Si la
administración considera que el acto administrativo contradice
las normas superiores, entonces debe proceder a demandar el
acto, para que los jueces, con citación y audiencia de la organi-
zación de las y los trabajadores afectados, decidan sobre la lega-
lidad de la actuación.
Desafortunadamente, una acción de tutela, recurso previsto
en la legislación interna para proteger los derechos fundamen-
tales reconocidos en la Constitución, fue desestimada por todas
las instancias, incluida la Corte Constitucional.68 Se consuma
así, una violación grave de la libertad sindical, en la medida en
que se revocó el registro sindical, sin garantizar la tutela judicial
efectiva para este derecho fundamental.
64. Los siguientes sindicatos: Sintraindu, Antrapro, Atliven, Sintrapananco,
Sintraanalchoc y Sintralacteos.
65. Art. 356 del C. S. del T.
66. Son los llamados sindicatos carrusel.
67. Art. 73 del Código Contencioso Administrativo.
68. Sentencia T- 215 de 2006, M.P.: Marco Gerardo Monroy Cabra.
56
2.3 Eliminación de sindicatos
A la manida estrategia del Estado patrono de liquidar las
Entidades Públicas (Caja Agraria, Telecom, Bancafé, Adpostal,
Inravisión, Banestado y muchas más), para borrar de un tajo a
las organizaciones sindicales con sus conquistas convencionales,
se suma la táctica patronal del sector privado de ir socavando la
existencia de los sindicatos mediante la congelación de la planta
de personal e implementación del sistema de tercerización labo-
ral (sistema de contratistas, agencias temporales de empleo, coo-
perativas de trabajo asociado CTA), planes de retiro y pensiones
anticipadas, selectivamente dirigidos a los sindicalizados.
Estas acciones combinadas con contrapliegos y pactos co-
lectivos patronales, tienden a disminuir el número de afiliados y
afiliadas, para luego invocar esta causal por la vía judicial, a fin
de obtener la declaración de disolución y liquidación de la orga-
nización de los trabajadores y las trabajadoras, y consecuencial-
mente, la cancelación de la inscripción en el registro sindical.
57
D. Propuestas para superar la situación
- Que se derogue el conjunto normativo expedido por el
Ministerio de la Protección Social relativo al registro sindical y
expida un nuevo conjunto normativo de conformidad con el con-
venio 87 y la doctrina del comité de libertad sindical, fruto del
diálogo social, y que garantice el surgimiento y funcionamiento
de las organizaciones sindicales, libre de toda injerencia del Mi-
nisterio de la Protección Social, del Estado en su conjunto y de
los empleadores.
- Que las resoluciones expedidas por el Ministerio de la
Protección Social que han negado la inscripción en el registro
sindical de nuevas organizaciones sindicales, juntas directivas y
reformas de estatutos sean revocadas y en sustitución se ordene
en cada caso a voluntad de las organizaciones sindicales la ins-
cripción en el registro.
- Que los actos administrativos mediante los cuales el Minis-
terio de la Protección Social revocó la inscripción en el registro
sindical, sean revocadas a voluntad de las organizaciones sindi-
cales y por tanto se proceda de nuevo a su registro.
- Que las organizaciones sindicales y los trabajadores que
hubiesen sufrido perjuicios por causa de las resoluciones que
negaron el registro sindical sean restablecidos en sus derechos
y reparados integralmente de acuerdo a los parámetros que se
acuerden en el marco del diálogo social.
58
(ii) EL INCUMPLIMIENTO SISTEMÁTICO
DE LAS RECOMENDACIONES SOBRE
CASOS EMITIDAS POR EL COMITÉ DE LIBERTAD
SINDICAL Y ADOPTADAS POR EL CONSEJO
DE ADMINISTRACIÓN DE LA OIT (2003-2007)
59
la Constitución determina que las relaciones exteriores del Esta-
do se fundamentan (...) “en el reconocimiento de los principios
de derecho internacional aceptados por Colombia”, entre ellos
el principio según el cual todo tratado en vigor obliga a las partes
y debe ser cumplido por ellas de buena fe.72
Igualmente, la Corte Constitucional ha reconocido la obliga-
toriedad de las recomendaciones del Comité de Libertad Sindi-
cal, adoptadas por el Consejo de Administración, señalando que
la “desidia del Gobierno frente a las obligaciones internacionales
adquiridas por Colombia, no puede ser fuente de derechos para
la administración, ni causal de extinción de los derechos de los
trabajadores”.73
B. Medidas adoptadas por el Estado
Una muestra del incumplimiento sistemático de los Conve-
nios sobre libertad sindical y negociación colectiva (Nos. 87 y
98), es la gran cantidad de quejas que presentan las organiza-
ciones sindicales colombianas contra los empleadores y el Go-
bierno.
Frente a las recomendaciones que realiza el CLS, en su in-
mensa mayoría no se han cumplido y no existe, en el orden inter-
no, un mecanismo judicial o de otra índole, que permita a las or-
ganizaciones de los y las trabajadoras, exigir su cumplimiento74.
Apenas se está poniendo en marcha la Comisión de resolución
de conflictos ante OIT, para impulsar el cumplimiento de las re-
comendaciones del CLS, sin que este mecanismo constituya una
herramienta coercitiva de exigibilidad.
C. Situación actual del tema
Ante la OIT en el periodo 2003-2007, se han radicado 57
quejas por parte de organizaciones sindicales de trabajadores por
la violación sistemática y reiterada a los derechos derivados de
la libertad sindical.
60
1. Tipos de casos y organizaciones sindicales afectadas
1.1 Protección de los derechos fundamentales de los y las sindi-
calistas, caso 1787
El CLS, frente a este caso, ha concluido y recomendado, en-
tre otros, los siguientes puntos:
(i) Los derechos de las organizaciones de trabajadores solo
pueden ejercerse en un clima desprovisto de violencia presiones o
amenazas, contra los dirigentes y afiliados de las organizaciones;
(ii) Tomar las medidas necesarias para llevar adelante todas
las investigaciones iniciadas y poner término a la intolerable si-
tuación de impunidad, a fin de sancionar a los responsable;
(iii) En los casos de secuestros desapariciones y amenazas,
tomar las medidas para realizar investigaciones serias;
(iv) En lo relacionado con las medidas de protección de los
sindicalistas, solicita información sobre las medidas de protec-
ción y los esquemas de seguridad implementados, así como los
que se adopten hacia el futuro.75
1.2 Derechos de trabajadores y trabajadoras de constituir orga-
nizaciones sindicales sin autorización previa
El CLS, frente a estos hechos, que atentan gravemente contra
la libertad sindical, recomendó proceder sin demora a inscribir el
acta de constitución, la lista de integrantes de la junta directiva
y los estatutos de la organización sindical a la que se le había
negado este derecho76; la inscripción de las organizaciones sin-
dicales a las cuales se les impedía realizarlo, porque recordó que
si bien los fundadores de un sindicato deben respetar las forma-
lidades previstas por la legislación, a su vez, estas formalidades
no deben poner trabas a la libre creación de las organizaciones
y le pidió al Gobierno tomar las medidas para que, tan pronto
como se acredite el cumplimiento de los requisitos mínimos, se
proceda a la inscripción en el registro sindical.77
En estas recomendaciones también conmina el reintegro de
los trabajadores despedidos con ocasión de la conformación de
la organización sindical, y de no ser posible, a que se les indem-
nice.
61
1.3 Derecho de elegir libremente a sus representantes
En diversos informes,78 el Comité de Libertad Sindical se ha
pronunciado respecto a los impedimentos para la inscripción de
las juntas directivas o de alguno de sus cargos.
El CLS frente a estos hechos, recomendó inscribir las direc-
tivas sindicales y, en el caso de que el Ministerio no considerara
cumplidos los requisitos mínimos, realizar la inscripción y esperar
hasta que la autoridad judicial se pronuncie en cuanto al fondo.79
1.4 Derecho de Huelga
Varias organizaciones sindicales de trabajadores, provenien-
tes tanto del sector privado como del público, presentaron quejas
tendientes a que se les garantice el derecho de huelga derivado a
su vez, del derecho que tienen de “organizar su administración
y sus actividades y el de formular su programa de acción” sin
injerencia de las autoridades.80
En todos estos casos, el Comité de Libertad Sindical ha reco-
mendado al Gobierno que no penalice a las y los trabajadores por
ejercer un derecho legítimo como el de la huelga, a que modifi-
que su legislación para suprimir la facultad que tiene le Ministe-
rio de la Protección Social de calificar la legalidad de una huelga
y que esto se reserve a un órgano independiente que puede ser
una autoridad judicial.
Que cese la indebida extensión del concepto de servicio pú-
blico esencial, utilizado para prohibir indebidamente la huelga
en toda suerte de actividades de servicios públicos y otros como
la extracción del petróleo, sin perjuicio de que reglamente, por
la vía de la consulta tripartita, la prestación de los servicios mí-
nimos.81
1.5 Derecho a negociación colectiva
Organizaciones sindicales de diversos sectores económicos,
integradas por afiliados y afiliadas pertenecientes a empresas
tanto públicas como privadas, presentaron quejas en contra del
gobierno y sus respectivos empleadores por la negativa a nego-
ciación colectiva.
78. Informes 322º de 2000, 324º de 2001, 327º de 2002, 330º de 2003, 332º de
2003, 334º de 2004 y 335º de 2005.
79. C.S.L, casos 2046, 2384 y 2448.
80. Convenio 87 OIT, Art. 3.1.
81. C.S.L, casos 2046, 2356 y 2355. Los artículos que recomienda modificar
son 430 y 451 del C. S. del T.
62
Estas quejas se pueden clasificar en dos grupos: el primero
conformado por las organizaciones sindicales que agrupan ser-
vidores públicos, vinculados al Estado mediante una situación
legal y reglamentaria, a quienes se les denomina empleados
públicos y se les desconoce el derecho de la negociación co-
lectiva; y el segundo, que agrupa trabajadores del sector pri-
vado, quienes teniendo reconocido el derecho de negociación
colectiva, el empleador, con la complicidad del Ministerio, no
les reconoce el mismo por existir en el lugar de trabajo otras
organizaciones sindicales a las que sí se les garantiza el ejerci-
cio del derecho.
El CLS, recomendó modificar disposiciones legislativas a fin
que los empleados públicos puedan gozar de los derechos de-
rivados de los convenios ratificados por Colombia, incluido el
derecho de negociación y el derecho de huelga;82 en cuanto a los
alegatos presentados por los representantes de los trabajadores,
para que se garantizara el tiempo necesario para desempeñar las
tareas de representación, expresó que si bien podía exigírsele al
representante de los trabajadores la obtención de un permiso de
sus superiores antes de tomar tiempo para la actividad sindical,
dicho permiso no debería ser negado sin justo motivo.83
1.6 Consulta con las organizaciones de trabajadores y emplea-
dores
Frente a los procesos de reestructuración de entidades públi-
cas, organizaciones sindicales de ese sector, presentaron quejas
por la discriminación antisindical (terminación de la relación la-
boral de dirigentes sindicales sin la autorización judicial prevista
en la legislación, así como de un gran número de afiliados, en
particular a través de despidos, planes de retiro «voluntario» y
conciliaciones «inducidas»); por la falta de consulta con las orga-
nizaciones sindicales sobre estos procesos de reestructuración y,
por la recontratación de despedidos bajo la modalidad de presta-
ción de servicios con imposibilidad de afiliarse a sindicatos.
En algunos casos, la terminación de la relación laboral se
produjo en violación de cláusulas de convenios colectivos vigen-
tes que garantizaban la seguridad en el empleo.
El Comité instó al Gobierno a tomar medidas para que en los
procesos de reestructuración que se emprendan en el futuro, se
82. C.S.L, caso 2331.
83. C.S.L, caso 2239.
63
realicen las debidas consultas con las organizaciones sindicales
correspondientes.84
1.7 Derecho de asociación de contratistas independientes y tra-
bajadores de Cooperativas de Trabajo Asociado
Ante el Comité de Libertad Sindical (CLS) se presentaron
quejas relacionadas con la imposibilidad de los contratistas inde-
pendientes y trabajadores de las cooperativas de trabajo asociado
de organizarse en sindicatos.
Frente a esos hechos, el CLS recordó que, en virtud del Con-
venio 87, todos los trabajadores sin distinción gozan del derecho
de afiliase a la organización que estimen conveniente y el Go-
bierno tiene la obligación de asegurar el respeto a esta norma.85
1.8 Reintegros
El CLS ha recomendado al Estado reintegrar trabajadores
despedidos quienes gozaban de la garantía del fuero sindical, y
frente a los cuales no se instauró la acción judicial correspon-
diente, para obtener la autorización para despedirlos.
En este asunto, el CLS reitera y pide al Gobierno que sin
demora tome medidas para hacer efectivos los reintegros sin pér-
didas de salario.86
2. Vulneradores
La inmensa mayoría de las quejas por violaciones a la liber-
tad sindical involucran al sector público, que alcanza el porcen-
taje de 60.46%, mientras que las presentadas contra empresas
privadas representan apenas el 39.64%.
Dentro de los empleadores pertenecientes al sector público
se encuentran desde el propio Gobierno nacional, hasta entida-
des territoriales, pasando por empresas descentralizadas y de ca-
rácter comercial e industrial de propiedad estatal.
3. Estado de cumplimiento de las recomendaciones
De la información que tenemos disponible, no conocemos
ningún informe del CLS cuyas recomendaciones hayan sido
cumplidas plenamente. Puede entonces afirmarse que, en térmi-
nos generales, existe una conducta deliberada para no cumplirlas
por parte del Estado y los empresarios.
64
La negativa a implementarlas se basa en diversos argumentos
que carecen de fundamento legal serio. Se destacan el que afirma
que al ser provisionales los informes carecen de obligatoriedad,
no obstante que el propio CLS le ha hecho claridad al Gobierno
acerca de las cuestiones que son definitivas y las que quedan
pendientes de información proveniente de alguna de las partes.87
Otro que suele aducirse consiste en afirmar que en los Convenios
no existe norma que obligue a acatar las recomendaciones de los
órganos de control, pese a que la Corte Constitucional ha recono-
cido el carácter vinculante de las recomendaciones.
Por otro lado, no existe un recurso judicial efectivo para exi-
gir coercitivamente el cumplimiento de las recomendaciones.
Como se ha expuesto antes, la tutela, recurso de protección ju-
dicial de los derechos fundamentales, sólo ha resultado eficaz
cuando el caso es seleccionado por la Corte Constitucional para
revisarlo, cuestión que es potestativa de esta corporación.
D. Propuestas para superar la situación
- Aprobar un conjunto normativo por medio del cual se esta-
blezcan mecanismos expeditos, trámites e instrumentos para el
cumplimiento de las recomendaciones emitidas por el Comité de
Libertad Sindical y adoptadas por el Consejo de Administración
de la OIT.88
- Implementar de inmediato el funcionamiento de la Comi-
sión Especial de Tratamiento de Conflictos ante la OIT, para que
se aborde el manejo efectivo de los casos que tienen recomenda-
ción, para lo cual se deber situar los recursos humanos, físicos y
financieros que sean necesarios.
- Establecer un plazo no superior a seis meses para dar cum-
plimiento total a las recomendaciones del Comité de Libertad
Sindical.
65
(iii) DERECHO DE HUELGA
66
como ejercicio de la solidaridad y de las luchas sociales y políti-
cas, además de las propiamente reivindicativas.
La autorización al Ministerio para declarar la ilegalidad de la
huelga, la prohibición de decretarla a las federaciones y confede-
raciones, la indebida extensión de la noción de servicios públicos
esenciales y la ya mencionada posibilidad de convocar tribunales
de arbitramento obligatorios en medio del desarrollo de la huel-
ga, son algunas de las más protuberante disposiciones que se en-
cuentran vigentes y que hacen nugatorio el derecho de huelga.
C. Situación actual del tema
En ese contexto, la dinámica de la actividad sindical en Co-
lombia se desarrolla en su gran mayoría al margen de la legali-
dad, pues esta es tan estrecha que prácticamente impide la reali-
zación de jornadas y luchas sindicales. La mayor cantidad de ac-
ciones se realizan como paros o protestas y son protagonizados
por sectores económicos y organizaciones sindicales excluidas
del reconocimiento y ejercicio del derecho de huelga.
En el periodo 2005 al 2007, la dinámica sindical ha tenido el
siguiente comportamiento, tal como lo muestra el cuadro 1: se
ubica en primer lugar las jornadas de protesta que en lo transcu-
rrido de 2007 suman 12, con un 37.5% de participación, segui-
das por los paros con un 18.8% y a continuación otras acciones
donde se contempla respuestas a despidos, no pago de salarios,
violación de derechos, cierres de empresas, etc. Es importante
anotar que las jornadas de protesta son, por tercer año consecuti-
vo, la actividad más importante, seguida por los paros.
Las jornadas de protesta desbordan la reglamentación legal.
La mayoría de las veces tienen cobertura nacional e involucran
en su participación no sólo al sindicalismo sino, también, otros
sectores populares y sociales. Muchas de ellas, contemplan en sus
consignas la agitación de problemas de carácter nacional como
es la defensa del Estado Social de Derecho, contra el tratado de
libre comercio con los Estados Unidos (TLC), por la defensa de la
salud pública y la educación, la defensa de las transferencias a los
departamentos e incluso, en algunos casos la denuncia de la pa-
rapolítica y la responsabilidad del Gobierno Nacional en la crisis.
Un hecho significativo es el decrecimiento de las huelgas que
en las décadas del 70 y 80 fueron una de las formas más recu-
rrentes de la actividad sindical y de las cuales en lo transcurrido
del año 2007 no se ha presentado ninguna. Si se considera el pe-
riodo Mayo-Abril de 2005 a 2006 hubo 8 y en los mismos meses
de 2006 a 2007, sólo se presentaron 2.
67
Las centrales sindicales esperamos que, con la ayuda y ase-
soramiento de la Representación Permanente de la OIT en Co-
lombia, se inicie un proceso urgente de modificaciones legisla-
tivas y reglamentarias, para que el derecho de huelga pase de
ser una mera mención normativa a ser un derecho plenamente
garantizado por las autoridades del país.
Igualmente consideramos que la actuación contraria a dere-
cho del Gobierno y los empleadores colombianos, debe dar lugar
a que las y los trabajadores que han sido injustamente despedi-
dos y privados de su modo de subsistencia, sean restablecidos en
sus derechos y reparados integralmente.
D. Propuestas para superar la situación
Para garantizar el goce y disfrute del derecho de huelga es
necesario adoptar medidas legislativas y prácticas que han sido
recomendadas por los órganos de control de la OIT.
