José Gabriel Condorcanqui, mejor conocido como Túpac Amaru II, lideró una de las mayores rebeliones contra el dominio español en América del Sur en 1780. Frustrado por los impuestos, el trabajo forzado y la opresión de los criollos, indígenas y mestizos, Túpac Amaru II ejecutó públicamente al corregidor de Tinta y convocó a la población a levantarse contra los españoles europeos. Su rebelión rápidamente ganó apoyo en gran parte del antiguo imperio inca
José Gabriel Condorcanqui, mejor conocido como Túpac Amaru II, lideró una de las mayores rebeliones contra el dominio español en América del Sur en 1780. Frustrado por los impuestos, el trabajo forzado y la opresión de los criollos, indígenas y mestizos, Túpac Amaru II ejecutó públicamente al corregidor de Tinta y convocó a la población a levantarse contra los españoles europeos. Su rebelión rápidamente ganó apoyo en gran parte del antiguo imperio inca
José Gabriel Condorcanqui, mejor conocido como Túpac Amaru II, lideró una de las mayores rebeliones contra el dominio español en América del Sur en 1780. Frustrado por los impuestos, el trabajo forzado y la opresión de los criollos, indígenas y mestizos, Túpac Amaru II ejecutó públicamente al corregidor de Tinta y convocó a la población a levantarse contra los españoles europeos. Su rebelión rápidamente ganó apoyo en gran parte del antiguo imperio inca
Edicto de Tpac Amaru II manifestando su determinacin
de sacudir el yugo espaol
El 4 de noviembre de 1780, tuvo
comienzo una de las rebeliones ms grandes en la historia colonial del continente americano. Jos Gabriel Condorcanqui, mejor conocido como Tpac Amaru II, apres al odiado corregidor (gobernador) de la regin de Tinta, Antonio de Arriaga, le hizo solicitar armas y dinero a sus funcionarios y convocar a todo el pueblo a la plaza de Tungasuca, al sur del Cuzco. All, el 10 de noviembre, bajo un especial marco ceremonial, fue ajusticiado. Entonces, el huracn de la rebelin andina se haba
desatado. rebelde?
Pero,
quin
era
este
Jos Gabriel haba nacido en el mes de
marzo de 1740, en Surimana, un pueblo ubicado a cuatro mil metros de altura, en la provincia de Tinta, cercano a la antigua capital incaica. Hurfano de nio, asisti a un colegio para caciques con derecho a sucesin, donde aprendi a leer, a escribir y se instruy en la doctrina cristiana. A los 26 aos, Condorcanqui logr ser reconocido como legtimo cacique de los pueblos de Surimana, Pampamarca y Tungasuca, con la particularidad de que le era aceptada la genealoga que lo ligaba por va materna al ltimo inca don Felipe Tpac Amaru, ajusticiado por el Virrey Toledo en 1572. Este hecho le otorgara un casi automtico ascendente sobre la poblacin local. Desde entonces, durante diez aos, se encarg de los
preparativos para la gran rebelin,
formando ncleos de adherentes a lo largo del antiguo imperio incaico. Durante mucho tiempo, Condorcanqui se haba presentado ante las autoridades de Lima como representante de todos los pobladores de los altos y valles de Tinta, reclamando el fin de obrajes, impuestos y trabajos forzosos. Sus reclamos fueron rechazados. Estas experiencias y las inspiraciones que encontraba en los Comentarios Reales del inca Garcilaso de la Vega -mestizo cusqueo del siglo XVI, descendiente de los incas- le inspiraron la vocacin por la defensa por la igualdad de sus pares, el odio contra los corregidores, la exaltacin de la fe catlica y el enaltecimiento de su condicin de inca. Tpac Amaru declar una guerra sin cuartel a los espaoles europeos, aunque se abstuvo de atacar a los
eclesisticos peninsulares y busc la
adhesin de los criollos. En pocos meses, la rebelin se extendi en una amplia geografa, que abarcaba el actual altiplano boliviano, norte argentino y todo el sur peruano. A fin de 1780, luego de decisivos triunfos, el ejrcito tupacamarista estuvo pronto a conquistar Cuzco, lo que hubiese dado un impulso inestimable a la causa rebelde. Sin embargo, el ejrcito realista arroj toda su fuerza y provoc su retirada. Cuatro meses ms tarde, el 6 de abril de 1781, fue derrotado y la traicin de un colaborador suyo permiti su captura y la de su esposa e hijo mayor. El 14 de mayo las autoridades condenaron a Tpac Amaru y el 18, en la plaza principal de Cuzco, fue descuartizado por la fuerza de cuatro caballos. Su esposa e hijo sufrieron crueles tormentos, antes de ser tambin asesinados. La rebelin tupacamarista dio un fuerte impulso a las
luchas independentistas posteriores.
