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Walter Vogels Abrahan y su leyenda Genesis 12,1 - 25,11 yn __Temas Biblicos: Desclée De Brouwer COLECCION «TEMAS BiBLICOS» - La Historia De ISRAEL, por J. Bright ~ INICIACION A LA BIBLIA PARA SEGLARES, por J. San Clemente - Para una Historia DE Jestis: Tomo IV: TESTIMONIO DEL EVANGELIO DE Lucas, por B. Rigaux Tomo IV: TESTIMONIO DEL EVANGEII0 DE JUAN, por Lindars y Rigaux - Et FENOMEMO DEL NUEVO TESTAMENTO, por C. Moule - EL P. LAGRANGE AL SERVICIO DE LA BiBLA, por B. Benoit - SINOPSIS DE LOS 4 EVANGELIOS. Textos, por Benoit y Malitlos - LA TIERRA, EL LIBRO, EL ESPIRITU, por A. Artola - LA VIDA EN LOS EvaANGELIOS, por Boismard y Lamoville - NUEVA BIBLIA DE LOS POBRES. CATEQUESIS BiBLICA, por X. Pikaza - TEMAS BiBLICOS PARA NUESTRO TIEMPO, por Antonio Bonora + INPERPRETACION FEMINISTA DE LA BiBlia, por Letty M. Russell “1 EVANGELIO DEL RESUCITADO, por Chantal Reynier - Los HVANGHI 108, por Grupo Notre Histoire ~ ABRAHAN Y SU LEYENDA, por Walter Vogels WALTER VOGELS ABRAHAN Y SU LEYENDA Génesis 12,1 - 25,11 DESCLEE DE BROUWER 1997 Titulo de la edici6n original: Abraham et sa légende © 1997, Editions Médiaspaul, Québec Traduccién: José Luis Monge © EDITORIAL DESCLEE DE BROWER, S.A. 1997 HENAO, 6 - 48009 BILBAO Printed in Spain ISBN: 84-330-1232-0 Depésito Legal: BI-1376-97 Impresi6n: Bikaner Grafica. INTRODUCCION Las tres grandes religiones monoteistas, judaismo, cristianismo e islam, apelan, a veces con cierta rivalidad, a la misma persona de Abrahan. Le llaman su padre. Esteban dice al sumo sacerdote que le interroga: "Hermanos y padres, escuchad. El Dios de la gloria se apa- recié a nuestro padre Abrahan...(Hch 7,2, cf. Le 16,24). Los fieles de estas religiones veneran los lugares que evocan su recuerdo. Judios y musulmanes muestran su apego, a veces no muy pacifico, a 1a ciudad de Hebrén donde, segtin la tradicién, se encuentran las tumbas de los patriarcas y matriarcas. Escritos rabinicos, cristianos y musulmanes remiten a Abrahan' Estos escritos se inspiran en la historia de Abrahan tal como la narra el libro del Génesis, la comentan, la desarrollan e interpretan. Abrahan es el personaje del Antiguo Testamento mas citado después de Moisés en el Nuevo Testamento (Moisés [80 x], Abrahan [73 x] ). Todos los cristianos -quizas un poco menos ahora- conocen esta figura biblica. Se recuerda ja historia dramatica de Abrahan que, por peticién de Dios, acepta ir a sacrificar su hijo Isaac. Nos la contaban, se han hecho innumerables cuadros y grabados, se encuentra repre- ' Varias revistas han consagrado un nimero especial a Abrahan, en el que se encuentran articulos que ilustran el significado del patriarca en las tres grandes reli- giones: "Abraham, pére des croyants", Cahiers Sioniens, 5 (1951), n° 2: "Abraham, pére des croyants", Sidic, (Service international de documentation judéo-chrétienne), 15 (1988), "La longue marche des patriarches", Lumiére et vie, 15 (1982), n° 188; igualmente el volumen de R. MARTIN-ACHARD, Actualité d'Abraham, Bibliotheque théologique, Neuchatel, Delechaux et Niestlé, 1969. Seftalemos también algunos articulos que tratan de Abrahan en las tres religiones: G. MITCHELL, "Abraham in World Religions: Perspectives from Biblical Scholarship", Journal of ABRAHAN Y SU LEYENDA. sentada en las vidrieras de las catedrales e¢ iglesias. Quizas se recuer- da también la historia de la mujer de Lot, quien mirando atrds para ver si las ciudades de Sodoma y Gomorra estaban totalmente destruidas, se convirtio en estatua de sal. Los guias turisticos de Israel se cuidan bien de ensefiar esta estatua cerca del mar Muerto. Incluso personas que ya no tienen contacto, o muy poco, con tra- diciones cristianas, a veces conocen la figura de Abrahan por tradi- ciones populares. En mi cultura flamenca, el quincuagésimo aniversa- rio del nacimiento se considera algo muy especial. Feticitan a la per- sona diciéndole que finalmente ha visto a Abrahan. Este dicho proce- de del texto evangélico de San Juan, en el que los judios dicen a Jesus: "Todavia no tienes cincuenta afios, y has visto a Abrahan?" (Jn 8,57). También entonamos una cancion sobre el padre Abrahan y todos sus hijos. En Holanda, un cantante se puso el nombre artistico de "El padre Abrahan", muy conocido por su gran sombrero negro y su luenga barba, Los judios todavia ponen el nombre de Abrahan a sus nifios; por ejemplo el mistico de los tiempos modernos, Abrahan Heschel. Antes encontrabamos también este nombre entre ciertos pro- testantes, por ejemplo, Abrahan Lincoln, antiguo presidente de los Estados Unidos. Sin embargo no conozco ningtin catolico ni protes- tante, en las diferentes culturas que frecuento, que en Ja actualidad se lame Abrahan. Y es extraio puesto que conozco muchas personas con otros nombres biblicos como Adan, Eva, Abel, Moises, David, Jests, José, Maria, incluso Sara, nombre de la mujer de Abrahdn. Por qué no Abrahiin? Theology Southern Africa, 85 (1993), pp.47-52; en las tradiciones judia y cristiana, A VAN DER HEIDE, "La vocacién de Abraham", Concilium, 233 (1991), pp. 27-42; en el resto del Antiguo Testamento, J.L.VESCO, "Abraham: Actualisation et relectures. Les traditions vétéro-testamentaires", Revue des sciences philosophiques et théologi- ques, 55 (1971), pp.33-80; en el Nuevo Testamento, M.L.SOARDS, "The Early Christian Interpretation of Abraham and the Place of James within that Context”, /rish Biblical Studies, 9 (1987), pp. 18-26; W. BAIRD, "Abraham in the New Testament: Tradition and the New Identity", /nterpretation, 42 (1988), pp.367-379; y en el prin cipio del cristianismo, J.S.SIKER, Disinheriting the Jews: Abraham in Early Christian Controversy, Louisville, Westminster/J. Knox, 1991. INTRODUCCION La narracion en la que se basan todas las tradiciones religiosas y populares la encontramos en el libro del Génesis. Los textos hebreos antiguos se presentaban sin division. Las consonantes se seguian sin interrupcién. La divisién en capitulos y versiculos son muy posterio- res. Los titulos y subtitulos que aparecen ahora en muchas ediciones de la Biblia dependen de los autores modernos, variando de uno a otro, Por consiguiente, se debe delimitar la historia de Abrahan dentro del Génesis para fijar su comienzo y su final. El versiculo del Génesis en el que aparece Abram por primera vez, habla de su nacimiento: "Téraj engendr6 a Abram." (11,27) Podriamos ver aqui el comienzo de la historia de Abrahan. Sin embargo, el versi- culo comienza indicando: "Esta es t6ledoth (traducido por descenden- cia, familia, historia) de Téraj: Téraj engendré a Abram..." Esta expre- sion: “ésta es t6ledoth de..." aparece muchas veces en el Génesis intro- duciendo la historia o descendencia de alguien (2,4; 5,1; 6,9; 10,1; 11,10.27; 25,12.19; 36,1.9; 37,2). El versiculo 27 trata del comienzo de la historia de Téraj y no de Abrahan, historia que concluye con la mencion de la muerte de Téraj en el versiculo 32. La historia de Abrahan propiamente dicha comienza en el capitulo 12. E] libro del Génesis cuenta, tras varios capitulos, la muerte de Abrahan (25,7-11) seguido inmediatamente por: "Esta es 16ledoth de Ismael, hijo de Abrahan..." (25,12) y "ésta es toledoth de Isaac, hijo de Abrahan..." (25,19). La historia de Abrahan se sitta asi claramente entre la historia de su padre y las historias de sus dos hijos. Comienza en 12,1 y concluye en 25,11, aunque en esta seccién leemos aconteci- mientos referentes a sus hijos. Notamos ya una diferencia significati- va. Mientras que en las historias de su padre y de sus hijos aparecen las introducciones "Esta es tdledoth de...", la de Abrahan comienza por una palabra de Dios: "Yahvé dijo a Abram..." (12,1). La historia de Abrahan no es como las otras. EI presente volumen estudia la seccién del libro del Génesis con- sagrada a Abrahan (12,1 - 25,11) y algunos elementos que le atafien en la historia de su padre (11,27-32). Pero Abrahan no es una figura aislada, es parte de una larga historia. Esta en relacién con lo que pre- ABRAHAN Y SU LEYENDA cede: historia de los origenes (Gen 1-11)? y con lo que sigue: el resto de la Biblia, Antiguo y Nuevo Testamento. A primera vista las diversas pericopas sobre Abrahan pueden pare- cer sencillas, pero los lectores un tanto criticos se plantearan no pocas cuestiones. No son los unicos, estos capitulos biblicos son también el centro de discusiones entre expertos orientalistas y biblistas, Se suce- den las hipotesis. Cuando se piensa haber dado con Ia solucién a un problema y parece casi universalmente aceptada, una nueva hipdtesis vuelve a plantear otro problema. Nos damos cuenta, cada vez mas, de que no sabemos gran cosa de muchas cuestiones técnicas. Nuestro estudio comprende dos partes. La primera se fijara en las numerosas cuestiones suscitadas por la lectura de estos textos anti- guos, nacidos en un contexto muy distinto al nuestro. Trataremos de responder y tomar posicién en algunas cuestiones criticas. La segun- da parte, mucho mds desarrollada, propondra una lectura sistematica de cada uno de los textos que componen la leyenda de Abrahan. Los lectores avidos de entrar de Ileno en el estudio del texto podran comenzar sin mas por esta segunda parte. No hace falta decir que una lectura personal atenta de los textos biblicos (Gen 11,27-32; 12, 1-25,11) facilitara el ejercicio de comentario que presentamos. Las referencias a capitulos y versiculos del ciclo de Abrahan en el libro del Génesis se daran solamente por las cifras (por ejemplo, 15,7). Para otras citas biblicas indicaré también el libro biblico (por ejemplo, Heh 7,2). La historia de Abrahan no es sélo la historia de un padre, es tam- bién la de una madre y de su hijo. Es la historia de una familia. Dedico este volumen a una familia maravillosa, los O’Hearn, sus padres toda- via cargan a sus hijos sobre sus hombros (Gen 21,14). > El presente volumen sobre Abrahan viene a ser prolongacién de mi estudio sobre la prehistoria: W. VOGELS, Nos Origines: Genése 1-11, “L'horizon du croyant", Ottawa, Novalis, 1992, 10 PRIMERA PARTE CUESTIONES DISPUTADAS Leer un texto nunca es un ejercicio neutral. Cada lector se aproxi- ma al texto con su propia perspectiva, su cultura, su educacién, su experiencia, sus preocupaciones, esperanzas y decepciones. Un hom- bre o una mujer tienen su propia sensibilidad. E] mismo texto se lee por diversos lectores de diversa manera. Comprobamos incluso que el lector que leyé un texto y lo vuelve a leer en otra ocasién siempre encuentra algo nuevo. Esto tan cierto para cualquier texto, no lo es menos cuando leemos textos biblicos. Por consiguiente es imposible prever todas las cuestiones que podrian plantearse los lectores del ciclo de Abrahan (Gen 12, 1-25, 11). Sin embargo, existe un cierto numero de cuestiones que cualquier lec- tor un tanto critico se plantea; trataré de buscar respuesta a tales cues- tiones. Este trabajo preliminar es muy util para poder verdaderamente penetrar en la riqueza de los textos. Las mayores dificultades podemos situarlas en cuatro niveles. Hay dificultades literarias, historicas, cul- turales y religiosas. A veces se entremezclan, sin embargo tienen sufi- ciente entidad propia para tratarlas por separado. La cuestién literaria La primera dificultad se sitia en el nivel del origen y composicién de los textos que nos describen la vida de Abrahan. Se trata, pues, de una cuestin literaria. Las dificultades literarias Sin pretender ser exhaustivo, podemos citar algunos botones de muestra para presentar el problema que quizas el lector ha descubierto an} ABRAHAN Y SU LEYENDA por si mismo. Encontramos regularmente en el ciclo de Abrahan narraciones parecidas que tienen el cariz de ser repeticiones 0 dobletes. Cuando Abram baja a Egipto a causa del hambre, para salvar la vida hace creer al Faraén que su mujer Saray es su hermana (12,10-20). Se cuenta una historia semejante con ocasién del paso de Abrahan por Guerar (20,1-18). Se narra como Dios hace una alianza con Abrahan (15), y dos capitulos mas adelante leemos por segunda vez que Dios pacta una alianza con él (17). Tras dar a luz Agar a su hijo Ismael, aparecen los celos; Abrahan y Saray provocan la salida de Agar y su hijo (16,6). Avanzando un poco en el texto, Agar y su hijo son despedidos por segunda vez (21,8-21). Un dia, Dios promete a Abrahan que tendria un hijo de Saray al afto siguiente (17,21). Mas tarde, Abrahan recibe tres visitantes que le anuncian de nuevo que Saray tendra un hijo al ato proximo (18,10). Sefialemos también que en ambas narraciones hay alguien que rie: Abrahiin en la primera (17,17), Saray en la segunda (1812-15), Cualquier lector minimamente atento se percata de estos dobletes, pero otro mas critico notara ademas otro tipo de irregularidades en los textos. Cuando Abram, respondiendo a la tkamada de Dios, abandona su tierra, ef texto anade: “y con él marchd Lot" (12,4). El versiculo siguiente prosigue: “Abram Hevo consige a Saray, su mujer; a Lot su sobrino...; se pusieron en camino." (12,5) Si Lot marcha con Abrahan, épor qué Abrahan debe Hevarlo consigo? El texto menciona que Ismael, ef hijo de Abrahan, "tenia trece afios cuando se circuncidé" (17,25). Isaac nace un afio mas tarde (comparar 17,1 y'21,5). Después "que ef chico erecid y lo destetaron" (21,8), Ismael jugaba con su hermanito (21,9); lo cual ocasioné su expulsion y la de su madre. Ismacl tendria entonces al menos quince afios. Y sin embargo, cuando Abrahin expulsa a Agar el texto dice: “puso al nifio sobre su espalda..."(21,14) ;Un adolescente a hombros de su madre! 12 PRIMERA PARTE: CUESTIONES DISPUTADAS La teoria documentaria Por estos dobletes y otras irregularidades, los expertos han llegado a la conclusién de que el origen del ciclo de Abrahan debia ser com- plejo. Encontramos dificultades literarias semejantes a lo largo del Pentateuco, llamado por la tradicién judia la Torah o la Ley. Ya hace mucho que se abandoné la idea tradicional de que toda la Torah seria obra de Moisés. Cuando se habla de "Ia Ley de Moisés", no se quiere decir que 6! mismo hubiese escrito todos los textos, desde el primer versiculo (Gen 1,1) al ultimo (Dt 34,12). La tradici6n atribuye senci- Hamente la Ley a Moisés, como atribuye los salmos a David y la lite- ratura sapiencial a Salomén. Varias son las teorfas propuestas para explicar la falta de unidad y légica del Pentateuco. Una primera soluci6n seria la "hipotesis de los fragmentos", segun la cual un Gnico editor habria reunido trozos inde- pendientes para componer una narracion mas o menos unificada. Tenemos una segunda solucion: "la hipétesis complementaria”. Existiria al principio una narracion unificada, obra de un autor; des- pués, otros escritores habrian aportado afiadiduras, rompiendo asi la unidad original. Como tercera solucién tenemos la "hipdtesis docu- mentaria" con su larga evolucién desde finales del siglo pasado hasta nuestros dias’. La hipétesis documentaria propone que el Pentateuco esta com- puesto de cuatro documentos originariamente independientes, de épo- cas y regiones diferentes, pero tratando a veces el mismo tema. Dichos documentos se habrian fusionado, en diversas fases, por dife- rentes editores o redactores. Cada documento goza de su vocabulario, estilo y teologia propios, lo que permite reconocerlos. Como los auto- > Se puede ver la explicacién a esta hipdtesis en J. BRIEND, "El Pentateuco", Cuadernos Biblicos, 13 (1981); en la introduccién al Pentateuco en las dos biblias en francés mas utilizadas, La Traduction oecuménique de la Bible, Paris, Cerf-Les Bergers ct les Mages, 1975, edicién integra, pp. 32-35; La Bible de Jérusalem, Paris, Cerf, 1986, pp. 24-27; asi mismo en todas las introducciones al Antiguo Testamento, 13 ABRAHAN Y SU LEYENDA res son andnimos, se les ha dado nombres ficticios: Yahvista (J), Elohista (E), Deuteronomista (D), y codigo sacerdotal (P, del aleman Priestercodex). Un simil con los cuatro evangelios del Nuevo Testamento podria ayudar a comprender la teoria documentaria. Cada uno de los evange- listas tiene su vocabulario, estilo y teologia propias que el Jector ave- zado reconoce bastante facilmente. Hubo una época en que se escri- bian historias de Jesus utilizando pericopas de los cuatro evangelistas. EI lector atento, leyendo la obra, podia distinguir los pasajes de Mateo, Marcos, Lucas 0 Juan. Lo mismo sucede en el Pentateuco; los cuatro documentos estan mezclados, pero se supone que el lector avis- pado puede reconocerlos. Como el documento D sdlo se encuentra en el libro del Deuteronomio, el ciclo de Abrahan se reparte entre el documento yah- vista (J), clohista (E) y sacerdotal (P). Los investigadores se han pre- guntado a qué época pertenecen los documentos. Para responder a esta cuestion aplican los mismos principios utilizados para datar cualquier texto. Referencias histéricas o la lengua del texto pueden ayudar a datar un texto. En efecto, una lengua evoluciona. El espaiiol hablado en nuestros dias dificre del espafiol de hace unos siglos. Otros indi- cios permiten sospechar su lugar de origen. Si un texto habla constan- temente de Madrid y otro de Barcelona, no sera dificil identificar la procedencia de cada uno de los textos. Asi se sitta, casi generalmen- te al Jen el sig. X a.C., en tiempos de David, o mejor todavia bajo el mandato de Salomén con procedencia del reino Sur, de Jerusalén. El E seria del siglo siguiente proviniendo del reino Norte. Los sacerdo- tes de Jerusalén serian los autores de P y dataria del sig. VI a.C., durante o después del destierro. Los primeros investigadores de comienzos de siglo, entre los cua- les J. Wellhausen es el mas conocido, hablaban de "documentos", es decir, de textos escritos. Otros investigadores como H. Gunkel, M. Noth y G. von Rad, se inclinan por un estadio preliterario de los docu- mentos. Su contenido circularia oralmente en la comunidad. La pues- PRIMERA PARTE: CUESTIONES DISPUTADAS ta por escrito es el resultado de un largo proceso de la tradicién. Por resta raz6n, otros autores prefieren hablar de "tradiciones" en vez de "documentos". La teoria documentaria parece explicar las dificultades suscitadas. Puesto que el ciclo de Abrahan se compone de diversos documentos o tradiciones, no nos sorprende encontrar dobletes. La primera narra- cién en la que Abrahan indica que su mujer Saray es su hérmana (12,10-20) pertenece a la tradicion J, la segunda (20,1-18), a la tradi- cién E. La primera alianza (15) es del J, la segunda (17) del P. La pri- mera expulsion de Agar (16,6) pertenece al J, la segunda (21,8) al E. Lo referente a la promesa del hijo de Abrahan para el afio proximo: la primera narracion en que rie Abrahan (17,17.21) es del P, la segunda, en la que rie Sara (18,10.12-15), es J. Otras anomalias del texto se explicarian igualmente por la teoria documentaria. La narracién de la marcha de Abrahan (12,1-9) resultaria ser una compilacién de frag- mentos J (vv. 1-4a + 6-9) y P (vv. 4b-5). Seguin el J, Lot marché con Abrahan (v. 4a ), mientras que segin P, Abrahan tom6 a Lot consigo (v. 5). El ensamblar diferentes tradiciones explica también la dificul- tad suscitada por Agar Ilevando a la espalda a un adolescente. La indi- cacion de Ismael treceaiiero (17,25) es del P, mientras que el texto que lo pone a hombros de su madre (21,14) es del E. El redactor final, compilador de los documentos, no se ha preocupado de este problema, quizas ni lo advirtid. La teoria documentaria cuestionada. La teoria documentaria parecia solventar elegantemente los pro- blemas de composicién del Pentateuco y seria la solucién casi univer- salmente aceptada. Es cierto que siempre hubo algun que otro exege- ta que se oponia. También es cierto que algunos autores habian Ileva- do la teoria al extremo en sus divisiones de los documentos 0 su data- cion. Pero la teoria, de una forma u otra, esta en la base de casi todas las introducciones al Pentateuco o en los comentarios modernos a los diversos libros que lo componen. La teoria parecia evidente. Sin ABRAHAN Y SU LEYENDA embargo, a partir de los afios setenta, varios autores comenzaron a cuestionar seriamente la hipétesis documentaria‘. Se ha indicado que este método que divide el texto en distintos documentos llega a veces al extremo de cortar un pelo en dos -se le ha llamado “el método de tijeras y pegamento"- no esta confirmado por ningun paralelo cierto en la literatura antigua. Ademas, la distincion entre J y E es sumamente dificil no poniéndose los autores de acuer- do en sus limites. Se ha criticado vivamente la afirmacion de poder reconocer cada documento por sus caracteristicas propias de vocabu- lario, estilo y teologia. Se dice con frecuencia por ejemplo, que la teo- logia del J se centra en ta promesa. R. Rendtorff, estudiando