El documento resume la teoría del sociólogo francés Durkheim sobre la moralidad. Según Durkheim, los valores morales no son objetivos, sino que son determinados por la sociedad de cada época. Lo que una sociedad considera bueno o malo depende de sus convenciones sociales en lugar de alguna verdad moral absoluta. Sin embargo, otros argumentan que algunos cambios en las valoraciones morales a lo largo de la historia reflejan una pérdida del sentido moral y que el hombre puede acceder a normas morales universales a pesar de su conocimiento imperfecto
El documento resume la teoría del sociólogo francés Durkheim sobre la moralidad. Según Durkheim, los valores morales no son objetivos, sino que son determinados por la sociedad de cada época. Lo que una sociedad considera bueno o malo depende de sus convenciones sociales en lugar de alguna verdad moral absoluta. Sin embargo, otros argumentan que algunos cambios en las valoraciones morales a lo largo de la historia reflejan una pérdida del sentido moral y que el hombre puede acceder a normas morales universales a pesar de su conocimiento imperfecto
El documento resume la teoría del sociólogo francés Durkheim sobre la moralidad. Según Durkheim, los valores morales no son objetivos, sino que son determinados por la sociedad de cada época. Lo que una sociedad considera bueno o malo depende de sus convenciones sociales en lugar de alguna verdad moral absoluta. Sin embargo, otros argumentan que algunos cambios en las valoraciones morales a lo largo de la historia reflejan una pérdida del sentido moral y que el hombre puede acceder a normas morales universales a pesar de su conocimiento imperfecto
La reduccin de la tica a factores colectivos y ambientales es la tesis de la
escuela sociolgica francesa, fundada por Durkheim (+1917) y continuada por Levy-Bruhl (+1939). Los valores morales, afirm Drukheim, no son objetivos, sino que vienen dados por la sociedad de cada poca; no son vlidos por s mismos, sino que son circunstancialmente aceptados en virtud de que estn o no imperantes en la convivencia social. Y esta afirmacin es repetida por cuantos enjuician la prdida de valores morales en la vida social como un simple cambio de costumbres o exigencias de un nuevo modo de entender la vida. Este relativismo tico, unido al anlisis superficial de ciertas costumbres sociales, influye notablemente en la concepcin moral de uno pocos contemporneos. Una de las formas ms difundidas del relativismo tico es la tesis de la escuela sociolgica francesa. De acuerdo con esta teora, el concepto de bondad y maldad mora, es una realidad la objetivacin de las convicciones y de la voluntad de una sociedad. De esta manera, [] el asesinato no es castigado porque sea malo, sino que, ms bien, lo llamamos malo porque es perseguido por el Estado. La objetividad de las normas morales, su innegable diferencia con nuestras inclinaciones arbitrarias, se explica, segn esta teora, por el hecho de que el individuo encuentra las convicciones y creencias de una sociedad como algo dado ya de antemano e impuesto por la tradicin. (HILDEBRAND) Durkheim apela a los cambios de costumbres que ha sufrido la humanidad y que fueron siempre acompaados de valoraciones ticas positivas: por ejemplo, la sumisin de los siervos a los seores, la situacin injusta de las masas obreras frente al poder de la clase dominante en el mundo laboral. En consecuencia, lo que una poca llama bueno o condena como malo, es fruto de una convencin social y no consecuencia de una objetividad de los valores ticos. Ahora bien, algunos de estos cambios de la valoracin moral de ciertas costumbres habra que explicarlos ms bien como prdida de sentido moral, incluso por parte de aquellos que diriga la comunidad. El error tambin tiene historia, pero algunos como Garca Haro, manifiestan que el error obedece al conocimiento imperfecto por parte del hombre de la norma moral, que va descubriendo a lo largo de la historia: El reconocimiento de la historicidad del hombre y de su acceso a la verdad no puede poner en entredicho la universalidad de la norma. Ciertamente, el hombre se desarrolla en su conocimiento y sus costumbres []. Pero eso no debe entenderse en modo que limite la capacidad de todo hombre de buena voluntad, para saber las exigencias mnimas y esenciales de la ley moral. En consecuencia, las influencias sociales en la valoracin moral de las costumbres, aun reconociendo su importancia, no pueden considerarse como decisivas. El concepto de heteronoma en la doctrina y en la praxis mora se entiende en contraposicin a autonoma. En el pensamiento tico contemporneo autonoma y heteronoma son conceptos contrapuestos. Con relacin a la doctrina moral, heteronoma es el saber tico que sita la razn ltima de la moralidad en un elemento externo, ajeno a la persona que acta. Respecto a la conducta moral del individuo, heteronoma se refiere a que la determinacin a actuar se debe a factores externos a la persona. Por su parte, el principio de autonoma es, pues, no elegir de otro modo sino de ste: que las mximas de la eleccin, es el querer mismo, sean al mismo tiempo incluidas como ley universal; en otras palabras, autonoma hace referencia a que una realidad est regida por una ley propia, distinta de otras leyes, pero no forzosamente incompatible con ellas. Kant: La autonoma de la voluntad es la constitucin de la voluntad, por la cual es ella para s misma una ley []. Qu ocurre con la Teologa Moral catlica? La Teologa Moral catlica afirma que tanto la moral autnoma como la heternoma: todo depende del ngulo en que nos situemos. Sin embargo, es evidente que la moral cristiana no es heternoma si se afirma que el imperativo moral se le impone radicalmente desde afuera, como puede ocurrir en las ticas deterministas, originadas en las creencias mticas, donde el actuar humano est regido por el destino. Tampoco es heternoma si la libertad estuviese sometida a los tab o a normas que imponen una obligacin externa a la voluntad sin capacidad de optar libremente. Por el contrario, la tica cristiana es el actuar libre de la voluntad que descubre en s una ley, la cual, aunque la persona no se la ha dado a s misma, reconoce en ella la dimensin estrictamente humana, por cuanto responde a su ser especfico de persona racional. Encclica Veritatis Splendor Cuando el hombre acta moralmente de acuerdo con el querer de Dios, edifica personalmente en s mismo su perfeccin (n.39) Tambin defiende la autonoma persona en la obediencia de la ley natural: La justa autonoma de la razn prctica significa que el hombre posee en s mismo la propia ley, recibida del Creador (n.40) Y as armoniza autonoma y heteronoma de la moral cristiana: La verdadera autonoma moral del hombre no significa en absoluto el rechazo, sino la aceptacin de la ley moral, del mandato de Dios: Dios impuso al hombre este mandamiento. La libertad del hombre y la ley de Dios se encuentran y estn llamadas a compenetrarse entre s, en el sentido de la libre obediencia del hombre a Dios y de la gratuita benevolencia de Dios al hombre. Por ello, las leyes morales no restan autonoma a la persona: En realidad, si heteronoma de la moral significase negacin de autodeterminacin del hombre o imposicin de normas ajenas a su bien, tal heteronoma estara en contradiccin con la revelacin de la Alianza y de la Encarnacin redentora y no sera ms que una forma de alineacin, contraria a la sabidura divina y a la dignidad de la persona humana (n.41). El cristianismo ms bien afirma una moral autnoma, y siendo ms especficos, una autonoma tenoma, porque la libre obediencia del hombre a la ley de Dios implica efectivamente que la razn y la voluntad humana participan de la sabidura y de la providencia de Dios (VS 41).