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PRIMERA PARTE DEL “APENDICE AL MANUAL DE PRACTICA FORENSE DE D. EUGENIO DE TAPIA”, ESCRITO POR ANASTASIO DE LA PASCUA Sumario: 1. Introduccién, 2. Prdlogo. 3. Tribunales de la Federaci6n. 4. Tri- bunales del distrito federal. 5. Tribunales especiales, 1. INTRODUCCION Tenemos el gusto de presentar la primera parte dei optsculo escrito por don Anastasio de la Pascua* en 1830, titulado Apéndice al Manual de Practica Forense de D. Eugenio de Tapia, que contiene una idea de los tribunales de la federacién y del distrito, y unas anotaciones dirigidas a acomodar las doc- trinas de dicha obra a nuestra actual legislacién, puestas también en didlogo e indicadas bajo el ntimero de capitulo a que corresponden, publicadas por la Imprenta el Aguila de don José Ximeno, de la ciudad de México. Hemos escogido precisamente Ja primera parte por considerarla la mas im- portante, pues en ella nos podemos dar idea de la organizacién del Poder Judi- ciat en la primera mitad del siglo xrx, materia harto desconocida en nuestros dias. Asimismo hemos considerado oportuno no incluir a Ia segunda parte, que es en la que el autor va haciendo una serie de adiciones al libro Practica Forense de Eugenio Tapia, con el objeto de ponerlo al alcance del ptiblico mexicano; no por carecer de interés, sino porque al no tener el lector a la mano lo que pudiéramos llamar la “obra matriz”, muy poco puede servirle esta segunda parte del apéndice. Como sefiala Alcalé-Zamora y Castillo” en esta época —siglo xrx— el de- recho procesal atravesaba el periodo de los prdcticos, en el que la disciplina no eta otra cosa més que la explicacién del enjuiciamiento a través de 1a Ha- mada “prdctica forense”,° en este periodo cabe encuadrar al célebre jurista En Ia portada no indica que Anestasio de la Pascua sea el autor principal del opisculo que comentamos, pero evidentemente se trata de él, pues en otra ocasién ya habfa hecho lo mismo con el Febrero novisimo del propio Eugenio de Tapia (infra nota #); ademés de que en el prélogo firma con las iniciales A.d..P. > Cfr. “Evolucién de la doctrina procesal” en Estudios de teorta general e historia def proceso (1945-1972), México, UNAM, 1974, tomo II, pp. 299 y 300. © Particularmente en los trabajos de Lucas Gomez y Negro: Elementos de prdctica forense, Valladolid, 1825; y Manuel Ortiz de Ztifiga: Practica general forense, Madrid, 1837. 388 CLASICOS DEL DERECHO espafiol Eugenio de Tapia“ el cual fue mexicanizado* en varias peasiones} por Anastasio de la Pascua, entre otras, en la obra que ahora comentamos. 2. PROLOGO Considerando la aceptacién con que se ha admitido el Manual de prdctica fo- rense de D. Eugenio de Tapia, para dar 4 los jévenes tas primeras nociones de los tramites judiciales, he creido hacer un servicio 4 la sociedad, acomo- dando las doctrinas de esa obra 4 nuestra actual legislacién; pues evito de este modo 4 los pasantes juristas el desconsuelo, de advertir que ya no est4 vigentc, Jo que con tanto afan estudian, é ignorar 4 Ia vez lo que se le ha sustituido. Por otra parte, con objeto de facilitarles el conocimiento de los tribunales estable- cidos por nuestras leyes, y proporcionarles la comodidad de percibir reunidas en muy pocas p4ginas, noticias que vagan en las colecciones de decretos, redacté Ja idea de tribunales que precede 4 las anotaciones. Si el piiblico disimula las faltas de que mi apéndice esté plagado, y los profesores se dignan corregirlas, obtendré una remuneracién mds que suficiente de mi trabajo. A.d. 1. PL IDEA DE LOS TRIBUNALES DE LA FEDERACION Y DEL DISTRITO Dos clases de jueces debemos considerar en nuestro actual sistema de gobierno: una, la de aquellos en quienes se deposita el poder judicial del gobierno general de Ja federacién, y otra la de los que ejercen este mismo poder en los estados, distrito federal y territorios, Nosotros solo trataremos, de los que indica el rubro; remitiendo 4 las constituciones y leyes de los estados, 4 los que deseen instruirse cn los tribunales que estos han establecido, para terminar hasta la filtima instancia dentro de su territorio, todos los pleitos que en é1 se susciten. 3. TRIBUNALES DE LA FEDERACION El poder judicial de la federacién reside en una corte suprema de justicia, en los tribunales de circuito y juzgados de distrito.” 4 Ademés de su Manual de Practica forense en forma de didlogo (Valencia, 1824), @ que se refiere el optisculo que reproducimos, es fundamental su Febrero. novisimo G* ed., Madrid, 1837). * Fenémeno de la primera mitad del siglo xrx, que consistia en editar Jas principales obras espafiolas, afiadiéndole aquellos aspectos propios del derecho entonces vigente cn México y suprimiendo Jo que nos resultase ajeno. £ Cfr. Febrero miejicano, México, 1835. Que se hizo en base al Febrero: novisimo. 