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Como vivir tu relacion de pareja con madurez y crecimiento continuo con PNL y Psicologia Granspersonal Ss Rubén Armendariz Ramirez PNL Ayudando a amar amando Rubén Armendaériz Ramirez occu PAX MEXICO This One {IMINO AMM QD2Z-UD6-YAWF RZ EL LIBRO MUERE CUANDO LO FOTOCOPIAN Amigo lector: La obra que usted tiene en sus manos es muy valiosa. Su autor vertid en ella conocimientos, experiencia y afios de trabajo. El editor ha procurado una presentacién digna de su contenido y pone su empefio y recursos para difundirla ampliamente, por medio de su red de comercializacién. Cuando usted fotocopia este libro, o adquiere una copia “pirata” o fotocopia ilegal del mismo, el autor y el editor dejan de percibir lo que les permite recuperar la inversién que han realizado. La reproduccién no autorizada de obras protegidas por el derecho de autor, ademas de ser un delito, desalienta la creatividad y limita la difusién de la cultura, Si usted necesita un ejemplar del libro y no le es posible conseguirlo, le rogamos hacérnoslo saber. No dude en comunicarse con nosotros. Editorial Pax México a> © 2002 Editorial Pax México, Librerfa Carlos Cesarman S.A. Av. Cuauhtémoe 1430 Col. Santa Cruz Aroyac México D.F 03310 Teléfono: 5605 7677 Fax: 5605 7600 Correo electrénico: editorialpax@editorialpax.com Pagina web: www.editorialpax.com Primera edicién, 2002 ISBN 968-860-583-6 Reservados todos las derechos Impreso en Colombia Printed in Colombia Indice Dedicatoria tit Agradecimientos u Lista de ejercictos xt Introduccion xiii CariruLo 1. Paradigmas de la relacion humana 1 La estructura profunda de la relaci6n humana 1 Saber acompafiarse en pareja 12 Ampliando el concepto de relacién matrimonial 16 CariruLo 2, Educacién basica de lo femenino y lo masculino 23 Una triste historia frecuente: la formacién del individuo en una familia disfunci 23 Estructur: Vi i i los cuidados para una infancia sana 31 El nefasto producto final: la codependencia 43 CariruLo 3. Adolescencia: los primeros encuentros entre lo masculino y lo femenino 57 El primer paso hacia la felicidad 57 Rasgos masculinos y femeninos 62 vii Como vivir tu relacion de pareja con madurez y crecimiento continuo con PNL y Psicologia Granspersonal Ss Rubén Armendariz Ramirez PNL Ayudando a amar amando Rubén Armendaériz Ramirez occu PAX MEXICO This One {IMINO AMM QD2Z-UD6-YAWF RZ EL LIBRO MUERE CUANDO LO FOTOCOPIAN Amigo lector: La obra que usted tiene en sus manos es muy valiosa. Su autor vertid en ella conocimientos, experiencia y afios de trabajo. El editor ha procurado una presentacién digna de su contenido y pone su empefio y recursos para difundirla ampliamente, por medio de su red de comercializacién. Cuando usted fotocopia este libro, o adquiere una copia “pirata” o fotocopia ilegal del mismo, el autor y el editor dejan de percibir lo que les permite recuperar la inversién que han realizado. La reproduccién no autorizada de obras protegidas por el derecho de autor, ademas de ser un delito, desalienta la creatividad y limita la difusién de la cultura, Si usted necesita un ejemplar del libro y no le es posible conseguirlo, le rogamos hacérnoslo saber. No dude en comunicarse con nosotros. Editorial Pax México a> © 2002 Editorial Pax México, Librerfa Carlos Cesarman S.A. Av. Cuauhtémoe 1430 Col. Santa Cruz Aroyac México D.F 03310 Teléfono: 5605 7677 Fax: 5605 7600 Correo electrénico: editorialpax@editorialpax.com Pagina web: www.editorialpax.com Primera edicién, 2002 ISBN 968-860-583-6 Reservados todos las derechos Impreso en Colombia Printed in Colombia Indice Dedicatoria tit Agradecimientos u Lista de ejercictos xt Introduccion xiii CariruLo 1. Paradigmas de la relacion humana 1 La estructura profunda de la relaci6n humana 1 Saber acompafiarse en pareja 12 Ampliando el concepto de relacién matrimonial 16 CariruLo 2, Educacién basica de lo femenino y lo masculino 23 Una triste historia frecuente: la formacién del individuo en una familia disfunci 23 Estructur: Vi i i los cuidados para una infancia sana 31 El nefasto producto final: la codependencia 43 CariruLo 3. Adolescencia: los primeros encuentros entre lo masculino y lo femenino 57 El primer paso hacia la felicidad 57 Rasgos masculinos y femeninos 62 vii vill # RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ Noviazgo 70 Sombras amenazantes 72 De la codependencia a la interdependencia 75 CapiruLo 4. Eleccién de pareja 81 Ciclo vital de la pareja 82 Factores por considerar 85 Motivaciones internas 91 Proceso de eleccién de pareja 92 Ultimas palabras de alerta 107 CapriruLo 5. Unién de la pareja 115 Enlace convencional: las bodas 115 Mitos del matrimonio 118 Contrato matrimonial 121 Concepto de madurez 124 El amor entre dos seres maduros 152 Capfruo 6. Trabajando con los problemas de parejas: pautas generales 135 Proceso terapéutico 135 Ciclo vital de la familia 138 Encarando los retos 140 Negociacién: actitudes basicas para solucionar problemas 142 Comunicacién: clave para la relacién efectiva 143 Guia para las sesiones de solucién de problemas 145 Relacionarse manteniendo la propia integridad 148 Area emocional 149 Criterios, valores y creencias 152 Manejo de la culpa 158 Puntos de vista diferentes para comprender los problemas de la relacién 160 Capfruto 7. Trabajando con los problemas de parejas: pautas especificas 171 INDICE # ix Habilidades de comunicacién 172 Manejo de sentimientos 177 Habilidades para una negociaci6n efectiva de conflictos 181 Decir adids: el manejo constructivo del divorcio 196 El arte de amargarse la vida y cO6mo contraer m matrimonio inferna 200 Cartruto 8. La relacién sagrada 207 El amor es mds que un sentimiento 210 Sentido espiritual de la relacién 214 La mujer y el hombre de una relacién sagrada 216 Complementariedad sagrada 218 Caracteristicas de la relacién ordinaria y la sagrada 219 Epilogo 223 Evolucién de la conciencia femenina y su impacto en la conciencia masculina 223 Transformacién auténtica 227 Referencias bibliograficas 233 Servicios de formacién 235 xiv + RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ Desde luego, las alternativas generadas en la actuali- dad no podran ser seguidas al pie de la letra por todas las parejas, porque una propuesta que puede servir para afian- zar y optimizar la convivencia de unos, puede resultar nefasta para otros. Y quiz aqui se encuentre el meollo del conflicto actual de tantas parejas: tratar de apegarse en forma total y exclusiva a un solo modelo de relacién (que nor- malmente es el tradicional, donde el hombre ejerce un papel dominante y la mujer una actitud mas bien pasiva), el cual por diferentes razones comienza a resultar obsoleto. En los tiltimos 30 afios, la instituci6n humana llama- da matrimonio ha sido crecientemente sacudida. Esto queda evidenciado por el aumento de separaciones, sea por la via de los divorcios, distanciamientos fisicos de los cényuges o, lo que creo todavia peor, la “separaci6n emocional”, esto es, la amarga y triste experiencia de vivir diariamente jun- to a una pareja, aunque en el fondo cada uno se sienta solo e insatisfecho. No me es posible especificar cudntas personas han compartido conmigo sus dificultades en relacién con su com- pafiero(a), pero sf puedo aseverar que los problemas son situaciones que frecuentemente encuentro como psicote- rapeuta, conferencista y facilitador de talleres para mejo- rar la salud mental y emocional. En este sentido, un aspecto que me ha llamado poderosamente Ia atencién es la enorme similitud que encuentro entre el conjunto de dificultades presentadas. Como ejemplos puedo citar el distanciamien- to fisico o la falta de detalles amorosos de que se quejan. muchas mujeres y lo cual normalmente los hombres no perciben como problema; la necesidad de cercanfa y sen- urse amada de la mujer, mientras el hombre promedio simplemente no alcanza a comprender esa circunstancia; el papel preponderante que juega el trabajo en la vida del hombre, mientras muchas mujeres viven esa dedicacién la- boral del hombre como un auténtico rival de la relacién; la indiferencia ante una vida social activa, que para mu- xvi * RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ pero con la salvedad de que este cuidado sea el mismo para todos