Este documento discute si la visita íntima en las prisiones debería considerarse un beneficio penitenciario o un derecho humano. Actualmente, solo se permite a los hombres en prisión, mientras que se niega sistemáticamente a las mujeres, a pesar de las solicitudes. Esto constituye una discriminación de género y una violación de los derechos humanos de las mujeres a la intimidad y a mantener relaciones familiares. La visita íntima está relacionada con el derecho a la salud sexual y reproductiva, así como con el dere
Este documento discute si la visita íntima en las prisiones debería considerarse un beneficio penitenciario o un derecho humano. Actualmente, solo se permite a los hombres en prisión, mientras que se niega sistemáticamente a las mujeres, a pesar de las solicitudes. Esto constituye una discriminación de género y una violación de los derechos humanos de las mujeres a la intimidad y a mantener relaciones familiares. La visita íntima está relacionada con el derecho a la salud sexual y reproductiva, así como con el dere
Este documento discute si la visita íntima en las prisiones debería considerarse un beneficio penitenciario o un derecho humano. Actualmente, solo se permite a los hombres en prisión, mientras que se niega sistemáticamente a las mujeres, a pesar de las solicitudes. Esto constituye una discriminación de género y una violación de los derechos humanos de las mujeres a la intimidad y a mantener relaciones familiares. La visita íntima está relacionada con el derecho a la salud sexual y reproductiva, así como con el dere
BENEFICIO PENITENCIARIO O DERECHO HUMANO LA VISITA NTIMA
NATURALEZA JURDICA DE LA VISITA NTIMA:
BENEFICIO PENITENCIARIO O DERECHO HUMANO Te imaginas como te sentiras si durante varios aos estuvieras impedido de todo contacto intimo con tu esposo (a), conviviente o pareja? Es la Visita Intima un beneficio Penitenciario en estricto o una figura que tiene como contenido un derecho fundamental, consustancial al ser humano en su condicin de tal? El presente artculo naci a partir de conocer la situacin que viven las internas del Centro Penitenciario Chorrillos II lo cual es un indicador de lo que se vive en los centros penitenciarios del pas - a quienes hace varios aos se les viene negando el derecho a mantener relaciones ntimas con sus esposos, convivientes o parejas pese al sin numero de pedidos y solicitudes dirigidos incluso al mismo Ministerio de Justicia y lo que es peor en algn caso hasta el mismo poder judicial mediante procesos constitucionales, en todos los cuales les fue denegado este derecho. Los argumentos que se esgrimen para tal negacin se basan en que el Decreto Legislativo N 927 establece para los delitos de terrorismo solo los beneficios de la redencin de pena por el trabajo y educacin y la libertad condicional, interpretando as que todos los dems beneficios no mencionados en la norma les son prohibidos, entre ellos el de la visita intima. Lo paradjico y ms grave an es que este hecho slo se produce en el caso de las mujeres, ya que el caso de los varones en la misma situacin jurdica es otro, en el sentido que acceden libremente a la visita intima; tal como lo seala la Defensora del Pueblo en un informe en el que afirma que: la restriccin del beneficio penitenciario de la visita ntima tiene un tratamiento discriminatorio entre hombres y mujeres, pues para los primeros la visita ntima no constituye precisamente un beneficio penitenciario sino una practica usual que ellos realizan en los das de visita ordinaria, sin que realicen trmite alguno o exista diferenciacin por el tipo de delito que se hallan cometido. Lo paradjico y ms grave an es que este hecho slo se produce en el caso de las mujeres, ya que el caso de los varones en la misma situacin jurdica es otro, en el sentido que acceden libremente a la visita intima; como lo hace notar la Defensora del Pueblo en un informe en el que afirma que: la restriccin del beneficio penitenciario de la visita ntima tiene un tratamiento discriminatorio entre hombres y mujeres, pues para los primeros la visita ntima no constituye precisamente un beneficio penitenciario sino una practica usual que ellos realizan en los das de visita ordinaria, sin que realicen trmite alguno o exista diferenciacin por el tipo de delito que se hallan cometido. A continuacin pasar a realizar un breve anlisis que nos permitir dar cuenta de la arbitrariedad de esta medida que constituye una doble violacin de los derechos humanos, ya que de un lado se produce la privacin a la mujer de derechos fundamentales como el disfrute de su
sexualidad y el mantenimiento de sus relaciones afectivas y familiares y del