1 Articulo 123 de Ja constitucién. CLASICOS DEL DERECHO 389 A) Suprema corte de justicia Fs el tribunal superior de la federacién, y se compone de once ministros dis- tribuidos en tres salas con la denominacién de primera, segunda y tercera, y un fiscal ? elegidos por las legislaturas de Jos estados 4 mayorfa absoluta de votos; * tiene ademés, su presidente y vice-presidente elegidos cada dos afios de entre los ministros que la componen, por la cémara de diputados votando por es- tados* La primera sala consta de cinco ministros, y es presidida por cl pre- sidente del tribunal: la segunda se forma de tres, y la preside el vice-presidente; y la tercera se compone del mismo numero, y su presidente fue sacado por suerte.® EE tratamiento de oficio de este tribunal y su presidente, es el de esce- lencia, que se usaré aunque se dirija 4 una sala la palabra, y el de sus ministros y fiscales el de sefioria: * el lugar de su residencia es. la ciudad de México,” B) Tribunales de circuito Se componen de un juez letrado, un promotor fiscal, nombrados 4 propuesta en terna de la suprema corte de justicia, y de dos asociados, los cuales se saca- ran por suerte de nueve individuos, que al principio del afio elegiran un juez, el promotor y tres regidores del lugar donde resida el tribunal; quedando los siete restantes insaculados, para el caso de impedimento 6 de recusacién.* El te- rritorio de la reptiblica esta dividido provisionalmente en ocho circuitos, y los tribunales ubicados en los puntos, que 4 juicio del gobierno fueron més cén- tricos en todo el espacio de ellos, de la manera siguiente. Comprende los estados de? Reside el tribunal en” Primer circuito: Chiapas, Tabasco y Yucatan .... Campeche Segundo: Veracruz, Puebla y Oajaca .......... Puebla Tercero: México, Distrito federal y territorio de Tlaxcala .,.........000- be eeeeneeeee seeess México Cuarto: Michoacén, Querétaro, Guanajuato, S. Luis Potosi y Territorio de Colima . Guanajuato 2 Articulos 124 de Ia constitu 3 Art. 127 de Ja misma, 4 Articulos 1, 4 y 6 del decreto de 4 de diciembre de 1824. 3 Articulos 3 y 4 de Ja citada ley de 14 de febrero. ® Art. 12 de la misma ley. 7 Art, 1° del Decteto de 18 de noviembre de 1824. 8 Art. 140 de la constitucién y 5 de ta ley de 20 de mayo de 1826. ® Art. 1° de la misma ley. 1 Art. 5 citada ley y orden del gobierno de $ de septiembre del mismo aio. in y 2 de la ley de 14 de febrero de 1826. 390 CLASICOS DEL DERECHO Quinto: Jalisco y Zacatecas ............ 2.2.00 Guadalajara Sesto: Sonora, Sinaloa y territorios de jas Califor- nias Sétimo: Tamaulipas, Nuevo Leén, Coahuila y Te- JAS oe eee cee ee eee seve enee eee Linares El Rosario Octayo: Durango, Chihuahua y territorio de Nuevo MEXICO «1. cnet eee eee El Parral. C) Juzgados de distrito Los desempefia un juez letrado electo por el presidente de la reptiblica, de en- tre tres individuos que le propone la suprema corte de justicia,'! y residen en las capitales de los estados que no son litorales, 6 en el principal puerto de los que lo sean; ” pues cada estado se tiene como un distrito hasta que no se realice la conveniente divisién: * agregdndose al estado de México el distrito federal y el territorio de Tlaxcala, al de Michoacén el de Colima, y al de Sonora el de la baja California para el preciso efecto, de que los jueces de distrito respecti- vos lo sean también en el espresado distrito y territorios para las causas y nego- cios pertenecientes a la federacién: y habiendo un juzgado en ia alta California y otro en Nuevo México.* El juzgado de distrito del estado de México, que esta ubicado en esta capital, goza la particularidad de tener promotor fiscal; por habérsele unido, por dis- posicién del supremo gobierno, el promotor y escribano del antiguo juzgado de hacienda. “ D) Atribuciones de estos tribunales La suprema corte de justicia en tribunal pleno, consulta al presidente de la reptblica, sobre pase 6 retencion de bulas pontificias, breves y rescriptos espe- didos en asuntos contenciosos; *® y sola su primera sala dirime las, competen- cias que se susciten entre los tribunales de la federacién, entre estos y los de los estados, y las que se promuevan entre un estado y los de otro.'* Ademas conoce en los casos siguientes: 42 Arts, 143 y 144 de la constitucién, 12 Art. 15 de la citada ley de 20 de mayo. 18 Art. 14 de Ia misma. 14 Art. 18 y 19 de la misma. 35 Pert. 3 art. 137 de Ia constitucién y art. 25 de la ley 16 Part. 4 citado articulo de la constitucién y 29 de la ley 14 de febrero de 1826. de de 14 de febrero. CLASICOS DEL DERECHO 391 En primera, segunda y tercera instancia 1, En todos los asuntos contenciosos en que deba recaer formal sentencia, promovidos de un estado 4 otro; escepto, los que se versaren sobre los limites de sus respectivas demarcaciones, cuyo arreglo pertenece esclusi- vamente al congreso general.’" . En los que se susciten contra un estado por uno, 6 més yecinos de otro. 3. En las causas que con arreglo 4 las partes primera y segunda del art. 38 y al 109 de la constitucién, se instruyan al presidente 6 vice-presidente de la federacién. 4. En las de los diputados y senadores conforme 4 los articulos 43 y 44 de la misma. 5. En las de los secretarios del despacho arreglandose 4 la part. 3 del art. 38 y al 40 del espresado cédigo.