apitulo 5 1930-1945: AVANCES Y VACILACIONES DURANTE LA CRISIS Y LA GUERRA! La crisis mundial saciulio con fuerza a k “ tos prec rumbaron rnientras una muayoris abrumadora de los mereacios disponibles se cemraban at Ja oferta local, La brusca cuide de ingzexes por expor taciones Gafectados por la caida de precios y voltnicnes despachs dos) se sumé a los efectos negatives de la crcciente imposibilidad de obicner nuevos exéditos extemnos. La eseasez de divisas impo- nia restricciones para la compra de bienes en oias nwreades y planteaba seweros proble ode los servicios de la deuda externa; hasta entonces, ese fhyjo se habia resuckio con el aporte'de nuevas créditos cuando el sal: do comercial no era suficiente. Esa variante dejo de ser aplicable, Entre 1928 y 1932 las exportaciones nacionales cayeron a la mi- tad, medidas en pesos corrientes; Ia capacicad para imponar se redujo aun mas, debido a la demanda adicional de divisas para tender los servicios financieros. Este diimo flujo, menor al 20% Ge la expostacion en 1928, legé al 3396 en 1933. Las inportacio: nes argentinas se contsajeron en los primeros aos de ka csi ue {9 insinuason una leve recuperacién que no aleanz6 pata volver alos montos aniorados de las veinte. La estrecha relacion ene los ingresos pablicos y el comercio exterior (via derechos sdusaneros) gener6 ina intensa mera de recursos y Gblig6 4 crear tos im puesios internos para solventar cl presupuesto. Asi se origing fa moderna estructura impositiva nacionsil y comenz6 a separarse el fist publico de los recursos aduanews, hecho que ampliaria el maigen de maniobra de sucesivos gobiemos Ia gravedad de la crisis exigid respuestas ur no establevi6 el contol Je cambios y regulo el con pari fa remesa de beneficios y el pa Fl gobier ercio exterior BaST 2 Suraj sayyisod So] 40d UpDoedNaDAIT WSK HOD "IENNOUE oy souojwsod URIuD) Saunt w eiountajaid Ho UaKEIODe a¢ SHIP SE} saint ap sayo0} sudnull sapued sf HERE IOKNE 1] ua nqpsre, ov oUMCaY Fa O#De! ‘oUqHENbassp Uo OpeABAE UN Ea Hoy Sesioup 9p ost > seatios eis oMoydxD CAROIYO Ng “ORBAN Comal ape ws .0d opEanm oan SoHE 9p josKUOD fa yodon (payor sauorsad si uod soxau sn 9p WOOLY UD SHEE SND [90] ELNSAPL! Hp KOLINYOAD Ef UD fobyar as eh uopundap es -esayur ep & eaNUDEERE roe e] 9p LugHialns vj op set oruato|9 UN #9 SestaRp seo JOU! 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Los mayores cambios neya- tivos ocurrieron en las grandes ramnas asentadas previamente; els ofrecen conductas en el nuevo contexto econdmico que merecen ‘ser anallzadas en detalle porque adelantan rasgos de ta industria local que se repitieron a Io largo del tiempo, 1a produceién de azticar, que habia registiado un volumen 1& cord en 1926, no volvi6 a repetir esa marea en los veinte aos si ‘guientes; recién después de la Segunda Guerra se expandié su ‘oferta, Bn el interin, sobre todo en la déeada del cinta, los pro- trios dle ingenios expuisieron sus ques por las problemas de la sobreproduceiin mientras reducian sus inversiones todo lo po- sible. Algunos comenzaron a separar la propiedad de fa tierra de la propiedad de los ingenios y a efectuar inversiones agrarias cn la provincia de Buenos Aires; ambas decisiones respondian al ani- mo de desligarse de los problemas que percibian en su actividad original y no encontraban c6mo resolver, La vigencia del Laudo Alvear, que congel6 las relaciones con los cafteros, se reforz6 con la creacidin de la Comision Nacional del AzGcar, encargada de “regular” la producci6n, Esta Comision, la primera de una serie de organismos del mismo earicter dedica- dos a proxeger los intereses empresatios, entré en funciones en enero de 1931 para controlar los excesos de oferta y asegurar lt conservacién desaprensiva de! sistema tradicional vigente en el sector. En todos esos entes se incluy6 a los propietarios, de mo- do que éstos podian bloquear aquellas medidas que pudieran afectar sus intereses inmediatos o impulsar otras, Fsos auténticos crteles que se fueron creando en el periodo evitaron prolijamea- te que surgiera cualquier cambio de contexto mientras la crisis pes sistiera [No contentos con ese estado de cosas, los barones del azticar pediian que se dictaran leyes como las aplicadas para el vino y la yetba, que habian llevado a la prohibicion de nuevas plantacio- nes y hasta al derrame de vinos en las acequias para sostener los precios’. En 1939 el ministro de Agricultura J. Padilla, de la fami fia de los dueftos del ingenio San Pablo, propuso una aueva Ley 161 pequiadora del Azscar que, en definitva, busca «3 inmovismo deese sistema productive law trigorficos enfrenaron un panorama iguaimente comple jp. Lt crisis mondial cert los mercadon extcrnos, excepto el br {oico, ef acuerdo Roca-Ranciman establecio un limite para este flino, de modo que la perspectiva era ce estancamiento de la de tnunds lag plazo. Las empresas tenieron a civersificar sus pro ddoctos © sus mercados. Al ingresar en la oferta local, Jescubiie fon que esla rea no era tan rentable como las derivadas de sus antiguas