- Se requiere por un lado eliminar la facultad que tiene el
Ministerio de la Protección Social de declarar la ilegalidad de las
huelgas con la consiguiente autorización para despedir a las y los
trabajadores que participen en el movimiento.
- Así mismo es indispensable reconocer a las federaciones y
confederaciones el derecho a declarar la huelga, para facilitar y
promover las negociaciones por rama industrial.
- En general debe derogarse las disposiciones que restringen
la huelga a una medida final de un conflicto de trabajo entre una
empresa y sus trabajadores, para pasar a la concepción compa-
tible con la doctrina del CLS, en donde la huelga es un derecho
fundamental de los y las trabajadoras, que se usa para promover
reivindicaciones salariales, sociales, de políticas públicas y de
solidaridad.
- Es indispensable que la legislación se adecue a la noción
estricta de servicios públicos esenciales y que introduzca el con-
cepto de servicios mínimos para aquellos servicios públicos que
afectan con mayor intensidad a la población.
- Finalmente, es necesario que el Gobierno y los empleadores
acuerden, en desarrollo del diálogo social con las Centrales Sin-
dicales, los mecanismos y medidas que deben ponerse en prác-
tica para restablecer los derechos de las y los trabajadores que
han sido injustamente despedidos y privados de su trabajo por
ejercer el derecho legítimo a participar en una huelga y, en todo
caso que se les compense e indemnice, así como que se repare al
68
movimiento sindical en su conjunto, en tanto y en cuanto mucha
organizaciones sindicales han sido destruidas o seriamente limi-
tadas por causa de esos despidos motivados en las declaratorias
ilegítimas de la ilegalidad de las huelgas.
69
(iv) OBSTÁCULOS PARA
LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA
70
miento convenidas entre las organizaciones de los empleadores
y las organizaciones de los trabajadores;
d) la negociación colectiva no resulte obstaculizada por la
inexistencia de reglas que rijan su desarrollo o la insuficiencia o
el carácter impropio de tales reglas;
e) los órganos y procedimientos de solución de los conflictos
laborales estén concebidos de tal manera que contribuyan a fo-
mentar la negociación colectiva.
En su Artículo 4 el Convenio 98 sobre Derecho de sindica-
ción y negociación establece que en cada Estado “Deberán adop-
tarse medidas adecuadas a las condiciones nacionales, cuando
ello sea necesario, para estimular y fomentar entre los emplea-
dores y las organizaciones de empleadores, por una parte, y las
organizaciones de trabajadores, por otra, el pleno desarrollo y
uso de procedimientos de negociación voluntaria, con objeto de
reglamentar, por medio de contratos colectivos, las condiciones
de empleo”.
Frente a este tema la Recomendación 163 de 1981 sobre el fo-
mento de la negociación colectiva señala que “En caso necesario,
se deberán adoptar medidas adecuadas a las condiciones nacio-
nales para que la negociación colectiva pueda desarrollarse en
cualquier nivel y en particular a nivel del establecimiento, de la
rama de actividad, de la industria y a nivel regional o nacional”.
El CLS fundado en los Convenios 87 y 98, ha decidido: “633.
La legislación no debería obstaculizar la negociación colectiva a
nivel de industria”. “876. Si un gobierno desea que las cláusulas
de una convención colectiva vigente se ajusten a la política econó-
mica del país, debe tratar de convencer a las partes de que tengan
en cuenta voluntariamente tales consideraciones, sin imponerles
la renegociación de los convenios colectivos vigentes”. “895. El
Comité ha considerado que el ejercicio de las prerrogativas de la
autoridad pública en materia financiera de una manera que tenga
por efecto impedir o limitar el cumplimiento de convenios colec-
tivos que hayan previamente negociado los organismos públicos,
no es compatible con el principio de libertad de negociación.
Por su parte, la Comisión de Expertos en Aplicación de Con-
venios y Recomendaciones en sus comentarios sobre Colombia
y el convenio 98, del año 2006, expresó:
“... la Comisión pide al Gobierno que tome medidas para ga-
rantizar que los pactos colectivos no sean utilizados para me-
noscabar la posición de las organizaciones sindicales y la posi-
71
bilidad en la práctica de celebrar convenciones colectivas con
éstas, así como que facilite informaciones sobre el número total
de convenios colectivos y de pactos colectivos y sobre el número
de trabajadores cubiertos por unos y otros.”
En el ámbito del hemisferio americano, la Carta Democrá-
tica Interamericana, aprobada por unanimidad en la Asamblea
General de la OEA celebrada en Lima el 11 de septiembre de
2001, estableció, en el Artículo 10, lo siguiente:
“La promoción y el fortalecimiento de la democracia requie-
ren el ejercicio pleno y eficaz de los derechos de los trabajadores
y la aplicación de normas laborales básicas, tal como están con-
sagradas en la Declaración de la OIT relativa a los Principios y
Derechos Fundamentales en el Trabajo y su Seguimiento, adop-
tada en 1998, así como en otras convenciones básicas afines de
la OIT. La democracia se fortalece con el mejoramiento de las
condiciones laborales y la calidad de vida de los trabajadores del
Hemisferio”.
B. Medidas adoptadas por el Estado
1. El referendo constitucional del año 2003
Un duro golpe a la negociación colectiva empezó a gestarse
desde el inicio del mandato del presidente Uribe, pues en el refe-
rendo convocado en el 2003,90 se incluía en la pregunta número
8, la aprobación o no del siguiente texto:
“A partir de la vigencia de la presente reforma constitucio-
nal, la persona que adquiera el derecho a pensionarse no podrá
recibir con cargo a recursos de naturaleza pública, una pensión
superior a veinticinco (25) salarios mínimos mensuales legales
vigentes. Se exceptúan quienes tengan derechos adquiridos y
quienes estén amparados por los regímenes pensionales excep-
tuados y especiales.
La vigencia de los regímenes pensionales exceptuados, es-
peciales, o provenientes de normas y acuerdos entre nacionales
de cualquier naturaleza, expirará el 31 de diciembre de 2007,
con excepción del régimen pensional de los Presidentes de la
República que tendrá eficacia desde la fecha de entrada de la
presente reforma constitucional.
El régimen de transición será reglamentado por la ley del
Sistema General de Pensiones.
72
Los requisitos y beneficios pensionales para todas las perso-
nas, a partir de la vigencia de la presente reforma constitucional,
con las excepciones temporales anteriores, serán los estableci-
dos en la ley del Sistema General de Pensiones. No podrá dic-
tarse disposición alguna o invocarse acuerdos entre nacionales,
de ninguna naturaleza, para apartarse de lo allí establecido.
Con las excepciones previstas en la ley del Sistema General de
Pensiones, a partir de la vigencia de la presente reforma consti-
tucional, no podrán reconocerse pensiones de vejez o jubilación
a personas con menos de 55 años de edad...”
Dicho referendo no fue aprobado porque no consiguió el
número mínimo de votantes requerido por el ordenamiento in-
terno.91 El Gobierno no cejó en su empeño y presentó un pro-
yecto de reforma constitucional ante el Congreso para modificar
lo referente al régimen pensional y, en particular, restringir las
posibilidades de negociación colectiva de las organizaciones sin-
dicales de trabajadoras y trabajadores.92
2. El Acto Legislativo 1 de 2005
En su Parágrafo transitorio 3 dice: “Las reglas de carácter
pensional que rigen a la fecha de vigencia de este Acto Legislativo
contenidas en pactos, convenciones colectivas de trabajo, laudos
o acuerdos válidamente celebrados, se mantendrán por el térmi-
no inicialmente estipulado. En los pactos, convenciones o laudos
que se suscriban entre la vigencia de este Acto Legislativo y el 31
de julio de 2010, no podrán estipularse condiciones pensionales
más favorables que las que se encuentren actualmente vigentes.
En todo caso perderán vigencia el 31 de julio de 2010”.
Con esta norma constitucional se prohíbe pactar en conven-
ciones colectivas una materia propia de las condiciones de em-
pleo como son las pensiones y además se establece el 31 de julio
de 2010 como plazo máximo para dejar sin vigencia los acuerdos
ya suscritos en este tema.
3. Tribunales de arbitramento que revisan en su totalidad las
convenciones colectivas
Algunos sindicatos prefieren no iniciar el proceso de nego-
ciación colectiva por el temor a perder los beneficios convencio-
nales con los que cuentan, puesto que la Corte Suprema de Jus-
91. Ley 134 de 1994.
92. El art. 48 de la Constitución fue reformado por el Acto Legislativo 1 de
2005.
73
ticia le ha otorgado a los Tribunales de Arbitramento la facultad
de revisar las convenciones colectivas en su totalidad, más allá
del pliego de peticiones presentado por la organización sindical.
Adicionalmente, los empresarios dilatan la constitución y re-
sultados del tribunal, demorando la designación de sus árbitros
o demandando la legalidad de los laudos, mientras promueven la
desafiliación del sindicato e imponen un pacto colectivo.
4. Prohibición legal de negociación colectiva para los emplea-
dos públicos
El gobierno colombiano aprobó el Convenio 15193 de la OIT
sobre “la protección del derecho de sindicalización y los proce-
dimientos para determinar las condiciones de empleo en la ad-
ministración pública”; sin embargo, en el Código Sustantivo de
Trabajo94 se mantiene la prohibición para los empleados públicos
de presentar pliegos de peticiones y celebrar convenciones co-
lectivas.
Frente a este tema, en reiteradas ocasiones se le ha recomen-
dado95 al gobierno la necesidad de establecer los mecanismos
93. Ley 411 de noviembre 15 de 1998.
94. “Artículo 416: Limitación de las funciones. Los sindicatos de empleados
públicos no pueden presentar pliegos de peticiones ni celebrar conven-
ciones colectivas, pero los sindicatos de los demás trabajadores oficiales
tienen todas las atribuciones de los ostros sindicatos de trabajadores, y
sus pliegos de peticiones se tramitarán en los mismos términos que los
demás, aun cuando no pueden declarar o hacer huelga”.
95. Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones:
- 2003 “La Comisión solicita al Gobierno que le informe en su próxima
memoria sobre toda medida adoptada a este respecto [reglamentación del
derecho de negociación colectiva de los empleados públicos.] y espera
que podrá constatar progresos tangibles en un futuro próximo.”
- 2007 “La comisión toma nota de los comentarios que indican que el
Código Sustantivo del trabajo no permite que los empleados públicos ne-
gocien colectivamente. La Comisión solicita que el Gobierno tome las
medidas necesarias para reglamentar la negociación colectiva para los
trabajadores públicos”
“En virtud de la sentencia constitucional C-1234/2005 (reglamentación
de la negociación colectiva para trabajadores públicos) la Comisión pide
al Gobierno que “… tome las medidas necesarias para reglamentar el
derecho de negociación colectiva de los empleados públicos de conformi-
dad con el Convenio [No. 154].‖ Comisión de Aplicación de Normas:
- Año 2003 “La Comisión dirigió un llamamiento urgente al Gobierno
para que de inmediato tome las medidas necesarias a efectos de garanti-
zar la plena aplicación del Convenio [No. 87] tanto en la legislación como
en la práctica.”
- Año 2004 “La Comisión dirigió una vez más un llamamiento urgente
74
para hacer efectiva la negociación colectiva de los empleados
públicos, sin obtener resultados al respecto. Se mantiene una
distinción entre los trabajadores oficiales que sí tienen derecho
a la negociación plena y los empleados públicos que, según la
jurisprudencia de la Corte Constitucional, lo tienen de manera
restringida:
“nada en la Carta se opone a que los empleados públicos
formulen peticiones respetuosas a las autoridades sobre sus con-
diciones de empleo y las discutan con ellas con el fin de lograr
un acuerdo en la materia, lo cual implica que el derecho de ne-
gociación colectiva no tiene porque considerarse anulado. Sin
embargo, y a diferencia de lo que sucede con los trabajadores
oficiales, que tienen un derecho de negociación pleno, la bús-
queda de soluciones concertadas y negociadas no puede llegar a
afectar la facultad que la Carta confiere a las autoridades de fijar
unilateralmente las condiciones de empleo...”.96
75
Cuadro 8. Convenciones, pactos y cobertura de la contratación colectiva
Convenciones Pactos Contrato Total Total
Año colectivas* Colectivos** sindical*** Convenios cobertura
1994 496 321 817 196.241
1995 517 307 824 230.472
1996 607 334 4 945 258.713
1997 376 257 1 634 203.928
1998 502 252 1 755 125.386
1999 207 172 379 108.744
2000 438 129 4 571 186.963
2001 328 149 6 483 115.153
2002 496 200 4 700 176.774
2003 173 110 1 284 72.244
2004 426 192 2 620 134.244
2005 200 160 360 99.336
2006 285 70 355 60.462
Fuente: Ministerio de la Protección Social y cálculos de la ENS.
*Art. 467 CST. “Convención colectiva de trabajo es la que se celebra entre uno o varios
empleadores o asociaciones patronales, por una parte, y uno o varios sindicatos o
federaciones sindicales de trabajadores, por la otra, para fijar las condiciones que regirán
los contratos de trabajo durante su vigencia”.
**Art. 481 CST. Los pactos colectivos son acuerdos entre empleadores y trabajadores no
sindicalizados.
***Art. 482 CST. “Se entiende por contrato sindical el que celebren uno o varios sindicatos de
trabajadores con uno o varios empleadores o sindicatos patronales para la prestación de
servicios o la ejecución de una obra por medio de sus afiliados.”
que da una cobertura de apenas el 0.9% de la población ocupada;
esto es, 22.96% menos que en el período 2003-2004.97
De manera excepcional y como muestra de que con voluntad
política se pueden superar los obstáculos, recientemente el alcal-
de de Bogotá y el gobernador del Valle llegaron a acuerdos con
las organizaciones sindicales de empleados públicos, invocando
el marco jurídico de OIT.
Hasta 1998 se estaban negociando un promedio de 795 con-
venios colectivos de trabajo por año, que beneficiaban una media
de 202.948 trabajadores anuales. A partir del 2000 el número de
convenios negociados bajó a 517, es decir, una caída del 34.96% y
bajó también la cantidad de trabajadores beneficiados, a 130.786,
lo que equivale a una disminución del 35.55%.
Esta situación no es coyuntural, hace parte de una tendencia
observada en el largo plazo (1994-2006). Según los cálculos rea-
97. Fuente datos del Ministerio de la Protección Social y cálculos de la ENS.
76
lizados, en 12 años se ha presentado una disminución del 56.54%
del total de convenios colectivos de trabajo, siendo mayor la de
pactos colectivos (-78.19%), que la de las convenciones colectivas
de trabajo (-42.54%). Por su parte, la cobertura de la contratación
disminuye dramáticamente también en 69.18%.
La baja cobertura de las convenciones colectivas en el país
tiene varias explicaciones: el clima de violencia antisindical que
persiste, los procesos de deslaboralización, el auge de formas
precarias de contratación en donde no existe la posibilidad ni
legal ni práctica de negociar y la estructura organizativa de los
sindicatos, estimulada por la ley, donde predominan los sindica-
tos de empresa y de gremio, en detrimento de las organizaciones
por rama de actividad económica.
2. Los Pactos Colectivos atentan contra la negociación colec-
tiva
Para contrarrestar la negociación colectiva a través de sin-
dicatos, la legislación tiene la figura jurídica de pactos colecti-
vos con los y las trabajadoras no sindicalizados. En la práctica
los pactos colectivos son contratos de adhesión por medio de los
cuales los trabajadores y trabajadoras no tienen derecho a nego-
ciar, pues el empleador los obliga a suscribir el acuerdo que él
sólo redacta, bajo la amenaza de despido.
Los empleadores se han dedicado a imponer los pactos colec-
tivos dando condiciones superiores a las personas no sindicaliza-
dos sobre las otorgadas a quienes si lo están y se benefician de la
convención colectiva. En buena hora la Corte Constitucional, al
referirse a estas diferencias, estableció el principio de igualdad,
pero tal decisión no ha sido suficiente para evitar que dicha prác-
tica continúe, con la benevolencia de las autoridades del trabajo.
Los pactos colectivos, que equivalen a más del 30% de los
acuerdos que se celebran entre empleadores y trabajadores,
constituyen además, una estrategia antisindical por parte de los
empleadores, que la utilizan para evitar que se constituyan sindi-
catos o para debilitar los existentes.
3. Tribunales de arbitramento contra las conquistas labora-
les
Según datos obtenidos del Ministerio de la Protección Social,
la mayor parte de tribunales de arbitramento se presentaron en
el sector de servicios comunales, sociales y personales, y corres-
ponden fundamentalmente a entidades públicas, en su mayoría
77
municipios, que se niegan a concertar acuerdos convencionales
con los sindicatos.
Otro rasgo consiste en que la mayor parte de los sindicatos
implicados son sindicatos de industria, que presentan un pliego
de peticiones a nombre de sus afiliados y afiliadas en la respec-
tiva empresa o institución, pero al no tener la facultad legal de
decretar la huelga, pues sólo la puede votar el sindicato cuando
sus afiliados son mayoría en la empresa, deben optar por el tri-
bunal de arbitramento.
78
Respecto de la dinámica que muestran los sindicatos de in-
dustria en relación con la negociación colectiva, ello no significa
que en Colombia se presente la negociación colectiva a nivel de
la rama o sector económico; al contrario, tradicionalmente se ha
sostenido que la legislación al hablar sólo de patrono en singular
y no en plural, no habilita la negociación a escala de empresa,
sin importar si quien plantea el conflicto es una organización
de empresa, industria o gremio. En la práctica a los sindicatos
de industria se les obliga a negociar empresa por empresa como
cualquier sindicato de base.
D. Propuestas para superar la situación
- Se requiere con urgencia que los jueces, incluyendo a los de
la Corte Constitucional y de la Corte Suprema de Justicia en los
recursos de anulación de laudos, se abstengan de involucrarse en
la fijación de incrementos salariales y condiciones económicas
de trabajo, para que estos aspectos se fijen libremente por los
actores en el marco de la negociación colectiva.
- Igualmente debe impedirse que la Corte Suprema de Jus-
ticia, por vía jurisprudencial, siga dando a los Tribunales de Ar-
bitramento la competencia para referirse a todos los aspectos de
la Convención; debe establecerse con claridad que se está incu-
rriendo en una extralimitación que desnaturaliza la negociación
colectiva.
- Es imperativo que el gobierno acate las recomendaciones
en materia de Negociación Colectiva de los empleados públicos
y fruto de la concertación con las organizaciones sindicales de
trabajadores se reglamente su ejercicio.
- En la práctica debe garantizarse que se lleven a cabo nego-
ciaciones colectivas por rama de industria y no solo a nivel de
empresa; esto requiere un cambio cultural en las organizaciones
sindicales, pero también implica la aceptación de los empresarios
de negociar con este tipo de sindicatos, y una promoción desde el
Estado modificando los obstáculos jurídicos aun existentes para
este tipo de negociación colectiva.
