You are on page 1of 22
_ JUSTINO_FERI bo WIZ te BOTETICA DEL ARYE MEXICANO COATLICUE EL RETABLO DE LOS REYES El. HOMBRE rc UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ESTETICAS fe equi lo indi sentido ceativa © pict do mis ada la se EL RETABLO DE LOS REYES En la introduccién que apar part titulido: Coatlicue, Estética iguo, puse en dud interpretaciones sobre el arte comprensin como pueden serlo las relativas al arte de la Nueva Espafa. Las razo- nes son obvias. El pasado sin duda levamos en la conciencia es, por razén natural, més dificil en su iltimo sentido, si bien recientes aproximacio 2 la cultuca-nghuatl. El pasado de la eva Espafia, en cambio, es cristiano, y por lo tanto actualidad, vida espicitual ia_y lenguaje y costumbres. Sin embargo, seria forzat mucho la idea decir que no es vida paszda y, por muy propia que sea, algo remota, Tiene el mi de toda época histérica, que es tanto como decir! el misterio del hombre, en tn tiempo y circunstancias. Juzgo innecesatio insistic en las premisas que me guian en este estudio, pues han quedado expresadas en la parte ir mencionada arriba, por lo tanto, ebo ahora entrar en la consideracién de una obra del periodo que vengo tratando, como muestra del estudios que me p son necesarios para logsae iiquen de algin modo tas ideas estéticas, en el proceso eritico desarolla do anteriormente, a través de unos setenta escritores, mexieanos y extranjeros, extaci de acuerdo'en que lo que ha venido a ser puesto en mayor relieve es el arte barroco y muy especialmente el ultrabarcoco del siglo xvi. Cierto que se ha tun interés por cl arte del sigio xvr y que sobre &l se han hecho estudios de orden y se han dado opiniones de interés histbrico, artistco y estético; de tuna obra como la de Kubler sobre la arquitectura del siglo xvt no tiene pa pues no se ha produéido nada semefante, por ejemplo, sobre la arquitecturs 4: siglo xvnz, Sin embargo, el ctimulo de opiniones estéticas de cardcter ya sea edmi- rativo, estimativo 0 valorativo sobre el atte ultrabarcoco ‘hace patente el interés continuo que ha suscitado dentro y fuera del pals, siendo como es, en efecto, un formidable jicén del arte barroco universal, con’ earacteres y matices prepics Por otra parte, y forzando un poco los términos, todo el arte de la Nueva Espod «:, de hecho, barroco, y puestos a tomar tan solo una época significativa, pa més convenicnte considerir Iz det apogeo final y no otta del inicio o de lx pacte media porque en aquélla han de haber quedado resumidos en expresiéa sintética todos los sentidos que puedan habec tenido etapas anteriores. Tales consideraciones me han levado a fijar Ia atencidn_en una obra de la primers mitad del siglo xv EL Retablo de los Reyes, en Ia Catedral Metropolitana, Soy consciente de que’no faltaré quien opine que podria yo haber seleccionado tuna obra de cardeter “més mexicano”, para lo cual sexfa tal vex necesario recurtis a alguna de lo que tecientemente hemes dado ea amar el “Barroco popular”, y iertamente las hay magnificas y aun si se quiere més originales en el panorama del ultrabarroco universal, como San Francisco Acatepec, Santa Maria Tonantzintla 0 la formidable portada del Santuario de Tepalcings. También insiste en presea- fase en la mente ctia obra: ls capila del Focitoy ea le Vill de Guadalupe, por altimo, tendra un lugar preferente, quizt, el Sagrario Metropolitano. No Sbatante, he prefeido el reablo monumental del Alta de los Reyes por yarce motives 'y razones, siendo la primera de ellas que dicha oba mapnifica fue el 4 342 punto de pattida paca todas las formas derivadas que habian de producisse después de ella. Es verdad que tiene en México un antecedente iamediato en los retablos de Ja sacrstia del Convento de ln Asuncién, en Toluca (consagrads en 1729, hoy dia desaparecidos), pero ni eran de Ia calidad ni de las propacciones det Retablo Ge los Reyes de li Catedsal de México, ni tuviecon la resonancia que éte, en el ual se centré la atencién desde que fue terminado en 1737 y cl interés por él ha continuado hasta nuestros dias. Es en si wna obra grindiosa y original, sabia, aeabada y llena de fantasia. Tampoco Te resta nada de todo esto su antecedente sevillano desaparccida, el retablo semejante que su misino autor, mo Balbis, levanté en el dbside del Sagrario de la Catedral de Sevilla, antes de pasar a la Nueva Espatia, y que termind en 1709. Por la deseripeién que dejé Ccdn Bermixts sabemos que tenfan scnicjanzas los dos retiblos, pero también pueden colegicse las diferencias. El retablo del sagrario scviliano fue cumbte en su miomento c inicio de nuevas formas que se produjeron a grancl mis adelante; su elemento amis distintivo fc lx columna estipite monumental. Al respecto dice Sascha Corbacho: #8 Hoy hay que considerar a'Jerénimo Balbiés como el introductor de este soporte en lz arguitectura sevilana de madera, pues sino fuere suficiente el cjemplo del cetablo thidide, destruido a principios del pasado siglo, tencmos al de la silleis que proyactd en 1714 para una iglesia de Marchena (Sevilla), cuyos soportes son de esta clave. Apenas si tuvo al retablo del sageatio sevillans un siglo de vida, pues fuc hecho astillas en 1824, segtin Coin Bermudez, victiona de la furia iconochasta-ncoclisica que tanto en Espaiia como en México produjo més de un incalificable atropcllo, por ao decir barbaridad. Conviene tener presente la descripcién de Cedn Bermd- ez, a su vez hija de un critica que ao tuve simpatia ni comprensién para este género de obras, dice asi: © Gerdnimmo Dalbfs, vecine de Cidiz fue su inventor, y se aeabé cl dis 6 de diciembre de 1708. Costs 1.237.390 reales: gram ama pca aquellos tiempos, pero muy carta si z= Stiende 3 a multitnd de cartos de madera que crmprands, el proico trabajo de los oficia: Tes. y al inmenso nvimero de panes de ora, qite ee babrin extendido sobre su abultada hhojaeases, La novedad deat dieposicién y ornato, su maguitud extraoedinacia, y las muchas extatuas que contiene, todas mayores que el aatucal y trabajadas por D. Pedro Dugnte Cornejo, que era emtonces el escultor més acteditada de Sevills, admiraron la GGudad y hasta for poctss se ocuparon en alogiacle con vetsos ny parecidos al_retablo ‘Estas cigcunatancias y Jz de ester colocado en el primer tempio de la metedpoli, dieron ‘motivo 2 que lor demds profevores le adoptasen por medelo para sus bss, y aque en poco tiempo las iglesias de Sevilla se viesen lends de los despropésites de Balbis. [legs el tetablo hasta ef arco toral y ocupa todo cl fondo det presbitevio, que const: dde 80 pies de alto, 40 ce ancho y 30 de hucco todo revestido de pino, Rodea este iamen- fo recinto un zéesio de pape, que tiene de alto una vars y media: sobre él se levanta tun basamento de madera con pedestales resaltedos, Encima de ellos se eleven custo grandes estipites, 0 Jo ye son, Wacienda de columnus, y sobre el basamento pilastas Flenas de dngeles en actividades de traverene. Sigue lo que quiere sor cornisa, rota © in: terimpida por mil partes, com ontradas y silidas tortuiosis, y cemata con uo cascarén aque eabre todo el presbitcrin, Soba [a extendida mesaalat, que esté aisada, descansa Gl tabernécula de dos euerpos con infinitas calumnas, que no pertenecen 2 ningin ordes dde arquitectora, Detrde hay un aco grande, que da comunicaciin al trasagrario con una ventana al frente: encima de este arco cxti otto con dos columnas a los lados, y en €l contro Ia estatua de San Clemente, titular de esta capill, arodillads sobre un trono de nudes, vetifa de pontifical y sends por ingle: mancsbo, Mis ara tay tin Inicho, que tompe la commis principal, y en Al la estatua colosel de mucstra Sefiors de Is Concepeién sobre tiono de Angeles. Entre fos dos intercolumnios laterales se desabren dos puetas adornadas com cendales y.ottos omatos extrafios, que din