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LAGOS DEL VALLE DE MÉXICO a laguna es inmensa, como un brazo de mar.

a laguna es inmensa, como un brazo de mar. Desde crita en las fuentes coloniales corresponde con la que

L lejos, la isla mayor parece blanca, por estar cubierta


de casas y templos. Sus habi-
hoy se denomina Flores, en el lago Petén Itzá. Allí pare-
ce haber estado la capital occiden-

CONQUISTAS LACUSTRES tantes tienen fama de ser gente muy


ejercitada en la guerra, e infunden
temor en los pueblos de las riberas,
muchos de los cuales se identifican
Este ensayo es un
acercamiento a las
tal de los itzaes, pero hay indicios
de otra capital, acaso más impor-
tante, hacia el oriente: la isla de To-
poxté, en el lago Yaxhá.) Después

TENOCHTITLAN (1519-1521) como sus vasallos. Hoy el señor de


aquella ciudad ha venido a recibir
a los visitantes en son de paz; les
circunstancias lacustres
de las ciudades capitales
de la visita, Cortés y sus hombres
abandonan la isla y se alejan del
lago Petén Itzá, sin dejar más ras-
lleva comida, ofrece conducirlos a tro de su presencia que un caballo
de mexicas e itzaes, y
TAYASAL (1525-1696) través del lago, y obsequia a Cor-
tés un sartal de caracoles colorados un reconocimiento de
herido cuyo cuidado encomiendan
a Canek.
“que ellos tienen en mucho”. Años atrás, Cortés había sido re-
PABLO ESCALANTE GONZALBO El señor no se muestra hostil a la influencia que estas cibido en Tenochtitlan con simila-
los cristianos, incluso declara que res muestras de amistad: los mis-
ya tenía noticia, por sus libros, de
circunstancias tuvieron en mos caracoles colorados, alimentos
que ellos llegarían, y parece dis- el tipo de aproximación y y buena disposición para hospe-
puesto a colocar una cruz en algún darlo en la ciudad. En ambos casos,
recinto de la ciudad. Pero esta pa- conquista que los españoles Cortés y sus hombres “fueron con-
rada ha sido sólo una escala en la ducidos”, llevados de las orillas al
expedición al Golfo de Honduras.
realizaron de ellas. interior de la ciudad, y en ese solo
Así que no hay rito político ni re- hecho ya se ponía de manifiesto la
ligioso que selle la amistad con Canek, señor de Taya- ventaja defensiva de estas ciudades insulares; ambas ac-
sal. (La isla donde se alojaba la ciudad de Tayasal des- cesibles por vía navegable, y Tenochtitlan, además, como

REPROGRAFÍA: MARCO ANTONIO PACHECO / RAÍCES


Las escenas de la lucha en el lago, la
aglomeración de heridos y muertos en los
canales, han permanecido en la memoria
colectiva como los episodios más dramáticos
de la conquista de México. “Noche triste”.
Francisco Javier Clavijero, Historia Los españoles, superados en ocasiones por la defensa acuática de Tenochtitlan, pero fortalecidos
antigua de México y de su Conquista. al fin por sus embarcaciones. Al fondo, el español con escudo solar se enfrenta al indígena cuyo
REPROGRAFÍA: MARCO ANTONIO PACHECO/ RAÍCES vestido lleva el diseño de agua. Alegoría de la conquista en el Códice Azcatitlan, lám. XXV.

44 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA CONQUISTAS LACUSTRES / 45


LAGOS DEL VALLE DE MÉXICO a laguna es inmensa, como un brazo de mar. Desde crita en las fuentes coloniales corresponde con la que

L lejos, la isla mayor parece blanca, por estar cubierta


de casas y templos. Sus habi-
hoy se denomina Flores, en el lago Petén Itzá. Allí pare-
ce haber estado la capital occiden-

CONQUISTAS LACUSTRES tantes tienen fama de ser gente muy


ejercitada en la guerra, e infunden
temor en los pueblos de las riberas,
muchos de los cuales se identifican
Este ensayo es un
acercamiento a las
tal de los itzaes, pero hay indicios
de otra capital, acaso más impor-
tante, hacia el oriente: la isla de To-
poxté, en el lago Yaxhá.) Después

