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» 3fc. 3 i. cílWtleó
•'
ARTICULO DE OFICIO.
<yf «y/á. ¿tgicc- dov novedad eu 4u>
vm/iorta?ife ¿alud.
Be igual beneficio disfruta S. A. R- el Serenísimo Señor
' Infante D O N SEBASTIAN G A B R I E L .
I uno de los periódicos, que el Duque de Terceira y M. Agniar
Las últimas noticias que se hanrecibido de Salzburno ase- tenga la mayoría en las próximas cortes, porque las eleccio-
guran, que continuaban en aquella Ciudad sin la menor novedad
•
en su importante salud S. A. R. el Serenísimo Señor PRINCIPE
•
DE ASTURIAS , los Serenísimos Señores Infantes Don JUAN
-'••• -
C A R L O S y Don F E R N A N D O MARÍA , su Augusta Tia la Sere- considerable en la Capital , y se han enviado algunas tropas
nísima Señora Infanta Doña MARIA T E R E S A , y la Serenísima
í Señora Infanta Doña MARÍA AMALIA.
•
PARTE NO OFICIAL.
- Noticias extranjeras. — I N G L A T E R R A .
Los barbaros asesinatos cometidos en Málaga en las p e r s o -
-¿SI
nas de Saint Just y el conde Donadío , dice el Herald del 10 la última lucha. Y como si esto no fuera suficiente para e m -
#111 ft de Agosto, son otras tantas pruebas m a s , que unidas á tas
que teniamos anteriormente , evidencian la total imposibilidad
' de q u e el pueblo español reciba la (lase de gobierno , que se
pretende imponerle á la fuprza. Estos asesinatos manifiestan el
fruto que producen las semillas constitucionales , y los h o r r o -
rosos crímenes que se seguirán de la continuación del mismo
•
sistema. Vemos á dos caballeros de familias distinguidas, am-
bos liberales exaltados , el uno casado con la hija del conde
• de las Navas , demagogo bien conocido, y tan ansioso por dis-
- tinguirse en la revolución , que el último año marchó bajo h s
banderasde su suegro para derribar el ministerio de Tpreñd Esto i
dos personajes son asesinados en la calle , el uno porque pro-
hibió el toque de las cajas de guerra , y el otro porque qui-
so salvar a su amigo. Ninguno de ellos era notado de carlista,
ambos eran demócratas ; pero incapaces de dirigir las pasiones
de la chusma que habían sublevado. ¿ Y para sostener a estos
asesinos está prodigando la Inglaterra su sangre y sus r i q u e -
zas? En vano se preter. r la causa de la Reina de la
de estos caníbales : ellos son en el dia el único partido d e -
terminado á seguirla. El resto de la nación esta ya por Don
Carlos: todos miran su triunfo como el único medio de libertarse
de las sangrientas garrís de ios emigrados. Estaba claro desde
el principio de la lucha , que los emigrados intentaban r e s -
tablecer la constitución de IS12 , y cualquiera que esté d o -
tado de una regular perspicacia se habrá persuadido de esta
verdad hace ya mucho tiempo. ¡ Y se darán auxilios con el
6 'tV, heheuvbvc ve i83o.
X1JÜU
lin de poner nuevamente en planta la constitución sanguina-
ria de 1812, y apoyar los asesínalos de un capitán general d e
la Reina en Madrid , y de los gobernadores de Barcelona, F i -
gueras y Málaga? ¡Aun en el mismo centro del g o b i e r n o , e n
.Madrid , mirad qué clase de hombres son elegidos p o r dipu-
tados, u n C a r d c r o , teniente del 2." ligero, que asesinó el año
ultimo al capitán general Cantcrac!
Los últimos avisos de P o r t u g a l , segnn se expresa el Mor-
ninrj Post del 12 de Agosto , no inspiran mucha confianza
en cuanto á la duración del presente ministerio. Se dice e n
van á retirarse; pero como es regular que el ministerio o b -
nes son favorables al gabinete existente , n o es regular q u e
el rompimiento sea tan inmediato. La proximidad de las tropas"
carlistas á la frontera de Portugal ha excitado una sensación
para que obren tan solamente á la defensiva. Parere q u e los
recursos militares de Doña María son m u y cortos. El corres-
ponsal de un periódico hace en este asunto las observaciones
siguientes. " L o s establecimientos militares de este país se h a -
llan de tal modo disminuidos , que ;i excepción de las guar-
niciones d e Oporlo y de Lisboa no se encuentran mil h o m -
bres al Norte del Tajo; y las tropas q u e se hallan en los
Algarves n a pueden retirarse sin riesgo inminente d e insur-
rección en esta provincia , cuyo pueblo es valiente y migue-
lista, como lo ha manifestado la mucha sangre derramada e n
barazar al gobierno , la mitad de cada cuerpo cuando menos
son miguelislas , y sin duda ninguna que abrazarían gustosos
la ocasión de libertarse de sus opresores. Un oficial de uno
de los cuerpos me dijo el otro dia , que estaba casi cierto
que la mitad de su gente desertaría ; y q u e si los callistas
llegaban a derrotar la fuerza portuguesa d e T r a s - o s - m o n t e s ,
que ascendería con todos los refuerzos a unos 3000 hombres,
podrían marchar hasta Abrantes (en el Tajo) sin encontrar nin-
guna oposición , a excepción de algunos pequeños destaca-
mentos de la guardia nacional esparcidos en varias p a r t e s , y
compuestos en su mayor número de miguelistas."
Según los periódicos ingleses del 12 de Agosto, la deuda
activa española bajó en París y Londres hasta el 31 y un cuarto.
FRANCIA.
París.
La revolución en España ha llegado rápidamente a su ú l -
timo término. El juramento q u e acaba de prestar Cristina á la
constitución del año 1-2, ha hecho que cesen las complicacio-
nes interiores y exteriores q u e podian retardar el triunfo d e
 Carlos V. La revolución y la legitimidad lian quedado frente
(464.)
a frente sin ningún intermedio: la primera debilitada por lo*
desaciertos del justo-medio , que ha disipado sin ningún íruto
los recursos , los empréstitos , el crédito , los bienes confisca-
dos y nacionales ; y la segunda por el contrario, cada vez
mas fuerte y mas imponente. Este acontecimiento liara que se
pasen á sus filas todos los hombres del partido moderado. Ha-
biendo llegado ya las cosas i este punto ; la lucen no d e b í
ser larga ; porque los exaltados no pueden resistir de modo
alguno á los carlistas.
—La tempestad que acaba de estallar en Espafia es un r e -
inedio muy semejante á los que purifican el airé de una at-
mósfera infestada. La obra de iniquidad ha quedado destrui-
da el estatuto real no existe: el justo-medio desapareció. No
hay en este país mas que dos principios; la monarquía y la
república. Toda* las combinaciones que habían embrollado la
posición v e r d a d e r a , es decir: la usurpación, la casi-interven-
c i o n , el partido m e d i o , se han simplificado y aclarado : no
hay mas que dos cosas posibles en Esparta : la monarquía le-
giiima ó la anarquía: <s preciso ele-ir entre ellas, ó dejar
abandonados estos dos principios a sus propias fuerzas y á su
ascendiente , absteniéndose de toda intervención : tomando
este, último partido, el triunfo de la legitimidad es pronto y
seguro.
i—Ha llegado á Bayona la orden , mandando que no entren
en España las tropas francesas destinadas á reforzar la legión
argelina. Parece que esta orden es efecto de las reclamacio-
nes diplomáticas, y dictada por una voluntad superior.