posiciones de control sobre el mercado; fue asi que co- senzaron a combinar el rtiro de ganancias con la contraccion de sus inversiones en las plantas fabrries, as decisiones de los frigorificos se tomaron en secreto, pando 4 todo control legal, gracias a Ia escast (mds bien nula) capacidad regulatoria del Estado argentino. La decisiva investi gacién de sus operaciones, promovida por Lisandro de la Torre desde su banca en el Senado, offecié un panorama que atin hoy causa asombro, Las empresas tenian ganancias “exorbitantes” pe: ro no pagaban impuestos al Estado local mediante maniobras contables como la generalizada subfacturacién de operaciones, Una denuncia casual permitié descubrir que una de esas empre- sas estaba sacando su contabilidad del pais, oculta en veintitin tajones de mercaderia, en un barco comercial. Los repetidos pe- didos del Senado para que los frigosifices presentaran sus even {as fueron abiertamente rechazados por lord Vestey, dueno de ‘uno de los mayores grupos; hicieron falta largas negociaciones, y amenazas abiertas, para que este propietatio accediera a en. iar un telegrama desde Londres autorizando @ presentar algu: nos datos. 1a investigacion del comercio de cares no pudo llegar a su fin debido a un intento de asesinsto de Lisandro de la Tose en ple- no recinto del Senado en la sesiGn del 23 julio de 1955. EI episo- io —llevado al cine por su interés historico y también por su con. tenido de suspenso y accién—termin6 con ia muerte del senador Bonlabehere, quien se interpuso en la trayectoria de fa bala dis parada por un matén, Nunca se pudo saber quién contrato al ase~ sino, pero pocos dudaron en acusar a los grandes frigorificos y sus s0¢i0s locales que controlaban el negocio. Lo cierto es que los frigorificos habian comenzado el mismo recorride de “vaciamiento” de empresa y fuga de capitales que ‘aracterizaba ya tanto a la mayorta de los ingenios como a los i --2)IpUT easIUY ef Uo> EIMIEY OsNDDE [> O1OBE AND ,KANeND, ws -aaduia ap ranyjno wun ap seqonud soioAen se] ap Yun 5 eUdIas 9p eprogp ¥) eIsey OINP ySe UNE anb ‘JEISeI0 FT ap rIDuEE odxo ¥] ‘sepunquow sajuqey seiuejd A seuarsapmuas seuor of -2p epipauisap uDRO;dx® Uso 10d O4EA|PAb ap sajeImeU sNb sor] $0] 9p owonurede fa wIUOEND [9p ePED9P vf UD ePHTESUE peppedes ns op peius ef & [20] UoRoRpord e| 49eD OZ1y 2 OU ue jo ered opeoiaut fa olopas esoustn vy ap 2ouNnae (x TeIsaNog ©] 9p rowemy anew x sod sepmo(dxa ‘euraqye wsoUut ap sau IHOl F{ LOO PrpIANSe ry Olas and oxpesqang ap OPENa Jap [PUOIIEN UOHSHUOT e| veIRa:D 98 se -uojut ‘jour jap eimddns &] ap axqrsuodsax ‘sopruorsng sofete] -and) esoudwo e] olsnbpy [ersaioal ET “YE6E Ya "PURE ap UODEA tanu09 JoAeit en YoReADH anb sa1O19npaid sof anUD sopronoe sononu arespour so1said soy seiofous ound ounuséie oW3:903 [et 'sofouoizeuaaru sopaid sot ap veg &] opursoaasd “e9j0 e914 stro 4 sasopnpoid ap jauys je vidos as Owe Ourst as "uoHED one e sopniuas somtgousg so] ap aud v] axqas ueqeited 2s 0} +98 sors) “sanuOuD op sued AIG Ges Ua sowsandus} So} 2p ofied jo seuaa exed ‘vunuaty [eisai04 &7 9p arqWOU 9 Uo> ‘SI 150 SoA9y Se] Ofeq HUY EUR TC61 U9 O91 sEHWES Pepardoxd ap esoidlura rg “sonicuguOND soda $os9 HOLDS Db S>ZOISIOP 9p odh [ap a1seAn|91 OseD OUND K OMEN FP AD—1]O JEAN CT ‘opeanow eied 02a -vo ap sepeaanpr seytar ap 4 esoxcluis ap nustdsa ap eprUtUD epuare? e| Y OpIqap PKPINUTOS ap UOHAIOS UIs LoLDIdaLaK ud sotser) seuueyd se ‘Sepypuon © srpenao UOHEy swsasduua SEE -nije an (pu ofeauoiut Of 989 auUEINCL SEPERP SOP SEO A ‘uEsnp sow vuoxTUM s9UOKIOAUE SeAanU OAH OU O4Dd “EUAN onunsor wf osso} Bloquiogy ena ET ray topseU 8 Se] seper oypory ap Gaqesed & oped fap sou sac2%q Shs 3p sey odnutt gop sauna [op durd woo esouduis ef # gninyuD saouoIuE ap snued v QUrBLO 2$ anb ony{juio> [9] SALMIEUNY S9UDKY SoUEA UENaNAEUS ae 2pOP ‘eunuaSliy e] uo SesnuRUES sng SepOr uqEIoUDH anb uyploe OP Ip ap souew tio urcjrnmiuod sesaidis sey sepor anb oy sou $9 OU otad ‘sied a ua Braqag ap soNNROU sy afoutete Rud ipa wo Huxpyo\. 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Esa oft iano plazo de esas medidas sobre el de tin de control operaba en el mayor seereto, bajo niracla com, placiente de los ministros, cepartiendo divisis mientras esperiba, Con optimismo, que se volviera a kx normalidad, Jas medidas apresuradas cle los primeros afios se reo son luego del Pacto Roca-Runeiman, en 1933, que formalizé bajo nuevas condiciones el rol de Londres en la economia nacional. tsiiewo control britinico sobre las ms variadas decisiones argen. tinas, para favorecer ciertos intereses muy coneretos, fue wn resul- tado evidente. La provisién privilegiada de divisas a los grandes grupos de ese origen fue uno de los factores exenciales de la evo luciin local a partir de entonces. El gobiemo acepto dar preferen cca a la entrega de divisas a los ferrocartles, para que remitieran ganancias « sus matrices, ai como a los importadores de tejdos, para que siguieran trayendo los productos fabrites de Manchester, Fn ambos casos, y no sélo en ellos, esas decisiones