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otra
publicidad.
redaccin
El
de
un
inconcebible
rerse
manco
ni
ha
se
merecido
le
tanta
acerca:
est
es
macizo
como
el
de
don
Juan
Manuel.
Es
casi
la
insinuacin
desagradan
entrambos.
Algn
chocarrera.
regocijo
Confieso
cabe
en
las
que
me
alusiones
escatolgico
vil.
Sin
embargo,
hay
detenidas
tenga
gustadores,
me
extraa;
que
la
encuentren
ha
sido
razonada
por
Schopenhauer
(El
mundo
como
Jorge Luis Borges, Quevedo humorista, en La prensa, Buenos Aires, 20 de febrero de 1927. Seguimos la
versin de Textos recobrados. 1919-1929, Barcelona, Emec, 1997, pp. 284-288.
voluntad
representacin,
primer
volumen,
libro
primero,
reales
que
pueden
Lorenzo
Sterne
pondera
ser
en
incluidos
Fulano:
Era
en
l.
tan
As
cuando
concienzudo
que
surge
de
personalmente
hacerse
la
incongruencia
hacer
afeitar.
El
algo
lo
retrucano,
entre
lo
meritorio
intransferible
en
cambio,
no
de
ir
comn
de
parte
de
la
El
diferencia
chiste
afirma
la
realidad;
en
la
el
identidad
conceptual
retrucano,
la
la
diferencia
chiste
es
pensamiento;
el
retrucano
es
migaja
el
culto
pero
no
oculto
Gngora,
locucin
de
Shakespeare,
intercal
un
en
plena
retrucano
sangre
cuyos
dos
de
tragedia
trminos
son
de
las
renacentistas
elega
del
juntaban
epitafio,
las
las
formas
irrisorias
del
graves
de
laberinto,
la
del
de arte
de Ingenio
(pginas
184 a 201 de la
con
ocurrente
metfora:
Es
como
hidra
vocal
una
o la trastruecan,
una sutiliza
Quevedo.
Fueron
dolencia
general
de
su
poca,
no
de
su
que
est
en
el
entraable
las
chacotas
humorismo
casi
de
mgicas
Quevedo,
de
su
su
ntimo
historia
La
aadido,
lo
que
vale
son
sus
descomunales
calaveradas
de
Lo
mismo
puede
afirmarse
de
su
tal
vez
maestro,
con
resabios
de
palacio
portada
un
ladrn
que,
por
debajo
de
su
oficio,
haba
la
hora.
Oh,
Inmenso
Dios;
quin
podr
ventanas
entrar
por
diferentes
casas
con
vive
su
dueo,
se
lea:
Quien
quisiera
son
hermosos.
Uno
es
la
circunstancia
mgica
de
que
la
charla retenida rebosa por los ojos y por las orejas; otro, la
sentencia irrepresentable que de lo que le sobra de palabras a
dos leguas pueden moler otros diez habladores Esa es la grande
aportacin de Quevedo
a la comicidad:
el razonamiento
de la
nunca la expectativa,
un cambiar de vereda
la
de
atropellado
milagro,
su
travesura.
Quevedo
nos