, —Todo anuncia en España un próximo desenlace La reina
Cristina, que en Octubre de 1832, arrancó á su moribundo
esposo la fatal disposición que encendió en la hermosa Espa •
ña la guerra civil , acaba de recibir su condigno castigo. En
la misma cámara donde se firmó este instrumento , es donde
los hombres de la revolución, sacados por esta imprudente
señora del polvo y de la nada , y elevados por la misma a la
c u m b r e del poder , han puesto un término á la usurpación,
siendo asi que á esta debian su resurrección política. ¿ Y no
se ve aqui de un modo sensible la mano de la Providencia ?
La constitución del año 12 fue abolida en -23 en el mismo
punto en que fue proclamada en 1820 : la usurpación de Cris-
tina espiró en el mismo lugar que principió: ailí en donde la
R e i n a , ayudada de su h e r m a n a , interrumpió el sueño (al pa-
r e c e r mortal) de su esposo , para arrancarle un poder que no
podia conservar , sino apoyada en los hombres de la revolu-
ción. No es pues Carlos V el que castiga hoy á Cristina: la
revolución es la que le da el pago que se merece. ¡ Justos
juicios de D i o s ! (G. de F.)
Se han recibido noticias de San Sebastian que llegan has-
ta el 18. El general Evans sigue siempre indispuesto , y ha
manifestado decididamente su intención de reembarcarse para
Inglaterra con sus tropas , si se le obligaba á jurar la cons-
titución.
• Por lo d e m á s , el estado de estos auxiliares es bien mise-
rable : la insubordinación ha llegado á su colmo : -100 h o m -
bres del G." regimiento han depuesto las armas , negándose á
prestar el servicio. Muchos de ellos se pasan diariamente á los
carlistas. El 8." regimiento ha seguido en gran parte el ejem-
plo del 6 ° ; de manera , que la cooperación inglesa en Espa-
jia puede considerarse en el dia reducida á la nulidad. Sir
John Elley , miembro del parlamento, al tratar este asunto en
la cámara de los c o m u n e s , se ha expresado en los términos
siguientes. ' H e m o s perdido en los campos de San Sebastian
»78 oficiales y 800 soldados para hacernos dueños de una e x -
wtensión de territorio, que apenas será suficiente para alimen-
»'tar un conejo."
—La academia de medicina y cirujia de Barcelona ha deci-
dido que los que se suicidan son locos ; y que en consecuen-
cia puede y debe concedérseles sepultura eclesiástica. Ademas,
U sociedad bíblica de Londres ba establecido en Barcelona
un depósito de SUS biblias , traducidas con tanta ignorancia
como mala fe , y de las que se dan también ejemplares gra-
tuitamente en idioma francés en Tolosa. Podemos asegurar
que la capital de Cataluña está en progreso , pues tiene su al-
jenacen hibhco en la calle de Monserrate , número 14. ¡ Pobre
España! , Ya no te falta otra cosa que una invasión del pro-
testantismo !
—Las victoria» de los tenientes generales de Mjna no tie-
nen término. Según la correspondencia del estado m a y o r , el
comandante de Figueras ha sorprendido y hecho prisionero
un carlista llamado Erigola. El gobernador de Tarragona escri-
be , qué el dia 28 los facciosos mandados por Favet , T r e r a -
pat y Llebrot , intimaron la rendición al fuerte de >, ande-
llos; que se les contesto á balazos, y que se retiraron d e s -
pués de haber quemado parle del pueblo. El comandante de
armas de. C;;laf dice , que un cuerpo de caballería que hizo
salir de la pinza , queriendo cargar conlra 2»> r o b e l d e s , fue,
rechazado v i r o s a m e n t e y perseguido por la facción de Liaren,
y Pixot, compuesta de mas de 400 h o m b r e s ; que hizo salir
un refuerzo efe guardias nacionales , y que el enemigo tomó
posiciones :• un cuarto de llora de la plaza. El coronel D. Josa
Clemente escribe, ,[„,. s u invencible c o l u m n a , compuesta d e
«00 hombres del regimiento de Zamora y del batallón franco,
batid y dispersó a las facciones de Llarch, P i x o t , Griset,
Masgoret , Mavo y Toíol ; y a n u l e , que no puede dar deta-
lles sobre la pérdida del enemigo, porque la noche le impi-
dió el verla. Sin embargo , cree que vio seis carlistas m u e r -
tos • él ba tenido un cabo herido y tres contusos Y esta
valiente "efe d i c e , que solo una de las facciones se c o m p o -
nía de 700 hombrea; de suerte , que ba combatido contra mas
de 2IKHI enlistas. Mentira y vanidad : á esto se reduce toda
la fuerza de los revolucionarios. ((, di- jiimffMfrfttff,1
—Ea Caceta de Francia dice. — Por si nuestros lectores ig-
noran quién es el nuevo presidente del consejo de ministro*
de Cristina , allá va esta sucinta relación
D. José María Calatrava, ex-ministro del tribunal supremo
de España é i n d i a s , cx-presidcnlc de la junta encargada da
redactar la nueva ley electoral, es un hombre de 80 años, da>
aspecto grave , color muy moreno y pequeña estatura. De ori-
gen e x t r e m e ñ o , es de un carácter muy doble, propenso á la
venganza y tenaz en sus empresas. Mientras fue diputado,
dirigió constantemente el partido opuesto al Rey en la revo-
lución del 20 al 2 3 , y cuando minislro contribuyó poderosa-
mente á prolongar su cautividad en Cádiz. El concepto q u e ' h a
adquirido entro los revolucionarios lo ha debido mas bien á su
dialéctica y á su habilidad , que no á su elocuencia. Es d«
notar que este hombre , que fue quien mas contribuyó a la
cautividad de Fernando \ II , haya sido promovido a la p r e -
sidencia del consejo , en el momento mismo en qu* la viuda
de aquel se encuentra en una posición tan semejante i la d e
su esposo en 1823.
Durante la segunda legislatura en 1821 , Cafatrava informo
en el congreso en favor del anterior ministerio Arguelles, al
q u e - F e r n a n d o , en vista de la violencia de los individuos qtre
le componían , reemplazó con otro.
Este informe se reducía á elogiar i los ministros d e p u e s -
t o s , atribuyéndolos cuanto bueno al parecer se habia hecho
en su tiempo , y eximiéndoles de la responsabilidad del m u -
cho mal que hicieron , empeñado en atribuirlo a los auroren
de culpables intrigas , á las q u e , según él decía, habian t e -
nido que sucumbir.