TENOCHTITLAN (1519-1521) como sus vasallos. Hoy el señor de


aquella ciudad ha venido a recibir
a los visitantes en son de paz; les
circunstancias lacustres
de las ciudades capitales
de la visita, Cortés y sus hombres
abandonan la isla y se alejan del
lago Petén Itzá, sin dejar más ras-
lleva comida, ofrece conducirlos a tro de su presencia que un caballo
de mexicas e itzaes, y
TAYASAL (1525-1696) través del lago, y obsequia a Cor-
tés un sartal de caracoles colorados un reconocimiento de
herido cuyo cuidado encomiendan
a Canek.
“que ellos tienen en mucho”. Años atrás, Cortés había sido re-
PABLO ESCALANTE GONZALBO El señor no se muestra hostil a la influencia que estas cibido en Tenochtitlan con simila-
los cristianos, incluso declara que res muestras de amistad: los mis-
ya tenía noticia, por sus libros, de
circunstancias tuvieron en mos caracoles colorados, alimentos
que ellos llegarían, y parece dis- el tipo de aproximación y y buena disposición para hospe-
puesto a colocar una cruz en algún darlo en la ciudad. En ambos casos,
recinto de la ciudad. Pero esta pa- conquista que los españoles Cortés y sus hombres “fueron con-
rada ha sido sólo una escala en la ducidos”, llevados de las orillas al
expedición al Golfo de Honduras.
realizaron de ellas. interior de la ciudad, y en ese solo
Así que no hay rito político ni re- hecho ya se ponía de manifiesto la
ligioso que selle la amistad con Canek, señor de Taya- ventaja defensiva de estas ciudades insulares; ambas ac-
sal. (La isla donde se alojaba la ciudad de Tayasal des- cesibles por vía navegable, y Tenochtitlan, además, como

REPROGRAFÍA: MARCO ANTONIO PACHECO / RAÍCES


Las escenas de la lucha en el lago, la
aglomeración de heridos y muertos en los
canales, han permanecido en la memoria
colectiva como los episodios más dramáticos
de la conquista de México. “Noche triste”.
Francisco Javier Clavijero, Historia Los españoles, superados en ocasiones por la defensa acuática de Tenochtitlan, pero fortalecidos
antigua de México y de su Conquista. al fin por sus embarcaciones. Al fondo, el español con escudo solar se enfrenta al indígena cuyo
REPROGRAFÍA: MARCO ANTONIO PACHECO/ RAÍCES vestido lleva el diseño de agua. Alegoría de la conquista en el Códice Azcatitlan, lám. XXV.

44 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA CONQUISTAS LACUSTRES / 45


sabemos, por sus cuatro calzadas
principales. Mientras se adentraba en
Tenochtitlan, Cortés no dejaba de per-
cibir la astucia del emplazamiento Los barcos fueron
para efectos defensivos, y pasa de la fundamentales en la
admiración al nerviosismo al obser-
var esos puentes de madera que se estrategia de Cortés para
quitan y se ponen. En su arribo a Ta- tomar Tenochtitlan. En
yasal, seis años después, subido en
una piragua y rodeado de guerreros las orillas de Tetzcoco se
itzaes, parece bastante tranquilo; todo improvisó el astillero y
su afán está en llegar a la costa y cas-
tigar a Olid, y no tiene ninguna am- con los barcos en el agua
bición puesta en este lago. el avance sobre México
LAGUNA Y MARINEROS fue devastador. Las
piezas de artillería se
REPROGRAFÍA: MARCO ANTONIO PACHECO / RAÍCES

La prisa que se da Cortés en mandar


hacer cuatro bergantines, tan pronto operaban desde los
como llega a Tenochtitlan, nos habla barcos y demolían las

REPROGRAFÍA: MARCO ANTONIO PACHECO / RAÍCES


de la rapidez con que comprendió
que sólo podría controlar la situación defensas indígenas.
con un ejército capaz de moverse por
el agua. Estos primeros barcos fue-
ron destruidos por los mexicas cuan-
do se iniciaron las hostilidades, tras
El pintor indígena se inspira en grabados de las grandes ciudades y puertos la matanza perpetrada por Alvarado,
del mundo. Portada del libro de la conquista. Códice Florentino, lib. XII. y por eso los españoles y sus aliados
se vieron obligados a huir por tierra, Códice Florentino, lib. XII, f. 56r.
utilizando la calzada de Tacuba, con
un resultado catastrófico.
Los acercamientos españoles a la
isla de Tayasal, desde 1525 hasta 1696,
tienen más de visitas diplomáticas que
de verdaderos intentos de someti-
miento, si bien hubo un par de oca-
siones en que los indios atacaron a los
advenedizos. La visita de los frailes
Orbita y Fuensalida, en 1618, conclu-
yó con una amable despedida del se-
ñor de los itzaes, quien declaró que
todavía no estaban listos para el cris-
tianismo y puso a sus visitantes de
nuevo en la orilla del lago. Fray An-
drés de Avendaño, en 1696, obtuvo
mejores resultados, pues logró bauti-
REPROGRAFÍA: MARCO ANTONIO PACHECO / RAÍCES