- El Estado debe ser el primero en dar ejemplo en el cumpli-
miento de las libertades sindicales, por ello debe liderarse desde
el Gobierno nacional acciones en procura que todos los niveles
de la administración pública faciliten y promuevan la negocia-
ción colectiva con las organizaciones sindicales existentes.
79
(v) LA AFILIACIÓN SINDICAL
80
una época de crecimiento significativo entre 1970 y 1984; man-
tuvo su masa de afilados, aun cuando disminuyó su tasa de sin-
dicalización, entre 1984 y 1990 y a partir de 1991, con la apli-
cación de la flexibilización laboral y en especial con las formas
de contratación de mano de obra a través de contratos civiles y
cooperativos, disminuyó tanto el número, como la tasa de sindi-
calización. La ultima actualización del censo sindical arroja un
total de personas sindicalizadas de 831 mil afiliados.
2. Participación sindical por ramas de actividad económica
1984, 1992, 2000 y 2005
Una mirada al peso de las y los afiliados a los sindicatos en
cada rama de la actividad económica, en relación al total de per-
sonas sindicalizadas101, también muestra una transformación del
sindicalismo colombiano. Mientras en 1984 había tres grandes
actividades económicas, a saber, transporte y comunicaciones
(24.7%), industria (14.3%) y Administración pública y servicios
personales (38%) con un peso alto en el conjunto de los y las sin-
dicalizadas, en el 2005 el grueso de la sindicalización se concen-
tra en la Administración Pública y servicios personales (56.35%)
y dentro de esta rama, los trabajadores al servicio del Estado. La
sindicalización en la industria y en los servicios de transporte y
comunicaciones se ha disminuido, debido a una legislación que
limita la sindicalización, a una política estatal de liquidación de
empresas que conlleva la eliminación de los sindicatos y a una
práctica ilegal de los empresarios, tolerada por las autoridades,
de estimular pactos y mejoras en las condiciones salariales y
prestacionales con quienes se retiren de los sindicatos.
81
3. La población ocupada y sindicalizada por ramas econó-
micas
Cuadro 9
Pobla- Tasa
Rama de ción
Población Ocupada Sindicali-
actividad afiliada zación
2005
2002 2003 2004 2005
No bien 4,627
especificados
Agricultura,caza y 3,861,727 3,768,856 3,683,299 3,844,623 78,017 2.03%
pesca
Comercio 4,553,043 4,375,240 4,400,378 4,468,613 63,265 1.42%
Construcción 816,016 767,272 784,946 839,055 4,627 0.55%
Electricidad, gas 69,673 61,989 74,222 73,479 26,788 36.46%
y agua
Establecimientos 193,248 197,837 220,663 188,935 27,295 14.45%
financieros
Industria 2,454,628 2,327,590 2,407,673 2,444,890 78,090 3.19%
manufacturera
Minas y canteras 156,676 177,002 199,281 227,632 15,646 6.87%
Servicios
comunales,
sociales y 4,033,057 4,653,398 4,595,752 4,727,773 468,284 9.90%
personales
-Actividades
Inmobiliarias
Transporte,
almacenamiento y 1,150,635 1,132,537 1,205,079 1,255,014 64,408 5.13%
comunicaciones
82
5. Sindicatos y afiliados por clases de sindicatos 2005
Cuadro 10
N° Sindi- N° Afilia-
Clase sindicato % %
catos dos
Empresa 1010 36,49% 214.010 25.75%
Gremio 1469 53,07% 427.499 51.44%
Industria 276 9,97% 187.189 22.52%
Oficios varios 13 0,47% 2.349 0.28%
Total 2.768 100% 831,047 100%
Fuente: Censo Sindical ENS El promedio general de sindicalizados por sindicato es de 303,
el de sindicatos de empresa: 219, el de gremio: 291 y el de industria: 686. Como puede
observarse el peso numérico de los sindicatos es insignificante y la dispersión sindical es
abrumadora: 2.768 sindicatos para 831 mil afiliados.
83
(vi) EL ACCESO A LA ADMINISTRACIÓN DE LA JUS-
TICIA LABORAL Y LAS LIBERTADES SINDICALES.
84
chos ante la Jurisdicción Ordinaria como trabajador oficial103 y
sin embargo, encontrar, en el desarrollo del proceso, que se le tie-
ne como un Empleado Público104 y, por tanto, el tratamiento a su
caso pasa a la jurisdicción Contenciosa Administrativa. En este
caso el trabajador puede ser burlado en su derecho, por cuanto el
tiempo de prescripción en esta jurisdicción es de tan sólo cuatro
meses contados desde su desvinculación.105
B. Acceso a la Justicia Laboral
1. Demora innecesaria en los procedimientos laborales
El primer obstáculo en el acceso efectivo a la justicia laboral,
es sin duda, el retardo injustificado en la tramitación de los pro-
cesos en esta jurisdicción.106
A pesar de los cambios que se intentaron formular en la ley
712 de 2000 la situación continúa siendo preocupante, pues se-
gún estudio de OM Ingeniería y Ambiente Ltda.,107 para el año
de 2005, en primera instancia, los mayores tiempos son los re-
gistrados por los procesos laborales, con una duración promedio
superior a 700 días, seguidos de los civiles con una duración
superior a 600 días.
Una de las principales causales de esta demora excesiva en
los procesos laborales es que la práctica judicial convirtió las
audiencias108, en sesiones extensas de dictado que dilatan la ad-
103. Vinculación laboral con el Estado que se asimila a la contratación del
sector privado.
104. Vinculación propia de los trabajadores al servicio del Estado con un régi-
men especial diferente del sector privado.
105. Ver, Marcel Silva Romero. Breves apuntes sobre la inconveniencia de la
creación de los juzgados de seguridad social, separándolos de los juzga-
dos del trabajo. Bogotá: mimeo, p.6.
106. En el estudio “Tiempos procesales y opinión sobre el servicio de la justi-
cia”, adelantado por la Universidad Nacional de Colombia en 1998 a soli-
citud del Consejo Superior de la Judicatura, orientado a conocer el tiempo
que un despacho judicial demoraba en promedio en resolver un litigio
reveló que en los procesos laborales concluidos con sentencia de primera
instancia no se da un comportamiento uniforme del tiempo procesal por
región: Atlántica 1112 días, Pacífica 295 días, Cafetera 337 días, Central
695 días, Oriental 650 días y Suroriental 605 días. Además se sostuvo
que “el tiempo promedio de duración entre la etapa de presentación de la
demanda y el fallo de segunda instancia era de 1017 días con tiempos que
oscilan entre un mínimo de 74 días y un máximo de 4005 días”.
107. Citado en la Ponencia para primer debate al proyecto de ley No 044 de
2006 Cámara “Por la cual se reforma el Código Procesal del Trabajo y de
la Seguridad Social para hacer efectiva la oralidad en sus procesos”.
85
ministración de justicia y le impide cumplir con los parámetros
de celeridad y de efectividad establecidos en los instrumentos y
jurisprudencia internacionales.109
Frente a un proceso tan demorado, cada vez es más común
encontrarse con conciliaciones en las que los patronos reconocen
cifras irrisorias y se aprovechan de las necesidades inmediatas
de quienes por años estuvieron a su servicio.
Estas dilaciones injustificadas en la justicia laboral, hicieron
posible que se impulsara el “Proyecto de reforma al Código Pro-
cesal del Trabajo y de la Seguridad Social para hacer efectiva la
oralidad en los procesos” y con el apoyo de distintos sectores:
magistrados, abogados y grupos políticos dicha iniciativa que
nació en la Comisión de Concertación de Políticas Laborales y
Salariales hoy es ley de la República;110 sin embargo, se requiere
para su puesta en marcha del compromiso político del Gobierno
que debe destinar los recursos necesarios para materializarla.
2. Fuero electivo111
En la actualidad la ley permite una relativa discrecionali-
dad en cabeza del trabajador o trabajadora, por medio de la cual
puede elegir para interponer una demanda, el despacho judicial
de su domicilio o aquel donde hubiere prestado el servicio. Este
mecanismo le facilita ejercer un derecho de defensa pleno, sin
interferencias del patrono o exógenos.
Pese a estas ventajas, el Congreso aprobó y actualmente se
encuentra ante la Corte Constitucional para su revisión, un texto
de ley estatutaria que elimina el fuero electivo.112
108. Previstas en el decreto 2350 de 1944, mediante el cual se expidió el Códi-
go Procesal Laboral, en el cual se estableció un procedimiento oral, que
sin embargo, fue desvirtuado en la práctica.
109. Art. 46.2.c de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y Sen-
tencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos: Masacre de la
Rochela, Párrafos. 155, 156 y 158, Caso Gómez Palomino, p.80, Caso de
las hermanas Serrano Cruz, p. 83, Caso La Cantuta, p. 157.
110. Ley 1149 de 2007
111. El fuero electivo corresponde a la figura procesal por medio de la cual co-
rresponde al trabajador escoger entre diversas posibilidades con relación
al despacho judicial donde interpone las demandas relacionadas con sus
derechos-
112. Proyecto de ley estatutaria Nº. 023 2006 “Por medio de la cual se adoptan
medidas que permitan superar de manera sostenible la congestión judi-
cial y propiciar condiciones de eficacia y celeridad en la administración
de justicia”. En el literal b) del numeral 2. del artículo 14 del “proyecto
de ley” por medio del cual introduce el “Artículo 209A a la ley 270 de
86
C. Desconocimiento de estándares internacionales por las
Altas Cortes
1. Corte Suprema de Justicia
Predomina en esta Corte una posición claramente patronal
que irradia la mayoría del sistema judicial. Desconocer la obliga-
toriedad de los Convenios de OIT en la administración de justi-
cia es un arma contundente en detrimento de los derechos de los
trabajadores113 y va en contra del artículo 93 de la Constitución,
cuando se trata de los Convenios fundamentales del trabajo, que
no pueden ser suspendidos durante la vigencia de los estados de
excepción y que, por lo tanto, prevalecen en el orden interno y
del 53 de la misma Constitución, que establece que los Conve-
nios ratificados hacen parte de la legislación interna.
La Corte ha insistido en repetidas ocasiones que los Con-
venios de OIT son “simples normas de conducta internacional
no obligatorias para los Estados” y por tanto no pueden exigirse
obligaciones correlativas derivadas únicamente de la ratificación
de dichos instrumentos. Esta posición le quita toda la fuerza vin-
culante a los Convenios y los convierte en letra muerta.
Por otro lado, este alto tribunal le niega todo valor jurídico
a las recomendaciones de los órganos de control, entre otras ra-
zones por una lamentable confusión entre las Recomendaciones
que adopta la Conferencia y las que emiten estos órganos de su-
pervisión.114
En lo que a los empleados públicos se refiere, a pesar de lo
dispuesto en el Convenio 151, la Corte considera que persiste la
prohibición de negociación colectiva para los sindicatos de em-
pleados públicos.115 En lo único que acepta la Corte que puede
1996” específicamente se establece: “b) En materia laboral la Competen-
cia se determinará por el lugar donde haya sido prestado el servicio; si
este hubiere sido prestado en varios lugares, será aquel en el que, en los
tres últimos años de servicio, hubiere tenido la mayor duración”.
113.Sentencia del 8 de Octubre de 1999 (No. Rad 11731), con ponencia de Car-
los Isaac Nader se afirma que: “…La Corte considera, en primer termino,
que los jueces y tribunales de la República no pueden ser sustituidos por
ningún órgano administrativo o de investigación de organización supra-
nacional alguna, carente de capacidad para imponer obligaciones a uno
de sus estados miembros, a la luz de las normas internacionales…”
114. Ibíd. “No es la “invitación” del Comité ni la “recomendación” del Con-
sejo de la OIT una sentencia ni una norma de derecho”. Ver, Marcel Silva
Romero, Proyección de un siglo de Derecho Laboral Colectivo en Co-
lombia, Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales, Universidad
Nacional de Colombia, Bogotá, 2005.
87
aplicarse el citado Convenio 151, es en lo que se refiere a las
garantías sindicales.116
Una reciente jurisprudencia de este alto Tribunal,117 revisa su
postura tradicional de pronunciarse en el recurso de homologa-
ción contra un laudo arbitral que resuelve un conflicto colectivo
sólo en términos de declarar su constitucionalidad o su nulidad
y, en su lugar, admitir la posibilidad de hacerlo condicionada-
mente, introduciendo elementos que modifiquen el significado,
alcance, o entidad de una cláusula, y sustituir el sentido principal
de la voluntad de los árbitros.
Ya no basta que el Tribunal falle en términos de equidad,
sino que la Corte es quien finalmente decide que tan equitativa
es la decisión y puede incluso desconocerla.
2. Consejo de Estado
El máximo tribunal de lo Contencioso Administrativo, com-
parte el criterio de la Corte Suprema en relación a los derechos
de los empleados públicos. Según la Sala de Consulta del Servi-
cio Civil del Consejo de Estado, el Convenio 151 “no prevé un
derecho de negociación colectiva pleno para todos los servidores
públicos, sino establece que los Estados deben adoptar “medidas
adecuadas a las condiciones nacionales” que estimulen y fomen-
ten la negociación entre las autoridades y las organizaciones de
empleados públicos, lo cual es compatible con el ordenamiento
constitucional (...)”.118
115. Ibíd. “Las condiciones del servicio de los empleados públicos no pueden
ser modificadas por solo acuerdos entre el empleador y el empleado, así
sea en sentido favorable a este último; por eso los sindicatos de emplea-
dos públicos no pueden celebrar convenciones colectivas.” La prohibición
aparece en el artículo 416 del C.S. del T.
116. La Corte Suprema de Justicia ha encontrado justificada la restricción al
derecho de negociación colectiva de los sindicatos de empleados públi-
cos, señalando además que aquélla “no se contrapone a los Convenios
151 y 154 de la OIT, aprobados por las Leyes 411 de 1997 y 524 de 1999
respectivamente, porque en tales instrumentos internacionales se consa-
gra la negociación colectiva para los empleados públicos como una de las
opciones que puede adoptar la autoridad nacional competente o también
como una medida deseable para que las organizaciones que representan a
aquellos participen con las autoridades públicas competentes en el esta-
blecimiento de las condiciones de trabajo, así como en la solución de sus
diferencias laborales…” Sentencia 13 de Septiembre de 2005.
117. Sentencia del 15 de mayo de 2007, con ponencia de Carlos Isaac Nader
(Radicación 31381).
118. Sala de Consulta y Servicio Civil. Consejero Ponente: Luis Camilo Osorio
Isaza. Bogotá, D.C. diez de julio del año dos mil uno. Radicación número: 1355.
88
3. Corte Constitucional
La Corte Constitucional, ha desarrollado la teoría del Bloque
de Constitucionalidad, como la manera de incorporar los ins-
trumentos internacionales de derechos humanos con un rango
igual al de la norma constitucional y, de esta manera, hacerlos
prevalecer en el orden interno (Art. 93).
Con relación específica al cumplimiento de los Convenios el
tribunal adolece de una postura coherente. En algunas senten-
cias,119 ha respaldado el cumplimiento de los tratados dando ple-
na vigencia a su contenido dentro de la esfera doméstica colom-
biana; sin embargo, en otras120 esta vigencia ha sido revaluada,
para dar paso a interpretaciones restrictivas de los mismos conte-
nidos, convirtiendo su jurisprudencia en un mecanismo ambiguo
para la defensa de los estándares internacionales de la OIT.121
D. Propuestas para superar la situación
- Promover campañas de formación a jueces y magistrados
sobre la obligatoriedad de los Convenios de la Organización In-
ternacional del Trabajo y de las recomendaciones de los órganos
de control.
- Exhortar al Gobierno Nacional para que disponga todos
los recursos económicos y técnicos que se requieran para hacer
efectiva la oralidad en los procesos laborales.
- Exhortar al presidente de la República para que se abstenga
de sancionar la ley estatutaria de Administración de Justicia en
lo que tiene que ver con la reforma al fuero electivo.
- Recomendar a las Altas Cortes del país para que otorguen
plena vigencia a los Convenios de la OIT y a las recomendacio-
nes de sus órganos de control en sus decisiones judiciales, te-
niendo en cuenta que al hacer parte de la OIT y de los Convenios
el Estado adquiere obligaciones que debe atender, so pena de
comprometer su responsabilidad internacional.
- Incluir en la agenda de la Comisión Permanente de Con-
certación de Políticas Salariales y Laborales, la discusión de un
proyecto de ley que promueva la unidad en los procesos judi-
ciales relativos a las relaciones laborales y de tercerización para
agilizar los procedimientos y facilitar el acceso a la justicia.
119 Sentencias C-013 de 1993, T-568 de 1999, C–567 y C-797 de 2000.
120. Sentencias C-468 de 1997, C-201 de 2002 y C-551 de 2003.
121. Para un análisis detallado de las sentencias mencionadas y su relación
con los estándares internacionales de la Organización Internacional del
Trabajo, ver: Marcel Silva Romero. “El zigzagueante camino de la noción
de bloque de constitucionalidad en materia laboral”. Documentos del
Instituto Colombiano de Derecho Procesal.
89
CAPÍTULO III.
PROMOCIÓN DEL TRABAJO DECENTE
90
En el 2006, con un crecimiento del 6.8% del PIB, la tasa de
ocupación bajó 4 puntos, el desempleo se incrementó en más de
un punto, la tasa de subempleo en 4.5 puntos y la tasa de inacti-
vidad, que encubre miles de desempleados y desempleadas que
se retiraron del mercado de trabajo luego de años de rechazo, se
incrementó también 4 puntos. Y lo más grave: en un año los y
las trabajadoras ocupados se redujeron en 1.136.965 personas,
y al cabo de 4 años de aplicación de la reforma laboral, está no
ha cumplido los objetivos, generando, por el contrario, mayores
utilidades a los empresarios.
Como lo indican los informes del DANE para el primer tri-
mestre del 2007, estos indicadores continúan deteriorándose,
pues la tasa de ocupación bajó todavía más y el desempleo con-
tinuó aumentando. Las cifras también evidencian la diferencia
entre las tasas de ocupación de hombres y mujeres, donde para
estas últimas es menor la tasa de ocupación, mientras el desem-
pleo femenino ha superado históricamente entre 5 y 7 puntos el
masculino. Dejando de lado, es decir sin contabilizar, ni valorar
en dinero, el trabajo no remunerado de las mujeres en labores de
cuidado y trabajo doméstico.