al yah- vista’, indica como la promesa, presente en el ciclo de Abrahan, esta totalmente ausente en varias secciones atribuidas al J, como por ejem- plo, la seccién de la estancia en el desierto. ;Podemos entonces hablar de un documento con una visién unificada a lo largo del Pentateuco? El Pentateuco parece mas bien compuesto de diferentes bloques dis- tintos como el ciclo de Abrahan, el de Jacob, la historia del desierto y otros. La teoria documentaria habla de documentos distintos reagrupa- dos, pero indica que en ciertas narraciones faltan trozos de algin documento. Se dice, por ejemplo, que el relato del diluvio (Gen 6, 15- 9,17) es una mezcla de Jy P. El relato P se conservaria integro, mien- * RN. WHYBRAY, The Making of the Pentateuch: A Methodological Study, Journal for the Study of the Old Testament. Supplement Series 53, Sheffield, JSOT Press, 1987; A. DE PURY (dir.), Le Pentateuque en question: Les origines et la com- position des cing premiers livres de la Bible a la lumiére des recherches récentes, Genéve, Labor et Fides, 1989; RP HAUDEBERT (cd.), Le Pentateuque: Débats et recherches, X\Ve Congres de l'ACFEB, Angers (1991), "Lcetio divina" 151, Paris, Cerf 1992; R. MICHAUD, Débat actuel sur les sources et l'dge du Pentatcugue, Montréal, Médiaspaul, 1994; R. DAVID, “Le Pentateuque. Tendances actuelles concernant les traditions littéraires", De bien des maniéres: La recherche biblique aux abords du XXle siécle, Actes du Cinquantenaire de I'ACEBAC (1943-1993), M. Gourgues et L. Laberge (dir.), "Lectio divina" 163, Montréal, Fides/Paris, Cerf, 1995, pp. 17-46. * R.RENDTORFF, "The *Yahwist’as theologian? The Dilema of Pentatcuchal Criticism" Journal for the Study of the Old Testament, 3 (1977), pp. 2-10. PRIMERA PARTE: CUESTIONES DisPUTADAS. tras que el J estaria incompleto. La narracion base seria P, al que se le habrian insertado elementos de J. El relato de la primera alianza entre Dios y Abrahan (15) se reparte entre J y E, sin unanimidad entre los exegetas de los que corresponde a cada uno. La mayor parte del capi- tulo con frecuencia se atribuye a J con afiadiduras de E. Es una mera hipotesis indicar que dicha narracién se ha conservado incompleta. (Ha existido la narracion completa? Nadie lo puede probar. {,No seria mejor decir que un autor tomando un texto anterior ha insertado aqui o alla sus propios puntos de vista? Tendriamos entonces varias fases de edicion y reedicion y no diversos documentos. Ciertos autores prefieren hablar de tradiciones J, E, D, P, en lugar de documentos, sugiriendo que los relatos actuales habrian circulado durante un largo periodo por tradicién oral. Estos autores se inspira- ban en los estudios de las sagas, en particular de las sagas de Islandia. Se cuestiona el que se puedan aplicar estos estudios al ciclo de Abrahan. Algunos autores rechazan el supuesto de que las tradiciones orales puedan transmitirse fielmente, de forma reconocible durante mucho tiempo. El narrador con mucha libertad adaptaria su historia a las circunstancias y necesidades cambiantes de su época. De este modo, no solo la transmisién de las tradiciones de generacién en gene- racién causaria los cambios, sino el mismo narrador cambiaria cada vez que contase la "misma" historia. En cuanto al ciclo de Abrahan, algunos autores ya no hablan de J, E, y P, otros siguen utilizando la terminologia, pero con sentido dife- rente, cuestionando asi su datacion. Algunos, en efecto, optan por una datacién mucho mas reciente que la propuesta por la teoria documen- taria clasica. Un ejemplo podria ilustrar esta evolucién. Muchos autores critican la hipotesis documentaria mostrando sus puntos débiles, pero pocos han logrado presentar una sintesis alternativa. J. Van Seters, ha inten- ,tado hacerlo’. Propone una solucién bastante radical para el ciclo de * J.VAN SETERS, Abraham in History and Tradition, New Haven, Yale University Press, 1975, Part If: "Abraham in Tradition", pp. 123-313. 7 ABRAHAN Y SU LEYENDA. Abrahan. Segun él, no existe fundamento solido para poder hablar de una tradicion oral. Basandose en su estudio de los dobletes en el ciclo de Abrahan, concluye que no existen documentos paralelos combina- dos por un redactor ulterior. Propone mas bien que cada fuente suce- siva desarrolla o completa la tradicién anterior. El yahvista no es la fuente mas antigua, como se venia diciendo, sino que le precederian trozos escritos mas antiguos. Asi habla de un primer y un segundo estadio preyahvista. El yahvista (J) reelaboré este material limitado, lo completo e introdujo sus propios puntos de vista. Afiadié, ademas, relatos propios. Mas tarde, el autor sacerdotal (P) afiadié algunos reta- zos, y la Ultima adicion (Gen 14, un capitulo que casi nadie sabe cémo ubicarlo) seria post-sacerdotal’. Contrariamente a la opinién bastante comun que data al J en el sig. X a.C. en el tiempo de David/Salomén, Van Seters pone al J en el tiempo del destierro, en la época en que se databa a P. Para él, el P es postexilico. Van Seters esta lejos de lograr la adhesién de todos los exegetas, pero su teoria ilustra como no existe la tan cacareada unanimidad res- pecto a la teoria documentaria. En cierto sentido, varias soluciones propuestas sobre las ruinas de la hipétesis documentaria se acercan mas a las dos hipdétesis precedentes que se habian abandonado, la hipotesis de los fragmentos y la de los complementos. La unidad del texto Asistimos en nuestros dias a un notable cambio en los estudios biblicos. Existe una tendencia que insiste mas en la unidad y coheren- cia del texto. La abundancia de soluciones propuestas sobre la com- posici6n del Pentateuco y, por consiguiente sobre el ciclo de Abrahan, muestra a las claras su caracter hipotético. Confesamos que no sabe- mos con certeza quién ni cudndo fueron escritos estos relatos. Puede ser desalentador tras los ingentes esfuerzos empleados por los investi- gadores biblicos del ultimo siglo. Sin embargo, este modo distinto de ” Yan Seters da, al final de su volumen, un conjunto de textos que atribuye a estas diferentes etapas, cf. op.cit., p. 313. 18 PRIMERA PARTE: CUESTIONES DisPUTADAS abordar el texto no proviene del desaliento 0 debilitamiento de las hipdtesis precedentes. Es, mas bien, el resultado de otra éptica de lo que es un texto, su lectura y la investigacion de su sentido*. Todas las hipétesis precedentes, la de los fragmentos, complemen- tos o documentos, pertenecen a los métodos histérico-criticos. Su preo- cupacién es histérica. Buscan los fragmentos, fuentes, documentos, tradiciones, niveles 0 estadios del texto con sus dataciones correspon- dientes, se investiga el origen del texto, su historia y su evolucion. Son aproximaciones diacrénicas. Se estudia el texto a través (dia) del tiem- po (chronos). Esta aproximacion esta también centrada en el autor, él es quien da sentido al texto. Se trata, por consiguiente, de buscar lo que el autor original ha querido decir, lo que el redactor siguiente ha querido decir, etc. La aproximacion diacrénica olvida otro aspecto del texto, su forma final, la que actualmente presenta a los lectores. Hay que abordar el texto de modo sincrénico, centrandose no ya en el autor, sino en el texto como tal. Lo que el autor quiso decir no coincide necesariamen- te con lo que el texto dice. Esta nueva tendencia es menos histérica y mas literaria. El modo sincrénico de abordar el texto no niega que el texto actual tenga una larga prehistoria, ni propone que el texto sea obra de un unico autor escrito sin utilizar fuentes anteriores. Afirma llana y simplemente que el texto esta como esta. Alguien dio la ultima mano a la obra y crey6 que la lectura del texto corria bien, teniendo un sentido. No es un modo simplista ni pseudofundamentalista de estudio, como se le ha acusado. Paul Ricoeur lo ve bien al hablar de la “segunda ingenuidad". El desmontar la obra en documentos destruye con frecuencia las cualidades literarias y artisticas de las narraciones del ciclo de Abrahan. Ahora bien, las razones que han Ilevado a recortar, como los dobletes u otras irregularidades, pueden explicarse por procedimien- tos literarios mas refinados. * Para los diferentes estudios biblicos modernos con sus ventajas y limitaciones, W.VOGELS, Interpreting Scripture in the Third Millenium: Author - Reader - Text, "Novalis Theological Series", Ottawa, Novalis, 1993. 19 ABRAHAN Y SU LEYENDA Los dobletes no son meras y simples repeticiones. Los relatos para- lelos presentan en efecto semejanzas, pero también diferencias. Podriamos hablar de variaciones de un mismo tema que podrian remontarse a la tradicidn oral. En lugar de ver en los dobletes una cuestién de origen, se puede contemplar un arte narrativo creador. La repeticion no es el sello de un mal autor, al contrario, el repetir puede tener valor dialéctico. Leemos dos veces el anuncio del nacimiento de Isaac para el afio préximo (17,21 y 18,10), pero tiene su importancia que en una narracién se ria Abrahan (17,17) y en otra Saray (18, 12-15). Ambos, el futuro padre y la futura madre, se han reido. Pueden plantearse una multitud de preguntas sobre lo que se han juzgado irregularidades del texto. Hemos procedido con nuestra logi- ca. Pero, jquién puede exigir que todos sigan la logica occidental moderna? Los investigadores descubrieron una irregularidad en el relato de Ja partida de Abrahan (12,1-9). Un versiculo dice: "con él marcho Lot" (v.4) y el versiculo siguiente: "Abram tomé consigo [...] asu sobrino Lot" (v.5). Y concluyen que el texto es una mezcla de dos documentos, el v.4a seria del Jy el v.5 del P. Existe realmente el pro- blema? Dios pidié a Abram abandonar su pais y parentela (12,1); al aceptar la invitacion de dejar su pais, Lot decide marchar con él (v.4). Abram habria podido objetar con la orden divina de dejar también su parentela. Prefiere aceptar que Lot vaya con él y le lleva consigo (v.5). Las asi Ilamadas contradicciones del texto puede que no lo fueran para los autores antiguos. Podrian tener otras intenciones, otros valo- res mas apreciados. Tenemos, segun la disposicién actual de los tex- tos, el problema de Agar llevando un adolescente a hombros (21,14). Y para solucionarlo se divide el texto en documentos distintos. E] autor antiguo, ise planted este mismo problema? Poco importa. El texto subraya que la madre es siempre madre: carga con su muchacho. En lugar de limitarse a subrayar las dificultades, irregularidades y contradicciones del texto, uno se admira cada vez mas del genio que fue el autor o redactor que nos dejé esta historia literaria, artistica y maravillosa del ciclo de Abrahan (12,1-25,11). 20 PRIMERA PARTE: CUESTIONES DISPUTADAS La cuesti6n histérica Otro punto de litigio a propésito del ciclo de Abrahan es la cues- tidn de la historicidad. Se discute el valor historico de estos textos, muy complejos en cuanto a su composicion, como hemos visto en la seccién precedente. Todo ello suscita la cuestién de la historicidad de la persona de Abrahan y de otros personajes mencionados en los rela- tos. {Han existido realmente? Las dificultades historicas Ya quedan lejos los tiempos en que toda la Biblia se tomaba al pie de la letra, todo se consideraba histérico. Se acepta que la Biblia contiene muchos géneros literarios. Una parabola tiene un mensaje verdadero aun cuando no narre un acontecimiento histérico. El lector que haya estudiado los capitulos del Génesis que describen la prehis- toria (Gen I-11) y que preceden al ciclo de Abrahan (12,1-25,11), sabe que no son histéricos, pero son muy ricos en ensefianza y verda- deros. Un texto que habla de la creacion, por definicién no puede ser histérico. La creacién acontece antes de la historia, no habia ningun testigo. Pudo tener lugar hace millones de afios’. Pero respecto a Abrahan estamos en una situacion totalmente diferente. Se le sitia frecuentemente en el sig. XIX a.C. Abrahan vive en el tiempo. El lec- tor del ciclo de Abrahan quiza se pregunte con cierta impaciencia si es historico, lo que en Ja mente de algunos equivale a decir: {tenemos finalmente textos verdaderos? Sin embargo, el lector que ha recorrido el ciclo de Abram, sin duda se ha debido plantear ciertas cuestiones dificultosas al historiador. Algunos ejemplo podran aclararlo. El texto menciona regularmente la edad de Abrahan a propésito de tal o cual acontecimiento de su vida. Abrahan, siguiendo la invitacién de Dios marcha a la edad de setenta y cinco afios (12,4). Edad respetable para iniciar la segunda carrera. Dios promete a Abrahan su hijo Isaac, Abrahan tenia entonces cien afios y su mujer noventa (17,17). Notemos de paso que Abrahan * W.VOGELS, Nos Origines: Genése | - 1], Ottawa, Novalis, 1992, pp.20-28 a1 ABRAHAN Y SU LEYENDA le saca a Sara diez aiios. Los visitantes, extrafiados de que Sara se ria, dicen con énfasis: "{Hay algo dificil para Dios?" (18,14) y, de hecho Dios es capaz de hacer infinidad de cosas, jpero de todos modos! Y para acabar bonitamente, Abrahan muere a la edad de ciento setenta y cinco afios (25,7). Son cifras modestas comparadas con las de la prehistoria (Gen 5), pero en esta prehistoria leemos que, en cierto momento Dios decidié que la vida humana "no duraria mas que cien- to veinte afios" (Gen 6,3). Y el salmo es un poco mas realista cuando indica: "nuestros afios son unos setenta y el mas robusto hasta ochen- ta." (Sal 90,10). Sin duda coincide mas con nuestra experiencia. Estas cifras entraiian otras dificultades. Abram abandona su pais a la edad de setenta y cinco afios y, como Sara tiene diez afios menos, resulta que tiene entonces sesenta y cinco aiios. El relato que sigue inmediatamente, cuenta su descenso a Egipto a causa del hambre (12,10-20). Abram teme que los egipcios, atraidos por la belleza de Saray, puedan matarlo para llevarse a su mujer. Abram, pasa salvar el pellejo, propone a Saray que se presente como su hermana. Y, de hecho, la belleza de Saray es tan deslumbrante que la llevan al Fara6n. EI relato subraya varias veces la belleza de esta mujer de sesenta y cinco aiios. (vv.11.14.15). Es cierto que la belleza no tiene edad, que existe toda una gama de bellezas y que el amor es ciego. Pero jasi y todo...! Y no olvidemos que los faraones no tenian necesidad impe- riosa ya que disponian de un gran harén. En el relato de la destruccion de Sodoma (19,1-19) los mensajeros instan a Lot a partir con su familia antes de que el castigo caiga sobre la ciudad, afiadiendo: "no miréis atras" (v.17). Desgraciadamente la familia de Lot no hace caso de la advertencia: "La mujer de Lot miré atras y se convirtié en estatua de sal” (v.26). Este texto parece mas fol- clorico que historico. La regién del mar Muerto es extremadamente calida dado que se encuentra muy por debajo del nivel del mar, lo cual acelera la evaporacion del agua, que contiene una gran cantidad de sal, Las rocas de la region estan Henas de sal. Con un poco de imaginacin se puede ver en una de ellas la forma de una mujer. Por todo el mundo se pueden contemplar formaciones similares. En una regién se habla de “tres hermanas" en la forma de una montaiia. En Thunderbay se llama "gigante dormido" ("sleeping giant") a la forma de una isla en el lago. PRIMERA PaRTE: CUESTIONES DisPUTADAS Estos ejemplos, que cada lector ha podido ver, bastan para concluir que el ciclo de Abrahan no es un libro de historia cientifica. Si incluso los Evangelios no lo son, gpor qué extrafiarse de que los relatos de Abrahan no lo sean? Pero la cuestién de la historicidad se plantea de forma més acuciante si se tienen en cuenta las diferentes hipdtesis de la composicién del ciclo de Abrahan, de las que hemos hablado en la seccidn precedente. En efecto, la solucién que se adopte sobre la com- posicion literaria afectara la respuesta que se dé a la cuestion histérica. Relatos no historicos La teoria documentaria del siglo pasado y principios del nuestro, dio un vuelco a las ideas tradicionales de la historicidad del ciclo de Abrahan. Esta escuela considera al documento yahvista (J) como el mas antiguo de los cuatro, situdndolo en el siglo X a.C. En su forma original, la hipdtesis documentaria no consideraba la posibilidad de una tradicion oral. Rapidamente pueden verse las consecuencias para la historicidad de los relatos de Abrahan. Si, como se hace con fre- cuencia, se sitta a Abrahan en el siglo XIX a.C. ,Cémo un autor del siglo X a.C. podria escribir un texto histérico fiable? J. Wellhausen, autor mas representativo de la escuela documentaria concluia, con toda légica segiin su sistema, que el valor histérico de los relatos de Abrahan era nulo. Escribia en 1878: "No se puede obte- ner ningtin conocimiento histdrico de los patriarcas, sino sdlo sobre el tiempo en que sus narraciones se formaron en el pueblo israelita. Esta época posterior, con sus caracteres profundos y superficiales, se proyecté inconscientemente a la noche de los tiempos donde se refle- ja como un fantasma transfigurado"." Los textos no nos informan del Tiempo de Abrahan, sino de la época de los autores. " Traduccién libre de JWELLHAUSEN, Prolegomena zur Geschichte Israels, Berlin, W. de Gruyter, 1927 (primera edicion en 1878) p.316; la traduccién inglesa, Prolegomena to the History of Ancien Israel, New York, World Publisching Co., Meridian Books, 1957, pp. 318-319. Wellhausen afiade una observacién particular sobre Abrahan distinguiéndole de los otros patriarcas que, frecuentemente represen- 23 ABRAHAN Y SU LEYENDA Los textos serian entonces textos miticos en los que los patriarcas representarian las divinidades; 0 textos étnicos en los que los patriar- cas no serian individuos, sino tribus; 0 textos folcléricos que hablan de héroes populares legendarios; 0 textos etiologicos explicando cier- tos fendmenos. Vestigios de la historia La teoria documentaria, como vimos, ha evolucionado. Autores como H. Gunkel, M.Noth y G. von Rad subrayaron la importancia de la fase preliteraria de los documentos. Asi, en lugar de hablar de "documentos", muchos prefieren hacerlo de “tradiciones". Las teorias sobre la tradicién oral afirman que los pueblos sin escritura pueden transmitir con fidelidad, a fo largo de generaciones, genealogias 0 his- torias de su pueblo. Lo logran utilizando medios mnemotécnicos y con un fin didactico. Quieren transmitir sus tradiciones a sus hijos. Este método de la critica de la tradicion ha cuestionado la postura radical del J. Wellhausen. El documento J no es un invento de un autor del siglo X a.C., sino la tradicién J, escrita en el siglo X a.C., se remonta a una tradicién preliteraria. Esto permite atribuir mas valor histdrico a los textos. Sin embargo, si los patriarcas hay que ubicarlos en el siglo XIX a.C., quedan nueve siglos al menos entre los aconte- cimientos y la escritura de la tradicién. El intervalo se ensancha mucho mas para las otras tradiciones del ciclo de Abrahan: E y P. Podemos aceptar que la memoria de los pueblos sin escritura sea mas fiel que la nuestra habituada a escribir todo y ahora ponerlo en el orde- nador. jPero asi y todo...! {Puede un pueblo, durante tanto tiempo, transmitir bastante fielmente sus tradiciones para que se puedan cali- ficar de histéricas? Podemos comprender por qué M.Noth dice a propdsito de los patriarcas: "[...] fueron verdaderamente hombres que vivieron en un tan a una tribu: "Abraham alone is certainly not the name of a people like Isaac and Lot: he is somewhat difficult to interpret. That is not to say that i such a connection as this we may regard him as a historical person; he might with more likelthood be regarded as a free creation of inconscious art", p. 320. 24 PRIMERA PARTE: CUESTIONES DISPUTADAS. tiempo determinado como personajes histéricos." Estamos lejos de la postura de J. Wellhausen, pero tras esta afirmacién positiva afiade: "[...] por lo demas carecemos de otra evidencia, fuera de la indicada, gue nos permita avanzar algunas afirmaciones histdricas definitivas referentes al tiempo, lugar, presupuestos y circunstancias de la vida de los patriarcas en cuanto seres humanos''." La arqueologia en ayuda de la historia La arqueologia ha conocido un gran desarrollo en el siglo XX. Excavaciones en el oriente proximo como Assur, Nuzi, Mari, Ugarit, Tell-el-Amarna y otras, han proporcionado informaciones sobre las culturas que no disponian los primeros defensores de la teoria docu- mentaria como J. Wellhausen Muchos investigadores creen encontrar en esta informacion nueva luz sobre las narraciones de los patriarcas. Entre ellos cabe enumerar en América WE. Albright, J. Bright y G.E. Wright; por parte francesa podemos mencionar a R. de Vaux” y A. Parrot. Estos investigadores tratan sobre todo estos tres datos: los movimientos de los pueblos, los nombres de individuos y lugares, las costumbres. La Biblia describe las diferentes etapas migratorias de la familia de Abrahan. Parte de Ur (11,31), primero se instala en Jaran (11,31), se pone en marcha hacia el pais de Canaan (12,5), y se dirige a Egipto (12,10). Todo parece corresponder al marco de expansi6n "amorrea" a comienzos del II milenio a.C. Se trata de un gran movimiento migra- torio de pueblos semitas nomadas que gradualmente ocupan todo el Creciente fértil, tanto en Mesopotamia como en Palestina y que inclu- so amenazo a Egipto. EI nombre de Abram, utilizado al comienzo del ciclo (12,1) y que después se convertiria en Abrahan (17,5), corresponde con los nom- "| Traduccién libre de M.NOTH, Historia de Israel, Barcelona, Garriga, 1966 (ori- nal en aleman), pp. 122-123. R.DE VAUX, Historia antigua de Israel,t.J: De los origenes a la instalacion en Canadn, Cristiandad, Madrid, 1975. 