comunicacién a I Seca y 3 ota piesa que ett Zi frente, y sobre ellas dos nichos con las estatuas'de San Juan Boutista y de San Juan woe f } MEXICANG inse después retablos de 1729, hoy del Retablo éste, en el js por él ha ‘inal, sabia, [antecedente mo Balbés, posit a ht UBemildez yn colegicse ato e inicio mento mis Sancho porte en la Gel retablo we. poyets fue hecho ‘rneoclésica + atropelo, an Beri. pasa este ¢ diciembee cot si te fs oficie ss sbulesca rail, ys © D. Pedra dimircon la a setablo, poli, dieron faque en Si! gue coasts f= levants san conta to pilates rola e in 9 cuarén 3, descansa agin orden yen al ua toma a hay oto ou deb 0 eendsles T gue ti 2 ie jean “EL RETABLO DE Los azvES yangelista, que tienen por remate los escudos de armas del seitor Arias, Arsobispo de Ja diocesis, que dicen conteibuyé con limosnas para esta obsa. A I entrada del prechi teria, a la'de las puertas latealer y a lor lados del altar se presentan unas ocho © mis estatuas alegérieas, colocadas sobre repiss: ots cuatro, también en repisas, sobce bas mento, que fepresentan 2 San Pedro, San Pablo, Sants Justa y Santa’ Rufins, y otas ‘cuatro’ mis, asimismo sobre repisas, de los santos arzobispos de esta iglesia, coloeadas Gelante de os cuatro estipiter: de manea que ninguna de ellas descansa wobce macio, Reston otras de mancebot encima de Ia coenisa en actinides violentas coa tore: en las ‘manos, castilos, pozos, ciudades y oko: atributos de la Virgen. Siguen después... gpeco a dénd= voy con una explicicién que yo mismo so com- gesido,aungle oy 41 vt del proploeeablr Date der que fo senda sucess fspacio el inmenso de este presbiterio para que Balbés extendiese las alas de su furibucda fantasia, mont el arco toral, y encaramé Sobee él una espantosa y colesal estatua det Padre eterno, con acompanamiento de Sngeles, que lega hasta circa del anillo de la media naranja. Y como la escultura, pesada por si naturales, no le ayudase tanta came EL necesitabs paca explayarie por aquella elevacién, imploré suxilio de ls pinturs, que como mis, gs le rest mi dng, els nubes y mde replndares con que pedo Henar aquet vaio. La furia del nuevo “buen gusto”, el neclisico, al destrur el eetablo del sagrario sevillano ea Espafia, respetd en México, por milagro, el Retablo de los Reyes, no obstante que las opiniones estaban a la par con las de Cean Berries a pracipios del siglo sax, pero no media centuria antes, ni ciertamente de unas décadas mis tarde en adelante. Veamos ageupadas a contiauacién las opiniones sobre el Retablo de los Reyes que aparecen diseminadas en otra parte de este extudio. Cuando el Retablo de los Reves fue terminago en 1737, aparece en la Coceta de Castorena y Ussia una nota que dice: “....se dedicé el suntuoso retablo, comea- zado en 1715, euya vistosa corpulencia... esta obra celebrisima que, sin duda de cantroversia, ¢s la més lucida y costosa de América... motiva euldadas a la vista y silencios 2 la admiracién ...” Pero, en las primeias décadas del siglo xx ya lo se ve como de “hechura antigua y digna de! desprecio del dia” y no ex “mas que ua scopio de lela dorada a lo antiguo y bien indecente” (Femdndez de Lizardi, 1815). Sin embargo, en el ltimo cuario del siglo, y aun antes, comienza ls revalorizacién del arte barroco y el Retablo de los Reyes tiene “algo de bello, algo que eleva el espiritu ante ese altar tallado y dorado maravillosamente” y es “Gna fegia ob donde el arte, la historia y el dentimiento de lo bello prodacen sus efectos ... grandeza y arte... donde se ha desplegado todo el lujo, todo el idea! ce Chusrigueia.." (Gibbon, i874). A fine def slo es usa de hb “prnocons joyas del arte feligioso” (Revilla, 1893), y al iniciarse ef siglo xx empicsa su vewadera © ininterrumpida estimacién, asi, es: “obra, realmente bella... resplan- deciente ... soberbio ejemplo del churriguetesco” (Baxter, 1901); “las dos grandes maravillas --. el altar de los Reyes y ef Coco” (Mariscal, T915);~“el porteatoso altar de los Reyes... puede considerarse el pratotipo de tetablas churriguerescos” Romero de Teretos, 1918); “una de las obras maestras del Ultra-barroco fantistica grita de of... Balbés... su violenta y formidable concepciéa. Su majestuosa grandeza, sus enérgicos contrastes de claroscuro, la dignidad de sus santos, la magnificencla del conjunto produce una sensacién que supera al interés de ottas decoraciones Ultra-barracas” (Dr. At, 1924); “se han condensado los suefios funambulescos del churiguereseo” (Toussaint, 1924); “prodigiosa grata de ora, nido de abejas, feria de volutas” (Giller, 1929); “Altar de los Reyes y Sagrario... a partir de estar dos obras, México encontz6 el verdadero sentido del Barroco y 10 acogié con tal entusiasmo...Alli —en el Altar de los Reyes—, por primera vez, contemplé México la nueva pilastra estipite, que en form grandiosa sostiene el retablo ...” (De la Maza, 1950); “Balbés concibi6 con grm- dlosdad la Cail de os Reyes es obvia x novedad en bs Nueva Espata (Angulo, 1950); “Es imposible exagerar la importanéiz “de ste retablo... una ieee ‘que dio tan precisamente en el centro del gusto mexicano que dificd- Esrética pet ARTE SeeRECANO. mente puede ser Hamada extrafia... Alli vieron sus posibilidades (del ultrabarroco, del estipite) ¢ hicieron de él un Tenguaje nacional... La capilla ha venido a ser tuna geuta de oro inconmensurable, que beills radiante ... Todo esté en movimiento, en vuelo... todo es color y tiens palabras y misticismo” (Wilder, 1950); "Balbés puede ser considerado como ef verdadero ercador ‘de este estilo eatipite’ y de este tipo de retablos ... Después de 1730, las ideas del Altar de los Reyes comienzan a dominar la moda en los rctablos... La cjecucidn de este retablo es de una alta calidad... abrié el camino para todo un nuevo repertorio en los retablos mexicanos después de 1740; nada hay en México que s2 equipare a su bravura barroca tardia y a su escala colosal...” (Baird, 1951) Asi, el Retablo de los Reyes ha surgido en la historia como: suntunso, vistoso, corpuiento, admirable, obea celebrisine, Ia nis lucida y costosa (en su género) de América; por un’ anomento (1813) fue obra antigua, digna de desprocio, acopio de lea, indecente; pero nunca mas volver a scr considerado asi, en adelante se vuelven a descubric sus valores y desde cntonces (1874) hasta hoy so ha visto como obra: bella, regia, grandiosa, lujoss, siatesis de arte, de la histova y la belleza, maravilla, resplandeciente,” portentosa, fantistics, majestuoss, mingnics: gruta de oro, nido de abejas, feria de volutas, violents y formidable, novedosa en M Nueva Espafa, sin igual en México, con bravuea barioea, de escala colosal; como obra que eleva ef espicitu y de sentido mistico, Varios hun visto cl sctablo como: soberbio ejemplo, prototipo y condensacién de sucfins .... churrigucrescos, hasta que alguien hablé de 1 como de una de las obras mnestras del ulteabarcoco, Ahora bion, qué tiene que ver Churriguera en todo esto?, y joudl do los Churriguera? El asuito esté relacionado por una parte con la ya fadicional manera de considerar toda obra en que aparece el soporte estipite y Ix decoracién profusa como churrigueresca; el témnina tivo buen éxito, primero en Espaita, y en México desde Cibbon, Revilla y Baxter. Por otra parte fa discusién sobre los Churtiguesa y el churciguerismo cn Espafa, sobre si fue José Benito el primero en introducir el estipite en baldaquinus y retabos o. no, todavia no estd clara. Kubler, por ejemplo, ha dicho rccicntemente: 4 "Por unm divertida ironia de li Wistacia, el nombre de tuno de los menos aventurados arquitectos espatioles ha devenido sindnio de liber- tad y extravagincit buracas.” De la Maza, por su parte, tiene rziin cuunde dice: 49° “Tanto ignord México Ia obca de Churviguers, como Churriguera ignoss a México”, pero no cuando quicre deshacerse del término que tiene yx tradicién, fundads cn mds o en menos, para denominar las obras quic ticuen estipites. Si Charriguera usé por primera vex en el barroco espafiol al estipite en el proyecto del catafalco de Maria Luisa de Orleans, en 1689, y en el taberndculo de su reta. blo de San Esteban de Salamanca, en 1693, quédese el término tradicional. para significar una modalidad importante del ultrabarroco, ya que en éste cabe el churei- ‘gueresco, el rococé y muchas otras formas, como las populares mexicanas. Villegas hha hecho toma especial del soporte estipite, al que ha llamado, El gra signo formal del barrocg, y su estudio histérico de tal eemenio arqnitectinico debe tonerse en cuenta. 