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Después del Swing, el Cool, el BeBop y el HardBop entre otros, llegó a la historia del Jazz, y
por ende de la música, algo nuevo, algo conocido como la NewThingun tipo de Jazz que
nadie entendía y que más bien sonaba horrible y sin sentido, que músicos como Roy
Eldridge o Quincy Jones se negaron a creer que fuera música. Pero esa, era sólo la primer
impresión, al escuchar esta ³nueva cosa´ resulta inevitable contagiarse de esa esencia
intrínseca de este estilo nuevo, naciente ulteriormente del enérgico HardBop, de una guerra
mundial y una historia de esclavitud y discriminación. Eso que transmitía esa ³cosa´era
independencia, autonomía, libertad. Por fin, el Jazz había logrado su libertad, así nace el
Free Jazz, esa libertad de transmitir lo que se siente independientemente de las notas que se
toquen, la música ya no era tonal, ni siquiera era atonal, no se regía por las leyes
expresionistas de ArnolSchönber, Alban Berg o Anton Webern, se regía por las leyes
individuales de cada músico, como el caso de un joven de catorce años que fue
desarrollando en su saxofón su propio sonido, Ornette Coleman que a los treinta años se dio
el lujo de nombrar a esta ³nueva cosa´ en su discoFreeJazz, curiosamente Coleman no
conoció las vanguardias de la Segunda Escuela de Viena sino hasta después de haber
grabado y tocado hasta los treinta años. Inspirado él por las notas modestamente
aventuradas de Charles Mingus en Pithecantropus Erectus y el apetito de evolución de
Charlie Parkery Dizzy Gillespie, que inspiraban a Albert Ayler y a Pharoah Sanders, Cecil
Taylor, Eric Dolphin o Don Cherry entre muchos otros. Esta resurrección del Jazz había
sorprendido a todos, entre ellos aHeckman, Marshall Stearns o Joachim E. Berendt. Y no era
para menos, los dedos de estos músicos gritaban por sus derechos civiles, las frases que
taladraban del tórax de los saxofonistas se hacían oír como el eco de la voz de Martin Luther
King en el monumento a Lincon, las baquetas magullando las membranas se hacían sentir
por trecientos ochenta y nueve días provocando las mismas conmocionesde Rosa Parks, las
gruesas cuerdas del bajo sonaban como un ³verano de libertad en Mississipi´. En 1964 Billi
Dixon, músico y pedagogo crea la hermandad Jazz Composers Guildque diera lugar a la
Composer¶sOrchestra, la Revolución de octubre en Jazz, La Asociación para el Avance de la
Música Creativa y el Art Ensamble of Chicago, esta década fue la década de la libertad,
aunque sea sólo en el Jazz, la música en general había muerto y resucitado como lo llegó a
afirmar GáborSzabó, sin embargo ya en los finales de esta intensa década los músicos
volvían al Bop, a las estructuras, a las frases que respetan la armonía y el tiempo, a las
fusiones. El Jazz Rock, Fussion o el Jazz Étnico ahora eran la novedad, pero con un nuevo
ingrediente: solos colectivos, desfases del ritmo y de vez en cuando frases que ignoran la
armonía. El Free Jazz fue un episodio en la historia del mundo que sigue gruñendo en los
músicos del siglo XXI.

(1970) 



Ornette Coleman a 
Don Cherry  
Charlie Haden, Jimmy Garrison, Scott La
Faro 
a Ed Blackwell, Billy Higgins  
Atlantic


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