You are on page 1of 7

Mitos y creencias

erróneas relacionadas
con la actividad física
Lcdo. en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte
Profesor de Secundaria del Colegio “Virgen de Regla” Rodrigo García Romero
(España) rodrigogarciaromero@yahoo.es

Resumen
En el mundo de la Educación Física y el Deporte, existen una serie de creencias
o ideas que aún siendo equivocados persisten en la práctica habitual de muchos
practicantes de diferentes actividades físicas. Estos mitos pueden suponer un peligro
ya que están asociados a comportamientos de riesgo para el organismo. De esta
manera, el artículo pretende aclarar diversos conceptos y procedimientos
relacionados con la actividad física y la salud.
Palabras clave: Educación Física, Creencia errónea. Mito. Salud.

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 12 - N° 118 - Marzo de 2008

1/1

Introducción

Personas, corriendo muy abrigadas en las horas de mayor sol; bebiendo agua con
azúcar para que no le salgan agujetas; haciendo abdominales para perder la
barriga; etc. Estas conductas son mitos, creencias erróneas, visiones equivocadas,
sobre distintos aspectos de la actividad física, que no quedan lejos de nuestra
realidad cotidiana.

Los mitos o creencias erróneas se refieren a aquellos conceptos, procedimientos


y actitudes, que siendo entendidos como verdaderos por la población, tienen una
comprobación empírica de su falsedad (Miñarro, 2000).

Estos mitos suponen un gran peligro, puesto que llevan asociados conductas
nocivas y de riesgo para el organismo. Por ello, es necesario que la población
conozca los peligros que ciertas prácticas pueden generar, y de esta manera, poder
disfrutar de los beneficios de una actividad física, realizada de forma adecuada y
correcta.

Dentro de la población en general, hay que destacar al grupo escolar, como


centro de especial interés para el desarrollo de contenidos que aclaren posibles
prácticas que son peligrosas para la salud. Según Miñarro (2000), la prevalencia de
creencias erróneas en la población escolarizada de Enseñanza Secundaria
Obligatoria y Bachillerato es alta en gran parte de los mitos analizados por este
autor.
Esto queda confirmado por la legislación educativa vigente, que establece dentro
de sus contenidos mínimos el bloque de “Condición Física y Salud” y en su objetivo
nº 6 se expresa lo siguiente: “planificar y realizar, de forma habitual y sistemática,
actividades físicas y deportivas adecuadas a sus necesidades, conociendo sus
contraindicaciones y adoptando hábitos de alimentación e higiene con el fin de
mejorar las condiciones de salud” (Decreto 148/2002).

Los mitos y creencias erróneas que conviven con nosotros son numerosos. A lo
largo del artículo destacaremos algunos de los más sobresalientes.

El mito de las agujetas

Las molestias dolorosas que aparecen a las 24-48 horas después de realizado un
ejercicio no habitual se debe a la lesión de un conjunto de fibras localizadas en la
unión musculotendinosa. La percepción del dolor se debe a la aparición de un
estímulo nocivo, edema, productos de la respuesta inflamatoria, liberación de
sustancias químicas, o lo que es más probable, a la combinación de todos estos
agentes. Los receptores de estos estímulos son las terminaciones nerviosas libres
que se hallan alrededor de las fibras musculares (Drobnic, 1989).

“La contracción excéntrica en la que se produce una elongación del músculo


simultánea a la contracción, para una misma carga de trabajo, utiliza mucho menos
oxígeno, y se reclutan menos unidades motoras, por lo cual va a ser menor el
número de fibras que soportan la carga y por lo tanto será mayor la tendencia a
lesionarse” (Miñarro y Medina, 1999).

“Para las agujetas no existe ningún tratamiento efectivo que las haga
desaparecer” (Miñarro, 2002). Una buena opción sería realizar al día siguiente una
actividad similar y de menor intensidad, evitando los ejercicios de carácter
excéntrico.

La única medida que se ha mostrado algo eficaz para atenuar el dolor de las
agujetas es el tratamiento con antiinflamatorios no esteroideos. Sin embargo, estos
tomados antes del ejercicio, parece que no previenen ni atenúan el daño muscular
(Miñarro, 2002).