25 ABRAHAN Y SU LEYENDA bres mencionados en las tablillas descubiertas por los arquedlogos. El cambio de nombre corresponderia a un cambio dialectal. Aparece el nombre en el proximo oriente antiguo del II milenio a.C. bajo dife- rentes formas, como Aba-rama (ama al padre) o Abi-rami (mi padre es exaltado = grande por lo que toca a su padre) y otros. Los nombres de los dos hermanos de Abram, Najor y Hardn, (11,27) también estan confirmados en los documentos. Es significativo que muchos nom- bres personales de la familia de Abrahdn sean también nombres de ciudades, El hermano de Abrahan se llama Haran (11,27), y la familia decide instalarse en Jarén (11,31). El nombre de la persona es muy similar -sin ser idéntico en hebreo- al nombre de la ciudad. Sarug (11,22), nombre de uno de los antepasados de Abrahan, es asi mismo el nombre de la ciudad situada entre Jaran y el Edfrates. Najor, nom- bre del abuelo (11,24) y del hermano de Abrahan (11,27), es también el nombre de una ciudad al sureste de Jaran. Téraj, padre de Abrahan, es también el nombre de una ciudad. Es de notar que todas estas ciu- dades estan cerca de Jaran en el noroeste de Mesopotamia. No poseemos hasta el presente ningun texto extrabiblico que hable de los patriarcas o sus clanes. Los nombres por si solos no prueban que los patriarcas del Génesis sean personajes histéricos. Puedo con- tar una historia ficticia cuya heroina se lame Maria. Sin embargo, los nombres tienen su importancia, permiten quiz indicar la época en que se utilizaban. Incluso entre nosotros, un nombre revela a veces mas 0 menos la edad de la persona. Pocos hoy dia Ievan el nombre de Modesto, nombre muy utilizado en el pasado. Existe una especie de moda de nombres. Los textos extrabiblicos nos permiten decir que los patriarcas llevan nombres que Ilevaban personajes histéricos. Si ade- mas estos nombres coinciden con nombres geograficos, nos ayudan a encontrar la procedencia de los patriarcas. Todo esto nos lleva a orien- tarnos a la region de Jaran. Muchos nombres flamencos y holandeses se componen de "Van" (de) y otro elemento. A veces este elemento es el nombre de un lugar. Conozco personas con apellidos "Van Brussel", "Van Mechelen". Ambos nombres son nombres de ciudades. Cuando se introdujeron los apellidos, era un modo de identificar tal o cual per- sona. Procedia de Bruselas o de Malinas y se le Ilamaba, pues, "Van Brussel" (de Bruselas) 0 "Van Mechelen" (de Malinas). Aun cuando 26 PRIMERA Parte: CUESTIONES DiSPUTADAS encuentre en Estados Unidos una persona que se Ilame "Van Mechelen", sé que ella o sus antepasados provienen de Bélgica. Las informaciones obtenidas por la arqueologia nos muestran tam- bién las costumbres de esos pueblos, ayudandonos a comprender mejor ciertos acontecimientos 0 ciertas acciones contados por los relatos de los patriarcas como, por ejemplo, los matrimonios, la adquisicion de un terreno y otros. Volveremos sobre esto en la seccidn siguiente. Ciertos autores concluyen muy a la ligera que la arqueologia ven- dria finalmente a dar razon a la Biblia. W. Keller, periodista aleman, escribi6 un libro con titulo significativo: Und die Bibel hat doch recht (Y la Biblia tenia razon) con un subtitulo todavia mas explicito: Forscher beweisen die historische Wahrheit (Investigadores prueban la verdad histérica"’). El libro hizo furor y se tradujo a varias lenguas. Otros autores mas criticos matizaban mucho mas sus conclusiones. Sugerian que todos estos datos sobre las migraciones, nombres y cos- tumbres permitian poner a los patriarcas al comienzo del II milenio, hacia el siglo XIX a.C. Otros, basandose en los mismos datos, crefan mas bien que habria que situarlos en el siglo XV a.C. Estos investigadores, aun cuando expliquen la composicién del Pentateuco por la teoria de las cuatro tradiciones, aportan un juicio mucho mas positivo del valor histérico de estos escritos. Al contrario de Wellhausen, que decia que las narraciones no nos cuentan nada del periodo de los Patriarcas, sino solamente del periodo de los escritores de los relatos patriarcales, R. de Vaux dice: "Si, como durante mucho tiempo se ha dicho, hubieran reconstruido el pasado por lo que veian e imaginaban, habrian logrado un cuadro distinto del que tenemos y seria falso"’." A. Parrot, por su parte, afirma: " La vida tal como apa- rece en los relatos que el Génesis les dedica, cuadra perfectamente con lo que sabemos hoy, por otros medios, con los comienzos del II mile- nio, pero imperfectamente con un periodo mas reciente'’." * WKELLER, Y /a Biblia tenia raz6n, Barcelona, 1961. * R.DE VAUX, "Les patriarches hébreux el les découvertes modernes", Revue Biblique, 56 (1949), pp. 5-36, cita p. 36. "A, PARROT, Abraham et son temps, "Cahiers d'archéologie biblique" 14, Neuchatel, Delechaux et Niestlé, 1962, p.11. 27 ABRAHAN Y SU LEYENDA Y al contrario de M.Noth que acepta la historicidad de los patriar- cas, afiadiendo que no se puede decir mas de ellos, estos Ultimos auto- res reivindican una historicidad bastante amplia, como podemos ver en la afirmacién de WF. Albright: "Abrahan, Isaac y Jacob no parecen ya figuras aisladas, y menos reflejos de la historia hebrea posterior; hoy aparecen como verdaderos hijos de su tiempo, llevando los mis- mos nombres, desplazindose por el mismo territorio, visitando las mismas ciudades (especialmente Jaran y Najor), con las mismas cos- tumbres que sus contempordneos. En otras palabras, los relatos patriarcales de punta a cabo tienen un fondo histérico, aunque la larga transmisién oral de los poemas originales y luego las sagas en prosa que estan en la base del actual texto de] Génesis, hayan sin duda defor- mado considerablemente los acontecimientos originales'’." Estos autores que situan a los patriarcas en el comienzo del Il milenio admiten, sin embargo, que los textos biblicos suscitan diver- sas dificultades a su hipotesis, tanto en relacién con los movimientos de los pueblos como en lo referente a nombres y costumbres. Sitvan al movimiento de Abrahan en el cuadro de las migraciones amorreas. Pero la Biblia pone a los patriarcas y, por consiguiente a Abrahan, en relacién con los arameos: "Mi padre era un arameo errante.” (Dt 26,5; ef. Gen 25,20; 28,5; 31,20.24). Los textos profanos hablan de los ara- meos, pero bastante tardiamente. La primera menci6n se encuentra en un documento asirio hacia el 1110 a.C. Como soluci6n se sugiere que existe continuidad entre los amorreos de los tiempos patriarcales (Ez 16,3) y los arameos de los siglos XI y X a.C. pudiéndose decir que eran los “proto-arameos". Un versiculo del ciclo de Abrahan dice: "Abrahan residié en pais filisteo muchos afios" (21,34), los filisteos se instalaron en Canaan después del 1200 a.C. E] nombre de la ciudad de donde partieron Téraj y su familia, "Ur de los caldeos" (11,31) plan- tea también un problema. La ciudad de Ur es conocida y muy antigua, * WE. ALBRIGHT, L’archéologie de la Palestine, Paris, Cerf,1955, p.256 (origi- nal en inglés): id., "From the Patriarchs to Moses", Biblical Archaeologist, 36 (1973), pp. 5-33. 28 PRIMERA Parte: Cuestiones DispUTADAS pero el término "de los caldeos" es problematico. Los caldeos no apa- recen en los textos asirios sino en el siglo XI a.C. Ademas, hablar de "Ur de los caldeos" presupone el ascenso al poder de los caldeos, es decir de los babilonios, que no tuvo lugar sino al final del siglo VII a.C. En el comienzo del segundo milenio se deberia decir "Ur de los Sumerios". Tales dificultades no lo son tanto para los investigadores mencionados, que las consideran anacronismos que no afectan al fondo verdaderamente historico de los textos. Los autores de los rela- tos patriarcales reemplazaron los antiguos nombres al uso de la época que escribian. Owa dificultad, suponiendo la hipotesis del comienzo del segundo milenio, es la costumbre de los patriarcas, como Abrahan, del uso de camellos (12,16). Se acepta generalmente que el camello no se domes- ticd ni utiliz6 en el proximo oriente antiguo antes del 1200 a.C. Es cierto que se conocen algunos casos raros anteriormente en el II mile- nio. Se podria recurrir a estos casos excepcionales diciendo que los patriarcas hacian un uso restringido del camello. Pero, en general, se prefiere explicar la referencias a los camellos como anacronismos. Se ha sugerido incluso que los textos al principio hablaban de asnos y después los reemplazaron por camellos. EI explicar estas dificultades por anacronismos no es en si una solucién banal. Hoy tendemos también a introducir tales anacronis- mos en nuestros textos. Uno de los arrabales de la ciudad de Ottawa se Ilamaba antiguamente Eastview. Este nombre se cambié por Ville de Vanier en 1969. Si escribo en 1996: "A mi llegada a Canada me ins- talé en Vanier", cometo un anacronismo. Al llegar a Canada en 1960, el barrio se Ilamaba todavia Eastview. Mi texto, cientificamente hablando, no es exacto, pero el lector ordinario lo comprende mas facilmente, pues muchos ignoran ya el cambio de nombre. El lector, sin embargo, que se basara en mi texto para concluir que tuve que Ile- gar al pais después de 1969, se equivoca. Es cierto, por el contrario, que el texto ha tenido que escribirse después de 1969. Una frase que dijera: "Livingstone murié en Zambia" seria otro ejemplo de anacro- nismo. El pais, llamado Rodesia del Norte, se convirtié en Zambia en 29 ABRAHAN Y SU LEYENDA el momento de su independencia en 1964. Pero sacar de ahi la con- clusion de que Livingstone muriera después de 1964 seria error hist6ri- co. Este explorador britanico murié en 1873 en la region africana que actualmente se llama Zambia. Vuelta al punto de partida Todos estos datos arqueolégicos habian devuelto a muchos lecto- res la confianza en el valor historico de los relatos patriarcales y en la antigiiedad de los patriarcas. Dos autores no tardaron en hacer tamba- lear dicha confianza. Investigando independientemente uno de otro, publicaron sus resultados con un afio de intervalo, Thomas L. Thompson en 1974" y John Van Seters en 1975'*. Aun cuando difie- ran en muchos puntos, en otros muchos Ilegan a las mismas conclu- siones. Su intenci6n era revisar los argumentos de peso en los que se basan los expertos para aceptar el valor histérico de los relatos patriarcales en el Génesis. Van Seters estudia principalmente el ciclo de Abrahan. Ambos autores reestudian detallada y minuciosamente los mismos documentos antiguos en los que se basaban los autores precedentes y afiaden otros. Atacan frontalmente los mismos tres puntos: los movi- mientos de los pueblos, los nombres de los individuos y los lugares, las costumbres. Se habia vinculado el movimiento de los patriarcas a los movi- mientos amorreos del comienzo del II milenio. Revisando el tema, Thompson concluye, contrariamente a la postura aceptada por muchos, que nada en la arqueologia palestina justifica el hablar de una invasion amorrea. Consecuentemente, si no existe invasion amorrea, evidentemente es imposible asociarla con la migracién de la familia ° TLL.THOMPSON, The Historicity of the Patriarchal Narratives: The Quest for the Historical Abraham, Beihefte zur Zeitschrift fiir die Alttestamentliche Wissenschaft 133, Berlin, W. de Gruyter, 1974. ® J. VAN SETERS, Abraham in History and Tradition, New Haven, Yale University Press, 1975. La primera parte estudia la cuestién histérica: Part I: "Abraham in History", pp. 5-122. 30 PRIMERA PARTE: CUESTIONES DISPUTADAS de Abrahan. Van Seters es mucho mas positivo respecto a esta migra- cin o expansion amorrea. Pero rechaza aceptar que Jos relatos patriar- cales reflejen, de algun modo, esta migracién amorrea. Los dos autores reexaminan también los nombres de los patriarcas y los lugares. Admiten que el nombre de Abrahan corresponde a la nomenclatura del proximo oriente antiguo. No se trata de un nombre inventado o fabricado. Sin embargo, rechazar la postura de autores pre- cedentes sosteniendo que los nombres de jos patriarcas convendrian "solamente" o "mejor" a la primera mitad del II milenio. Nombres semejantes a Abram se encuentran tanto en los textos del II milenio como en los del primer milenio a.C. El nombre es un nombre ordina- rio que no permite datar con precision el periodo de los patriarcas. Incluso se preguntan si, partiendo del nombre, se puede concluir la his- toricidad de los patriarcas. El nombre Juan en espajfiol, John en inglés y Johan, Jan o Jo en holandés es siempre el mismo nombre. Podemos esperar encontrar este nombre en textos muy antiguos o mas recientes, escritos en diversas lengua. El nombre Juan no me ayudaria a datar un texto espafiol, ni es garantia de la historicidad del texto en cuestion. Se ha recurrido también a documentos extrabiblicos para explicar las costumbres de los patriarcas. Sobre todo los contratos encontrados en Nuzi fueron objeto de especial atencién. Volveremos sobre esto en la seccién siguiente. Dichos textos pertenecen a los siglos XV y XIV a. C. lo que no ha impedido a ciertos autores mantener la fecha tradi- cional de los patriareas: al comienzo del II milenio. Una costumbre forma parte de la cultura de un pueblo antes de ponerse por escrito. otros autores, como hemos visto, por esta razon ponian a los patriar- cas en el siglo XV a.C. Thompson reexamina dichos contratos sugi- riendo que no existe ni un solo caso en que los documentos de Nuzi ofrezcan un paralelo exacto con los textos biblicos. Concluye que los documentos de Nuzi como los mismos relatos patriarcales, no son tes- tigos de un unico derecho claramente codificado. Cada caso es diver- so y las situaciones también. Estos textos contienen concepciones juri- dicas que podemos encontrar en el antiguo oriente préximo tanto en el a ABRAHAN Y SU LEYENDA II como en el primer milenio a.C. Van Seters propone incluso parale- los de las costumbres patriarcales en textos neoasirios, neobabildni- cos, persas y egipcios posteriores al siglo VII a.C. Una vez mas Jas conclusiones de Thompson y las de Van Seters son idénticas: las cos- tumbres patriarcales no permiten situarlos mas en el II que en el pri- mer milenio. Los autores que sittian a los patriarcas al comienzo del II milenio admiten que los textos suscitan ciertas dificultades contra su hipéte- sis, explicandolos, como hemos visto, como anacronismos. Thompson y Van Seters piensan que se trata de una escapatoria facil. En los asi Namados "anacronismos" descubren mas bien pistas para datar los textos, para fijar los limites cronolégicos. Algunos de los anacronis- mos, como la mencion de arameos, filisteos y los camellos, ubicarian dichos textos mas bien al final del I] milenio. Thompson concluye que los relatos patriarcales reflejan la situacion historica de Israel del tiempo de la monarquia, en los siglos X y IX a.C. Como sigue la hipdtesis documentaria en lo referente al aspecto literario de los tex- tos, acepta que ef documento yahvista es del siglo X a.C. Por consi- guiente, los relatos de los patriarcas no nos informan en absoluto de los acontecimientos 0 personajes historicos antiguos, sino sobre el periodo de los autores. Tras un siglo de investigacién, se ha vuelto al punto de partida. Thompson afirmaba en 1974 lo que Wellhausen pro- ponia en 1878. Podriamos decir que Thompson es un Wellhausen redi- vivus. Van Seters es atin mas radical. Descubre indicaciones en el texto, como por ejemplo la referencia a Ur de los caldeos, que le llevan a la con- clusién de una fecha mucho mas reciente. Su solucién a la composi- cin del ciclo de Abrahan, ya mencionada", atribuye la mayor parte de los textos de este ciclo al yahvista (pero diverso de J de la teoria docu- mentaria), y lo pone en tiempos del exilio, es decir, en el siglo VI a.C. "VAN SETERS, Abraham in History and Tradition, Part il: "Abraham in Tradition", pp. |23-313, el resumen de su postura, cf. supra, pp. 26-27. 32 PRIMERA ParTeE: CUESTIONES DisPUTADAS Y como Van Seters rechaza la validez de una tradici6n oral prelitera- ria, no da ningun valor histérico al ciclo de Abrahan. Thompson y Van Seters concuerdan al indicar que no se puede afir- mar que los relatos patriarcales se remonten a tradiciones histéricas y que los patriarcas carecen de entidad histdrica, sdlo tienen entidad ideoldgica, socioldgica, politica y religiosa. Varios investigadores mues- tran los puntos débiles de los analisis de Thompson y Van Seters, ¢ insisten en el caracter arcaico de los textos y en su contenido histéri- co. Afirman que los patriarcas no son puras invenciones literarias”, Sin embargo, los estudios de Thompson y Van Seters han frenado y matizado un entusiasmo facil en "probar" el valor histérico de los tex- tos y la historicidad de los patriarcas. La religion en ayuda de la historia El esfuerzo por resolver el problema de la historicidad de los patriareas por medio de paralelos extrabiblicos ha desembocado en conclusiones muy diversas, incluso contradictorias. Otro camino para abordar el problema seria por medio de la misma Biblia, comparando » Se puede consultar una recensién de las dos obras de T-L. Thompson y J. Van Seters, con la amplitud de un articulo, A. DE PURY, Revue Biblique, 85 (1978), pp. 589-618: De Pury presenta las ideas de los dos autores, su situacion en relacién con otros investigadores y muestra las cualidades y puntos débiles. Como es imposible continuar presentando los argumentos y contra-argumentos en favor y en contra de la historicidad, el lector interesado puede consultar otros articulos que critican la posi- cién de Thompson y la de Van Seters, J.E. HUESMAN, "Archeology and Early Israel: The Scene Today", Catholic Biblical Quarterly, 37 (1975), pp. 1-16; J.T. LUKE, "Abraham and the Iron Age: Reflections on the New Patriarchal Studies", Journal for the Study of the Old Testament, 4 (1977), pp.35-47; M. DAHOOD, "Ebla, Ugarit and the Old Testament", The Month, 138 (1978), pp. 271-276. Dahood recurre a los des- cubrimientos de Ebla, en el norte de Siria, no lejos de Jaran donde se han encontrado archivos del III° milenio; E.A. WCELA, "The Abraham Stories, History and Faith", Biblical Theology Bulletin, 10 (1980), pp. 176-181; J.J. SCULLION, "Some Reflections on the Present State of the Patriarchal Studies", Abr-Naharain, 21 (1982- 83), pp. 50-65. ABRAHAN Y SU LEYENDA ciertos textos biblicos, particularmente en lo referente a la religion. R.WL. Moberly propone este modo de abordar la cuestion”. La reli- gidn de los patriarcas tal como la describen los relatos del Génesis es muy diversa del Yahvismo mosaico que aparece en el resto de la Biblia a partir de Exodo 3. Autores como Wellhausen, Thompson y Van Seters, que rechazan el valor hist6rico, afirman que los relatos de los patriarcas nos hablan sdlo de la época en que se redactaron los textos. Esto esta en contradiccién, al menos, con lo referente a la religion de los patriarcas. Si los autores biblicos hubiesen inventado las tradicio- nes de los patriarcas inspirandose en la religién que ellos mismos practicaban, los relatos tendrian un cariz muy diferente. Los patriarcas practicaban, segun los textos biblicos, una religién preisraelita, pre- mosaica. Algunos puntos concretos pueden demostrarlo. No existe antagonismo religioso entre los patriarcas y las gentes con fas que contactaban. En el resto de la Biblia la oposicién entre Yahvé, Dios de Israel, y los baales, dioses cananeos, aparece por doquier. En los relatos patriarcales diriase que todo el mundo adora al mismo Dios. Melquisedec, rey de Salén, bendice a Abrahan en nom- bre del "Dios Altisimo" (14,18-20), y Abrahdn jura en nombre de "Dios Altisimo" (14,22). La Biblia distingue frecuentemente entre Israel, el pueblo elegido, y las naciones, los pueblos paganos. No aparece tal distincion en los relatos de los patriarcas. Abrahan piensa que no existe temor de Dios en Guerar (20,11), pero el texto manifiesta exactamente lo contrario. El pueblo de Guerar es un pueblo justo (20,4) y su