2. Inversión extranjera y las condiciones laborales
En el año 2006, la Inversión Extranjera Directa (IED) llegó a
un monto de US $ 6.295 millones, un descenso en comparación
con 2005, cuando alcanzó la cifra histórica de US $10.255 millo-
nes, pero mayor que las cifras de IED en los años 2003 y 2004,
cuando se registraron inversiones por US $1.758 millones y US
$3.084 millones, respectivamente.124
Todas estas inversiones pueden ser identificadas como “in-
versión de búsqueda de mercados”, caracterizada por la CEPAL
como inversiones orientadas hacia la captación de una mayor
presencia en los mercados locales y regionales.125 La IED en 2006
tuvo un enfoque mayor en la “búsqueda de materias primas,”
concentrada en la explotación de los recursos renovables (como
madera y caucho) y no-renovables (como minerales y petróleo).
Según los datos del Banco de la República, el sector de mi-
nas y canteras recibió el monto más grande de inversión en 2006,
91
equivalente a US $2.010 millones, 31,9% de la IED total en el país
ese año, siguiendo una tendencia de alta inversión que comenzó
en el año 2004 en dicho sector. El sector que recibió el segundo
monto más grande de IED en 2006 fue el sector petrolero, con
inversiones de US $1.770 millones, una participación de 28,1%
del IED total para el año.126
Esta inversión es tipificada por sus altos impactos ambienta-
les, que se traducen en problemas de deforestación y contamina-
ción del agua y la atmósfera, y al mismo tiempo, poca genera-
ción de empleo – según el DANE, el sector de minas, canteras, y
petróleo apenas representa 1,13% del empleo nacional.127
Los impactos laborales de la IED en los últimos años no han
sido muy positivos para los y las trabajadoras. Según la Base de
Datos de Multinacionales de la ENS, que contiene datos sobre
las operaciones colombianas de 679 empresas transnacionales,
estas compañías emplean aproximadamente 300 mil trabajado-
res y trabajadoras directos. En las multinacionales registradas
en esta base de datos, 22.573 trabajadores son sindicalizados, un
equivalente a 7,6% de la fuerza laboral, inferior a la de otros paí-
ses latinoamericanos que son grandes receptores de IED, como
Brasil, donde el 23,58% de la población económicamente activa
es sindicalizada.128
Varios factores explican los bajos niveles de empleo y sindi-
calización en las filiales colombianas de las multinacionales: la
concentración de IED en las industrias extractivas que utilizan
poca mano de obra, la preeminencia de IED en los sectores de
manufactura y servicios realizada a través de adquisiciones de
empresas nacionales, en vez de la construcción de nuevas uni-
dades de producción y prestación de servicios por parte de las
multinacionales, y la utilización generalizada de los y las tra-
bajadoras tercerizados, quienes son inhibidos por la ley y en la
práctica de afiliarse a organizaciones sindicales.
En el caso de la cervecería Bavaria (hoy filial de SAB Mi-
ller), antes de su compra, la empresa llevó a cabo una campaña
de exterminio contra Sinaltrabavaria, el sindicato que represen-
92
taba la mayoría de los trabajadores y trabajadoras en aquel mo-
mento, a través de la imposición de un pacto colectivo, el cierre
de siete fábricas, la cancelación de los registros sindicales de sus
seccionales y el despido colectivo de la totalidad de los trabaja-
dores sindicalizados.
Muchos de ellos fueron invitados a trabajar de nuevo en la
empresa después de su despido, con la condición de que su vin-
culación sería a través de cooperativas de trabajo asociado, una
forma de contratación que no permite el ejercicio del derecho a
la asociación sindical.
En la cadena de consumo masivo Supertiendas y Droguerías
Olímpica, cuyos propietarios se encuentran en negociaciones para
venderla a una multinacional como en los otros casos menciona-
dos, ejercen una brutal presión para eliminar el sindicato y negar
el derecho a la negociación de los trabajadores y trabajadoras.
Otros ejemplos de filiales colombianas de multinacionales
que sistemáticamente han eliminado los sindicatos que repre-
sentaban sus empleados y empleadas, mientras promovieron la
flexibilización de la mano de obra incluyen Avianca (transporte
aéreo), Telecom (comunicaciones), Dole Fresh Flowers, y Banco
Santander.
3. Las reformas laborales y la precarización del empleo
La ley 789 de 2002 tenía por objetivo “dictar normas para
apoyar el empleo y ampliar la protección social”, y para ello se
modificaron aspectos claves en la remuneración de los y las tra-
bajadoras: se suprimió el pago del 35% por trabajo nocturno en-
tre las 6 y las 10 p.m.; se redujo en un 25% el pago por trabajo
en días dominicales y festivos, y las tablas de indemnización por
despido sin justa causa se redujeron a la mitad.
Múltiples estudios se han realizado sobre el impacto de la re-
forma laboral.129 En todos ellos, de diferentes maneras, se señala
que no se cumplieron las metas propuestas con la reforma.
129. Son cuatro los estudios publicados entre 2004 y 2005: Alejandro Gaviria.
“Ley 789 de 2002: ¿Funcionó o No?”, CEDE: 2004; Jairo Núñez. “Éxitos
y fracasos de la Reforma Laboral”. Ministerio de la Protección Social:
(noviembre) 2005; Hugo López, Remberto Rhenals y Elkin Castaño. “Im-
pacto de la Reforma laboral sobre la Generación y Calidad del Empleo”.
Cuadernos de Protección social, Cuaderno No.1, noviembre. Ministe-
rio de la Protección Social: 2005; Verónica Amarante, Rodrigo Arim y
Mauricio Santamaría. “Los efectos de la reforma laboral de 2002 en el
mercado laboral colombiano”. Revista Perfil de Coyuntura Económica,
diciembre de 2005.
93
La reforma laboral no sólo no consiguió la creación de em-
pleos sino que utilizando como mecanismo de financiación de
las medidas creadas por esta ley, los recursos del trabajo, ge-
neró una inequidad distributiva mayor que se vio reflejada en
la pérdida de ingresos de los trabajadores,130 como por ejemplo
en el caso del sector de la vigilancia.131 La ley 789 incluyó en el
artículo 45, la conformación de una Comisión de Seguimiento y
Verificación de las políticas de Generación de Empleo previstas
en la reforma, entre cuyas funciones figura la de “presentar una
completa evaluación de sus resultados”, que sirva al Gobierno
para “presentar al Congreso un proyecto de ley que modifique o
derogue las disposiciones que no hayan logrado efectos prácticos
para la generación de empleo”.
Hasta ahora esta comisión ni siquiera se ha designado, por
lo que luego de tres años no se conoce cuál es el balance oficial
sobre el impacto que sobre el empleo han tenido la recuperación
de la economía y la reforma laboral.
4. Fraude a las relaciones de trabajo a través de las seudo
cooperativas de trabajo asociado (CTA)
Sobre las Cooperativas, la OIT adoptó la recomendación nú-
mero 193 en el año 2002, en la cual establece que las políticas
nacionales, entre muchas otras, deberían:
“a) promover la aplicación de las normas fundamentales del
trabajo de la OIT y de la Declaración de la OIT relativa a los
principios y derechos fundamentales en el trabajo, a todos los
trabajadores de las cooperativas sin distinción alguna;
b) velar por que no se puedan crear o utilizar cooperativas
para evadir la legislación del trabajo ni ello sirva para establecer
relaciones de trabajo encubiertas, y luchar contra las seudo-coo-
perativas, que violan los derechos de los trabajadores, velando por
que la legislación del trabajo se aplique en todas las empresas.”
94
4.1 Extensión de la figura de las Cooperativas de Trabajo Aso-
ciado (CTA)
Nuestro rechazo no es contra el movimiento Cooperativo de
manera indiscriminada. Hemos venido denunciando que lejos
de los principios cooperativos y de la filosofía impulsada por la
Economía Solidaria,132 en la actualidad la proliferación de coope-
rativas de trabajo asociado133 responde en un muy alto porcentaje
a estrategias empresariales para evadir las obligaciones laborales
propias del contrato de trabajo.134
No se trata por tanto de emprendimientos autónomos cons-
tituidos de forma autogestionaria, sino de una herramienta legal
que los empleadores, incluyendo el Estado, están utilizando para
contar con mano de obra barata sin ninguna responsabilidad al
momento de contratar.
132. “Pero fueron CTA que nacieron torcidas, huérfanas del espíritu de la ley
que las creó, según la cual su objetivo primordial es posibilitar que los
asociados, mediante la unión de sus recursos y su fuerza laboral, generen
sus propios empleos y a la vez sean dueños de su propia empresa, mane-
jada por ellos mismos con autonomía. Por eso es que no pueden subcon-
tratarse como mano de obra para otros agentes económicos, no es propio
de su naturaleza jurídica. Pero eso, subcontratarse, es justamente lo que
todo el tiempo han hecho las CTA en el puerto de Buenaventura. Figuran
como tales en la papelería y los avisos de sus oficinas (cuando las tienen),
pero en la práctica sólo han servido como simples intermediarias labora-
les…”. Ricardo Aricapa. Las CTA en el Puerto de Buenaventura: Caos
y degradación laboral. Ensayos Laborales, número 59. Escuela Nacional
Sindical.
133. La Ley 79 de 1988 define las Cooperativas de Trabajo Asociado como
“…Aquellas que vinculan el trabajo de sus asociados para la producción
de bienes, ejecución de obras o la prestación de servicios”. En el mismo
sentido el Decreto 468 del 90 que desarrolla la anterior ley dice: “…Las
cooperativas de trabajo asociado son empresas asociativas sin ánimo de
lucro, que vinculan el trabajo personal de sus asociados y sus aportes eco-
nómicos para la producción de bienes, ejecución de obras o la prestación
de servicios en forma autogestionaria”.
134. “En el Valle del Cauca se concentra el 97% de la agroindustria azucarera
colombiana. Allí 13 ingenios ocupan un área sembrada de 200 mil hectá-
reas de caña y producen 2.7 millones de toneladas de azúcar al año, que
en el 2004 le dejaron ganancias por $174.000 millones y generaron 36.000
empleos directos, lo que lo hace el sector productivo que más impacto
tiene en el empleo de la región. Son cifras que, sin embargo, esconden la
situación de iniquidad laboral en que viven los “corteros”, como se llama
a quienes realizan el corte de la caña en el campo. Las cooperativas de
trabajo asociado a las cuales pertenece el 90% de ellos, tiene mucho que
ver con esa situación de inequidad…” Ricardo Aricapa. Las Cooperati-
vas de Trabajo Asociado del Sector azucarero: ¿Flexibilización o salva-
jización laboral? Medellín: Escuela Nacional Sindical. p. 2
95
Cuadro 12. Crecimiento Cooperativas de
Trabajo Asociado (CTA) 2000- 2006135
Años Cooperativas Asociados
2000 732 55.496
2001 885 72.234
2002 1.331 116.684
2003 1.838 193.214
2004 1.968 283.091
2005 2.980 378.933
2006 3.296 452.000
96
camente han sido reconocidas a los trabajadores; en este caso de
manera excepcional se interpreta que el trabajo que llevan a cabo
es su principal aporte a la Cooperativa a la que pertenecen.138
En principio se establece que la pertenencia a dichas organi-
zaciones cooperativas es libre y voluntaria139 y no el resultado de
actos de constreñimiento a los que son sometidos antiguos traba-
jadores para mantener sus ingresos aunque por fuera del contrato
de trabajo, igualmente se considera fundamental que la toma de
decisiones al interior de la cooperativa sea resultado de proce-
sos democráticos y deliberativos y sin embargo los “supuestos
socios” generalmente ni siquiera conocen que significa tener esa
calidad, no realizan asambleas periódicas y no tienen ninguna
influencia en la dirección y administración de la cooperativa.
Para constatar que, el uso de cooperativas ha llegado a extre-
mos de explotación insospechados, basta observar el tratamiento
que reciben los empacadores y empacadoras de los grandes su-
permercados quienes por prestar sus servicios a través de coope-
rativas, no tienen derecho a un salario digno sino que a cambio de
su trabajo reciben las propinas que los clientes les proporcionan.
La organización de cooperativas no sólo sirve para ahorrar
costos laborales sino que es un medio eficaz para evitar la consti-
tución de sindicatos al interior de las empresas, porque tal como
está la legislación en esta materia quienes son socios y no traba-
jadores subordinados,140 no tienen derecho a sindicalizarse, ni a
la negociación colectiva y mucho menos a la huelga.
por tonelada, los asociados a las CTA recibían $3.900, o sea casi dos mil
pesos de diferencia por hacer el mismo trabajo…”. Ricardo Aricapa. Las
Cooperativas de Trabajo Asociado del Sector azucarero: ¿Flexibiliza-
ción o salvajización laboral? Medellín: Escuela Nacional Sindical.
138. Artículo 59 Ley 79 de 1988. En las cooperativas de trabajo asociado en
que los aportantes de capital son al mismo tiempo los trabajadores y ges-
tores de la empresa, el régimen de trabajo, de previsión, seguridad social
y compensación, será establecido en los estatutos y reglamentos en razón
a que se originan en el Acuerdo Cooperativo y, por consiguiente, no es-
tará sujeto a la legislación laboral aplicable a los trabajadores dependien-
tes.
139. Ley 79 de 1988 Artículo 5: “Toda cooperativa deberá reunir las siguientes
características: 1. Que tanto el ingreso de los asociados como su retiro
sean voluntarios…”.
140. Sentencia C 211 de 2000 (Revisión de Constitucionalidad artículos 57,58
y 59 de la ley 79 de 1988) “Las cooperativas de trabajo asociado se di-
ferencian de las demás en que los asociados son simultáneamente los
dueños de la entidad y los trabajadores de la misma, es decir, que existe
identidad entre asociado y trabajador. Siendo así no es posible hablar de
97
4.3. El gobierno no tiene un compromiso claro frente al
control de las cooperativas
A pesar de los múltiples intentos porque se vigile y sancione
aquellas CTA que no cumplen con todos los requisitos y que se
hacen para servir de intermediarias en las relaciones laborales,
el Estado no ha tenido la voluntad política para hacerlo, ejemplo
de esto es que a finales del 2004, en medio de las negociaciones
del TLC, se expidió el decreto 2879 que estaba destinado a pro-
hibir que las Cooperativas de Trabajo Asociado, se ocuparan de
prestar servicios en los eventos específicamente previstos por el
artículo 77 de la Ley 50 de 1990 para las Empresas de Servicios
Temporales.
Esta disposición no estuvo vigente más de 20 días y fue de-
rogada por un decreto del mismo gobierno,141 que solo hace refe-
rencia a los pagos parafiscales.
Nuevamente como resultado de presiones del gobierno nor-
teamericano, hace algunos meses se expidieron los decretos 4369
y 4588; el primero se hizo para reglamentar las empresas de ser-
vicios temporales y el segundo para tratar el tema de las Coope-
rativas de Trabajo Asociado, pero en los dos se hace referencia a
la prohibición por parte de las Cooperativas de Trabajo Asociado
de convertirse en agencias temporales de empleo.
Debe tenerse en cuenta que desde la ley 50 se previó en los
artículos 71 y 72 que “para que una empresa pueda enviar traba-
jadores en misión debe tener como objeto social único y exclu-
sivo prestar servicios de trabajadores temporales y contar con
autorización del Ministerio de la Protección Social para poderlo
desarrollar”. Esto quiere decir claramente, que sin dicho decreto
la intermediación de las Cooperativas ya era ilegal porque no es
su objeto social y además carecen de autorización vía adminis-
trativa para hacerlo.
Sin la expedición del decreto 4588, ya estaba previsto en el
decreto 24 de 1998, que el Ministerio de Protección Social goza-
ba de la facultad de sancionar a las personas que contrataran ser-
empleadores por una parte, y de trabajadores por la otra, como en las rela-
ciones de trabajo subordinado o dependiente. Esta la razón para que a los
socios-trabajadores de tales cooperativas no se les apliquen las normas
del Código Sustantivo del Trabajo, estatuto que regula solamente el tra-
bajo dependiente, esto es, el que se presta bajo la continuada dependencia
o subordinación de un empleador y por el cual el trabajador recibe una
retribución que se denomina salario”.
141. Decreto 2996 de 2004.
98
vicios temporales con empresas no autorizadas para desarrollar
esta actividad imponiendo multas sucesivas hasta de 100 salarios
mínimos mensuales vigentes.
Estas disposiciones que se encuentran en el ordenamiento ju-
rídico hace un buen tiempo, dejan notar que la sola promulgación
de normas para evitar la intermediación laboral por parte de las
cooperativas no es suficiente, si el gobierno no se compromete a
perseguirlas y sancionarlas.
Así que es pertinente preguntarnos si se van a evidenciar
algunos cambios con el tan difundido decreto 4588 del 2006 que
en muchos aspectos no representa una verdadera novedad en tér-
minos normativos, simplemente aclara el tema de las sanciones
y explica en que consiste el proceso mediante el cual se imponen
por parte del Ministerio de Protección Social aunque de confor-
midad con leyes que ya teníamos vigentes.
Podríamos decir en conclusión que dicho decreto, deja abier-
to el espacio para que se continúen usando de forma fraudulenta
las Cooperativas y no es por tanto el medio más eficaz para el
desmonte de esta forma de burlar la ley laboral, puesto que el
parágrafo del artículo 5 establece: “Las Cooperativas de Traba-
jo Asociado cuya actividad sea la prestación de servicios a los
sectores de salud, transporte, vigilancia y seguridad privada y
educación, deberán ser especializadas en la respectiva rama de
la actividad...” dando opciones para que se siga manejando la
intermediación laboral.
El Estado en su posición de empleador se ha beneficiado de
la implementación de las CTA, basta mirar el modelo de rees-
tructuración del sector salud que usa de manera generalizada las
CTA, y recientemente el decreto 1466 del 2007 que promueve y
legaliza la contratación con cooperativas de trabajo asociado.
No se puede continuar expidiendo decretos que solamente
regulan aspectos aislados de las Cooperativas, pero que man-
tienen el problema de la tercerización laboral intacto; debe pre-
sentarse de manera urgente un proyecto de ley fruto del diálogo
social que establezca un marco legal para el funcionamiento de
las Cooperativas, a partir de la Recomendación 193 de la OIT
que establece unos parámetros que deben seguir los países en
esta materia.
5. Insuficiencia del sistema de Inspección del Trabajo
Los altos niveles de evasión y de elusión en que incurre una
buena parte del empresariado y de las instituciones estatales, res-
99
pecto de su obligación de afiliar a los trabajadores y trabajadoras
a la seguridad social y de respetar los derechos del trabajo en
general, se refuerza por la propia política del Estado en relación
con la labor de inspección del trabajo que debe cumplir.