tenfan impli cancias sobre la evolucién de la economia local que eran despre- ciadas por quienes las asumfan, Federico Pinedo reconocié que las divisas eran otorgads por dos personas que asumian sus decisiones “a op de buen cubero yysin estadisticas” a favor de “los elegidos que podtian obtenerlas Mass an, Pinedo afirmaba que esa prictica atbitraria era necesa- riamente secreta pues no se podia abrir a un debate pblica cada prvilegio otorgado, Esos mecanismos se sofisticaron con el paso el tiempo y las ciculares y medidas resultaban herméticas; su lec twra, dice Prados Arcace, parecia una “cibala nigromntica” para el no iniciado. Las citculares de la década del teinta inclufan not- mas tun curiosas como el permiso para traer yerba mate, i venia de Canada, 0 automéviles, si eran del Ecuador. Ese metodo de decision refor26 las dificullades que subsisten Gn hoy para rastrear 2 10s reales favorecidos por cada una de esas ‘medidas. El secreto no impide bosquejar el panorama: el control de cambios otorgé privilegios en el corto plazo alos mayores ge pos de interés de la economia argentina por encima de las deman- das objetivas y de mis largo plazo de la economia local, La dispo- ribilidad de libras era superior a la de otras divisas, fo que hacia que se protegieran las imporaciones de Grin Bretafa respecio de has de otros origenes. La orientacion del comercio concretaba la consigna de “comprar quien nos compra’, que: mantentia ligada ta economia argentina a esa potencia precisamente cand ella re= twocedia en el escenario mundial 17 dependencia respecto de Gran Bretana tenia efectos graves sobre ft economnia nacional porque ese pais ya no exa lider indus tral y habfa perdido buena parte de,su dinasnismo previo, Bsa I get constituyd un elemento crucial del atraso cle fa actividad in. dustrial argentina durante la crisis'y la guerra y una cousa de los problemas que surgieron mis tarde. No resulké casual, en ese sen. tido, que los avances fabriles ocurtieran, precisamente, en las ra mas mis independientes de dicha relacion Los sectores privilegiados nite fos mayores favorecidas se cuentan las empresas ferro- varias, que luego del Pacto Roca-Runciman, obruvieron divisas a precios preferenciales para remitir beneficios a sus sedes en Lon. dees, El gobierno argentino tomé incluso un crédito en libras en 1933 para disponer de saldas que pennitieran la salida de divisas ‘en ese periodo crucial de escasez, Los accionistas britinicos logra- ron recibir sus dividendos en efective mientens las actividades de transporte por riel se resentfan debido kt parilisis de la inver si6n, Los ferrocarriles, afectados por Ia cada «lel wifico (debido a Ja crisis), optaron por suspender inversiones, y hasta posterger las necesarias renovaciones de snaterial. Su prioridad era el reparo de beneficios liquidos a sus accionista. El envejecimiento del material feroviario fue una consecuencia de esas medidas que tendria profunds influencia negativa en el sumbo del desarrollo nacional. Los fertocarriles ingleses se mos- traban incapaces de atender un incremento de 1a demanda y no buscaroa mejorar su oferta; poco hiceron que pudiera alentar el avance de una industria local proveedora de pastes. El gobierno no taté de compensar esa tendencia con ningu- na medica que exigiera la mejora de los servicios, No se adopta ton normas de eficiencia ni se reclam6 una baja de los fletes que aliviase a los productores locales de los elevados. precios del transpome, Los fleres contribufan a reducir el precio del trigo pa- ra el productor local a la mitad del pereibido por sus colegas en. los Estados Unidos, pero ni siquicra en la crisis se adoptaban me: didas correctivas?. Los ferrocarnies estatales presentaron otra faceta de ese tema. Sibien hicieron algunas inversiones en material rosante en la dé- cada del treinta, se vieron obligados a adquirir los equipos en Gran Bretafa debido a la presiOn de Londres; la empresa estatal quedo aill uO sopin0vo9 ,sus91duuD 2p OMOIUIEIDEA, 9p SOjduial» SOKA 304 ap (oun eperoprstios 498 apand oponad 36 to S3jtNeD0489; Sof ap wy so ¥‘SajeMD Sus ap ASEM ¥| Jd “P9ISEC|RINDHANSDEAAU Os ap oseny aso sod equzqendosap 28 sed [4 e4MIA0%I9) PPL 2p ra con { oMtoqUEL > SesaHD Sepp SalLOSIOA se FPEsIIOD 4 sesiaip op pepangluodsyp # eonpat sofoyouod ap epies E1 ‘opesed jo tuo sasoyut soy opeayeas uacey onb souotsiaauy se] ap sokogou 9p Ounios (9 -onep fOr aNo ns ua OP! ase wATIIAD so;guIPD 9p wu “yo €} e20] vatsnpu e|20d uo ns ap SapYPIYaysod se BP -2diu Yoad ed ‘Soannaduop seu soy 1u sonexeq st soronpot sof equsuo9 on sre sapexa1 Soy Outo> ‘S>yEUORAPEN SUK] SOL “291 tp Se ENUDDUAD w OAa}{ UOAERLEY ‘aU |>P ¥PHDaP HP SDH “4/6 seu see 9p o1mezeuause aounat fap OBS] “SOpIuL ope Sif Soy uo sepeajeoa see se1odns & weID4ajoa spud asa Ua seo st] anb orto} sort 2p ronvo> (4 sotuBIUG soUD!q sof 9p PLLA {ay eiouasau! | zepystOD ese ane[9 OUPsaH feryD EOMOd SI¥aIK]ey sopoasord ous ye JBUOKURUN PAE aRIOINS cu AP stud © uexarpuadsns as soogsEy aso ap sstuzad 86} 915d a4 2p utes offs as