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Indice INTRODUCCION GENERAL Et abisme a pregunia {Lo Gesconoc del comociniento Co multidimensional y lo inseparable 1a ruptraye Ga patois del saber 1a rss de los fundaenos U1, Dal metapunto de ita ‘a apertura bio-autropo-socioligica Ua rtexvidad permanente Geneia > fisofa 3. La reintegracion del sujeto 4 La reorganizacion epistemoldgica 5. El mantenimiento de la interrogacién radical 6. La vocacién emancipadora . TL, La aventura, El tabd y fa resignacion..-. La palabra wmétodan, El inacabamiento Lingo PRIMERO Antropologia de! conocimiento PREFACIO DEL. LIBRO PRIMERO .. I. BIOLOGIA DEL CONOCIMIENTO. Fr retorno a las fuentes I. La Computacion IL La computacién viviente 7 7 7 18 19 20 2 2 25 a 2 a 31 3 M 35 35 36 38 a 45 45 46 50 0. Vv, UL, El computo.. o La auto-computacién.. La auto-exo-referencia El cémpute policelular. IY, Biologia del conocimiento V, En tas fugntes : Concer, primariamente es computar Las dos idgicas de la computacion, En la fuente del conocimiento.. En la fuente de la fuente: lo implicado del conoei- rmiento ae ——- Conclusion. LA ANIMALIDAD DEL CONOCIMIENTO 1. El aparato neurocerebral.. La organizacion de la accién y el conocimiento... HL El conacimiento ce2€bral.sson 1. La computacion de tas computaciones 2, Laautonomizacién del eonocimiento (aprendiza- i, estrategias, curiosidad) Conelusiones: la aimalidad del conocimiento hus ‘mano. : El conocimiento cerebral La hominizacién del conocimiento EL. EspIRITU Y EL CEREBRO. {Qué es un espiritu capaz de concebir un cerebro capaz ‘de producir un espiritu?. bn Fi problem extraordinario. El gran cisma.. La unidualidad cerebro > espiritu... eee La wsinidad. La superacién de las oposiciones absolutas. Conclusiones. oe La MAQUINA HIPERCOMPLEIA 1. Unitax multiplex. J. Eleerebro bihemistérico 2. El cerebro tritinco.. 3. La coneepeion modular 4. Las ehormonias» cerebrales ‘5. El complejo de los complejos 1, La concepean compljn del conept ‘complejo. 2 1. El principio diaidgico, 3 35 56 56 7 38 58 9 Co 61 2 a 62 65 65 68 15 B 5 8 w nv 0 al 84 85 3 9s 7 99 103 los 106 107 109 109 7 2H pine ears 3, El principio holo(gremitco|esedpicel némico) 4. Latina : dialogica-recursion-holo(grammia/esco- pia/nomia). UL, El gran problematizador solucionadar. Un GPS hipercompleio La gran desconexion ComPurar ¥ cocITaR. Operaciones computantes y operaciones cogitantes La instancia Logica Pensamiento y lenguaje La conscienciacién Cogito + ergo computo—> ergo sum ergo Conclusion: la unidualidad compitica— cosistica eal VI. LA EXISTENCIALIDAD DEL CONOCIMIENTO T. La pve ronan Priquiatria del conocimiento. Psicoanalisis del conocimiento 11, Obsesiones cognitivas yalegrias de Ta certidurabre, La doble posesion La religion de a verdad yi verdad de a rein, Goce psiquico y éxtasis El error de la verdad. Conclusién: mas all del principio del placer. ‘VII, Los DOBLES JUEGOS DEL CoNOCIMIENTO. 1, Analégico —+logico et Las analogias. Lo analégico y io logico. HL, Comprension—+explicacién ey Proyeccion— identificacién ed Mimesis Comprender la comprension La explicacién : {La dialogica comprensién —explicacion pee Conclusion. us 123 123 5, 127 7 80 BI 134 13S 136 139 140, 140 14 142 14a 145 147 149 150 ist 152 132 153, 157 1st 139 Il 63 164 166 vil XL EL DOBLE PENSAMIENTO (MITOS —+1.0¢08) ao 1. El pensamiento simbdlico itotbgicoA migico El simbolo El mito La magia. El pensamiiento simbolco) Pasado y presente EL Arkhe-Espirite : Il La unidualidad de fos dos pensamicntas Li complementariedad de facto. El pensamiento y su dob ISTELIGENCIA 7 PENSAMIENTO ONscIENCIA 1. La inetigencia de Ta ineligencia humana {as ealidadesintligentes Suerts y desventuras de ls intligenia, IL, Del pensamiento. = La dilogica pensante Li concepcion Concebit Ta concepciin ‘Acs copitandi. EI pensamiento crcador. In La‘conscencia Ua conscieneia de ia consriencla Fl iceberg de inconsiencia La conscleneia de 5 1 brecha El sundetaroil de conslenca. Conclusion: La lechuza de Minerva. CONCLUSIONES DEL LIBRO PRIMERO: POSIBILIDADES —+ LIMITES DEL. CONOCIMIENTO HUMANO, fee L. Las condiciones del conocimiento, La actividad cognitiva Inherencia-separacion-comunicacién Construecién — traduccion 167 169 170 13 178 Ist igh Ist 187 189) 190 193 193, 195 197 198 199 202 203 204 205 207 207 au 213 214 216 20 220 220 22 26 m, Del bucle sujeto— objeto a la jaune relacion espiritu—» mundo El espiritu esta en cl mundo que e: La realidad de la Realidad... a banda medi EI mundo eognoseibie La zona de la adecuacién cognitiva |. Limites, incertidumbres, cegueras, miserias del vo- El conocimiento de los limites del conocimiento, Las relaciones de incertidumbre: Los agujeros negros del eonocimiento, Carencias y derivas. a Los verificadores Serviduinbres y grandezas cognitivas Transit. Los fundamentos de un conocimiento sin funda- E] fundamento sin fundamento de la complejidad La humanidad del conocimiento. BIBLIOGRAFIA.. 27 29 232 235 236 238 240 240 240 243 24s 246 247 249 249 250 251 257 Qué bello tema de disputasofistica sos aportas, ‘Menon; es la teoria seg a eval ao se puede bus- i lo que se conoce ni lo que no se eonoce: lo {ue se conoce porgue. al conocer, no se necesie ta buscarlo, lo que no se conoce porque ni squie- Fa se sabe que se debe buscar. PLATON, No sabemss si sabemes[..] ni siquera sabemes qu sez saber. METRODORO DE Cio, {Que 8? MonTAtone Quien explicara ia explicacion? BYRON. Lo 8 todo, pero no he comprendigo nada. RENE Daun, Fs imposible reflexionar acerca del tiempo y et misterio de la creaciom del mundo sin una splas- tants toma de concienca de los limites dela inte. Tigencia humana. A. N. WHITEHEAD. Aquellos que eran los polos de la Ciencia y en fa fscamblea de los sabios brilahan como faros. Ni Supieron encontrar su camino en la noche oscura Osan KiAyyant Lo que es bien conocido, y precisamente porque bien conecide, no es conocido, Hert Noes menos vano querer encontrar en un supues- to real el origen del conocimiento el lenguaje {que en un orden supuesta de as ideas e principio de ia genesis del mundo real, CLAvDE LEFORT Si queremos conocer a stuacion presente de la hhumanidad en general y la esis de nuestra cub {ra en particular, debetnos darnos cuenta de he- tho de que hemos tenido éxito hemos fllado fxactamente por la. misma razon, a saber por ‘nuestto modo de racionalidad. JERZY A. WON CHOWSKL {Dénde se hala la sabiduria que hemos perdido fon el conocimiento, dénde se halla el conocie miento que hemos perdido con Ta informacion? TLS. ELIOT Jamis hubo semejanteposibildad de conocimien- toy semejante prohabiliad de oscurantism, BO- Ris RYBACK. Las intoxicaciones causadas por la instrucci6n son mucho mis graves que las intoxicaciones de Jo subprotnctos dela industria. Las acumlacio- nes de jformacion mucho ms graves que la acu- ‘julaciones de maquina y utensils, Las indiges- tiones de signos, mis graves que las intoxicacio- nes alimentarias, R: RUYER La ciencia es al refleo del hombre ene espeo de Ta naturaleza, PAUL univers s6lo puede ser conocido por el hom- bre através de Ua logica y las matematics, pro- ‘ductos de su espirity, pero Slo puede comipren- ‘der mo ha constr las matemiticas ¥ Ta o> lca estugiindose a xi mismo psicoligiea ¥biol6- sicamente, es decirenSuncion del universo por en- Seno. PIAGET, La actividad mental humana eonstituye una par- —una parte pequefia y periferica~ dela m teria de Ia cieneia, No obsante, es igualment cierto que el todo de la cienci igualmente cons- uve Una parte Gnicamente [de 18 actividad ‘mental humana, GEOFFREY VICKERS, Fate es el verdadero problema: ieémo puede ajus- tarse esta parte de la realidad que comienza por Ta conseiencia a aguela otra parte que