LA DICOTOMIA HECHO / VALOR
* Suele sostenerse que le ciencia no formula v
limitindose a informe a formar sobre Tos 1 Techos: ave que dice Taye eh
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partida por casi todas los axidlogos, por el positivismo juridico
¥ por sabios eminentes que han tenido inquietudes éticas, tales
como Poincaré, Einstein y Russell ?. Veamos qué.tiene de
. Bn primer lugar, es verdad que las ciencias formales y
Jag naturales no se ocupai de-Waloee en parichlors 1a Hao"
demi tiencia de Ta neturleza a diferencia de la anUyu
r fieval. no ve en Ja naturaleza -objetos intrinsecamente_
. ¥valiosos 0 disvaliosos lo“tanto, ‘no_inventa_jerarquie
BOT renta | .
del serene tee qe-cade grate BUI ‘su_proximidad
St _Sumo~ Bien, “Pero ai Tes cichcias de la naturaleza son
axiologicamente neutrales, gocurre Jo mismo con las cientias,
el hombre? Acaso la valoracién ‘misma, como forma de la
1 Hort Poneek, Derren pensies (Puri, Flmgnvion, 1913), eo
YB Berwin Run Regon sod Stren altentey Prem
-conducta humana, no es objeto de estudio de la antropologia,
de tw psicologia y de la sociologia? Y, zde dénde salen los
valores sino del acto de evaluar?
En segundo lugar, 6s cierto que la descripcién, la teuriaa
cién, la explicacién y la prediccion cientificas son ajenas a Ta
Valteioe |-¥ Te no mUMORIS er ane palabee of comers —
‘el-conocimfento cientifico es axioidgica y éticamente neutral
'as0 Ta efencia se agota en sit contenido? ¢Acaso la des-
cripcién, teorizaciin, explicacién y prediccién cientificas no
rocuran satisfacer ciertos desi (verdad, claridad,
universalidad, etc.), Y algunos de los criterios que se emplean
en ciencin son cliTamente-narmatieis dices 1p que debe
“hacerse para conseguir determinados fines, y algunos de Toe
i ue of lenlcy realisa gue eatin
actos qi ientilico realiza gua cientifico son actos de valo-
rack jue a veces expresa explicilamente, come ocurre cuan-
do coteja hipttésis rivales*, ‘Santee ‘algunos ejemplos.
‘Una consecuencia del principio di conservacién de la
cs la ley fisica “No bay méquinas de movimiento
continuo (méviles perpetuos)”. Este enunciado nomolégico se
expresa a menudo en términos modales y pragmaticos; por
ejemplo, “No es posible construir un atitomédvil perpetuo”,
enunciado que puede Hamarse nomopragmatico*. De la ley
que firma le inedistencia de méviles perpetuos, y de la norma
general "No debe intentarse lo imposible”, concluimos de algu-
‘na manera que “No debiera intentarse’construir un mévil
® Para una critica de Ta ereencin de que Ia actividad cientfice os
‘signe a la valuacién, véase Richard Rudner, “The Scientist qua Scientist
Mikes Valuo Julgments", Pitlosophy of Science, 20, 1 (1953). BB.
~ Lindsay, “Entropy Conrumption snd Values "
Scientist, 47, 376 (1959), Paul F. Schmidt, “Ethical Norms in Slentifie
Method”, Journat of Piilasophy., 56, 644 (1959) y J. Bronowski, Science
‘aod Human Velues (N. York. Harper & Brothers, 1959)
® Mario Bunge, Le ciencia Su métado 7 su filoofia (Bs, Aices, Siglo
Veinte. 19691, cay
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Perpetuo”, Tal el consejo que damos al inventor que no sabe
fisica, ¢No es una norma? moral
‘ala_ciencia. Unos_pocos_ensos nos mos.
trardn fa relevancia que, en el mundo moderno —-a diferencia
de lo que ocurria en obs épocas— tienen las consideraciones,
‘cientificas (conocimientes y métodos) el mero planteo de cues
tiones. éticas.
‘Comencemos con un problema moral préctico: el trata
miento de los delincuentes, .Tradi¢ionalmente, enando un
individuo cometia una falta o trasgresién a determinada nor-
ma, recibia un castigo (desprestigio, prisién, muerte, ete.)