Aunque Colombia ratificó los convenios 81 de 1947 y 129 de
1969, relativos a la inspección del trabajo, estos no han tenido
la incidencia requerida, en primer lugar, por la eliminación del
Ministerio del Trabajo y el consecuente debilitamiento de sus
funciones en el Ministerio de la Protección Social, en segun-
do lugar, el sistema de inspección del trabajo es completamente
precario en relación con las continuas y reiteradas violaciones
a los derechos laborales, esto se ve reflejado por ejemplo en las
largas esperas que deben realizar los trabajadores y trabajadoras
en el trámite de sus quejas, que pueden tardarse hasta dos años
sin ninguna solución, contrario a lo que ordena el Convenio 81,
en el número de Inspectores del Trabajo resulta completamente
exiguo respecto al grave problema de ilegalidad y de evasión
existente.
Como lo informa el propio Ministerio de la Protección So-
cial: “para realizar la función de inspección, vigilancia y control
del trabajo (en 1.094 municipios y cuatro distritos) el Ministerio
cuenta con dos niveles de gestión: el central y el territorial, com-
puesto por 32 direcciones territoriales en las capitales de depar-
tamento, dos oficinas especiales, y 112 sedes de las inspecciones
del trabajo con jurisdicción sobre la totalidad de los municipios a
las que se les ha asignado 273 inspectores para operar un sistema
de prevención, inspección, vigilancia y control de trabajo”.
Si se compara con la población ocupada 17.667.878, a cada
inspector le corresponderían 61.134 trabajadores para ejercer
vigilancia y control. No solo es la insuficiente cantidad de ins-
pectores, sino también la multiplicidad de funciones las cuales
continuamente afectan la posibilidad de hacer inspecciones y en-
torpecen las demás funciones principales de protección.
Y en tercer lugar, las conductas del Ministerio se muestran
de manera clara, dóciles, lentas y poco efectivas en lo que res-
pecta a la inspección del trabajo para tratar las denuncias de los
trabajadores y trabajadoras, sobre las empresas, fuertes, ágiles y
efectivas para que se impida el surgimiento y funcionamiento de
las organizaciones sindicales al momento de ejercer la función
del registro sindical, por ello se ha vuelto común entre los y las
trabajadoras denominar al Ministerio de la Protección Social,
Ministerio de la Protección Empresarial.
100
De otro lado el Estado excluyó del convenio 81 la aplicación
de la inspección relativa a la actividad del comercio, justamen-
te una de las actividades que mayores problemas presenta en la
aplicación de los derechos del trabajo.
Sobre el convenio 129 de inspección del trabajo (Agrícola), la
omisión por parte del Gobierno es lamentable, puesto que a pe-
sar que Colombia adquirió la obligación de tener inspectores de
trabajo especializados en lo agrícola, en mucho dista de la reali-
dad en este punto. Según las estadísticas del DANE en Colombia
hay una población económicamente activa en la zona rural de
4’675.000.142
C. Situación actual del tema
1. Características del empleo en Colombia
Cuadro 13. Distribución de la población ocupada según categoría ocupacional
IV trimestre 2002 2003 2004 2005 2006 Part.% Var. %
Población 17.065.785 18.092.892 18.004.879 18.804.843 17.667.878 100 -6,0
ocupada
Empleado 6.036.566 6.263.519 6.122.911 6.807.667 6.721.395 38.04 -1,3
particular
Jornalero o 740.412 847.961 842.895 959.935 1.191.762 6.74 24,2
peón
Empleado 1.050.297 1.106.540 1.066.685 1.075.352 1.034.610 5.85 -3,8
Gobierno
Empleada
domestica 837.735 910.875 822.640 823.862 688.468 3.89 -16,4
Fuente: DANE
101
Cuadro 14. Población ocupada según sectores económicos
IV trimestre 2002 2003 2004 2005 2006 Var. %
Fuente: DANE
Afiliados fondos cesantías (2) 2.678.899 2.903.379 2.996.027 3.319.509 3.710.477 21.0
Afiliados Cajas de 3.351.691 3.546.528 3.842.045 4.224.001 4.440.000 25.13
Compensación Familiar (3)
Afiliados cotizantes Régimen 6.096.926 5.833.693 6.880.392 7.193.602 7.193.889 40.71
Contributivo de salud (4)
Afiliados Aseguradoras de 4.164.975 4.602.468 4.849.754 5.104.050 5.637.676 31.9
riesgos profesionales (5)
Afiliados cotizantes fondos de 4.961.223 4.907.243 4.907.243 4.877.515 4.630.469 26.2
pensiones (6)
Trabajadores pensionados* (7) 1.234.662 1.220.138 1.299.416
Población afiliada a sindicatos 875.785 844.648 831,047 847.253 4.79
(8)
Convenios colectivos (9) 700 284 620 360 355
Cobertura Convenciones 176.774 72.244 134.244 99.362 60.462 0.90
Colectivas (10)
* Incluye los pensionados por vejez, invalidez y las personas que reciben pensión de
sobrevivientes
Fuentes: 1. DANE, Balance del mercado laboral por trimestres. 2, Superintendencia Financiera.
Estadísticas de los Fondos administrados. www.superfinanciera.gov.co . 3. ASOCAJAS.
www.asocajas.org.co . 4, 5, 6, 7, 9, 10: Ministerio de la Protección Social, Informes al
Congreso de la República. 8. ENS Censo Sindical
102
2.2 La salud en el trabajo
El Sistema General de Riesgos Profesionales (SGRP), cubre
solo 5.637.676 trabajadores y trabajadoras de los 17.667.878 de
población ocupada (PO). Es decir, por cada 100 personas que
trabajan, solo 32 están afiliados a riesgos profesionales.
Según informes oficiales del Ministerio, los casos y las tasas
de muertes en el trabajo han aumentado después de la aparición
de la ley 100 de 1993143 y de la configuración del SGRP. El pro-
medio anual de muertes en el trabajo en el periodo 1994- 2006 es
de 868 (tasa de 15,88 x 100.000), es decir, casi tres trabajadores
y trabajadoras por día. Por otro lado, ocurren unos 688.536144
accidentes relacionados con el trabajo (2006), es decir, 1.892 ac-
cidentes diarios, a razón de 1,31 por minuto. Además, en cuanto
a enfermedades profesionales, 2.935 personas se enferman.
Estas cifras el propio Gobierno las reconoce como inferiores
a la realidad, debido a la baja tasa de cobertura y por tanto al no
registro de los eventos ocurridos a trabajadores y trabajadoras no
afiliados al sistema.
Cuadro 16. Principales indicadores de Salud y Trabajo en Colombia
1994 1995 2002 2003 2004 2005 2006
103
sin el protagonismo cultural que en otras sociedades cuentan las
personas de la tercera edad.
El deterioro de las pensiones o la expectativa de pérdida de-
finitiva a futuro expresan una regresión en materia de reconoci-
miento de los derechos sociales, proscrita por el Pacto Interna-
cional de Derechos Económicos Sociales y Culturales. El Acto
Legislativo 01 de 2005 que reformó la Constitución colombiana
prohibió, contra lo establecido en el Convenio 98 de la OIT, la
inclusión de los temas pensionales como materia de la negocia-
ción colectiva.
Los viejos sin seguridad social se convierten en individuos
marginados, sin políticas públicas que los aíslen no sólo de la
violencia sociopolítica que aqueja a Colombia, sino de la violen-
cia intrafamiliar que los ha convertido en uno de los sectores más
agredidos en este ámbito, sólo superados por los niños.145
Según datos del Departamento Nacional de Estadística
(DANE), de los 17.667.878 trabajadores y trabajadoras activos,
sólo 4.630.469 se encuentran afiliados a un fondo de pensiones,
lo que muestra la baja expectativa que tienen la mayoría de la po-
blación actualmente empleada, de obtener una pensión para una
vejez digna. En este campo es significativa la mayor esperanza
de vida para las mujeres, respecto a los hombres, señalando que
la misma se da en condiciones de mayor deterioro de la salud.
3. Equidad de género en el trabajo
3.1 Características de la inequidad de género en el trabajo
La remuneración inferior de las mujeres respecto a la de los
hombres es consecuencia de una triple disparidad: se vinculan
a trabajos de menor calificación, presentan una mayor inserción
en el sector informal y son sujetas de una discriminación hacia
la mujer trabajadora.
Para el último trimestre del 2006: La Tasa de Ocupación de
los hombres para el total nacional fue de 64,9%, mientras que la
de las mujeres fue de 37,4%. La Tasa de Desempleo en el total
nacional fue de 14,9% para las mujeres y 8,9% para los hombres.
145 Para un mayor desarrollo de esta problemática, ver: Confederación de
Pensionados de Colombia. Ponencia: “Análisis, Posición y Desarrollo de
la Situación actual del Pensionado Colombiano y el Adulto Mayor en
el Enfoque de la Seguridad Social”, mimeo, Bogotá, 30 de mayo al 15
de junio de 2007 e ibídem, Ponencia: “En Colombia no existe Trabajo
Decente”, mimeo, Bogotá, 30 de mayo al 15 de junio, ambas presentadas
ante la 96 Conferencia Internacional del Trabajo.
104
Por ramas de actividad, en el total nacional la rama que concen-
tró mayor proporción de hombres ocupados fue agricultura, ga-
nadería caza y pesca con un 28,1%. La rama de servicios comu-
nales, sociales y personales continúa siendo la principal fuente
de empleo femenino con 37,1% de mujeres ocupadas en el Total
Nacional.
El modelo económico vigente, genera mayor demanda de
empleo hacia las mujeres, pero bajo condiciones precarias e
inestables. Entre el 60 y el 70% de las personas que trabajan en
los eslabones más bajos de las cadenas productivas –recogiendo
fruta, cosiendo ropa, cortando flores, ensamblando juguetes- son
mujeres, de forma que tal ubicación va a tener consecuencias en
menores salarios y más bajo cubrimiento de seguridad social.
El grado de informalidad del trabajo de hombres y mujeres
para 2006 era -según el DANE de 57.5% para los primeros y de
60.2% para ellas. Así pues, de los 4.376.617 hombres ocupados
y 3.753.018 mujeres, solo 1.860.062 hombres y 1.493.701 mujeres
tienen un trabajo formal.
En promedio, 80% de las mujeres trabajadoras ganan menos
de dos salarios mínimos legales vigentes, y un salario mínimo
mensual de 436.000 pesos (218 USD), sólo alcanza para cubrir el
45% de la canasta familiar básica. Con la reforma laboral, Ley
789, las mujeres redujeron gastos en educación, salud y vivienda,
además de cuidado personal y ahorros. Estas medidas han hecho
que las mujeres ingresen a la informalidad para tratar de com-
pensar esta pérdida en su poder adquisitivo, restringiendo así sus
posibilidades de participación y su derecho al descanso.
105
tenden alejar su labor de la idea de trabajo subordinado, por eso
las reconoce como “madres” y sus actividades las maneja en el
escenario de la solidaridad denominándolas “comunitarias”: La
sociedad no censura que no se les reconozca como trabajadoras
y guarda silencio ante la difícil situación en la que viven porque
ven su labor como una extensión de la tarea que como mujeres
tradicionalmente cumplen atendiendo a sus hijos e hijas en el
hogar; esto no es admisible dentro de la concepción de trabajo
decente de la OIT que pregona “Empleo en calidad y cantidad
suficiente para todos los miembros de la sociedad”.
Resulta evidente mostrar que en este caso se encuentran to-
dos los elementos de la relación laboral: -Las madres comunita-
rias realizan las actividades de cuidado de los niños y las niñas
personalmente. - Se encuentran en una situación de subordina-
ción clara frente al ICBF, ya que esta institución les indica los
parámetros bajo los cuales deben prestar el servicio e incluso
tienen la potestad de imponerles sanciones cuando así lo consi-
dere. - La actividad dentro de los hogares de Bienestar se realiza
durante una jornada laboral que comprende 8 horas diarias, aun-
que en múltiples ocasiones para colaborar a las madres y padres
que usan el programa, se vean en la necesidad de extender su
jornada sin pago adicional.
A pesar de las anteriores condiciones, como no se les reco-
noce como trabajadoras, bajo el concepto de beca, se les paga
una cifra muy por debajo del salario mínimo que esta lejos de
considerarse un ingreso digno.146
106
A pesar de la discriminación a la que han tenido que so-
meterse históricamente, fruto de sus luchas, han ido alcanzando
conquistas en términos de Seguridad Social,147 pero persiste la
violación a derechos fundamentales que el Estado se ha com-
prometido a garantizar, mediante la suscripción y ratificación de
diversos instrumentos internacionales que los contemplan. No
tienen derecho a un trabajo digno, no tienen acceso a un ingreso
acorde con su labor, ni protección social como trabajadoras, ni
derecho a prestaciones por su relación laboral; son una muestra
palpable de la inequidad en la que se desenvuelven las relaciones
laborales, sobretodo en cuestiones de género.
4. Precarización y flexibilización del empleo a través de CTA.
Tres casos
4.1 Cultivo de caña de azúcar
El azúcar se ha convertido en uno de los productos agrope-
cuarios de exportación más importante, con aproximadamente
900.000 toneladas exportadas cada año, una cifra que además
coloca el país entre el grupo de los diez mayores exportadores de
azúcar en el mundo.148 Los 14 ingenios que producen y procesan
el azúcar registraron ventas en el año 2005 de US$ 1.109 millo-
nes y utilidades finales de US$ 73,9 millones. En el año 2006,
Colombia exportó 77.160 toneladas de azúcar crudo y 26.377 to-
neladas de azúcar blanco a EE.UU., equivalente a 26,1% y 4,2%
de las exportaciones totales del país de azúcar crudo y blanco,
respectivamente.149
En cuanto al empleo en el sector, según el gremio empresa-
rial Asocaña, la producción de azúcar genera aproximadamente
mentó en dos puntos adicionales el IVA con al menos un 30% para gastos
del régimen subsidiado de salud establecido en la Ley 100/93, con el fin
de completar el valor de las unidades de pago por capitación (UPC) de las
Madres Comunitarias y para garantizar su afiliación como trabajadoras
solidarias al Instituto de Seguros Sociales o a una Empresa Promotora de
Salud de su libre decisión, recibiendo de este modo los beneficios esta-
blecidos para el régimen contributivo. Sin embargo los recursos previstos
por esta Ley, no se han destinado a la seguridad social de las Madres
Comunitarias. Con la promulgación de la Ley 1023/2004 la contribución
al régimen contributivo en salud quedó, para las madres comunitarias en
4% sobre medio salario mínimo.
148. Asocaña, “Energía: La nueva agenda del sector azucarero”, en Informe
2006-2007, http://www.asocana.org/informes/2006_2007.aspx?Cid=167
149. Asocaña, “Anexo estadístico 2006-2007”, en Informe 2006-2007, http://
www.asocana.org/informes/2006_2007.aspx?Cid=165
107
36.000 empleos directos y 214.000 empleos indirectos, la gran
mayoría en la región sur-occidente del país.
De los empleos directos, 31% de los trabajadores y trabajado-
ras que son contratados directamente por los ingenios, el 33% es
contratado a través de Cooperativas de Trabajo Asociado (CTA),
23% son trabajadores contratados por los cultivadores de caña,
el 22% por contratistas independientes, y el 2% son trabajadores
con contrato sindical.150
Unos 16.000 trabajadores directos del sector se desempeñan
como corteros de caña, el oficio más físicamente agotador pero
más mal remunerado dentro del proceso de producción de azú-
car. 90% de los corteros son contratados a través de las CTA, una
modalidad de subcontratación que no permite la afiliación a una
organización sindical y sobretodo que exime a las empresas del
pago de las prestaciones sociales de los “asociados” de las CTA,
quienes en cambio tienen que asumir ellos mismos este gasto; y
ni siquiera garantiza que los trabajadores y las trabajadoras que
laboran bajo esta forma de contratación devenguen un salario
mínimo legal.
Como ejemplo, en el año 2005, un cortero con un contra-
to directo cobijado por una convención colectiva recibía $5.682
pesos colombianos por tonelada de caña cortada, mientras un
trabajador o trabajadora vinculado a través de una CTA recibía
apenas $3.900 pesos colombianos, un 31,4% menos.151 Por ende,
el uso generalizado de mano de obra contratada a través de las
CTA en el sector está generando mayores ganancias para los in-
genios, pero al mismo tiempo sacrificando los derechos de los y
las trabajadoras azucareras a un salario digno y a la representa-
ción sindical.
4.2 Flores
La industria floricultura es otro sector económico importan-
te de exportación, reportando más de 200.000 toneladas de flores
frescas con un valor de US$ 906 millones exportadas en el año
150. Ricardo Aricapa. Las Cooperativas de Trabajo Asociado del Sector azu-
carero: ¿Flexibilización o salvajización laboral? Medellín. Escuela Na-
cional Sindical. P. 6.
151. Ricardo Aricapa. Las Cooperativas de Trabajo Asociado del Sector azu-
carero: ¿Flexibilización o salvajización laboral? Medellín: Escuela Na-
cional Sindical. Pág. 11.
108
2005.152 84% de las exportaciones totales van a EE.UU. Debido a
esto, Colombia ahora es el proveedor numero uno de flores fres-
cas para EE.UU., captando 60% de ese mercado.153
El sector floricultor es muy intensivo en el uso de mano de
obra, esta industria genera aproximadamente 110.000 empleos
directos y 94.000 indirectos, principalmente en los departamen-
tos de Cundinamarca y Antioquia 60% de la fuerza laboral del
sector es compuesta por mujeres, muchas de ellas cabezas de ho-
gar y con bajos niveles de escolaridad, y que tienen pocas opor-
tunidades de empleo en otros ámbitos económicos.
Según una encuesta realizada en 2006 por la ONG colombia-
na Cactus, 66% de los trabajadores y trabajadoras de flores son
contratados directamente por las empresas, mientras 34% son
tercerizados, 21% a través de agencias temporales, 8,7% a través
de las CTA, y 4,3% a través de contratistas.154
De los trabajadores con contratos directos con las empresas,
62% tienen contratos de termino indefinido y 31% tienen con-
tratos de termino fijo, la mayoría por periodos que no superan
los cuatro meses,155 dejando estos obreros en una inestabilidad
laboral total. Según las investigaciones realizadas por Cactus, el
promedio salario de los trabajadores del sector equivale al sala-
rio mínimo legal, $436.000 pesos colombianos mensuales (US$
218), un sueldo que no alcanza cubrir ni la mitad de los gastos de
la canasta básica familiar, valorada en $891.598 pesos mensuales
(US$ 446).