Las cortes , que no podían obligar legalmentc al HeV í
conservar ó reponer aquellos ministros , y empeñada-s por otra
parle en acriminar la conducta de Fernando y manifestar stt
desagrado, tomaron el medio mas á propósito para herirle ^e%
el corazón , y atraerle el odio de los exaltados Calatrava no
tuvo que discurrir mucho para e s o , pues del mismo e x p e -
diente habian hecho ya uso los agentes de nuestra priint'r»
revolución , arsenal iuagotable , del cual no son mas q u e
plagiarios todos los revolucionarios de Europa. Las c o r -
tes declararon solemnemente , que los ministros depuestos
por el Rey como traidores á sus d e b e r e s , habian conservado
toda la confianza de la nación, y que eran acredores á su r e -
conocimiento ; añadiendo á este público testimonio de tu a p r e -
cio , el señalamiento de sesenta mil reales anuales sobre *1
tesoro nacional.
A este primer ultraje hecho al Soberano , Calatrava afiádtó
otro no menos injurioso. Proclamó la existencia de una cons-
pira! ion completamente organizada para derribar el sistema
constitucional. este complot, según él se expresaba , se diri.
gia por una junta s u p r e m a , á la cual obedecían otras subal-
ternas ó secundarias : el foco principal de estas reuniones e s -
taba en París en la calle de Richeliú , y comunicaba directa-
mente con Bayona ; contándose en el número de los conspi-
radores muchos eclesiásticos muy r i c o s , y aun corporación»»
e n t e r a s ; pero Cilatrava se guardó muy bien de nombrar-ni
unos ni otras, por la sencillísima razón de no h a b e r ' t e n i d o la
menor noticia, de su existencia. El congreso 'sabia perfecta-
m e n t e , y Calatrava mucho m e j o r , qu* todas éstit aserciones
(465) " Muerte del ex-Capítan general D. Vicente Genaro de
•raíl faltas y estaban destituidas de todo fundamento; mas se-
un la táctica de los revolucionarios , era preciso dar á e n t e n - Quesada.»
S er que el Rey estaba a la cabeza de todas estas conspira- " S o n las siete de la tarde y acabamos de recibir la n o -
ciones , y por consiguiente que era enemigo del bien público. ticia de haber sido muerto en Hortaleza el ex-Capilan gene-
Du este modo se creyó autorizar al congreso para que apa- ral de la provincia de Madrid D. Vicente Genaro de Quesa-
rentan lo un temor de que carecía , pudiese en algún modo da , que disfrazado se ausentó de esta Capital en la mañana
cohonestar las violentas y arbitrarias medidas que pensaba adop- de hoy. Fácil era de prever semejante acontecimiento aten-
tar contra todos los que no se pronunciasen abiertamente por dido al e x t r e m o ' i que liabia llegado la irritación de todos los
la causa constitucional. La comisión , po • el conducto de Ca- habitantes de la provincia, que ya veían con indignación el
latrava que era su órgano , decia : que los conjurados querían odioso despotismo y los excesos de aquel mandarín.»
restablecer el poder absoluto , apoderarse de la persona de Y. to dice el /:'co del Comercio, y los revolucionarios sus
F e r n a n d o , y sustituirle un nuevo Soberano: les atribuia la hermanos Batí celebrado con brindis , banquetes , cánticos y
destitución del anterior ministerio, que se apresuraron á der- algazara estas escenas de horror. Nosotros las deploramos como
ribar en el momento mismo en que iban á descubrirse todas lo etijen a la par la Religión y la humanidad ; pero c r e -
las maquinaciones. De suerte , que según Calatrava , el Rey emos que han sido un resultado indefectible de las primeras
hacia causa común con los perturbadores , que trataban de liaos,clones que tan locamente sostuvo aquel rebelde. Este
arrancarle la corona para colocarla sobre otras sienes. Estos y otros ilusos levantaron sobre la arena movediza de la usur
son los maquiavélicos amaños de que este minislro se valió p»ci«fl un edificio sin cimiento-, , que se vino abajo y los
pura mortificar á Peinando , y que no dejan de ser un fatal envolvió en sus escombros.
presagio para Cristina.
Cilatrava propuso medidas muy rigurosas para c o n t e n e r l o s
progresos de los realistas, y estuvo encargado de redactar m u - Dicen de Estella con fecha del 28 , que los urbanos de
chos informes, 6o los (pie siempre manifesté un odio impla- Pamplona y el t! • ligero están muy pronunciados contra les
cable contra el Rey : alguna vez apoyó las leyes de escepcion cuerpos de la tilo! ida aatirdia Hcal existentes en aquella plaza.
q u e presentó el ministerio , y al lin de las sesiones fue n o m - Un capitán de argelinos , un sargento y vanos soldados se han
brado presidente, de la diputación p e r m a n e n t e . En la tercera pasado a nuestras urinas en aquella línea.
legislatura se distinguió por sus discursos, en los que siempre
se. notaba su aversión al Soberano.
Cuando en 1823 , las cortes y el Rey se trasladaron a Se- Escriben de Diirango con fecha del 30. " E l 27 hizo m n -
villa , fue nombrado Calatrava ministro Sel interior, y pasado* «vimiento el General en Gcfe con los batallones l." de Casli-
algunos dias fue elegido ministro de gracia y justicia. La elec- •11a y 3 o de Navarra que se hallaban en Villareal con dire.c-
ción no pudo menos de ser desagradable á Fernando , que no «cion á Amurrio v Encartaciones.»
podia olvidar los muchos disgustos que le había ocasionado "Según la tripulación de un bergantín ingles que ha lle-
este ministro. g a d o áPortugalete, la publicación de la constitución en Espa-
Durante la permanencia del R e y en Cádiz , hizo Calatrava bila, se ba llevado muv á mal en Inglaterra, y añade que los
los mayores esfuerzos para impedir la capitulación con el ••efectos serán desagradables al partido d é l a usurpación. »
ejército libertador; y cuando apesar suyo Cádiz se entregó al
Principe Duque de Angulema, se refugió a Inglaterra, donde
permaneció hasta la muerte de Fernando. Llamarlo entonce-s
por Cristina , Calatrava se ha visto colmarlo de honores por En carta d> Huesca del 20 se l e e . — " C u a n d o creíame*
la viuda de aquel mismo Rey á quien tanto odio profesaba, «que la facción de Cataluña se habia reducido á pequeña*
y que tanto tuvo que sufrir de su carácter mal intenciona-
• partidas y que nada liabia que t e m e r por esa p a i t e , b a n
do. .¡Este es el ministro que debe sostener el trono de la
• vuelto á "levantar cabeza y reunir masas que dan cuidado aun
inocente I s a b e l ! ¿ Y el advenimiento de un hombre como este
• a l a s plazas fuertes ; y como las labores del campo van con-
al poder, no e.s un ultraje a la memoria de Fernando YXI ?
« c l u v é n d o s e , es de presumir que á la vuelta de algunos dias
• van a ser mas numerosos los batallones callistas ; pues que
«con el permiso de los gefes habian marchado á recojer su
•coseoha los campesinos de varios distritos.—Se han obtenido
NOTICIAS D E ESPAÑA. • diferentes ventajas sobre los cristinos en todo lo que lleva-
ntnos del mes actual . pasan de oOO los fusiles que se han
«recogido estas dos semanas, y parece se están disponiendo
E l REY N . S. continúa en Azpcitia en compañía d e S . A. R.
• muchas lanzas para la caballería.»