La natación de estilos como prescripción médica

Por todos es conocido, que la prescripción médica en caso de dolor de espalda


suele ser en gran medida la práctica de la natación. Por el contrario, no existen
evidencias científicas que avalen el efecto corrector de la natación en patologías
como la escoliosis (Miñarro, 2002).
Según Benet (2002) no se trata de practicar el deporte de la natación con sus
cuatro estilos, sino que se basa en una variedad de actividades utilitarias,
educativas, con habilidades acuáticas, juegos y alguno de los estilos de natación
pero modificados y adaptados a la desviación. A este tratamiento físico, esta autora
lo denomina, Natación terapéutica.

Por lo tanto, la natación de estilos no parece ser la mejor prescripción para


aquellas personas que tengan problemas de espalda. Si sería más interesante el
participar en un programa de rehabilitación acorde a la afectación particular que
sufre la persona.

Cualquier ejercicio produce pérdida de peso: pérdida localizada de tejido


adiposo

La masa corporal podemos dividirla de forma sencilla en masa grasa y masa


magra o libre de grasa (músculos, huesos, piel y líquidos corporales). Los
porcentajes óptimos de grasa corporal oscilan en el 15% en los hombres y en el
22% en las mujeres. Se consideran obesos los hombres y mujeres que tienen más
de 25% y el 33% de peso graso, respectivamente. La acumulación excesiva de
grasa corporal está relacionada con enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo II
y la hipertensión arterial. La dieta y el nivel de actividad física, además de factores
metabólicos y hormonales, son los elementos reguladores más importantes de la
composición corporal (Rodríguez, 1995).

El determinante principal del peso suele ser el balance calórico. Este balance
consiste en la diferencia entre la ingesta calórica (el equivalente energético de la
comida ingerida) y el gasto calórico (equivalente energético de trabajo biológico
realizado).

De esta manera, se pierde peso cuando el gasto calórico supera la ingesta


calórica y se gana en caso contrario. Un equilibrio calórico negativo conseguido a
través del ejercicio físico aeróbico produce fundamentalmente la pérdida de tejido
adiposo, manteniendo el peso magro constante.

La mejor pauta para rebajar peso en la mayoría de las personas consiste en


combinar una restricción de la ingesta calórica y la práctica de ejercicio aeróbico
regular (Rodríguez ,1995).

De esta manera, para perder peso es necesario instaurar programas de ejercicio


de carácter aeróbico, donde intervengan grandes grupos musculares, a una
intensidad moderada, de 3 a 5 sesiones a la semana, e incluso diariamente con un
día de descanso (Miñarro y Medina, 1999).

De ninguna manera, es posible perder peso con actividades de carácter analítico


y no existe ningún ejercicio que sea capaz de hacer desaparecer la grasa de una
zona concreta.

Existe también otra falsa creencia en relación con la pérdida de peso. Esta falsa
idea está vinculada a la práctica de ejercicio con prendas impermeables o a la
realización de actividad física en ambientes calurosos (correr a las tres de la tarde
en pleno verano) e incluso con restricción en la ingesta de líquidos.

“Sudar para adelgazar provoca deshidratación, que a grandes niveles puede


llegar a provocar la muerte si no se toman las precauciones adecuadas” (Miñarro,
2002). La deshidratación causa alteraciones en el sistema cardiovascular,
metabólico y endocrino. Es importantísimo hidratar nuestro organismo antes,
durante y después del ejercicio (Alarcón y Ureña, 2006).

Todos estos aspectos adversos aún cobran más importancia en personas con
sobrepeso, ya que generan más calor interno debido a que la grasa actúa como
aislante y no permite la disipación del mismo (Italo y cols., 1994).

El entrenamiento de fuerza considerado como elemento estético

El sedentarismo, como factor de riesgo para la salud, involucra a más del 70% de
la población. Esto significa que la población en general posee una característica,
que guarda una relación directa con este factor de riesgo: posee una mala
capacidad funcional del tejido muscular. Esto puede llegar a producir una
sarcopenia (pérdida de sarcómeros: unidad contráctil del tejido muscular). La
tendencia actual es pensar que éste es un grave problema estético y por lo tanto el
ejercicio es considerado como un elemento cosmético (Saavedra, 1999).

