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PREVENCION
Aunque las necesidades fisiolgicas cotidianas varan segn la edad, sexo, peso, estado
fisiolgico (crecimiento, embarazo, lactancia), nivel de actividad fsica, estado de salud, etc
nuestro cuerpo no necesita consumir cantidades elevadas de sal.
La Organizacin Mundial de la Salud (OMS) y otras instituciones sanitarias internacionales,
tras llevar a cabo estudios que prueban la relacin entre las necesidades de sodio, el
consumo de sal en exceso y las enfermedades cardiovasculares, recomienda para la
poblacin en general con una vida sana y sin esfuerzos prolongados, el consumo medio de
5g de sal al da, lo que equivale a una cucharadita de sal llena (tamao de las de caf) o a 2g
de sodio al da y que se garantice que sea sal yodada*.
El consumo excesivo de sal es un importante factor de riesgo de sufrir hipertensin arterial,
lo que a su vez aumenta la posibilidad de enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular.
De hecho, la Agencia Espaola de Seguridad Alimentaria y Nutricin (AESAN) seala que
reducir la ingesta de sal a la mitad "podra evitar miles de muertes cada ao por isquemia
cerebral e infartos". Sin embargo, aunque las advertencias y las recomendaciones son claras,
no siempre parece sencillo conseguir ese objetivo. Lo interesante es que el gusto por la sal es
adquirido, de modo que se puede modificar y educar hasta lograr que disminuya. A medida
que se ingiere menos sal, la preferencia por lo salado tambin se reduce. Para ello, pueden
servir los siguientes consejos: