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ROBERTO J. LOPEZ OVIEDO: MUERTE Y RELIGIOSIDAD EN EL SIGLO XVIII (Un estudio de mentalidades colectivas) IV Premio Juan Uria Riu CONSEJERIA DE EDUCACION, CULTURA Y DEPORTES DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS OVIEDO 1985 INTRODUCCION ... LAS CLAUSULAS CONFESIONALES . 1 DISPOSICIONES TESTAMENTARIAS SOBRE EL PROPIO OTOR- CANTE 0000 1 2 INDICE EN TORNO A LAS MENTALIDADES COLECTIVAS LA HISTORIA DE LAS MENTALIDADES EN ESPANA LAS FUENTES 3.1. Los testamentos - 3.1.1. Su representatividad social. Los datos parroquiales 3.1.2. Eluso del testamento durante el siglo XVIII. La documentacién parroquial |. Otras fuentes 3.3.1. El archivo de la catedral .. 3.3.2. Las fuentes impresas LA METODOLOCIA .. LOS OBJETIVOS 3.2. SU SIGNIFICADO Y VALOR PARA EL ESTUDIO DE LAS MENTALI- DADES .. LA DECLARACION DE FE LA FINALIDAD DE LOS TESTAMENTOS, LA ELECCION DE INTERCESORES . LA ELECCION DEL HABITO ... LA ELECCION DE SEPULTURA 2.1. El contexto doctrinal general La legislacion civil 2.3. Las constituciones sinodales de 1769 24. La sepultura a través de los testamentos, 24.1. La eleccién de sepultura: los laicos - 24.2, La eleccién de sepultura: el clero ... 2.4.3, Algunas precisiones en la eleccién. .. 2.4.4, Las devociones y la eleccién de sepultuca 24.8. Aproximacién al ambito familiar . 2.5. La documentacién parroquial: precisiones BSSCERINRER Py SSee Paginas 3, a CEREMONIAL FUNERARIO Desarrollo general en el siglo XVIII ovetense a2 Los detalles del entierro: los asistentes . 3. El cortejo de pobres. Las limosnas . 4. 5. Las ofrendas . Algunos casos especiales 3.5.1. El clero ... Los prelados Los reyes ... 4, LOS GASTOS DEL ENTIERRO . eee LOS SUFRAGIOS 1, MISAS POR UNA VEZ . LL. Misas por una vez: los laicus 1.2, Misas por una vez: el clero 1,3, La tipologia de las misas 1.4. El momento de la celebracion - 2. MISAS PERPETUAS: FUNDACIONES Y CAPELLANIAS 2.1, Las fundaciones de misas 2.1.1. Su sociologia 2.1.2. Las bases econémicas Los problemas de las fundacion ‘A. Los libros de fundaciones de la catedral 2.2. Las capellanias 3, MISAS POR UNA VEZ Y PERPETUAS: SU SUSTITUCION MANDAS FORZOSAS Y OBRAS PIAS LAS COFRADIAS EN EL OVIEDO DEL SIGLO XVIII 1, LAS COFRADIAS EXISTENTES EN EL SIGLO XVIII. SU DIVERSIFI- CACION . 2 CARACTERISTICAS Y FINALIDADES SU SOCIOLOGIA Y EVOLUCION EL DESARROLLO HISTORICO EVOLUCION DE UNA COFRADIA DE ANIMAS: ANIMAS DE BELEN DE LA CATEDRAL . 5.1. Su desarrollo general 5.2. Comportamientos diferenciales: hombres/mujeres 5.3, La composicién socio-profesional 5.4, Laicos, eclesisticos y religiosas 6. ESTUDIO PARTICULAR DE DOS COF! 6.1. Cofradia de Santa Eulalia, catedral de Oviedo . 6.2. Cofradia de animas de San Isidoro el Real veers LA COFRADIA DE LA PERSPECTIVA CENERAL DE UN SICLO .. APENDICE DOCUMENTAL .......... BIBLIOGRAFIA ... 18 95 9 124 125 17 130 133 133 133 135 136 40 43 45 149 153 153 158 159 161 163, 164 167 173 78 181 182 186 191 197 231 INTRODUCCION 1. EN TORNO A LAS MENTALIDADES COLECTIVAS E] interés constante de los historiadores, al margen de cuil sea la orienta- cién ideolégica de la interpretacién, es la comprension del pasado, de sus protagonistas y de sus actuaciones. Tal interés toma formas diversas segin las circunstancias en las que se desenvuelve su trabajo; asi, el creciente protago- nismo histérico que en los ultimos tiempos han ido cobrando las masas popula- res, junto con sucesos tan préximos y de amplias repercusiones como la gran depresién de los afos treinta, obligaron a un planteamiento mas profundo y extenso del papel que juegan en la historia los factores econémicos y sociales’. Aparecieron asf las diversas corrientes de la historia economica, que trataban y tratan- de definir los marcos materiales -relaciones econémicas— en los que se inscriben los acontecimientos; tras ella siguié el estudio del factor humano, con el que aparece la demografia historica, Y con ambas, toda una amplia gama de estudios sobre historia social con la que se trataba de integrar la mayor parte de los componentes de un proceso historico. Desde hace unos veinte afios aproximadamente, se esta trabajando en un nuevo centro de intereses, que viene a completar el marco material y humano definido por los estudios econémicos, demograficos y sociales: las mentalida- des colectivas. A través de su estudio se pretende conocer el sistema de valores culturales, religiosos y sociales presente en una sociedad y en una 1 Quiz ningdn fenémene histérieo haya side tan concienzudamente ignorado por los histo- riadores como la muchedumbre. Pecos negarian que la muchedumbre ha decempefiado -eon di- versos disfraces— un papel significativo en la historia, Sin embargo, durante muchos afios ha sido considerada como un tema apto para ser cstudiado mas bien por los psicélogos 0 los sociélogos que por los historiadores» (RUDE, Georges, La multitud en la historia, Siglo XXI Argentina Editores, Buenos Aires, 1971, pag. 11). 