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erróneas relacionadas
con la actividad física
Lcdo. en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte
Profesor de Secundaria del Colegio “Virgen de Regla” Rodrigo García Romero
(España) rodrigogarciaromero@yahoo.es
Resumen
En el mundo de la Educación Física y el Deporte, existen una serie de creencias
o ideas que aún siendo equivocados persisten en la práctica habitual de muchos
practicantes de diferentes actividades físicas. Estos mitos pueden suponer un peligro
ya que están asociados a comportamientos de riesgo para el organismo. De esta
manera, el artículo pretende aclarar diversos conceptos y procedimientos
relacionados con la actividad física y la salud.
Palabras clave: Educación Física, Creencia errónea. Mito. Salud.
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Introducción
Personas, corriendo muy abrigadas en las horas de mayor sol; bebiendo agua con
azúcar para que no le salgan agujetas; haciendo abdominales para perder la
barriga; etc. Estas conductas son mitos, creencias erróneas, visiones equivocadas,
sobre distintos aspectos de la actividad física, que no quedan lejos de nuestra
realidad cotidiana.
Estos mitos suponen un gran peligro, puesto que llevan asociados conductas
nocivas y de riesgo para el organismo. Por ello, es necesario que la población
conozca los peligros que ciertas prácticas pueden generar, y de esta manera, poder
disfrutar de los beneficios de una actividad física, realizada de forma adecuada y
correcta.
Los mitos y creencias erróneas que conviven con nosotros son numerosos. A lo
largo del artículo destacaremos algunos de los más sobresalientes.
Las molestias dolorosas que aparecen a las 24-48 horas después de realizado un
ejercicio no habitual se debe a la lesión de un conjunto de fibras localizadas en la
unión musculotendinosa. La percepción del dolor se debe a la aparición de un
estímulo nocivo, edema, productos de la respuesta inflamatoria, liberación de
sustancias químicas, o lo que es más probable, a la combinación de todos estos
agentes. Los receptores de estos estímulos son las terminaciones nerviosas libres
que se hallan alrededor de las fibras musculares (Drobnic, 1989).
“Para las agujetas no existe ningún tratamiento efectivo que las haga
desaparecer” (Miñarro, 2002). Una buena opción sería realizar al día siguiente una
actividad similar y de menor intensidad, evitando los ejercicios de carácter
excéntrico.
La única medida que se ha mostrado algo eficaz para atenuar el dolor de las
agujetas es el tratamiento con antiinflamatorios no esteroideos. Sin embargo, estos
tomados antes del ejercicio, parece que no previenen ni atenúan el daño muscular
(Miñarro, 2002).
El determinante principal del peso suele ser el balance calórico. Este balance
consiste en la diferencia entre la ingesta calórica (el equivalente energético de la
comida ingerida) y el gasto calórico (equivalente energético de trabajo biológico
realizado).
Existe también otra falsa creencia en relación con la pérdida de peso. Esta falsa
idea está vinculada a la práctica de ejercicio con prendas impermeables o a la
realización de actividad física en ambientes calurosos (correr a las tres de la tarde
en pleno verano) e incluso con restricción en la ingesta de líquidos.
Todos estos aspectos adversos aún cobran más importancia en personas con
sobrepeso, ya que generan más calor interno debido a que la grasa actúa como
aislante y no permite la disipación del mismo (Italo y cols., 1994).
El sedentarismo, como factor de riesgo para la salud, involucra a más del 70% de
la población. Esto significa que la población en general posee una característica,
que guarda una relación directa con este factor de riesgo: posee una mala
capacidad funcional del tejido muscular. Esto puede llegar a producir una
sarcopenia (pérdida de sarcómeros: unidad contráctil del tejido muscular). La
tendencia actual es pensar que éste es un grave problema estético y por lo tanto el
ejercicio es considerado como un elemento cosmético (Saavedra, 1999).
Pero esa idea queda claramente rebatida por estudios (Calderón, 1993; Casimiro,
1999; Vera y cols, 2000) que confirman la importancia del fortalecimiento de
diversos músculos para prevenir o tratar diversas patologías. Por ejemplo, unos
músculos abdominales fuertes juegan un papel importante en la protección de la
columna lumbar, mientras que una musculatura abdominal débil es un importante
factor de riesgo en la generación de dolor lumbar (Miñarro, 2000). Tercedor (1995)
afirma que el trabajo de musculación es primordial como actividad preventiva de
los problemas de espalda.
La inactividad física produce una disminución en las funciones y en la dinámica
de nuestra biología y de esta manera se entorpecen los mecanismos de circulación
sanguínea, incluyendo presión y acumulación de grasas. Afecta a los mecanismos
de regulación de los niveles de azúcar en sangre y provoca pérdida de densidad
mineral y calcio, dando lugar a una etapa preliminar a la osteoporosis llamada
osteopenia (Saavedra, 1999).
Para responder a esta demanda social y también legal (Decreto 148/2002; Ley
Orgánica 2/2006) se hace necesario el tratamiento de factores modificables que
condicionen la salud. La actividad física es uno de esos factores (Delgado y cols.,
1999, en Pérez y Delgado, 2004) y los elementos que la configuran deben ser
estudiados de forma correcta, evitando creencias erróneas que provocan prácticas
inadecuadas.
Dado que la Salud no es sólo un contenido del área de Educación Física si no que
como Tema Transversal se extiende a todas las áreas, su tratamiento ideal sería a
través de un trabajo de todo el claustro de profesores.
López y Medina (1999), ofrecen una serie de propuestas para erradicar los mitos
durante las clases de Educación Física:
Si
No
Ns/Nc
o Si
o No
o Ns/nc
3. ¿De qué forma podemos combatir las agujetas una vez establecidas?
o bicarbonato
o agua+azúcar
o mismo ejercicio
o ejercicio diferente
o Ns/nc
o Si.
o No.
o Ns/nc