es descrita por la fisicay la quimica? Nists BOHR. Hay que ir por ol lado [.] en que fa razén gusta de estar en puigto. G, BACHELARD. Donde hay peligro, erce también lo que salva, HOLDERLI. Fs preciso que ineesantemente me sumerjaen las ‘aguas dela dud, WITTCENSTEIN Fl absoluto es el verdadero enemigo del género humane. FRIEDRICH SCHLEGEL Siempre he puesto en mis escritos toda mi vida y toda mi persona. NIETZSCHE. Deberia esperar & que las flisofosy los fscos ‘emprendieran una cruzads contra mi, qe no soy mis gue un vagebundo sin prejuicies,lleno de ideas laconformes en diretentes dominios del co- nocimiento. E. Macu. INo se trata de dare al ector un barniz de aque- Nia que se enseda mas profundamente en a Uni- vversidad, sino de efectuar andlisis que norma Inente no se hacen all. B. DESPAGNAT Introduccién general 1. EL AatsMo Im Abgrund wobnt die Wahrheit. (En el abismo habia la verdad.) ScwItrR La pregunta ‘Se puede comer sin conocer las leyes de la digestion, respirar sin conocer las leyes de la respiracion, se puede pensar sin conocer las leyes nila naturaleza del pensamiento, se puede conocer sin conocer el conocimiento, Pero, mientras que ia asfixia y la intoxicacion se dejan sentir inmediatamente como tales en la respiracion y en la di- gestidn, lo propio del error y de la ilusin es no manifestarse como error 0 ilusiOn, jE error s6lo consiste en no parecerlo»! (Descar- tes). Como dijeron Marx y Engels al comienzo de La ideologia ale ‘mana, los hombres siempre han elaborado falsas concepeiones de si rmismos, de lo que hacen, de lo que deben hacer y del mundo en el gue viven, Y Marx y Engels hicieron lo mismo, ‘Cuando el pensamiento descubre el gigantesco problema de los errores e ilusiones que no han dejado (ni dejan) de imponerse como verdades en el curso de la historia humana, cuando descubre corre Iativamente que leva en si mismo el riesgo permanente del error y la ilusion, entonces debe procurar conocerse Y¥ debe hacerlo tanto mas cuanto que en ia actualidad ya no po- demos atribuir las ilusiones y los errores Gnicamente a los mitos, creencias, religiones y tradiciones heredadas del pasado, como tam: ppoco Ginicamente al subdesarrollo de las ciencias, de la raza y de [a educacién, En la eslera supereducada de la intelligentsia, en este mismo siglo, es donde el Mito ha adauirido ta forma de la Razén, Ta ideologia se ha disfrazado de Ciencia, la Salvacién ha tomado fo ma politica pretendiendo estar verficada por las Leyes de la Histo- Tia, Yes en nuestro silo cuando el mesianismo ye! nhilismo com- baten entre si, se enfrentan, se producen el uno al otro, siend la. cti= sis de uno lo que provoca la resurreccién del otro. Nuestra ciencia ha realizado gigantescos progreses de conoci- rmiento, pero los progresos mismos de la ciencia mas avanzada, la fisica, nos acercar a un algo desconocido que desaffa nuestros con- ceptos, nuestra légica, nuestra inteligencia, planteandonos el proble- rma de lo incognoscibie, Nuestra razon, que nos parecia el medio de ‘conocimiento mis seguro, descubre en si una mancha ciega. ;Qué es nuestra razén? {Es universal? ;Racional? ;No puede transmutarse en su contrario sia darse cuenta-de ello? ,No empevamos a comprender ‘que la creencia er la universalidad de nuestra r9z6n ocultaba una mu tilante racionalizaciGn occidentalo-cntrica? ;No empezamos a des- cubrir que hemos ignorado, despeeciado, desiruido tesoros de cono- cimiento en nombre de la lucha contra ja ignorancia? ;No debemos comprender que nuestro Siglo de las Luces se halla en la Noche 9 la Niebla? ;No debemos volver a cuestionar todo lo que nos parecia ‘evidencia Y reconsiderar todo Jo que fundamentaba nuestras verda- des? Tenemos una necesidad vital de situa, reflexionar, reinterrogar nuestro conocimiento, es decir, conocer las condiciones, posibilida- des y limites de sus aptitudes para alcanzar la verdad a Ta que tien- de. Como siempre, la cuestion previa surge histéricamente al final, y la respuesta —Ia verdad— se transforma, en fin, en pregunta en Ta hora tltima del pensamiento occidental. La busqueda de la verdad va unida a partic de ese momento a tuna investigacién sobre la posibilidad de la verdad. Lleva, por tan- to, en si la necesidad. de intertagar la maturaleza del conocimiento para examinar su valider, No sabemos si tendremos que abandons la idea de verdad, es decir, reconocer como verdad la ausencia de verdad. No intentaremos salvar la verdad a cualquier precio, es de~ cir, al precio de la verdad, Vamos a intentar situar el combate por la Verdad en el nudo estratégico del conocimiento del conocimient®. Lo desconocido del conocimiento La nocién de conocimiento nos parece Una y evidente, Pero, en 1 momento en que se la interroga, estala, se diversitica, se multi- plica en nociones innumerables, planteando cada una de ellas una ‘nueva interrogacién, {Los conocimientos? (EL saber? ¢Los saberes? La informa: cidn? {Las informaciones? —“;La percepeién? ,La representacion? (E] reconocimiento? La conceptualizacion? cE juicio? {EI razonamiento? 1s {La observacién? :La experiencia? {La explicacién? {La com- prehension? ;La causalidad? ~ {El anilisi? {La sintesis? La indueciOn? {La deduccién? = Lo innato? {Lo adquirido? {Lo aprendido? {Lo adivinado? iLo verificado? — {a investigacion? {EI descubrimiento? ;La engramacion? {E1 archivar? {El eéleulo? La computacion? {La cogitacion? — {Fl cerebro? {Fl espirtu? La escuela? La cultura? — iLas representaciones colectivas? Las opiniones? {Las ereen- — gLa consciencia? {La lucides? ;La clarividencia? ;La intel sgencia? — (La idea? {La teoria? {El pensamiento? — {La evidencia?:La eertidumbre? La conviccion? La prueba? La verdad? gE error? {La creencia? ;La fe? {La duda? iLa razon? gL sinraron? jLa intuicion? — {La cienciat (La flosofia? {Los mitos? :La poesia? De este modo, a partir de una primera mirada superficial, la no- cién de conocimiento s¢ hace astilas. Silo que se quiere mas bien es intentar considerarla en profundidad, se vuelve cada vez mas enig- mitica, {Es un relljo de las cosas? ,Una construccion del espiritu? {Un desvelamiento? ;Una traduccién? ,Qué traduccién? ;Cital es la haturaleza de aquello que traducimos como representaciones, nocio= nes, ideas, teorias? {Captamos lo real o Gnieamente su sombra? ‘Comprendemos, pero zcomprendemos lo que quiere decit com- prender? ,Captamos o damos significado, y cual es el significado de {hs palabra wsigeificado»? :Pensamos, pero ;sabemos pensar lo que quiere decir pensar? ;Hay algo impensable en el pensamiento, algo incomprensible en la comprension, algo incognoscible en el conoci- miento! Ignorancia, desconovido, sombra, esto ¢s 30 gue encantramos en la idea de condcimiento. Nuestro conocieiento, tan intimo y Famti- liar para nosotros mismos, nos resulta extraflo ¥ extranjero cuando s¢ le quiere conocer. Y aqui estamos, desde el comienzo, ante Ia pa- radoja de un conocimiento que no sélo se desmigaja a la primera in- terrogacién, sino que descubre también Io desconocido en él mismo, ignorando incluso qué sea conocer. Lo multidimensional y lo inseparable Sila nocién de conocimiento se diversifica y multiplica al ser con- siderada, pedemos suponer legitimamente que contiene en si diver- sidad y multiplicidad. En adelante, e) conocimienta ya no podria ser 19 reducido a una sola nocién, como informacion, o percepcién, o des- Cripeion, 0 idea, 0 teorla; mis bien hay que concebir en él diversos ‘modos 6 niveles, a los cuales corresponderia cada uno de estos tér- Por ott parte, todo conocimiento contiene necesariamente: 4) una competencia (aptitud para produsir conocimientos); 6) una actividad cognitiva (cognicién) que se efectéa en funcion de esta com= petencia; c) un