2Fn todo caso me atengo en parte: a It tnidicidn; el Retablo de los Reyes es “churriguercseo”, si se quiere, pero en plan mis generit es claramente: ultrabarroco, La discusién sobre quién’us6 primero el estipite no cabe aqui, en donde partimos de un hecho: que el Retablo de los Reyes se levanté en México primero que ninguna otra obea de su magnitud con estipites y que es indudable Ja influencia que ejercié ea multitud de obras posteriores. Machos han considerado el barroco, el churrigueresco, 0 el ultrabarroco, como la verdadera expresién mexicana en el arte, es.decit, cialla o mestiza. Si bien esto tie ne sentido histéricamente hablando, es decir,’ limitindolo a su tempo, no lo tiene si se generaliza a toda la historia de México. Que el ultrabarroco 5 una. de las grandes expresiones del arte que hoy podemos llamar mexicano, es a todas, luces verdadero, y como aqui se trata de fijar Ta atencién en aquel momento culminante y significativo, a mi parecer, del desarrollo attistico de ta Nueva Espafia, AEEICANO -abarroco, Pde una retablos bravura + vstoso, sénec0) lespeec adelante fa visto via y la ragaitica; osa en la al; como tetablo uetesc0s, barroco. de los U maners profuse México urriguera aducie el ejemplo, mice de de liber- cuando 2 ignoré aadicibn, ites. Si proyecto su eta. sal para Vektess doonat ese en de los amente: ‘qui, en México dudable esto te- wo lo ‘es una a todas mento Expats, EL RETADLO DE Los REYES Por esta razbn tomo el Retablo de los Reyes como obra cimera, Pero tengo, ademés, un motivo: el recuerdo. Cuando nifo solia mi madre Hevarme a ta Catedral; ofamos misa en el Altar del Perdén y me gustaba micar en torno las enommes columnas, log oros.... lag capillas oscuras que me daban miedo... y rodeando el coro y el alter mayor se topaba uno con aquella maravilla: el Altar de los Reyes, que no comprndis pero que me encantaba ver. Mi madre me decla que me’artodillara y at re2t, amos, pero yo seguia con los ojos y la boca abierts, tantas cosas, aquel mundo de maravilla que se ofvecta a mi vista. La Catedral quedaba en el camino de ls escuela (de la calle del 5 de Febreto a lz de La Perpetua) y algumas veces catraba sélo para ver el Altar de los Reyes, 0 caminar por las naves espuciosas, En ciects ccasién habia “bola” en el “zécalo”, durante los disturbios de la Revolucion, ya mi el desorden y las muchedumbees siempre me haa aterrorizado, desde ain, &s una cicatriz psicoldgica que me dejaron aquellos afios de violencia, de hambees dificultades, Pues bien, en aquella ocasi6n se me ocurrié pantegerme deatra de Catedral y enteé en el momento en que cerraban las puertas. Alli me quedé, jinmévi, frente al Altar de les Reyes. Se ofan dispacos y'ruidos en el exterior entonces me hingué y me puse a rézar. Sall ya tarde, cuando me echaron a la calle, euando habia pasado “Ia bola”, pero aquel momento nunca lo he olvidado. Se me perdonaré, espeto, esta interpolacién autobiogrifica; hoy puedo decir: esta “experiencia vital", origen’'de uno de los motives por los cuales. pensé, al corer al hempo, que algdn dia tenia que averiguar ef misterio del Altar de los Reyes Initil es decie que no es sino Hasta ahors, muchos aos después, que tengo la oportunidad de ensayar mis fuerzas. La primera imptesi6n que se tiene frente al Retablo de los Reyes no es otra que la de contemplar una obra monumental, que maravilla por su esplendor y que atrae a un mundo de fantasta artistica. Pequefio y sin importancia se sienta cao ante las colosales proporciones de la capilla' en que se instalé al retablo tallado y dorado, del que sobsesalen estatuas de santos y del que se destacan dos lienzor de pintura, oscurecides por el tiempo. El cilido tono del oro, los coloces, los contzastes de luz y sombra, el movimiento de comisas y figuras en la parte superioe yal gan casquete que unifica todo, empiezan a intrigar al contemplador. Primero Se quisce ver todo, después se inicia Ia intromisién de la mitaca, aqui y alli entre las columnas estipites, de una escultura a una guimalda de flores y frutas, de abajo a Ia bveds y de ésta a las imégenes sagradas de la parte inferior’ Quiece uno abarcar el todo y las partes al mismo tiempo y en esa tensién, imposible de prolongar, se termina por ceder suavemente al encanto, sin mis, que emana del gmn nicho de oro y es que para entonces ha taspasado uno su umbral y se encuentra ya dentro de la gruta maravillosa, en otro mundo, encanitado, admitado, sxtasiado y, por fin, emocionado, endiosado. El entusiasmo viene a continuicion y lo pone a uno en movimiento para corttemplar la obra desde nuevos dagulos, Ge mis lejos, de més cerca, de un lado y de otto, Ademis, como toda ob de arquitectura o de escultura sus efectos dependen de la luz y éstos son disintos segiin que se Ja contemple por la mafiana, 2 mediodia 0 por la tarde; 0 bien, por la noche, De dia, como la luz es mds intensa ya sea por el oriente o por ef Poniente, los contrastes son fuertes y hacen resaltar los diferentes elementos, Una experiencia ena de interés consiste en comtemplar el gran nicho al atardecer 7 esperar que la luz se mitigue y las formas empiecen a fundirse unas con otras en la penumbra. Entonces las luces artificiales vienen a prestar su amarillento halllo y el gran nicho mismo se incorpora al resto de la arquitectura y comienza 4g parecer una cavema en que se adivinan ms que se ven, formas fantistioas For iltimo, hoy dia puede ser contemplado el retablo en todo su esplendor cualquier hora, pues la nueva iuminacién artificial permite que relazca Goal ascus chisporcoteante; sin embargo, esa iluminaciéa si bien lo converte en joya monu- “sstitica br late Memowv mental hace perder fuerza a tos contrastes de sus elementos, Jo aplana un poco, y no hay que olvidar que las obras barcocas viven ante todo de los fuertes contrastes, de luz y'sombra, Mas, ya sca que se le contemple con un efecto de iluminaciéa 0 con otra, el Retablo de los Rejes iipresiona cl animo poe sus proporctones y por su espléndida y deamstica belleza barroca. La Capilla de los Reyes en Ja Catedral Metcopotitana se evigio en el abside mismo, que ¢s de planta poligonal; al fondo se instalé el altac, aislado, y tras envolviendo y cubciendo los muros, el retablo, Su autor, Jeréninto’ Balbis, de Bulbis, lo proycctd y su construccién duro 7 afios, de 1713 a 1725. Aho bien, Balbis adelanté cl rctablo entero (vésse Ia plants) despagindolo del_mucn det fondo para deja alli un espacio donde alojac las cscaleras teas del retablo; esto hizo’ que no coincidiera exactamcnte su planta con lus forms arquitsetonie del abside: Las dos primeras grandes pilasteas del rctablo, a uno y otto lado, no coinciden, como parece que deberia de sec, con las pilistras que sobresalen de lus muros mismos, pucs aquellas quedan mids adelant ss, Tal desajuste. tiene tuna consecuencia y es que el rotahlo en lo alt le Jes vanos dels ventanas rectanguluces y' Ios marcos de los éculos a uno y otto ladv. En realidad dl desajuste no tiene mucha importancia para el efecto total, pero revela que al tetablista bartaco le imports un bledo el marco generat dé severa arquitectura lasica en que