zar a unos trescientos itzaes y ense-

REPROGRAFÍA: MARCO ANTONIO PACHECO / RAÍCES


ñar algo de catecismo, gracias a su
buen conocimiento del maya yucate-
co, hasta que llegó el momento de
despedirse y volver a tierra firme. La
condición insular de Tayasal y su en-
torno selvático exigían algo más que
entrevistas ocasionales para producir
una subordinación efectiva. En los me-
El ejército español avanza de Cuauhtitlan a Tlacopan, para iniciar ses posteriores a la visita de Avenda-
el sitio de Tenochtitlan. Códice Florentino, lib. XII, f. 54r. ño, cuando el general Ursúa se pro- Fray Diego Durán, Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, cap. LXXVII.

46 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA CONQUISTAS LACUSTRES / 47


sabemos, por sus cuatro calzadas
principales. Mientras se adentraba en
Tenochtitlan, Cortés no dejaba de per-
cibir la astucia del emplazamiento Los barcos fueron
para efectos defensivos, y pasa de la fundamentales en la
admiración al nerviosismo al obser-
var esos puentes de madera que se estrategia de Cortés para
quitan y se ponen. En su arribo a Ta- tomar Tenochtitlan. En
yasal, seis años después, subido en
una piragua y rodeado de guerreros las orillas de Tetzcoco se
itzaes, parece bastante tranquilo; todo improvisó el astillero y
su afán está en llegar a la costa y cas-
tigar a Olid, y no tiene ninguna am- con los barcos en el agua
bición puesta en este lago. el avance sobre México
LAGUNA Y MARINEROS fue devastador. Las
piezas de artillería se
REPROGRAFÍA: MARCO ANTONIO PACHECO / RAÍCES

La prisa que se da Cortés en mandar


hacer cuatro bergantines, tan pronto operaban desde los
como llega a Tenochtitlan, nos habla barcos y demolían las

REPROGRAFÍA: MARCO ANTONIO PACHECO / RAÍCES


de la rapidez con que comprendió
que sólo podría controlar la situación defensas indígenas.
con un ejército capaz de moverse por
el agua. Estos primeros barcos fue-
ron destruidos por los mexicas cuan-
do se iniciaron las hostilidades, tras
El pintor indígena se inspira en grabados de las grandes ciudades y puertos la matanza perpetrada por Alvarado,
del mundo. Portada del libro de la conquista. Códice Florentino, lib. XII. y por eso los españoles y sus aliados
se vieron obligados a huir por tierra, Códice Florentino, lib. XII, f. 56r.
utilizando la calzada de Tacuba, con
un resultado catastrófico.
Los acercamientos españoles a la
isla de Tayasal, desde 1525 hasta 1696,
tienen más de visitas diplomáticas que
de verdaderos intentos de someti-
miento, si bien hubo un par de oca-
siones en que los indios atacaron a los
advenedizos. La visita de los frailes
Orbita y Fuensalida, en 1618, conclu-
yó con una amable despedida del se-
ñor de los itzaes, quien declaró que
todavía no estaban listos para el cris-
tianismo y puso a sus visitantes de
nuevo en la orilla del lago. Fray An-
drés de Avendaño, en 1696, obtuvo
mejores resultados, pues logró bauti-
REPROGRAFÍA: MARCO ANTONIO PACHECO / RAÍCES

zar a unos trescientos itzaes y ense-

REPROGRAFÍA: MARCO ANTONIO PACHECO / RAÍCES


ñar algo de catecismo, gracias a su
buen conocimiento del maya yucate-
co, hasta que llegó el momento de
despedirse y volver a tierra firme. La
condición insular de Tayasal y su en-
torno selvático exigían algo más que
entrevistas ocasionales para producir
una subordinación efectiva. En los me-
El ejército español avanza de Cuauhtitlan a Tlacopan, para iniciar ses posteriores a la visita de Avenda-
el sitio de Tenochtitlan. Códice Florentino, lib. XII, f. 54r. ño, cuando el general Ursúa se pro- Fray Diego Durán, Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, cap. LXXVII.