* 6. Cuando se susciten disputas sobre contratas y negociaciones cclebradas por el supremo gobierno, 6 con su espresa y terminante drden. 7. En los negocios civiles que la admitan, y criminales de los empleados di- plomaticos de la reptblica. 8. En Jas causas criminales que se formen contra los jueces de circuito, por delitos cometidos en el desempefio de sus destinos. 9, En las causas de los gobernadores de los estados de que habla la part. 4 del art, 38 de la constitucién.”” N Se advierte, que en todos los casos referidos, el conocimiento de la primera instancia pertenece 4 las salas segunda 6 tercera repartiéndose entre eltas los espedientes en riguroso turno’ por el presidente del tribunal; ef de la segunda instancia compete 4 Ja tercera sala, si la segunda hubiese conocido de la’ pri- mera, y al contrario; mas la tercera instancia es privativa de la’ primera sala.°? Conoce en ‘segunda y tercera instancia. 1, Cuando se susciten disputas sobre contratas, 6 negociaciones celebradas por los comisarios generales, sin érden del supremo gobierno. 2, En las causas criminales promovidas contra los mismos, por delitos come- tidos en el desempefio de sus funciones. 3. En las causas que se instruyan 4 Jos jueces de distrito por crimenes come- tidos en el ejercicio de sus destinos.2* 47 Part. 5 del art. 50 de ia constitucién. 18 Véanse las anotaciones a los capitulos XXVII y XXVIII del manual de prdctica. 19 Arts. 137 de la constitucién y 22 de la citada ley de 14 de febrero. 20 Art. 27 y 28 de dicha ley de 14 de febrero. 21 Art. 23 de la misma ley. 392 CLASICOS DEL DERECHO En estos casos conoceré de Ia segunda instancia la segunda 6 tercera sala segim tocare en turno, y de fa tercera juzgara aquella 6 esta, como ya se ha dicho. Conoce solo en tercera instancia. 1, Cuando un estado demande 4 un individuo de otro. 2, Cuando se susciten contiendas entre particulares sobre pretensiones de tierras, bajo concesiones de diferentes estados. 3. Cuando se muevan disputas sobre contratas, 6 negociaciones celebradas por los agentes subalternos 4 los comisarios generales, sin drden de éstos ni del supremo gobierno. . En las causas criminales, y en las civiles que la admitan de los cénsules de fa reptiblica. En las causas de contrabando, almirantazgo y presas de mar y tierra. . En los crimenes cometidos en alta mar. . En las ofensas hechas conta la nacién de los Estados Unidos Mexicanos. . En Jas causas promovidas contra los empleados de hacienda que no sean los comisatios generales, por delitos cometidos en el desempefio de sus destinos. 9. En los negocios civiles en que la federacién esté interesada, siempre que aciendan 4 la cantidad prescrita, para admitir tercera instancia.= - aN aH En todos estos juicios que solo tienen una instancia en Ja suprema corte, per- tenece su conocimiento 4 Ja segunda 6 tercera sala segiin tocare en turno.”* Advirtiéndose que en toda clase de causas deben necesariamente concurrir cinco jueces en tercera instancia; para lo cual se agregan los. dos ministros menos antigiios de la primera sala, si la segunda 6 tercera hubiesen de conocer.* Los tribunales de circuito conocen en primera instancia en todos los casos en que hemos dicho, juzga la suprema corte en segunda y tercera; y en se- gunda en todos los demés en que aquella solo conoce en tercera.°® Adem4s reciben, con citacién del fiscal, las informaciones promovidas por los estran- 22 Art. 27 citado. 28 ‘Art. 24 citada ley. 2% Art. 26 de Ia misma. 25 Art, 35-citada ley. 26 Arts. 9y 10 de Ia ley de 20 de mayo de 1826, entre los cuales existe una contradic- cién muy notable, que no puede menos que atribuirse a equivocacién; pero que no se ha corregido ni aun en Ia diltima coleccién de decretos, que se revis6 por una comisién de la cémara de diputados: el 9 dice: “Los tribunales de circuito conocerén en primera instancia en todos los casos en que la suprema corte, segtin los artfculos 23 y 24 de la ey de 14 de febrero de 826, debe conocer en segunda y tercera”: el 10: “Conocerfin en segunda instancia en los negocios espresados en el art. 24 de'la citada fey.” Para con- ciliarlos, se vé que es forzoso omitir en aquel ls polabras: CLASICOS DEL DERECHO 393 geros, que pretendan naturalizarse, para justificar que han cumplido los requi- sitos legales2* Los jueces de distrito conocen sin apelacién en todas las causas civiles, en que esté interesada la federacién, y cuyo valor no esceda de quinientos pesos; y en primera instancia en todos jos casos en que deben conocer en segunda los tribunales de circuito.°* También reciben, con citacién del sindico del ayunta- miento, tas informaciones dadas para obtener carta de naturaleza.” E) Tribunal que juzgard los individuos de la suprema corte de justicia Para formarlo, elige Ja cémara de diputados votando por estados, en el primer mes de Jas sesiones ordinarias de cada bienio, veinte y cuatro individuos, que no sean del congreso general, y tengan las cualidades de los ministros de dicha corte suprema, De estos se sacarén por suerte un fiscal y un niimero de jueces igual al de que conste ta primera sala de la corte; y cuando fuese necesario, procederd Ja misma cdmara, y en sus recesos el consejo de gobierno 4 sacar, del mismo modo, los jueces de las otras salas.*° 4. TRIBUNALES DEL DISTRITO FEDERAL En él se advierten, para espresarnos con un escritor moderno,* varias Ifneas de jueces 6 jurisdicciones, una primordial y fundamental de jueces ordinarios y comunes, 4 quienes toca y pertenece el conocimiento de todas las causas, 4 no ser aqucllas que por ley estén encargadas 4 distintos tribunales; otra de jue- ces especiales encomendados de asuntos de cierto érden y contra determinada clase de personas. Ademds, en cada una de estas lineas hay diferentes grados de jurisdiccién 6 jueces de primera, segunda y aun en algunas en tercera ins- tancia. Tribunales ordinarios Se reputan por tales en el distrito 4 la suprema corte de justicia de la federa- cién en cuanto cjerce las funciones de audiencia; 4 fos juzgados de primera instancia y 4 los alcaldes constituctonales. 7 Art, 2 de la ley de 14 de abril de 1828. 28 Art, 143 de la constitucin. 29 Art. 2 citado, 30 Art. 139 de Ia constitucién. #1 EY Sr, Gémez Negro en sus elementos de prictica forense, pérrafo “Competencia”. 394 CLASICOS DEL DERECHO A) Suprema corte de justicia considerada como audiencia del distrito No estando arreglada la administracién de justicia de éste, carecia de tribunal para la segunda y tercera instancia, por lo cual se habilité la suprema corte de justicia de la federaci6n para conocer en dichos casos,** y ejercer ademés, en cuanto no se oponga 4 la constitucién y leyes generales, las otras atribuciones que la ley de 9 de octubre de 1812 dié 4 las audiencias Namadas de ultramar; nombrando, mientras las obtenga, dos agentes fiscales 4 propuesta en terna del fiscal®* En esta virtud conoce también: 1. De las causas de suspensidn y separacion de los jueces de primera ins- tancia. 2. De las competencias entre cualesquiera jueces del distrito>* 3. De los recursos de proteccién, fuerza y nuevos diezmos. 4, De los de nulidad en todos los casos en que haya lugar. 5. Recibe de los jueces inferiores del distrito los avisos de las causas que se formen por delitos, y las listas de las causas civiles y criminales pen- dientes. 6, Hace el recibimiento de abogados, y ecsamina 4 los que pretenden ser escribanos, prévios los requisitos legales.°® “Estén servidos por los jueces de letras, de que habla Ja ley de arreglo de tribu- nales, los cuales continuaron funcionando en toda la estensién del distrito,** y ecsisten en él seis, cuyas atribuciones son las siguientes: 1. Conocer por los respectivo al pueblo de su residencia, y 4 prevencién con los alcaldes del mismo, de las demandas civiles que no pasen de cien pesos, y de Jas criminales sobre palabras y faltas livianas que no merezcan sino correc- cién 6 represion ligera, terminéndose unas y otras sin apelacién y precisamente en juicio verbal; de la formacién de inventarios, justificaciones ad perpetuam, y otras diligencias judiciales de igual naturaleza en que no haya todavia oposi- sicién de parte? cuales son: apertura del testamento y su publicacién: licencia para formar inventarios, hacerlos de oficio 6 aprobarlos; nombrar tutor 6 cura- dor 4 las mugeres casadas para que comparezcan en juicio en ausencia, enfer- % Decreto de 12 de mayo de 1826. 43 Art, 12 y 2 decreto de 25 de mayo del mismo afio. 34 Vénse las anotaciones al cap. XVII del manual de préctica. 35 Art. 13 cap. I decreto de 9 de octubre de 1812. 9% Decreto de 15 de abril de 1826 det que se infiere, que tienen jurisdiccién no sélo en México, sino aun en Ios otros pueblos comprendidos en el cfrculo distrital. 81 Articulos 9 y 14, cap. 2, citado decreto de 9 de octubre. CLASICOS DEL DERECHO 395 medad 6 demencia de sus maridos: dar testimonios de autos con citacion de las partes: autorizar informaciones para pruebas de nacimiento 6 de causas pendientes en términos probatorio: evacuar eshortos y demds que no ecsijan sentencia judicial, especialmente el amparo de Ja posesién en despojos vio- Jentos.3* 2. Conocer privativamente en primera instancia de todos los demés pleitos y causas civiles y criminales entre cualesquiera personas, esceptudndose los ca- sos en que los militares y eclesifisticos deban gozar fuero, y los reservados 4 tribunales especiales.” 3. Conocer en casos de despojo 6 perturbacion, por el juicio sumarisimo de posesién 6 por el plenario, contra cualesquiera personas aun privilegiadas, y sobre cualquiera cosa profana 6 espiritual, con apelacién al tribunal respectivo, y reservado el juicio de propiedad al juez competente, cuando la cosa 6 la persona tenga fuero privilegiado.*° 4. Asesorar al comandante general que resida en el distrito; ** escepto en las causas de que habla la ley de 27 de setiembre de 1823, para las que tiene ‘asesores especiales.*? 