eniocti su tetablo, Ademis, como cl retablo no cubria en su totalidad os muros laterales, sc instakaron alti otros retablos de menor importancia, planos, de escaso relicve, tallados, docados y con pinturas que completa la decorucion y contribuyen al efecto total de gruta de oro, sin restarle interés al Retablo. de los Reyes mismo. El Retablo de los Reyes abarca de muro a muro, lateralments, y tiens 13.75 metros de ancho, 7.50 metros do fondo, y del piso del presbiterio hasta la béve. da unos 25 metros de altura. Ya su plants revela su mavido barroqnismno, pues su- giece un perfil coruscante que se desaemnila a Io largo de tees graucles listens maes- tras, que recuctdan las poligonales del dbside mismo, ka reatidad tal planta tiene un orden perfecto y en putte dasado, estructuralmente, en conceptos arquitecté. niicos clisicos. Balbiis colocé dos pilastras lutcrales pacilelas a los muros y otras dos en los angulos al fondo del rctablo, pero éstus, esviajudas, sobeo jes. diago- ales, y sus bascs son ligeramente cineavas em la cart principal. Ast, hs cuatro grandes pilastas suavizan, por su colocacién, el poliangulismo y sugieren el medio Ciceulo/ En ambos lados 'y entee pilastra y pilastra resaltan otras menores que forman sendos retablos sccundarios, El espacio al fondo aparece muy sencillo en planta, pero en alzado forma un tercer retablo de mayor complicacidn que los late- tales y en él se alojan dos grandes pinturas. Asi, la planta misma csti. concebida para lograr el efecto de aicho monumental en alzado y a pesar de su extremo barro- quismo permite darse cuenta de Ia concepeiéa gencral, que consiste en: tres patios Yerticales, con sus cnerespondientes retabins Aanqueados por antas o pilasteas, frente alas cutles se levantin sends coluumas estipites, que maccan y disimulan 2 la vez el poligono, y un cisquete que unifica tudo en lo alto » que afccta la forma csferoidal, es deci, el casquete ex de un “euarto de nacanja”. Vista ast, Ia estruc. tura fundamental resulta de cierta sencillez, mas, cuando se desarcolia con plenitud de formas, con los retablos intercolimneas secundarios, con las escultucas y pintu- ras en sus respectivos marcos y demas clementos, es cuando Ia complicacién se agiganta y resulta casi indescriptible. Si se contempla en elevacién el retablo, oculta siempre algunos de sus elemen tos, por su forma semicircular, y hay que ponerse en movimiento para vor todus sus partes. De frente las pilastras laterales sobre los muras, reforzadas por contrs- pilastras, suben hasta rematar en capiteles de orden compuesto, y sobre éstos se eleva una porcién de entablamento, con su comisa, De ahi arranca la arqui- vuelta, que Iega hasta Ia béveda del abside y cuyos extremes Taterales, entze la 4 AAQHAA’’AS AANA Ik "gu RETABLO DE LOS REYES 347 een ake an 2 diago- cuatro al medio dees que rcille en los ate aneebida BETHEL peu ARTE S@CAO 348 ASUN bE LA VIRGEN MARIA eee ( _ SonieoT | oavynaa's] (8) TEBVsI VIS, ~~ EN nia +r viay, ayouyw'yis'| RETABLO DE LOS REYES — ESQUEMA CONCEPTUAL MexIcANO , los ruros y la béveda, se cubsen con enjutas, con medallones/ Fécil ‘mente visibles son las cuatro grandes columnas estipites, frente a las correspondientes antas 0 pilastras y de su misma altuca; pero los retablos laterales secundacios entre ellas quedan semiocultos, no obstante que los pafios en que se encuentran estia sesgados. Estos retablos se componen de dos columnas estipites de menor tamafo que Tas cuatco grandes de que se ha habladopue descansan sobre omameatadas ménsulas; al centro queda un rectingulo —dé accidentado perfil— que simula an rnicho en que se aloja una escultura de santo (San Luis en el de la izquierds; San Femando en el de la derecha}, bajo garbosos cortinajes; 2 sus pies unos angelillos sostienen un eseudo con'la tiara y las llaves de la iglesia; en la parte alta de las columnas,, sobre sus comnisas, un frantén cusvo y roto enrosca sus puntas en volu- tas; sobre esas formas cucvas se asientan Angeles Hevando frutas entre los beazos y al centro hay un gran rémate en forma de frutero. Aun, sobre de &te, bay ua euadro de marco curvilineo con una pintura y més arriba un escudo con mouogra- ma, El gran patio central al fondo del retablo compone en si un retablo particular ye de sencilla ornamentacién en su parte baja para que sirva de fondo a la mesa el altar; al nivel de los retablos taterales secundarios se aloja una gran pintura al leo (can la Adoraciin de los reyes), enmarcada en molduras y con un espléndido femate con comisas de movido perfil, angelillos y cottinajes; sobce la anterior pin. tura se encuentra otro gran lienzo pintado al éleo (con la Asuncién de la Virgen} que desde ese nivel se eleva mis arriba de las comnisas de las grandes columaas estipites, intectumpieado el entablamento, y cuyo remate, con quebcadss comisas, angelillos y cortinajes, invade parte del casquete. A los lados de la pintura ceatral (con la Adoracién de los reyes) se encuentran columnas estipites, que rematan en fragmentos de frontones curvos y rotos sobre los que montun angeles llevando frutas; son en todo semejantes a los de los retablos laterales secundarios y estin. al mismo nivel, de manera que completan este retablo al pafio del fondo. Sobre de 41 y a ambos lados de la pintara mayor (con la Asuncién de la Virgen) hay unas pilastras y sobre de ellas unas fuertes volutas, que son parte de las comisas con que rematan las grandes columnas estipites. Desde ese nivel y sobre el casquete se levanta el gran remate sobre lz pintura. Ast, el retablo inferior parece contiauacse hasta Hegat a este remate superior y como, ademis, las dos grandes columnas esti- pits gevijadas flanquean tal composicién’ vertical a lo largo de sus dos cures, la dusién de un gran retablo central es completa y asi se acentia el sentido de ver: ticalidad y de riquena de elementos,/ , El casquete cubre todo el nicho y su omamentacién se organiza en tres g2[03, cuyas intersecciones siguen los ejes de las grandes columnas estipites, y en cada ‘ano de los gajos se aloja un medallén (al centro el Padre Etemo). He intentado hasta aqui dar alguna idea de la estructura, 0 composicién, del retablo, es decir, de su parte arquitecténica, pero no es suficiente. Resulta indis- pensable considerar abori I forma en que se disponen e integaa en el todo las, esculturas. De frente, en los extremos y adosadas a las bases de las pilastras sobre los muros, 0 sea en las caras laterales de éstas, se encuentran repisas con tacones, que sostienen esculturas de santas (Santa Margarita, a la izquierds, y Santa Edita a la derecha) de proporciones mayores que las naturales. Ottss dos mis. por lado, de esas esculturas y en iguales condiciones, se encuentran en los ejes de las calum. na eatiptes de lod retablos secundaros (Santa Eleaa y Santa abel de Hlungra la iaquierda; Santa Isabel de Portugal y Santa Cuneguida a la derecha). Son, pues, seis esculturas en total, tres por lado, al nivel del basamento general del retablo: dos por lado bajo los retablos secundarios laterales y una a cada lado de las pilastras pegadas a los muros.que hacen de marco al total del retablo. Ahora bien, al nivel del anaaque de as grandes columnas estipites y frente a estas mismas, sobre repisas salientes sostenidas. por elaboradas ménsulas, se encuentran cuatro escalta- ras més, dos por lado (Sam Hermenegilda y San Enrique a la izquierda; San Eduar- do y San Casimiro a la derecha). Todavia ent un fivel més alto y al centro de Jos datios, que Tes sieven de marco, se levantan dos esculturss (San Luis, a ls izquierds; San Fernando, a lx derecha), una poc lado, en sus correspondientes especies de nichas, sobre repisas salicntes con niasulas y bajo cortinajes; estan Aanqueadas por las coluinnas estipites wienores que sesticncn cl complicida rem. te. Son doce-en total. lus