rey, Abimélec, acttia de buena fe y con manos limpias (20,5-6). Todos son iguales ante Dios, la perspectiva de los relatos de los patriarcas es mas uni- versalista que el resto de la Biblia. Las practicas cultuales son asimismo diferentes. No aparece ningin indicio de la observancia sabatica de los patriarcas o leyes referentes R.WL.MOBERLY, The Old Testament of the Old Testament: Patriarchal Narratives and Mosaic Yahwism, "Overtures to Biblical Guides", Minneapolis, Fortress, 1992; id., Genesis 12 - 50, "Old Testament Guides", Sheffield, JSOT Press, 1992. PRIMERA PaRrTE: CUESTIONES DIsPUTADAS a los alimentos, lo cual era muy importante en tiempos del destierro. Si se hubiesen inventado las tradiciones patriarcales en esa época, los autores habrian hecho vivir a los patriarcas segiin dichas leyes. Por no hablar del lugar del culto. Abrahan erige altares por doquier (12,7; 13,18) y planta arboles sagrados (21,33). Tales practicas esta~ ban prohibidas por la ley mosaica que prescribe el lugar del culto (Dt 12,2-5) y condena los arboles sagrados (Dt 16,21). La religion de los patriarcas ignora los mediadores, sacerdotes 0 profetas. Los patriarcas no hablan a los otros al estilo de Moisés 0 los profetas y nadie les habla en nombre de Dios. Estén en contacto direc- to, personal, con Dios (17, 1). Los patriarcas ofrecen sus propios sacri- ficios (22,13) sin necesidad de sacerdotes que lo hagan en su nombre. En la religion de Israel la ley ocupa un lugar central, su observan- cia esta ligada a bendiciones y su rechazo a maldiciones. En la reli- gion de los patriarcas encontramos promesas y bendiciones (12,2-3) pero sin mencionar las estipulaciones que los patriarcas deben obser- var para obtenerlas, Tampoco aparecen amenazas de juicio en el caso de no ser fieles. Estos ejemplos, entre otros”, ilustran la diferencia entre la religion descrita en los relatos de los patriarcas y la religion mosaica del resto del Pentateuco. Los patriarcas ejercian ciertas practicas religiosas con- denadas por la ley. Es dificil imaginar que esta religién sea un inven- to de un autor que fuera un fiel yahvista. Si hubiese "inventado” la his- toria de Abrahan, habria descrito una historia mas "ortodoxa". Los textos testimonian una forma de religién antigua preyahvista. Todo lo dicho no "prueba" la historicidad de las tradiciones patriar- cales, pero Moberly juzga razonable aceptar que estas tradiciones con- tienen ciertamente material antiguo. Una propuesta La ya larga discusion sobre la historicidad de las tradiciones patriarcales proseguira probablemente durante mucho tiempo. Sin » R.W.L. MOBERLY presenta una lista mas completa de siete puntos,Genesis 12- 50, pp. 84-87 35 ABRAHAN Y SU LEYENDA embargo podriamos llegar a ciertas conclusiones. Est claro que los relatos de los patriarcas no constituyen un manual de historia de los origenes del pueblo de Israel. Se han elaborado miltiples estudios comparando los relatos de los patriarcas con el material extrabiblico y menos comparandolos con el resto de textos biblicos. Pero sacar como conclusién que dichos estudios prueben la historicidad de los patriar- cas es inexacto, como seria también injustificado llegar a la conclu- sidn de la no historicidad de los patriarcas. Si los relatos se hubieran inventado en fecha reciente, los relatos estarian redactados de otro modo, como hemos visto con el tema de la religién de los patriarcas. Limitandonos a la figura de Abrahan, se imponen varias observaciones. En primer lugar nos podemos preguntar si se habria dado el nom- bre de Abrahan a este personaje. Ningtin otro personaje biblico lleva este nombre. En el caso de inventar al personaje, probablemente hubiese Ilevado un nombre tedforo, compuesto del nombre Yah (abre- viatura de Yahwé), como Hananyah, Yirmeyah (Jeremias), Hizqiyyah (Ezequias). Este nombre seria mas mosaico e israelita que Abrahan, nombre ordinario en el oriente proximo antiguo. En el ciclo de Abrahan encontramos diversos nombres de individuos representando tribus. Ismael esta vinculado a los ismaelitas, Moab a los moabitas y Ben-Ammi a los amonitas (19,37-38). Otros nombres, como vimos, son a la vez nombres de individuos y de ciudades. No es este el caso de Abrahan. Ninguna tribu ni ciudad lleva este nombre. Incluso Israel no esta vinculado a Abrahan sino a Jacob. Abrahan no es ni rey, ni profeta ni héroe legendario. Aparece como individuo y particularmen- te como el antepasado, como el padre. Su recuerdo se ha debido de transmitir por los que le consideraban su antepasado. Todas las culturas hablan de sus antepasados y de sus padres. Es dificil imaginar que Israel no lo hubiese hecho. {Quién hubiera tenido interés en "inventar" los antepasados en el siglo X a.C. (segun Thompson) o en el siglo VI (segun Van Seters)? No tenemos acceso a esta transmisi6n preliteraria oral, pero es dificil negar su existencia. EI modo de transmision de una tradicién oral depende de su conteni- 36 PRIMERA Parte: CUESTIONES DisPUTADAS do. Para historias amenas, el narrador goza de gran libertad, pero en historias mas normativas, el narrador se cifie con mas fidelidad. Las tradiciones de los antepasados pueden tener un aspecto ameno, pero son a la vez una herencia oficial del grupo. Se podria decir que los relatos de los patriarcas son relatos de los antepasados, "sagas familiares". A veces se habla de la gesta patriar- cal o la gesta de Abrahan, o Ia leyenda de los patriarcas y la leyenda de Abrahan’*. Esta palabra "leyenda" puede causar recelo. Podria Ile- varnos a pensar en nuestras "leyendas de los santos". Normalmente vinculamos una leyenda a un personaje importante y notable o a un acontecimiento del que proviene. Se cuenta y se repite constantemen- te. En la medida en que el grupo se identifica con lo que se cuenta, los narradores que la transmiten y repiten insertan valores que aprecian. Si estas leyendas son de caracter religioso, se enriqueceran con valo- res y creencias de los transmisores, lo cual explica la presencia de ana- cronismos en tales relatos. La cantidad de materia recibida y de mate- ria nueva introducida varia de una leyenda a otra. EI ciclo de Abrahan pertenece a este tipo de literatura que tiene su origen en la historia, pero enriquecida en su transmisi6n con valores y creencias de generaciones sucesivas™. Lo que le sucedié a Israel le sucedié también a los antepasados. Leemos hechos perfectamente aceptables y verosimiles al historiador, hechos de los que se pueden quiza encontrar testimonios como Abrahan que baja a Egipto a causa de la carestia del pais (12,10). Pero también encontramos "hechos" maravillosos, imaginarios e inverosimiles, como la mujer de Lot, con- vertida en estatua de sal (19,26). Encontramos, en fin, otra serie de » La definicién de "leyenda" y la cuestién de si existe diferencia entre "leyenda" y "saga" son tema de discusin: R.M. HALS, “Legend: A Case Study in Old Testament Form-Critical Terminology", Catholi¢ Biblical Quarterly, 34 (1972), pp. 166-176; el mism estudio, "Saga", en: Saga, Legend, Tale, Novella, Fable: Narrative Forms in Old Testament Literature, G.W. Coats (ed.), Journal for the Study of the Old Testament, Supplement Series 35, Sheffield, JSTO Press, 1985, pp. 45-55. * P GIBERT, "Pour un bon "usage" de l'histoire des patriarches", Lumiére et vie, 37 (1988), n° 188, pp.35-42. 37 ABRAHAN Y SU LEYENDA textos que entran en la categoria de lo verosimil o inverosimil, de lo histérico o de lo imaginario. Que Abrahan haya partido de su pais es aceptable, se puede situar este hecho en la historia. Pero decir que esta marcha es la respuesta a Dios que le ha hablado (12,1-4), escapa a cual- quier verificacion. Una afirmacién tal nos remite a una experiencia interior, no a un hecho externo que cualquier testigo puede verificar. Decir que Abrahan tuvo un hijo entra en el terreno de lo verosimil. Decir, sin embargo, que lo tuvo a los cien afios y Sara a los noventa (17,17) es inverosimil. Decir que Dios se aparecié a Abrahan para pro- meterle este nacimiento (17,1) no pertenece a las categorias ni de la historia ni de lo imaginable. Entramos en el terreno de la fe, que debe expresarse en un lenguaje humano que sobrepasa cualquier verifica- cién. O se acepta o se rechaza. La presencia de este Ultimo tipo de tex- tos en el ciclo de Abrahan arroja una luz nueva sobre los dos primeros tipos. Que una familia marche de su pais y que una pareja tenga un hijo se convierte bien en algo mas que hechos diversos. Se invita al lector a ir mas alla de la cuestin de 1a historicidad 0 de lo maravilloso para dejarse !levar de una experiencia de fe. En lugar de quedarse fuera del texto se le invita a penetrar en el mismo. La cuestién de la veracidad de los relatos no pueden solucionarla slo los historiadores, exige que el lector se comprometa con los valo- res y creencias de estos relatos. Unicamente el lector que, de alguna manera, se considera parte de la comunidad de fe que ha producido y transmitido los relatos, podra afirmar su verdad. En lugar de limitarse a la verdad externa de la historia, buscara la verdad interna de la expe- riencia religiosa. Existe un "Abrahan de la historia" y un "Abrahan de la fe". La cuestién cultural Los problemas literarios e histéricos son muy debatidos, pero al menos, hay un punto en el que todos coinciden, Estos relatos no los escribieron occidentales del siglo XX de nuestra era, son textos anti- guos provenientes de una época lejana y de otra cultura. 38 PRIMERA PARTE: CUESTIONES DisPUTADAS Las dificultades culturales Todo aquel que ha tenido la ocasién de sumergirse en otra cultura sabe el enriquecimiento que comporta y también las frustraciones y malentendidos que pueden resultar. Se puede comprobar en un pais como Canada entre canadienses-fraceses y canadienses-ingleses. Y notemos que ambos grupos viven en Ja misma época, que ambos son occidentales con culturas semejantes. No es extrafio pues, que el lec- tor moderno tenga dificultades al leer el ciclo de Abrahan. Cada vez se subraya mas el importante papel del lector. Es el que vivifica un texto en hibernacidn. Sin lector ni siquiera podriamos hablar de la Biblia, todo se reduciria a un mont6n de papel en una biblioteca o en un museo. Cada lector del ciclo de Abrahdn lo aborda desde su Optica propia y, por consiguiente, reaccionara de modo diver- so. Sin embargo, nadie finalizara la lectura sin sentirse conmovido. Incluso es imposible intentar ser exhaustivo en todo aquello que puede conmover. Algunos ejemplos seran suficientes. E] lector con un minimo de sentido moral se escandalizara de las mentiras. Abrahan hace pasar a Saray por su hermana (12,13; 20,2). Es bueno darse cuenta que la nocién de mentira no es idéntica en el mundo oriental que en el occidental. Quien haya regateado en un mer- cado de Oriente lo habra experimentado. No paguéis nunca el precio que os pidan. Si lo hacéis, el vendedor nunca diré "he engafiado a mi cliente", sino mas bien "Io logré; ha sido un ingenuo". El texto indica que Abrahan fue mas astuto que el Faraén. Cualquier lector con cierta dosis de sentimiento social se sorpren- der al leer que Abrahan tenia esclavos (12,16). Y sera dificil que se escandalice viendo como se les habla o se les trata. "[Abrahan] tuvo ganado menor y mayor, asnos, esclavos, esclavas, borricas y came- llos"(12,16). Incluso no se menciona a estos seres humanos al comienzo de la lista, sino en medio de diversos animales. Diriase que se les da el mismo valor. Sin pretender minimizar tales dificultades, frecuentemente non asalta otra mas chocante: la actitud con la mujer. La persona que acn- para practicamente todo el lugar en el ciclo es el hombre, Abruhan 39 ABRAHAN Y SU LEYENDA Aparece Sara, su mujer, porque sin ella dificil seria llegar a ser padre, pero gcomo aparece? Ignorada, abusada, explotada. Actualmente nuestra sociedad se ha sensibilizado mas con las injusticias hechas a las mujeres. El ciclo de Abrahan muestra bien esta falta de respeto. Las lecturas feministas nos han ayudado a ser mas sensibles, pero nin- gun lector, de cualquier sexo que sea, permanecera indiferente ante el cuadro de relacién hombre/mujer que se nos describe. Abrahan, por invitacion divina, decide abandonar su pais. Tal migracion supone una dura prueba para la familia. Sin embargo, Abrahan no pide la opinion a su mujer; al contrario: "Abrahan llevé consigo a Saray, su mujer; a Lot su sobrino; todo lo que habia adqui- tido y todos los esclavos que habia ganado..."(12,15). La esposa es un objeto, se la trata como a los bienes materiales. Mas adelante, cuando bajan a Egipto, Abrahan hace creer que Saray es su hermana. Se ha hecho notar lo chocante de la mentira, pero viendo el porqué de la mentira de Abrahan, su comportamiento resulta ciertamente indignan- te. Abrahan teme que los egipcios se prendan de la hermosura de su mujer Saray y que puedan matarlo para apoderarse de ella. Pero si, al contrario, Abrahan logra hacerles creer que es su hermana, le trataran bien en atencién a ella (12,12-13). jPoco importa lo que pueda suce- der a la mujer con tal de que él, el hombre, consiga lo que desea! La mujer sin hijos aparentemente no vale gran cosa. Para tener un hijo Saray sugiere a Abrahin: "Llégate a mi sierva a ver si ella me da hijos"(16,2). Este comportamiento sexual es al menos algo sorpren- dente. Al quedar encinta Agar, Saray, celosa, hace la vida imposible a su sierva: "Saray la maltrato y ella se escapo"(16,6). Con frecuencia se alaba la hospitalidad de Abrahan con los tres visitantes. Pero es facil actuar como gran sefor, mandar y dejar el trabajo duro a su mujer y sus criados (18,6-8). Incluso no se admite a la esposa en el banque- te, se queda en la cocina (18,9-10). Lot nos da un ejemplo de hasta donde puede Hegar un padre en la falta de respeto con sus propias hijas. Un dia, ofrece hospitalidad a visitantes recibiéndolos en su propia casa. Pero los habitantes de Sodoma piden a Lot que se los saque para abusar sexualmente de 40 PRIMERA PARTE: CUESTIONES DISPUTADAS ellos. Lot responde: "Hermanos mios, no sedis malvados. Mirad, tengo dos hijas virgenes; os las sacaré para que las tratéis como que- rais, pero no hagais nada a estos hombres que se han cobijado bajo mi techo"(19,7-8). {Unos extranjeros son mas importantes que sus pro- pias hijas! {Se puede hablar de hospitalidad a tal precio? Dios es el otro autor que desempeiia un papel central en el ciclo de Abrahan. Pero se nos presenta como un Dios cruel. Un dia pide a Abrahan que ofrezca su hijo en holocausto (22,2). {Un padre que reci- be orden de matar a su hijo como ofrenda a Dios! Felizmente, un angel interviene para impedirlo al final del relato (22,12). Se intenta a veces justificar a Dios diciendo que nunca habia querido realmente este sacrificio y que, desde el principio, tenia intencién de detener a Abrahan. Dios solo queria probar a Abrahan. En este caso, este Dios no solo seria cruel, sino sadico. No se trata asi a un ser humano. No hemos dado una lista completa, pero al menos son ejemplos de textos que chocan y escandalizan al lector recto. Costumbres orientales antiguas Se puede abordar este problema teniendo en cuenta unas observa- ciones generales que podemos afirmar sin temor a equivocarnos. Lo que a nosotros nos choca, no debid producir el mismo efecto en los que escribieron los textos, en los que los leyeron y transmitieron de generacion en generacion. Toda nacion se siente orgullosa de sus ante- pasados y, por consiguiente, filtra los recuerdos que guarda de ellos. Cuando se lee una historia cientifica del propio pais 0 nacion, a veces uno se sorprende. Los venerados antepasados no siempre fueron angeles. Los israelitas no parece que fueran una excepcién. Ciertamente han tamizado las tradiciones transmitidas eliminando lo chocante 0 lo que podia escandalizar en el comportamiento de sus antepasados. Por consiguiente, lo que hoy hiere nuestra sensibilidad no debia herirles en su época. Topamos asi con la diferencia de cultura y de valores. El lec- tor moderno debe desconfiar al juzgar el texto partiendo de su propia 4 ABRAHAN Y SU LEYENDA cultura y de sus propios valores. En la medida en que uno se esfuerza en comprender al otro, lo cual no significa necesariamente aprobar su comportamiento, se hace posible el entendimiento entre dos culturas. La esclavitud nos parece contraria a la dignidad humana y, sin embargo, se ha Ilevado a cabo en no pocos lugares, en muchos pue- blos, y esto hasta fechas relativamente recientes; los occidentales no han sido excepcidn. Otro impacto cultural: la Biblia es patriarcal, escrita por hombres con su propia Optica. A pesar de los esfuerzos de ciertas lecturas feministas subrayando el papel importante de las mujeres en la Biblia y hablando de matriarcas al lado de los patriar- cas’, la sinceridad nos fuerza a decir que las mujeres desempefian un papel secundario. Salta a la vista en los relatos de los patriarcas. Pero se puede avanzar mucho mas en detalle merced a los descu- brimientos arqueolégicos que nos han proporcionado una rica infor- macion de las costumbres del préximo oriente antiguo y que iluminan con nueva luz ciertos detalles del ciclo de Abrahan. Los investigado- res han tenido acceso sobre todo a los textos de Nuzi de los siglos XV y XIV a.C, pero también a textos de otras regiones y de periodos dife- rentes para ilustrar ciertas practicas de los patriarcas”*. En la seccién precedente, acerca de la cuestién histérica, vimos cémo ciertos inves- tigadores utilizaron textos paralelos para probar el valor histérico de * C. CHALIER, Les matriarches: Sarah, Rébecca, Rachel et Léa, Paris, Cerf, 1985; C. MEROZ, Des fenimes libres: Sarah, Agar. Rébecca, Rachel, Léa, Aubonne, Ed. du Moulin, 1988. * CH. GORDON, "Biblical Customs and the Nuzu Tablets", Biblical Archaeologist, 3 (1940), pp. 1-12; E.A. SPEISER, Genesis, "The Anchor Bible" 1, Garden City (N.Y.), Doubleday, 1964 -Recurre frecuentemente a las tablillas de Nuzi en su comentario de los pasajes; R. DE VAUX, Historia antigua de Israel, t.i: De los origenes hasta la instalacién en Canaan, Cristiandad, Masdrid, 1975, "Los patriarcas y las costumbres juridicas del antiguo oriente", pp.230-243; T.L. THOMPSON, The Historicity of the Patriarchal Narratives: The Quest for the Historical Abraham, Beihefte zur Zeitschrift fiir die Alttestamentliche Wissenschaft 133, Berlin, W. de Gruyter, 1974, "Nuzi and the Patriarcal Narratibves", pp. 196-297; J. VAN SETERS, Abraham in History and Tradition, New Haven, Yale University Press, 1975, "The Social Customs of the Patriarchs", pp. 65-103. 42 PRIMERA Parte: CUESTIONES DISPUTADAS los textos y para datar el periodo de los patriarcas. Vimos también las criticas a estos estudios. Al traer a colacién ciertos ejemplos de cos- tumbres orientales antiguas, no es mi propésito “probar" nada, sino simplemente "ilustrar". Incluso autores, como Thompson y Van Seters admiten cémo el conocimiento de las costumbres del proximo oriente antiguo permite comprender mejor los relatos de los patriarcas. Se ha hecho notar que los documentos que disponemos provienen de pueblos sedentarios mientras que los patriarcas eran mas bien ndémadas o semindémadas. Los némadas, en efecto, no poseen escritos, lo cual no excluye que ciertas practicas fueran comunes sedentarios y a némadas. Ambos grupos no vivian completamente aislados, tenian contactos regulares. Debian seguir ciertas costumbres para regular concernientes a ambos grupos. — La esposa-hermana. E\ ciclo de Abrahan contiene dos relatos ciertamente desconcertantes para el lector moderno. Abrahan presen- ta dos veces a su esposa Saray como su hermana (12,10-20; 20, 1-18). Silo hace el padre, no es de extrafiar que el hijo siga su ejemplo. Isaac, en efecto, lo repite con su mujer Rebeca (Gn 26,1-11). Si se ha con- servado esta historia y en tres relatos, esta claro que no era chocante (o mucho menos) en su época. Todo ello nos invita a preguntarnos si no existe una costumbre tras este comportamiento que nosotros ya no comprendemos. Speiser se refiere a una costumbre de los hurritas mencionados en los textos de Nuzi”. En dos casos una mujer podia tener el estatuto doble de esposa y hermana, con dobles privilegios y deberes desde el punto de vista social y juridico. El primer caso: un hombre casado, adoptaba a veces a la mujer como hermana. Este estatuto se aplicaba automaticamente en el caso de que uno se casara con su hermana adoptiva. El segundo caso: una mujer dada en matrimonio por su her- mano natural o adoptivo se convertia legalmente en "hermana" de su marido. El primer caso podria explicar el comportamiento de E.A. SPEISER, “The Wife-Sister Motif in the Patriarchal Narratives", Biblical and Other Studies, A. Altmann (ed.), Cambridge, Harvard University Press, 1963, pp. 15-18. 