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“(Sal de mi cabezal”, grita el personaje, puro misculo. A la dis. juna telépata tan poderosa como bella esti haciéndolo “ver” cosas. mas del pasado, recuerdos, amigos que murieron y vuelven y pare- ales. “Escucha” voces que no estin ahi. La dominacién mental es curso argumental frecuente en las historietas de superhéroes. Es la los protagonistas de nuestra serie favorita a volverse contra migos, a destrozar y atacar a quienes mas quieren. Muchas veces el de turno lo logra simplemente alterando sus sentidos. de operaciones telépata no se ocupa de la mente de los dems? Si 1 Ja informacién que las distintas terminales nerviosas de nuestro © le ofrecen y las transforma en lo que percibimos, en lo que ve= mos, olfateamos, saboreamos y sentimos como “realidad”, edidda que crecemos y maduramos, el sistema nervioso cent erebelo, bulbo raquideo, médula espinal) y el periférico erecorren todo el cuerpo) van contribuyendo a un gran nico” de sensaciones. Los estimulos “entran”, son transformadi gia cléctrica y asi, en un proceso denominado “transducci6n”, Poran como datos en nuestro cerebro. Por los relatos de otros o Propias vamos conociendo las variedades y sutilezas del de los sentidos y, claro, las historias que nos cuentan y leemos n el deseo de sentir mas (0 menos) y mejor. junto de estimulos decodificados, clasificados y almacenados ncéfalo se lo conoce como “memoria sensorial” y, si nos ponemos 44 quién no le ha sucedido que, a partir de un olor o sabor de cia, recuerda una escena entera? La percepcién puede resultar ida o disminuida, por razones naturales o artficiales. 164 Clonca y supemsroes Para que lo sient fen carne propia) 155 La telepatia, que en las historietas se naturaliza, no es mas de contar con mis sentidos que los existentes. Silo meditamos un rato, resulta espelumante... La mente de otro ser sondeéndonos los pensa- (os, eembrando recuerdos falsos, modificando desde afuera nuestro andamiaje deductivo? Por algo hemos ido adaptaindonos a la vida en este planeta sin semejante intromisi6n a la intimidad, Los personajes con la i fuerza mental suficiente como para generar una onda energética jos, atraviese Ta barrera de su cuerpo y penetre en otro suelen te cexhaustos luego de la experiencia, Al menos esto si se correspond con cl saber cientifico: el telépata gastaria tanta energfa en el proceso que su cerebro quedaria colapsado durante un buen rato. Sucede en muchos ‘asos (y no piensen sélo en el profesor Charles Xavier 0 en la Dra. Jean ‘), (neha pele Bote Gutieg Grey de X-Men) que los telépatas quieren dominar a toda la humaniad facto, Aunque el tact, en rigor, es una suma de pequefios sistema de la peor manera. Ser esclavos desde la raz misma del pensamiento ercepcion que mi entienden personajes como r \tenciGn personal de efiar la realidad a partir del propio conocimiento, " la nariz, los ofdos, la lengua s guionistas han dado rienda suelta a su creatividad a la hora de gestar jes con los sentidos agudizados. Tradicionalmente, entendemos Siniestro y Brainiac. ‘Algo muy interesante a tener en cuenta antes de adentramos en el mds desarrollados en los hé fe en los héroes de histories cnn de lx supersentos esque cada expec anna pereibe dec 10 elovdo, Una vita mperagudaoincan una ion fayosX, esl deseo de cuanto miope (0 vy recora los cuadriton , los que ven bien reconocen que no estarfa de mis hacerlo mejor extpacteeatl . Vivimos en una era en que la imagen es soberana, y la zona oc- dichas flores absorben rayos luminicos de ciertas longitudes de onda. del cerebro, que gobierna este sentido, es la que recibe la mayor color rejo, pero no ~por ejemplo- i i . Paradéjicamente, nuestros ojos se las ultravioletas, Un insecto veré las ultravioletas y no las rojas, puesto n de mirar tanto todo el tiempo y el uso de anteojos es cada ver mis ue su sentido de la i volara sobre un campo de flores tanto en la vida real como en la de los personajes, que suelen travioletas. Cuan importante es esto? Pues de c6mo sintamos el mun- para “camuflarse” en la sociedad. : Mt supervisién implicaria, necesariamente, una superreti aL nombre de la parte del ojo donde se “imprimen” la cambio, s6lo perciben esos cambios. Y cada esp sus percepciones y con I experiencia que extajo de Pero el comportamiento general de la especie es sélo el “marco” del asunto: cémo se decodifica cada impulso nervioso y se le otorga un sign olfato de Guepardo. Su membrana olfitoria grande ycontene clas que ade unser humane noma 67 Score cr capa estas expres sa eat rho Yen Bache cue oo cane catidew. De hecho, huele "tanto" ya distintas disciplinas, en particular la epistemiologia, apoyandose en otros “tapar” 7 inos cigarros de olor penetrante pos Jd saber, comote sii, emicoge, om rxroog vere tapar” un poco "oeeanirenaanemiee as or ota parte su regeneracion 186 Ciencia y superhroes, Para que osiontan (en carne propia) 157 paz de desarrolla los dems para que su cuerpo y su cons glad se adapten a una nueva vida, Como s fuera un murciglago, I fabrica” imagenes utilizandlo su memoria, las vibraciones so, Ios estimulosolftoros y la sensibilidad de las lula de va piel que el sistema de percepcién dela realidad esta siempre en conser nydeahi que podamos adaptarnosala falta (temporal o definitiva) de entido enfocandlo nuestra atencién en los otros. nos hacen perder el : irectamente imposible) percibilas. yejemplo de esto es la “anosmia’, es decir, la falta de olfato. Y como fato y el gusto estin estrechamente vinculados, las personas que la ‘celular permanente (esa capacidad que le permite cicatrizar sus heridas cen pocos segundos) podria ser la causante de que jamas logre acostum. brarse a la presencia de estimulos odoriferos penetrantes. Otro personaje afectado por un sentido extremadamente agudo es Su- perman: debe hacer un esfuerzo constante (incorporado y naturalizado, luego de mucha practica) para “fltrar” todos los sonidos que escucha, para no verse aturdido por ruidos que atraviesan ~incluso~ el océano, @Cémo seria para un set humano vivir con semejante capacidad para escucharlo todo? :No resultaria enloquecedora tamatia invasion senso- rial? Un oido normal capta los sonidos que vibran més de 16 y menos de 20 000 veces por segundo, gracias a unas células pilosas sensibles a las vibraciones que se encuentran agrupadas en lo que se conoce como

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