E64 WA ‘SO19ED SO| ap UM A S\KUoyMOAUOE 0] 9p sod 'sajsago sowor>eyia Ses SSD ap O4LOKED [8 OP PP "RUMDIT UeHN) 9pKOP opHOIEAE OPUOAS eANHOE UOKED EL so>1ftiaus sObNP ‘oxd 4 semunbyus seuoday) eied sestayp eymysaoqu sped ja anb Hes seinine velonet ud sojaq SouONIAHU Sof SeAUOHEE SOQ 9p foniuo> ye seit ueqedoy, sos owso> —s>yqen{diioos o— 30 -rpursard Souci rxeurS ap oon‘00s Sts¥0 & aeUHOD 2p O00'009 “Aopiqas op se]eooq Qo OMe HENLE sepsnd Ses osneEsDp 382 2p ojduiate unt uanaipo “eslons xpundiag wy ap saiae ood “LEE {tasted j9 uo uannua anb so1Doy 4 sonuoypavae 9p sony 29 $9 “oUt ¢ er1 Saray soy ap aul fogyeuieany saute ap pePot wa soe 8 eqepunop anb Euauad a4) e ap nisxuisuen UE nd bj WD S309 SEIT UBioatoD seoluNE, SauOgSOK SEL Cf op rungs © asiodaiseqe 9p BEL 2p woystoxout! xy o> aaRuOUODSNUE & OOAPH UE) $9 'SOSI 2 ‘touige fo an quan a FIuOHINE SpEpY ap UyIDvaROA | UO AIS 1p “ANION upanpard 99 soyscn souett i aproudl "S019 sono ‘,aune» & saproa> SEU sioApeud ¥ OZsaNyso as Hsp >PP 20 ub v opp uyypuane a: OpURUE Go OOH UD RIGHE NE 1a UIs anb “Sopdiar 4 sOpE 6st se] owe ‘seinsnpul seusH seoHIeSAp UP Jesuod ap sean) U9 ‘eumdatiy et, 0661 0 ‘neeaudeo smanugu0dg S2UaID ap PIKE 1 9p o(nasit un "sopemp9prit sowanp 40d ofeqen fap feuowEN Sowut dorstasp &| 9p epeatop Hess FUN S onUDUE Un OWED EpER “poi 9 sou TD} 5 9p onaAa! 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Algunas actividades fueron agio- ppecuaris y su rol en el avance de diferentes regiones que despe- fon entonces no puede desconocerse. El crecimiento de cult ‘ys regionales como el algodén, la yerba mate, e el arr0z, las fratas yottos semejantes iniié la descentralizacisn de a area pro- dlctiva nacional mas alld de wnos polos aslados. La clisica hege monia de la pampa homeda, y de la produccion de carne y gri- nos, comenz a ser enfrentada por el apore de otras zonas hasta cenionces desaprovechadas. 1a produccién de yerba, igual que la de fibra de algodén, se tciplic6 en el curso de la década del teint. La cosecha de naran- jas multiplicé por tes el volumen arrojado al mercado mientras {que la de mandarinas y pomelos trep6 diez veces en el mismo pe- Fiodo, La produccion de ajo, cebollay af se mulkiplicé por tres; la de lentejas paso de 250 toneladas en 1930 a ms de 8.000 en 1940. sos avances reflejan las posibilidades potendiales no utili das antes de 1930 por la logica de Ia politica econGmica. Las ct vidades agropecuarias en as zonas extrapampeanas Caparte de al- gunas nuevas ea la propia pampa) aumentaban el producto nacional, utlizaban mano de obra antes semiociosa, oftecian nue- ‘as materia primas a la tareas fabriles y, al mismo tiempo, mo- icaban la geografia econdmica nacional al generar produccién ten regiones antes aisladas de los grandes centros urbanos. [La mineria no tuo un impulso semejante por carencia de co nocimientos acumulados sobre yacimientos de carbon y metales cn el pais, El petr6leo avanz6, aunque a menor ritmo que en la daéeada del veinte, La explotaciOn de calizas dio base al auge de Ja industria del cemento; el cierre de las importaciones otorgé vn impulso decisivo a esta rama, que evolucion6 a un ritmo de vés- tigo una ver que se enconteé due‘ia del mercado interno. En 1930, Ia industria local abastecia s6lo la mitad de las 800,000 toneladas 165 de cemento que consumia el pais; en 1935, era proveedora exel siva y su evolucion seguia las tendencias cle la demand; en 1940 despachaba 1,2 millones de toneladas, tres veces mas que diez aos antes. Ta producciGn estuvo desde el inicio concentrada en la activi: dad de algunas grandes firmas ubicadas en yacitnientos adecua. dos y conccidos. La mayor fue Loma Neges, instalada cerca de COlavania, junto a una excelente cantera de calizas, que hegemo- niza hasta ahora la ama, Alftedo Fostaba, deo de 40,000 hee ticeas en el partido, armé la planta en 1927 aunque el potencial dela Zona era conocido desde mucho antes debido al xo de la primera empresa ded ruio, la Compania Argentina de Cemento Forland, de capital noneairericano, installa en las adyacencias. Loma Negra nacié grande gracias al apone dle su Fundador, que capital alli pare de sus ganancias agratias, y presemt6 siempre una elevada centabilidad que le permitié expandirse siguiendo la tvolucién del mereado, La empresa se for} con el empleo de téc- ricos alemanes en sus primeros tiempos y se consttuyé en un en clave social en la medida en que dominaba todo lo relativo a la vida de sus trabajadores en ef area Otas dos fabricas de cemento crecieron a partir de bases en Cordoba. Una fue Mineti, instalada por a familia del mismo nom tne, capitalizada en afios anteriores en la molienda de harina; la ca fue la Corporacion Cementera Argentina (Concensae), forma- da en 1917 pero que sélo comenzé 2 operac en mayor éscala a pani de 1931, con el ingreso de una familia tradicional de la pro- vinci, los Allende Posse, como soctos. sas cuatro empresas de cement forman trasta hoy el nticleo decisivo de la rama con rimos cambios en su propiedad (el mis reciente fue la absorcion dela Compania Argentina por Loma Negra, que concentra aun mis cl secto. H papel fue otto sector de fuerte dinamismo que se organtzé 2 partir de la concentsacion de las mayores empresas de la rama en ta década del veinte. En 1926 se fusionaron (res empresas pa- peleras existetes en “Zirate, San Nicolas y Campana con el nom Ie de La Papelera Argentina y bajo el control del Grupo Fabri (escindido de la Compania General de Posforos cuando 1 mono- polio sueco absorbié dicha actividad). 