esculturas de santos, que a Ix vee som eyes, que, a distin tos niveles comiplataty [a oramentsciin ye scutido sinabdlica det retablo. Mas aiin faltan por considerar: los angelilios menores «pac aqui y alli eurnplew st misifin funcional y decorativa; los angeles que rewatan los rtablos secundarias Mevando frutas; los que intervienen on los romates de 1s grandes pinturas centrales y, sobre todo, Jos cuatro que sobee lus monuinentales columnas estipites se apoyan ott rema. tes curvos y llevan en sus manos atrihutos de la Viegen, como pequctias maquctas de templos, twin frente y un pova. Todos Jos Augeles del retablo, chices y grandes, Son aitosos en suis thovimicntos, sensutles y cau vistusis vesticluras, cuando las tienen. La escultiir, ya sea de bito redendo, camo Ins sintos reyes y fr mayorin de los angeles, 0 bien lat ornamental de rolcos, conchts, frutas, hojaraseis, motducas y,cortinajes, asi como br de los cclioves de los medalloncs. principales y sccnnda- Flos, toda es de falls excclunte, mowida y frandast; eutnde 20 aplana, cum ea el easquete, ef que obedcce 2 una inienciéa, a un efecto especial, ¥ lo misinn sucede aando se abults exagrridamente, camo’ en fis miguanlas x temates, algunos de Butta redande. La excultnea ce ensi todo en cl retahio, br arquitoctura parece con ceobida silo. pict sostenerla, Tas cofunmas estipites miames, dle clegantisinnss pen porcinnes, som en siabvas de esceltura, si bien de fornna y funcidw arquitectinteas, Es dificil sina cs que imposible marcar el Kimite entre esenltira y arqritectura ext tan getablo cena ef dhe Tos Feyes La pintuea queda tambiga integrads con la arquitectura y by esculeura,, cur: pliendo ast el principio harraco de Ia integraciin de lis actes en la unidad @e las Obras, En el Retablo de los Reyes das grandes lienzos de pintura al leo forman su parte central _y dan el sentido mis profundo de sn concepeiiin por entero, El primera, de 4.62 metros de altuen por 2.30 metens de ancho, en um nivel accesi- ble ficiimente a fa miradn, queda a fa altura de los retsblos scenndarios laterales; su matco se componc, por los Iadns, de columnas estipites que rematan en. frag. mentas de froutoues cutens F rates sohve fos qr montan angeles Hevando Erutas; Ta parte centeal superior ex espkindida, con malduras quebeadas ¥ cuvas, conchas, hhojaeasea, cortinajes y cratea angclilleg Henvs de geicin y moviniiento, que Nevan palmas en sis manos. Sobec cl remate sobresalcn exsitin comucupias dispuestos paca que sus velas ilaminea Fpintnca supesior y que son las Gnicas luces actficia- fes que inchué cl autor del retablo, Tal marco rodea ta pintura que tiene por tema Lqadoracidn dc_los-reyer; se forma de un rectingulo alargado y sus partes supe rior e inferior se intermmpen para dar lugar a semicirenlos, y por todo ese barroco perfil corre una mioldura, El lenzn yu de por si de tones oscuros y, ademds, oscu- fecidn por cl tiempo, produce el efceln de na gran ventana que permite ver entre sombras y lnces tia’ escema movida diantitien, FI nea del cetablo parece abricse para dejar ver el partentas Peto no es el finies punta en que tal sucede, pues arciba Gel Tienzo considerids hay oteo de mnayores peoporeiones, 6.35 mettos de alto. por 2.30 metins de ancho, civya forma rectangular alarguda’ se remala com un semi- citeulo. Contiene otro portenta; La Asuncidn de fa Virgen Maria, que se ve @ tra- 65 de otta especie dle migica ventana colosil. En realidad todo ‘el retablo parece servirle de marco, por Io. qite sélo se accntus cf remate sobre cl lienzo, que invade €l casquete hasta abajo del medalln con cl relieve policromado del Padre Eterno. La excelente arquitectura del setablo concebido por Jerénimo Balbés no slo ex monumental y grandiosa sino rics, espléndida y elegantisima en sus proporcioncs generales y de detalle. Tiene una reminiscencia gotica por el sentido de vesticali- dad y levaién 2 que obligaban las proporciones del dbsde y que Babs inenci- nalmente subray6 con las cuatro grandes columitas catipites y otras secundarias; a © MEXICANO San Luis, do rema a distin. blo. Mas wu misiéa Tevando y, sobce en tema maquetas grandes, ando las mayoria molduras secunda- a0. en el © sucede unos de "ece con. hnas pro: ‘ténicas uitectura dde has forman stero. El 2 accesi- laterales; en frag: 2 fratas; conchas, e Mevan, “spuestas attificia- or tema: es supe- barroco is, oscu- er entre + abricse ss ariba alto por n semi- ea trae parece + invade Eterno. sélo es orcones ‘eticali- rene adzrias; | | 1 } EL RETABLO DE LOS REYES pero, adems, esa reminiscencia se confirma por el efecto de los gajos del eaquete Que en In parte central y continuando los jes verticales se unen en un punia y parecen tecocdar el arco apuntado gitico, Este efecto se percibe desde una distancia convenicate para que la mirada abacque no sélo el retablo entero sico parte del piso de la nave; entonces, todas las lineas estructurales cobran su verda- Gero sentido y se unen en el punto central mds elevado del casquete. Mas el rets- blo tiene también en su arquitectura reminiscencias —si no es que principios clisicas. Desde luego la arquivolta que lo remata es bien elocuente, bien roma bien romdnica y clisica su estructura. Pero, adems, los elementos acquitecténicos tales como bases, columns, capiteles, entablamentos, comisas y molduras, no obstante estar libremente utiliados y fragmentados en formas caprichosas, son fua- Gamentalinente elements clisices; el retablo tiene un orden estructural’ clasiista, Ta fantasia opera con libertad sobte ese sostén y todo est orden se completa com medio casquete que remeda, en fin, una béveda clisica, Otra reminiscencia es la plateresca, o renacentista, patente en los medallones. Ahora bien: reminis- cencias de todas clases y las inequivocas clasicistas-puestar en libre juego es lo que produce esta obra tipicamente ultrabarroca, porque no hay en ella la moderacién ‘que catacteriza las obras barrocas, no obstante las libertades de éstas respecto a las formas clisicas, sino que va més alld del arte bartoco tipico, éste a veces muy cla- sicista, y si bien conserva ciertos principios clisicos de hecho los transfigura en algo distinto, en un arte nuevo, que a falta de.mejor nombre le Taniamos ultra barsoco. Por su pretendida irracionalidad, o a lo menos por su afin de escapar del racio- nalismo, el arte ultrabarroco no marca limites entre las artes, porque Io que le interesa es 1a unidad de ellas y el efecto total; asi, usa las formas arquitecténicas come escultura; lu escultura con sentido pictérico —considérese por ejemplo, los nichos con santos de los retablos secundarios—; y la pintura queda fundids entre la acquitectuca y Ia escultura, 2 la cual en cierto modo imita con sus fuertes con- trastes de claroseuro. Por otra parte los materiales de que esti hecho un retablo como el de los Reyes transfiguran sus calidades y eualidades esenciales; todo el basamento del retablo imita el micmol; todo el recubsimiento de hoja de oro sobre las formas de madera simula que éstas son de oro macizo; la policromia de vesti- mentas de santos y de angeles remedan telas y brocados; las pinturas por su parte, ademas de su vigoroso y escultérico claroscuro crean la ilusién de estenas teens les, divinas y celestiales; las esculturas (San Luis y San Fernando) de los nichos centrales de los retablos secundarios, con sus marcos y cortinajes forman compesi- ciones pictéricas, mas que escultéricas; y el cetablo, en conjunto, transport al espectador a un mundo distinto del cotidiano, a otra realidad que alude al pasado de la historia religiosa, espiritual, 'que es gozable én el presente y que al convertir al gozo en meditacién hace que el futuro inexorable se revele y de ahi su tensiéa y dramaticidad, Ahora bien: imitar, simular, remedac, crear la ilusiéa de realidades lejanas'en