.Se asegura que María Cristina ha sido conducida i» Ma-
drid entr,; una turba de asesinos , y que se la hace un cargo
Según la Gaceta de Lannucdoc del 2 2 , Mina juró por G»
p o r el alzamiento de los guardias. Es de creer que con esto
la constitución en Barcelona , y sucesivamente ha debido j u -
cuando menos se le quitará la regencia. Decimos cuando m e -
rarse en otros puntos de la Cataluña como se juró en la Jun-
nos , porque lo mas Dios lo sabe , y nosotros lo presentimos
quera y Figueras.—También parece que Mina ha destituido
aunque con el dolor que es consiguiente.
varios generales : entre ellos se cuenta Aldama.—Se asegura
Dicen que ha sido asesinado el r o n d e de Mirasol. que vau a retirarse del ejército un gran n ú m e r o de oficiales.
Con el estatuto irán desapareciendo los hombres del justo-
medio Cuanto sucede lo habíamos pronosticado en varios de
-nuestros números ; pero un alucinamiento inconcebible hizo
41 contrario, que estos ilusos concibiesen ridiculas esperan-
zas de mantenerse en ese medio fatal , infalible precursor de Una carta de Burgos del 2Í¡ dice entre otras cosas : que
Cabrera , según las últimas noticias, reconcentra sus n u m e -
los desórdenes revolucionarios que hoy afligen á la patria. De-
lirio fue dar el primer movimiento, y querer después atajar rosas fuerzas en las inmediaciones de Teruel , habiendo des-
tacado 600 caballos y 4 batallones de infantería con diroc-
«us consecuencias. ¿ N o seria una imprudencia desencajar de
cion a Valencia.
la cresta de un elevado monte una peña de gran mole, y q u e -
En la misma carta se dice, que según las recibidas de Ciu-
»erl<i después de tener al medio de la vertiente ? El que
levanto los diques de un rio caudaloso , en vano presumió dad Rodrigo habian estallado grandes alborotos en Portugal: que
evitar la inundación y sus estragos ; Cuantas veces hemos en algunos puntos se ha jurado la constitución del 20; y que
d e decir , que entre el mundo físico y el moral hay una i n - la Reina Doña María , ó tendrá que someterse á las leyes que
disputable analogía ! le dicte la revolución, ó salir fuera del Reino.
T e n e m o s a la vista un suplemento al Eco del Ctwmertw ren
el que se da parte de la muerte del desgraciado Quesada con
Jío hentes reeibide periódicos de Madrid por haberse ¡a-
la misma saüsfaccion con que se anunciaría una victoria.
 Carlos V. La revolución y la legitimidad lian quedado frente
(464.)
a frente sin ningún intermedio: la primera debilitada por lo*
desaciertos del justo-medio , que ha disipado sin ningún íruto
los recursos , los empréstitos , el crédito , los bienes confisca-
dos y nacionales ; y la segunda por el contrario, cada vez
mas fuerte y mas imponente. Este acontecimiento liara que se
pasen á sus filas todos los hombres del partido moderado. Ha-
biendo llegado ya las cosas i este punto ; la lucen no d e b í
ser larga ; porque los exaltados no pueden resistir de modo
alguno á los carlistas.
—La tempestad que acaba de estallar en Espafia es un r e -
inedio muy semejante á los que purifican el airé de una at-
mósfera infestada. La obra de iniquidad ha quedado destrui-
da el estatuto real no existe: el justo-medio desapareció. No
hay en este país mas que dos principios; la monarquía y la
república. Toda* las combinaciones que habían embrollado la
posición v e r d a d e r a , es decir: la usurpación, la casi-interven-
c i o n , el partido m e d i o , se han simplificado y aclarado : no
hay mas que dos cosas posibles en Esparta : la monarquía le-
giiima ó la anarquía: <s preciso ele-ir entre ellas, ó dejar
abandonados estos dos principios a sus propias fuerzas y á su
ascendiente , absteniéndose de toda intervención : tomando
este, último partido, el triunfo de la legitimidad es pronto y
seguro.
i—Ha llegado á Bayona la orden , mandando que no entren
en España las tropas francesas destinadas á reforzar la legión
argelina. Parece que esta orden es efecto de las reclamacio-
nes diplomáticas, y dictada por una voluntad superior.
, —Todo anuncia en España un próximo desenlace La reina
Cristina, que en Octubre de 1832, arrancó á su moribundo
esposo la fatal disposición que encendió en la hermosa Espa •
ña la guerra civil , acaba de recibir su condigno castigo. En
la misma cámara donde se firmó este instrumento , es donde
los hombres de la revolución, sacados por esta imprudente
señora del polvo y de la nada , y elevados por la misma a la
c u m b r e del poder , han puesto un término á la usurpación,
siendo asi que á esta debian su resurrección política. ¿ Y no
se ve aqui de un modo sensible la mano de la Providencia ?
La constitución del año 12 fue abolida en -23 en el mismo
punto en que fue proclamada en 1820 : la usurpación de Cris-
tina espiró en el mismo lugar que principió: ailí en donde la
R e i n a , ayudada de su h e r m a n a , interrumpió el sueño (al pa-
r e c e r mortal) de su esposo , para arrancarle un poder que no
podia conservar , sino apoyada en los hombres de la revolu-
ción. No es pues Carlos V el que castiga hoy á Cristina: la
revolución es la que le da el pago que se merece. ¡ Justos
juicios de D i o s ! (G. de F.)
Se han recibido noticias de San Sebastian que llegan has-
ta el 18. El general Evans sigue siempre indispuesto , y ha
manifestado decididamente su intención de reembarcarse para
Inglaterra con sus tropas , si se le obligaba á jurar la cons-
titución.
• Por lo d e m á s , el estado de estos auxiliares es bien mise-
rable : la insubordinación ha llegado á su colmo : -100 h o m -
bres del G." regimiento han depuesto las armas , negándose á
prestar el servicio. Muchos de ellos se pasan diariamente á los
carlistas. El 8." regimiento ha seguido en gran parte el ejem-
plo del 6 ° ; de manera , que la cooperación inglesa en Espa-
jia puede considerarse en el dia reducida á la nulidad. Sir
John Elley , miembro del parlamento, al tratar este asunto en
la cámara de los c o m u n e s , se ha expresado en los términos
siguientes. ' H e m o s perdido en los campos de San Sebastian
»78 oficiales y 800 soldados para hacernos dueños de una e x -
wtensión de territorio, que apenas será suficiente para alimen-
»'tar un conejo."
—La academia de medicina y cirujia de Barcelona ha deci-
dido que los que se suicidan son locos ; y que en consecuen-
cia puede y debe concedérseles sepultura eclesiástica. Ademas,
U sociedad bíblica de Londres ba establecido en Barcelona
un depósito de SUS biblias , traducidas con tanta ignorancia
como mala fe , y de las que se dan también ejemplares gra-
tuitamente en idioma francés en Tolosa. Podemos asegurar
que la capital de Cataluña está en progreso , pues tiene su al-
jenacen hibhco en la calle de Monserrate , número 14. ¡ Pobre
España! , Ya no te falta otra cosa que una invasión del pro-
testantismo !