Reproducimos en esta oportunidad el edicto de Tpac Amaru para la provincia de Chichas publicado en diciembre de 1780, donde manifiesta su firme propsito sacar a todos los paisanos espaoles y naturales de la injusta servidumbre que han padecido. Fuente: Relacin histrica de los sucesos de la rebelin de Jos Gabriel Tpac Amaru, en las provincias del Per, el ao de 1780, Buenos Aires, Imprenta del Estado, 1836. D. Jos Gabriel Tpac Amaru, Indio de la sangre real, y tronco principal: Hago saber a los paisanos criollos, moradores de la provincia de Chichas y sus inmediaciones, que viendo el yugo fuerte que nos oprime con tanto pecho, y
la tirana de los que corren con este
cargo, sin tener consideracin de nuestras desdichas, y exasperado de ellas y de su impiedad, he determinado sacudir este yugo insoportable, y contener el mal gobierno que experimentamos de los jefes que componen estos cuerpos: por cuyo motivo muri en pblico cadalso el corregidor de esta provincia de Tinta, a cuya defensa vinieron a ella de la ciudad del Cuzco, una porcin de chapetones, arrastrando a mis amados criollos, quienes pagaron con sus vidas su audacia y atrevimiento. Slo siento de los paisanos criollos, a quienes ha sido mi nimo no se les siga algn perjuicio, sino que vivamos como hermanos, y congregados en un cuerpo, destruyendo a los europeos. Todo lo cual, mirado con el ms maduro acuerdo, y que esta pretensin no se opone en lo ms leve a nuestra sagrada religin catlica, sino
slo a suprimir tanto desorden, despus
de haber tomado por ac aquellas medidas que han sido conducentes para el amparo, proteccin y conservacin de los espaoles criollos, de los mestizos, zambos e indios, y su tranquilidad, por ser todos paisanos y compatriotas, como nacidos en nuestras tierras, y de un mismo origen de los naturales, y haber padecido todos igualmente dichas opresiones y tiranas de los europeos. He tenido por conveniente hacerles saber a dichos paisanos criollos que, si eligen este dictamen, no se les seguir perjuicio ni en vidas ni en haciendas; pero si despreciando esta mi advertencia hicieren lo contrario, experimentarn su ruina, convirtiendo mi mansedumbre en saa y furia, reduciendo esta provincia en cenizas; y como s decirlo, tengo fuerzas, pesos, y a mi disposicin todas estas provincias comarcanas, en unin
entre criollos y naturales, fuera de las
dems provincias que igualmente estn a mis rdenes, y as no estimen en poco esta mi advertencia, que es nacida de mi amor y clemencia, que propende al bien comn de nuestro reino, pues se termina a sacar a todos los paisanos espaoles y naturales de la injusta servidumbre que han padecido. Mirando al mismo tiempo como por principal objeto el que cesen las ofensas a Dios Nuestro Seor, cuyos ministros, los seores sacerdotes, tendrn el debido aprecio y veneracin a sus estados, y del mismo modo las religiones y monasterios, por cuya piadosa y recta intencin con que procedo, espero de la divina clemencia, como destinado por ella, para el efecto me alumbrara y gobernara para un negocio en que necesito toda su asistencia para su feliz xito.
Y para que as tengan entendido, se
fijaran ejemplares de este edicto, en los lugares que se tengan por conveniente, en dicha provincia, en donde sabr quines siguen este dictamen, premiando a los leales, y castigando a los rebeldes, que conoceris vuestro beneficio, y despus no alegaris ignorancia. Es cuanto puedo deciros. Lampa, y diciembre 23 de 1780. D. Jos Gabriel Tpac Amaru, Inca. Referencias: Boleslao Lewin, La insurreccin de Tpac Amaru, Buenos Aires, EUDEBA, 1976, pg. 17. Artculos relacionados: Biografa de Tpac Amaru La rebelin de Tpac Amaru en el actual territorio argentino Oficio de Jos Gabriel Tpac Amaru al obispo de Cuzco Tpac Amaru II sobre el yugo opresor