0 una recompensa (prestigio, dinero,-poder, etc.). Y el tamafio
de la pena. o del premio dependian del tamafio de Ja trasgre-
sién#/Asi, por ejemplo, si un esclavo mataba al amo que lo
tortureba, era penedo con la muerte, pero si un conguistador.
csclavizaba “o aniquilata a um gem rimero de eriemigas
inermes, era glorificade, En todo caro, toda vez que se traté
de apuntalar un sistema de normas se recurrté al castigo ya
Ia recompensa..
Durante “nvestro
rante, ‘lo, €I- Castigo tiende a ser sustituido
por Ja reedticacidn “fis at zt
3 0 psiqujta: (curaciin), social (énse-jianza de un oficio itil), moral (rehabilitacién), 0 de otro tipo.
Este cambio tan importante para la moral y su teorla se debe
en gran parte a la difusidn de la ciencia, a la comprensién de
que In mayoria de los delitos se debe a enfermedad, desajustes
sociales, injusticias sociales, 0 ignorancia, La ciencia del hom.
bre encuentra las raices del mal, pero es claro que no bast
el estudio cientifico del delito y de la manera mas eficaz de
prevenirlo: se necesité también la liberacién 0 duleificacién
de las costumbres. La ciencia puede sefialar Ja conveniencia de
mplanter una reforma social, pera alcanzar la satifaccion
de ciertos desiderata; puede indicar el camino pero no abrirl.
Solamente la presién de la opinidn esclarecida, la denuncia
Valiente de gente liberal e iJustrada, y aun la contribucién
de artistas como el autor de la Balada de la circel de Reading,
hhan logrado dulcificar el tratamiento de los delincuentes, y
esperemos que terminen por conseguir la abolicién universal
de esa vergiienza que se ama pena capital. Asi y todo, es
indudable que la ciencia esti en condiciones de_contil
ales y otros cambios sociales
Ta_ho-es solicient os necesaria,
“Ors Taso —éste ya’ tedrico— en que se pone.de mani-
to la necoridad de un enfoque cientifica de tos problemas
tedricos, es el de la libertad, Lo primero que haré el filésofo
que aborde cientificamente el problema tedrico de la libertad
“y en particular de la libertad moral-— seré abrir una picada
en la marafia verbal que envuelve a este asunto, tratando de
esclarecer los significados de los términos ‘libertad’, ‘nece-
sidad’, ‘ley’ y otros conexos. Comenzari, pues, por un andlisis
seméntico y° pragmitico. En segundo término, se preguntar&
siel problema de la libertad se presenta solamente en relacién
con los niveles superiores de organizacién de la realidad —como-
+ sostiene babitualmente— o si también se da en relaci6n com
niveles inferiores, Y, zqué sino cierto conocimiento de las
Ciencias fécticas puede suriinistrar wiia base seria a une onto-
logia de la libertad? Esto To sabian algunos estoicos, para
quienes la fisica era fundamento de la ética. Pero do han
olvidado los propugnadores de Ia autonomia de 1a ética, con ef
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resultado de que svelen sostener que la libertad es propia del
espiritu (si es posible con maydiscula), y esto porque ignoran,
fle la ciencin Fatica apoya la tess de que la Uibertad, enten
ida como autodsterminacin legal, ve da en todos los niveles
el ser”
El mismo desconocimiento de la ciencia suele Lever a los
éticos a creer que el bien, y en particular la Libertad, es ajeno
«Ja ley natural o aun se opone e ella, sin comprender que,
en ausencia de pautas estables y de la posibilidad de modifi
carlas (apoydndose en otras pautas), no puede haber iijacién
de fines ni relaciones constantes entre fines y_ medios, rela-
ciones legales sin las cuales no tendria sentido hablar de
oral, Ei ético que no reflexione al margen de la clencia
tomard muy en serio la relaéién entre la libertad, por una
parte, y Ia legelidad y la determinacién, por la otra, pro-
blema cuyo tratamiento requiere algin conocimiento de las
leyes naturales y sociales, No es por azar que un importante,
symposium recente bree tet contra con le colaboracién
listinguidos epistemblogos y cientificos y fueta titulado
“EI determinismo y 1a libertad en la época de Ja ciencia
Una comprensién defectuoen del problema de ly determi
nacién y de la legalidad puede conducir a extravios inspor-
tantes en el terreno ético, tal como el de sostener™ que et
relativismo cultural y la ética relativista que en él se
son indeterministas, simplemente porque Ia ética relativiste
nniega que haya una respuesta tinica y universal a un mismo
estilo moral. Para Tos enemigos de Je i relative,
todo hombre persigue su propio placer (como predica el hedo-
nismo), su juicio moral .seré indeterminado, én conduct
moral ser4 indoterminada #. Pero esté claro que la conduct
‘8M Maxio Bunge, Causality (Cambridge, Mase, Harvard University
Press, 1959), 7.1.6 7 "On the Connections among Levels", Ateidel X11 Cone
greasy Internationale di Filosofia (Firenze, Sanson, 1960).