Cuando los y las trabajadoras floricultoras han intentado for-
mar organizaciones sindicales para exigir mejores niveles sala-
riales y condiciones laborales menos precarias, algunas empre-
sas han respondido con prácticas anti-sindicales. Por ejemplo,
después de la formación de un sindicato en la filial colombiana
de la empresa norteamericana Dole Fresh Flowers en 2004, la
empresa impugnó la inscripción de la organización en el registro
152. “Future looks rosy for Colombia´s flower trade”, Daily Telegraph, 29 de
junio, 2007, http://www.telegraph.co.uk/gardening/main.jhtml?xml=/
gardening/2007/06/29/gcolombia29.xml
153. Asocolflores, Economía y mercados, http://www.asocolflores.org/site/
new/mercados.html.
154. Diana Alexandra Castañeda. Mujeres, floricultura, y multinacionales en
Colombia. Bogotá: Corporación Cactus, 2006. Pág. 5.
155. Corporación Cactus. La contratación directa y la organización: Dere-
chos para reconquistar, 2006. http://www.cactus.org.co/documentos/en-
cuesta_14_feb_2006.doc.
109
sindical del Ministerio de la Protección Social; frenó un proceso
de negociación colectiva con el sindicato; e incluso en Octubre
de 2006 cerró dos de sus fincas en las cuales hubo una mayor
presencia del sindicato.
4.3 Textiles y confecciones
El sector de textiles y confecciones tiene una participación
importante en el comercio exterior de Colombia con EE.UU. El
sector registró un total de US$ 4.461 millones en ventas en el año
2006, con 29,7% de dichas ventas (US$ 1.324 millones) hechas
con firmas en el exterior. EE.UU. fue el destino de 34% de las ex-
portaciones de textiles y confecciones colombianos en el 2006,
con ventas de US$ 520,3 millones.156
Este sector también se caracteriza por utilizar mucha mano
de obra, generando aproximadamente 600.000 empleos directos
e indirectos en el país, principalmente en el área metropolitana
de Bogotá y el Departamento de Antioquia. Se estima que 80%
de la fuerza laboral del sector de confecciones es femenina. En el
sector de confecciones, casi ningún trabajador tiene un contrato
laboral con las empresas comercializadoras y exportadoras de
ropa.
Las mujeres confeccionistas crean pequeñas famiempresas
que actúan como subcontratistas de estas empresas grandes, ma-
quilando las prendas para exportación en micro-talleres o en sus
propias casas bajo condiciones de extrema precariedad.
Dado que no existe ninguna obligación laboral entre la em-
presa comercializadora y los trabajadores de la MIPYME que
maquilan sus productos, tampoco existe un deber a darles una
remuneración que equivalga o supere el salario mínimo, o cubrir
sus costos del seguro social, o pagar los recargos para horas ex-
tras laboradas por estos trabajadores.
Se han documentado casos de mujeres confeccionistas en
Medellín que ganan sueldos mensuales que equivalen a 60%
del salario mínimo mensual (aproximadamente $260.000 pesos
colombianos, ó US$ 130), laborando jornadas que extienden en
promedio a los doce horas diarias.157
110
5. Agencias temporales de empleo y otras formas de contra-
tación precarias
El convenio 181 sobre las agencias de empleo privadas se-
ñala que los Estados deben adoptar las medidas para asegurar
que los y las trabajadoras contratados por las agencias de empleo
privadas que prestan los servicios a los que se hace referencia en
el artículo 1 no se vean privados del derecho de libertad sindical
y del derecho a la negociación colectiva.
El año pasado frente al auge de la intermediación laboral el
gobierno expidió el decreto 4369; entre otras cosas esta disposi-
ción brinda claridad en la inspección y vigilancia a EST y aclara
que ninguna persona natural o jurídica podrán ejercer la activi-
dad de Empresas de Servicios Temporales sino está debidamente
autorizada por el Ministerio de la Protección Social, tales como,
las dedicadas al suministro de alimentación, realización de labo-
res de aseo, servicio de vigilancia y mantenimiento ni las Coo-
perativas y Precooperativas de Trabajo Asociado, las Empresas
Asociativas de Trabajo y los Fondos Mutuales o similares.
El Decreto también se refiere a la seguridad social y esta-
blece que dentro de los diez (10) primeros días de cada mes, las
Empresas de Servicios Temporales deberán informar a la corres-
pondiente usuaria del servicio, sobre la afiliación y el pago de
cotizaciones al Sistema de Seguridad Social Integral, del per-
sonal en misión que le ha prestado sus servicios durante el mes
inmediatamente anterior.
La omisión de la responsabilidad en seguridad social inte-
gral frente al trabajador en misión, no sólo es responsabilidad
de la EST, sino que la empresa usuaria será solidariamente res-
ponsable en el pago de los correspondientes aportes, así como
en las consecuencias económicas y jurídicas que se deriven de
la omisión, evasión o elusión, acomodando la normatividad a las
últimas decisiones de la Corte Suprema de Justicia en el mismo
sentido.
La intermediación laboral es un mercado muy atractivo y
esto se ha reflejado en el creciente número de empresas que se
han constituido recientemente para ofrecer ese servicio: de 460
compañías registradas en el 2005 en el Ministerio de la Protec-
ción Social se pasó a 478 el año pasado y a 584 en el primer
semestre del 2007.
El empleo temporal ha venido ganando terreno acelerada-
mente en los últimos años, duplicando su participación en la ocu-
111
pación formal del sector privado, al pasar de 9 por ciento en el
2003 a 18% en el 2005. En dicho periodo, según las cifras de la
Asociación Colombiana de Empresas de Servicios Temporales
(Acoset), los y las trabajadoras en misión, como se les denomina
a las personas contratadas bajo esta modalidad, aumentaron de
401.797 a 659.481, lo que arroja un crecimiento de 64,1%.
El ascenso de la contratación temporal puede ser mucho más
empinado si se tiene en cuenta información preliminar según la
cual en el 2006 el número de trabajadores y trabajadoras tempo-
rales sumó 925.000, lo que daría un incremento de 40,3% frente
al 2005 y de 130,2% respecto al 2003”.158
6. Precarización del empleo en el sector público
El proceso de deslaboralización no solo se ha implementado
en el sector privado, el empleo estatal no escapa a la precarización
del trabajo: contratos de prestación de servicios, contratos de obra
y contratación por intermedio de cooperativas de trabajo asocia-
do, son la muestra palpable de la expansión de este fenómeno.
Los cambios en el empleo público generan un gran impacto
en las relaciones laborales, porque en Colombia el Estado es un
importante generador de empleo; durante muchos años se pensó
que trabajar con el Estado era un privilegio, porque ofrecía esta-
bilidad y todas las garantías derivadas de un contrato típico, pero
con el avance de las privatizaciones de las Empresas Estatales:
TELECOM, INRAVISIÓN, ISS, etc. y el auge de los formas atí-
picas de vinculación laboral se comprobó que estamos ante un
Estado que además de comportarse de manera permisiva con
los empresarios en la violación de los derechos laborales cuando
actúa como patrono desconoce los Convenios de la OIT y las
garantías mínimas de los y las trabajadoras.
Por tanto no resulta extraño comprobar como sin ninguna
consideración se despiden masivamente trabajadores y trabaja-
doras, y se desintegran organizaciones sindicales, en medio de
la consolidación del modelo estatal impuesto por el FMI y el
Banco Mundial que insiste en reducir cada vez más el tamaño
del Estado y dejar más espacios de actuación y maniobra a la
iniciativa privada.
Una muestra palpable de la forma como el Estado hace las
veces de patrono se encuentra en el reciente cierre de las clínicas
del ISS, no solo se desconoció la organización sindical como in-
158. “El desempleo se resiste a bajar”. Portafolio, 1 de Agosto de 2007.
112
terlocutor válido sino que se militarizaron estos centros de salud
en la noche para evitar acciones de los y las trabajadoras que
pusieran en peligro el propósito del gobierno actual.
El Estado empleador ocupa un poco más de un millón perso-
nas de los cuales casi la mitad devengan menos de 2 salarios mí-
nimos legales. El Estado paga salarios de subsistencia. La liber-
tad sindical para los servidores públicos es restringida, porque a
la mayoría se le niegan los derechos de negociación colectiva y
de huelga, pese a que los Convenios 87, 98, 151 y 154 de la OIT
fueron ratificados.
7. Trabajo infantil un limitante al trabajo decente
La política del Comité Interinstitucional para la Erradicación
del Trabajo Infantil y la Protección del Joven Trabajador159 (ETI)
tiene graves obstáculos como la articulación del ámbito central
con los espacios territoriales, la identificación de los cuellos de
botella para su implementación y la voluntad política a nivel na-
cional y local para llevar a cabo acciones contundentes y estruc-
turales que permitan la erradicación del trabajo infantil.160
Familias en acción ha sido otro programa gubernamental
que consiste en subsidios condicionados a la asistencia escolar,
dirigidos a personas en el nivel I del Sisben y personas desplaza-
das que ha sido bien evaluado por los resultados arrojados, pero
que presentan dificultades como que no es una política universal
(no llega a toda la población infantil pobre del país) y que es
asignado bajo un enfoque de subsidio y no de derecho, se asigna
bajo estrategias indignas para las familias (largas filas al sol y al
agua que contemplan días y noches para alcanzar la inscripción)
además es una acción desarticulada (o no contempla) de otros
procesos de restitución de derechos para que tenga el alcance
deseado.
Por el contrario, lo que ha dado como resultado es la proli-
feración de actividades y la segmentación de la oferta pública,
generando una dispersión que afecta la definición de objetivos
claros de política pública social.
A pesar que las estadísticas muestran una disminución en
3.9 puntos porcentuales del 2001 al 2005 según el DANE, aún
tenemos en el país 1.059.000 niños y niñas trabajando y si consi-
159. Creado por el Decreto 859 de 1995. 160 Valoración de los avances del III
Plan Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil y la Protección del
Trabajo Juvenil 2003-2006 en Colombia.
113
deramos la definición amplia de trabajo infantil debemos agregar
los 961.507 que dedican más de 15 horas semanales a oficios del
hogar.
Por mayor disminución que se haya presentado tener 2.020.317
niños y niñas trabajando no puede ser considerado como un gran
avance, puesto que ello significa que de cada 10 niños y niñas
del país uno está trabajando. Además el 19% de estos niños no
asisten a la escuela y los demás combinan las dos actividades.
Las principales razones por las que los niños y niñas trabajan
en primer lugar es para ayudar a los gastos de la familia y en
segundo lugar ayudar en la actividad económica del hogar, esto
demuestra que la pobreza continua siendo una causa principal y
estructural del trabajo infantil. La principal actividad laboral es
la agricultura 393.038 seguida del comercio 338.965.161
D. PROPUESTAS PARA SUPERAR LA SITUACIÓN
El logro del trabajo decente requiere de múltiples políticas
y medidas sostenidas durante varios años, por ello las centrales
sindicales estamos dispuestas a concertar un “Plan Nacional de
Trabajo Decente”, atendiendo a la gravedad de la precariedad
laboral y aprovechando la presencia permanente de la OIT en el
país, sin embargo, es posible en lo inmediato llegar a acuerdos
sobre las siguientes propuestas que empezarían a enrutar la so-
ciedad colombiana al logro del trabajo decente.
1. En el campo de las políticas económicas y sociales
-. Incluir en la agenda de la Comisión Permanente de Con-
certación de Políticas Salariales y Laborales (CPCPSL) la dis-
cusión de los cambios necesarios en la política económica del
país que nos conduzcan a mantener e incrementar el crecimiento
económico al tiempo que se genera más empleos productivos y
con calidad.
-. Diseñar e implementar mecanismos que exijan a la inver-
sión extranjera directa el respeto pleno de los derechos laborales
y en particular que impidan la reducción de empleos y garanticen
plenamente las libertades sindicales.
-. Incluir en la agenda de la CPCPSL la discusión de los me-
canismos para la participación plena de las centrales sindicales
en la negociación de los acuerdos comerciales.
161. DANE. Resultados del Modulo de trabajo infantil 2005.
114
2. En el campo de las medidas inmediatas que puede y debe
adoptar el gobierno
- Designar la Comisión de Seguimiento y Verificación de
las políticas de Generación de Empleo previstas en la reforma
laboral (ley 789 de 2002), y que de acuerdo con su informe el go-
bierno presente al Congreso un proyecto de ley que modifique o
derogue las disposiciones que no hayan logrado efectos prácticos
para la generación de empleo.
- Crear de nuevo el Ministerio del Trabajo y fortalecer la
Inspección del Trabajo.
- Adoptar el marco normativo necesario para que el conjunto
de entidades estatales se abstengan de utilizar modalidades con-
tractuales que precaricen el trabajo, en especial, las cooperati-
vas de trabajo asociado, los contratos de prestación de servicios,
etc.
- Afinar los mecanismos de vigilancia y control de las agen-
cias temporales de empleo.
- Afinar los mecanismos de vigilancia y control de la evasión
de los aportes a la seguridad social y promover y exigir la afilia-
ción de los trabajadores y trabajadoras al sistema contributivo.
- En materia de cooperativas de trabajo asociado, debe pre-
sentarse de manera urgente un proyecto de ley fruto del diálogo
social que establezca un marco legal para el funcionamiento de
las Cooperativas, a partir de la Recomendación 193 de la OIT
que establece unos parámetros que deben seguir los países en
esta materia.
- Es necesario ratificar el convenio 81 en la segunda parte,
inspección del trabajo en el sector comercio, pues la mayor par-
te de los trabajadores y las trabajadoras, y muy en especial del
trabajo infantil y el trabajo en condiciones indignas se da en el
sector del comercio.
- El proyecto de nuevo modelo de inspección en el trabajo
elaborado con el apoyo de la USAID Colombia, debería ser dis-
cutido y acordado con las centrales sindicales.
- En materia de las madres comunitarias, es urgente, que se
apruebe una ley donde se les reconozca como trabajadoras y se
aniquile esta forma de explotación contra las mujeres.
- Abordar y avanzar en la discusión para concretar un esta-
tuto del trabajo que garantice los derechos laborales y que esté
armónico con lo establecido en los convenios de la OIT.
- Restituir el contrato de trabajo como elemento central de la
115
relación laboral, acabando con la función de intermediación la-
boral de las cooperativas de trabajo asociado y las otras prácticas
de trabajo sin vínculo laboral.
- Realizar un estudio sobre el estado del trabajo decente en el
sector privado colombiano, en las 5000 principales empresas y
adoptar un acuerdo específico de promoción del trabajo decente
en este sector, de igual forma proceder en las instituciones esta-
tales.
- La erradicación del trabajo infantil requiere de acciones
contundentes en contra de la pobreza como causa estructural del
trabajo infantil, acciones que restituyan realmente los derechos
de la niñez (cantidad y calidad), es decir dejar de realizar progra-
mas y proyectos aislados y generar propuestas que garanticen los
derechos de la infancia: educación, salud, nutrición, recreación
participación etc., universal y gratuitamente.
- El trabajo infantil es un síntoma de las pocas oportunidades
laborales en los adultos y de las malas condiciones de las mis-
mas, por ello es necesaria una política de empleo decente para
los adultos que tenga como uno de sus resultados que los niños
y las niñas no tengan que entrar a complementar y mucho menos
sustituir con trabajo los ingresos familiares.
116
CAPÍTULO IV.
PROMOCIÓN DEL DIÁLOGO SOCIAL ÚTIL
117
del trabajo o que tienen efectos sobre el disfrute de los derechos
de las y los trabajadores, no ha sido previamente discutida por
los órganos establecidos para dialogar y concertar las políticas
salariales y laborales.
C. Situación actual del tema
El Gobierno ha promovido reformas laborales, incluso de ín-
dole constitucional, sin haber realizado un diálogo previo con las
organizaciones de trabajadores y en abierta contradicción con
las opiniones expuestas por sus voceros en el trámite legislativo
de tales medidas.
Excepcionalmente, una importante y significativa reforma,
la adopción del nuevo Código de Procedimiento Laboral, que
establece la oralidad en la tramitación de los asuntos de esta ju-
risdicción, fue el resultado de consultas tripartitas promovidas
por la Comisión Permanente de Concertación.
En el ámbito regional, también se llevan a cabo reuniones
y acercamientos entre los interlocutores sociales, pero no se ha
desarrollado, de manera articulada y coordinada, el funciona-
miento de las subcomisiones departamentales de concertación
previstas en el artículo 3 de la citada ley 278 de 1996.
Otros mecanismos creados por el Gobierno colombiano para
propiciar el diálogo y la concertación, como el Comité asesor
tripartito para la productividad y la Comisión interinstitucional
de derechos humanos de los trabajadores , o no han funcionado
o lo han hecho con intermitencia y falta de eficacia en el cumpli-
miento de sus fines.
En general, los órganos de concertación, aunque muchas ve-
ces han establecido agendas de discusión, estas no se han tratado
de manera sistemática y, por lo tanto, su funcionamiento no ha
sido regular.
Es también corriente que altos funcionarios del Estado, in-
cluido el Presidente de la República, realicen encuentros con la
dirigencia sindical y que en ellos se traten temas que interesan
al movimiento sindical. Igualmente se han propiciado reuniones
regionales entre altas autoridades nacionales y regionales, con
las direcciones sindicales, para promover el acercamiento y la
distensión.
Sin embargo, estas reuniones no pueden suplir los espacios
institucionales que deben desarrollar una agenda previamente
convenida y tratar de arribar a tareas y compromisos, para que la
consulta tripartita pueda ser efectiva y útil.
118
El Programa de protección a sindicalistas y organizaciones
sindicales que funciona adscrito al Ministerio del Interior y de
Justicia, si bien ha sido dotado de recursos, no siempre ha res-
pondido con la celeridad que requieren las situaciones de ame-
nazas o ataques y en todo caso, por si solo resulta insuficiente
para configurar una política seria de lucha contra la violencia
antisindical en Colombia.
Como lo han anotado diversos analistas internacionales, la
protección debe ir acompañada de una investigación penal seria,
que lleve a los autores y partícipes ante los jueces, para que, con
todas las garantías y de acuerdo a su responsabilidad, les sean
aplicadas las sanciones que correspondan. Infortunadamente, la
impunidad en Colombia ampara a los perpetradores de crímenes
contra las y los sindicalistas y estos y sus organizaciones se han
visto privados de la reparación integral de sus derechos.
La Comisión Especial de Tratamiento de Conflictos ante la
OIT (en adelante también la Comisión de Tratamiento de Con-
flictos), creada hace 7 años por decisión de la Comisión Perma-
nente de Concertación, ha quedado formalmente instalada, su
reglamento se encuentra en proceso de discusión, así como el
listado de los primeros casos que se van a abordar, todo ello a
instancias del Representante de la OIT.