—Las victoria» de los tenientes generales de Mjna no tie-
nen término. Según la correspondencia del estado m a y o r , el
comandante de Figueras ha sorprendido y hecho prisionero
un carlista llamado Erigola. El gobernador de Tarragona escri-
be , qué el dia 28 los facciosos mandados por Favet , T r e r a -
pat y Llebrot , intimaron la rendición al fuerte de >, ande-
llos; que se les contesto á balazos, y que se retiraron d e s -
pués de haber quemado parle del pueblo. El comandante de
armas de. C;;laf dice , que un cuerpo de caballería que hizo
salir de la pinza , queriendo cargar conlra 2»> r o b e l d e s , fue,
rechazado v i r o s a m e n t e y perseguido por la facción de Liaren,
y Pixot, compuesta de mas de 400 h o m b r e s ; que hizo salir
un refuerzo efe guardias nacionales , y que el enemigo tomó
posiciones :• un cuarto de llora de la plaza. El coronel D. Josa
Clemente escribe, ,[„,. s u invencible c o l u m n a , compuesta d e
«00 hombres del regimiento de Zamora y del batallón franco,
batid y dispersó a las facciones de Llarch, P i x o t , Griset,
Masgoret , Mavo y Toíol ; y a n u l e , que no puede dar deta-
lles sobre la pérdida del enemigo, porque la noche le impi-
dió el verla. Sin embargo , cree que vio seis carlistas m u e r -
tos • él ba tenido un cabo herido y tres contusos Y esta
valiente "efe d i c e , que solo una de las facciones se c o m p o -
nía de 700 hombrea; de suerte , que ba combatido contra mas
de 2IKHI enlistas. Mentira y vanidad : á esto se reduce toda
la fuerza de los revolucionarios. ((, di- jiimffMfrfttff,1
—Ea Caceta de Francia dice. — Por si nuestros lectores ig-
noran quién es el nuevo presidente del consejo de ministro*
de Cristina , allá va esta sucinta relación
D. José María Calatrava, ex-ministro del tribunal supremo
de España é i n d i a s , cx-presidcnlc de la junta encargada da
redactar la nueva ley electoral, es un hombre de 80 años, da>
aspecto grave , color muy moreno y pequeña estatura. De ori-
gen e x t r e m e ñ o , es de un carácter muy doble, propenso á la
venganza y tenaz en sus empresas. Mientras fue diputado,
dirigió constantemente el partido opuesto al Rey en la revo-
lución del 20 al 2 3 , y cuando minislro contribuyó poderosa-
mente á prolongar su cautividad en Cádiz. El concepto q u e ' h a
adquirido entro los revolucionarios lo ha debido mas bien á su
dialéctica y á su habilidad , que no á su elocuencia. Es d«
notar que este hombre , que fue quien mas contribuyó a la
cautividad de Fernando \ II , haya sido promovido a la p r e -
sidencia del consejo , en el momento mismo en qu* la viuda
de aquel se encuentra en una posición tan semejante i la d e
su esposo en 1823.
Durante la segunda legislatura en 1821 , Cafatrava informo
en el congreso en favor del anterior ministerio Arguelles, al
q u e - F e r n a n d o , en vista de la violencia de los individuos qtre
le componían , reemplazó con otro.
Este informe se reducía á elogiar i los ministros d e p u e s -
t o s , atribuyéndolos cuanto bueno al parecer se habia hecho
en su tiempo , y eximiéndoles de la responsabilidad del m u -
cho mal que hicieron , empeñado en atribuirlo a los auroren
de culpables intrigas , á las q u e , según él decía, habian t e -
nido que sucumbir.
Las cortes , que no podían obligar legalmentc al HeV í
conservar ó reponer aquellos ministros , y empeñada-s por otra
parle en acriminar la conducta de Fernando y manifestar stt
desagrado, tomaron el medio mas á propósito para herirle ^e%
el corazón , y atraerle el odio de los exaltados Calatrava no
tuvo que discurrir mucho para e s o , pues del mismo e x p e -
diente habian hecho ya uso los agentes de nuestra priint'r»
revolución , arsenal iuagotable , del cual no son mas q u e
plagiarios todos los revolucionarios de Europa. Las c o r -
tes declararon solemnemente , que los ministros depuestos
por el Rey como traidores á sus d e b e r e s , habian conservado
toda la confianza de la nación, y que eran acredores á su r e -
conocimiento ; añadiendo á este público testimonio de tu a p r e -
cio , el señalamiento de sesenta mil reales anuales sobre *1
tesoro nacional.
A este primer ultraje hecho al Soberano , Calatrava afiádtó
otro no menos injurioso. Proclamó la existencia de una cons-
pira! ion completamente organizada para derribar el sistema
constitucional. este complot, según él se expresaba , se diri.
gia por una junta s u p r e m a , á la cual obedecían otras subal-
ternas ó secundarias : el foco principal de estas reuniones e s -
taba en París en la calle de Richeliú , y comunicaba directa-
mente con Bayona ; contándose en el número de los conspi-
radores muchos eclesiásticos muy r i c o s , y aun corporación»»
e n t e r a s ; pero Cilatrava se guardó muy bien de nombrar-ni
unos ni otras, por la sencillísima razón de no h a b e r ' t e n i d o la
menor noticia, de su existencia. El congreso 'sabia perfecta-
m e n t e , y Calatrava mucho m e j o r , qu* todas éstit aserciones
(465) " Muerte del ex-Capítan general D. Vicente Genaro de
•raíl faltas y estaban destituidas de todo fundamento; mas se-
un la táctica de los revolucionarios , era preciso dar á e n t e n - Quesada.»
S er que el Rey estaba a la cabeza de todas estas conspira- " S o n las siete de la tarde y acabamos de recibir la n o -
ciones , y por consiguiente que era enemigo del bien público. ticia de haber sido muerto en Hortaleza el ex-Capilan gene-
Du este modo se creyó autorizar al congreso para que apa- ral de la provincia de Madrid D. Vicente Genaro de Quesa-
rentan lo un temor de que carecía , pudiese en algún modo da , que disfrazado se ausentó de esta Capital en la mañana
cohonestar las violentas y arbitrarias medidas que pensaba adop- de hoy. Fácil era de prever semejante acontecimiento aten-
tar contra todos los que no se pronunciasen abiertamente por dido al e x t r e m o ' i que liabia llegado la irritación de todos los
la causa constitucional. La comisión , po • el conducto de Ca- habitantes de la provincia, que ya veían con indignación el
latrava que era su órgano , decia : que los conjurados querían odioso despotismo y los excesos de aquel mandarín.»
restablecer el poder absoluto , apoderarse de la persona de Y. to dice el /:'co del Comercio, y los revolucionarios sus
F e r n a n d o , y sustituirle un nuevo Soberano: les atribuia la hermanos Batí celebrado con brindis , banquetes , cánticos y
destitución del anterior ministerio, que se apresuraron á der- algazara estas escenas de horror. Nosotros las deploramos como
ribar en el momento mismo en que iban á descubrirse todas lo etijen a la par la Religión y la humanidad ; pero c r e -
las maquinaciones. De suerte , que según Calatrava , el Rey emos que han sido un resultado indefectible de las primeras
hacia causa común con los perturbadores , que trataban de liaos,clones que tan locamente sostuvo aquel rebelde. Este
arrancarle la corona para colocarla sobre otras sienes. Estos y otros ilusos levantaron sobre la arena movediza de la usur
son los maquiavélicos amaños de que este minislro se valió p»ci«fl un edificio sin cimiento-, , que se vino abajo y los
pura mortificar á Peinando , y que no dejan de ser un fatal envolvió en sus escombros.
presagio para Cristina.