Pero esa idea queda claramente rebatida por estudios (Calderón, 1993; Casimiro,
1999; Vera y cols, 2000) que confirman la importancia del fortalecimiento de
diversos músculos para prevenir o tratar diversas patologías. Por ejemplo, unos
músculos abdominales fuertes juegan un papel importante en la protección de la
columna lumbar, mientras que una musculatura abdominal débil es un importante
factor de riesgo en la generación de dolor lumbar (Miñarro, 2000). Tercedor (1995)
afirma que el trabajo de musculación es primordial como actividad preventiva de
los problemas de espalda.
La inactividad física produce una disminución en las funciones y en la dinámica
de nuestra biología y de esta manera se entorpecen los mecanismos de circulación
sanguínea, incluyendo presión y acumulación de grasas. Afecta a los mecanismos
de regulación de los niveles de azúcar en sangre y provoca pérdida de densidad
mineral y calcio, dando lugar a una etapa preliminar a la osteoporosis llamada
osteopenia (Saavedra, 1999).

Propuestas de intervención en el área de Educación Física

La escuela, entre sus diversas funciones, está la de atender a las demandas de la


sociedad y si la sociedad actual se caracteriza por una gran preocupación por la
salud; éste aspecto deberá ser tratado dentro de los centros docentes y también
por el área de Educación Física.

Para responder a esta demanda social y también legal (Decreto 148/2002; Ley
Orgánica 2/2006) se hace necesario el tratamiento de factores modificables que
condicionen la salud. La actividad física es uno de esos factores (Delgado y cols.,
1999, en Pérez y Delgado, 2004) y los elementos que la configuran deben ser
estudiados de forma correcta, evitando creencias erróneas que provocan prácticas
inadecuadas.

Dado que la Salud no es sólo un contenido del área de Educación Física si no que
como Tema Transversal se extiende a todas las áreas, su tratamiento ideal sería a
través de un trabajo de todo el claustro de profesores.

López y Medina (1999), ofrecen una serie de propuestas para erradicar los mitos
durante las clases de Educación Física:

1. Mostrar y describir de manera correcta e incorrecta, la forma


de entender y enfrentarse a los mitos, relacionándolos con los
contenidos propios del área. Esta propuesta podríamos llevarla a
cabo a través de la realización de un sencillo cuestionario que nos
permita detectar cuales son los mitos que están considerados como
verdaderos por nuestro alumnado (tabla 1).
2. Utilización de videos o publicaciones (periódicos o revistas) en
los que se recoja esta temática. Utilizar técnicas de grupo para
profundizar y establecer conclusiones. Con la utilización de artículos
científicos los/as alumnos/as pueden responder a las cuestiones que
plantea el cuestionario con argumentos contrastados.
3. Los/as alumnos/as deberán realizar trabajos para profundizar
en estos temas. Se pueden hacer murales con noticias que ayudan a
generar estos mitos, comparándolos con los datos reales.

En general, cuando el profesorado desarrolle algún contenido que tenga relación


con algún mito, se puede plantear una actividad (cuestionarios, murales, circuitos,
juegos de pistas, etc.) que permitan entender la forma correcta de tratar una falsa
creencia.

Tabla 1: Cuestionario sobre mitos.

Expón tu opinión personal y sincera sobre los siguientes aspectos (marca


con una cruz la respuesta que creas correcta):

1. ¿Crees que la realización de ejercicios de abdominales, es el mejor


método para perder “barriga”?

 Si

 No

 Ns/Nc

2. ¿Crees que las agujetas son provocadas por el ácido láctico?

o Si
o No
o Ns/nc

3. ¿De qué forma podemos combatir las agujetas una vez establecidas?

o bicarbonato
o agua+azúcar
o mismo ejercicio
o ejercicio diferente
o Ns/nc

4. ¿Qué tipo de ejercicio físico es el adecuado para perder peso?

o Ejercicio físico continuo o aeróbico


o Ejercicios de musculación
o La combinación de ambos
o Otros: ______________

5. ¿Aumentar la sudoración durante el ejercicio favorece la perdida de


peso?

o Si, sudar adelgaza


o No
o Ns/nc

6. ¿Cuándo crees que es adecuado beber agua?

o En todo momento, excepto antes del ejercicio.


o Antes, durante y después del ejercicio.
o Ns/nc

7. ¿Crees qué un aumento en la actividad de un punto localizado del


cuerpo facilita un uso mayor de las grasas almacenadas en esas zonas?

o Si.
o No.
o Ns/nc

8. Si realizas ejercicios de abdominales, ¿con qué objetivo o cuál es la


razón principal por la que los realizas?

o Para perder barriga


o Para marcar los músculos
o Para proteger la columna vertebral
o Otras razones: _____________________

You might also like