5. Averiguar al responsable, suspender Ia venta del impreso, asegurar 4 aquel con arreglo & la ley de 14 de octubre de 1828, convocar al jurado de sentencia, tomar 4 Jos que lo compongan el juramento, que previene el art. 25 de la misma ley, hacerles una relacién de lo que resulta del juicic, antes de que den su fallo, y finalmente conforme a él, si fuere legal, imponer y hacer ejecutar la pena pres- crita al grado del abuso, en los juicios de libertad de imprenta.** C) Alcaldes constitucionales La soberana junta gubernativa mands, se eligiesen en México seis alcaldes + y habiéndose ordenado que entretanto se arreglaba la administracién de justicia del distrito, no se hiciese mutacién en cuanto 4 sus tribunales,*® se contintia eligiendo el mismo ntmero de alcaldes, con la denominacién de primera hasta sesta eleccién: sus facultades en Jo judicial son Jas siguientes: 1. Dictar asociados de dos hombres buenos una providencia, que pueda avenir 4 las partes en Tas conciliaciones “ y hacerla cjecutar, en caso de 38 Directorio politico de afcaldes constitucionales: didlogo 2. a9 Art. 10 cit. capitulo y decreto. 40 Art. 12 de los mismos. 4% Art. 6 decreto de 15 de septiembre de 1823. 42 Art. 4 decreto de 3 de octubre de 1825. 48 Arts. 20, 21, 22, 25, 33, 28 y 37 decreto de 14 de octubre de 1828. #4 Art. 5 decreto de 13 de diciembre de 1821. 45 Art. 10 decreto de 18 de noviembre de 1824. 48 Art. I, cap. 3, decreto de 9 de octubre citado. 396 CLASICOS DEL DERECHO conformidad, si Ja persona contra quien deba procederse no goza fuero pri- vilegiado.*7 2. Conocer 4 instancia de parte de aquellas diligencias contenciosas, que por ser urgentisimas, no permiten acudir al juez letrado.** 3. Conocer 4 prevencién de este de las causas que dijimos, hablando de los jueces de letras, y de [as de ladrones en cuadrilla de cuatro 6 mas, en poblado 6 despoblado, cuadrillas de conspiradores en despoblado y salteadores de ca- mino,*® cuando sean aprendidos estos delincuentes por Ja jurisdiccién ordinaria sola, 6 con ausilio de la fuerza militar.*° 4. Formar, también 4 prevencion de los jueces de letras las primeras dili- gencias de las sumarias, y prender con arreglo 4 las leyes 4 los reos, dando in- mediatamente cuenta 4 aquellos reos, dando inmediatamente cuenta 4 aquellos, remitiéndoles sus actuaciones, y poniendo 4 su disposicién los delincuentes.5* 5. Recibir las denuncias de los impresos, convocar al jurado de acusacién, ecsigir 4 los jurados, que no concurriesen, la multa que previene el art. 11 del decreto de 14 de octubre de 1828, tomar 4 los que asistan, el juramento que dispone el art. 16, y remitir al juez de Jetras, juntamente con el impreso y su denuncia, la lista de los individuos 4 quienes toca componer, el segundo jurado.*? Se disputa, si los alcaldes en virtud de la facultad que tienen para sentenciar definitivamente sobre faltas livianas, que no merezcan sino reprehensién 0 co- rrecci6n ligera, pueden aplicar penas de obras ptblicas, recogidas y otras cor- porales. La suprema corte de justicia ha manifestado estar por la negativa,™ y la resolucién depende de que declare una ley, qué se entiende por correccién ligera. 5. TRIBUNALES ESPECIALES Estos pueden reducirse 4 dos clases: unos para conocer de cierta especie de causas, y otros para juzgar 4 determinadas personas. A la primera pertenecen el tribunal para asuntos mercantiles, el de vagos, el de salteadores de caminos, ladrones y conspiradores en despoblado, y los jurados para castigar los abusos 47 Art. 8 ley de 18 de mayo de 1821. 48 Art. 7 citado cap. y decreto. 49 Art. 7 de la ley de 27 de septiembre de 1823. ‘ Art. 2 ley de 3 de octubre de 1825, De esta facultad no han usado nunca los alcal- des, pues aun en estos casos han acostumbrado remitir sus actuaciones al juez de letras. Art. 8, cap. 3, decreto de 9 de octubre citado: de cuyo tenor se deduce que los alcaldes no pueden formar “las sumarias hasta ponerlas en estado de plenario”. Adiciones a la obra del Dr. D. José Maria Alvarez, p. 2. 52 Arts, 15, 16, 20 y 24 de dicho decreto de 14 de octubre. 88 En su auto acordado de 14 de julio de 1827, en que mandé se hiciese saber a los atcaldes de esta capital, que por ningén motivo impusiesen por sf las referidas penas; sino que en caso que los reos las merecicran, remitiesen sus actuaciones al juez letrado. CLASICOS DEL DERECHO 397 de libertad de imprenta; 4 la segunda, los tribunales eclesidsticos y militares, unicos fueros personales que ecsisten en el dia. A) Tribunal para asuntos mercantiles Abolido el tribunal del consulado “ que antiguamente conocfa de ellos, se mandd que esta clase de negocios, se terminasen por los alcaldes 6 jueces de letras en sus respectivos casos, asocidndose con dos colegas que escogerdn entre cuatro que propongan los contendientes, dos por cada parte.