Cilatrava propuso medidas muy rigurosas para c o n t e n e r l o s
progresos de los realistas, y estuvo encargado de redactar m u - Dicen de Estella con fecha del 28 , que los urbanos de
chos informes, 6o los (pie siempre manifesté un odio impla- Pamplona y el t! • ligero están muy pronunciados contra les
cable contra el Rey : alguna vez apoyó las leyes de escepcion cuerpos de la tilo! ida aatirdia Hcal existentes en aquella plaza.
q u e presentó el ministerio , y al lin de las sesiones fue n o m - Un capitán de argelinos , un sargento y vanos soldados se han
brado presidente, de la diputación p e r m a n e n t e . En la tercera pasado a nuestras urinas en aquella línea.
legislatura se distinguió por sus discursos, en los que siempre
se. notaba su aversión al Soberano.
Cuando en 1823 , las cortes y el Rey se trasladaron a Se- Escriben de Diirango con fecha del 30. " E l 27 hizo m n -
villa , fue nombrado Calatrava ministro Sel interior, y pasado* «vimiento el General en Gcfe con los batallones l." de Casli-
algunos dias fue elegido ministro de gracia y justicia. La elec- •11a y 3 o de Navarra que se hallaban en Villareal con dire.c-
ción no pudo menos de ser desagradable á Fernando , que no «cion á Amurrio v Encartaciones.»
podia olvidar los muchos disgustos que le había ocasionado "Según la tripulación de un bergantín ingles que ha lle-
este ministro. g a d o áPortugalete, la publicación de la constitución en Espa-
Durante la permanencia del R e y en Cádiz , hizo Calatrava bila, se ba llevado muv á mal en Inglaterra, y añade que los
los mayores esfuerzos para impedir la capitulación con el ••efectos serán desagradables al partido d é l a usurpación. »
ejército libertador; y cuando apesar suyo Cádiz se entregó al
Principe Duque de Angulema, se refugió a Inglaterra, donde
permaneció hasta la muerte de Fernando. Llamarlo entonce-s
por Cristina , Calatrava se ha visto colmarlo de honores por En carta d> Huesca del 20 se l e e . — " C u a n d o creíame*
la viuda de aquel mismo Rey á quien tanto odio profesaba, «que la facción de Cataluña se habia reducido á pequeña*
y que tanto tuvo que sufrir de su carácter mal intenciona-
• partidas y que nada liabia que t e m e r por esa p a i t e , b a n
do. .¡Este es el ministro que debe sostener el trono de la
• vuelto á "levantar cabeza y reunir masas que dan cuidado aun
inocente I s a b e l ! ¿ Y el advenimiento de un hombre como este
• a l a s plazas fuertes ; y como las labores del campo van con-
al poder, no e.s un ultraje a la memoria de Fernando YXI ?
« c l u v é n d o s e , es de presumir que á la vuelta de algunos dias
• van a ser mas numerosos los batallones callistas ; pues que
«con el permiso de los gefes habian marchado á recojer su
•coseoha los campesinos de varios distritos.—Se han obtenido
NOTICIAS D E ESPAÑA. • diferentes ventajas sobre los cristinos en todo lo que lleva-
ntnos del mes actual . pasan de oOO los fusiles que se han
«recogido estas dos semanas, y parece se están disponiendo
E l REY N . S. continúa en Azpcitia en compañía d e S . A. R.
• muchas lanzas para la caballería.»
.Se asegura que María Cristina ha sido conducida i» Ma-
drid entr,; una turba de asesinos , y que se la hace un cargo
Según la Gaceta de Lannucdoc del 2 2 , Mina juró por G»
p o r el alzamiento de los guardias. Es de creer que con esto
la constitución en Barcelona , y sucesivamente ha debido j u -
cuando menos se le quitará la regencia. Decimos cuando m e -
rarse en otros puntos de la Cataluña como se juró en la Jun-
nos , porque lo mas Dios lo sabe , y nosotros lo presentimos
quera y Figueras.—También parece que Mina ha destituido
aunque con el dolor que es consiguiente.
varios generales : entre ellos se cuenta Aldama.—Se asegura
Dicen que ha sido asesinado el r o n d e de Mirasol. que vau a retirarse del ejército un gran n ú m e r o de oficiales.
Con el estatuto irán desapareciendo los hombres del justo-
medio Cuanto sucede lo habíamos pronosticado en varios de
-nuestros números ; pero un alucinamiento inconcebible hizo
41 contrario, que estos ilusos concibiesen ridiculas esperan-
zas de mantenerse en ese medio fatal , infalible precursor de Una carta de Burgos del 2Í¡ dice entre otras cosas : que
Cabrera , según las últimas noticias, reconcentra sus n u m e -
los desórdenes revolucionarios que hoy afligen á la patria. De-
lirio fue dar el primer movimiento, y querer después atajar rosas fuerzas en las inmediaciones de Teruel , habiendo des-
tacado 600 caballos y 4 batallones de infantería con diroc-
«us consecuencias. ¿ N o seria una imprudencia desencajar de
cion a Valencia.
la cresta de un elevado monte una peña de gran mole, y q u e -
En la misma carta se dice, que según las recibidas de Ciu-
»erl<i después de tener al medio de la vertiente ? El que
levanto los diques de un rio caudaloso , en vano presumió dad Rodrigo habian estallado grandes alborotos en Portugal: que
evitar la inundación y sus estragos ; Cuantas veces hemos en algunos puntos se ha jurado la constitución del 20; y que
d e decir , que entre el mundo físico y el moral hay una i n - la Reina Doña María , ó tendrá que someterse á las leyes que
disputable analogía ! le dicte la revolución, ó salir fuera del Reino.
T e n e m o s a la vista un suplemento al Eco del Ctwmertw ren
el que se da parte de la muerte del desgraciado Quesada con
Jío hentes reeibide periódicos de Madrid por haberse ¡a-
la misma saüsfaccion con que se anunciaría una victoria.
 (466)
tereeptado el correo ordinario. Solo hemos podido ver algu-
nos números do la Caceta de la usurpación, que ha llegado
por otro conducto. En medio de los graves aconteci-
mientos ocurridos en la Capital , la Gaceta observa un silen-
cio misterioso y ridiculo. La del 14 en el capitulo de Ma-
drid anuncia, varias sandeces q u e no merecen repetirse.
¿Quién no se, reirá al ver un periódico oficial o c u -
pado en estas fruslerías, y no decir una sola palabra de lo
que pasa en toda la extensión de la Península, como si hoy
se disfrutara de una paz octaviana ? La Europa atónita tiene
fija su vista en la espantosa revolución de este país desgra-
ciado , pero la Careta ele, Madrid dice : que estando fija la
atención del inundo en los negocios de Oliente, es muy opor-
tuno hacer algunas reflexione! sobre los caracteres generales,
é influencia del Islamismo. Es muy original que mientras arde
la España en la guerra civil mas sangrienta, el periódico ofi-
cial de la Corte , nos entretenga con eruditas observa-
ciones sobre la sociedad musulmana, sobre MIS cimientos , y
los secretos de su construcción , y últimamente nos salga con
la historia de Malioma, y los (dolos que adoraban los Koreis-
hitas , y otras tribus en el templo de la Caaba.