46 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA CONQUISTAS LACUSTRES / 47


puso someter definitivamente a los itzaes, hizo lo mis- CABALLOS LACUSTRES
mo que Cortés había hecho casi dos siglos atrás: puso
barcos en la laguna, y en pocos días terminó con la Es probable que la colocación de las cabezas de los
independencia del último señorío mesoamericano. caballos en el tzompantli durante la guerra de Te-
nochtitlan haya sido un dato conocido por los habi-
BATALLAR EN EL LODO tantes de la Nueva España en las décadas posterio-
res; también es probable que haya sido del dominio
Los 12 bergantines empleados en el asedio final de público la sorpresa e inquietud que, en general, tu-
Tenochtitlan fueron una pieza clave del triunfo vieron los indígenas al ver por primera vez los ca-
de Cortés. Sin estos tres factores desconocidos por ballos de los españoles y a sus jinetes disparando
los mexicas: barcos, pólvora y viruela, la isla no ha- sobre la montura. (López de Gómara difundía en su
bría sido vencida como lo fue, y quizá habría sido obra la sorpresa de los indios frente a los caballos,
conquistada en otra fecha, por otro ejército. Pero los y la decapitación de algunas bestias durante el sitio
barcos no resolvieron totalmente el problema de la de Tenochtitlan.) Lo cierto es que, cuando los pa-
aproximación a los bastiones indígenas; el avance dres Orbita y Fuensalida visitaron la isla de Tayasal,
debía consolidarse por las calles y calzadas, y los en la segunda década del XVII, vieron en uno de los
mexicas las aprovecharon al máximo para su defen- templos la escultura de lo que tomaron por un ca-
sa. Los españoles arrojaban escombro para cegar los ballo, sentado en sus ancas “y levantado sobre las
canales y moverse con libertad, y durante la noche manos”, y supieron que los indios lo adoraban con

FOTO: FULVIO ECCARDI


los mexicas retiraban la obstrucción y dejaban nue- el nombre de Tzimin Chac. Orbita golpeó la escul-
REPROGRAFÍA: MARCO ANTONIO PACHECO / RAÍCES

vamente abiertos los canales. tura con bíblica furia y la destruyó parcialmente.
Poco antes de llegar a la plaza de Tlatelolco, la Ocho décadas después, Avendaño vio la misma es-
guarnición encabezada por Cortés cometió el error cultura y pudo observar, además, un hueso largo,
El lago Petén Itzá, defensa natural del antiguo reino de Tayasal.
de dejar sin cegar uno de los canales que cruzaron, como de caballo, guardado con esmero en una caja.
pues iban confiados al ver que los mexicas se aleja- Orbita y Fuensalida habían leído a López de Góma-
ban. Cuando los mexicas dieron media vuelta y em- ra y pensaron que se trataba de una imagen del ca-
pezaron a combatir, los españoles no tuvieron más ballo que Cortés había encomendado a Canek. Aven-
remedio que retroceder, lo cual les llevó de regre- daño debía conocer ya la obra de Bernal Díaz y sin
so al canal abierto, donde un solo puente pequeño duda había leído a Cogolludo, quien aderezaba el
Con este dibujo, inspirado en un grabado de la batalla de Lepanto, era insuficiente para permitir la retirada; los espa- relato de Orbita y Fuensalida y afianzaba la leyen-
el artista indígena recuerda la flota de 12 naves empleadas en
ñoles y sus aliados cayeron en el agua fangosa. Al- da del caballo divinizado; influido por estas lectu-
el asedio final de Tenochtitlan. Códice Florentino, lib. XII, f. 55r.
gunos se ahogaron, otros fueron heridos y tomados ras, quiso ver en el hueso una reliquia del caballo
prisioneros; Cortés mismo fue capturado y sólo lo- abandonado por el conquistador. Lo más probable
gró salvarse gracias al sacrificio de Cristóbal de Olea es que ambos se hayan equivocado: aquella escul-

