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tuvo sucesores nombrados por los espaoles, es considerado como el ltimo gobernante
del Imperio inca.
Cuando Atahualpa tena 16 aos, su padre, Huayna Cpac decidi dejar Cuzco y marchar
con l y con su hermano Ninan Cuyuchi hacia el norte del imperio al mando de un
gran ejrcito, dejando a su hijo Huscar como incap rantin(vicegobernador) de Cuzco.ese
a las contradicciones propuestas por historiadores peruanos.
(Quito, 1500 - Cajamarca, actual Per, 1533) Emperador inca (15251533). Hijo del emperador Huayna Cpac y de Tpac Paclla, princesa de
Quito, fue favorecido por su padre, quien, poco antes de morir, en 1525,
decidi dejarle el reino de Quito, la parte septentrional del Imperio Inca,
en perjuicio de su hermanastro Huscar, el heredero legtimo, al que
correspondi el reino de Cuzco. Aunque inicialmente las relaciones entre
ambos reinos fueron pacficas, la ambicin de Atahualpa por ampliar sus
dominios condujo al Imperio Inca a una larga y sangrienta guerra civil.
En 1532, informado de la presencia de los espaoles en el norte del
Per, Atahualpa intent sin xito pactar una tregua con su
hermanastro. Huscar sali al encuentro del ejrcito quiteo, pero fue
vencido en la batalla de Quipaypn y apresado en las orillas del ro
Apurmac cuando se retiraba hacia Cuzco. Posteriormente, Atahualpa
orden asesinar a buena parte de los familiares y dems personas de
confianza de su enemigo y trasladar al prisionero a su residencia, en la
ciudad de Cajamarca.
En ese momento, el emperador inca recibi la noticia de que se
aproximaba un reducido grupo de gentes extraas, razn por la que
decidi aplazar su entrada triunfal en Cuzco, la capital del imperio, hasta
entrevistarse con los extranjeros. El 15 de noviembre de 1532, los
conquistadores espaoles llegaron a Cajamarca y Francisco Pizarro, su
jefe, concert una reunin con el soberano inca a travs de dos
emisarios. Al da siguiente, Atahualpa entr en la gran plaza de la
ciudad, con un squito de unos tres o cuatro mil hombres prcticamente
desarmados, para encontrarse con Pizarro, quien, con antelacin, haba
emplazado de forma estratgica sus piezas de artillera y escondido
parte de sus efectivos en las edificaciones que rodeaban el lugar.
No fue Pizarro, sin embargo, sino el fraile Vicente de Valverde el que se
adelant para saludar al inca y le exhort a aceptar el cristianismo como