43 ABRAHAN Y SU LEYENDA Abrahan. Afirma que Sara es su media-hermana (20,12), pudo ser hija adoptiva de Téraj. En este caso su posicion seria de esposa-hermana. El segundo caso podria aplicarse a Rebeca dada en matrimonio a Isaac por su hermano Laban (24). Esta practica estaba muy en boga sobre todo en la alta sociedad. Abrahan e Isaac quizds quisieron preciarse de su rango honorable ante el rey de Egipto o el de Guerar. Varios autores, cada vez mas numerosos, critican y rechazan esta interpretacién del texto de Nuzi y su aplicacién a los patriarcas. La explicacion de Speiser esta lejos de ser cierta, pero al menos nos intro- duce en un mundo muy diverso del nuestro. Otras practicas pueden ayudar a ubicar estos tres textos desconcer- tantes en su contexto cultural. En Egipto a veces el rey se casaba con su hermana; también se practicé mds tarde en Persia y en ciertos esta- dos helenisticos. Notemos, ademas, que las palabras "hermano" y "hermana" no tenian el sentido restringido actual. Ciertos contratos matrimoniales egipcios lamaban a la esposa “hermana", incluso si estaba claro que no tenia parentesco con el marido. Existia, pues, el derecho de hablar de la mujer como "hermana", lo mismo aparece en el Cantar de los Cantares (5,1-2). Cuando Abrahan dice: "es mi her- mana", puede ser que esté jugando con el sentido restringido y el sen- tido amplio de la palabra hermana. — La adopcion. Abrahan, quien varios afios después de su Ilama- da sigue sin hijos, dijo a Yahvé: "Me voy sin hijos y Eliezer de Damasco es el heredero de mi casa" (15,2). Uno se sorprende al escu- char de Abrahan pretender que un extranjero sea su heredero. {Por qué no un pariente proximo como, por ejemplo, Lot mencionado frecuen- temente en Jos relatos? Algunos investigadores piensan que Abrahan debid adoptar a Eliezer. Las leyes del Antiguo Testamento no indican ninguna directriz acerca de la adopcién, lo que sugiere que esta prac- tica no era moneda corriente en Israel. Por el contrario era muy cono- cida y practicada en Asiria, Mari y Nuzi. La costumbre de adopcidn en el proximo oriente antiguo era, sin embargo, muy distinta de lo que nosotros en Occidente entendemos 44 PRIMERA PaRTE: CUESTIONES DISPUTADAS por adopcion. Una pareja sin hijos podia adoptar a un extranjero, a veces un criado o esclavo, para que le asistiera en la vejez, se ocupa- se de sus funerales y para continuar la familia. Los multiples servicios sociales que hoy gozan los ancianos no existian entonces. Como paga por los servicios prestados, el criado se convertia en heredero. Ciertos contratos preveian que si después de la adopcion la pareja tenia un hijo, el adoptivo perdia su derecho a la herencia principal. Esta pro- bado, incluso hoy dia, que una pareja sin poder tener aparentemente hijos, después de adoptar uno, ha tenido descendencia. Diriase que también se dio este fendmeno en aquella época. Una tablilla de Nuzi narra cémo un cierto Nashwi adopté a Wullu. "Mientras viva Nashwi, Wullu le asegurara alimento y vestido. Al morir Nashwi, Wullu sera su heredero. Si Nashwi tiene un hijo, éste dividira por partes iguales con Wullu, aunque el hijo de Nashwi se hard cargo de los dioses de Nashwi. Pero si Nashwi no tiene hijos, sera Wullu quien tomara los dioses de Nashwi. Ademas, Nashwi dio su hija Nuchuya por mujer a Wullu. Si Wullu se casa con otra, perdera el derecho a los bienes de Nashwi." El hijo natural, recibiendo las esta- tuillas de los dioses de su padre, se convierte en heredero principal (Gen 31,19.30-35). Todo esto nos ayuda a entender la respuesta de Dios a Abrahan: "No te heredara ése [el hijo adoptivo, Eliezer] sino uno salido de tus entraiias te heredara." (15,4) Notemos ademas que en este contrato encontramos otro caso de mujer hermana y esposa: Nuchuya se da como esposa a su hermano adoptivo. — La madre de alquiler. El matrimonio tiene dos fines importan- tes, la relacién entre esposos y la procreacién. No es facil encontrar equilibrio entre ambos. En muchas culturas el valor supremo es el hijo. Ciertas tribus de Africa, en nuestros dias, consideran el matri- monio nulo si la pareja no llega a tener hijos. También en el proximo oriente la procreacion era primordial. Un contrato matrimonial de Nuzi obliga a la mujer estéril a procu- rar a su marido una sierva que engendre por ellos. "Si Gilimninu [la esposa] da a luz, Shennima [el esposo] no tomara otra mujer. Pero si 45 ABRAHAN Y SU LEYENDA Gilimninu no tiene hijos, Gilimninu buscar4 una mujer del pais de Lullu [pais de procedencia de los esclavos] como concubina. En este caso, Gilimninu tendra autoridad sobre la descendencia." Era facil pre- ver que la esposa podria tener celos y sentir la tentacién de desemba- razarse de la sierva tras el nacimiento de la prole. El contrato preveia la proteccion para la sierva y su hijo. Se prohibia expulsarla: "Gilimninu no despedira a la descendencia [de la sierva]". Este contrato permite ubicar en el contexto del préximo oriente antiguo un texto del ciclo de Abrahan (16, 1-6). Cuando Saray se rinde ante la evidencia de no poder ser madre, ruega a Abrahdn que se Ile- gue a su sierva egipcia Agar. Dice: "Llégate a mi sierva a ver si ella me da hijos" (v.2). La esposa elige la sierva y el nifio que engendrara dicha sierva sera juridicamente el hijo de la esposa. Después, al ver Saray a Agar encinta, se vuelve celosa, pero sabiendo que no tiene derecho a expulsarla, acta refinadamente: "Saray la maltrato y ella se escap6" (V.6; cf. 21,10). Saray sigue al pie de la letra la ley, pero sin tener en cuenta el espiritu. No expuls6 a Agar, pero le hizo la vida imposible. ;Agar fue la que se escapé! Esta costumbre puede sorprender al lector moderno, pero mani- fiesta gran respeto con las personas. No es el esposo quien elige a la sierva segtin sus gustos o pasiones, sino la esposa. La sierva después de dar vida a un nifio, estaba protegida, no se la podia abandonar. La misma costumbre encontramos en otros documentos. El cddigo de Hammurabi preveia que una esposa estéril podia procurar una sierva a su esposo para tener hijos. A veces se cita también un documento egipcio. Es de notar que, esta costumbre, bajo una forma diversa, se da en el mundo occidental moderno. Algunas parejas recurren a los servicios de una madre de alquiler. Este comportamiento era impen- sable hace unos afios, ahora algunos lo juzgan aceptable. — El sacrificio del hijo. Al lector moderno le resulta irritante leer lo que Dios pide a Abrahan: "Coge a tu hijo unico, [...] ofrécemelo en holocausto en una montajia" (22,2). El lector deberia plantearse, de nuevo, que estamos en otro contexto cultural. 46 PRIMERA PARTE: CUESTIONES DISPUTADAS. Los sacrificios humanos se practicaban y se practican todavia en ciertos pueblos*. Esta costumbre era excepcional en Egipto y Mesopotamia, pero estaba bastante extendida en los vecinos inmedia- tos de Palestina. Los cananeos y fenicios quemaban nifios al dios Molek. Este rito fue condenado por la ley de Moisés (Lv 18,21; 20,2- 5). Pero, a pesar de su prohibicién, lo practicaron algunos israelitas (2 Re 3,26-27). Las excavaciones arqueolégicas han puesto al dia los Mamados sacrificios de fundacién. Cuando una familia construia una casa nueva, a veces enterraba un nifio bajo la puerta de entrada para impedir que los malos espiritus entrasen en la casa (1 Re 16,34). Nos podiamos preguntar de donde provenia una costumbre tan bar- bara. Su practica es la concrecién de una idea rica y profunda. La humanidad es consciente de que la vida es puro don de Dios y, por consiguiente, le pertenece. Esta idea subyace en la costumbre de muchos pueblos, incluido Israel, de ofrecer las primicias a Dios. La ley en Israel prescribe ofrecer a Dios las primicias de los productos de la tierra (Dt 26,2), los primogénitos de animales y hombres (Ex 22,28-29). Pero el primogénito humano siempre se rescata: se ofrece un animal en su lugar (Ex 13,13). Aparece esta costumbre en la pre- sentacién de Jesus en el templo (Le 2,22-24). Isaac, el auténtico primogénito de Abrahan, concebido en circuns- tancias muy particulares, debia ciertamente ser devuelto a Dios. Pero se frend el celo de Abrahan, comprobando que podia ofrecer un ani- mal en lugar del muchacho. El texto ensefia, a su modo, algo distinto de lo que parece decir a primera vista. A Dios no le agradan los sacri- ficios humanos. La humanidad se equivoca con frecuencia en el modo de querer servir a Dios. Las cruzadas 0 las "guerras santas" son otros ejemplos elocuentes. * R.DE VAUX, Instituciones del Antiguo Testamento, Barcelona, Herder, 1964, "Sacrificios humanos en Israel", pp. 559-565, A.R. WHITNEY GREEN, The Role of Human Sacrifice in the Ancien Near East, ASORDS 1, Missoula, Scholars Press, 1975; G.C. HEIDER, The Cult of Molek: A Reassessment, Journal for the Study of the Old Testament. Supplement Series 43, Sheffield, JSOT Press, 1985. 47 ABRAHAN Y SU LEYENDA — La compra de un terreno. Tras la muerte de Sara, Abrahan busca un terreno para enterrarla. El texto que describe la compra no es que sea precisamente chocante, pero el lector atento descubrira facil- mente su caracter juridico (23). El texto’ pone de manifiesto las sutile- zas del regateo oriental antiguo y aun moderno. Los versiculos 17-18 parecen ser fos términos de un verdadero contrato. Leemos una des- cripcién exacta del terreno, referencia exacta a los arboles, el nombre de ambos contratantes y la mencién de testigos. Varios contratos de compra-venta de Nuzi concluyen con la formula: "la tablilla se escri- bid después de la proclamacién en Ja puerta”. Algunos investigadores han creido encontrar en el texto rasgos del derecho hitita. Segtin este derecho, un propietario debia pagar tasas del terreno mientras continuase siendo propietario de una parte del terreno. Se comprende asi la propuesta de Abrahan al comprar sdlo la cueva que esta en el extremo del campo (v.9). Efron capta la astucia, y con toda la diplomacia y cortesia oriental, propone "dar" no s6lo la cueva sino todo el terreno (v.11). Mas adelante cita el precio del "rega- lo": cuatrocientos siclos de plata (v.15), lo que no es precisamente un regalo si lo comparamos con el precio de venta de otros terrenos. Toda la ciudad de Samaria se vendid por seis mil siclos (1 Re 16,24), y Jeremias debia pagar sdlo diecisiete siclos de plata por un terreno (Jr 32,9). A Abrahan no le queda otra opcidn, esta obligado a pagar, un muerto no puede esperar (v.16). Otros investigadores cuestionan y minimizan la importancia de los paralelos hititas. Mantienc, sin embargo, que el texto presenta seme- janzas con diversas formas juridicas del proximo oriente antiguo de diferentes épocas. Citan sobre todo los documentos de compra-venta neobabilénicos, redactados en forma de didlogo semejante al de Efron y Abrahan en el texto biblico”. — El matrimonio. En un mundo en que cuenta muy poco la mujer, donde vemos a Abrahan salir de su pais sin pedir la opinion de su » G.M. TUCKER, "The Legal Background of Genesis 23", Journal of Biblical Literature, 85 (1986), pp. 77-84. PRIMERA PARTE: CUFSTIONES DisPUTADAS esposa, uno se sorprende al leer en la historia del matrimonio de Isaac y Rebeca (24), que se pida el consentimiento a la hija. La familia pre- gunta a Rebeca: "{Quieres ir con este hombre?" y ella responde: "Si" (v.58). De nuevo las costumbres de Nuzi nos permiten comprender mejor esta cuestion. Las negociaciones del siervo de Abrahan, buscando una mujer a Isaac, tienen lugar con Laban, hermano de Rebeca y con la madre. Betuel, el padre, en el largo relato sdlo toma la palabra una vez (v.50), desapareciendo de la escena enseguida. Quizas fuese muy anciano y habria delegado su autoridad en el hijo. A veces se ha sugerido que la mencion de Betuel seria afiadidura al texto. Poco importa la respuesta que se dé a la dificultad, no hay duda que Laban acttia como jefe de familia. Es el primero en dar consentimiento al matrimonio (v.51). Después, Laban y la madre exigen pedir la opinion de la hija y acep- tan su decisién (vv. 57-59). Estrictamente hablando, consultan a Rebeca para saber si desea marchar enseguida o si prefiere quedarse algunos dias con su familia. Rebeca acepta partir inmediatamente. La respuesta implica su consentimiento al matrimonio. Cuando el mismo Laban entregue sus dos hijas Lia y Raquel en matrimonio a Jacob, no les pedira su opinién (Gen 29). Pero Laban juega un papel diferente en los dos relatos. En el caso de Rebeca acttia como hermano, en el caso de Lia y Raquel, como padre. Los textos de Nuzi permiten compren- der mejor el diverso comportamiento. Encontramos la declaracién de una muchacha ante testigos: "Con mi consentimiento, mi hermano me ha entregado como mujer a...". Los investigadores no estan de acuerdo en la interpretacién de los textos extrabiblicos que hemos citado, ni acerca de la validez ni como paralelos de textos biblicos”. Pero poco importa la exactitud cientifi- ca. Estos ejemplos entre otros, de valor desigual y que quiz no son los mejores, ilustran cémo los relatos dei ciclo de Abrahan recogen * T.L. Thompson y J. Van Seters en sus obras (cf, nota 24) han revisado todo el dossier y se muestran muy reservados en cuanto a los paralelos con las tablillas de Nuzi; ademas ellos ofrecen otros paralelos. 49 ABRAHAN Y SU LEYENDA costumbres, practicas y valores comunes a muchos pueblos del anti- guo oriente préximo y que son muy distintos a los nuestros. El lector moderno tendra en cuenta que tras los textos subyacen costumbres que se le escapan y evitara juzgarlas partiendo de sus propias costumbres y valores. Seres verdaderamente humanos Pero no todo es negativo o chocante en el ciclo de Abrahan. E1 lec- tor sin prejuicios, incluso critico, puede sentirse profundamente con- movido por el comportamiento de Abrahan. Cuando Yahvé invita a Abrahan a abandonar su pais, el texto indica: "Abram marché, como le habia dicho el Sefior" (12,4). El texto subraya asi la obediencia per- fecta de este hombre. Hace exactamente lo que Dios le pide. Cuando Dios promete a Abrahan una descendencia tan numerosa como las estrellas, el texto comenta: "Abram creyé al Seiior y se le apuntd en su haber" (15,6). Cree contra toda esperanza ya que él y su mujer son ancianos y, encima su mujer es estéril. El texto afirma la fe y espe- ranza de Abrahan. No nos sorprende que se le dé a veces el titulo de "padre de los creyentes". Ademas, Abrahan demuestra su amor al pré- jimo. Deja a Lot escoger la mejor parte del pais (13), incluso entonces Abrahn est4 dispuesto a jugarse la vida por ir a ayudarle (14,14-16). Abrahan intercede por los otros ante Dios (18,22-32). A pesar de la falta de respeto por la mujer que se nota en todo el relato, encontra- mos sentimientos de afecto entre hombre y mujer. Al presentar Rebeca a Isaac como su futura esposa, el texto dice: "EI la amé. Isaac se con- sold de la pérdida de su madre" (24,67). EI ciclo de Abrahan nos presenta seres verdaderamente humanos. Estan encarnados en su cultura, siguiendo sus leyes y costumbres. Son hijos de su tiempo. Estas costumbres no son perfectas, a veces nos pueden parecer barbaras, pero también subrayan valores humanos importantes. Por ejemplo, la hospitalidad sobre todo con extranjeros - a pesar de los excesos de Lot- es un valor humano extraordinariamen-' te rico. Los mismos personajes no son perfectos. No siempre cumplen las leyes de su sociedad, como Sara, quien por celos expulsa a Agar. 50 PRIMERA PARTE: CUESTIONES DISPUTADAS Los actores del ciclo de Abrahén son personas como nosotros con sus aspectos buenos y sus debilidades. La Biblia no los presenta como personas imitables en todo, sino como personas que han vivido una experiencia humana de fe. La leyenda de Abrahan se distingue asi de las leyendas de los santos. Es mas facil identificarse con estos perso- najes biblicos que con los santos. Cada uno de nosotros reconoce que trata de ser bueno, aun experimentando que se es débil y limitado. Al leer estas historias de Abrahan y ver las cosas chocantes uno las puede dejar de lado; 0 a la inversa, podemos comprobar cémo Dios acta a través de seres verdaderamente humanos, lo cual anima nues- tra esperanza. La cuestién religiosa El ciclo de Abrahan suscita cuestiones literarias, hist6ricas y cultu- rales y también diversas cuestiones relacionadas con la religién de los patriarcas. La religién esta vinculada, de algtin modo, a la cultura. Se podria haber tratado en conexion con la seccidn precedente. Pero dado que el ciclo de Abrahan es un texto religioso, esta cuestién religiosa merece estudio aparte. Las dificultades religiosas. El lector que conoce la Biblia puede sorprenderse de la diferencia entre ciertas practicas cultuales de los patriarcas y otras del resto de la Biblia. Se ha calificado la religion de los patriarcas como religion pre- mosaica o preisraelita. R.W.L. Moberly ha utilizado el cardcter parti- cular de la religion de los patriarcas como elemento importante en la discusi6n del valor histérico de los textos y sobre la historicidad de los patriarcas. Ya hemos hablado de ello en la seccién acerca de la cues- tidn historica. El lector quizds se ha sorprendido de la imagen de un Dios que pide a Abrahan sacrificar a su hijo. Ya lo tratamos en la sec- cién sobre la cultura. *"'W. VOGELS, Vivre selon la Bible avec Dieu, les autres, la nature, Ottawa, Novalis, 1988. 51 ABRAHAN Y SU LEYENDA Por consiguiente, ya hemos dado alguna pincelada a la cuestién de la religion de los patriarcas en las secciones precedentes, pero existe un problema més fundamental. El lector ha topado con este problema en las primeras palabras del ciclo de Abrahan. El texto dice: "Yahvée dijo a Abrahan." (12,1). El Dios que habla a Abrahan es Yahvé. Lo cual es dificil de armonizar con los textos biblicos ulteriores. Al recibir Moisés la misién de sacar a los israelitas de Egipto le dice a Dios: "Mira, yo iré a los israelitas y les diré: el Dios de vues- tros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntan cémo se llama, {qué les respondo?" (Ex 3,13). Dios le responde revelando su nombre de Yahvé (Ex 3,14-16). Lo cual demuestra que el nombre de Yahvé era desconocido por Moisés y a fortiori en la 6poca de Abrahan. Dificultad confirmada y mas explicita en otro relato de la vocacion de Moisés: "Dijo Dios a Moisés: Yo soy Yahvé. Yo me apareci a Abrahan, Isaac y Jacob como El Shadday, pero no les di a conocer mi nombre de Yahvé.” (Ex 6,2-3). Es dificil ser mds claro. Abrahén no conocia a Yahveé. La teoria documentaria explica estas contradicciones atribu- yendo estos textos a documentos 0 tradiciones diferentes. El texto de Ex 3,14-15 perteneceria al documentos elohista (E), el de Ex 6,2-3 al sacerdotal (P), y el versiculo inicial del ciclo de Abrahan (12,1), y el resto de los pasajes de dicho ciclo en que aparece el nombre de Yahvé, pertenecerian a la tradicién yahvista (J). La cuestién de los nombres divinos ha jugado un papel importante en la hipétesis documentaria para distinguir las tradiciones del Pentateuco. E y P atribuyen la reve- lacién del nombre de Yahvé a Moisés. J, por su parte, pone este cono- cimiento del nombre divino mucho antes. Lo remonta al comienzo de la humanidad: "Este [Ends] fue el primero que invocé el nombre de Yahvé." (Gn 4,26) Incluso Cain y Abel presentaron una ofrenda a Yahvé (Gn 4,3-4), y Yahvé ya aparece en el paraiso del Edén (Gn 2-3). Algunos autores basandose en el J, creen que Yahvé debié cono- cerse antes de Moisés. Actualmente cada vez son mas los que aceptan que el nombre de Yhavé esta realmente vinculado a Moisés. E y P habrian respetado la historia y la mencién de Yahvé por parte del J seria un anacronismo. Pero aunque la teoria documentaria sea fuerte- 52 PRIMERA PARTE: CUESTIONES DisPUTADAS mente criticada y poco importa la interpretacion literaria que se adop- te sobre la composicion del Pentateuco, el problema del nombre divi- no sigue abierto. Las referencias a Yahvé antes de Moisés son anacro- nismos. Si Abrahan jamas conocié a Yhavé, 4a qué Dios veneraba? Tratar de responder a esta pregunta, o incluso plantear asi la cuestidn, se con- nexiona con la postura que se tome en las discusiones literarias, his- toricas y culturales de las secciones precedentes. En efecto, la pre- gunta huelga al que rechace totalmente la historicidad de los relatos patriarcales y para el que la persona de Abrahan sea una invencion tar- dia. El Dios de un Abrahan ficticio es el Dios del autor. Pero si se acepta, como hemos indicado, a Abrahan como figura histérica -aun- que la leyenda no sea un texto historico cientifico- se puede plantear la cuestion: ,quién es este Dios de Abrahan? Con frecuencia se ha abordado este problema de] mismo modo que las costumbres patriarcales. Se ha recurrido a