saber (resultante de estas actividades). Las compe tencias y actividades cognitivas humanas necesitan un aparato cog ritivo, el cerebro, que es una formidable maquina bio-fisico-quim. fa, cerebro que necesita la existencia biol6gica de un individuo; las aptitudes cognitivas humanas solo pueden desarrollarse en el seno de una cultivra que ha producido, conservado, trarsmitido un len- ajc, una logica, un capital de saberes, de criterios de verdad. Es en este marco donde el espiritu humano elabora y organiza su co- rocimiento utilizando los medios culturales de que dispone. Por il- timo, en toda la historia humana, Ia actividad cognitiva se ha visto en interacciones a la ver complementarias y antagonistas con la &ti= a, el mito, la religion, la politica, y el poder con frecuencia na con- ‘wolado al Saber para controlar el poder del saber: De este modo, todo evento cognitive necesita la conjuncién de procesos energéticos, eléctricos, quimicos, fisioldgicos, cerebrats, existenciales, psicoldgieos, culturales, lingtisticos, légicos, ideales, individuales, colectivos, personales, transpersonales e impersonales, 4ue se engranan unos en otros. El conocimiento es sin duda un fe- némeno multidimensional en el sentido de que, de manera insepa- rable, ala vez es fisico, biologico, cerebral, mental, psicolégico, cul- tural, social La ruptura Ahora bien este fenémeno mulifimensional es roto por la mi ma otganizacign de nstro conocimiento, enc eno de auestracul- tira; los saberes que, unidos, permitiran el conocimiento del cono- Cimento, se balan separados¥ parelados De hecho, la grandisyuneion entre cencia y flosfia ha prove ado una esesion entre el esprit yel cerebro, dependiendo el pri mero dela metaisiay l segundo de ls ciencias naturales, y, ade- Ib, 1s tabicamientos dsepinaes han separadoy dispetstgo "en las elencieas isin a informacion, la computacion, la in- teigensia artifical we las cencias biologicas: el sistema nervioso central, a fld- sénesis yl ontopensis dl corebro: nis ciencias humanas: a linglste, la psicologia copii va las diferentes psiclogias (que no $e comunican entre sau in Ey cluso se excluyen unas a otras), los diferentes psicoanslisis (la mis ima objecién), la psicosociologla, a aatropologia cultural, las socio— logias de la cultura, del conocimiento, dela ctencia, las historias de las culturas, de las ereencias, de las ideas, de la ciencia; en la filosofia: la teoria del conocimiento; ~ entre ciencia y filosofia: Ia Logica, Ia epistemologia A lo cual hay que atfadir el continente n0 reconocido, inexplo- rado, la noosfera, donde el conocimiento se organiza en sistemas de ideas (teorias, doctrinas), y que necesita una ciencia nueva: la noo: logia. ‘Cada uno de estos fragmentos separados ignora el rostro global del gue forma parte. Sélo en los iltimos afias ha comenzado a pro- ducirse un reagrupamiento, en nuestra opinion todavia parcial (¥ volveremos a ello) entre las cognitive sciences o ciencias de la cog- nicion, La patologia del saber Dificilmente nos damos cuenta de que la disyuncién y el parce- lamiento de los conocimientos no sélo afectan a la posibilidad de un conocimiento del conocimiento, sino también a nuestras posibil ides de conocimiento acerca de nosotros mismos y el mundo, provo- cando lo que Gusdorf denomina justamente una «patologia del saber En efecto, la reflexién filoséfica apenas se alimenta ya de los co- nocimientos adquiridos por la investigacién cienific, a cual no pue- dde ni reunir sus conocimientos ni reflexionarlos. La rarefaccién de las comunicaciones entre ciencias naturales y ciencias humana, la dis- ciplinariedad cerrada (apenas corregida por Ia insuficiente inter- disciplinariedad), el crecimiento exponencial de los saberes separa- ddos hacen que cada cual, especialista o no, ignore cada ver més el saber existente. Lo més grave es que semejante estado parece evi- dente y natural. Como vivimos la época mas exaltante sin duda para el progreso del conocimiento, la fecundidad de los descubrimientos, la elucidacién de los problemas, dificilmente nos damos cuenta de aque nuestras ganancias inauditas de conocimiento se pagan con inau: sditas ganancias de ignorancia. Como la Universidad y la Investiga cid son los refugios naturales de la libertad de pensamiento, tole ran desviaciones cinconformismos, y permiten las tomas de concien- cia de fas mismas carencias universitarias y cientificas, se olvida que produces la mutilacin del saber, es decir, un nuevo oscurantismo. El nuevo oscurantismo, diferente de aquel que se estanca en los ignaros recovecos de la sociedad, desciende de las cimas de Ia cultu- 1. partir de ese momento. Se actecienta en el corazén mismo del saber, al mismo tiempo que permanece invisible para la mayor parte de los productores de este saber, que siguen ereyendo obrar como ilusteados Peor ain: no sélo son las ventajas, sino que también los males especificamente modernos (superpoblacién, polucidn, degradacin ecologica, aumento de las desigualdades en el mundo, amenaza ter- monuclear),resultan, como dice Wojciechowski (1978), inseparables de los progresos del conocimiento cienifico. Ineonscientes de lo que la ciencia es y hace en la sociedad, los cientificos se sienten incapa ces de ontrola los poderes sojuzgadores odestrutorssurgidos de Asi pues, es un mismo proceso el que efectta as mayores haza- fias nunca realizadas en el orden del conocimiento, produciendo al mismo tiempo nuevas ignorancias, un nuevo oscurantismo, una nue va patologia del saber, un poder incontrolado, Este fendmeno de doble rostro nos plantea un problema de civilizacion crucial y vital Empezamos a comprender que, al mismo tiempo que es totalmente ddependiente de la interaccién entre los espiritus humanos, el conoci= ‘miento escapa a ésios constituyendo una potencia que resulta extra fia y amenazadora. Hoy en dia, el edilicio del saber contemporaneo s leva como una Torre de Babel que nos domina en luger de do- La crisis de fos fundamentos {Al mismo tiempo que edifica una vertiginosa Torre de Babel de los conocimientos, esto siglo efeeta una inmersion ms verti sosa todavia en la cis de los fundaments del conocimieno. Lacrisisemper6 con la filosofa. Al mismo tiempo que seguia siendo plural en ss concepciones la filsola de la Epoce moserna se wo imate por na cals gu emi now a bis Fetorno del espestro dela certdumbre. En esta dialectic, el evento slave del siglo XIX fue Ta puesta en eis de la idea de fundamento. Despues de que la crtica kantanalertirara al entengimiento la po: sibildad de aleancr las wcosasen sin, Neasche anunci, de forma mucho mis radia, la ineluctabilidad del nismo: en el siglo XX, Heidegger piso en uda el fundamento de los fungamentos, la na turaeaa del ser, su indagacion se consagr a la problemstica de un sfundameato sin fondo. La ilosoliacontemporanea se dedita& partir de ahi menos ala consirucion de sistemas sobre fundamen. fos segurs que ala deconstruceidn generalizada y 1a radielidad de un cuestionanniento que relativiza todo eonocimiento, Por el contrari, en el curso del siglo ix y comlenzos del XX, la cienci no deja de verifier que habla encontrado el indubtabe fun Gamento empirico-logico de cualuier verdad. Sus teoras partian 2 ‘emanar de la realidad misma, via la induccién, Ia cual legitimaba las verificaciones/confirmaciones empiricas como prueba logica y las amplificaba como leyes generales. AI mismo tiempo, el armazdn l= ggico-matemético que aseguraba la coherencia interna de las teorias Verificadas parecta reflejar las estructuras mismas de lo real. En es- tas condiciones, un grupo de fildsofos y cientificos, deseosos de aca- bar para siempre con la palabreria pretenciosa y arbtraria