4 Sidney Hook (cnpleor), tera and Preto i the Ape
of Science (N. York, New York University Press, 1956).
30 Abraham Edel, E:hicel Judgment (Glencoe, The Free Press, 1955),
p30,
31 idem, p. 34.
aPuede ser legal (en el sentido de conformarse a leyes nati
rales y sociales) sin por ello ser uniforme, La ley no exige
Ja repeticién de los sucesos sino la constancia de las relaciones
entre las variables en juego, Y en distintas sociedades se
Presentan distintas variables y, por lo tanto, distintas leyes
(expresadas en proposiciones que enuncian relaciones cons.
fantes entre variables). El relativismo cultural no acerrea
{a imposibilidad de toda ética como ocurre en cambio con el
indeterminismo— sino, simplemente, la tesis del condicinne-
Priento histérico-cuttural del mundo moral y, por consigu‘ente,
la tesis de la pluralidad de éticas en correspondencia con Ia
muultiplicidad de formas de vida social,
En rolacién con el mismo problema de la libertad, tam-
bign se preguntaré el fitésofo —como ya es tradicional-— qué
relacién tiene la volicién con otras categorias psicolégicas” si
€s espontinea o determinada, en qué medida depende de las
circunstancias y de la historia del sujeto, etc. Esta cuestién
de la posibilidad y del fundamento del libre albedrio 5 en
Parte un problema psicolbgico, esto ef, cientifico. Tampoco
Podré descuidar el fldsofo cientifico inguirir el statur logico
del problema de la libertad psicolbgica 0 moral. Si digo que
soy libre de ir a pasrar, es porque pucto prober qe. Je
haber decidido no ir a pasear, no habria ido, Primer problema
(metodoligico): gedmo podtiamos probar esta afirmacién?
Segundo problema ‘(légico): cqué clase de conectiva es la que
tne la‘clausula y el consecuente del condiciona} contrafactico
‘Si bubieta decidido no ir a pasear, no habria ido’? Se ha
mosirado % que el andlisis légico del problema de la libertad
de accién (potestas agendi) involucra el problema de los con-
trafécticos y de la relacién voluntad-accién, que es asimétrica
¥ euye primer térming se da antes que el segundo, por lo cual
{a ‘teoria ‘deta libertad de accién presupone una teoria del
tiempo, :Cudntos son los éticos capaces de discutir con compe-
32 Hans Reichenbach, Moderin Philtophy of Science (Londres, Rout
Uedaw & Regan Pas 1959), capitan ViT'y WE
tencia 1a brillaste y controvertible elucidacién del concepto
de libre albedrio propuesta por Reichenbach?
La nueva ética, que se prefigura en los iltimos afios, slo
‘sti al alcance de quienes poseen conocimientos légicos y cien-
tificos modernes. “Problentas tradicionales y centrales de la
‘tica, tales como el de la determinacién y la libertad morales,
deben tratarse, hoy como ayer, sobre un fondo de conoci-
nientos cientifics, légicos y ontolégicas; hoy, con conocimien-
tos de la ciencia ‘de hoy y de la légica y de la ontologia
sientificas, Séle asi lograremos que el impacto de la ciencia
sobre la ética sea central ¥ beneficioso
38 Reichenbach, loc. cit, define asi la Libertad de sccién: “Une accién
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See ise DA Ren eee rene ae,
¥ ¥e divorcia por entero del problema ontoldgico de Ie
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