la abundante documen- tacién del antiguo oriente proximo tratando de encontrar la época en que vivid Abrahan. Pero, como hemos visto, estas costumbres se practicaban en diversas regiones y en épocas diferentes, no nos per- miten datar con certeza a los patriarcas. Estas informaciones nos ayu- dan a ubicar los relatos de los patriarcas en un marco oriental muy general. Lo mismo se puede decir sobre la cuestién de la religion de los patriarcas. Se han encontrado paralelos entre las religiones del antiguo Oriente proximo y la religion de los patriarcas y se ha querido sacar conclusiones referentes a la fecha de los patriarcas”. Estudios * En cuanto a la religion de los patriarcas se puede acudir a los mismos autores que tratas de las costumbres (cf. nota 24): A.PARROT, Abraham et son temps, "Cahiers d'archéologie biblique", 14, Nuechatel, Delechaux et Niestlé, 1962, Chap. VIII: "La religion des patriarches", pp.96-110; R. DE VAUX, Historia antigua de Israel, t.1: Desde los origenes hasta la instalacién en Canaan, Madrid, Cristiandad, pp.255-273; H. CAZELLES, "Le Dieu d'Abraham", Peut-on parler de Dieu? por U. Cazelles et al. "Les quatre fleuves" 6, Paris, Seuil, 1976, pp. 5-17. Estos autores creen que la religion de los patriarcas corresponde a las practicas religiosas de un periodo antiguo del segundo milenio. ABRAHAN Y SU LEYENDA ins recientes nos ponen sobre aviso ante conclusiones demasiado pre- cipitadas®. Trataremos de ver en primer lugar lo que la Biblia dice de la religion de los patriarcas y luego nos preguntaremos si esta religion recibe nueva luz de lo que conocemos de otras religiones de la region. Lo mismo que en el caso de la cultura, no se trata de probar sino de ilustrar. El Dios del padre y El La Biblia afirma sin ningin escripulo que los patriarcas practica- ban el politeismo: "Al otro lado del rio Eufrates vivieron antafio vues- tros padres, Téraj, padre de Abrahan y de Najor, sirviendo a otros dio- ses." (Jos 24,2; cf. 24,14-15) En los mismos relatos de los patriarcas también encontramos algun rastro. Cuando Jacob huye de su suegro Laban, el texto dice: "Raquel le robé los amuletos a su padre." (Gen 31,19) Por la larga discusiOn que sigue a continuacion, deducimos que daban gran importancia a los amuletos (Gen 31,30-35). Ciertos nombres de la familia de los patriarcas confirman su poli- teismo mostrandonos la identidad de sus dioses. La mujer de Abrahan se llama Saray o Sara, correspondiendo a Sharratu que significa "la reina". El nombre es una traduccién en lengua semitica del sumerio Ningal, nombre de la esposa del dios Sin, el dios luna. Otros nombres de la familia de los patriarcas, como Téraj, padre de Abrahan (Gen 11,29) y Laban, nombre del hermano de Rebeca y pariente de Milca (24,15.29), nos orientan hacia este culto lunar. Dicho culto se practi- caba en Ur, ciudad de donde partié la familia de Téraj y también en Jaran, ciudad donde se establecié (Gen 11,31). El paso de politeismo al monoteismo debié de hacerse gradualmente (Gen 35, 2-4) pasando antes por el monolatrismo. Incluso si Israel creia en un solo Dios, aceptaba que otros pueblos tuvieran sus dioses. * J, VAN SETERS, "The Religion of the Patriarchs in Genesis", Biblica, 61 (1980). pp.220-233. Este autor, al contrario, fiel a una datacién reciente de los patriar- cas en tiempos del destierro, propone que la religion de los patriarcas se corresponde con la religion de esta época reciente. PRIMERA Parte: CUESTIONES DIsPUTADAS El ciclo de Abrahan, tal como se nos presenta actualmente, no hace referencia a diversos dioses, habla unicamente de un solo Dios. Este Dios esta cercano al hombre. Dios habla a Abrahan, se le apare- ce, le bendice y le hace promesas (12,1-9); Abrahan esta ante Dios, le responde, le suplica (18,22-23) y le construye altares (12,8). Todo lo cual subraya el caracter personal de este Dios que se ocupa de Abrahan, le dirige y le guia. Podria decirse que es el dios personal de Abrahan. Cuando Dios, mas tarde, habla a Isaac, el hijo de Abrahan, dice: "Yo soy el Dios de tu padre Abrahan (Gen 26,24), y a Jacob, hijo de Isaac, se revela como "el Dios de Abrahan tu padre y el Dios de Isaac" (Gen 28,13). Encontramos frecuentemente en los relatos de los patriarcas la expresién: "el Dios de mi/tu/su padre” (Gen 31,5.29; 43,23; 46,3; 50,17). Cuando Dios revela su nombre de Yahvé a Moisés, dice de si mismo: "Dios de vuestros padres, el Dios de Abrahan, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob" (Ex 3,15.16). El Dios personal de Abrahan, el "Dios del padre" se ha convertido en el Dios tribal, es "el Dios de los padres" (Ex 3,13.15.16). Varios autores, siguiendo a A.Alt, piensan que esta concepcion de la divinidad corresponde a las costumbres, sobre todo de nomadas y semi-nomadas del antiguo oriente proximo. Los pueblos sedentarios tienen santuarios donde residen sus dioses. Israel, mas adelante, ten- dra también su templo en Jerusalén, trono de Yahvé. Pero los noma- das, sin residencia fija, no vinculan las divinidades a lugares sino a personas, especialmente con el antepasado del clan. La divinidad es "el Dios del padre". Este Dios personal se ocupa de modo especial de esta persona y su familia. Le acompafia en sus migraciones, le prote- ge y se compromete con sus promesas. Se han encontrado bellas ora- ciones dirigidas a este Dios personal: "Que mi dios esté a mi derecha, que mi diosa esté a mi izquierda, que un dios guardian esté a mi lado", y también: "dios mio, sefior mio, creador de mi nombre, protector de mi vida, que hace existir a mi descendencia." Hay otro nombre de la divinidad que aparece frecuentemente en cl ciclo de Abrahan. El texto dice que Yahvé se aparecié a Abrahan y le dijo: "Yo soy El Shadday" (17,1). El primer elemento de este nombre, El, aparece muchas veces en los textos biblicos. Lo encontramos en el 55 ABRAHAN Y SU LEYENDA nombre de un lugar citado desde el comienzo del ciclo de Abrahan, "Betel" (12,8; 13,3). El nombre se compone de "bet" (casa) y de "El". Conocemos a El por los documentos del antiguo oriente préximo. Para Jos cananeos era el dios supremo del pantedn, el rey de los dio- ses, el padre de los dioses y hombres y el creador. Como los cana- neos eran agricultores, y por consiguiente sedentarios, tenian santuarios en diversos lugares. Siempre adoraban al mismo dios El, pero atribu- yéndole diversas calificaciones. Algunos indicios aparecen en el ciclo de Abrahan. En Betel, se le debié Ilamar simplemente El (Gen 28) 0 bien El Betel (El de la ciudad de Betel, Gen 31,13). En Salén (jJerusalén?), este dios se veneraba como El Elyén (El altisimo, 14,18-20). Agar llama al dios que se le aparecié E] Rey (El que me ve), de ahi el nombre que da al pozo de este lugar (16,13). Este El se reve- la a Abrahan como El Shadday (E] de la montafia o El omnipotente, 17,1). En Berseba se veneraba a El Olam (El eterno, 21,33). También encontramos a El Berit, o El de la alianza venerado en Siquem (Jc 9,4) quizds signifique El de la estepa, sin saber si se trata de un lugar pre- ciso; algunos lo vinculan con Mambré. Los nombres de diversas per- sonas en el relato de los patriarcas confirman que veneraban a este Dios El. Abram llama al hijo que Agar le da Ismael (El escucha, 16,16) y aparece evidentemente en el nombre de Israel (que El se muestre fuerte, Gen 32,29). Los patriarcas y sus familias identificaron probablemente al "dios del padre" que les habia conducido a Canaan con el dios supremo El. Su Dios, Dios sin nombre, recibe uno con diversas calificaciones segun los diversos santuarios. En efecto, los textos parecen sugerir que Dios se revelé asi a Abrahan (17,1). Las familias de los patriarcas no han abandonado el culto del Dios del padre, sino que lo han enriquecido. Se ha dado cierto sincretismo religioso. Podemos encontrar esta asi- milacién en el nombre que Jacob da a Dios en Siquén. Lo llama "E], dios de Israel" (Gen 33,20), lo que quizas signifique: "El, el dios del [patriarca] Israel" (Israel era el nuevo nombre de Jacob Gen 32,28- 29). Ya vimos cémo el texto que narra la revelacion del nombre divi- no de Yahvé a Moisés subraya que Yahvé es el mismo Dios de los padres (Ex 3,13-16). El otro texto que cuenta la revelacion del nom- 56 PRIMERA PARTE: CUESTIONES DISPUTADAS bre de Yahvé a Moisés resalta que Yahvé es idéntico al dios El cono- cido por los patriarcas: "Yo soy Yahvé. Me apareci a Abrahdn, a Isaac y a Jacob como El-Shadday; pero no me di a conocer a ellos con mi nombre de Yahvé" ( Ex 6,2-3). Yahvé y los patriarcas El Dios de los patriarcas tal como aparece en el ciclo de Abrahan tiene puntos comunes con lo que conocemos de las divinidades del antiguo oriente proximo. Estos documentos extrabiblicos iluminan con nueva luz los textos biblicos. Incluso se puede seguir a grandes rasgos la evolucién de la religion de Abrahan y su familia. Sus ante- pasados en Ur y Jaran practicaban un culto lunar. Un dia Abrahan oyé la Hamada de su Dios personal: "Deja tu tierra."(12,1). Al partir de Jaran Abrahan deja tras de si no sdlo su pais, sino también el culto lunar que, como cualquier culto de sedentarios, estaba vinculado al lugar. Abrahan se pone en camino bajo la proteccién de su dios per- sonal, el dios de su padre. Llegado a Canaan, se le "aparece" Dios (12,7) y se le revela como EI (17,1). Abrahan ha reconocido a su dios personal en el gran Dios El, venerado bajo denominaciones distintas cn los diferentes santuarios que frecuentaba. Los dos textos del libro del Exodo que mencionan la revelacién del nombre de Yahvé confir- man esta profundizacién del conocimiento de Dios. El Dios de los padres lleg6 a ser El y a partir de Moisés fue asimilado a Yahvé. Abrahan y su familia, segin los textos, veneraban a un solo Dios. El ciclo de Abrahan solamente menciona a El, jamds habla de los baales aseras, divinidades cananeas de la fertilidad que, durante largo tiem- po, fueron la gran tentacién de idolatria para Israel (Jc 3,7). Es de notar que ningun miembro de la familia de los patriarcas Ileve nombre formado de Baal*. “ En cuanto a la ausencia de Baal en los relatos de los patriarcas, cf. R. DE VAUX, Historia antigua de Israel, t.\ pp. 265-266. Baal juega un papel importante en los tex- tos del antiguo oriente proximo a partir del siglo XIV a. C. Encontramos algunos tex- (os anteriores en los que aparece la palabra baal, pero no sabemos si la palabra reml- tv a un dios, 0 si se usa simplemente en su sentido comun de “ducio". 57 ABRAHAN Y SU LEYENDA Esta presentacién de los textos biblicos esta sin duda idealizada. E] ciclo de Abrahan se toma sus libertades con la historia. La leyenda de Abrahan no pretende ser un manual de historia cientifica. El Dios del ciclo de Abrahan posee ya las dos grandes cualidades de la divinidad. El dios personal de Abrahan es un Dios cercano al hombre, Dios El, se caracteriza por su grandeza. Dios es, en efecto, cercano y lejano, inmanente y trascendente. Con todo la religién de los patriarcas es preyahvista. EI (0 los) autor(es) y el (0 los) redactor(es) escriben partiendo de su experiencia de fe. El Dios que veneraban Ilevaba el nombre de Yahvé, este nombre tan denso para expresar el ser de Dios: "Soy el que es", 0 mejor: "seré el que soy” (Ex 3,14). Mafiana seré para vosotros lo que he sido hasta ahora. No tenéis razones para quejaros, esto debe daros confianza para el futuro”. Estos autores creian firmemente que Dios, al que conocian bajo el nombre de Yahvé, era el unico verdadero Dios (Dt 6,4). Concluian que este mismo Dios era el que habia actuado en la vida de sus antepasados, aun sin saberlo. Poco importa el nombre que Abrahan diera a su Dios, para el autor biblico se llama (ahora) Yahvé. Para él, e] Dios de Israel es también el Dios de Abrahan. Las referencias a Yahvé en los relatos de los patriarcas son, sin lugar a duda, anacronismos. No se trata, sin embargo, de anacronismos ino- centes como hacemos nosotros, se trata de anacronismos teoldgicos. Se les podria comparar a lo que encontramos en los evangelios. Los textos evangélicos son explicitos al indicar que incluso los apéstoles tenian dificultades para captar quién era Jesus. La muerte y resurreccién de Jesis hizo que profundizaran en su comprension. Los evangelios se escribieron partiendo de esta experiencia postpascual y presentan una figura de Jestis iluminada al oir esta fe. Segtin el evangelio de Lucas, Jestis se habia revelado a Zaqueo como el Hijo del hombre (Le 19,9- 10). Nos podriamos preguntar si el Zaqueo histérico tuvo tal conoci- 35 W. VOGELS, "Dis-moi Ton nom, Toi qui m’appelles par mon nom. Le nom dans la Bible", Science et esprit, 33 (1981), pp. 73-92. 58 PRIMERA PARTE: CUESTIONES DISPUTADAS miento de Jesus**, Los evangelios se escribieron partiendo de la expe- riencia pascual, la leyenda de Abrahan se compuso igualmente partien- do de la experiencia pascual de Israel. Hay un Jestis de la fe y un Jestis de la historia sin que uno niegue al otro. También existe un Abrahan de la fe y un Abrahan de la historia, tampoco uno niega al otro. La religion de los patriarcas no es la del resto de la Biblia. R.W.L. Moberly sugiere que los relatos de los patriarcas (Gen 12-50) consti- tuyen con relacién al yahvismo de Moisés (a partir de Ex 3), lo que él llama: el Antiguo Testamento del Antiguo Testamento”. Israel conser- va este primer Antiguo Testamento en su Biblia, como los cristianos conservan el Antiguo Testamento con el Nuevo Testamento en la suya™. Los cristianos no solamente han conservado el Antiguo Testamento porque existe continuidad en el Nuevo Testamento; lo incluyen en su Biblia por su propio valor, como un testimonio de fe. Ciertamente los cristianos no siguen todas las practicas del Antiguo Testamento, pero aceptan sus principios y valores. Aprecian las rique- zas del Antiguo Testamento sin el cual ni siquiera habria Nuevo Testamento, pero viendo sus limitaciones; ven ciertas cosas que molestan y, a veces hasta escandalizan -;También las hay en el Nuevo Testamento!-. Reconocen que se da una evolucion y crecimiento entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Israel ha hecho lo mismo con este Antiguo Testamento del Antiguo Testamento. No seguia todas sus practicas, pero aceptaba sus principios y valores que nos ensefian a vivir guiados por Dios. La historia de Israel era como una prolonga- cién de la historia de los patriarcas. Israel también era consciente de los limites existentes en este primer Antiguo Testamento y aceptaba la existencia de evolucién y crecimiento, * W. VOGELS, "L'analyse structurale et la pastorale. L'Histoire de Zachée (Luc 19, 1-10)", Lumen Vitae, 33 (1978), pp. 231-241. * R.WL. MOBERLY, The Old Testament of the Old Testament: Patriarchal Narratives and Mosaic Yahwism, "Overtures to Biblical Theology", Minneapolis, Fortress Press, 1992. * W. VOGELS, "Het éne, oude micuwe Testament", Objektief, 10 (1976), n" 1, pp.4-9; id., God's Universal Covenant: A Biblical Study, Ottava, University of Ottawa Press, 19862, pp. 9-12 59 ABRAHAN Y SU LEYENDA Mas alla de las discusiones E] que lee el ciclo de Abrahan (y por qué se lee) determina cémo se lee, lo que se encuentra y lo que no se encuentra. Las discusiones precedentes muestran que existen varios modos de abordar estos tex- tos. Las preocupaciones que orientan las diversas lecturas tienen su valor iluminando uno o varios aspectos del texto. No seria correcto cefiirse a un solo método o a una unica lectura como exacta y legitima Sin embargo, un aspecto del ciclo de Abrahan transciende los demas. E] texto se escribid, se ha transmitido y conservado como texto religioso. Es parte de la Torah, la parte mas sagrada de la Biblia hebrea en la tradicion judia. Se ha incluido como tal en el canon cristiano. Las diferentes tradiciones cristianas tienen puntos diversos sobre los libros deuterocan6nicos. Pero nunca hubo discusion sobre el valor candnico del Génesis en el que se encuentra el ciclo de Abrahan. Cada dia se habla mas de lecturas comprometidas, como lecturas sociolégicas o feministas. La lectura en perspectiva de fe pertenece también a este género de lecturas. Se justifica de modo particular puesto que se trata de un texto religioso. Sdlo el creyente puede espe- rar "comprender" esta perspectiva de fe en el ciclo de Abrahan. Seria falso, sin embargo, querer oponer la lectura cientifica a la lectura creyente. Las discusiones precedentes afectan al creyente muy de cerca, aun cuando no pueda limitarse a este tinico aspecto. El lec- tor creyente debe enfrentarse a lo desconcertante que encuentra en los textos. El que lee, por ejemplo, la actitud con las mujeres o la cuestién de los esclavos, sabe que esto es inadmisible. El creyente debe ser consciente de estar en presencia de otra cultura. Lo cual no hace que el comportamiento que aparece en los textos sea aceptable ni siquiera recomendable, pero por lo menos lo hace comprensible. Y esto le inci- ta a no buscar el sentido del texto en exhortaciones para imitar a los patriarcas 0 matriarcas, sino a buscar lo que verdaderamente acontece en los textos y lo que les confiere verdadero valor. También es importante para el lector creyente tener en cuenta la discusién sobre el valor histérico de los textos y la historicidad de los 60 PRIMERA ParTE: CUESTIONES DisPUTADAS patriarcas. Entre la actitud fundamentalista que tomd todo al pie de la letra como hecho histérico”, y Ja actitud escéptica que considera todo fruto de la imaginacion, las investigaciones serias nos invitan a una postura intermedia. E] fundamentarse en la historia tiene su importan- cia para el creyente que pertenece a una religion basada en la historia de salvacion. Pero el apegarse a cada detalle, por ejemplo, tener como hecho historico que una mujer se convierta en estatua de sal por mirar atras, haria ridicula esta religion. Si se encuentra la libertad equilibra- da de la historicidad de los textos, se estara mejor situado para buscar su sentido. Su verdad no se limita a esta pregunta simplista: ,ocurrie- ron o no los hechos? La preocupacién histérica esta también en la base de varias inves- tigaciones sobre el origen del texto y también tiene su importancia para el lector creyente. Esta claro que el ciclo de Abrahan no es obra de un solo autor, se puede descubrir una larga historia de composicion hasta Iegar al texto actual. Esto explica ciertas dificultades que encuentra el lector e indica cémo el texto ha vivido y ha sido reinter- pretado continuamente por generaciones sucesivas. Encontramos un testimonio de fe, no sdlo de una persona sino de diferentes personas y de multiples generaciones del pueblo de Dios. Sin embargo, se puede admitir que los investigadores no han logrado discernir con certeza las diferentes fuentes o estratos del texto. Al menos tenemos una cosa cierta: el texto actual es resultado de un largo camino. Las discusiones de los puntos precedentes iluminan y liberan al creyente. Llega el momento de poner punto final a las cuestiones a las que los investigadores no llegan a dar respuestas definitivas. Por otra parte no es malo admitir nuestra ignorancia. Es tiempo ahora de abor- dar el texto tal como se nos presenta: como testimonio de fe. EI ciclo de Abrahan se compone de una serie de pericopas indivi- duales que, a pesar de su prehistoria y sus irregularidades, forman un * L. CHARTRAND, Za Bible au pied de Ia lettre: Le fondamentalisme questioné, “Bréches théologiques", Montréal/Paris, Médiaspaul, 1955. 61 ABRAHAN Y SU LEYENDA conjunto coherente. Cada pericopa esta en su preciso lugar. Es inutil buscar en la secuencia de pericopas un orden cronolégico histérico, se trata, mds bien, de una secuencia literaria y teologica. Aun el lector menos atento percibira rapidamente, muchos investigadores lo apun- tan, que el ciclo de Abrahan se centra en la promesa de Dios y la res- puesta del hombre. Aparece el tema en la obertura y vuelve constan- temente a lo largo del ciclo, unas veces con fuerza y otras con sordi- na. Cada pericopa se refiere a esta realidad de una manera u otra. El (0 “los") redactor final nos ha dejado una obra maestra literaria y artis- tica que cautiva al lector y le mantiene en vilo. Estos textos, tan mis- teriosos a veces, son a la vez encantadores e inspiradores, aunque no siempre sean edificantes. La segunda parte del presente estudio reco- rrera el ciclo completo de Abrahan, pericopa tras pericopa, dejando que el texto nos inspire y nos interpele. El ciclo de Abrahan (Gen 12,1-25,11) goza de integridad propia, es independiente, pero a la vez forma parte de un conjunto mas amplio. Se puede buscar el nexo entre el ciclo y la prehistoria que le precede (Gen 1-11) y con el resto de la Biblia que le sigue. La intertextualidad puede arrojar nuevas luces al ciclo. Por ejemplo, cada lugar por el que pasa Abrahan juega un papel en la historia posterior de Israel”. Al leer que la familia de Abrahan dejé Ur de los caldeos para dirigirse a Canaan (Gen 11,31) nos hace pensar en et camino de vuelta de Israel del destierro varios siglos mas tarde. El primer lugar de Canaan por donde pasa Abrahan es Siquén (12,6), lugar donde las diferentes tri- bus Ilegaran a formar Israel (Jos 24), y también lugar donde el Norte se separara del Sur (1 Re 12). Abrahan abandonara esta tierra para dirigirse a Egipto donde estuvo en peligro, pero de donde regres6 enri- quecido (12,10-20); también Israel estuvo en peligro en Egipto, pero fue liberado. Hebron, lugar muy vinculado a Abrahan es también el lugar donde David es proclamado rey por todas las tribus de Israel (2 Sam 5,1-5). “ J. CAZEAUX, "De la chénaie de Sichem au chéne de Mambré: Les grands lieux de la Genése", Lumiére et vie, 37 (1988), n° 188, pp. 43-68. 