1a compra de otras dos plantas en ls aos siguientes Cen Andino y en Wilde) dio la em presa el contol del mercado local En 1929, un grupo de empresation de Rosario decilis unirseTE 98 onb ‘imase ap sinloy ap souopEYOdus se] ‘NsUOD ® Opes sumsone uejqey as sounuse so] anb sopnusdu Syu sojnan so} 9p sepnard souomreuodun sey opis uEsqEY sopuRsé owoD st1jdise luni ues j2204 uowonposd e| upuedxo exed sopepiunuodo sey ‘uiony epun 28 1 ap sondsap o1unoe uotsuvdxa s0Keus ns anbune ‘sepa “opomna|9 sepurtiop sepeuea syur se] ejpuowe onb feisnpuy od tu opeoyssionp un U9 onmauo> 2s esaxduua masa odwion fap oved [P Yop ‘wunvaire ejOUODD e| ap a11am Te OpIAaP [uqey eoMDENd 81 8 opmuioauoy (taseuoD pendeD ap ojdutata ono akmnsuo> ‘om 7 9p sodinbe op uopeuodwy er opE>Ipap “PYUNYTeS sO [PUODeU epia ef ap Daredesap & “epuOGA ajo Uo UK wnt oprorqn apodta anno ‘spore oD ouOISRY a8 SAE. 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Esto altimo ocutrié en cash Hieteo, una rama con claras ventajas comparativas en el pats y evolucién atrasada, En 1938 naci6 una cooperativa kictea en San- ta Fe, Sancor, que en 1940 estrenaba su primer planta con 176.000 pesos de capital y beneficios increibles: el primer ejercicio arroj6 luna ganancia de 125.000 pesos a pesas de que pagaban mds por la leche al tambero y vendian ms barato la manteca en plaza. San- cor inicié asi una expansiOn que la Hlevaria a operar tres plantas cen cuatto afios, a exportar manteca, a aumentar el nimero de so- cios y a offecerles diversos servicios mientras multiplicabs su pa trimonio. La industria resultaba algo mais que un discurso en estas experiencias de progreso exitosas y rentables que se repetian en distintas rammas y regione. Las nuevas fabricas nacian del desplazamiento de capitales ‘agrarios y comerciales, pero sus beneficios iniciaes eran tan gran- des que Jo esencial del proceso de acumulacion ocueria a pastir del propio avance productivo. Las mayores restricciones: no pro~ venian tanto de la falta de ahorro como de las dificultades para ‘obtener los equipos necesarios. La inversion externa EI prolongado cierre del mercado inteme fue generando inte- 165 en muchas empresas del exterior por producir en el pais, fue ‘a para continuar o para ampliar sus negocios, Estas companias no padian seguir exportando a la Argentina debido a la aguda esca- sez de divisas y « las preferencias que el gobiemo otorgaba a los ¥ 169 todo varias de ork roveedores briténicos. Esas empresas, so ep noreamnericano ¥ alemio, que fueron las ovis sctivas del pe Sod, lescubrieron que instalar una, planta local cra la dnica ma nea de sostencr sus negocios en este sicrcatlo, ckudas las difealindes para vender por otras-vias, La Hamada sustitueion de ‘clones que se viviG desde entonces mesultd el x impor rso de hnactiva susttucion de exportaciones encarada por esas empresas para seguir vendiendo, s0s inversores tendicron, en gener nado final que exigian un flujo coatinno de partes y piezas del exterior; de exe modo, obligaban al gobieno a concederles pet= nisos de imponacién (o divisas) para que dichas plantas pudie- fan funcionar. Mantenes la actividad interna y crear o sostener fuentes de trabajo eran los argumentos para exirier 4 la oficina de control de exmbios Ins divisas necesarins. Las plantas origina- les eran simples, apenas de montaje, y may dependientes de las importaciones de partes ¢ insomas eriicos. Hl prolongado cieree dela economia y las eonsecuencias dle la Segunda Guerra lleva- ron a muchas de esas empresas 2 amplisr sus operaciones y a buscar proveedores locales como condicion minima de su propia aetvided. Sus tareas productvas se expandicron y se hicieron mas soflsticadas y completas, aunque manteniendo siempre la depen- dena de as decisiones de sus casas matrices, poco interesadas en esa evoiucin Ente las primeras de este tipo se euentan las Fibrieas de neve matcos, que en 1931 ya estaban produciendo localmente. El in ‘reso de dos gigantes como Good Year y Fivestone se explica por Ih presencia de un apreciable parque automotor que demandaba cubiestas para seguir rodando. Esa experiencia fue imitada por cars, locales 0 extranjeras, que instalaban taleres para atender distintas necesidades dle rutina del parque avtomotor hasta cvear las condiciones para un intenso aprendizaje en el sector metal me- cnc. la imporancia que habia adquirido el mercado local de auto- n6viles movi al gobierno del general Urburu a negociar la ins talacion de una fabrica en el pais. La iniciativa fracaso porque las empresas norteamericanas no estaban