FOTO: CLAUDIO CONTRERAS KOOB


que acudió a socorrerle. Los mexicas capturaron en tura debe haber sido la imagen de un tapir (un al-
ese zafarrancho a cincuenta y tres españoles y cua- tar-tapir, como el de Kaminaljuyú), animal sagrado
tro caballos: los sacrificaron a todos y ensartaron sus para los mayas, vinculado con el trueno por el fra-
cabezas en un pequeño tzompantli improvisado so- gor de su pataleo cuando huye de una amenaza (de
bre un momoztli, tal como lo atestiguaron sus com- ahí el nombre Tzimin-Chac). Además, lo vieron sen-
pañeros, entristecidos, unos días después. tado a la manera en que los tapires –y no los caba-
llos– lo hacen, con las patas delanteras estiradas. En La reverencia que los mayas tenían por el tapir puede haber dado
pie a la leyenda española de que adoraban al caballo. El agua
cuanto al hueso, debe haber sido un trofeo, pues es un medio predilecto del tapir, que en los lagos del Petén
era costumbre que quien lograba matar a un tapir prehispánico debe haber sido especialmente abundante.
conservara un pedazo del animal “para Memoria”,
como dice Landa. El lago Petén Itzá y sus alrededo-
REPROGRAFÍA: MARCO ANTONIO PACHECO / RAÍCES

res ofrecían al tapir, ágil nadador y buen buceador,


REPROGRAFÍA: MARCO ANTONIO PACHECO / RAÍCES

el mejor hábitat del mundo.


Los caballos carecen de la agilidad nadadora de
los tapires, y por eso cuando Cortés se aleja del lago
Petén Itzá se encuentra de pronto varado en un es-
tero, con el agua hasta la cincha, y el caballo quie-
to, sin saber que hacer.
___________________________
Pablo Escalante Gonzalbo. Doctor en historia por la UNAM. Se
interesa especialmente por temas de historia de la cultura e
Los mexicas extraen cadáveres de hombres y caballos historia del arte, y se ha ocupado de procesos que atañen a Altar de piedra que representa a un tapir, animal
de los canales de México después de la retirada de Pequeño tzompantli con cabezas de españoles los grupos indígenas de la meseta central de México antes y sagrado para los mayas. Kaminaljuyú, Guatemala.
la “noche triste”. Códice Florentino, lib. XII, f. 45r. y de caballos. Códice Florentino, lib. XII, f. 68r. después de la conquista. Es investigador de la UNAM. BASADO EN NAVARRETE, 1992. ILUSTRACIÓN DIGITAL: SAMARA VELAZQUEZ / RAÍCES

48 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA CONQUISTAS LACUSTRES / 49


puso someter definitivamente a los itzaes, hizo lo mis- CABALLOS LACUSTRES
mo que Cortés había hecho casi dos siglos atrás: puso
barcos en la laguna, y en pocos días terminó con la Es probable que la colocación de las cabezas de los
independencia del último señorío mesoamericano. caballos en el tzompantli durante la guerra de Te-
nochtitlan haya sido un dato conocido por los habi-
BATALLAR EN EL LODO tantes de la Nueva España en las décadas posterio-
res; también es probable que haya sido del dominio
Los 12 bergantines empleados en el asedio final de público la sorpresa e inquietud que, en general, tu-
Tenochtitlan fueron una pieza clave del triunfo vieron los indígenas al ver por primera vez los ca-
de Cortés. Sin estos tres factores desconocidos por ballos de los españoles y a sus jinetes disparando
los mexicas: barcos, pólvora y viruela, la isla no ha- sobre la montura. (López de Gómara difundía en su
bría sido vencida como lo fue, y quizá habría sido obra la sorpresa de los indios frente a los caballos,
conquistada en otra fecha, por otro ejército. Pero los y la decapitación de algunas bestias durante el sitio
barcos no resolvieron totalmente el problema de la de Tenochtitlan.) Lo cierto es que, cuando los pa-
aproximación a los bastiones indígenas; el avance dres Orbita y Fuensalida visitaron la isla de Tayasal,
debía consolidarse por las calles y calzadas, y los en la segunda década del XVII, vieron en uno de los
mexicas las aprovecharon al máximo para su defen- templos la escultura de lo que tomaron por un ca-
sa. Los españoles arrojaban escombro para cegar los ballo, sentado en sus ancas “y levantado sobre las
canales y moverse con libertad, y durante la noche manos”, y supieron que los indios lo adoraban con

