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Que el Evangelio ntegro, es decir, el Evangelio sin recortes ni mutilaciones,

slo puede ser entendido y vivido por los msticos, tanto ms cuanto ms
simples sean esos msticos.
Me refiero a los msticos que nunca saben que lo son. Los msticos que pasan por
gente normal y que, por eso, a nadie le llaman la atencin. Se trata de los msticos que son buenas personas. Ni ms ni menos que eso. Buenas personas
incluso en las circunstancias ms duras de la vida, en las estrecheces de un
sueldo que no llega a fin de mes, en la inseguridad de un trabajo precario, en la
soledad del que tiene que vivir una cultura diferente, en la pesadez de una
convivencia en la que nadie te comprende, en la enfermedad sin esperanza de
curacin, en la vejez que se vive sin amargura ni resentimiento, en el anonimato
del que nunca es una persona importante ni hace nada que llame la atencin...
Cuando una persona, a pesar de todo esto y de todo lo imaginable, sigue siendo
buena persona, hasta el extremo de que nunca se cansa de ser simplemente
eso, una buena persona, en ese caso, ah tenemos un mstico. Un mstico que
seguramente nunca estar descrito en los libros de mstica. Pero una persona
as, no vivira de esa manera, si no tuviera el impulso de la mstica que nadie
sabe de dnde le viene ni por qu es as.
Es el mstico que nunca est satisfecho consigo mismo. Y que jams se puede
imaginar que l es una buena persona. Es el mstico que sufre con los que
sufren. Pero, sobre todo, es el mstico que no soporta la desigualdad. Es decir, no
soporta que este mundo est organizado de manera que unos tengan ms
derechos que otros. Y que algunos se impongan sobre todos los dems. Lo que
pasa es que a un mstico as, nadie lo ver como un mstico. Se dir de l que es
un tipo raro, quiz poco equilibrado, a lo mejor incluso poco edificante. Todo eso
lo pensaron y lo dijeron de Jess el Seor.
Por eso pregunto: es real o irreal la existencia de una persona as?

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