** Tal manera de espresarse en la ley, ha dado lugar 4 cuestionar, si el juez debe asociarse con los colegas solamente para dar la sentencia, 6 desde el principio del juicio también para los trémites de substanciacién, A unos parece mas cierto lo primero; fundados en que la ley no mas quiere la asociacién del juez con los colegas, para termi- nat el negocio, cuyo efecto produce la sentencia. Otros opinan que no manifes- tdndose claramente el dnimo del legislador debe el juez acompafiarse, para mayor seguridad, desde el] principio del juicio: porque obrando de esta manera, si aquel quiso que asf se practicase, se obsequia su determinacidn, cuya inob- servancia inducirfa nulidad; y si solo ecsigiS el nombramiento de los colegas para la sentencia, y estos intervinieron también en la substanciacién, no se vi- ciar4 ciertamente el proceso con este procedimiento, de que se usd por cautela, formando argumento de aquella regla “Non solent quae abundant vitiare scrip- turas”." Tan contratios modos de raciocinar hacen, que la practica sobre este particular no sea uniforme. Nosotros hemos espuesto ambos fundamentos, para que los ecsaminen comparativamente nuestros lectores, y se inclinen 4 la opi- nién que crean més digna de admitirse, la cual para nosotros es la segunda, La calificacién del grado, cuando se apele en uno de estos negocios, corres- Pponde al juez asociado de los colegas: porque los tres son-en el caso el juez A quo; 4 quien compete la referida calificacién.® También se duda si para la segunda y tercera instancia se han de nombrat acompafiados 4 la suprema corte de justicia, y nosotros creemos que no: porque estando facultada para conocer en dichos casos en Jas causas civiles pertene- cientes al distrito,’ podré por si sola conocer en la apelacién y suipli¢a de las que hablamos, pues se enumeran entre las civiles; doctrina confirmada por la practica. 54 Art, 154 de la constitucién. 8S Art. 1? del decreto de 16 de octubre de 1824. 56 Art. 6 citado decreto. 5 Concuerda con Ja ley 26 tit. 34 part. 7. 98 Art, 22, cap. 2, decreto de 9 de octubre citado. 59 Decreto de 12 de mayo de 1826. 398 CLASICOS DEL DERECHO B) Tribunal de vagos Se ha establecido con el objeto de conocer de !as causas sumarisimas de estos, y lo forman en primera instancia el alcalde primero y dos regidores adjuntos, de los cuales se renueva cada mes el mds antiguo. El sindico del ayuntamiento hace las veces de promotor fiscal, cuyo cargo se desempefia seis meses por el més antiguo y otros seis por el menos, en aquellos ayuntamientos que como el de esta capital tienen dos sindicos. Para la segunda instancia se uniré el al- calde segundo 6 el regidor mds antiguo en su defecto, con dos vecinos honrados, que nombrarén uno el reo y otro el sindico. C) Tribunal de salteadores de caminos, ladrones y conspiradores en despoblado Los salteadores de camino, ladrones en poblado 6 despoblado siendo en cua- drilla de cuatro 6 més, y las cuadrillas de conspiradores en despoblado, siem- pre que se aprendan por la tropa del ejército permanente, milicia provincial 6 local destinada 4 su persecucién por el gobierno, 6 por los gefes militares comi- sionados al mismo efecto, deben ser juzgados militarmente en consejo de guerra ordinario, cualquiera que sea su condicién y clase.*! Los oficiales que compon- gan el consejo serén milicianos, cuando la milicia nacional haya hecho por sf sola la aprensién; y concurriendo también la permanente, asistiran oficiales de ‘una y otra clase en igual nimero, si los hubiere, y el presidente con arreglo 4 ordenanza.™ Estas disposiciones establecidas por la ley citada al pic, y que cesaron cuarto meses después de su publicacién,® se prorogaron hasta lograr la estincién de Jos espresados delincuentes,™ y por ultimo se hicieron estensivas 4 todo ladrén. aprendido en el distrito por autoridad politica, tropa permanente, 6 milicia na- cional, aunque no fuese destinada 4 su persecucién, supliéndose los consejos de esta Ultima, caso de falta de oficiales, con los de las otras.° Ademés se facult6 al gobierno para que dotase tres asesores en el distrito, con quienes consul- tase el comandante general en este género de causas ® y se mandé que cuando Ja sentencia del comandante general no sea confirmatoria de la del consejo de guerra, se remita Ia causa en consulta 4 los otros dos asesores dotados, que no © Arts. 1°, 7, 8 y 20 del decreto de 3 de marzo de 1828. #1 Arts, 12 y 11 de la ley de 27 de scptiembre de 1823, @ Art. 2 de Ja misma. 98 Art. diltimo citada ley. 4 Art. 1 de 6 de abril de 1824. ‘65 Art. 1? ley de 3 de octubre de 1825. 86 Art. 4 citada ley. CLASICOS DEL DERECHO 399 hubiesen intervenido en ella, para que reunidos con un letrado que nombraré el gobierno, la vean y dén su fallo dentro de tres dias perentorios, con el que se deberd conformar el comandante general, llevandolo 4 puro y debido efecto.” Cuando los salteadores de camino, ladrones y demds criminales de que ha- blamos, se aprendiesen por Ja autoridad politica, justicia ordinaria d otra cual- quiera tropa en ausilio de estas (escepto que hiciesen resistencia a Ja tropa aprensora, pues entonces tendria lugar lo prevenido), pertenecia su castigo 4 los jueces de letras 4 preyencién con los alcaldes,* y debia substanciarse el proceso con arreglo a la ley de 28 de agosto de 1823. Lo cual se limité poste- riormente a