62 PRIMERA PARTE: CUESTIONES DISPUTADAS El presente estudio se centra en primer lugar y sobre todo en el ciclo de Abrahan. Estudia la unién entre las pericopas con sus espe- ranzas y tensiones. El ciclo presenta al padre del pueblo, el antepasa- do de Israel. La historia de Abrahan se convierte en historia del pue- blo. Las promesas hechas a Abrahan y la respuesta de Abrahan, son promesas hechas a Israel y su respuesta. La fe profesa que el Dios que entré en la vida del antepasado es el Dios que acta en la vida del pue- blo. El autor lo profesa claramente llamando Yahvé al Dios de Abrahan. Los acontecimientos subsiguientes confierén una nueva comprensién del pasado. Los autores biblicos han percibido ciertos vinculos entre la historia de Abrahan y la historia de Israel. Por eso han introducido en el texto anacronismos teoldgicos. El lector, des- pués de concluir la lectura de toda la Biblia, puede dar marcha atras y releer el ciclo de Abrahan. Descubrira otros nexos. La lectura de un texto no se agota jamas y cada relectura enriquece. SEGUNDA PARTE . RELEER LA LEYENDA DEABRAHAN Cada texto literario se compone generalmente de tres partes ele- mentales: introduccién, cuerpo del texto y conclusién. El ciclo de Abrahan (12, 1-25,11) se ajusta a esta estructura. El comienzo del ciclo presenta la partida de Abrahan con su nuevo programa de vida (12,1- 9), el final describe la muerte de Abrahan después de asegurarse de que su programa sobrevivira a su muerte (24-25). El cuerpo del ciclo, enmarcado entre el comienzo y este final, describe el largo caminar de Abrahan (12,10-23,20). Una de las caracteristicas del ciclo es la frecuencia de dobletes. El bloque comienza por una orden divina: "marcha" (12,1) y, hacia el final de su vida se repite la misma orden "marcha" (22,2). Entre estas dos érdenes divinas diversos acontecimientos importantes de la vida de Abrahan se repiten. Dos veces abandona la tierra prometida y pre- senta a su mujer como hermana suya (12,10-20; 20); dos veces los caminos de Abrahan y Lot se separan (13; 19); Abrahan interviene dos veces en favor de Lot (14; 18); Dios pacta dos veces una alianza con Abrahan (15; 17); dos veces abandona Agar la casa de Abrahan (16; 21); Abrahan tiene dos hijos, Ismael e Isaac (16; 21,1-10), y el nacimiento de éste Ultimo se anuncia dos veces (17; 18). También es significativo que el héroe de la historia y su mujer tengan dos nom- bres: Abram, nombre del principio que se cambiara en Abrahan (17,5), y Saray que se convertira en Sara (17,15). El estudio histérico-critico, diacrénico, explica los dobletes atribu- yéndolos a tradiciones diferentes. Los estudios mas literarios y sin- crénicos insisten en la importancia de las repeticiones en los textos literarios. El lector superficial tiende a pasar rapidamente por encima 65 ABRAHAN Y SU LEYENDA el segundo relato, pensando que no hace sino repetir el primero y con- secuentemente no aporta nada nuevo. Pero un lector atento nota que estos dobletes no son meras repeticiones. Ciertamente encontrara algunas semejanzas, pero también diferencias significativas. Estudiaremos el ciclo, pericopa por pericopa, y trataremos de des- cubrir el hilo conductor que lo unifica y a la vez la conexidn entre diversos relatos. Siguiendo asi el texto podremos presentar al fina! del analisis el plan del ciclo, la estructura de conjunto. Obertura: Un nuevo comienzo (12,1-9) Todo autor pone un cuidado especial en las primeras lineas de su texto, consciente de la importancia de su efecto. La introduccién, en efecto, puede avivar la curiosidad del lector estimulandole a proseguir su lectura, o por el contrario, puede desanimarle desde el comienzo. La introducci6n orienta lo que sigue. La obertura del ciclo de Abrahan merece, pues, atencion particular. El pasaje se divide claramente en dos partes: — Una intervencion divina (vv. 1-3) - una orden (v.1) - unas promesas (vv. 2-3) — Una respuesta humana (vv. 4-9) - una partida (v.4) - hacia Canaan (v.5) - hacia Siquén (vv. 6-7) - hacia Betel (v.8) - hacia el Negueb (v.9) Estudiaremos en primer lugar ambas partes del texto, luego vere- mos el papel clave que juega este texto en el conjunto del ciclo e inclu- so en toda Ja Biblia. SEGUNDA PARTE: RELEER LA LEYENDA DE ABRAHAN Una intervencion divina (12,1-3) v.1 Yahvé dijo a Abram: "Sal de tu tierra y de tu parentela y de la casa de tu padre a la tierra que te mostraré. v2 ‘Asi — yo haré de ti una gran nacién y — yo te bendeciré y — yo haré grande tu nombre para que seas una bendicién. v3 — yo bendeciré a los que te bendigan pero yo maldeciré al que te maldiga para que todas las familias de la tierra puedan encontrar una bendicion en ti." Dada la importancia del pasaje, he traducido el texto hebreo lo mas fielmente posible. La presentacién esquematica del texto pretende visibilizar su estructura que tiene su importancia’'. La intervencion divina comprende una orden (v.1) y unas promesas (wv. 2-3). Una orden (v.1). La historia de los grandes personajes anteriores a Abrahan, de sus antepasados lejanos, comienza siempre con: "Estas son las téledoth" ( traducido por "la historia" 0 "genealogia") de Adan (Gen 5,1), de Noé (Gen 6,9), de los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet (Gen 10,1), de Sem (Gen 11,10), 0 de Téraj, su propio padre (Gen 11,27). Lo mismo ocurrira con los patriarcas posteriores, sus suceso- res: "Estas son las téledoth" de su hijo Ismael (Gen 25,12), de su hijo Isaac (Gen 25,19), de Esai (Gen 36,1.9) y de Jacob (Gen 37,2). Es + Para la justificacién de la traduccién y la estructura y para un andlisis may té- nico del pasaje, W. VOGELS, God's Universal Covenant: Biblical Swuly, Otuuwa, University of Ottawa Press, 19862, "The Promises to Abraham - Blessing fur the Nations", pp. 39-45. 67 ABRAHAN Y SU LEYENDA notorio el contraste. La historia de Abrahan comienza con una inter- venci6n divina y este Dios es Yahvé, el Dios de Israel. Yahvé esta en el origen de la historia de Abrahan. Es quien lleva la iniciativa, como muestra la repeticién del pronombre "yo", sujeto de casi todos los ver- bos. "Yo" aparece seis veces, casi siete veces, cifra que expresa la per- feccién. De hecho, "yo" aparece por séptima vez, pero solo después de que Abram acepta la invitacion divina (v.7). Se habla del ciclo de Abrahan, refiriéndose al actor humano principal, pero el comienzo muestra que tanto como Abrahan, quizas mas, Dios es el personaje central. Yahvé intervino en la vida de Abrahan por medio de una frase: "Yahvé dijo...", algo mas adelante: "Yahvé se aparecié a Abrahan"” (v.7); también le habla en vision (15,1), se le aparece en forma de tres hombres (18,2). Los seres humanos pueden contactarse entre ellos de diversas maneras. Se puede hablar a alguien o escuchar su palabra, se puede ver a una persona, se puede estar en su presencia, se puede pen- sar en ella o sofiar con ella. El creyente que pretende decir que est4 en comunién con Dios, necesariamente recurrira a las mismas imagenes. El ciclo de Abrahan subraya con diversas imagenes como Dios ha intervenido en la vida de Abrahan, como intervendra en la vida de los grandes creyentes de la Biblia, como Moisés o los profetas®. El texto repite "yo" refiriéndose a Dios que habla, pero también repite "ti" en todas sus formas refiriéndose al hombre a quien se dirige Dios. Ha comenzado el didlogo entre un "yo" y un "tli" y proseguiré a lo largo de todo el ciclo. Por qué Dios decidié hablar a Abrahan es un misterio. En los capi- tulos precedentes del Génesis, se puede leer la lista de nombres de los descendientes de los hijos de Noé, pobladores de toda la tierra (Gen 10). Después esta lista se restringe a la descendencia de Sem, uno de los hijos de Noé (Gen 1 1,10-26), para estrecharse todavia mas y hablar solo de Téraj y su familia (Gen [1,27-32), Yahvé decide dirigirse a * Sobre la experiencia de Dios en los profetas, comparable a la de Abrahan, W. VOGELS, Les prophétes, "L'horizon du croyant". Ottawa, Novalis, 1990, pp. 53-71. 68 SEGUNDA PARTE: RELEER LA LEYENDA DE ABRAHAN Abram, uno de los tres hijos de Téraj. ;Por qué a él? {por qué no a su hermano Najor? gpor qué no a Haran que morira joven (Gen 11, 28)? Sabemos que Dios eligié a Noé porque era el unico justo en un mundo corrompido (Gen 6,9). Es dificil comprender por qué Abel y su ofren- da agradaron a Yahvé y no Cain y la suya (Gen 4,4-5). Aunque este- mos ante un misterio, al menos sabemos que Abel y también Cain habian hecho un ofrenda a Dios. Tomaron la iniciativa de comunicar- se con Dios*. En el caso De Abram nada de esto aparece. No se diri- gid a Dios; no se le describe como mas justo que los demas; tampoco es el mas joven de los hijos de Téraj, que a veces aparece como pre- ferido por Dios; al contrario, es el mayor. La intervencion de Dios en su vida no se explica como mérito 0 recompensa. Estamos ante el mis- terio de la eleccién libre de Dios, eleccién gratuita e inesperada. Este misterio esta en el origen de uno de los titulos de Abrahan, es “el amigo de Dios" (Is 41,8). Una eleccion divina de este tipo es peligrosa puesto que general- mente conlleva unas exigencias. Lejos de ser un titulo de gloria y honor personal, normalmente se trata de una llamada a un servi Lo verificamos en el caso de Abram, la palabra que Dios le dirige estipu- la una mision. Los comentaristas frecuentemente han titulado este texto como "la vocacién de Abrahan". La primera palabra de Dios es “sal" o "abandona", lo que implica una ruptura, una separacion. Dios ademas va enumerando todo lo que Abram es invitado a abandonar. La secuencia es contraria a lo que se podria esperar. La lista logica seria abandonar en primer lugar la casa paterna, luego toda la parentela y finalmente la tierra. La secuencia sigue mas bien un orden psicoldgi- co: va de lo mas facil a lo mas duro. Para un némada o seminémada es relativamente facil abandonar su tierra, ya esta habituado. Algo mas dificilillo es abandonar su tribu, sus parientes proximos. Pero dejar la casa de su padre exige abandonar toda seguridad. Dios pedira siempre mas al que esta dispuesto a darle algo. “W. VOGELS, "Cain: l'étre humanin qui devient une non-personne (Gn 4, 1-16)", Nouvelle revue théologique, 114 (1992), pp. 321-340; id.,Nos Origines: Genése 1-1, “L’horizon du croyant", Ottawa, Novalis, 1992, pp. 117-135. ABRAHAN Y SU LEYENDA Salir implica “partir de" y también un "ir hacia". Dios invita a Abram a dirigirse "a la tierra que te mostraré". La oscuridad del des- tino contrasta con Ja claridad de lo que debe abandonar. Ni siquiera se nombra la tierra, no es facil saber qué rumbo tomar para dirigirse a ella. Cada llamada para una nueva misién implica dejar tras de si lo conocido con sus seguridades para internarse en lo desconocido y el riesgo. Las promesas (vv. 2-3). Rechazar el riesgo equivale a quedarse uno donde esta, aceptarlo abre nuevos e insospechados horizontes. Yahvé anuncia por qué quiere que Abram salga. La estructura del pasaje indi- ca que existe una finalidad inmediata a Ja salida, y esta finalidad, a su vez, tiene a otra mas lejana. "Asi yo..." introduce cinco clausulas con- secutivas, portadoras de un resultado y también de una intencidn. Especifican lo que Dios quiere y lo que resultara de la partida de Abram. Pero todo esto mirando a otra realidad: "para que..." menciona- da después de las tres primeras promesas y al final del pasaje. El texto tan bien estructurado anuncia un programa de gran hondura teolégica. Yahvé indica el resultado inmediato de la partida: "Yo haré de ti un gran pueblo." Sabemos por el resto de la Biblia que este pueblo sera Israel. El texto dice literalmente: "Yo te haré un gran pueblo." Abram va a ser un gran pueblo. El "te" del texto se refiere al individuo y al pueblo. El individuo representa al grupo y el grupo esta representado en el individuo. Lo que se dice de Abram se aplica igualmente a Israel. Dios prosigue: "Yo te bendeciré." Yahvé promete a Abram la dicha, la salud y el éxito personal. Lo que un incrédulo llamaria suerte en la vida, la Biblia lo llama bendicién de Dios. Dios es la fuente de todo bien. Y Dios afiade otra promesa a Abram: "Yo te haré un gran nom- bre." David recibira una promesa semejante (2 Sam 7,9); pero fuera de estos casos en la Biblia, sdlo el nombre de Dios es "grande" (Jos 7, 9; 1 Sam 12,22; Sal 76,2; Mal 1,11). El nombre es la persona, Yahvé es el que hard grande a Abram/Israel. El texto utiliza por segunda vez la palabra "grande". La grandeza de Abram/srael no esta en su fuerza militar, politica 0 econémica, su grandeza pertenece a otro orden de cosas: “Pues jqué nacién grande tiene un dios tan cercano como esta 70 SEGUNDA PARTE: RELEER LA LEYENDA DE ABRAHAN: Yahvé, nuestro Dios, cuando lo invocamos? y qué nacién grande tiene unos mandatos y decretos tan justos como esta ley que yo os promul- go hoy?" (Dt 4, 7-8). Esta grandeza tiene una finalidad particular: "... para que seas una bendicién." Tal es la ultima intencién de la mision de Abram. Esta llamado a ser fuente de bendicién para los demas, Yahvé se muestra garante del comportamiento que los demas ten- gan con Abram: "Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré al que te maldiga." La diferencia es significativa y reconfortante. Tenemos un plural para los que bendeciran, s6lo un singular para la maldicion. Abunda mas la bendicién que el rechazo. La consecuencia y la inten- cién ultima de la misién de Abram implica un universalismo signifi- cativo: "... para que todas las familias del mundo puedan encontrar en ti una bendicién." Todo el mundo podraé encontrar la salvacién en Abram (Is 19, 24). EI didlogo entre un "yo" y un "tu" queda comprometido. El texto indica una relaci6n particular entre Yahvé y Abram. Pero la misién de Abram es para los demas. Abram se pone en relaci6n particular con los seres humanos, en primer lugar con los de su pueblo y luego con el mundo entero. El proyecto de Dios tiene una meta inmediata, pero también un fina largo plazo. La mision de Abram no se limita a la crea- cion de Israel, viene también a ser como una re-creacién de toda la humanidad. Existen diversos contrastes entre lo que se pide dejar a Abram y aquello a lo que esta destinado. Debe abandonar Ja tierra donde Dios le habla ahora y dirigirse al pais que Dios le mostrara, donde no sélo le hablara, sino que se le aparecera. Asi se dirige a un pais de Dios y mas atin a toda la tierra. En su tierra Abram obedece a Dios, pero en la tierra prometida le rendira culto. Debe dejar la casa de su padre para convertirse en padre, no sdlo de una casa, sino de una nacién. Debe abandonar su parentela para llegar a ser fuente de salvacién para las familias, no sdlo de un pais, sino de toda la tierra. {Cual sera la respuesta de Abram? ¢ Se arriesgaré con lo descono cido aunque parezca prometedor, o preferira la seguridad de lo que 71 ABRAHAN Y SU LEYENDA conoce? Dios mismo asume un riesgo al elegir a Abram. {Habra hecho una buena eleccién? Dios, y con él el lector, esperan con ansiedad. La respuesta humana (12, 4-9) Una salida (v.4) La respuesta es concisa y clara: v.4 Abram marché, como le habia dicho el Sefior, y con él marché Lot. Abram tenia setenta y cinco afios cuando salié de Jaran. La Biblia narra varios relatos de vocacién, entre los cuales pode- mos distinguir cuatro tipos“. Uno de estos tipos, muy conocido, nos muestra al que ha sido llamado que sdlo responde después de dudar: "si quiero, pero...", recordemos la llamada de Moisés (Ex 3,7-12) y de Jeremias (Jr 1,1-10). El relato de la vocacion de Abram es de otra clase: la respuesta es inmediata, sin duda ni objecién. El texto subra- ya la prontitud de la respuesta de Abram utilizando el mismo verbo en la Hamada de Dios y en la respuesta de Abram. Yahvé dijo a Abram: "marcha", y Abram "marcho". Incluso el texto afiade "como le habia dicho Yahvé". Asi el texto resalta que Abram sigue exactamente los términos de la invitacién. Acepta la llamada, asume el riesgo: "mar- cho" y "abandono" su tierra, Jaran. Sin embargo, esta respuesta no es evidente. El texto indica que Abram tiene "setenta y cinco afios", no es precisamente una edad para comenzar nuevos derroteros. Ni siquiera sabe Abram el pais adonde ir. Ademas, el lector ya lo sabe, "Saray era estéril: no tenia hijos" (Gen 11,30). Todas las circunstancias se vuelven contra las promesas. iEs razonable? {Es posible? El texto introduce a otro actor: "con él marché Lot." Lot también "marcha". Se utiliza el mismo verbo, pero su marcha es diferente. Abram marcha “como le habia dicho Yahvé", mientras que Lot marcho “W. VOGELS, "Les récits de vocation des prophétes", Nouvelle revue théologi- que, 95 (1973), pp. 3-24; id., Les prophétes, “L’horizon du croyant", Ottawa, Novalis, 1990, pp. 36-47. 72 SEGUNDA PARTE: RELEER LA LEYENDA DE ABRAHAN "con él". El contraste es notable. La marcha de Abram es una respuesta a la llamada divina, la de Lot es iniciativa humana. Lot sigue a Abram. La figura de Lot aparecera varias veces en el ciclo de Abrahan*. Ha comenzado la larga marcha de Abram y el texto describe las diferentes etapas“. El caminar de Abram corresponde a su peregrina- cién espiritual, y es lo que vive cada creyente. Los lugares por donde pasa Abram jugaran un papel importante el resto de su vida y, tras él, en la vida de Isaac y de Jacob, en la historia del pueblo de Israel. En camino hacia Canaan (v.5). Después de resaltar como Abram respondié a la llamada -"como le habia dicho Yahvé"-, el texto prosi- gue: "tomé consigo a Saray, su mujer; a Lot, su sobrino; todo lo que habian reunido y los seres [servidores, esclavos y ganado] que habian adquirido en Jaran." Entendemos que Abram Ileve consigo a su mujer. De otro modo {cémo Ilegaria a ser padre de una nacién? Que Ileve bie- nes materiales, animales y sirvientes, tampoco esté contra la orden divi- na. Notemos que las posesiones no pertenecen sdlo a Abram, son las que la pareja y Lot debieron adquirir. Saray no es un objeto que Abram !leva. Trabajaron juntos, como pareja, para adquirir sus posesiones. Pero Lot plantea un problema. Dios habia dicho a Abram que aban- donase su parentela y la casa de su padre 4cémo puede Abram Ilevar consigo a Lot? Aparece el primer conflicto en la vida de Abram entre una palabra de Dios y una situacién concreta. Abram dejé ciertamente su parentela, no pidié a Lot que fuera con él, es Lot quien tomo esta ini- ciativa. Abram no le rechaza; no estaba obligado a ello. Acoge al otro. "Salieron en direccién de Canaan y Ilegaron a Ja tierra de Canaan." El texto menciona explicitamente la partida y la llegada revelando el nom- bre del pais hacia el que Yahvé ha enviado a Abram. Este pais de Canaan un dia sera la tierra de esta gran nacién de la que Abram ser padre. *W. VOGELS, "Lot, pére des incroyants", Eg/ise et théologie, 6 (1975), pp. 139- 151; G.W. COATS, "Lot: A Foil in the Abraham Saga", Understanding the Word: Essays in Honor of B.W. Anderson, J.T. Butler, E. W. Conrad, B.C. Ollenburger (eds.), Journal for the Study of the Old Testament. Supplement Series 37, Sheffield, JSOT Press, 1985, pp. 113-132; S.P. JEANSONNE, "The Characterization of Lot in Genesis", Biblical Theology Bulletin, 18 (1988), pp. 123-129. “M. HAR-EL, "The Routes of the Patriarchs", Ariel, 51 (1982), pp. 87-101. 