el tiempo, transportar a otros mundos, aludir a otros sentidos de la rex- lidad y hacer que la verdad se revele, son todas funciones del arte, a que el ultra. bartoco dio maxima expresién artistica, simbélica y significativa. Su esencia, pot asi decirlo, consiste en la transfiguraciéa de la reilidad para hacer estable en la obra la verdad; pero zde qué verdad se trata? Ea general, la escultura barroca que forma cuerpo con la arquitectura, y la del Retablo de los Reyes en particular, no debe ser considerada aisladamente. sino ingerta en el conjanto a que pertencce, Las esculturas del Retablo de los Reyes son adecuadas a su funcién simbélica y decorativa; en ellas lz tradicién clisica naturalista esti presente, si bien por sus actitudes, garbo, movimientos y wueles de sus pafios son bien barrocas. Las de las santas ‘scinas de Ja parte inferior del retsblo estin tratadas con mayor cuidado y belleza, pues, ademés, son las que se vyen mis de cerca; los tonos de sus camés ¥ Ia riguera de sus atavios les dan un singular encanto, nunca exento de dramatismo én sus actitudes, ai de movimiento; 352" Sus rostros revelan el viejo ideal de la belleza clisica matronal. Los santos reyes del nivel superior siguen los mismmos lineamnientos, pero sus formas son un paca més toscas, quiz por trataese de insigenes de sarones, pero, sobre todo, porque Henen que ser vistos x mayor distancia. Elogantisimas son las figums de los dos santos reyes en los nichos de los retablos secundacios, a mis alto nivel que todos los anteriores; los euerpes son alargados y los niantas de anmifio’ que Jos envucl ven pot Ia espalda dejan descubiertos los enecpos y cen en movidos y arinonioses pliegucs, En todas estas esculturas, de peaparcfones mayares que las natnrales, hay tuna marcada intencién de naturalidad en las actitudles, en los movimicntos y cn la policromia, Tal intencién persiste en tas esculluras “de los_Angeles qne viel Hevando esto o aqucllo, que se posan sabec las comisas, que muiran desde Ta salto © bien en los querubines que asoman sus cabezas cntec frutis y follajes: tndos estin cn actituces “naturales”, pero on realidad sujetos a la violencia batraca, con piernas al aire, los cucrpos rctoccidos, las vestiduras ondcantes y las alns desple gadas, pata datles la mayor libertad y’acrosidd. Los relieves pequefios con bustos de santos, va “Planes 7 Fiction marcos de, follaie, Otras cabeaas de-santos barbades-asoman sobre: saliendo de los medallones en ‘os fustes de lis colunnus estipites menoras; son. de un solo tipo y on sf dramdticns, pero su funeién en el conjunty es casi decorativa ‘Ain hay que cnnsiderar los relieves en lox medalloncs de lis enjutas y en los gajos del casquete; el principal, al centro, es el del Padre Elerno, sostenienda en la mano irquierda el glaho terciqiten sohie ol que se tevantt ta ernz, y ticne Ta derecha fevan. tadi camo si iniciara una hendicidn; es wit noble inuigen bathada cuyo manto Flota en torn a sir cuerpo. Las imagenes de los ateos medallones, con lihros entre las manag, tienen sexeras rosteos bachados. Pos altima hay que tomar nota de quie a decoracién foliada del casquete, de cseasa celicve para Iograr un efecto distinto del de las formas del retabla y' como repujadi en metal, recucrds semejantes decoraciones en brane que Créscenzi introdujo en In cripta del panteén de El Escorial en la primert mitnd del siglo xvtt, que estsblecicron, segiin Kubler, 6 ua nieve estila en Fspatin y que sin dada influycton en muchas obras. posterio- res. Ta esenttnea es para ef tlteabarace de retablns sit mayor miedio expresivo; con ella puede Tograr cfertos de la mis granee fantasia, La pintura, sin enrtvirga, viene en ausitio de lis atras artes hermanas y los Lien- “aor Tntinducting en low ftablos eam ats: props exons aon gp ast congo, nuevos ‘efectos de ilusién dente de Ia ilusién total creda por ef retablo entero, Asi sucede en el de los Reyes, en cf cub los dos grandes lienzos sobre cf eje centeal y al fondo tienen suma importancia en la composicidn, de manera que parece como si todo el retablo estuviera concchido para sostenerlos y enmarcatlos ricamente. Ambos fue- ron pintados por Juan Rodriguez Judrez (nacido y muerto en México, 1675-1728), quien fue uno de los dos hijos pintores (Nicolis y Juan) de José Juscez y ef de yor talento, Sin duda es el siltimo gran pintor de hr escncla nowhispana del siglo xvi y aniugne no alcanza la alta calidad de las obras de su padee, su pintura Bene dignidad: habia recibido la influencia de Murillo y conockx todas los recursos de la pintura harroca. Las licnzos con la Vidu de fa Virgen. que ostentan los reta~ bos Taterales de ln Capilla de tos Reyes son tambien de su mano. Pero, sus obsas mayores son los dos lervzns det Retabio de los Reyes, que cmpez6 a pintse en 1718, afio en que se inicié la construcciin del retablo, y que termind cl mismo afio de su muerte, en 1728. EI primer gran lienzo al éleo que tiene por tema La ddoracién_de los reyes_es majestuoso. Su composicién obedece a los principios barrocos de Ta pintum. Una gran diagonal cruza 1a parte media del cuadro y por ella se rigen las imigenes de 1a Virgen. Marla con el Niffo, &te de pie, y el-tey viejo que se inclina con venera- ‘cién ¥ seftala con sus manos un cofte abierto y Tleno de joyas que sostienen dos soldados; otra diagonal correspondiente a la antcriot, pero ent sentido inverso orde- nna las forinas: del militar con casco alado, de pie, a la izquierda, que parece dicigic astévica pen ARTE Mektcaso__ 3 bajo” Tas ménsuilas de tas coluninas menores,” te -BOF WTO, ST reique as dos todos amel- s, hay yen rselan 2 alto estin on bs tesple- bustos sobre on de EL RETACO BE Tos eves la maniobea de los dos soldados que sostienen el cofre; de los otzos dos reyes con turbantes y de elementos secundarios. Esas dos diagonales colocan en su eruce, Grea, en el centro del cuadzo, la cabeza del rey viejo que se inclina ante el Nifo esis’ Sobre el eje vertical y central, en lo alto, aparece el lucero guiador. Otro Ee vertical en la seccién de oro del cuadro pasa pos ef hombco del soldado en primer Chemin y alli se cruzan dos diagonales mas, que parten de los dngulos inferioses del Kido donde éste se prolonga en semieisculo, y que igen: una, el brazo derecho Galcoldado en primer término las figuras a la izquiecda; otra, pasa por el kom. fe el mismo seldado, como ya se dijo, por Iz mano izquierda del rey viejo y rige dos figuras de nifos, o pajes, 2 la derecha, En fin, existen otras Vineas secundarss {Lo importante es que lus luces principales del cuadro se distribuyen sobre las figu- to en las diagonales y esto es lo que produce el efecto barcoco, pues de manera di- a ea az sueeden sobre la gran diagonal més apareate: la Wiegen Maria, el Nitio Je- Tienal ey viejo en actitud de adomcién y los texoros que guarda el cofte. Es importants la figuea del soldado en primer término, pocque ls luz cae sobre su here. leo torso 7, sablamente, se deja un espacio entre él y las imagenes principales del ema, al conti, peto en un segundo plano de profundidad. El resto: figuras y ele- teintos, come ¢l negro con una baadeja sobce si cabeza, las ruinas arquitecténicas y Tash de madera del portal, las banderas que tremolan-al fondo, todo, es accesorio Fe ceear un ambiente en tomo al tema central. El disefio de las figuras es amplio, Bible y todas estin bien plantadas y en actitudes gacbosss, vistas con culdado y edd cerca su acabado deja mucho que descar en el detalle, mas hay que com: peader que se tata de pintura para ser vista a gran distancia, de pintura esceno: Effi, digamas, y, por lo tanto, lo que importa sobre todo son las, formas teal Ens que producen el efecto pare que fueron creadas si se las ve desde Tejos. La Virgen’ Maca tiene una belleza ideal italianizante; el Nifio Jests se encuenta ea original y barroca postura: de pie y a medias de espalda, sostenido por la Virgen, Seve sd cabeza paca mirar al rey que se inclina ante El y levanta su brazo derecho Wikre la eabeca del sey, como si lo bendijera; este rey vieja tiene una noble cabers Feu dice manto cae desde los hombres sobre las vestiduras, que dejan al descu- Yidtto' sus significativas mancs. La figura del militar de pie @ [a iaquierda es mag. nifica y su alado casco y su manto rojo le dan una artogancia singular. Tas él usoma un pecsonaje cuya cabeza esti pintads vigorosa y culdadosamente y, a mi jtielo, es un autorretmto del pintor, pues recuerda el que se conoee y que conser Yan las galerias del Instituto Nacional de Bellas Artes. Tambiéa los" dos pajes Wihos a ls derecha del cuadro parecen retratos, pues tienen verdadera vida, teraura Y naturaidad; es, uizi, el mejor trozo de pintura ea el ienzo y muestra Ta calidad Ya artista cuando tenia modelos vives frente a él. En guanto al colorido, es poco Variado; se entona, en To general, en rojos, azules y¥grises (sepestorio, que més tarde Seria ta del gusto de los pintores tipicos de nuestro siglo xvur, ‘comp Cabrera), tO sit estridencias, todo esti mantenido en un tono dé discrecién, pues lo que face vivie las formas es la luz, que las destaca sobre los fondos oscuras. As, el efecto e movido y de fuertes contrastes, lo que produce el sentido barroco det Guadro, que es, en conjunto, una espléndida obra, st se considera su verdadera fun cién dentro del retablo. ‘De lo dicho anteriormente mucho es vilido para el lienzo mayor del retablo que representa La Asuncién de la Virgen Moris; también es una pintura de certo cavicter escenografico, Sa proporcion alargada se presta a maravilla para In compo- Sicién y el tema, pues esti dividido por una linea virtual horizontal en. la seccién de oro del cuadro, bajo de la cual se alojan los apéstoles que presencian el por- fento, mientras en la parte superior Ia Virgen’ es levada por Angeles 2 las regiones celestiales. Toda Ta concepcién recuerda a Murillo y a otzgs. El pintor Rodriguez Judrez favo muy en cuenta la relacién entre La adorecin de los reyes y Le Acmeién ‘dé la Virgen, y 1a colocacién de amber Ciadros ex €l retablo, pues los tones y colo- res de los mismos son sombrfos hasts, “pricticamente, la parte superior sobre Tat eats oepeues ESTETICA DEL ARTE MEXICANO eabezas y manos levantadas de los apéstoles, para dejar en tonos y colores claros {,luminosos la parte superior en ta que se destaca sobre el eje centeal, teiunfante, blanca, inmaculads, la imagea de la Virgen, En el grupo infetior de figuras la Magdalena, en primes término, cae de rodillas y levanta el rasteo, la mitada, los beazos y las mninos al ciclo; un viejo apéstal de_pie, exgwido, también levanta los beavos y manos y dicige la mirada a lo alta en actitud de éstasis; otras figuras en segundo y tercer término tienen Ts misma actitud o bien, por el contratio, se incl. nan sobre el sepulero pura cercionatse de que en efecta el euexpo anistna deh Vir Ben no esti alli, sino que ha sido transportado milagtosimente al ciclo. En la parte superior del cuadra los Angeles que sostiencn y clevan x In Virgen tienen posi Giones de bacrocos escorzos y entre nutes flntan cucrpns, alas y pafios airosamerite y todo se torna alin més clato y ligero cu tomo a la cabeza de bt Virgen, cerca de ‘a eval otros angelillos evan una corona y una palma, Es una escena glotiosa y despojada ya de las trabas terrenales An hay dos pintucas mis, que no parecen del mismo attista y que casi no se pueden ver. par sf elevada posicin en el retablo, al nivel del entablamento genc. ral y a ambos ladns, scbre tes, cjes-centrales de ios que heros iiamado. retablos secundatios, Como las comisasy los frontones rates y cuuvos y Ins angeles. sobre ellos se adelantan en el espacio, impiden ver eémodantente aguellas pintiicas, que fen sus hartocos marcos estin sobre Ins patios laterales. Ta imagen de Santa Teresa de Avila se encuentra a ki deceehia, sobre el tetabla destinado 2 San Fernando, rey de Castilla v ds Ledn, y ex una exectente pintura Hena de draniitico mistieismo esté pintnda en tonns oscuros, peeo ta In sc dlstribnge sobre et Espiritu Santo, en forma ce blanca palnma, y sobre ef rostea y los alhos paias de hi santa, qe som tiene un Fibro y una plunia para escribir los dicticlos disinos. Acriha de’ estt pia. tura esi4 un exendo con cl inonograma de Matin, Del lado izictdo, sobre el rete. blo destinado a San Luis, rey de Francia, la pintura cortespondiente contiene 1a imagen de San José con of Nito fests; aunque bien cjecutada es menos interesante, de tonos mas claros y sin dramatismo.-Arriba de clla se encuentra otro escudo con el monograms de Jests. Los artistas que pintaban obras para retnblos se encontethan con muy limitadas posibilidades de lucicse, segiin los princfpins del arte de su tiempo, Par ung parte tenfan que conechic sus formas y ejccntar sus pinturss de manera que factan vistas desde grandes distancias; pee otra parte, no podian hacer gigantescas figuras que rompieran Ia armonia del enojanto; avlemiis, con frecuencia se les pedian escenas en que intervinicran muchas figuras y, asi, las grandes masos y las laces y sombras eran sus recursos principales, si bien tenian «jue sactificar el acabado fina y deta. Tado. Se convertian en escendgrafos y tentan que abusae de Ia teatralidad, que convenia a los efectos y al espiritn harcocn, Juan Rodriguez Judtez cumpiié ‘st gometido en el Retablo de los Reyes con sabiduria de gran artista y con dignidad. Sus composiciones, sus ferns, colorido y cntonaciones som adecuadas, som las nece satins para coniplctie el retablo y sus iiltimas significaciones; mas glo qué signi ficaciones se trata? Por ahora tenenias que pacar a atra plano, el de li enncepetén idenligica, tema. tica, del Retablo de lox Reyes. Las grandes creat de ev gee (Be SOs wee a ez foe ton reyes, principes 0 empcradores, estin alli formando una corte a iy Divini ue cobra su sentido de reverente homenaje en af cundo conta de La edorasén le los reyes. Pero, veamos de cuiles santos se trata. 6 Si fjames la atencién cn el nivel del basamento del retablo encontramos tres santas a cada lado, ellis son Santa Margarita, reina de Escocia; Santa Elena, emperatriz; Santa Isabel de Hun- gvia; Santa Isabel de Portugal; Santa Cunegunda, emperatriz; Santa Edita, Rea: cesa. En. un nivel superior se encuentran cuatro santos, dos de cada lado; San Her- menegildo, emperador; San Enrique, principe; San Eduardo, rey de Inglaterra; San Casimir, wey de Polonia. Por iltinios en les rtablos latettes eeundatios cain + s clacos anfaate, yuna 1a ada, los Tevanta urs ec ie incli- a Vit- Ea la ‘n posi- amente sea de Host y no se > gene. cetablos sobre "Tega nando, cismo, sto, et. re 0s: tee sae la ssante, 2 con sitadas parte vistas 5 que soenas mbras deta. + que ié su Nidad. signi- emi. fue vidad sein mel son ton- fe San ina 355 la izquierda, San Luis, rey de Francia, y a la desecha, San Fernando, rey de Cas- tilla y de Leda. Hasta aqui La adoracién de los reyes al centro y las santas y san- tos reyes que la acompafian, por asi decirlo, constituye ua tema homogéaeo, al que debe el retablo su nombre y su fama, Conviene aclarac que el Sbside coa sus retablos se ‘conoce casi indistintamente por la capilla, o bien, por el Altar de los Reyes, lo que se presta 2 un mal entendimiento, Es tradiciéa espaftola amar capi- ia mayor a la que se encuentra frente al coro de las catedcales; en las géticas, por ejemplo, la gicola queda ateds de la capilla mayor; pero, no se trata de una capilla destinada a los reyes. También existen en algunds.casos el altar mayos, indepen dieate de Ia capilla tras &l y que afecta, como sucedia en Ia Catedral de México, 1 forma que llamaron: ciprés. En nuestra Catedeal hay el Altar