de la me~ tafsica, se propuso transformar Ia filosofla en ciencia, fundando to- das sus proposiciones sobre enunciados verificables y coherentes. De este modo, el Circulo de Viena (1925-1936) pretendio fundar la cer tidumbre del pensamiento en el «positivismo légico». Una empresa correlativa fue levada a cabo por Wittgenstein en el plano del len- us, por Hilbert en el plano de a axiomatzacion de las tories cientificas, Ahora bien, de hecho, la purficacion del pensamiento por la el minacin de todas las escorias, impurezas e impertinencias result ser como una purga que hiciera echar hasta las tripas: el suefio de encontrar los fundamentas absolutes se hundié con el descubrimien- (o, en el transcurso de la aventura, dela ausencia de tales fundamentos. Encfecto, Popper demostr6 que la werificacion» no bastaba para asegurar la verdad de una teorla cienifica, De hecho, las teorias ve~ rifleadas se sueedfan sin que ninguna pudiera adquitir la infalibili- ddad para siempre. E, invirtiendo la aparente evideneia segin la cual la teoria cientifica aportaba la certeza, Popper revel6 que, por el con- trario, lo propio de la cientificidad de una teoria residia en el afa- libilistno» La insuficiencia de la verificacién implicaba ipso facto la insufi- cieneia de la induccién como prueba logica. Restaba no obstante, in cluso dentro de la éptica popperiana, la idea de que Ia logica deduc~ tiva conservaba valor decisivo de prueba y constituia un fundamen- to ierecusable de verdad. Ahora bien, este pedestal logic también se revelaria insuficiente Por una parte, los avances de la microfisica alcanzaban un tipo de realidad ante la cual desfallecia el principio de no contradiccidn. Por otra, el teorema de Gadel establecia la indecidibilidad logica en cl seno de los sistemas formalizados complejo. ‘A pant de ahi, nila verificacion empitica ni la verificacion 16- sgica son suficientes para establever un fundamento cierto del cono- Cimiento. Este se encuentra, de golpe, condenado a llevar en su co- razén una hiancia imposible de cerrar En ese mismo momento, lo real mismo entraba en crisis. Su sus- tancia propia queda desagregada por las ecuaciones de la fsica quin- tica, La particula dej6 de ser el ladrilio elemental del universo para convertirse en una nocién fronteriza entre lo concebible (la onda, et corpisculo, el quark) y Jo inconcebible, estando lo concebible a st ver sometido a una inevitable contradiccién entre los términos en 2 adelante complementarios de onda y de corpiisculo, de unidad ele mental y de inseparabilidad. Simultaneamente, el Orden impecable del Universo eedié el lugar a una combinacién incierta y enigmética de orden, desorden y organizacion. El cosmos se nos mosttd, en fin, en los aos 60, como el fruto de una inconcebible deflagracién es- tando su devenir sometido a una dispersién quizds irreversible, De tal mode que todos los avances del conocimiento nos acerean aun algo desconocido que desafia nuestros conceptos, nuestra logica, nuestra intligencia Brecha en lo Real, abriendo una hiancia inaccesible a Ia inteligi bilidad; brecha en la logica, que deja de ser apta para cerrarse de- ‘mostrativamente sobre si misma, por estas dos brechas, se efectiia ‘una hemorragia de aquello que sigue llamandose lo Real, y la pér- dida irreparable de los fundamentes de aguello que hay que conti- ‘auar llamando el Conocimiento, La erisis de los furdamentos del conocmiento cientfico se une por tanto a la crisis de los fundamentos del conocimiento filos6fico, convergiendo una y otra en la crisis ontoldgica de ia Real, para con: frontarnos wal problema de los problemas [.. el de la crisis de los fundamentos del pensamiento» (Pierre Cornaire), El Ser ha deveni- do silencio o hiancia. La légica se presenta agrietada. La Razén se interroga, se inquieta. Lo incierto fundamental se agazapa tras to- ddas las eertidumbres locales. Ya no hay pedestal de certidumbre. Ya no hay Verdad fundadora. La idea de fundamento debe zozobrar con la idea de analisis ditimo, de causa titima, de explicacion primera En lugar del fundamento perdido no esti el vaci, sino un «vaso» (Popper) sobre el que se elevan los pilotes del saber cientifico, un amar de lodo semantico» (Mugur-Schachter) a partir del cual emer- ‘ge Io concebible. Nila duda, ni la relatividad son eliminables ya. Este es pues nuestro punto de partida, que al mismo tiempo es ‘un punto de llegada historico (Io que nos plantea la cuestin de nues- tra servidumbre al lugar y al momento de nuestra investigacin)!. Partimas del reconocimiento de la multidimensionalidad del fen6= ‘meno del conocimiento, Partimos del reconocimiento de la oscuri- dad oculta en el corazon de una nocién esclarecedora de las cosas. Partimas de una amenaza que procede del conocimiento, y que nos Neva a buscar una relacibn civilizada entre nosotros y muestro co: rnocimiento. Partimos de una crisis propia del conocimiento contem- ordneo y que sin duda es inseparable de la erisis de nuestro siglo, En el corazon de esta atsis, ahondandola incluso, partimos del lo- ro final de la modernidad, que concierne al problema primero det Pensamiento: el descubrimienta de que Wo existe ningiin fundamen- {Que viaminareros de frente ene libro Siuente consagrade las condiciones ‘ura, soces © hstérca del conosmirat. % to cierto para et conocimiento y de que te ontiene sombras, onas AE omocimiento as radicalmenterelativo e inciento, el conoc- aniento del conocimiento no pucde escapar aestatelatividad ya esta iSMidumbre: Pero la duday la relatbidad no son solo corrosion, itisbien pueden llegar a ser estimulacion. La necesidad de relacio= tae etatvizar'e historizar el conoemiento no solo aporta cons Wlsiones y limitaciones, tambien impone exigeneias cogntvas fe- cundas De todos mods, el que el conocimiento no pueda estar seguro de ningin fundamento, sno signifies haber adguirido un primer co- ftocimiento fundamental! No nos initaria ello a abandenar I me- {ifora arguitectonica en fa que a palabra wfundamentow agquiere Un sentido indispensable, por una metafora musical de construccn {En movimiento que trasformara ens movimiento rust los cons- ttuyentes que laforman? no podriamos considera el eonocimiew- to del conosimiento tambien como consrucion en movimiento” IL. DEL. METAPUNTO DE VISTA Si no hay un fundamento cierto para el eonocimieto,evidente- mente tampocoTo ay par el conoetmiznto del conoeeat0, Ain mis, el comocimiento del conocimiento encuentta desde principio Une paradoje inelutable, Debemos parr, en efecto, del ogra ne- ative que nes han aportado conjuntamente Ia Ygica de Tarski y el ECorema de Godel En conformidad con ia logica de Tarski, un sit- tema semintico no puede explicarse totalmente asi mismo. Ex con Tormiad cone teorema de GO un seme frmalzad comple ono puede encontrar en si mismo la prueba de sv valdez. En re- men ning stern cogitivo podria conoeseexhastvamente nivaldarse por completo a partir de sus propiosinstrumentos de co- osimieno.e dec que ia senuncia sn eompltud ala exhaus- tividad es una condicion del conocimieno del conocimiento, No obs- tant la logic de Tarski as como el teorema de Godel nos dicen fue eventualmente es posible remediae la insficienciaautocogitiva de sitema eonsttuyendo un metaxsleme que pueda abarearloy Sonsideralo como sstera-objeo, ‘As las fla, fos prinpos, os pardmleos,e epetoro, a1 eica, los paraigmas que rigen nuestro conocimiento pueden con- fertese et ebjeto de examen para Un conocimiento de segundo gra. Uo (conocimionta refed a fos istrumentos de conccimiento).e ual dispone entonees de conceptos ques refieren a los conceptos ae categorias que se teieen als categories, te. Dado que tad reflexive, propia de nueteo expt, que