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Jer 20:7 Me sedujiste, oh Jehov, y fui seducido; ms fuerte fuiste que yo, y me venciste;
cada da he sido escarnecido, cada cual se burla de m.
Jer 20:8 Porque cuantas veces hablo, doy voces, grito: Violencia y destruccin; porque la
palabra de Jehov me ha sido para afrenta y escarnio cada da.
Jer 20:9 Y dije: No me acordar ms de l, ni hablar ms en su nombre; no obstante,
haba en mi corazn como un fuego ardiente metido en mis huesos; trat de sufrirlo, y
no pude.
xo 3:1
Llamamiento de Moiss
Apacentando Moiss las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madin, llev las ovejas a
travs del desierto, y lleg hasta Horeb, monte de Dios.
1Re 18:20
Elas y los profetas de Baal
Entonces Acab convoc a todos los hijos de Israel, y reuni a los profetas en el monte
Carmelo.
1Re 18:38 Entonces cay fuego de Jehov, y consumi el holocausto, la lea, las piedras y
el polvo, y aun lami el agua que estaba en la zanja.
1Re 18:39 Vindolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: Jehov es el Dios, Jehov es el
Dios!
REY ACAB profeta de ELIAS
Solo en un da la gente se vuelvo , despus de MONTE CARMELO (FUEGO DE
JEHOVA)
Jer 20:9 Y dije: No me acordar ms de l, ni hablar ms en su nombre; no
obstante, haba en mi corazn como un fuego ardiente metido en mis
huesos; trat de sufrirlo, y no pude.
FUEGO
Espritu santo
DOS ORDENANZAS
1 Tesalonicense 5:19 1Ts 5:19 No apaguis al Espritu.
2 Timoteo 1:6 2Ti 1:6 Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que est
en ti por la imposicin de mis manos.
Apo 2:1
El mensaje a Efeso
Escribe al ngel de la iglesia en Efeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que
anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto:
Apo 2:2 Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a
los malos, y has probado a los que se dicen ser apstoles, y no lo son, y los has hallado
mentirosos;
Apo 2:3 y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi
nombre, y no has desmayado.
Apo 2:4 Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.
Apo 2:5 Recuerda, por tanto, de dnde has cado, y arrepintete, y haz las primeras obras;
pues si no, vendr pronto a ti, y quitar tu candelero de su lugar, si no te hubieres
arrepentido.
Apo 2:6 Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolatas, las cuales yo tambin
aborrezco.
Apo 2:7 El que tiene odo, oiga lo que el Espritu dice a las iglesias. Al que venciere, le dar
a comer del rbol de la vida,a el cual est en medio del paraso de Dios.
En antiguo Testamento