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inf FASES DE LA ADOLESCENCIA “~, je a través del periodo Go y nunca en Ta obtencion de las metas en 1a vide mental que ce cacterizan las diferentes fases del periodo de la ado- Iescencia son a menudo contradictorias en su direccién y ademés cualitativamente heterogéneas; es decir, esta progresign, digresién y regresiOn_se_slternan on. ES je que en_lorma transioria_comprenden_me- tae Mitagénicas, Se encuentran, a 7 delensivos entretejides, y Ta duracion de cada una de jay Tases no puede fryarse o poruna referencia 2 Ja Onin Slatiddad cel movimiento psicoldgico, que Subraya Ia diversidad can espectacular del periode ado- Tescente no puede dejar de enfatizarse; sin embargo, permanece el hecho de que existe una secuencia orde- Fada en el desarrollo psicolégico y que puede descri- birse en términos de fases mas o menos distintas. El adolescente_ puede atravesar cop eran rapidez las reo puede. claborar-una_de~cllas_en. va ao at diterenciacion del desarrollo a lo largo de un determinado periodo de tiempo, resulta en una estruc cura compleja de la personalidad; un pasaj tormentoso a través de la adolescencia bh: produce una huella en el adulto que se, describe comio primitivizacién. Ninguno de estos dos desarrollos debe Be confundirse con niveles de maduracién; més bien son evidencias de grados de complejidad y diferencia: én. Tanto el empuje innato hacia adelante como el potencial de crecimiento de Ia personalidad adolescen- te, buscan integrarse al nivel de maduraciéa de la pt bertad y 2 las antiguas modalidades para mantener el 82 sgracién se dei yo que ad 2 en otras palabras, pari ‘PFueba de distribuir el influjo de energia en todos lor Fiveles del funcionamiento de 1a personalidad, los cua- Jes se elaboraron durante el periodo de latencia. De alli que sea capaz de desviar Ja energia instintiva a las ° estructuras fisicas diferenciadas y a diferentes activida- Ges psicoldgicas, en lugar de experimenter esto solamen- te como un aumento de la tensién sexual y agresiva. Freud, (1903, b) se refiere a Tz latencia abortiva como “precocidad sexual ‘espontinea” que se debe al_ hecho de que el periodo de Intencia, no. se, pudo establecer con éxito; por lo tanto pensd que “las inbibiciones sexuales"” que constituyen el componente esencial del periodo de latencia, no fueron adquiridas adecuada- Prenve, “ocasionando manifestaciones sexuales que, de- bido a que las inhibiciones sexuales fueron incomple- tas y que por otro lado + sistema genital no esta des arrollado, pueden orientarse hacia las perversions" Ta interpretacién literal del término periode de le. ‘a cue significa que estas_afios_estin_desprovistos 83 (Werner, 1940). Ademés; el Aguaje se-empiea 7 7 mas como un velo; tal como esté indicado en 10 de Ja alegoria, 1a comparacién contraste con el Ienguaje empleado por el nifio mas joven, que nes y sus deseos, Ella Sharpe (8 tado que el empleo de la met: periodo de fatencia y en la adolescencisi esta figura Bal lenguaje "aparece 2] mismo tiempo que el contrat Ge lor orificios corporales. Las emociones que origins! Sneme estaban acompaiiadas con descargas corporales encuentrén vias sustitudivas”, Una ganancia en la ex: presion arcistica compensa por'la pérdida de la espon- taneidad corporal. Un adeianto en el darse, cuenta de el em: vida social el nido en periodo de latencia va apérejado con Ta se paracién de sul pensamiento racional y su fantasia, con [a separacién de su.conducta publica y privada —en pocas palabras, con un sentido muy agudo de diferen- Eacién. En esta diferenciacién el nifio valora Iss {ieuciones sociales normativas, tales como la educaciém, = In escuela y el campo de juego, para un modelo valo | rativo que promueve una conducta mas integrade + Los muchachos muchachas muestran_diferen- “i aignificativas en el desarrollo durante Ia latencia, Una regresidn a mivele! pregeniales CGmo Gefensa al principio de la latencia parece ser ms tipica para él Fhuchacho que para la muchacha. La proclividad regze siva_del_muchacho simboliza_su cente, El hecho de que ef mucha edipica enMmitiva que [a muchacha, hace wie Tz primera parte mnentosa. “Pete con nO, entra a este en verdad preserva con menos conflicto; en sentido de libertad algunos de los aspectos félicos a) opiné Ge su pasado preedipico, Greenacre (1950, que “cierto grado de identificacién bi la mayoria de Tas mud 86 period de lar “pia, a menos ou ifie_permanezcs casi_en.