organizadas todavia para dar ese salto y, mis ain, porque las condiciones de la cis y las perspectivas del mereado argentino no resultahan suficientes pas 1a alentacas. Sf permanecieron las plantas de armado ya instala- das, y su inluencia resull6 muy grande porque ellas esprimvan la instalar plantas de ar- po#8 epee eun anpox! wed somnuge goorsty UeEuNoO sonaR “PaIEHES OO'LE ‘IHGES UoIDepYOSUOD 2p 9/qeIOU EuRBOUE Un UrIqHYXe SOpeyTIsaL soy “OUNUaEY [eENSAPUL JO}998 fap [ex GOD “PAs ¥j 990U99 rand oansrUnpa OsUdd LAN ORIDI}D 96 CKEE UT reynsnpuy eumourd px ‘o199]9 |e OpeaKD eEWO OUD UN “aN UD UOLEdAUTE 28 4 (ofa Jap sasiud Soy e euNUARLY e] ap exION8 ap yewi0s Uo!D esep2op kf ¥ OpIqap) ,eBtUDUa pepadoxd, oWo> sepedsyLo9 vor ‘any ypuonuOD v] ap [eUL) TV JOEDIKA 19 apsep sezaId ap osaxdut fp QUT! opens sapepiambe sns UOD sInBas wed ‘sazopaaxosd IBULOY © ‘SHAN SNS IeEOIUL HORRIESP “eHFBND epUNsdg ef uEING ‘uornnjon9 sonoisod ny eued sojqeioasde soseq UONRIUDS & SOL ‘on s9jpq Sauoper v wepEDIOA UEuIsD SeuBUDE seSAzdUID Se] {4290} Su 9p SouqUTU SOsIOAKP UO? su osea1 seypansa sns & sourUB sodeu® sopunall sof op #2149 A rontuuo%® upRsiotnip vf od ypoputog 38 sasaaTUT ap DEaSLDN 1409 > ‘SESIAIP 9p (¥o04 Z9SHK9 fe att9gy OUNUatLY OUDIGOE fred spioit west ap UFi9 anb “wIp!>4{ 40d Sowsandoud anbann 2p S0|UaAUOD Ga nJUOKOS as SeUEUDZE SesaICiUD $e] 2p Os=URL (2 ‘oonyjod s9pod ns & seme soproiou soxnsadsou sn a opyfocouo fos ns UDI ‘on sapeo] stoners sexu! sauany so B amUaKyuD URjgap Os 2puop sopupwuine suyjaube ua opspioap Anis eta seroiesnxa susad to sopunl seis op 2dURAE [| EULWOIE wILAH Hf Jod vpentored C2 -uidse ej uoo mowoiaduio euoige uo opezury wyey as an owed 9 UI Motiay jo eoNpoud aab yr20] ouREIOAE| UN ENLOD arEqU fs OP UT 4akeg “zv0d9 aN UA “SOK & soonn7rEULE] SOLOIE -oe{ 04> Isr ‘suaNUaIS OdaUe [ap sopeAy seeA “eau ap UODE ods ef ap anueel v seen9p> seedy; opuruOK giotul as ab) uNEISO BION as sesuduna Ses an “eID epHNOS ef ap SOIUE oojunb 4 oxjugroUw “oouIDa\> JONES JP UD os|ndus feDad=D UO! rani ‘Soo;cyIL4| SO} B SOpRDioNK sajsoUNS Undedadsa oped ‘REET & 6€61 anise pepite ues voLwnsoW seueUAZE sesasdusD SL soationposd saio.9s & sodn #5 1 SQUOKIEFAN ap atayIs UM aucua 9p sriojiuns 4 seeps pends ini! oun ype apy sagainway sop mayays your eHnsa4 aH Oh ap (opted! dna ook oan atoyseotase aoe pepst! ua “Hopomnoig > gNUD EL s9ndsop odwson aang “uj U2 58P yep so a spa pose arsutcltia sant sel ap saseuonn soquc) tt | a ‘ouedas aso ap owor up sewajqosd & seznureios9 oqny ‘2p ae) Sry oH espod OU A epOd koRINe) eIvEdWOS anb sOHNP “aud 80} gpaqqrasa opsanoe fa HO] OUETUIE Fo ua odeuf asa 9p 09 “hwouode sopod auirou> je oprcap wiog & 98unq o> oprERDe Un ‘quay eunUDBLY ej UO OsoxB Ns w ‘feRpUNW opEDtau! 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Hos ‘pan anb ‘oprune ap seiuryd sesa ap uy any wuOND epUnos 2] ap ovat ja apsap soda ap pepaiawsodus €] sopeptatme sos lungos esed veqzasop anb sopeusesap sopsowuoIne S| sopIn>utt ‘sopiucy sopery $o{ apsep sauidiq opursduios sos wioyp nd eunuodsy e] aab ered yaequem Fop OMpAD uN sruonall e vO Bajy sojeutuwsot Sef “epeDgp rap souy y “eon1dypas peauNjon eu on op sessonut seuDI> WEPDSIO sand SRqLHE “SOON & ‘HYUN 0» & sesaudita sj anu Up.sRDOHOU aqourA ) BPH Hap ossmstren [4 Sestatp Bee, 2p jonvo> ap eUDY sod ny aqqyx PITAL aliowo 59] 28 OU 18 UBINPOKC HS sBpUAdsns ap 1uDKE] EeAUOLUT vet1m mma de bienes por un monte de 3.000 millones de pesos; dich su thus adgquiere todo su significado s} se la compara con 105 1.000 mie Hones de pesos gastudos en productos importados 0 con Yos 2.860 mnillones de pesos de Ia oferta agruria (2 precios del mercado de tsa fecha). Elavance de ta tecnificacién se aprecia en la potencia instalada, que era cuatro veces mayor que en 1914 lo que perm tie tmultipticar el valor de Ix producci6n con una variaciin menoe del niimero de obreses)”” El censo incluy6 nummerosas actividades, desde panadeias has ta talleres mecinicos de separaciéa de vehieulos, que representan poco 0 nada en términos reales de producto industrial y dinamis- imo técnico de todo el sector. La clasificacion de datos permite se far que 671 firmas organizadas como sociedades an6nimas po- seian 2.00 establecimientos y apotaban la mitad de la proccciin fabri nacional; ese grupo de empresas era el corazon de la indus tuia argentina. El resto estaba formado por 2.700 establecimients, aque abarcaban cl 30% adicioral de esa producci6n, al que seguia {una numerosa masa de pequefias unidades, de caricterartesanal 1a industria seguia concentrada en Bucnos Aires; amplias 20 nas del pais no tenfan otra actividad que la panadera y similares. Fsa intensa concentracion geogrifica se explica Ficiimente: nw cas de las empresas registradas eran las mismas forjadas en el perfodo anterior. La cuarta parte de la producci6n censal reqis- trada se levaba a cabo en establecimientos fundados en el siglo sax, que tenian en 1935 una edad promedio de cuarenta aos (j, Jogicamente, crecieron en el inten). Un 40% adicional se pro- ‘ducia en plantas instaladas