Las centrales sindicales esperan que este esfuerzo rinda sus
frutos, y que la Comisión de Tratamiento de Conflictos sirva
para restablecer los derechos conculcados a las y los trabajadores
colombianos y a sus organizaciones y, adicionalmente, para pro-
mover la adecuación de la legislación y la práctica a las normas
de OIT en materia de libertad sindical y negociación colectiva.
En conclusión, en los últimos años, los y las trabajadoras or-
ganizadas en las Centrales Sindicales, hemos tratado de recurrir
a los espacios de concertación para buscar soluciones a proble-
máticas de interés común, sin lograr mayores resultados. Puede
afirmarse que en los espacios de concertación se intercambian
opiniones con los empleadores y el Gobierno, pero no se percibe
ningún interés genuino por acercar las posiciones y menos aún
para concertar.
119
El movimiento sindical colombiano requiere con urgencia
que los órganos de la Organización Internacional del Trabajo y,
en especial la Oficina, actúen de manera urgente y enérgica para
garantizar que el diálogo social y la concertación se realicen en
Colombia y sirvan para implementar las normas internacionales
del trabajo, tanto en la legislación como en la práctica.
En la 95 Conferencia Internacional del Trabajo, los represen-
tantes del Gobierno, de los empleadores y trabajadores suscribi-
mos un Acuerdo Tripartito para la libertad de Asociación y la
Democracia, en “el marco de los Convenios Nos. 87 y 98 de la
OIT”.
Este Acuerdo busca, con el apoyo de la representación per-
manente de la OIT, respaldar a los interlocutores sociales para
promover el trabajo decente, la defensa de los derechos funda-
mentales de los trabajadores, sus líderes y sus organizaciones,
las libertades sindicales, incluyendo la libre asociación, la liber-
tad de expresión y de negociación colectiva y la lucha contra la
impunidad.
Por lo anterior, proponemos estas Líneas de Trabajo, que pre-
tenden abordar los temas para el cumplimiento y desarrollo del
mencionado Acuerdo Tripartito.
Proponemos que las Líneas Trabajo sean discutidas por la
Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y
Laborales y, en el ámbito de sus competencias, por los otros or-
ganismos de diálogo ya establecidos en el ordenamiento interno.
En este órgano se discutirán y tomarán las decisiones de orden
político que corresponda y, por lo tanto, la representación de los
interlocutores sociales debe corresponder al máximo nivel de re-
presentación.
Una medida urgente es restablecer la representación iguali-
taria de los empleadores y trabajadores en esta Comisión.
Proponemos criterios generales aplicables a todos los órga-
nos de concertación, antes de enumerar los temas de la Agenda
que debe desarrollar la Comisión Permanente de Concertación.
1. Criterios generales
Aplicables a todos los órganos de concertación previstos en
la ley 278 de 1996 y en los decretos 814 de 1995 y 1413 de 1997,
así:
1.1. Que se establezca una Agenda, según las competencias y
ámbito de actuación de cada uno, dándole prioridad, a los temas
120
previstos en el Acuerdo Tripartito;
1.2. Que tengan un funcionamiento regular, previendo un ca-
lendario de reuniones;
1.3. Que adopten y ejecuten un Plan de acción en relación
con sus competencias y ámbitos de actuación;
1.4. Actuarán como organismos técnicos y de asesoramiento
de la Comisión Permanente de Concertación, los siguientes or-
ganismos, ya existentes:
- Comisión Interinstitucional de Derechos Humanos de los
Trabajadores.
- Comité Asesor Tripartito para la Productividad
- Comité de Reglamentación y Evaluación de Riesgos
(CRER)
2. Agenda para la Comisión Permanente de Concertación
La Agenda de la Comisión Permanente de Concertación debe
organizarse partiendo de los temas contemplados en el Acuerdo
Tripartito:
2.1. Libertades sindicales y adopción de los estándares de
OIT:
2.1.1. Adecuación normativa para atender las recomendacio-
nes de los órganos de control de la OIT.
2.1.2.Revisión de la legislación y de la práctica en la imple-
mentación y puesta en marcha de los Convenios de OIT ratifi-
cados por Colombia, tales como el de la inspección del trabajo ,
medidas para prevenir y erradicar el trabajo infantil y la discri-
minación en el trabajo.
2.1.3. Consultas recomendadas por el Comité de Libertad
Sindical sobre los efectos del Acto Legislativo No. 1 de 2005
respecto de los derechos fundamentales de los trabajadores.
2.1.4. Discusión y adopción de un Plan Nacional de Trabajo
Decente.
2.1.5. Asuntos relacionados con los derechos de los servido-
res públicos, que incluye libertades sindicales, derecho a la nego-
ciación colectiva, carrera administrativa y beneficios sociales.
2.1.6. Los temas que se deriven de la Comisión de Tratamien-
to de Conflictos ante OIT.
2.2. Los temas que se deriven de la Comisión Interinstitucio-
nal de Derechos Humanos de los Trabajadores, en especial lo que
tiene que ver con la lucha contra la impunidad y la prevención
de las violaciones de los derechos fundamentales de las y los
121
trabajadores, sus organizaciones, específicamente en lo referente
a la integridad física de las personas y a la integridad de las or-
ganizaciones.
2.3. Los temas que relacionados con la protección de sin-
dicalistas y los que resulten de la aplicación del Programa de
Protección a sindicalistas del Ministerio del interior y de Jus-
ticia, y de las decisiones y políticas que adopte el CRER. 2.4.
Fortalecimiento de la presencia de la OIT como resultado de las
recomendaciones de la Comisión de Alto Nivel según decisión
anunciada por el Director General de la Oficina Internacional
del Trabajo.
3. Otros temas relacionados con los derechos fundamentales
de las y los trabajadores y las libertades sindicales
3.1 Discusión sobre la reparación colectiva a que tiene dere-
cho el movimiento sindical colombiano, por haber sido sometido
a una extrema violencia, que le ha significado la destrucción de
organizaciones y la imposibilidad real de promover y fomentar
la organización de las y los trabajadores.
3.2. Discusión sobre los efectos en los derechos de las y los
trabajadores colombianos, derivados de la celebración de acuer-
dos de libre comercio o similares con otros Estados u Organis-
mos supranacionales. Se trata de discusiones previas y simul-
táneas, para que las opiniones de las organizaciones sindicales
también sean tenidas en cuenta en las negociaciones que se lle-
ven a cabo.
3.3. Todo lo relativo a la preparación y seguimiento de las
Conferencias Internacionales del Trabajo y las obligaciones que
se derivan de los artículos 19 y 22 de la Constitución de la OIT
(Preparación, ratificación de convenios y puesta en marcha de
recomendaciones).
4. Cuestiones que hacen parte de las competencias de la Co-
misión Permanente de Concertación
4.1 Discusión y adopción de un Plan de Generación de Em-
pleo.
4.2 Salariales.
4.2.1 Fijación del salario mínimo.
4.2.2 Remuneración de los servidores públicos.
4.2.3 Otros asuntos relacionados con la remuneración de los
y las . trabajadoras.
122
4.3 Los temas que se deriven de los estudios que realice el
Comité . Asesor Tripartito para la Productividad.
4.4 Asuntos relativos a la administración de justicia.
4.4.1 Seguimiento de la implementación del sistema oral en
la justicia . laboral.
4.4.2 Todo lo relacionado con la deslaborización de las rela-
ciones y las . múltiples jurisdicciones a las que deben acudir las
y los trabajadores . para hacer valer sus derechos.
4.4.3 Los problemas que existen por la no adopción de las .
recomendaciones y de los Convenios OIT por parte de las Altas
. Cortes.
4.4.4 El seguimiento a las Subcomisiones Departamentales
de . Concertación, previstas en la Ley 278 de 1996.
4.5 Empresas sostenibles: para el movimiento sindical es un
tema . importante, en la medida en que la sostenibilidad debe ser
compatible . con el trabajo decente y el ejercicio de las libertades
sindicales.
4.6 Revisión de la reforma laboral, ley 789 de 2002, con fun-
damento en . las conclusiones de la Comisión prevista en el artí-
culo 46 de dicha ley
4.7 Discusión y adopción del Estatuto del Trabajo, para ser
presentado . al Congreso Nacional, de conformidad con el man-
dato del Art. 53 de . la Constitución.
5. Cuestiones propuestas por los empleadores y por el Go-
bierno que no tienen ubicación específica ni en el Acuerdo
tripartito, ni en los asuntos de competencia de la Comisión
Permanente de Concertación
5.1 Ética: una cuestión fundamental consiste en honrar los
compromisos adquiridos por parte de los empleadores y el Go-
bierno en el seno de la OIT.
5.2 Comunicaciones asertivas: En el sentido de comunica-
ciones veraces y adecuadas. Habría que definir el ámbito de este
tema, por ejemplo, a quienes se dirigen las reflexiones y reco-
mendaciones.
123
124
CAPÍTULO V.
EVALUACIÓN DE LA REPRESENTACIÓN
PERMANENTE DE LA OIT
125
de octubre de 2006, en Bogotá, los mandantes definieron dieci-
séis funciones que permitirían la implementación y desarrollo
de los ejes fundamentales convenidos en el Acuerdo Tripartito.
Este documento fue presentado al Consejo de Administración de
la Oficina Internacional del Trabajo en noviembre de 2006.163 Las
funciones que señalan los ejes de la representación son:
1. “Coordinar la cooperación técnica que la Oficina de la
OIT brinde al país y que promueva el trabajo decente y que in-
cluya la promoción y defensa de los derechos fundamentales de
los trabajadores, de sus dirigentes sindicales y de sus organiza-
ciones, especialmente en lo que concierne a la vida, la libertad
sindical, de asociación y expresión, la negociación colectiva, así
como a la libre empresa para los empleadores.
2. Promover, mediante los instrumentos y recursos a su al-
cance, la cultura de la concertación y del cumplimiento de las
obligaciones y derechos derivados de la Constitución y de los
convenios de la OIT.
3. Promover y organizar eventos de capacitación a la rama
ejecutiva, legislativa y judicial del poder público, dándoles se-
guimiento.
4. Promover y organizar eventos de capacitación con miem-
bros del sector sindical y gremial y darles seguimiento.
5. Asesorar, a petición del Gobierno y de los interlocutores
sociales, en la elaboración de propuestas normativas en mate-
rias relativas al mandato.
6. A invitación de la rama legislativa, asistir a reuniones
donde se discutan proyectos de leyes vinculadas al mandato.
7. Participación en las reuniones de la Comisión Permanen-
te de Concertación de Políticas Laborales y Salariales, y en to-
dos los demás espacios tripartitos de diálogo social.
8. Promover el relanzamiento de los trabajos de la Comisión
Especial de Tratamiento de Conflictos ante la OIT y participar
en las reuniones de la misma.
9. Prestar asesoramiento a los trabajadores, empleadores y
Gobierno en la aplicación de los convenios, recomendaciones y
otros instrumentos adoptados por la OIT.
10. Asesorar a los interlocutores sociales y autoridades en
materia de comentarios formulados por los órganos de control
163. 297ª reunión del Consejo de Administración, Oficina Internacional del
Trabajo, Ginebra, noviembre de 2006. GB297-TC-5-2-2006-10-0452-1-
Sp.doc.
126
de la OIT, en especial de los expresados por el Comité de Liber-
tad Sindical.
11. Brindar asesoramiento, a pedido de cualquiera de los
actores sociales, sobre los mecanismos de control existentes
para la aplicación de los convenios ratificados por Colombia.
12. Participar como invitado en las reuniones de la Comi-
sión Interinstitucional para la Promoción y la Protección de los
Derechos Humanos de los Trabajadores, y en el Comité de Re-
glamentación y Evaluación de Riesgos (CRER) del Ministerio
del Interior y Justicia.
13. Mantener contacto con la Fiscalía General de la Nación
y la Procuraduría General de la Nación en relación con las
investigaciones judiciales y disciplinarias relativas a actos de
violencia contra la integridad física de sindicalistas y dirigen-
tes sindicales y gremiales, particularmente las relativas al caso
núm. 1787 en instancia ante el Comité de Libertad Sindical.
14. A petición de la Fiscalía General de la Nación y/o el
Ministerio de la Protección Social participar en reuniones de
comités existentes o a crearse para impulsar los casos de inves-
tigación por actos de violencia sufridos por miembros del sector
sindical y empresarial.
15. Elaborar una memoria semestral con los avances rela-
cionados con la implementación de su mandato que será presen-
tada ante la Comisión Permanente de Concertación de Políticas
Laborales y Salariales
16. Propiciar reuniones con agencias del sistema de las Na-
ciones Unidas; representantes diplomáticos de posibles países
donantes; y otras instituciones u organizaciones nacionales
o internacionales que puedan apoyar la implementación del
Acuerdo Tripartito”.
Sólo desde enero de 2007 se cuenta con un responsable de la
representación permanente de la OIT en Colombia. El represen-
tante, según se desprende de su Primer informe,164 ha concentra-
do sus esfuerzos en garantizar el funcionamiento de la represen-
tación para Colombia y ha desplegado una intensa actividad de
contactos, no solo con los mandantes de la OIT, sino también con
otros actores relevantes en la sociedad colombiana. Ha sostenido
164. Primer informe sobre las actividades en el marco del “Acuerdo Tripartito
por el Derecho de Asociación y la Democracia” presentado a la Comisión
Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, con fe-
cha 17 de julio de 2007.
127
reuniones como lo señalan sus funciones números siete, doce y
catorce.
En particular, el representante permanente ha participado en
las reuniones de la Comisión Permanente de Concertación y Po-
líticas Laborales y Salariales, en el Comité de Reglamentación y
Evaluación de Riesgos, así como en las que la Fiscalía General
de la Nación le ha invitado para exponer los avances de su la-
bor investigativa. También ha asistido a diferentes reuniones y
seminarios con los distintos empleadores, estatales y sindicales
del país.
El Representante logró la instalación formal de la Comisión
Especial de Tratamiento de Conflictos ante la OIT y, pese a los
escollos presentados con los sectores empresariales encabezados
por la ANDI,165 esta realizó algunas actividades relacionadas con
los casos de incumplimiento de Convenios de la OIT planteados
por las organizaciones sindicales de los y las trabajadoras. Sin
embargo, todavía no ha propuesto la solución de ningún conflic-
to en concreto. Respecto a otros organismos y espacios institu-
cionales existentes en Colombia para llevar a cabo el diálogo so-
cial, como la Comisión Interinstitucional de Derechos Humanos
de los Trabajadores y el Comité Asesor para la Productividad,
infortunadamente la acción del Representante no los ha logrado
reactivar de forma permanente y efectiva.
Sobre las funciones dos, tres, cuatro, cinco, nueve, diez, once
y dieciséis se han realizado algunas gestiones, que dada la grave-
dad de la situación de las libertades sindicales en Colombia, no
han tenido suficiente impacto sobre la situación. A juicio de las
Centrales Sindicales estas ocho funciones representan la razón
misma, el sentido último del acuerdo tripartito. Son ellas las que
con su cabal desarrollo pueden llevar a un acompañamiento real
y serio que pueda provocar cambios significativos a favor de las
libertades sindicales y de los derechos de las trabajadoras y los
trabajadores y sus organizaciones.
Debe destacarse que el representante ha logrado apoyo finan-
ciero y logístico de otras instancias de la OIT, pero es de esperar
que la Representación Permanente cuente con un presupuesto y
unos recursos regulares que correspondan a la enormidad de las
128
tareas y retos que debe enfrentar. Igualmente, en cuanto al per-
sonal técnico y administrativo, debe dotársele, tanto en cantidad
como en calidad, de los que le permitan cumplir adecuadamente
sus funciones.
En octubre de 2006 también se estableció en concreto la for-
ma de financiación de la representación permanente.166 Para uno
de los ejes fundamentales del acuerdo se concretó, a través de la
Vicepresidencia de la República de Colombia y la Fiscalía Gene-
ral de la Nación, la aprobación de 1.7 millones de dólares de los
Estados Unidos.
Este dinero está dirigido a proveer los gastos de la imple-
mentación del eje sobre la promoción y defensa de los derechos
fundamentales de los y las trabajadoras, de sus dirigentes sindi-
cales y de sus organizaciones especialmente en lo que concierne
a la vida, la libertad sindical, de asociación y expresión, la ne-
gociación colectiva específicamente en lo que tiene que ver con
el impulso al cumplimiento de las múltiples recomendaciones
de los órganos de control de la OIT sobre la grave situación de
impunidad.
La segunda suma de recursos concretos se refiere a 118.800
dólares para gastos de “actividades de apoyo a la implementa-
ción del Acuerdo Tripartito”,167 que provienen de los fondos re-
manentes que la Oficina de la OIT tenía destinada para Colombia
en proyectos de Cooperación Técnica anteriores.
El Gobierno anunció la apropiación de cinco millones de
dólares de los Estados Unidos. Para el primer año, el Gobierno
incluyó la suma de 1.8 millones de dólares en el anteproyecto
del presupuesto nacional que aprobó el Congreso de la Repúbli-
ca. Este dinero se destinará, a los cuatro ejes fundamentales del
acuerdo.
Existe una partida para apoyar la labor investigadora de la
Fiscalía General de la Nación, dejando de lado otros aspectos que
contiene la promoción y defensa de los derechos fundamentales
de los y las trabajadoras, de los dirigentes sindicales, sindicalis-
tas y de sus organizaciones, especialmente en lo que concierne a
la vida, libertad e integridad.
En conclusión, se requiere un compromiso financiero mayor
por parte del Estado colombiano para que la Representación per-
manente pueda realizar sus funciones.
167. Ibídem
129
En cuanto a la representación permanente, esta debe forta-
lecerse, contar como lo ofrece el Director General, con el apoyo
de los servicios técnicos de la Oficina en Ginebra y de los espe-
cialistas de la región, pues sólo de esta manera se podrá avanzar
significativamente en la eliminación de los obstáculos legales y
prácticos que existen en Colombia para el total disfrute de las
libertades sindicales y para la implementación adecuada y efec-
tiva del diálogo social y el trabajo decente.
No debe descartarse la posibilidad de contar con expertos
y expertas basados permanentemente en Colombia, que como
ocurre con la Oficina Permanente de la Alta Comisionada para
los Derechos Humanos de la ONU, impulsan las funciones de la
misma y apoyan al Gobierno y a los beneficiarios de su mandato,
para avanzar en la realización del mismo.
Es de esperar que, como resultado de la Misión de Alto nivel,
la Representación de la OIT en Colombia se dote de un plan de
trabajo para impulsar los ejes del Acuerdo, se le asigne un presu-
puesto regular que la habilite para desempeñar adecuadamente
sus funciones y pueda contar con el equipo de expertos y exper-
tas en cada uno de los temas del Acuerdo Tripartito, que trabajen
hombro a hombro en los espacios de concertación tripartitos.