73 ABRAHAN Y SU LEYENDA Hacia Siquén (vv. 6-7). "Abram atraveso el pais hasta la region de Siquén y Ilego a la encina de Moré." La ciudad de Siquén jugara un papel importante en la vida de Jacob (Gen 33, 18-20; 35, 1-4), y mas tarde en la historia del pueblo. Alli las tribus formaran una federacién (Jos 24) y sera la capital del reino Norte, tras el cisma entre Norte y Sur después de la muerte de Salomén (1 Re 11-12). Debia existir alli un lugar santo regional en el que la encina seria objeto de veneracion especial (Dt 11,30), quizas sirviera para la adivinacién (Jc 9,37)". Un Arbol aislado siempre llama la atencion y sirve, por su corpulencia y verticalidad, de paso desde el mundo de los muertos de abajo al mundo divino de lo alto. Se llamaria encina de "Moré", que significa "maestro", sugiriendo que se emitirian ordculos en este lugar. Pero Abram se enfrenta con otro problema que presagia un posible conflicto: "en aquel tiempo habitaban alli los cananeos." Abram esta en un pais perteneciente a un pueblo. Yahvé se aparece a Abram (se deja ver a Abram), y por segunda vez le habla dandole la solucion: "A tu descendencia daré esta tierra." Asi Dios le confirma que tendra des- cendencia, revelandole que el pais misterioso al que Abram se ha diri- gido, sin conocerlo, es Canaan. La certeza viene después de asumir el riesgo. Pero existe una oposicién en el texto. Dios dijo que le mostra- ria el pais (v.1), aqui Dios promete que se lo dara, no a Abram, sino a su descendencia. Se parece al pasaje en que Moisés podia contemplar la tierra prometida, sin poder entrar en ella (Dt 34, 1-4). El texto pone al lector ante un enigma. {Con qué derecho se puede dar un pais ocu- pado por los cananeos a otro pueblo? zimplica este hecho que los pri- meros seran privados de su propio pais? ,deberan acoger los autécto- nos a todos esos inmigrantes“? {hay sitio para unos y otros? ,podran convivir en paz, o se declararan la guerra? “ M. LIVERANI, “Le chéne de Sherdanu", Vetus Testamentum, 27 (1977), pp. 212-216. * W. VOGELS, "L'immigrant dans la maison d'Israel", “Ou demeures-tu?": La maison depuis le monde biblique. En hommage au prof. Guy Couturier. J. C. Petit, A. Charron, A. Myre (dir.), Montréal, Fides, 1994, pp. 227-244, 74 SEGUNDA PARTE: RELEER LA LEYENDA DE ABRAHAN Abram construye un altar a Yahvé en Siquén. Asi el lugar santo Cananeo es consagrado al Dios de Abram‘. Construir un altar es una expresién de la piedad del constructor. Manifiesta de este modo Su reconocimiento por el favor de una teofania o una protec- cién recibida. Abram lo hara cuatro veces, en primer lugar en Siquén (12,7), luego en Betel (12,8; 13,4), en Hebron (13,18) y en Moria (22,9). Los grandes personajes de la Biblia lo haran igual- mente, Noé (Gen 8,20), Isaac (Gen 26,25), Jacob (Gen 35,7), Moisés (Ex 17,15; 24,4), Josué (Jos 8,30), Samuel (1 Sam 7,17), Saul (1 Sam 14,35), David (2 Sam 24,21), Salomon (1 Re 9,25), y todavia otros. Hacia Betel (v. 8). Desde Siquén, en el norte de Canaan, Abram desciende hacia el centro, hacia Betel, Alli también construye un altar a Yahvé y le dirige una oracién invocando su nombre (Sal 105,1-2; {16,3-4). Abram reconoce al Dios Yahvé que le ha hablado, como suyo. Betel es también un lugar vinculado a Jacob. Alli tendra su famoso suefio (Gen 28, 10-22; cf. también 35, 1-15). El lugar jugara asi mismo un papel importante en la historia de Israel. Llegara inclu- so a ser’el centro religioso del reino Norte, compitiendo con Jerusalén (I Re 12,26-33). Hacia el Negueb (v.9). Abram continia su descenso de acampada cn acampada hacia el sur de esta tierra prometida. Abram ha Ilegado al pais, pero solo lo hace, por asi decir, reco- triéndolo, entrando por el norte para salir por el sur. Es como el que quiere adquirir un terreno y lo inspecciona por todas las direcciones. Abram toma posesién del pais de manera simbdlica, erigiendo altares, con la conviccién de que su posteridad podra volver para rendir culto, para conducir sus rebafios y ocuparlo un dia. Estos altares son otras tantas sefiales que le vinculan a esa tierra, pero él mismo fundamen- talmente sera extranjero y peregrino. “ W. ZWICKEL, "Die Altarbaunotizen im Alten Testament", Biblica, 73 (1992), pp. 533- 546. 75 ABRAHAN Y SU LEYENDA La vocacion de Abrahdan: texto clave 1. Respuesta a lo que precede El ciclo de Abrahan (12,1-25,11) forma una unidad literaria en si misma, pero ademas es parte de un gran conjunto. Es continuacién de la prehistoria (Gen 1-11) con la que esta intimamente unido. El relato de la vocacién de Abrahan hace de puente de union (12,1-9)*. Esta obertura del ciclo de Abrahan es un texto clave. La prehistoria de la humanidad (gen 1-11) concluye en un callején sin salida. La historia de la torre de Babel describe como la humani- dad no se comprende ya y desemboca en una gran confusion: “alli confundié el Sefior Ja lengua de toda la tierra." (Gen 11,9). La prehis- toria describe con sus numerosas genealogias c6mo nada, ni siquiera los errores y debilidades humanos, han podido detener la procreacién humana, fruta de la bendician divina Gen 1,283 9.1.77). De repente, hacia el final de la prehistoria, aparece un concepto no mencionado antes, la esterilidad: "Saray era estéril y no tenia hijos." (Gen 11,30). La humanidad habia tomado muchas iniciativas para conquistar el mundo a ella confiado. También Téraj tenia un proyecto. Habia ini- ciado una migracién, pero se detiene en plena marcha. La humanidad parece fatigada de la conquista del mundo y abandona la tarea: "Téraj salié con ellos de Ur de los caldeos en direccion a Canaan, pero lle- gado a Jardn, se establecié alli." (Gen 1 1,31). El lector, Hlegando al final de la prehistoria, se pregunta: gLe queda todavia esperanza a una humanidad que experimenta la confusion, la esterilidad y el desalien- to? El relato de la vocacién de Abrahan es una respuesta a esta pre- gunta. Dios toma la iniciativa de la restauraci6n, pero el éxito del pro- yecto depende de la respuesta de Abram. La primera frase de Dios a Abram es: "Sal de tu tierra" (v.1). Se invita a Abram a abandonar esta ciudad de Jaran donde se habia ins- * W. VOGELS, Nos origines: Genése 1-11, "“L'horizon du croyant", Ottawa, Novalis, 1992, pp. 181-189. 76 SEGUNDA ParTE: RELEER LA LEYENDA DE ABRAHAN talado la humanidad quedandose a mitad de camino en la ruta hacia Canaan. Abram acepta: "Abram marcho" (v.4). Su padre Téraj aban- doné la marcha, Abram prosigue el camino. El texto se cuida de men- cionar explicitamente la salida y la llegada: "Salieron en direccion de Canaan y llegaron a la tierra de Canaan" (v.9). La humanidad, como cn una nueva primavera, se pone de nuevo en marcha a la conquista del mundo. Después de instar Dios a Abram a que deje su tierra, le hace la pri- mera promesa: "Haré de ti un gran pueblo" (v.2). Y tras ponerse en camino, Dios promete a Abram darle la tierra a su "descendencia" (v.7). Esta ultima promesa no recae directamente en la descendencia, se presupone como cosa cierta. Una mujer estéril y un hombre se setenta y cinco afios tendrian una descendencia que Negara a ser una nacion "grande". Lo imposible se torna posible a la humanidad. Dios hard brotar la vida de la esterilidad. Es bastante notable que la prome- sa “haré de ti una nacién grande" reaparece mas tarde en la promesa hecha a Moisés tras la infidelidad de Israel en el desierto (Ex 32,10; Nm 14,12; Dt 9,14). La promesa hecha a Abram implica un nuevo vomienzo después de la infidelidad de la humanidad. Los que construyeron la ciudad y torre de Babel se dijeron: “Hagaémonos un nombre famoso" (Gen 11,4). La promesa de Yahvé a Abram es exactamente lo contrario: "Haré famoso tu nombre" (v.2). Lo que las gentes querian lograr por ellas mismas y para ellas mismas, Dios lo hara con Abram. El proyecto de la humanidad en Babel mbocé en la confusion y dispersién "por toda la superficie de la tierra" (Gen 11,9). Yahvé promete a Abram ser fuente de bendicién para Ja humanidad: "...Con tu nombre se bendeciran todas las familias de la tierra" (v3), La unidad y comprension entre los hombres de la tierra vuelven a ser posibles. En la creacién y al comenzar el nuevo mundo después del diluvio, Nios habia bendecido a la humanidad con vistas a la procreacién, a la conquista del mundo: "Dios les bendijo y les dijo: ‘Sed fecundos, mul- des 77 ABRAHAN Y SU LEYENDA tiplicaos, llenad la tierra y sometedla..."" (Gen 1,28; cf. 5,2; 9,1.7). La confusion, la esterilidad y el abandono habian detenido esta mision de la humanidad. Dios brinda una "bendicién" nueva a la humanidad a través de Abram. El término "bendecir" 0 "bendicién", siempre rela- cionado con la salvacién, esta en el centro de la llamada de Abram. Se repite cinco veces (vv. 2-3). La prehistoria comenz6 con una bendi- cién (Gen 1,28), pero predominé la maldicién. La encontramos hasta cinco veces (Gen 3,14.17; 4,11; 5,29; 9,25 [ 2 x]). Es posible que las cinco bendiciones de la llamada de Abram pretendan anular las cinco maldiciones de la prehistoria. La salvacién reemplaza a la condena. Asi, esta obertura del ciclo de Abrahan anuncia un comienzo nuevo henchido de esperanza para la humanidad. 2. Reto para todo lo que sigue La llamada de Abram no esta solamente unida a la prehistoria pre- cedente, fija también el programa de lo que sigue. La palabra de Yahvé comprende una invitacién a partir y unas promesas. Abram respondié al mandato, salié. Queda por ver qué pasara con las promesas. Yahvé hizo tres grandes promesas a Abram. Le prometié hacer de él un gran pueblo, lo que supone que Abram tendra una descendencia. Le prometi6 guiarle a un pais que dara a su descendencia. Le prome- tid, finalmente, no sdlo bendecir a Abram, sino que éste, a su vez, seria una bendicién para otros. Todo el ciclo de Abrahan se centra en estas tres promesas: la tierra, la descendencia, la bendicion personal y bendicion para los demas". | C. WESTERMANN, The Promises to the Fathers: Studies on the Patriarchal Narratives, Philadelphia, Fortress Press, 1980 (original aleman de 1976); J. A. EMERTON, "The Origin of the Promises to the Patriarchs in the Older Sources of the Book of Genesis", Vetus Testamentum, 32 (1982), pp. 14-32; L.A. TURNER, Announcements of Plot in Genesis,Journal for the Study of the Old Testament, Supplement Series 96, Sheffield, JSOT Press, 1990, Chap. 2 "The Abraham Story", pp. 51-114; L. SCHMIDT, "Vaterverheissungen und Pentateuchfrage", Zeitschrift fiir die Alttestamentliche Wissenschaft, 104 (1992), pp. 1- 27. 78 SEGUNDA PARTE: RELEER LA LEYENDA DE ABRAHAN Estas tres promesas forman el engranaje del ciclo de Abrahan, e implican a Dios, que ha hecho las promesas, y a la reaccién del hombre. Por una parte las promesas se retrasan, corren amenazas por conflic- tos y tensiones, son puestas a prueba, se renuevan y se confirman y son clarificadas por Dios, se realizan parcial o totalmente. Por otra parte tenemos la respuesta de Abram a dichas promesas. Acepta, cree, duda, se inquieta, se impacienta, corre el riesgo, busca soluciones humanas, asume actos heroicos. Cada pericopa del ciclo habla de estas promesas, con frecuencia de dos 0 tres a la vez, pero a menudo pre- domina una de ellas. Ciertas pericopas lo subrayan mas claramente que otras, jugando asi un papel mas importante en el ciclo, La estruc- tura del ciclo es de tal indole que mantienen desipierta la curiosidad y el interés del lector que se mantiene en suspense. El lector espera impacientemente con Dios, la reaccién de Abran., y también espera con Abram, para ver si Dios mantendra sus promesas. La narraci6n de la vocacién de Abram menciona también a su sobri- no Lot. Este ultimo reaparecera con frecuencia en el ciclo en relacion con las mismas promesas, pero como reverso de la medalla. Se podria decir que ambos iluminan el mismo tema, Abram por el lado positivo y Lot por el negativo. Ya lo hemos notado en el punto de partida. Abram marcha siguiendo una orden divina, Lot siguiendo a Abram. El pasaje de la vocacion de Abrahan presenta un resumen de su carrera, haciendo de obertura al ciclo de Abrahan. Las promesas de la tierra, la descendencia y de la bendicion no se limitan a Abrahan, se reafirmaran a los siguientes patriarcas, a Isaac (Gen 26,2-4), a Jacob (Gen 28, 3-4.13-14; 32,13; 35, 9-12), a José y sus dos hijos (Gen 48, 15-16). La repeticion del nombre de Abrahan en el resto del Pentateuco ilumina el cumplimiento de la promesa de Dios de darle un nombre famoso™. Y mas alla de los patriarcas, en el resto de la Biblia, estas promesas conciernen a todo el pueblo de Israel y las naciones. Los temas de la tierra, de la descendencia y de la bendicién ocupan un lugar importante. * A.K. JENKINS, "A Great Name: Genesis 12:2 and the Editing of the Pentateuch", Journal for the Study of the Old Testament, 10 (1978), pp. 41-57. 79 ABRAHAN Y SU LEYENDA EI camino (12,10-23,20) A. El pais (12,10-13,1) De las tres promesas, hay una cuyo cumplimiento urge. Si debe nacer un nifio de un hombre de setenta y cinco afios y de una mujer de sesenta y cinco y encima estéril, no hay tiempo que perder. ;Cémo podra realizarse esta promesa? Ademas, las otras promesas perderian sentido sin descendencia, {Para qué aspirar a una tierra sin descen- dencia? El lector tendria razén esperando que el texto comenzara desarrollando esta promesa. Sorpresa, el texto toma otros derroteros logrando mantener al lector en suspense. 1, Abandono del pais (12,10-13,1) Fl primer texto que sigue a la obertura del ciclo de Abrahan no trata ni por asomo de la descendencia. Al contrario, es uno de los tex- tos mds extrafios y decepcionante para el lector. Después de tan her- mosas promesas el texto aborda un problema, el hambre, y el com- portamiento de Abram con materia para escandalizarse. El relato se asemeja a otro episodio de la vida Abrahan y Sara (20,1-18), y a otro de la vida de Isaac y Rebeca (Gen 26, 1-14)*. Se han hecho muchas investigaciones sobre estos textos. Se ha estudiado la relacién entre ellos, sus semejanzas y diferencias, su interdependencia, la tradicién de cada uno de ellos“. Se ha intentado buscar las costumbres que esta- tian como trasfondo de estos textos®. A pesar de todos los esfuerzos, “HLS. PAPPAS, "Deception as Patriarchal Self-Defense in a Foreign Land: A Form Critical Study of the Wife-Sister Stories in Genesis", Greek Orthodox Theological Review, 29 (1984), pp.35-50; B. BECKING, K.A.D. SMELIK (eds.), Een patriarcha- le leugen: Het verhaal in Genesis 12 verschillend belicht, Baarn, Ten Have, 1989: T.D. ALEXANDER, "The Wife/Sister Incidents of Genesis: Oral Variants?", /rish Biblical ‘Studies, 11 (1989), pp.2-22; id., "Are the Wife/Sister Incidents of Genesis Literary Compositional Variants?", Vetus Testamentum, 42 (1992), pp. 145-153; P. BEAU- CHAMP, "Abram et Sari: La soeur- épouse, ou l'enigme du couple fondateur", Exégése et herméneustique: Comment lire la Bible?, CERIT, C. Coulot (dir.), "Lectio divina” 158, Paris, Cerf, 1994, pp. 11-50. * Cf. supra, pp. 7-8 * Cf. supra, pp. 27-29. 80 SEGUNDA PARTE: RELEER LA LEYENDA DE ABRAHAN el texto se presenta al lector con toda su crudeza. Nos confunde, y sin embargo forma parte del ciclo de Abrahan, donde desempefia su fun- cién. E] lector atin no ha leido los otros dos textos (20; 26), y tiene que comenzar por leer el texto donde esta, como primer texto tras la gran- diosa obertura. Abram tampoco sabe que vivira una aventura seme- jante més adelante en su vida. E] comienzo de la pericopa es facil de identificar (12,10), pero se discute cual sea el final. La estructura de conjunto sugiere que no acaba en 12,20 sino en 13,1. El texto comienza con una bajada, una marcha y acaba con una subida, un retorno. Asi tenemos un relato per- fectamente estructurado. a Bajada a Egipto (12,10) r—> b Discurso de Abram (12,1 1-13) ec Llegada a Egipto y accion de los egipcios (12,14-16) >d Intervencion de Yahvé (12,17) > b' Discurso del Faraén (12,18-19) —¢' Partida de Egipto y accion de los egipcios (12,20) —> 2’ Subida a Canaan (13,1) La bajada a Egipto (v.10). Abram acaba de abandonar su pais natal para dirigirse al pais que Yahvé le mostrara. Llegado a Canaan, Dios lc ha prometido dar esa tierra a su descendencia. Abram recorre el pais de norte a sur como para tomar simbélicamente posesién, y he aqui la primera cosa que le sucede: "sobrevino una carestia en el pais." El texto nos vuelve a situar claramente en el tema del pais. Pero van mal las cosas. {Qué hacer? "Abram bajé a Egipto para residir alli." Es fre- cuente la sequia en Canaan; el valle del Nilo en Egipto, por el contra- tio, produce abundancia de trigo. Con frecuencia Jacob enviara a sus hijos a Egipto, para comprar grano a José (Gen 42,1-5; 43,1). Abram, sin embargo, no baja a Egipto a comprar provisiones contra el ham- bre, sino para residir alli. El verbo denota que va a residir un periodo 81 ABRAHAN Y SU LEYENDA prolongado, quizas para siempre*. También un dia Israel, y por el mismo motivo, residira en Egipto (Gen 47,4). La decision de Abram sorprende después de la promesa de que su descendencia poseera el pais de Canaan. El abandono de la tierra prometida compromete seria- mente el cumplimiento de la promesa de la posesin del pais. El texto no emite ningun juicio moral de la accion de Abram, no le acusa de falta de fe o confianza, no se preocupa de sus intenciones. La unica explicacién del texto a la accién de Abram es "que el hambre apretaba". Abram no va siguiendo una invitacién divina, como en el momento de su llamada. El primer versiculo repite la palabra "ham- bre" y la palabra "pais" sugiriendo a las claras que la promesa del pais es central en el relato. El discurso de Abram (vv. 11-13). Cerca de la frontera, Abram se dirige a su mujer Saray. Habia, pues, descendido con su marido a Egipto sin ser consultada. Todo gira en torno a la belleza de Saray y el "ver" esta belleza: "Eres una mujer hermosa de ver" (literalmente) (v.11) y los egipcios "te veran" (v.12; cf. v.14). Esta belleza pudo ser un elemento positivo en la relacién amorosa entre Abram y Saray (Cant 1,15-16), gozo del hombre y orgullo de la mujer. Ahora es un elemento negativo y causa de temor, de peligro de muerte, de recha- ZO, ya que puede suscitar las pasiones de los egipcios, que no se limi- taran a "ver". Abram parece saber adénde puede llevar la pasion. Teme, "me mataran y a ti te dejaran viva". No puede aceptar que él muera y ella viva. Pensamos en el mandato del Faraon a las comadro- nas en tiempos en que Israel residia en Egipto: "Si es nifio lo matais, si es nifia la dejais con vida" ( Ex 1,11; cf. 1,22). Ahora, por primera vez en el ciclo, se supone que Saray habla. Abram insiste: "mira, te ruego", "por favor, di." No le deja mucho a elegir. Lo que le pide decir es rechazar su propia identidad. Su prime- ra palabra no puede ser verdad sino mentira. Abram lo pide por pro- “ W. VOGELS, "L'immigrant dans la maison d'Israel", "Ot demeures-tu?”: La maison depuis le monde biblique. En hommage au professeur Guy Couturier, J.C. Petit, A. Charron, A. Myre (eds.), Montréal, Fides, 1994, pp. 227-244. 82 SEGUNDA Parte: RELEER LA LEYENDA DE ABRAHAN pio interés: "para que me traten bien en atencién a ti." Abram se inte- resa en su propia vida y no en lo que pueda pasar a Saray. Pocas muje- res han podido salir con vida del harén del Faraén. Lo que Abram dice puede ser mds grave todavia. "Por tu causa" podria también traducir- se: "por tu precio". El asi llamado hermano quiere vender a su "her- mana", como los ricos venden a los pobres "por un par de sandalias" (Am 2,6; 8,6). El comportamiento de Abram es chocante e irritante. Ninguna cos- tumbre ni razon puede justificar tal conducta. La mujer se ha conver- tido en un objeto del que se sirve y se aprovecha, del que se dispone y se desembaraza. Se supone que Saray se presté al juego. Pero esta historia tiene otro alcance en el ciclo de Abrahan. Abram ha puesto en peligro la promesa del pais abandonando la tierra prometida y pone igualmente en peligro la promesa de la descendencia entregando a Saray en manos de los egipcios. Es verdad que es estéril, pero Dios prometiéd a Abram tener descendencia. Esta promesa implica que lo imposible puede llegar a ser posible. Por esta accién de Abram, lo imposible ciertamente ya no es posible. Abram se ha enredado en una ted de Ja que no sabe cémo librarse. La llegada a Egipto y la accién de los egipcios (vv.14-16). "De hecho", sucede lo que Abram habia previsto. Los egipcios "vieron" que Saray no solamente era bella, sino "muy bella". Es objeto de la mirada de los egipcios y luego de los oficiales del Faradn. Cuando ponderan su belleza al Faraén, no le basta la mirada. "Fue tomada" en casa del Faraon. La Biblia emplea la expresién "tomar una mujer" en las gestiones matrimoniales (22,1). El texto recuerda la historia de Eva, quien viendo que el fruto era seductor a la "vista", lo "tomé" (Gen 3,6). El texto no dice si Saray ha hablado o no, si ha pretendido pasar como una hermana de Abram. El texto ni siquiera menciona el nombre de Saray, se ha convertido en "Ia mujer". No es sino un objeto de deseo y placer sexual. Los ricos y poderosos pueden apropiarse de las mujeres como quieren y abusar de ellas. Los hijos de Dios podian permitirse- lo: "vieron que las hijas de los hombres eran bellas, escogierop algu 83

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