permite que toda re presentacion, todo concerto, toda idea pueda convertrse en objeto posible de represestacin, concep, ides dada en fin la aptitude onorneatoGentlco para rata cbjevaments lo rganesy Pro Sesoh neuroerebrais qu conctoch tl conccincnb, pouemos consttir un conocimiento segundo de todos os Tenomencs ¥ do- tenis cogativen ¢ ncluo us spando ponsamieato ren (et achdenken rerio sl pesanicto, (Obtrvemon no absante ee el sonocimiento del conocimiento no puede sino permancer ene neo el engaj, del pensamie to, de a consclncia, No podria pretender elaborar aun verdadero Incialenguae (os lriguajsformalzadon come veremos, no pueden Constr an metalengsaje con relacion'muetro lengua) nun mtapensamieno,n una inetaconcensa, Por a apiud del coo- imuento para taarse como objeto a aptud del esi para con- siderase sf mismo permfeninstarat ia astena de metapuntos de ts sabre el concent, Se tata, po lo dems, sn duda de un stems de metapuntos de vt que ve halen vase constiuion desde hace alguns, aos. Después dela epintemolopa genética de Paget, que consti Youn noubleeturzo ds reardeulsion de los conecitientos ene tntmo sentido de un conocimiento del conocimiento,asistimos £m iby aloe 80-2 diversosreaprupamientos, rogavia incompletos de ‘Sencnscognivane (gus eescnnparueiarmente a picologa Cog nitia, la lingustia, a intelgenia arial, loge, St pasame dela nocion de cencias cogntvas(socacion de di ciplinas que conservan su soberana) slate, propuesta por San- Louis Le Moigne de sclenca del copnicion» (Genciasoberana qu fobernara aims dsplinas asocadas) cntoncese hard algo mas gut Flcita los ntercambios, se Megarha hacer el conocimiento tn ob- eto del conoemieno, Lacienes occidental efecuardentonces su) tia conguisa al invroducir el conocinientoen su objevoy en 80 ojetvida, Pero esta conga sera al mismo tempo ui drt pata el Conocniento ste siguiera tendo un objeto como ls demas Bn efecto el conocimiento no puede ser un objeto como los == iis yu ques lo que sve para conocer Ys demas obs 910 the ie te para conecers a ome, A paride ai comenzamos a vr lo gue va a unr To que va a cigotar alas cencascopntivas, la cienia de la cogniiGn Yel co: norimiento del conocimento, Lo jue les une es la neeesidad de con: Centra todos ly conoimientosy objeivsreatives ls fendme- nor cognitive. Pero Toque les deena esque la lence Cogn thas paren desu propio esituo discpiinan, desu propio ead de adclano,insriblndose en los maros del enea norma. La Gienin de a cognicon, por su parte, todavia nose ha constitu, instiuido, no Sabemos's se inclinar del tdo de las enlas noe males os spear la problematcacompleja ropa Gel conodmien- to del conccimieno. Ente, como aeabamos deve, mplica en mis: 26 ma formulacién la problematica de la reflexividad y no puede ex: Cluir al que conoce de Un conocimiento que al mismo tiempo es sw Conocimiento, No solo parte de los logros de las ciencias cognitivas, sino también de las exigencias fundamentales que no entran en el ‘marco de estas ciencias, Enunciémosias. 1. La apertura bio-aniropo-soctolégica ‘Como s¢ indicd al comienzo de este prefacio, el conocimiento no es insular, es peninsular y, para conocerlo, es necesario volverlo a tonir al continente del que forma parte. Por ser el acto de conoci- imiento a la vez Biolégico, cerebral, espiritua, logico, linguistico, cul- tural, social, historieo, el conocimiento no puede ser disociado de la vida humana ni de la relaci6n social. Los fendmenos cognitivos de- penden de procesos infracognitivos y ejereen efectos ¢influencias me- {acognitivas. Por ello debe tomar consciencia el esprit de las con- diciones no espirituales de su existencia asi como de las consecuen- ‘as no espirituales de sus actividades. Es dificil ver cémo aislar el ‘campo del conocimiento si precisamos concebir las condiciones bio- lantropo-socio-culturales de formacién y emergencia del conocimien- to asi como los dominios de intervenciOn e influencia del conoci- ‘miento. Finalmente lo que se halla implicado y reproblematizado en ¥ por el conocimiento del conocimiento es cualquier relacién entre el hombre, la sociedad, la vida, e! mundo. ‘A partir de ahi, el conocimiento del conocimiento no puede en- cerrarse dentro de fronteras estrictas. Peto tampoco puede dilatarse Y dispersarse en los innumerables conocimientos que pueden escla- Tecer la relacién antropo-bio-cosmologica. Para el conocimiento del conocimiento existe, pues, un doble imperativo contrario de apertura Y cierre, que no podria encontrar una solucién a priort, y que nos “bligard a navegar, de manera permanente, entre el riesgo de una Clausura asfixiante y el de una disolucién en los problemas mas ge- nerales y los conocimientos mas diversos. 2. La reflexividad permanente clencia + filpsofia El origen filoséfico del conocimiento del conocimiento El esfuerzo por encontrar un fundamento del conocimiento no hha dejade de preocupar a la investigacién flos6fica. Pero el cono- cimiento del conocimiento solo emergié como problema fundamen- tal con la «revolucién copernicana» de Emmanuelle Kant que hizo del conocimierto el objeto central del conocimiento. La reflexividad kantiana efectia una objetivacion fundamental de Ia actividad cognitiva, que se convierte entonces en el objeto de un conocimiento de wsegundo orden», eonocimiento que se reficre al conocimiento, al establecer principios que se refieren a los princi Pios y categorias que se refieren a las categorias, A partie de ahi, un metapunto de vista permite examinar las condiciones, posiilidades y limites del conocimiento, ‘Como cualquier gran filosofia, el kantismo deja un mensaje de ‘miltiples rostros, del que conservaremos tres caras. La primera en= cierra al conocimiento dentro de los limites infranqueables (va que ‘no podria aprehender las «cosas en sis, sino Unicamente los afend- ‘menos»)*; la segunda nos revela la unidad indesgarrable de las po sibilidades y Yimites del conocimiento, ya que son nuestras estructu- ras mentalés las que, al limitasla a ésias, permiten nuestro conoci ‘miento de los fendmenos; la tercera le abre al sonocimiento un cam- o nuevo y privilegiado, el de las estructuras del conacimiento; si no demos conocer mis.que tna realidad exterior de segunda calidad, demos al menos conocer una realidad interior de primera calidad, la de la organizacién de nuestro eonoeimiento De ta filosofia a la ciencia El problema de las posibitidades y limites del conocimiento.ha dejado’ de limitarse desde hace un siglo al terreno dnieamente filo. Sélico, como lo indican los desarrollos de las neurocieneas, las psc Cologiascognitvas y, en sus contexts propios, las historias y Sogio= Togias del conocimieoro De hecho, al mismo tiempo que desplazindolas, y renovéndolas, las investzacionescentifieasrelativas al conocimiento vuelven a en. contrat el problema planteado por Kant y, mis alli, el problema fi loséfico clasico de la relacion entre cuerpo/cerebroy expinta, Nos éncontrattos por tanto en tersitorio cientico sin abanconat el cue. tionamiento filosbfieo, No se trata aqui, como vamos aver, de re- pamtirelterstorioo reservar una esfera inviolable para la fiosota El conocimiento del conocimiento debe llegar a ser. con toda legit. dad, clentiico acento por cent, a objetviar al maxim to os os fenémenos cognitives. Pero ai mismo tiempo debe y puede seguir siendo filosofico al ciento por ciento. ’ te * Como se sabe, Kant sustrao el emo yel espacio det mundo eateror pata he- as sformas a prion dela sensibiidads Qu fe permite a esprit orate a "xperenciaIguainent sista de la cnusldady la find pare haces de las stoi dleeninzte& pars dea ncaa nena ya no pe co ‘over agullo que obedese a su poder orguntzador (et mundo de Tos enon Te