otro, constituye un acto gravsimo de discriminacin hacia la mujer la cual resalto de sobre manera teniendo en cuenta la cercana del 25 de Noviembre, Da Internacional de la No Violencia contra la mujer. II: LA VISITA NTIMA EN LA LEGISLACIN PERUANA La Visita Intima puede definirse como el contacto ntimo o sexual que tiene una persona privada de su libertad con su esposa (o), conviviente o pareja con el fin de mantener su relacin afectiva, el cual se realiza peridicamente y en un determinado ambiente creado para tal fin dentro del establecimiento penitenciario bajo el cumplimiento de ciertos requisitos de higiene y planificacin familiar. Sobre el particular, el ordenamiento jurdico peruano, regula a la visita ntima en el captulo cuarto del Cdigo de Ejecucin Penal como un beneficio penitenciario. La doctrina nacional por su parte, define los beneficios penitenciarios como: verdaderos incentivos, concebidos como derechos espectaticios del interno que le permitirn observar las normas de conducta en el campo penitenciario. Asimismo, el Tribunal Constitucional ha definido los beneficios penitenciarios como: un tipo de derecho subjetivo de carcter condicionado que asiste a los internos (as,) resaltando que su carcter condicional se debe a que no proceden automticamente sino que se deben al cumplimiento de ciertos requisitos que, incluso al cumplirse por parte del interno (a), dependen para su concesin del beneplcito de la autoridad judicial correspondiente. Sin embargo hay que sealar que a nivel doctrinal se diferencia entre dos grupos de beneficios penitenciarios i) los que permiten un egreso anticipado del establecimiento penitenciario tal es el caso de la Libertad Condicional, semilibertad, redencin de la pena- ii) y los que inciden en las condiciones de detencin -donde se considera el permiso de salida, la visita ntima, entre otros- siendo que la concesin de los primeros depende de la autoridad judicial, mientras que en el caso de los segundos son otorgados nicamente por la administracin penitenciaria al cumplirse los requisitos fijados para ellos. Lamentablemente, en la prctica, las diversas normas que regulan al respecto aluden en forma general a los beneficios penitenciarios, cuando intentan referirse en exclusiva a los beneficios de semi libertad y liberacin condicional, lo cual en este caso en particular genera un sin numero de confusiones tanto en la Administracin del INPE como en el Poder Judicial, que terminan restringiendo el acceso al derecho que asiste a las internas a gozar de la visita intima. Como podemos darnos cuenta, no es lo mismo solicitar el beneficio de la semilibertad o libertad condicional a solicitar el beneficio de la visita ntima, ello en razn de que en el segundo caso se encuentra en juego un derecho humano perteneciente a los denominados derechos sexuales y reproductivos, como es el caso de la salud sexual, la cual segn la definicin
extrada de la Conferencia Internacional de Naciones Unidas sobre Poblacin
y Desarrollo entraa la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria Del mismo modo, sobre este derecho se ha referido tambin la Organizacin Mundial de la Salud (OMS) al decir que: La salud sexual es un estado de bienestar fsico, emocional, mental y el bienestar social en relacin a la sexualidad, no es solamente la ausencia de enfermedad, disfuncin o enfermedad. La salud sexual requiere un enfoque respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, as como la posibilidad de tener placer y experiencias sexuales seguras, libres de coercin, la discriminacin y la violencia. En tal sentido, no cabe duda que la visita ntima esta relacionada a derechos fundamentales de la persona y no slo al de la salud en su rama de la salud sexual, sino tambin a otros derechos tan importantes como el derecho a la familia el cual se encuentra contemplado tanto en la Constitucin Poltica del Estado as como en Instrumentos Internacionales de Defensa de los Derechos Humanos suscritos y ratificados por el Per. As lo han comprendido algunos Estados que en contraposicin al tratamiento que se brinda a la visita ntima en nuestro pas, se inclinan a considerar a la figura de la visita ntima como un derecho para los internos (as), tal es el caso de Colombia y Costa Rica. Ahora bien, la situacin descrita al comienzo no es de poca importancia ya que tiene implicancias jurdicas de gran trascendencia y despierta un sin nmero de preguntas como las que paso a formular: la pena privativa de libertad acarrea como pena accesoria la abstinencia sexual del penado? Hasta donde el derecho nos muestra la pena privativa de libertad restringe nicamente la libertad ambulatoria de la persona -sin olvidar claro que en ciertos casos se presenta tambin como accesoria la pena de inhabilitacin. En consecuencia, la prohibicin del acceso a la visita ntima no constituye tambin una vulneracin al Principio de Legalidad consagrado en la Constitucin?, creemos que la respuesta es positiva, ya que en ningn instrumento normativo nacional se seala que la abstinencia sexual constituya una pena accesoria a la pena privativa de libertad de los sentenciados con lo cual su prohibicin resulta ser una medida arbitraria e inconstitucional. Asimismo, la prohibicin del acceso a la visita ntima slo a las mujeres en la realidad carcelaria, no constituye una grave vulneracin al Principio de Igualdad (No Discriminacin) consagrado en la Carta Magna?, no cabe la menor duda, lo cual refleja no slo un problema de naturaleza jurdica sino tambin uno de naturaleza cultural, social y de gnero. Frente a estos derechos y principios constitucionales vulnerados y no de hoy sino desde hace varios aos, habra que preguntarse si el Estado, en las personas que lo representan, estar dispuesto a rectificar su actuacin y hacer as realidad el Estado Constitucional de Derecho en que se afirma vive el Per. Por lo pronto slo queda continuar batallando ante los tribunales a fin que este derecho que asiste a las mujeres privadas de su libertad se haga
respetar, en vista que existe un caso en el Tribunal Constitucional que est a