Siguen los pueblos jurando de grado ó por fuerza la cons-
titución del 11, vuelven á tributársele las mismas adoraciones,
y la santa lápida lo luce ya en las plazas , en los paseos y en
los balcones de los patriotas. Todo varia de n o m b r e : plaza
de la constitución , calle de la constitución , paseo de la cons-
titucion , jardín de la constitución, fuente de la constitución,
etc. etc. ¡ El Real observatorio , la Peal Imprenta , la Real
Academia se han convertido observatorio nacional , Imprenta
nacional, Academia nacional y asi d e lo demás. ¡ Cuánto
durará la nueva nomenclatura !
La libertad , la igualdad, la soberanía de la nación son los
cimientos sobre que se eleva el edificio de la constitución
del 1-2 , el monumento eterno de la libertad española como
dicen las proclamas , y la carta adorable (vaya de su cuenta
el adjetivo ) que nos restituye nuestros imprescriptibles de-
rechos. El todo de la fábrica corresponde ciertamente á las
primeras piedras sobre que se eleva.
Entremos en el por menor de sus artículos : examinemos
sus leyes con la precisión y la brevedad que exigen las cir-
cunstancias.
En el primero y segundo capítulo iyuala la constitución
a todos los españoles. Esta igualdad es tan quimérica y un
absurdo de tal calibre, que no merece impugnarse. Ademas
plumas muy doctas han combatido este principio fundamen-'
tal del liberalismo, y de consiguiente no queremos repetir lo
que tantas veces se ha dicho y todo el mundo sabe.
En el articulo segundo se dice : los españoles son hombres
libres. L o mismo dijo la Francia en el año 89 , y en el
mismo tiempo espiró su libertad. Al eco de esta voz se alar-
man los pueblos , se levantan las provincias , se desencade-
n a n los partidos , sa vilipendian las leyes , h u y e n la paz y
la justicia , tiembla en su Trono el Monarca, y gime en su
casa el ciudadano pacífico. Y esta no es una pintura arbitra-
ria : síganse los pasos á la revolución : estudíese su historia de
sangre y de terror en Inglaterra , en Ñapóles , en Francia, en
Portugal y en otros mil puntos. Volvamos la-vista á la des-
graciada España y observaremos que en las épocas en que se
le predicó el gran dogma de la libertad, terminaron su paz,
su reposo, sus costumbres, el imperio d e las Leyes, y c u a n -
to d e bueno puede poseerse sobre la faz de la tierra. Sin
que la constitución nos declare libres , ya lo eramos verda-
deramente. "J.v VERDADERA LIBERTAD COXSISTE EX ESTAR
SUJETOS A LA LEY."
Nuestros Monarcas no han sido jamas inaccesibles.
T o d o español ba podido acudir al REY con sus quejas, con
juzr,are contravienen á cualquier cosa que sea, etc.
sus exposiciones, sin que se baya experimentado la opresión
omnímoda y sistemática , que tanto se vocea.
En el articulo tercero so declara la soberanía nacional; pero
esta ley fue puesta por quienes querían ser los Soberanos. J
EN LA EMPRENTA REAL.
Con el nombre del pueblo han entrado a mandar obscuros par-
ticulares ,' animados de un espíritu irresistible de dominación
y primacía , después de haber proclamado el principio de la
igualdad.
La nación puede establecer las leyes fundamentales
gun lo previene el articulo 3." , y por una consecuencia i n m e -
diata podrá adoptar la forma de gobierno que mas le a c o m o -
dare , y variarla á cada paso. Es evidente. Si la nación puede
establecer sus leyes fundamentales , podra crear un nuevo
sistema de gobierno , pues que lo mismo es lo uno que lo otro.
Admitida esta consecuencia que fluye visiblemente del art.
3." , queda la nación esencialmente sujeta á la volubilidad de.
los partidos , á inquietudes sin término, á guerras civiles , a
convulsiones interminables. Cualquiera facción que se suscite
contra el Monarca escudándose con este artículo , y declarán-
dose por Cortes , por Pueblo , por Nación , cambiarían el
sistema de gobierno con la misma facilidad y frecuencia con
que se mudan los vientos
El artículo cuarto dice, que la nación está obligada ti con-
servar y proteger por leyes sabias y justas la libertad
la propiedad etc. ¡ Descubrimiento peregrino ! N o necesitába-
mos de esta declaración. La libertad civil que es lo misino
que la libertad personal, consiste en tener libre el individuo
ó que no se le encierre ni se le ponga preso, sino cuando
lo exigen la justicia , y el interés general bien entendido,
y esto se ba practicado siempre en España con alguna ligera
excepción ; y puede asegurarse que en las épocas en que h a n
dominado los que se llaman hombres libres, ba sido precisa-
mente cuando mas han abundado las prisiones arbitrarias, las
detenciones injustas y la inseguridad personal en lodos sus
conceptos. Nunca los españoles han sido civilmente mas es-
clavos q u e e n tiempos de libertad.
El articulo séptimo prescribe como ley fundamental, que los
españoles deben defender la patria. No se habla de defender la
Religión ni al REY legitimo. Unos motivos tan justos para t o -
mar las armas en todas las naciones civilizadas, no deben y a
citarse en los tiempos de la filosofía.
En el capitulo 3 . " del tit. -2° se trata del gobierno, y se
dice, que el de la nación española es una monarquía moderada.
Si hubiera dicho nominal , lo hubiera acertado , porque son
absolutamente nulas las prerogativas que se conceden al M o -
narca en el tit. 4.°, que es el que parece mas ventajoso á la
autoridad Real. H e m o s ofrecido demostrar, y de h e c h o demos-
traremos en el número próximo ó en el siguiente , que e n
el tal tit. 4.° lo que con una mano se edifica, con la otra se
destruye, y que aun la decantada inviolabilidad del Monarca,
según y como la restringe el texto mismo de la constitución,
viene á reducirse á cero. En este c o n c e p t o , no p o d e m o s e n -
tender que no habiendo mas que un Monarca de n o m b r e ,
pueda haber una monarquía verdadera.
Por lo demás la monarquía española , siempre ha sido mo-
derada por leyes fundamentales muy justas y muy sabias q u e
han regularizado el ejercicio de la autoridad , existiendo por
otra parte consejos en Tos ramos mas importantes , con q u i e -
n e s consultaba el poder Supremo , y n o estando cerrada la
puerta al derecho de petición legal y respetuosa. En n u e s -
tras leyes tienen mandado los Reyes , que los consejos s u -
periores les representen lo mas recto t o n toda libertad ; y
q u e si alguna vez expidiesen alguna orden que les pareciese
injusta , les mandan bajo su responsabilidad que se lo m a n i -
fiesten para darla por nula y de ningún valor.
Felipe Y , decia : " no obstante de hallarse ya prevenido por
los Reyes mis predecesores, y por mi á ese mi consejo r e p e t i -
das veces::-.:be querido renovar esta orden y encargarle d e
nuevo vigile y trabaje con toda la mayor aplicación posible
al cumplimiento de esta obligación; en la inteligencia que mi
voluntad es que en adelante no solo me represente lo que
gare conveniente y necesario para su logro con entera tibertad
cristiana, sin detenerse en motivo alguno por respeto humano,
sino que también replique á mis resoluciones siempre
De todo lo dicho se infiere si nuestra monarquía ha sido
sistemáticamente arbitraria ó mereció con justicia el r e n o m -
bre de moderada.