130
Anexo.
Recomendaciones de órganos de control y
mecanismos especiales para Colombia
Recomendación
Violencia Antisindical: En relación al Programa de Protección
a los Defensores de derechos Humanos extendido a dirigentes
sindicales “... la Misión considera en todo caso que debería
incrementarse sustancialmente esa asignación presupuestaria
y estudiarse otras medidas suplementarias en consulta con las
organizaciones sindicales”.
131
2. Representante Especial del Director General para la Co-
operación con Colombia 2.1 Primer informe del Represen-
tante Especial del Director General (2000)
Recomendación
Conformidad de la legislación y las prácticas: El Representan-
te sugiere “... impulsar las medidas que posibiliten dar cum-
plimiento a las recomendaciones formuladas por el Comité de
Libertad Sindical y de cooperar para encontrar soluciones a
las observaciones efectuadas por la misión de contactos direc-
tos, así como su gran disposición a la promoción del diálogo
social y a la concertación, la cual ha sido reconocida por los
interlocutores sociales”.
132
2.3. Tercer Informe del Representante Especial del Director Ge-
neral (2001) 2.3.1. Mecanismos de prevención
Recomendación
Violencia Antisindical: “Mejorar los sistemas de evaluación
de riesgos de seguridad de dirigentes, activistas y trabajadores
sindicalizados tomando en cuenta la lentitud de los procedi-
mientos administrativos y las deficiencias que se manifestaron
en los casos de sindicalistas a los cuales no se les ponderó
correctamente su nivel de peligro.”
Violencia Antisindical: “Extender los esquemas de protección
de dirigentes, activistas, trabajadores sindicalizados y sedes
de organizaciones sindicales y determinación de nuevos mé-
todos de protección en zonas de alto riesgo.”
Violencia Antisindical: “Crear nuevos comités de evaluación
de riesgos a nivel regional.”
133
2.3.2. Impunidad
Recomendación
Violencia Antisindical: “Reforzar los mecanismos investigati-
vos y sancionatorios en los casos de atentados contra dirigen-
tes, activistas y trabajadores sindicalizados. En este sentido
sería conveniente incrementar el presupuesto de la Fiscalía y
la Procuraduría General de la Nación para que puedan llevar a
cabo con eficiencia y seguridad sus tareas (...), evitando cual-
quier medida legal que menoscabe sus atribuciones, como ha
sido el caso con la última reforma legislativa.”
Violencia Antisindical: “Requerir la opinión de expertos de
otros países para evaluar la eficacia de los programas de pro-
tección a testigos que existen en los organismos de investi-
gación del Estado y brindarles más presupuesto para que se
pueda avanzar en los procesos que se lleven a cabo ante la
justicia por asesinatos y atentados contra dirigentes, activistas
y trabajadores sindicalizados.”
Violencia Antisindical: “Continuar incrementando las accio-
nes tendientes a desmantelar los grupos de paramilitares y de
todo grupo insurgente que atente contra la libertad de dirigen-
tes, activistas y trabajadores sindicalizados.”
2.3.3. Libertades Sindicales
Recomendación
Libertad Sindical: “Agilizar los procesos judiciales iniciados
con motivo de las violaciones a los fueros sindicales de diri-
gentes.”
Libertad sindical (negociación colectiva): “Implementar a la
mayor brevedad la aplicación de los Convenios sobre las re-
laciones de trabajo en la administración pública, 1978 (núm.
151) y sobre la negociación colectiva, 1981 (núm. 154)”.
Libertad Sindical: “Coordinar políticas con el sector público
y privado para evitar las prácticas que promueven la disminu-
ción dramática del número de afiliados a las organizaciones
sindicales.”
134
Diálogo Social: “Fomentar la confianza entre los interlocuto-
res sociales y el Gobierno y promover el diálogo social como
base para fortalecer al movimiento sindical y resolver los pro-
blemas que afectan a los trabajadores sindicalizados.”
Diálogo Social: “Dinamizar la Comisión Especial de Trata-
miento de Conflictos ante la OIT recientemente creada.”
Libertad sindical (Derecho de Huelga): “Avanzar en los pro-
yectos de ley referidos a los servicios públicos esenciales don-
de se puede prohibir la huelga; a la posibilidad de un recurso
sumario ante la autoridad judicial contra la decisión de la au-
toridad administrativa que declare la ilegalidad de la huelga
y a la transformación del arbitraje obligatorio a solicitud del
Ministerio de Trabajo cuando la huelga se prolongue más de
60 días en un arbitraje que debe ser ratificado por las partes
en conflicto.”
135
Violencia antisindical: “La Comisión recordó que el pleno res-
peto de las libertades civiles era esencial para la aplicación del
convenio [No. 87].”
Libertad sindical: “La Comisión urgió al Gobierno a que to-
mara nuevas medidas a fin de poner la legislación y la práctica
de plena conformidad con el convenio [No87]”
Libertad sindical: “Expresó la firme confianza de que el Go-
bierno enviaría una memoria detallada a la próxima reunión
de la Comisión de Expertos que diera cuenta de progresos rea-
les en la legislación y en la práctica para garantizar la aplica-
ción de este convenio [No, 87]”.
136
Conformidad de la legislación y las prácticas: La Comisión
“Expresó la firme esperanza de que el Gobierno enviara una
memoria detallada a la próxima reunión de la Comisión de Ex-
pertos que diera cuenta de mayores progresos en la legislación
y en la práctica para garantizar la aplicación de este Convenio
[No. 87], y recordó que puede recurrir a la asistencia técnica
de la Oficina en el marco de este proceso.”
137
Violencia antisindical: “... la Comisión pidió una vez más al
Gobierno que refuerce las instituciones necesarias para poner
término a la situación de impunidad que constituye un grave
obstáculo al libre ejercicio de los derechos sindicales garanti-
zado por el Convenio [No. 87].”
Violencia antisindical: “La Comisión instó al Gobierno a to-
mar con toda urgencia las medidas necesarias para que cese
esta situación de inseguridad y que las organizaciones de tra-
bajadores y de empleadores puedan ejercer plenamente los
derechos que les reconoce el Convenio [No. 87], restaurando
el respeto de los derechos fundamentales y en particular el
derecho a la vida y a la seguridad.”
Libertad sindical: “La Comisión dirigió un llamamiento ur-
gente al Gobierno para que de inmediato tome las medidas
necesarias a efectos de garantizar la plena aplicación del Con-
venio [No. 87] tanto en la legislación como en la práctica.”
138
Libertad Sindical: “La Comisión dirigió una vez más un lla-
mamiento urgente al Gobierno para que de inmediato tome las
medidas necesarias a efectos de garantizar la plena aplicación
del convenio [No. 87].”
139
Libertad sindical: La Comisión pide al Gobierno que comu-
nique informaciones a la Comisión de Expertos sobre la falta
de respeto de los derechos sindicales en el contexto de “... nu-
merosas reestructuraciones privatizaciones o fusiones, parti-
cularmente en el sector público entre otros; con despidos ma-
sivos; y sobre otros despidos antisindicales; sobre el recurso a
cooperativas que encubren relaciones de empleo y privan a los
trabajadores de la libertad sindical y de la negociación colec-
tiva; sobre el recurso creciente a pactos colectivos con traba-
jadores no sindicalizados y sobre la lentitud, complejidad, mal
funcionamiento y parcialidad de los procesos judiciales.”
140
Diálogo social: Los miembros trabajadores se felicitaron por
el acuerdo concluido entre los interlocutores sociales y el Go-
bierno de Colombia. Consideraron que este acuerdo dará nue-
vos impulsos al diálogo social en el país y subrayaron que se
trata de un ejemplo inspirador del trabajo que llevan a cabo
los diversos mecanismos de diálogo que ofrece la OIT y en
particular, las misiones que se realizaron en el país.
141
Libertad sindical (Derecho de Huelga): La Comi-
sión resalta las normas que son objeto de comen-
tarios:
- la prohibición a las federaciones y confedera-
ciones de declarar la huelga (artículo 417, inciso
i), del Código de Trabajo);
- la prohibición de la huelga, no sólo en los servi-
cios esenciales en el sentido estricto del término
(es decir, aquellos cuya interrupción podría po-
ner en peligro la vida, la seguridad o la salud de
la persona en toda o parte de la población), sino
también en una gama muy amplia de servicios
que no son necesariamente esenciales (artículo
87
450, párrafo 1), inciso a), del Código de Trabajo y
decretos núms. 414 y 437 de 1952; 1543 de 1955;
1593 de 1959; 1167 de 1963; 57 y 534 de 1967) y
la posibilidad de despedir a los dirigentes sindi-
cales que hayan intervenido o participado en una
huelga ilegal (artículo 450, párrafo 2), del Código
de Trabajo), incluso cuando la ilegalidad resulta
de exigencias contrarias a los principios de liber-
tad sindical, y
- la facultad del Ministro del Trabajo para some-
ter el diferendo a fallo arbitral cuando una huelga
se prolongue más allá de cierto período (artículo
448, párrafo 4, del Código de Trabajo).”
142
Libertad sindical (Negociación colectiva): Refi-
riendo los comentarios de las centrales sindica-
les colombianas de los casos de incumplimiento
de convenios colectivos (municipio de Ibagué,
Coltejer, GM Colmotores) La “... Comisión de-
98
sea subrayar que tanto los empleadores como los
sindicatos deben negociar de buena fe, realizando
esfuerzos para llegar a un acuerdo y que una vez
concluidos dichos acuerdos deben ser de cumpli-
miento obligatorio para las partes.”
143
4.1.2. Año 2003
Convenio Recomendación
Violencia antisindical: La Comisión “... urge al
Gobierno a que tome las medidas necesarias para
que cese esta situación de inseguridad y las or-
ganizaciones de trabajadores y de empleadores
puedan ejercer plenamente los derechos que les
87 reconoce el Convenio [No. 87] y a que establezca
y refuerce las instituciones necesarias para poner
término a la intolerable situación de impunidad
que reina en el país y que constituye un grave
obstáculo al libre ejercicio de los derechos sin-
dicales.”
144
Libertad sindical: “... la Comisión urge al Gobier-
no a que tome medidas para poner la legislación
en plena conformidad con las disposiciones del
87 Convenio [No. 87], eventualmente adoptando los
anteproyectos de ley que se elaboraron duran-
te la misión de contactos directos en febrero de
2000”
145
Libertad sindical (Derecho de Huelga): La Comi-
sión resalta las normas que son objeto de comen-
tarios: - la prohibición a las federaciones y con-
federaciones de declarar la huelga (artículo 417,
inciso i), del Código de Trabajo); - la prohibición
de la huelga, no sólo en los servicios esenciales
en el sentido estricto del término (es decir, aque-
llos cuya interrupción podría poner en peligro
la vida, la seguridad o la salud de la persona en
toda o parte de la población), sino también en una
gama muy amplia de servicios que no son nece-
sariamente esenciales (artículo 450, párrafo 1),
87
inciso a), del Código de Trabajo y decretos núms.
414 y 437 de 1952; 1543 de 1955; 1593 de 1959;
1167 de 1963; 57 y 534 de 1967) y la posibilidad
de despedir a los dirigentes sindicales que hayan
intervenido o participado en una huelga ilegal
(artículo 450, párrafo 2), del Código de Trabajo),
incluso cuando la ilegalidad resulta de exigencias
contrarias a los principios de libertad sindical, y
- la facultad del Ministro del Trabajo para some-
ter el diferendo a fallo arbitral cuando una huelga
se prolongue más allá de cierto período (artículo
448, párrafo 4, del Código de Trabajo).
Diálogo social: “La Comisión pide al Gobierno
que informe sobre los avances realizados por la
Comisión de Concertación de Políticas Laborales
y Sociales a la que se habían sometido, de acuer-
87
do con la información suministrada por el Go-
bierno a la Comisión de Aplicación de Normas
en su reunión de 2002, las cuestiones relativas a
la aplicación del Convenio [No. 87].”
146
Libertad sindical (negociación colectiva): “La
Comisión solicita al Gobierno que le informe en
su próxima memoria sobre toda medida adopta-
98 da a este respecto [reglamentación del derecho de
negociación colectiva de los empleados públicos.]
y espera que podrá constatar progresos tangibles
en un futuro próximo.”
147
Libertad sindical (Derecho de huelga): La Comi-
sión resalta las normas que son objeto de comen-
tarios: - La prohibición a las federaciones y con-
federaciones de declarar la huelga (artículo 417,
inciso i), del Código del Trabajo). La “... Comi-
87 sión estima que las organizaciones de grado su-
perior deberían poder recurrir a la huelga en caso
de desacuerdo con la política económica y social
del Gobierno. (...) pide al Gobierno que tome me-
didas para modificar el artículo 417 inciso i), del
Código del Trabajo.”
148
Libertad sindical (Derecho de huelga): La
Comisión resalta las normas que son objeto
de comentarios: - La facultad de Ministro
de Trabajo para someter el diferendo a fallo
arbitral cuando una huelga se prolongue más
allá de cierto período (artículo 448, párrafo 4,
del Código del Trabajo). Teniendo en cuenta el
poco uso de la norma (informe del Gobierno)
87 y que el “... arbitraje obligatorio para poner
término a una huelga sólo es aceptable cuando
lo han pedido las dos partes implicadas en el
conflicto o en los casos en que la huelga puede
ser limitada, e incluso prohibida (...) la Comisión
le pide que tome medidas para derogar esta
disposición del Código del Trabajo y que le
informe en su próxima memoria sobre toda
medida adoptada al respecto.”
149
4.1.5. Año 2006
Convenio Recomendación
Violencia antisindical: “La Comisión pide al Go-
bierno que continúe tomando todas las medidas
a su alcance teniendo en cuenta el debido respeto
87
de los derechos humanos fundamentales así como
el imperio de la ley para la eliminación total de
la impunidad.”
Violencia antisindical: “... la Comisión insta fir-
memente al Gobierno a que siga realizando los
mayores esfuerzos tendientes al esclarecimiento
total de los actos de violencia cometidos contra
87 los dirigentes sindicales y los afiliados, a sus cir-
cunstancias y a la captura de los responsables de
los mismos a fin de que sean debidamente sancio-
nados para poner fin así a la gravísima situación
de impunidad.”
Violencia antisindical: “La Comisión expresa la
firme esperanza de que la ley [975] será aplicada
teniendo en cuenta los criterios enunciados por
la Oficina del Alto Comisionado para los Dere-
chos Humanos, de modo de garantizar adecua-
damente una correcta administración de justicia
y la justa reparación de las víctimas de hechos
87
violentos con miras a erradicar completamente la
impunidad. La Comisión pide al Gobierno que la
mantenga informada del resultado de los recur-
sos incoados ante la Corte Constitucional y de
la manera en que la ley es aplicada, en particular
respecto de aquellos casos que conciernen a diri-
gentes sindicales y sindicalistas.”
Libertad sindical: Frente a las denuncias de for-
mas contractuales que encubren relaciones de
trabajo, “... la Comisión pide al Gobierno que
tome las medidas necesarias para garantizar la
87
plena aplicación del artículo 2 del Convenio [No.
87] de manera que todos los trabajadores sin dis-
tinción puedan gozar del derecho de constituir un
sindicato o afiliarse al mismo.”
150
Libertad sindical: La Comisión “... pide al Gobier-
no que tome las medidas necesarias para que en
87 todo proceso de reestructuración y en las nuevas
entidades reestructuradas los trabajadores pue-
dan ejercer libremente sus derechos sindicales.”
151
Libertad sindical (Derecho de huelga): La Co-
misión resalta las normas que son objeto de co-
mentarios: - La prohibición de la huelga, no sólo
en los servicios esenciales en el sentido estric-
to del término, sino también en una gama muy
amplia de servicios que no son necesariamente
esenciales (artículo 450, párrafo 1), inciso a), del
Código del Trabajo y decretos núms. 414 y 437 de
1952; 1543 de 1955; 1593 de 1959; 1167 de 1963;
87 57 y 534 de 1967) y la posibilidad de despedir
a los dirigentes sindicales que hayan intervenido
o participado en una huelga ilegal (artículo 450,
párrafo 2, del Código del Trabajo), incluso cuan-
do la ilegalidad resulta de exigencias contrarias a
los principios de libertad sindical. “La Comisión
pide una vez más al Gobierno que tome medidas
para modificar las disposiciones legislativas ob-
jetadas y que le informe en su próxima memoria
sobre toda medida adoptada al respecto.”
152
Libertad sindical (Negociación colectiva): “... la
Comisión lamenta que el Gobierno no haya to-
mado todavía medidas para que la legislación re-
98 glamente el derecho de negociación colectiva de
los empleados públicos. La Comisión solicita al
Gobierno que le informe en su próxima memoria
sobre toda medida adoptada a este respecto”.
Libertad sindical (Negociación colectiva): “... la
Comisión pide al Gobierno que tome medidas
para garantizar que los pactos
colectivos no sean utilizados para menoscabar la
posición de las organizaciones sindicales y la po-
98
sibilidad en la práctica de celebrar convenciones
colectivas con éstas, así como que facilite infor-
maciones sobre el número total de convenios co-
lectivos y de pactos colectivos y sobre el número
de trabajadores cubiertos por unos y otros.”
153
4.1.6. Año 2007
Convenio Recomendación
Violencia antisindical: “La Comisión recuerda
la dependencia recíproca que existe entre las li-
bertades públicas y los derechos sindicales, y
subraya que un movimiento sindical verdadera-
mente libre e independiente sólo puede desarro-
llarse dentro de un clima en el que se respeten los
87
derechos humanos fundamentales (...) y que las
organizaciones de trabajadores y de empleadores
sólo pueden ejercer libre y significativamente sus
actividades en un clima exento de violencia. La
Comisión pide al Gobierno que envíe sus obser-
vaciones al respecto.”
154
Libertad sindical (Derecho de huelga): La Comi-
sión se propone, examinar en su próxima reunión
de noviembre-diciembre de 2007, el conjunto de
las cuestiones legislativas y de aplicación prác-
tica del Convenio [No. 98] mencionadas en su
observación anterior de 2005 (76.ª reunión). (Te-
mas: cuestiones legislativas pendientes, aplica-
98
ción práctica del convenio, arbitraje obligatorio
impuesto por el Min. Protección Social, la facul-
tad de los Tribunales de Arbitramento para revi-
sar las convenios colectivas, y la exclusión de u
amplio nuecero de trabajadores de la aplicación
de convenios colectivos por la aplicación de con-
tratos civiles.)
155
Diálogo social: La Comisión toma nota que el
Acuerdo Tripartito por el Derecho de Asociación
154 y la Democracia incluye el compromiso de con-
vocar la Comisión de Políticas Laborales y Sala-
riales.
156