Reatdad ens noumeno) i reutanaceecbe 2% Ciencia y filosofia (vy, mi ni) Se puede y se debe defiirfilosofiay ciencia en funcién de dos polos opuestos del pensamiento: Ia relleién y la especulacion para Telosotia, la observacion ¥ la experiencia para la eencia. Pero se- Tia vano creer que en la actividad cites no hay reflexién ni es- Deculacién, 0 que a filosotia desdeRa por principio la observacion $a experimentacién, Los caracteres dominant en una quedan do Ininados en Ia otra yvicevers. Y sta es la razdn de que no haya frontera enaturaly entre una y otra. Por To demas, el siglo de oro de ia expansion de una y del nacimiento de otra fue el siglo de los f- los6tossabios (Galileo, Descartes, Pascal, Leibniz) De hecho, como mus bien ha observado Popper, por separadas que esgn ho, cin= cia'yfilsofa dependen de la misma tradieion critica, c0¥8 PerPe {wesibn es indispensable tanto para la vida de una como de otra ‘Aun despace dela disyuncion entre cena y tosota, la comu- nicacion munca fue cortada dal todo, inicamente fue estrechada. Siempre hubo una rllesin filosfica sobre a cienca, renovada en cada generacion de manera original send la ilosofa evalitica an flosojona ia sitina en el tempo), sempre hubo algin lugar entre Jos fildsofos para el deseo de que Io osolia se convirira en el «sa- ber del saber clentifco, su conslenci de si, Mejor aun, ls cien- cias mas duras han suscitado desde su interior una veréaderaeflo- rescenciaflosfien, Paul Scheurer habla de una vuelta del pensa- Iniento especulativo en lis cencias exacas,Fstehabria comenzado 2 prinipios del siglo con Poincaré, Mach, Einstein, Born, Pal, He Senberg, De Broglie, Schrddinger, Schlick y eontina hoy eon Hol- ton, Bunge, Scheurer, Bohm, Wheeler, D'Espagnat, Costa de Beat- regard, Prigotine, Viger, Lévy-Leblond, Charon, Hoyle, Reeves, Carter, Chew, Capra, Nicolet, en biologia, Monod, Jacob, Li fia, Crick. De hecho las grandes cuestones cientifeas se han vel. to ilosoficas porque las grandes custionesHlosicas se han vuelto cients, ero si bien los cientifcos se convierten en flsofos salves, Jos fildsofos se iician salvajementeen as ciencia, el divorcio fu damental persist. Cuando a filosolfa intenta consttwinse como ce sia (con el modeio de la ciencia eaxica), como ocurrd con la co- friente del Cireulo de Viena, enace el corte fundamen entre est flosofiacientfcista y objtivista que ha perdido la problematics fie losatca, y la otra flosofia,que'se concentra tanto! mas (Se cierra) sobre la intuicidn, la experiencia interior, la eflexién, la especula- 4 Hyppoie, Figures dla pense phlosophigue 1, Pars, PUR, 197, ci6n, Asi, la filosofa sigue siendo impoteme para conebit la filo- tof Es cierto que ente las dos no hay fronteras, pete steno ‘man’s tan de los problemas cave gue justamente son les problemas omuncsy los problemas de comunication dejados en barbecho En el estado actual, la filesfia po sl soa la cenca por sola son inufcients paraconocer el eouocimiente. Boutgignan ice mus justamente que 1s filxotos ya no peeden pretender tar por sac tos los problemas del espn: y Wojcechowsk, que el conoelmien. to ha dejado descr un problema sblo ara ilssofos Pet hay te alidir que tampoco podemos dejar qué el conocimiento se dasoguc atte las concepeions Teductora gue segega cade doplin (i Giendo del conocimientoe celogo in producto social, 4 puedo. 0 un producto pscogico, el neutocentice un puro y Simple prc dicto el cerebro). Vista la malidimensionaliad de os caracieres el conocimientoy la complejidad de los problemas gue ete plan. te, ex necesaro electua el if didogo entre atten sje ‘a yl conocimiento obtivo, No es nuestra ntenion en abvouto elaborar ninguna metaciencia ni metalsotia (Ja hace mucho que se ha.intemado wuperars la flosofiacon una pseudocincia yc, cia con una pobre fosfia), Mis ben intenatemos acloay ene tte/con/por/conira a filosofiaexangUe y la cienca lca contra fa anemia de una y la plétora de otra, contra su clausura muta, cor. tra las eareneias o mutlasiones que de ella resultan, con Ins ieudes intemplazables dela actividad clenlen (insatiable prospeccin en eluniverso desconotdo, dislogo apetado con los enters Neve tflacions/ refutation’); con la virud iremplazable dels ate dad filovic (a union dela tefleniony dela especulacton, con volunta persistent denosacifica la dbjetvidad ala eopeoaacon, de no sacifiar la reflexion ala operaionalidad Si bien la mirada fiesiea procure istantiamiento necesario para considera la ciencia, la mirada cenfica procure dstancie. Imiento necesario para considera a flosoli: For ello st daioeca binocular podria procurar el nuevo distanciamiento que nos tease eesanio pata considear el conocimiento. Este distanctamiento rena 6! de un pensamiento ala stura dela compleidad dela mui mensionlidad del problema 3,4 partir de ah eniayfilosota pos rian mostrarsenos como dos caras diferentes y complementara de Jo mismo: el pensaminto, Por lo que yo avanzaré, no s6lo en la intriz de una y ota, sino mantenindo una comonicacién rtativa de una 9 ota No secon. cede ningin visado para tales cites, y cuanto mis se proprea ‘mas se transgrede, . 3. La reintegracién del sujeto Mientras que las ciencis «normale», inciuidas las cognitiva, se fundan en el principio dsyuntive que excuye al sueto(agul, el que onoce) del objeto (ag, el conoelmionto), es decir exslye al que Canoce desu propio eonccimiento, el conocimiento del eonocimien- to debe aftonta la paradoja de un conociniento que no st Peo- io objeto porque emana de un sujet P Como dice von Foerster, precsamos no slo una epistemoloaia de los sistemas observados, sino también una epstemologia de fos Sistemas observadores» (von Foerster, 1980, pig, 17). Ahora bien, ioe slstemas observadoress son sistemas humancs gue también de- ten sr concebidosy comprendidos como sujeton. ¥, en cl caso de nuesro estudio, neststamo recurc al ao-examen y ala auto-t- flexi6n para intentat considerar de manera critica mucstro lgat, nuestro Extatus, mejor peor, nuestra penne Es ecesario por tanto que eintegremer yconcibamos a gran oF vidado de las ciencias de la mayoria de las epistemologias y gue afrontemos, sabre todo agul el problema en muestra opinion ina barcabe dela relacionsujeto/objeto. En absolto se ata de caer en el subjtivismo: anes al contrari, se trata de alrontar ese pro- blema complejo ene que e sijelo del conocimiento se converte en ajeto de s conocimiento al mismo tiempo que sige siendo suelo Fs certo quc el sjeto de la metafsea es inasmilable por una cienciaobjetiva. Per ereomos haber mostrado que era posble de- finr y fundar una nocion objetiva del sujeto (El Método Tl, pig tas 11-299), A parte de ah, podemos introduc el sujeto del eo- ‘ocimiento coma objeto de conocimicntoy consierar objetivamen- tee eareter abjetiv del conociniento, Elsujeto aut reintegrado no esl Ego metaisico, fandamento y juez supremo de todas las cosas, Es el sujeto viviente (lt. pls nie .48), aero, aie, came, mot, emacs Si propiafinitd. Nocs portador de la consleneasoberana que as- Giende los tiempos y los expacios introduce, pore! contario, la his- tortalidad dela consciencia (tr. pig, 235). 