19 €poea determinada, Jas actitudes que conforma, y sus posibles mutaciones en un perfodo de tiempo mas 0 menos dilatado. Son ya muchos los autorés y las obras que se han ocupado de establecer el proceso historiogréfico y metodolégico que dio paso a la historia de las menta- lidades. Autores como Aries®, Croix, Lebrun, Vovelle... han contribuido no sélo ala consolidacién de esta historia, sino también a sefialar el lugar que ésta ocupa dentro del actual panorama cientifico*. Interesa, no obstante, plantear algunas reflexiones. El objetivo de esta historia es conseguir una imagen, mds 0 menos nitida, del «sentir colectivo» ante los hechos y cuestiones m4s comunes, y no por ello més irrelevantes. No se trata, pues, de una historia de personajes «individua- les», sino «colectivos»: un grupo social, un estamento, un dmbito rural o urbano, etc. Para lograr este propésito hay que aplicar lo que enseiia la socio- logia: que los valores asumidos por una colectividad se manifiestan en las con- ductas individuales, de tal modo que a través de éstas se puede legar al cono- cimiento de aquéllos, al menos de un modo aproximado*; se necesita, para ? Con motive del fallecimiento de este autor (6-11.84), Michel Vovelle publics en Le Monde (1L.IL.84) una breve semblanza en la que lo califica como precursor de Ja nueva historia. El arti- culo Leva por titulo , en AAMN, 3, (1996), pags. 95-120. Chr. Voveite, M., Piété baroque..., pags. 41-74, y CROIX, A., Lo Bretugne.... pags. 889- 02. % Lintérét primordial de la source [el testamento] est cependant de nous permettre d'at- teindre, et en effectifs substantiels, les illetrés, éternels exclus des sources écrites» (CHOIX, A., La Bretagne..., pag. 889). 38 Esta cifra habria que rebajarla, puesto que algunos de ellos centraban su actividad en el Ambito rural del concejo de Oviedo, 0 en algunos préximos a éste. 27 forma, e interesa en tanto expresa un modo colectivo, y no una actitud personalizada: segiin esto, lo importante no es distinguir si la disposicin responde a un determinado individuo, sino delinear con toda la documentacién el marco global de actuacién, donde ~ahora si- se inscriben las conductas particulares que matizan esa mentalidad colectiva. La documentaeién parroquial sirvié como ya se ha sefialado anterior- mente, para matizar y eompletar esos resultados. 5. LOS OBJETIVOS Hay un acuerdo casi unanime en afirmar —si bien con algunas matizacio- nes segiin los autores~ que en el siglo XVIII expaiiol apenas se introdujeron variaciones en el comportamiento religioso; al menos de importancia’, Asi, Sarrailh afirma que aunque hubo disputas de cardcter doctrinal entre grupos localizados durante la segunda mitad del siglo, no se produjo una deseristianizacién de las grandes masas”® Dominguez Ortiz coincide en afirmar que «aunque a lo largo de la centuria se advierta una actitud mas critica yun Progreso del espiritu secularizador, tampoco puede hablarse de cambios sus- tanciales»’?; esa actitud critica no es, sin embargo. ni general ni arreligiosa: su punto de incidencia lo constituyen los eclesidsticos, no la Iglesia como institu- cién’’, y por otra parte procede de una minoria, como también sefiala Domin- 7° Sobre este tema pueden consultarse las obras generales que tratan la Hustrecién espaiola Y que se citan en la bibliografia rocogida al final 7° Cir. SARRAILH, Jean, La Espafta ilustrada de fa segunda mitad del siglo XVHI, Fondo de Cultura Eeonémica, Madrid. 1979, pags. 612-613. 77 DoM{NcuEZ ORTIZ, Antonio, Sociedad y estado en el siglo XVIII espanol, Aricl, Barcelona, 1976, pag. 359. 