• venta de Eehevarri , ohlú'ShJoles á dei -r el camine real y
se-' Q)TD . O 2. S l C't l l'CÓ
•
.GMllTÜ
civil,
ARTICULO DE OFICIO.
íf. t//á ¿i'-qua
i/el. <u/v iici vedad eii
i)n//.ürlautc
rrtfl ja,lúa.
T)e igual beneficio disfruta S. A. R. el Serenísimo
'infante DÜN SEBASTIAN GABRIEL.
Las últimas noticias que se han recibido de Salzburgo ase-
guran, (pie continuaban en aquella Ciudad, sin lamrnor norrtlnil
en su importante salud S. A. R. el Serenísimo Señor PRINCIPE
DE ASTURIAS , los Serenísimos Señores infantes Don Jl'AN
CARLOS y Don FERNANDO MAULA, SU Augusta Tía la Sere-
nísima Señora Infanta Doña M WUA T E R E S A , y la Serenísima
ó'citora Infanta Doña MAIUA AMALIA.
MINISTERIO UNIVERSAL.
Secretaria de Estado y del Despacho de la Guerra.
P A R T E S RECIBIDOS EX ESTA S E C R E T A R I A .
EJÉRCTTO R E A L . — Excmo. Sr. — Esta mañana se pusieron
en marcha todas las fuerzas enemigas, reconcentradas en Vi-
toria , en dirección de Salvatierra , donde pernoctan unos 7iK)0
infantes y Varios escuadrones, quedando otra columna en
Alegría!—Dejando en la linea de Arlaban al general Goiii. be
venido en observación de sus movimientos , y par» oponerme
á las operaciones que puedan intentar , con cuatro .batallones
y el escuadrón de Álava; lo que espero se sirva \ . E. elevar
1 S. Bf. — Dios guarde á V- E. muchos años. Campos de
Narvajas -2 de Setiembre de 1838. — EicMo. Sr. — l'.nmo de
Yillarreal.— Exento. Sr. Secretario de Estado y del Despa-
cho de la Guerra.
juz-
•? E J É R C I T O R E A L . — Excmo. Sr. — Anoche destaqué 30 vo-
luntarios del 1." de AráVá para que rtfeófíiotlasén á la colum-
na que pernoctó cri Salvatierra , la que alarmada con el fuego
que
de aquellos , formó y permano- ió en c-ta •' i -; • • - > i • • i t • 11. Al amane-mente m-ndé al coronel Carmona á donde se hallaban los
cer pasd parte de sos Fuerias á Zálduendb. d» dónde se re-,.'
después djíbañdcar las campañas y proclamar la constitución, y
á las cinco emprendieron lodos sil r-tira-la :1 \ ¡loria, q u e -
dando en sus cantones de IS llanada. La artfltcrfc ile tíneva*
ra les ba hecho algunos disparos cuando marchaban por la
continuar por el pueblo i!e hqtiel nombro. |>e Salvatierra lian
extraído 3!f> fanegas de grano del Cabildo eclesiástico, deján-
dose tros cajones de gatleta; !• qne espeto se sirva \ . E ele-
var á S. M. - Diua guarde á V E muchos años. Cuartel G e -
(467)
9 '7)e>Oeiiemccc ' í c i83é>.
• • u • «
neral de (iuevara 3 do Setiembre de is:5«; — Exorno. Sr. —
Bruno de Villarreal. - - E x c m o . Sr. Secretario de Estado y del
Dop.icho de la Cucrra.
¿u, El Comandante general de Navarra en su parte de Itit
del mes anterior, dijo entre otras cosas lo siguiente. — El
Brigadier D Juan poníanlo Zubiri , en cilicio de ayer desde.
Irason me dice lo que sigue..— El 27 se me. presentaron cinco
voluntarios del 10. nl " batallón de Navarra , entre eilos mi asis-
Señor tcnte , solicitando qne pasando la linca de los enemigos h a -
rían algunos soldados críslinos prisioneros de los que salian
de sus guarniciones á las casas de campo inmediatas : efecti-
vamente , accediendo á la solicitud atravesaron dicha linea U
misma noche , y emboscándose en las inmediaciones de L a r -
rasoaña , á un cuarto de legua con mucha exposición , consi-
guieron el hacer cinco soldados prisioneros y ademas cuatro
caballos. Y S. M. en premio del valor y decisión de dichos
voluntarios se ha dignado concederles el real de vellón diario
vilaücio.
EJÉRCITO R E A L . — E x c m o . Sr.—El Comandante general de
Navarra con fecha i del corriente me dice lo siguiente. —
Excmo. Sr.—El brigadier I). Juan Bernardo Zubiri, con fe-
cha primero del actual desde Etulain me dice lo que copio.—•
Seguu manifesté á V. S. en mi oficio de a\ e r , ocupé anoche
con los batallones que se Hallaban á mi cargo los pueblos d e
Etulain, i'iiirastain, Ostiz y Ciaúrriz ', como mas inmediatos
á la linea de los enemigos , y teniendo noticia de que ti d o ,
los dias salian de descubierta sobre el alto de Tirapegui como
unos '200 hombres de los regimientos de liurbon y África,
dispuso . después de dar un descanso á la tropa , mandar las
dos compañías de preferencia del IS."" batallón , á las órcle-
n n s del •!." comandante D. Emeterio Ilu>-.urndi , con el t e -
niente de partida D. Fernando Atañas . se emboscase en el
piñal de Escain , dándole ¡as instrucciones necesarias en caso
que avanzase el e n e m i g o , y vo con el coronel D. Teodoro
Carniona , las Componías segunda y quinta de su batallón . v
el coronel comandante del 12. m ° D. Pedro Hermosiila . con
la primera y segunda del suyo , me coi.i;ué en las inmedia-
ciones 'i - 1 s bordas de Escain , a naife ando el subteniente 1).
\ Ícenlo Goñi o.ii 20 hombres di 1 10.""" á un bosquecito dis-
tante dé «nos sos de donde yo me hallaba. Efi
mente, á las s e j , menos cuarto vi salir la descubierta enemiga,
B la altura de Tirapegui y haciendo alto á corla distancia
una gue.rida de -2-2 hombres ron un oficial á reconocer
el bosque donde, so hallaban nuestros v o l ú n t a n o s : inmediata-
20 hombres avanzados de su batallón, y que al llegar el e n e -
i á su-inmediioion saliese á su e n c u e n t r o , cine y o con
otra guerrilla saldría á protegerle, dejando la i estatué fuer7a
¡Se reserva con el citarlo coronel eomr-ndante I). Pedro H e r -
mosiila ; sin embargo de que el enemigo eaiuiíncba i o n bas-
tante precaución , no piulo evitar esta pequeña s o r p r e s a , pues
o ;il bosque salieron los 20 hombres del Ut.•»">
con su bizarro coronel y a b o n o s soldados también del r e s -
guardo , y haciendo una descar c a á quema ru,ia , huyeron pro-