4, La reorganizacién epistemolégica u de vista antagonista es decir, considerar ala vez las ciencias cogni- tivas como objeto de la epistemologiay la epistemalogia como ob- jeto de la ciencia cognitiva, Itentaremos estableer por tanto una relacién recutsva entre los dos puntos de vista, a fn de acceder al ‘etapunto de vista del weonocimiento del conocimiento», cosa que debierallevarnos no solo a integrarel punto de vista dels cencias cognitivas «superindolo», sino igualmente a abrir ¥ complejizar el Punto de vista epistemoldgicot La epistemologia compleja tended una competencia més vasta que lacpistemologia clasca, aunque sin disponer no obstante de fun- damento, de puesto privlegiado, ni de un poder unilateral de con- trol. Estard abierta ante un cierto miimero de problemas cognitivos clave ya Suscitados por las epsteologias bachelardiana (la comple jidad) y piagetiana (la bialogta del conosimiento, la articulaciOn en- {ee logica y pscologia, el sujetoepistémico). Se propondré examinar 2o solo los instrumentos de conocimiento en si misimos, sno tam bin las condiciones de produccion (newrocerebraes, socidculturaes) de os instruments de conocimiento. En este sentido, el conocimien- to del conocimiento no podra prescindir de los logras y problemas de los conocimientos cientificas relativos al cerebro, la psicologia cognitiva, la inteligencia artifical, la socologia del conocimiento, et cbtera, sino que étos, para adguirir sentido, no podran prescindie de a dimension epistemological conocimiento de los eonstituyen- {es bioldgicos, antropolégieos, psicologices, cuturales del conoci- tniento no podria verse privado de un conocimiento de segundo gra- do reterido a este mismo conocimiento Desde el momento en que la epistemologiaabierta se interese por Jos resultados y problemas de las ciencias relatives al conocimiento, experimentaré la influeneia de estos resultados y problemas, exper ‘mentar& por tanto la retroaccion de las instancias que ella conteola Yaue, por este echo, a controlaran. Una vez mas, el conocimiento del conocimiento depende de conocimientos cientticos multiples ¥ dispersos, pero la validez de estos eonocimientos miltiples y disper son depend del conocimiento del eonocimien ee Sila epistemologia compleja tomara forma, no consttuiria una revolucién copernicana, sino una fevolucion hubbleena en epistemo 7 Revordemos quel pstmologia lisa se dedi a examen vio de las com sicions metodes del conocimieno ientica: examina a valle de ins formas de fxplicacbn a petienca de las elas Wea de ielerenca, ny condiciones det frac de ios Eanceptosysimbolos. Aungue se ign a examina los sesuitadon. ex ‘ec los conacnentos antics ens amos ests epstemolona se propane come {ebunal exterior superar de In cenein,apto para emplaari en casas por sila: tion de as regis. Semejante epbtemolagadipane ‘de unfundamentoindubiabi (a sonnenta gia de on puesto peg — Ge on fonts eo controlado sobre el saber. logia. Hubble mostré que el universo se hallaba desprovisto de cen- tro. La epistemologia compleja se halla desprovista de fundamento, Ia idea de epistemologia sin fundamento ya fue avanzada por Res- cher. En lugar de partir de los «enunciados de base» 0 «protocola- rios» que, en la vision del positivismo logic, le proporcionaban al onocimiento un fundamento indubitable, Rescher considera un sis- tema reticular cuya estructura no es jerirquica, en el cual no hay nin- sin nivel que sea mas fundamental que los demas®, Nosotros acep- amos plenamente esta concepeién afadiéndole Ia idea dinémica de recursividad rotativa, De este modo, se comprende la revolucién me- tacopernicana que se impone: la epistemologia no constituye el cen- tro de la verdad, debe gitar alrededor del problema de la verdad pasando de perspectiva en perspectiva y, esperémoslo, de verdades parciales en verdades parciales... En y por esta rotacién, y vamos a Yerlo, es por donde se puede intentar efectuar una rearticulacién/ reorganizacién del saber, asimismo inseparable de un es{uerzo de re- flexion fundamental, ‘De golpe, el conocimiento del conocimiento no puede sino vol- verse meta-pan-epistemologico, Metaepistemologico: supera los marcos de la epistemologia cli- sica al mismo tiempo que la incluye. Ademis, aunque crucialmen se interesa por el conocimiento cientifico (el iltimo libro de El co- nnocimiento del conocimiento se reecira precisamente al conocimien- {o del conocimiento cientifico), interroga eanocimientos distintos de los cientificos; aunque se inscribe en Ia aventura vocidental del co- nocimiento, no podria, en su principio, cerrarse a los conocimaientos distintos de Jos occidentales; aunque se sitia en el punto de vista de la racionalidad, no puede rechazar como no conocimientos los co- nocimientos no racionales, En suma, por mantener abierta perma- nentemente la problematica de la verdad debe considerar cualquier conocimiento que se crea verdadero, cualquier pretension de cono- cimiento, cualquier pseudoconocimiento, es decir, también el error, Ia ilusion, el desconocimiemt... Panepistemologico: la epistemologia compleja no podria estar suspendida por encima de los conocimientos. Por el contrario debe integrarse en cualquier andadura cognitiva que, hoy como nunca, tenga la necesidad legitima, como vamos a ver, de reflexionarse, re- ‘conocerse, situarse, problematizarse 5. El mantenimiento de la interrogacién radical El conocimiento del conocimiento, por su parte, no puede sino volverse a encontrar y enfrentarse con la cuestion inicial de un co- Reacher, Comite Stematsaton, Oxford, ache, 1979 B nocimiento desprovisto de fundamentos. Ademés, vuelve a encon- trarse, a su nivel, con el problema de la impotencia de cualquier sis tema cognitive para inclurse, concebirse, explicarse y probarse a si ‘mismo de manera exhaustiva, Elconocimiento del conocimiento esté marcado, pues, desde el co- rmienzo, por una doble imperfeccién, una primera y otra iltima. Es imposible fundar y acabat no s6lo el conocimiento, sino tambien el conocimiento del conocimiento, el conosimiento del conocimiento el conocimiento, y esto a infinite Pero sigue siendo legitimo intentar escapar ala alternativa entre el escepticisino generalizado por una parte y la mirada de conoci- aientos dispersos por el otto, entre el ignorantismo y el oscuran- tismo, 6. La vocacién emancipadora El comocimiento, que depende de condiciones fisico-bio-antropo- socio-culturo-historicas de produccién y de condiciones sistémico- lingUistico-paradigmaticas de organizacion, es aquello miso que permite tomar coneiencia de las condiciones fisicas, bioldgicas, an- tropoldgicas, sistémieas, linguisticas,logicas, paradigmaticas de pr duccién y organizacion del conocimiento, De lo que se sigue que ‘cuanto més las Conoce y las comprende, mis capaz es, reconociendo precisamente las servidurabres que pesan sobre la investigacion de lo verdadero, de dedicarse mejor a la isqueda de lo verdadero, cemancipdndose relativamente con ello de sus condiciones de forma La biisqueda de la verdad sobre el conocimiento no puede sino contribuir a a biisqueda de la verdad por el conocimiento, y, en cier= to sentido, forma parte de esta biisquea. Todo aquello que podri mos diagnosticar como fuente de errores, de insuficiencias, de mu- tilaciones de pensamiento, tendera a tepercutir en la conducta de nuestro propio pensamiento y en ef ejercicio de nuestro propio co- rhocimiento. Me sacprendié ver como la redaceién de este trabajo ha- cig surgir sin cesar el problema del bien pensar. En ese sentido el ‘conocimiento del conocimiento podria ser una incitacién a bien pe sar (es decir, a no ser Bien-pensant). De todos modos, en la crisis de los fundamentos y ante el desa- ‘fio de la complejidad de to real, rodo conocimiento necesita hoy re- ‘flexionarse, reconocerse, situarse, problemauizarse. La necesidad le- isitima de todo aquel que conoce, en adelante, dondequiera que esté Y quienquiera que sea, debiera ser: no hay conocimiento sin conoci- imiento del conocimiento Por ello, el conocimiento del conocimiento no podria constituir ‘un dominio privilegiado para pensadores privilegiados, una compe- M tencia de expertos, un lujo especulativo para filsofos: es una tarea histérica para cada uno y para todos, La epistemologia compleja de~ beria