7 Chr Sarna, J.. La Espafia ilustrada..., pags. 627 y ss. La Mlustracién en Expaiia, conserva algunas de las caracterfstieas de la Lustracién europea, tal como la han definide, por ejemplo Cassirer y Valjavec. Pero aquéllas, coma habia sucedido precedentemente con otros mo- ¥imientos culturales y espirituales europeos, en Espaiia se refleian y refractan, cs decir, se reci- ben, pero se matizan conforme a las caracteristicas de nuestro pais. Frente a lus casos de ateismo extremoso de un barén de Holbach en Francia o un Radicati di Primeglio en Italia. Espana apenas puede presentar el pélido reflejo de un Olavide ~que, ademés, luego vuelve a entrar en la Iglesia~. Las impiedades ¢ irreverencias sélo epistolares de un Roda y de un Azara no pueden compararse ai de lejos con las radicales actitudes de Voltaire y de sus seguidores» (BATLLORI, Miguel, «Notas sobre la Tglesia en el siglo de Ia Hustracién», Historia 16, extra VIII, diciembre, 1978, pag. 108) Sobre la actitud cristiana de Jos ilustrados espafiules, a pesar de sus criticas, regalismo, ete., puede verse Mant GILAGERT, F., La lglesia en Espuita durante la revolucién francesa, Ediciones Universidad de Navarra, Pamplona, 1971, pigs. 125-127. Al sefalar el ambiente en cl que se desarrolla el periadismo espanol, Enciso Recio y Celso Almuitia escriben: «Lo que mas llama la atencivin es, sin duda, la euantiosa eritica que se hace del catoliciemo espafiel. que queremos interpretar més bien como anticlericalismo o afan reformador que antitreligiosidad o atefsmo, si tenemos en cuenta que luego se hace una apologia de La religio- sidad «ilustraday ensefiada y practicada por una Iglesia renovada» (ENCISO RECIO, Luis Miguel y ALMUINA FERNANDEZ, Celso, «La prensas, Historia 16, extra VI, dieciembre 1978), Lo mismo puede leerse en la obra de Enciso Recio, Nipho y el periodismo espafel del sigta XVIII, Univers dad de Valladolid, 1956. 48 guez Orti2?®. Hay que descartar, por consiguiente, una influencia del anticato- licismo ilustrado del XVIII°°, Estas conchusiones de cardcter general referentes a la actitud religiosa de los espafioles en el XVIII contrastan con las que parecen obtenerse en otros lugares de Europa. Las conclusiones francesas indican que a lo largo del siglo hay una modificacién de esta actitud, manifestada en el modo de afrontar la muerte, y que se aprecia en una cierta laicizacién de las mandas testamenta- rias, con un cardcter progresivo hasta la revolucién francesa. Los estudios parciales —regionales~ que se han hecho hasta el momento para Espafia parecen confirmar este distinto comportamiento; no se ha consta- tado la desaparicién de las invocaciones religiosas, ni tampoco la caida de las misas por una vez, ni la de los otros indicadores similares®*'. Lo que si se ha detectado es una tendencia hacia la sencillez, que puede interpretarse como el deseo de una vuelta a una religiosidad depurada de manifestaciones barro- cas®?, Objetivo, por tanto; de este estudio es determinar si en Oviedo también se ha producido ese fenémeno documentado en otras zonas espajiolas, el de un mantenimiento del fondo religioso acompajiado de la busqueda de la sencillez (constatable a través de Jas mandas testamentarias). A la hora de enjuiciar la practica religiosa, y a fin de evitar interpretacio- nes erréneas, hay que tener presente su contenido doctrinal. No puede sepa- rarse la doctrina de la vida sin correr el riesgo de parcializar los resultados y deformar la realidad existencial que se intenta comprender; ¢s por ello por lo que en algunas ocasiones se hard mencién del entorno especulativo que sus- tenta una determinada disposicién®?. 79 Che. Domtnevez Onrz, A., Sociedad y estado..., pag. 494, y SARRAILH, J., La Espaia ilustrada..., pig. 660; este dltime ofrece un extenso resumen de esta minoria (pigs. 110 a 15)). #0 Cf. Herr, Richard, Espana y fa revolucién del siglo XVIII, Aguilar, Madrid, 1964, pags. 69-72. ®' Cf. las monografias eitadas al comienzo de esta introduccién. Ung tendencia sefialada por Sarrailh (cfr. Le Espafia ilustrada..., pags. 684 y ss.) « partir de testimonios literaries del memento. En palabras de Paul Hazard, ne se trataba de un compro- miso, cino de «la firme seguridad de que los mismos valores que durante dieciocho siglos habian fundado una civilizacién valian adn y valdrian siempren (Hazanp, Paul, ET pensamiento europeo del siglo XVI, Revista de Occidente, Madrid, 1946). ® Sobre estas deformaciones que pueden producirse. cfr. el ensayo de PILLORGET, René,

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