entee 1900 y 1920, que tenfan una ‘edad promedio de veinticinco afios. En defintiva, soto et 10% de ta produceién proven‘a de establecimientos nacides después de 1930. Las fabricas argentinas eran antiguas y se habian foralec do en el proceso no siempre continuo ni lineal de las décadas previas, Ta aprecable antighedad de las plantas reflejaba el estado téc- nico de los equipos y el componamiento de sus dueios. Como se detalid en algunos casos puntuales, se relacionaba con la historia de su propiedad muchos establecimientos eran manejads por fa segunda generacion 0, para decirlo de otro mod, por los descen- dientes de los padres fundadores, Diversos datos sugieren que la tlevada presencia de los més antiguos favorecia, todavia, su rol hhegeménico sobre las acttudes y las ideas del sector. Los nuevos ploneros de la industia parecian adaptarse al clima existent. r 3 ul no mis Sel escaso inter tenor A partir de esa fecha enso de 1935 fue el primero en mas de dos décadas, un sig 's oficial por la industria en ef periodo an: realizp una encvesta industrial da dos 08 y uN nuevo censo en 1946, Sequnda Curr, Esie tino registi6 el notable impulso que pro: yoed el ciere del mercado local. En esos once sahos, ke produe Gon se duplieé mientras el ntimeco de obrercs ceupados lege 500-000. La iadusta aportaba un valor superior a del seetor are pecuario y era, en los hechos, la mayor impulsore de la economia del empleo nacionsl La crisis y la guerra habian dado resula dos Jamas imaginados durante el periodo de expltacién fail de tas ventas naturales de la regiin pampeana EI avance seguia apoyado en buena medida on fas plantas existentes, dada la enorme dificultad para importar equipos en «se perfodo, Mas del 70% de la produccion y de los obrcros se- gistrados en 1946 operaban en planias que ya existion en 1935, Ia produccién aumentaba por el uso del doble turno, que mul- tiplicaba la ocupacién con los mismes equipos. Una paste deci- siva del resto de ese incremento se explicn por la creacién de plantas grandes. La comparacién entre ambos censos sefala que en el interin habfan surgido 75 establecimientas nuevos, de ms de 500 tabajadores cada uno, més otros 60H que ocupaban en- tee 100 y 500 personas cada uno. Esas 675 plantas que se incor- poraron, mis lz expansion de las existentes de ese rango de ta- rato, explicaba la mitad del aumento del empleo ocurrido dante cl periodo y un porcentaje atin mayor del ineremento paraelo de la producelén las grandes empresas antiguas diversificaban su actividad; as rismo, creaban nuevas plantas para expandis su produecién. Las normas censales registran a estas thtimas como “nuevas” igual que 2 las plantas fundadas por otvas empresas en el sector fabril; por ‘so resulta dificil separar a unas de otras en detalle cuando se de s apreciar el ingreso de nuevos empresarios. Aun as, los datos isponibles permiten sugesir una tendencia: cada afi, enue in co seis irmas grandes (mis de 500 obrexs por planta) comen- raron a producit en el curso de ese periodo, acompaiiadas por en- ure cuarenta y cinco y cineventa establecimientos medianos (00 4500 obreros en cada uno). 1a impostancia econémica, productiva y social de ese grupo relativamente reducido es lo que permite estudiar los cambios industeiates a partie de casos elegidas como los comentados 2 lo apenes terminada la2401 006°¢1 olnposd uproay enueydl 1 sted ye say SopaeY oN 4p Anu o1nso1 A sopesa rsa ‘soptun Soper So} Uo sopsdtoa orang uoorunuse ap odimba jp J9AoUr RAK SaLOrON $07 “(Poq -aY) wag wun run eyluoDo oWoD eqeINBy sequIE Us sond epaidoud ap soxou eruar jena vy UoD “o\ged UES ap "EHOUIA of “PH Byyeduog Bp ypnde vj uoD oun oXnajsuo> "eqeN ¥5D sEiod -ts wed ‘aitan8 6] sod OB] ou anb ‘eo8jaqi ua odnbo un apead -wo9 exe ures, “o132e (9 exeleqen anb Jopeuruse, uaa fap ie) 40d yp61 ® OS61 ap expueW UD eIsand ns seHsOIS0d oIGap ood “o1oaia) un ofalde & (Sepwep wDeq apsap soprayuied ueqeRa anb) unseyy stiowiats sousoy sop oAnuisuozar wsosdusa v1 “8 “anuopis ef rgespap eed (ruasea ap eyedwo> xo e] e 2142.9 -uowauod) ojanqpeny [> aaqos se1ueyd sis ap wun sepyfosuco w ge ‘uptt09 rot, eiuIDA F9p YPED9P e| 99 PEN epunos vy GE THe UoRonyona w{ Us ede taonU pun e Ose +ep mise s9]820] sepusuinp se] JopuaTE ered spe wey aserONE © 4 uotoanpoxd ns sipuvdx ® Uosrevawo? ‘salopeiodusy £0: -aije ouoo Js ‘souastx> seayDUr seiu¥jd se] eYpAEW U9 SO}:93 -od & soqseso.ou soxdmba soy rauango ered semDjqoud sausoet JE -2dns onb uoraram ‘ODay 2 sepean 'sesanu sey & “uoroypudo 8 gab ‘sowoisixa sesaudusa sr] ‘ommoquendinba ap & seondo90 $4 61 ofod munud vumew 9p s9pLijOo4yp se] wEAENAE wane PI syed jou a uuEMOL ELEEIP ap Y>eIs AlILONS JP off 36 HHNIIPHE 00 uj onb stanuaius ‘uepsix@ eA anb sapepisnoe ap sopeaap S| aayanoude ap peptngisod e| uo oseG as eoRuHb e| ap aauEae a BU fy “seiogjoUd soso e “elaHed elotnbIs “uoloiyoes yp wed 52 Lusea optiauqnosop any eHISNpUF eT ;pEpIAgD Hs Uo sorUeloUDs seqen eqieuooue oonnaoeussey osu 30,08 fx SCONE 305 © ed muyd eioreu souarqo tard sopennoytp se & soo1u29% 9p ENE by ‘Caey0g sata, BBNpoud an’ oaey anb soy ousno seunngur sodinba se.qey eed) pomp alezspuaude un 2p o4esop jo sEKOE 2xqop wUy20us UE] SeoRUND & sOoI}RAUE SoMIDSt sonO AO! 200 ap zasess e sod epee gaa 2s eapaau9 ughoouNsaN EL atunsnquuns ap owuaqso2t -s0qe ap svuiyoxd 50} Yoo ossenuooua ted ojps ouad ‘seus seal ox! srs sojetsu! uouesioy seouciey sruniy “ejeus A eat) $910 soauypanes opumuanb ajqisriqluos op epueuap rs ap 9.08 IEE Uojeamba fs urmoigo (oDEnsa ODLAtae ap jsuOLsEL esata 108 vus ep) SIV HL op SeUISN se) YoEr eDeY anh apres ue) wa Y? 