descender, si no a las calles, al menos a las cabezas, aunque esto necesita sin duda una revolucién en las cabezas, UI, La AVENTURA El cabii y la resignaciin No basta con indicar ls necesidad. Es preciso que sea posible res- ponder # su ifamada. Mi empresa, tal como yo la he considerado, exige, en el estado actual de dispersion, de desmesura e inconmen- surabilidad de los saberes, no s6lo una capacidad exploratoria que rebase las posibilidades de un individuo, sino también aptitudes para la sintesis y la invencién de pensamiento que rebasan mis posi éades personales. Pero, hay que distinguir entre verdadera y falsa imposibilidad. La verdadera se desprende de nuestros propios limites. La falsa se esprende del Tabi ¥ la Resignacion, El Tabi es impuesto por las perversiones de la organizacion dis- ciplinaria del conocimiento, De este modo, a la mayoria de los es- pecialistas les resulta evidente que nadie ademés de ellos mismos es ccapaz de reflexionar sobre sus trabajos. Ahora bien, hay que distin- Buir entre el dominio de la competencia operacional del investigador y el dominio de los problemas y reflexiones que pueden suscitar sus investigaciones. De este modo, por herméticas gue hayan sido sus elaboraciones tedricas, sus cileules o sus dispositivos experimenta- les, los Einstein, Planck, Blohr, Heisenberg suscitaron ideas sobre Ia naluraicza de la materia, de la realidad, del tiempo, del espacio, que cconciernen a cualquier interrogacibn cotterporinea sobre el univer- 'S0'y que son asimilables fuera de su disciplina, siendo la prueba de ello el que estas ideas hayan sido expuestas a los no especialistas y ofrecidas, por estos titanes de la ciencia, a la meditacion de cual- uier espiritu curioso, ‘Ademas, nos esta petmitido constatar que los desacuerdos inau- ditos entre especialistas de una misma diseiplina desbordan las par- ticularidades de la diseiplina porque ellos mismos han surgido de [os debates Clasicos entee ideas Hlosoficas o postulados metafisicos. Asi ‘ocurre con las opasiciones entre fisicos y biblogos sobte el azar y la necesidad, que desde una luz nueva y necesaria, vuelven a encon- trarse con un fondo tradicional de problemas. Lo mismo ocurre con la oposicion espiricu/ cerebro, que constituye el problema crucial de este libro primero. Un Eceles y un Changeux, expertos ambos en neu- rociencias, tiene dos puntos de vista opuestes sobre el espiritu, el p mero seguro de que ho es reductile al cerebro, el segundo conven- 8 cido de su inexistencia, Ahora bien, el problema de la realidad o invealidad del espirtu, si es que puede y debe ser aclarado por las neuraciencias, no se deduce del examen del cerebro, sine que depen- de del examen de estos eximenes por una reflexion fundamental Las practicas dependen dnicamente de los especialistas. Pero sus ideas pueden y deben ser las ideas de todos. Es una perversion en- cerrarias en el laboratorio en lugar de iluminar su discusién en el foro. Debemos reivindicar el derecho a tratar los problemas clave ‘que se desprenden de los desarrolioscientificos, evidentemente a con- dicin de evitar la extrapolacién ireflexiva, a taicién seméntica, descontextualzacin impiidica, 1a palabra emétodo» El Conocimienterdel conocimiento constituye el tercer y tltimo tomo de EI Método y comportari tres vollmenes. {Es preciso recor- dar aqui que la palabra «método» en absoluto significa metodolo- ssi? Las metodologias son guias a priori que programan las inves- tigaciones, mientras que el método que se desprende de nuestra an- dadura sera una ayuda a la estrategia (Ia cual comprenderé itilmen- te, ¢s cierto, segmentos programados, aunque nevesariamente com= portaré el descubrimiento y la innovacin. El fin del método, aguf, es ayudar a pensar por uno mismo para responder al desaflo de la complejidad de los problemas. Los dos pri- meros vollimenes de £1 Mérodo ya comprendian en s{ el problema del conocieniento del conocimienio. Al trata el eonocimiento fisico ¥y el conocimiento biolbgico, ya abordaban la fisica del conocimien- {0 (EI Método 1)y la biologia del conocimiento (EI Método 2). Aun més, ambos constituian un esfuerzo hacia un conocimiento de se- gundo grado. De este modo, los titulos la Naturaleza de la natura- lesa y la Vida de la vida, constituyen juegos de palabras que expre- san la voluntad de unir el primer nivel de los conocimientos, el de las ciencias referidas a los #objetos» fisicos y biolégicos, aun segun: do nivel reflexivo sobre los conceptos e ideas de estas ciencias. EI Conocimiento del conoeimiento es un titulo que nos conduce al nu- cleus mismo de nuestra empresa reflexiva enfrentandonos a esta pa- radoja clave: el operador del conocimiento debe convertise al mis ‘mo tiempo en objeto del conocimiento El conocimiento del conocimiento se nutre principalmente de los conocimientos cientificos, consagrndoles una atencion privilegiada, Porque son los Gnicos que saben resistir a la prueba de la refutacién, 36 suministrando de este modo datos relativamente seguros acerca del feonocimiento del conocimiento, Pero se esfuerza en pensar y relle ionar los conocimientos cientificos auto-elaborindose como episte mologia compleja Se podria decir que el método que nos guia para claborar laepis- temologia compleja es ese mismo que resulta de a epistemologia compleja. Hay una paradoja que puede comprenderse cronologica- mente. Yo redacté con un movimiento continuado en 1973-1976 el conjunto de fo que deberia llegar a ser los tres voliimenes de EY Mé- todo: de hecho, El conacimiento del conocimiento, dtima part, iba fa retroactuar sobre la nueva redaccién del primer y segundo volu- men, que a su vez etroactuarian sobre el terero, convirtiéndose cada lino en fuente, motor y fin del otro, De este modo, efectivamente, el método se autoprodujo. La ne- cesidad de hacer que se comunicaran los conocimientos dispersos para desembocar en un conocimiento del conocimiento, la necesi- ddad de superar alternativas y concepciones mutilantes (que disjun= tan 0, a la inversa, unifiean abusivamente), todo esto contribuyé a la auto-elaboracién de un método tendente al pensamiento menos ‘mutilante posible y a la mas consciente de las mutilaciones que ine- vitablemente opera para dialogar con lo real. ‘Los conocimientos sobre el conocimiento se hallan en un estado de avance totalmente desigual y, en lo que concierne a Jo mas im- ortante — como la organizacién del cerebro, la naturaleza del espi- itu, la relacién cergbro — espiritu la posibilidad de una sociologia del conocimiento--, no nos halla- ‘mos sino en los primeros balbuceos. En lo esencial, nos hallamos en el linde de continentes desconocidos, linde que nuestro modo de co- rnocer hace que todavia seamos impotentes para coneebirlos Y éstaes la razon de que, incapaz de asegurar la exploracion ex- hhaustiva del terreno, consciente de las incertidumbres y de los des conocimientos, y asumiendo plenamente el desafio del spensamiento complejo», necesariamente haya recurrido yo a una estrategia de Blietzkrieg. El ataque cognitivo se dirigié a lo que es juzzado como rnudos de comunicacién, problemas clave, saberes decisivos, y prac- tic6 el wtorbellino» como se dice en futbol, por permutacion rapida del dispositive de avance con vistas a busear un boquete. Como una ‘gran parte del terreno no ha sido rastrillada, hay un enorme riesgo de equivocarse en los problemas clave, las verdaderas cuestiones, las buenas vias de comunicaci6n, las informaciones fiables, Desde lue- 20, intento precaverme del riesgo sometiendo mi manuscrito, en sus diversos estado, a crticas eompetentes. Pero no por ello quedan eli- ‘minados los riesgos. ”

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