Mayor, aislado, frea- te al coro, y teas de aquél, en el abside, el Altar de los Reyes, pero no porque esté destinado a los reyes de Espafia, sino’ por los reyes que estén alli en adoraciéa de la Divinidad, expresamente, en adoraciéa del Nifto esis y en su homenaje. ~ Hemos hecho ¢l inventario de las santas y santos reyes en un orden horizontal, ahora debemos fijac la atencién primerode unlado, después_del ot, pero en sen tido vertical. Ea el lado izquierdo encontramos de’ frente 2 la nave, pegada a la pilastsa junto al muro y al nivel de su base, a Santa Margorita, reina de Escocia, descendiente de los reyes de Inglaterra, nacida en Hungria en 1046 y iuerta en Escocia en 1093. Casé en 1070 con Malcolm IIT. Fue modelo de madres cristanas y consuelo de sus sibditos. Canonizada en 1251, sus celiguias, en mayor parte fueron zecogidas por los catdlicos en tiempos de la Reforma y enviadas a Felige If, quien dispuso que se conservaran en una cagilla de El Escorial. En el mismo nivel que la anterior, pero bujo el retablo lateral secundaria, estén: Santa Elena, empe- ratriz, de origen oscuro; casé con Constancia Cloro, uno de los césares de fines del siglo ‘tt, quien la repudié; a la muerte de ste, en 306, fue elegido Constantino, hijo suyo y de Elena, el cual la Yamé a la corte y le dio el titulo de Augusta. No es seguro que Elena ‘haya abrazado el cristianismo antes que su hijo, que se con- vittid en 311. En todo caso, en 325 fue Elena a Jerusalén, donde mandé construi varios temples y se dedicé a obras de caridad, viviendo con las monjas, Se supa que encontré Iz Cruz en que fue clavado y donde expisé el Nazareno y por eso se la representa con ella. Murié en Roma de ochenta aos, en 328. Su culto fue muy posterior, pues data del siglo rx. Junto a Santa Elena est Santa Isabel de Hungria, naciéa en 1207 y muerta en 1231, Cas6 a los trece afios con Luis de Turingia y se coupé en obras pias; enteé a la Tercera Orden y recibié del mismo San Francisco un manto de su uso, que guardé como reliquia. A la muerte de su marido, en una cruzada, en 1227, fue arrojada del palacio con sus tres hijos por su cufiado. Vivié por tres afios en una choza mendigando sustento. Restablecida @ sus derechos su peincipal actividad fue caritativa. Fue canonizada ea: 1235. En el mismo edo izquerd, ol nivel en que arincat tas grandes columaas estipites y adosadus a ellus, se encuentran: San Jos visigodos. Nacié en 564 y pas6 su infancia como arriano, pero més adelante se convirtié al catolicismo, En guerra con su padre Leovigildo, fue degollado por orden de éste en Tarragona, en 586, Se le atribuye Ia conversién de Recaredo y los visigodas de Espafia. Su cabeea se guatdé en El Escorial, por orden de Felipe HI, y otras reliquias suyas se conservan en Avila, Sevilla y Plascencis. Con su nombre Se fund6 una orden militar, instituida por Femando VIL para recompensar Ja cons- tancia en las armas. Al lado de San Hermenegildo esti San Enrique. Existen varios santos del mismo nombre, pero aqui se trata de! hijo de San Esteban, rey de Hun- aria, Enrique, también llamado Emérico, Nacié en 1007, desde su juventud ofrecié Su virginidad’ Dios sin decitlo a su padre, quien lo cas6, pero Enrique hizo tato ‘con su esposa de vivir como hermanos. Fue muy piadoso; murié en 1032 y fae canoaizado en 1084, haciéadose cdlebre por sus milagros. La composicién del retablo lateral izquierdo culzaina con la imagen de San Luis, 1 igi rey de Francie, 0 sea Luis IX. Nacié ew 1215 y estuvo bajo la regencia de su Hermenegildo, méctic y principe deme 356. madre, doiia Blanca de Castilla, hasta su mayorta de edad en 1236. Cas6 con Max gatita, hija de Ramén Berenguer, conde de Provenzs, con dispensa de Roma por i parentesco, Dofia Blanea hinbia establecida Ia inquisicién en el sur de Francia, en 1221, y la contié a los dominicos. Luis dio sabias leyes; se estoreé en acreglar dis- cording; fue muy pindoso y campesivo con Ios pobres; funds hospitales; adquirié de los venecianos In corona de espinas de Jesuctisto, que junto con otras reliquias guardé en li santa capilla que hizo constauie cx sn propio palacto en Parts. Viaj6 a Tiera Santi y estuvo on las Catrados, De regeeso a Francia favorecib 2 Roberto Sorbén, que fundé an Pacis Ia Faculhad de ‘Ucolugia, Namada La Sorbona. Regress con los erueados a Aftien y murié cn 1270; fue enterrado en Saw Dionisio de Paris y cmonizado en 1297. Fue primo heramae de San Femando, En el lado derecho del Retablo de los Roses y al nivel del basamento, en cl orden correspondiente que guardan las imiyencs ya consideradas, se encuentran, bajo el retablo lateral scctindario: Sanda fsubel de Portugel, Yamada ea vida “la santa roina” y también “la cin pacificadnea”. Nacié en Bareclona, segin i algunos, peto-probableiiente en Zamgoza, cu 1274. Fue hija de Pedro IT de ye ‘Aragon y de Constanza de Sicilia, Le dicton una esmerads educacidn era virtuosa ! bot y bella, Cas6 a los doce atios céin Dionisio, rey de Portugal. Cuidé de los bastardos i =p de su marido como st propia madre, El reiuado de Dionisio le debe a ella todas = gus obras sociales, attisticas, de politiea y otras. Se distingy'is por su amor a Dios i : a los pobres. Perogrind a Compostela; pertenecié a la Tercera Orden de San | Francisco; vivid con fis monjas claciwas de Coimbira, cuyo monasterio fundé; fue ; pacifierdara en disputae entre reyes enemigns y en las guctras y viaj@ para ello dun a costa de su sald. Murié on 1336, Junto a Santa Isahel de Portugal se eneventea Santa Cunegunda, erperatriz, lige del primer conde de Luxcmburgo y casada con San Enrique, duqne de Raviera y sweesor de Otén El, cou quies Yivid en castidd por voto expreso. Fuc proclamacla cmperatriz en 1002. Cuando em 1014 fue a Koma con su esposn pura recibir In dindema imperiat sc. sospechd i de sa Fidelidad conyugil y se le itmpusicton zapatos con snelis Lechas ascuas, como prucba de Dins, y no recibié davio alguna. Sn csposo murié en 1032 y ella se reticd al Convento del Canfugia, cerca de Cassel, que habia fundado; alli fe Yivid quince aiios tabsjando para sistentuse y untié en 1040. Fue enterrada ' oe junto a su macido en Bamberg y canonizada en 1200, Kin cl mismo nivel en que se i i Encueatean las dos iiggenes anteciores, pero freute a la wave y adosada a la pllastra 1 s lateral derecha, su ve a Sunta Edita, princesa, hija de tilgre, rey de Inglatersa. S de varios monasterios y In corona del reimado, a In muerte de su hermano San Eduardo, asesinado por su madristra cn 978. Frigié una iglesia cn honor de ‘San Dionisio, donde fue enterzada al morir en 954, Se hizo cllebre por sus muchos milagros. En el nivel superior, a la altura de las grandes columnas estipites estén: Sam Eduardo, mattir 7 rey de Inglateres, Eduardo If (hermano de Santa Edita). Nacié en 962 (2) y succdié a su padre cm cl tron cn 975. Tees affos mas tarde fue asesinado por orden de su madrastea, Junto a csta imagen s¢ ve a Sen Casimiro, principe de Polonia y gran duque de Lituania, hijo det rey de Polonia, Casimiro TV ¥ de Isabel de Austria. Nacié on 1455 y mari en L451, Fue educado por Juan Diugloss, llamado Longines y por el toscano Buonaccorsi, lamado Calimaco. A los trece afios un partido de Hungria le ofrecié Ia corona de st pueblo, que acepté y se fue a pelear contra los turcos. Su padre lo persignid, fue destronado y huyd 2 Polonia; fue adverso a su causa el Papa Sisto IV, pero cuando su hermano fue elegido rey de Bohemia, ented como heredero de Polonia. Se montuvo soltero, fue justo, casto, piadoso y tuvo gran simpatia, Fue enterado en la Catedral de Vilna y canonizado en 1522. Es patrén de Polonia y Lituania y venersdo en Bélgica y Napoles como protector de li purcza en los afcctos. Su imagen se representa Nacié en 962; tomnd ef velo al entrar cn Ja orden de Sun Benito, rehusé la direccién | | I

You might also like