solo el caso en que dichos reos se hubiesen aprendido por la jus- ticia ordinaria, aunque fuese con ausilio de la fuerza militar,” y siendo de notar que esto no se hizo estensivo a todo ladrén aprendido en el distrito, porque se contiene en los articulos 5 y 7 de la ley de 27 de septiembre de 1823, de la cual unicamente se amplié el art. 1.7 Se suscita la duda de si Ja espresada ley de 27 de septiembre,*! tiene fuerza; y muchos Ja suponen sin ella, por creer que establece un tribunal de comisién 6 delegado, los que se hallan prohibidos por nuestra constitucién." Sea cuales- quiera las razones en que funden su aserto, solo advertimos que al poder judi- cial no toca més, que aplicar Jas leyes que dicta el legislativo, 4 cuyo cargo esté ecsaminar si se oponen 6 no 4 las fundamentales de la nacién. D) Jurados en los juicios por abuso de libertad de imprenta En esta clase de juicios hay dos jurados: el primero tiene por objeto declarar fundada 6 infundada Ia acusacién; y el segundo calificar el grado de abuso que se ha cometido en el impreso: aquel se compone de los primeros quince indi- viduos que se hallen en la lista de jurados y se lama de “acusacién” y este de los doce siguientes, y se denomina de “sentencia”. Servirdn para jurados en su tespectivo caso todos los ciudadanos mexicanos por nacimiento, que estando en el ejercicio de sus derechos, sepan leer y escribir y tengan un capital de cuatro mil pesos para arriba, 6 una industra que les produzca mil.” Esceptudndose los eclesfasticos que ejerzan jurisdiccién, los individuos del ejército y armada nacional que no estén retirados del servicio, los de la milicia activa cuando estén 67 Art. 12 ley de 21 de noviembre de 1825, 88 Arts. 5 y 7 citada ley de 27 de septiembre. © Art. 2 ley de 3 de octubre citada. 70 Art. 1° citada ley. 71 Remitimos a ella a los que quieran saber ottas muchas disposiciones que comprende, se han omitido aqui por no ser aplicables al distrito. T2 Art. 148, 7 Esto es en el distrito, porque en los territorios les ha de producir su industria 400, en Tos estados de 600 para arriba, a juicio de las legislaturas, “ 400 CLASICOS DEL DERECHO sobre las armas, los funcionarios publicos en ejercicio, y los individuos que tengan setenta afios cumplidos. Todos los que reunan los espresados requisi- tos, y no se comprendan entre los esceptuados, estén inscriptos en una lista, que formaron y rectifican anualmente los ayuntamientos de los lugares donde hay imprenta; y se van turnando unos después de otros en la formacién de los jurados.™ E) Tribunales eclesidsticos Pueden considerarse bajo dos aspectos: 6 con relacién a las causas espirituales, y entonces son ordinarios; 6 respecto de las causas temporales, de que concen por concesién de la potestad civil, en cuyo caso pertenecen 4 los especiales de que estamos tratando. En ambos conceptos, e] conocimiento de la primera ins- tancia en todas las causas eclesidsticas toca 4 los jueces lamados ordinarios “* que son Ios obispos en el distrito de su didcesis, y los arzobispos en sus respec- tivos arzobispados. Unos y otros en los primeros siglos de la iglesia cn que su jurisdiccién era muy limitada, solfan ejercerla por si; pero habiendose entendido considerablemente en los siglos posteriores, fué necesario que la delegasen 4 otros 4 quienes Hamamos vicarios generales 6 previsores, los cuales. hacen en el foro las veces de los prelados,’* y por consiguiente deciden en primera ins- tancia las causas eclesidsticas. La segunda instancia, si en Ja primera juzg6 un obispo sufraganeo pertenece al metropolitano; pero si conocié éste, tocaré al obispo mds vecino, como de- legado de su santidad. De Ja tercera instancia, en el primero de dichos casos debe juzgar el obispo més cercano respecto del que comenzé la causa; y en el se- gundo, el obispo que después del que conocié de Ia apelacién, estd mas précsimo al metropolitano.”” Asi es, que de las sentencias del previsor de México se apela al de Puebla, y se suplica al de Michoacan; y de Jas del de Puebla, por ejemplo, se apela al de México y se suplica al de Oaxaca. F) Tribunales militares En primera instancia en todas las causas civiles, y criminales comunes, inde- pendientes del servicio de los oficiales, conocfa antes el capitén general con parecer del auditor de guerra; ® mas disfrutando hoy los comandantes gene- 14 Arts, 4,5, 7 y 14 del decreto de 14 de octubre de 1828, véanse acerca de este parrafo y los dos anteriores las anotaciones a los capitulos XXVIT y XVII del manual de préctica. 25 Conc. Trident. sess. XXIV, cap. XX de reformat, 76 Lic. D. José Covarrubias en sus recursos de fuerza max. 5 y 6 tit, 1 y 1 tit. 2 77 Breve del Sr. Gregorio XIII mandado observer por Ja ley 10, tit. 9, lib. I. R. I. 78 Art. 1 tit, 4, trat, 8 orden general del ejército. CLASICOS DEL DERECHO 401 rales de provincia las facultades de aquéi,”* y debiendo consultar con el juez de letras del partido, y en su defecto con otro letrado,** se sigue, que regular- mente hablando, es tribunal respecto de los militares en primera instancia, en todos los casos espresados, el comandante general asesorado del juez del partido. En 6rden 4 Ia apelacién y sdplica en los mismos casos debe notarse, que el supremo tribunal de guerra esta habilitado para abrir juicio, oir 4 las partes, y sentenciar cujdando de la ejecucién en todas las segundas y terceras instancias: ** con lo que se derogé una ley anterior que disponia, conociese de las apelaciones el comandante general més inmediato.