FOTO: FULVIO ECCARDI


los mexicas retiraban la obstrucción y dejaban nue- el nombre de Tzimin Chac. Orbita golpeó la escul-
REPROGRAFÍA: MARCO ANTONIO PACHECO / RAÍCES

vamente abiertos los canales. tura con bíblica furia y la destruyó parcialmente.
Poco antes de llegar a la plaza de Tlatelolco, la Ocho décadas después, Avendaño vio la misma es-
guarnición encabezada por Cortés cometió el error cultura y pudo observar, además, un hueso largo,
El lago Petén Itzá, defensa natural del antiguo reino de Tayasal.
de dejar sin cegar uno de los canales que cruzaron, como de caballo, guardado con esmero en una caja.
pues iban confiados al ver que los mexicas se aleja- Orbita y Fuensalida habían leído a López de Góma-
ban. Cuando los mexicas dieron media vuelta y em- ra y pensaron que se trataba de una imagen del ca-
pezaron a combatir, los españoles no tuvieron más ballo que Cortés había encomendado a Canek. Aven-
remedio que retroceder, lo cual les llevó de regre- daño debía conocer ya la obra de Bernal Díaz y sin
so al canal abierto, donde un solo puente pequeño duda había leído a Cogolludo, quien aderezaba el
Con este dibujo, inspirado en un grabado de la batalla de Lepanto, era insuficiente para permitir la retirada; los espa- relato de Orbita y Fuensalida y afianzaba la leyen-
el artista indígena recuerda la flota de 12 naves empleadas en
ñoles y sus aliados cayeron en el agua fangosa. Al- da del caballo divinizado; influido por estas lectu-
el asedio final de Tenochtitlan. Códice Florentino, lib. XII, f. 55r.
gunos se ahogaron, otros fueron heridos y tomados ras, quiso ver en el hueso una reliquia del caballo
prisioneros; Cortés mismo fue capturado y sólo lo- abandonado por el conquistador. Lo más probable
gró salvarse gracias al sacrificio de Cristóbal de Olea es que ambos se hayan equivocado: aquella escul-

FOTO: CLAUDIO CONTRERAS KOOB


que acudió a socorrerle. Los mexicas capturaron en tura debe haber sido la imagen de un tapir (un al-
ese zafarrancho a cincuenta y tres españoles y cua- tar-tapir, como el de Kaminaljuyú), animal sagrado
tro caballos: los sacrificaron a todos y ensartaron sus para los mayas, vinculado con el trueno por el fra-
cabezas en un pequeño tzompantli improvisado so- gor de su pataleo cuando huye de una amenaza (de
bre un momoztli, tal como lo atestiguaron sus com- ahí el nombre Tzimin-Chac). Además, lo vieron sen-
pañeros, entristecidos, unos días después. tado a la manera en que los tapires –y no los caba-
llos– lo hacen, con las patas delanteras estiradas. En La reverencia que los mayas tenían por el tapir puede haber dado
pie a la leyenda española de que adoraban al caballo. El agua
cuanto al hueso, debe haber sido un trofeo, pues es un medio predilecto del tapir, que en los lagos del Petén
era costumbre que quien lograba matar a un tapir prehispánico debe haber sido especialmente abundante.
conservara un pedazo del animal “para Memoria”,
como dice Landa. El lago Petén Itzá y sus alrededo-
REPROGRAFÍA: MARCO ANTONIO PACHECO / RAÍCES

res ofrecían al tapir, ágil nadador y buen buceador,


REPROGRAFÍA: MARCO ANTONIO PACHECO / RAÍCES

el mejor hábitat del mundo.


Los caballos carecen de la agilidad nadadora de
los tapires, y por eso cuando Cortés se aleja del lago
Petén Itzá se encuentra de pronto varado en un es-
tero, con el agua hasta la cincha, y el caballo quie-
to, sin saber que hacer.
___________________________
Pablo Escalante Gonzalbo. Doctor en historia por la UNAM. Se
interesa especialmente por temas de historia de la cultura e
Los mexicas extraen cadáveres de hombres y caballos historia del arte, y se ha ocupado de procesos que atañen a Altar de piedra que representa a un tapir, animal
de los canales de México después de la retirada de Pequeño tzompantli con cabezas de españoles los grupos indígenas de la meseta central de México antes y sagrado para los mayas. Kaminaljuyú, Guatemala.
la “noche triste”. Códice Florentino, lib. XII, f. 45r. y de caballos. Códice Florentino, lib. XII, f. 68r. después de la conquista. Es investigador de la UNAM. BASADO EN NAVARRETE, 1992. ILUSTRACIÓN DIGITAL: SAMARA VELAZQUEZ / RAÍCES

48 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA CONQUISTAS LACUSTRES / 49

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