estudiantes, los octavos aos tienen el agrado de presentar. La Leyenda : Las Antropfagas. Por las calles de Quito existan dos seoritas rebosantes de hermosura, ambas jvenes repudiaban todo tipo de comida, pues les gustaba la carne de muertos. Segn la costumbre las dos amigas solan encaminarse a media noche al cementerio de San Diego. Saltando las pequeas tapias que cercaban al panten, se dirigirn al nicho escogido donde se hallaba un cadver de hace 2 o 3 das, lo sacaban y lo colocado sobre un gran mantel que tendan en el suelo, con gran satisfaccin procedan a dividirlo y a trincharlo, para devorarlo salvajemente. Terminado suculento banquete se retiraban muy tranquilamente a sus casas. Algn tiempo despus una de ellas se cas, la mesa, el da de la boda estuvo surtida de varios manjares exquisitos. Todos los invitados coman con sumo agrado, y con gran sorpresa observaron que su flamante esposo le ofreca con mimos los ms deliciosos bocadillos y escogidos guisos a lo que ella manifestaba total repugnancia. En la fiesta, se encontraron las mujeres conversaron lo mucho que se extraaron y de sus salidas carniceras. La recin desposada, prometi a su amiga salir esa misma noche. En efecto a las 12:00 de la noche, la joven canbal, sali sin hacer sentir a su esposo. Por algunos das, su marido no se percat de las huidas nocturnas de su mujer; pero no tard mucho en observar que su esposa sala de la casa a medianoche despert sospechas y celos de traicin. A la siguiente noche fingi dormirse y se mantuvo espa. Tan pronto sali del dormitorio, la sigui sigilosamente, vio que su esposa, se encontr con otra mujer y se encaminaban hacia el cementerio de San Diego. Nunca se imagin la horrible escena, que iba a presenciar. Llegaron al panten y buscaron el cadver ms fresco, lo extrajeron de la fosa y se sentaron a comer hasta no ms, estaban a punto de levantarse cuando el hombre con la polica, asomndose a su vista, al momento que le gritaba: infame, sucia.., esto quera ver., basta ni ms contigo, adis; se march espantado y confuso para no volver a verla ms. Las vecindades y la gente se escandalizaron, la polica las llevaron a la crcel. Donde hechas las investigaciones y preguntndoles porque hacan esto respondieron que era innato, una costumbre y que no podan comer otros alimentos. Como sancin a las come muertos, fueron desterrarlas de la ciudad de Quito.