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En 1934 se taslad6 aun predio de treinta y cuatro hectareas en Hae- do, donde instaé cuatro hornos Siemens Mastin de veinticinco to rreladas de capacidad cada uno, que comenzaron a operat hacia 1937 pese «los problemas de abastecimiento y de enengi. Santa Rosa era una casa importadora de origen francés que se instal sobre veintiocho hectéreas en La Matanza, donde constr yO tna acerta, con dos homos y un lininador, que comenzaron a funcionar en 1943, Los 200 trabajadores de su primer ado se mul- tiplicaron hasta llegar 2 1.000 a fines de esa decada a medida que Ja demanda estimulaba a la empresa a incrementar su oferta todo lo posible. Gurmendi, finalmente, pas6 «le su fabrica de clavos en Flores ‘una gran planta de laminado, trefilacion y galvanizado de acero sobre el Riachielo, que tbajaba rieles usados, y también comen- 26 a operar en 1943, I Riachuclo vefa transformarse su viejo rol de ej frigorifien al de base del acero argentino. Alli se haban concentrado buena pac te de las nuevas plantas portefias de esa rama, siguiendo las ten- lencias delineadas a comien2ns del siglo, que tenfan en cuenta la localizacion de la demanda, Las plantas salian de Barracas, donde ‘ya no tenfan espacio para expandirse a raiz del crecimiento urba tno, pero sin desplazarse demasiado para atender sus nuevas act idades. Los ¢asos mencionados fueron acompaiados por otros: tuna planta de oxigen militar, que se ubicd también sobre el Ria chuelo, varias plantas pequeiias forjadas por técnicos emprende- dores, y ACINDAR, una gran empresa que se formé de la nada y fue la primera que sali del rea de Buenos Aires para sentar sus reales en Rosario. 'AcINDAR fue creada por Acevedo y Shaw, dos hombees de la antigua élite argentina dedicados a la Construccion que decidieron resolver la escusez de acero para sus obras mediante la proxduc- Gién de dicho insumo. BI cemento ya sobraba pero faliaba el ace- 10, cuyo precio trepaba en proporcién directa a su escasc7; la ba- tra de acero pera Ia construcciOn se vendia a 30 centavos en 1939 para superar los 3 pesos apenas clos aos después. Resulta obvio mt que ta produceiéin de acero podia ser my rentable en ests con scione SciNpak instak) su primert phinia cerca de los talleres ferro viatios de Roque Pérez, que olreciain la posibilidad de ta chata ra que tendan acumulada, a la que se agreaban las facilidades 4, para despachar los prodictos, En e808 Mhos ¥ por esas causas, Rosario tendia a convertise en ka seu, fica comenz6 con un tren de faminacidn usado, taido de Chile, y un horno Siemens Martin Se necesiv gran ingenio tecnico para sortear innumerables dif aullades hasta que a instalacion loged fncionar, ea menos de iin aho, paniendo de bases casi iaverosimiles: vielas estencturas Ferroviarias se teansiormaban en gras puenie y las soldaduras se hacian con alambre a faa de elecrodos. Bn abvil le 1943 la Iuminacion ya funcionaba y en diciembre el homo sidenirgico entraba en accion Ta produccion de 13.000 toncladlas de acero de 1944 fue el mon- to méximo permitido por es0s equipes, cuya puesta en marcha dio ganancias del 2006 sobre el pauimonio de ki empresa. Es0s exce lentes resultados se reptieron los aos siguientes; la precana fabri «de Rosario amortiz6 el 75% de su inversion antes que finalizara ln Segunda Guerra y retornaran las imponaciones de acero que in palsizon los precios a la baja a siderungia privada se foro con equipos usidos en su casi to- tlidad, en un proceso que tendeia profundas implicancias poste- siores. Al mismo tempo, nacié movida por una necesidad que ve telejaba en montos de ganancia envidhables para empresas de ese Caricte, aunque se debe agregar que dicho fendmeno se repetia cn todo el espectro fabril: una encuesta sobre cien empresas co- thantcs en la Bolsa decia que las tasas de ganancia erecieson del 12% sobre el capital en 1940 al 18.8% en 1942" las condiciones de la guerra forjaron un sisicma de precios se- laivos que orientaba el desarrollo industrial. se mismo contexto contrbuy6 a crear empresarios que descubian las ventajas de! in plant Fabri en amas consieradas como “impropias” de la Argea- tina, Los costos eran elevados pero los precios también Jo eran, y dejban un margen de benefiies que amparaba la inefciencia oF ginal de esos ensayos! Muchas de esas empresas se apoyaban en el nuevo sector fa- bai dizgido por los militares que, paralelamente, tazaba el sen- deto que habria de seguir el pai portuarias sobre el Para