{oi ion mes Combis atencia, cuando sus impulsos inst su suoeryo es inadecuado para hacer fr ere pubsrtad. Las caracteristicas generales de iz letencia que he re- sumaido estin descrites en deralle sn di 5 esttl- Gigs pelcoanaliticos del periodo de latencia (Friess 1958), algunos con especiel referencia 2 la seleccién de (Peller, 1958; Friedlan neives 2parecen a la pri- de otro modo el nino pu ber experimenta une simple invensificacion de sus Gescos prelatencia y muestra una conducta infand! un tes —principalmente con adolescentes j riodo de latencia nunca fue adecuadamente establecid sbramos iniciar e! trabajo analitico con interven. ciones educativas pare poder obiener algunos logros esen- jales del periodo de latencia. " Como el caso de un muchacho bien desarvolledo de diez bios que tenia difcultades en el aprendizaje, socialmente jnadecuado y con un penstisiento un canto bizzrro, en for tus abrupta a la edad de diez afios expreso el desto de dor 4 Biren fy cama de su madre y alejar 2 su padre. Las de- Bundas para abrazaria y besazla se alternaban con el deseo Biter abriciad® por la madre como si fuera un nifo chi- Guito 7 que le permiciera,sencarse em‘sus piemas. La ma see vehia ia tendencia de permitir estos deseos. Fue exen- ial al principio del andlins de este nifio dyudar a Ja ma- se a desarrollar cierta resistencia hacia los avances sexua- es de gu bijo'y enseBarla cSmo fruswarlo, al mismo tempo Ge le dabs gritificciones susuivas El heck de“que 1a seesre lo restringiera activamente en sus deseos,edipicos in- 87 Soltmrmuos wayduis ss ,anbiod, uppun{ao> Ti ‘orga r fs Ta “Gs6t :) _.,220200F meee 3p avuarpuadepur “Tequas uowseudxo exed peppedes e[ opueisumne ‘opor un oxo odzono 3p Cawaudxa osm [Sp wononpes,, ap sours) w MEAP ce apand wpouaiey 2] ‘asta, ap ovand 2359 2ps2c ES Hoyt wa _sepea ‘Oyjouessp Isa “SezOTeS Ty Tepeanow Upiee ol “IS pitiarede soet] 95 S02! “hae zy !peprreno A pepisusray aazejmpue Sp teuopeyei se] 2p siuoypuodepul syus es OUD IS FP moeg sayqese squopesynuap! ap orseramelqess Ty -epusrey e| © SU0eIUE sOure Sof UD wl3sn90 OHIO of 13) sonora sey 2p pepusavay x WaDeUSUE OU FAL Ve yofsaan »| Ua souopeLeA se anb sond ATE 2 Tau Tey Sp SEATEDTTUSTS SOPEDN anmbpe of “norpmsdgpur souat! o Spur PURO] US rIs|spTeG SUTTEG [p dousnrea: 9p Zedvo spur $9 ort [9-TP 9P 21408 ofaad yeumnsa e ap suope(nses ‘OUTU [ap’ SOtLIIMT $08311994 oade ej uvur3 anb Jonuo? epigearralgo k. lenos woe » saxo sof Sp OpeALISp UGDELO[EACINE eBPPHUS * TTT 77 #8 woud sopereidures wos v9pent Truss soy vied ousned osode [9 uP PE coayasqo se{ oporiad, 219 9p se2ydyl HOF 9 sie esuoyop: sod osuadsns uo sepiueiuem AN © “aeyidoye A se{aidimoo spur sero seo wo? earedyeuee 3s seisp anb ek wake ‘sopenxes & vpuspusdop Dp sopepiso2ot svi ap © sou B| “epusre| ef 2P Shosresap Te opiqed ‘peueand et Ue Pepi esd saeefioesa qenxet ofunsay [> anb vised eDuatel SP OF ‘ued j@ oper 9p of] of & anesrod spond [enxes PEP at suopemgns ey oprpea eq anb PEPHT eos eL ap wHEnaMseg uppesamec Fan soorede Spend (eoustey ap oporzad 2 swemp) opuem Te A see owge past “eDuare] 2p opoyed [2 oaneotp Ur SG, yore un $9 anb RSF UPPIanTel, 9P Te 21g syux oxdaou0n p 20d opesedo opis, rq OfteaTm Ti voupay a1s9 ¥ [wpadso wpuey—jo1 OF “co61) ree P pnasy “@pOReT mod P Tepuese_opD an eevee operapisdos zs vag Anu 2pand ‘Sait oon e “ye61 Toons ese {uous 2 a Spor piss EDuere] ap POH aicenp Temes pepe Yi 1s Of P fora Bergen wey ou seanurieat sepuemep FL FES Tt 3p Spotted > aveendr, soso ¥ a7euor 35 (QSEL 2g SAUNT mx 3p_0per sur $e ee antenna ‘0. Por medio de este proceso de integracién se encia del yo que la vide mental que ca vcceriaan lag diferentes fases del periodo de la ado- Jeccencia son a menudo contradictorias en su direccién y ademés cualitativamente heterogéneas; es decir,

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