** En cuanto 4 los delitos que se juzgaban en consejo de guerra no se hizo no- vedad: * por lo mismo si el delincuente es de sargento inclusive abajo, debe juzgarlo por todo crimen que no lo desafore el consejo de guerra ordinario, que se compone de capitanes que no sean de la compaiifa del reo, ni tengan relaciones de parentesco con ninguno de los que intervenen en el juicio, y cuyo némero siempre impar no debe ser menor que siete. Si el reo fuere de sar- sargento esclusive para arriba, en los delitos militares y comunes que tengan conecsion con el servicio, serd juzgado por el consejo de guerra de oficiales generales, que se compone de gefes, en defecto de mayor graduacion, cuando menos coroneles, y en ntimero no mayor que trece ni menor que siete, presidido por el comandante general, y en su falta por el oficial! mas caracterizado, 6 més antiguo si hay dos de un mismo grado.** En esta linea de jueces militares hay otras tres mas especiales: la de fa mili- cia activa, la de artilleria y la de ingenieros. G) Juzgado de la milicia activa Todos los oficiales de milicias, los sargentos y primeros cabos, los segundos de granaderos y cazadores, y los tambores pifanos, mientras sirven, solo pueden ser juzgados en sus causas civiles y criminales por el coronel 6 comandante del cuerpo con su asesor, arreglindose el derecho comin y con inhibicién de todo tribunal y juez.** Los segundos cabos de fusileros y soldados, sin escepcién de 79 Art. 1°, dee. de 15 de septiembre de 1823. 80 Art. 6 citado decreto. at Art. 1? decreto de 12 de enero de 1824. #2 Art. 2 citado decreto de 15 de septiembre. 8 Art. 1? citado decreto de 15 de septiembre. s Arts. 1? y 30 tit. 5, trat. 8 citada ordenanza: de donde se sigue ser falso: “que sélo en los delitos puramente militares y que tengan relacién con ef servicio tiene lugar el consejo de guerra ordinario con respecto a todos los individuos del ejército desde sar- gento abajo”, Adiciones a la obra del Dr. D. José Marfa Alvarez, p. 190. 85 Arts, 1¢, 2 y 3 tit. 6, trat. cit. de la misma. 6 Arts. 12 y 27 cit. 7 de Ia Real declaracién de milicias de 31 de mayo de 1767 man- dada observar, excepto en ciertos articulos, por el decreto de 5 de mayo de 1824. 402 CLASICOS DEL DERECHO granaderos y cazadores, mientras el regimiento se mantenga en el lugar de su creacién, serén juzgados en solo lo criminal de la manera referida; y cuando salga 4 hacer el servicio en guarnicién 6 campaiia, gozarén ellos y sus mugeres del fuero militar, tanto en lo civil como en lo criminal, en la misma forma que fos veteranos,"” Acerca de la segunda y tercera instancia, se repite, que el supremo tribunal de guerra esté habilitado para conocer de ella en todo caso. H) Juzgados de artilleria e ingenieros El primero se compone, en el lugar de la residencia de los supremos poderes, del director general del cuerpo, def asesor general, de un abogado fiscal y un egcribano, y en las sub inspecciones, del comandante del cuerpo, del asesor, del abogado fiscal y del escribano. Este juzgado conoce todas las causas civiles y criminales de los individuos empleados y dependientes, as{ en el ramo militar como en el de cuenta y raz6n de artilleria. Los delitos de sargento inclusive abajo, se juzgaraén en consefo de guerra, compuesto de capitanes de artilleria, en su defecto de subalternos, 4 falta de unos y otros entrardn los oficiales de ingenieros por el mismo érden, y no habiendo competente nimero de ambos cuerpos, se Ilamardn oficiales de cualquiera otra de la guarnicin: presidiéndolo los gefes de escuela de los departamentos, en su defecto los coroneles del regi- mienta, y después los demas coroneles y tenintes coroneles por antigtiedad. Formandose a causa 4 un oficial por crimen de los que dijimos arriba, deben ser juzgados en consejo de guerra, luego que esté en estado de verse en él, se remi- tiré al director para que la resuelva definitivamente consultando con asesor.** E] juzgado de ingenieros est4 organizado del mismo modo, y tiene respecti- vamente igual jurisdiccién que el anterior: con sola la diferencia de que en él, el director de ingenieros hace las veces, que en el de artilleria el director del cuerpo.** Las cortes espafiolas mandaron, que ambos juzgados continuasen con- forme 4 dichos reglamentos.° José Luis SoBERANEs F. 87 Arts. 28 y 20 tit, y decl. citados. 88 Reglamento 14 de la ordenanza de artillerfa de 22 de julio de 1802. ‘9 Reglamento 10 de la ordenanza de ingenieros de 11 de julio de 1803. 20 Ordenes de 14 de septiembre de 1811.

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