Professional Documents
Culture Documents
Bardoborde Editores
coleccin libros-ensamblaje
Lima, 2016
10
11
15
18
22
24
25
II
26
27
28
29
30
31
Los que tuvieron que partir porque la tierra les fue hosca.
Los que an no vuelven por el dolor en sus ojos.
Dnde estn? Quin por la brillante presencia de otro cielo
Nos hace recordar nuestra mirada o nuestras ansias?
Un cerco impenetrable hay en la patria:
Muro de alambres, torres de granito.
Noche eterna, te he buscado
Alba de los mundos, mi corazn qu es?
Mi patria duele. Apenas yo nac sent ese miedo.
Mi patria arde con sirenas y te hurga en los bolsillos.
No se detiene hasta beber tu hgado, tu pncreas, tu
intestino.
Mi patria roe el cable de los ajusticiados, el cable de los no
culpables
Mi patria bombardea puertos, selvas y ciudades por
cemento.
El dbil brillo an le es grato. No la luz del alma, la luz
Del contemplado ocano o montaa.
Mi patria aprueba un holocausto y muerde cada rostro
Desangrando sus mejillas.
Mi patria caonea islas, desata al oscuro entre los hombres
Mientras exhibe platos gigantescos en las sobremesas
tambin oscuras.
32
34
37
38
39
41
Nadie se ahuyentaba.
Nadie nos hera. El viento.
Cmo ests siempre en mi mente? No comprendo.
Cmo siento? Cmo escribo?
Paseaba altivo en tu cintura.
Criatura de las flores y los ventanales
La vida me es hoy triste. Ya no hay ruina
Ni tiempo que nos llame. Todo pereci y fue olvidado.
Tambin esta cancin besa tu cuerpo.
Y est la piel, toda mi sangre.
Hoy te has ido, nuevamente.
Nosotros nos encontramos en el fuego.
Nosotros no dudamos. Nosotros somos t.
Nosotros acariciamos cada da con una preciosa intencin.
Nosotros somos el fuego del corazn.
Nosotros somos la ciudad que buscas.
Nosotros somos el tiempo: presencia de tu sueo.
Nosotros no tememos, no concebimos a la muerte.
Nosotros somos la danza y el ncleo poderoso de la danza.
Nosotros somos el pulso y el origen del pulso.
45
46
47
III
48
49
Ciudad danzante
50
51
55
60
61
Sin embargo creo en la integracin de una perspectiva occidentaloriental que se nutra del pensamiento latinoamericano, de nuestras
cosmovisiones.
De mi estancia en Alemania lleg a m la Oda a Berln donde
experimentaba en el poema el choque de las fuerzas internas de la
psiquis. La luz y la oscuridad mutaban en versos que cantaban la
nostalgia, pero tambin el futuro: este libro que est en sus manos
tiene tambin aquellos ecos.
Un libro puede ser un mundo, en todo caso, en l se hallan las
cuerdas con las que nuestros pensamientos-almas-piel buscarn dar
forma a la materia de nuestros sueos.
Que sea una forma hermosa.
Que sea una forma de amor.
64
65