los miembros de la familia Por estas razones, mi intencién con este trabajo es ana- lizar a fondo algunas cuestiones fundamentales, muchas veces ocultas, sobre la relacién amorosa y plantear la po- sibilidad de una nueva visién de ser pareja, complemen- tando dicha propuesta con un conjunto de estrategias practicas para mejorar nuestras relaciones interpersonales. Por tanto, este escrito est dedicado especialmente a abordar las siguientes situaciones: + Considerar la posible historia de dafio emocional en uno mismo y en nuestra pareja para conocernos y acom- pafarnos mejor en una convivencia mutua. « Proporcionar una gufa atil y practica de orientacién prematrimonial revisando nuestros motivos profun- dos para elegir una pareja, antes de dar uno de los pasos trascendentales en la vida (que a veces puede ser hermoso e invaluable pero, por desgracia, tam- bién puede resultar amargo y frustrante). « Plantear opciones para la solucién de problemas tanto en hombres como mujeres con hijos y que tienen di- ficultades de comunicaci6n entre ellos (entre el pa- dre y la madre), o de ambos con el hijo, pero que buscan mantener su relacién de pareja y familiar. + Cuidar aspectos clave para una infancia sana de los hajos. « Reconocer cuando es virtualmente imposible una con- ciliacién satisfactoria y, dado el caso, presentar alter- nativas para la separacién de los amantes en los términos menos destructivos posibl « Mejorar nuestra comprensién y comunicacién con cual- quier ser humano (hombres, mujeres, adolescentes, adultos, ancianos o con los hijos), comprendiendo mejor sus formas de ser y estableciendo las bases para una sociedad mds sana y armoniosa. Capitulo 1 Paradigmas de la relacién humana Nuestro gran fracaso para hacer que las relaciones amorosas funcionen son la “gran herida en la mente del occidente” y éste es uno de los problemas fundamentales de la cultura actual. Cam. Gustav Jone La estructura profunda de la relaci6n humana Nadie duda la importancia que ha cobrado en nuestros tiempos hacer una revisién profunda de la relacioén huma- na en general y muy particularmente de pareja amorosa porque, en gran parte, la calidad de vida de la persona adulta esté en conexién directa con la calidad de relacién de pareja que sostiene. Obviamente, esto es aplicable s6lo en los casos en que la persona ha decidido vivir en pareja. En mi opinién, para comprender cabalmente dicha relacién creo que es imprescindible revisar a fondo la es- tructura general de las relaciones humanas, motivo por el cual quiero comenzar haciendo un breve, y espero que sustancioso, andlisis al respecto. Pocas experiencias en la vida pueden ser tan gratifi- cantes y productivas como el cultivo de una relacién hu- mana afectiva, comprensiva y plena. Lamentablemente, la situacién actual nos habla de una grave incapacidad para relacionarnos unos con otros. Mientras la relacién sea me- ramente un trato superficial, como normalmente lo es al conocer a alguien, donde no se nos obliga a compartirnos en forma profunda y sincera, no suelen encontrarse gran- 1 6 + RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ ren otras cualidades para avivar la cercania y confianza (relacién de “estructura profunda”), nuestras limitantes no permitiran la consolidacién de la relacién. El resultado es que en lugar de la disposicién al acercamiento, la otra gente opte mas bien por el distanciamiento, o hasta el rompimiento definitivo. Si una persona no cambia sus patrones de relacién, no podra experimentar una convivencia de crecimiento sino mas bien una de sobrevivencia, esto es, valerse del trato con los demas para obtener beneficios personales. Pero como una relacién asi no satisface casi a nadie, la persona se encontrara saltando hacia nuevas relaciones en perfodos relativamente cortos. Empero, si alguien hace referencia a su estilo nocivo de convivir, lo mas probable es que se in- digne y califique de “incomprensibles” a los demas. Estas circunstancias, por cierto, no son sélo aplicables a la incapacidad de sostener una relacién amorosa, sino a cualquier intercambio con otro individuo (familiares, ami- gos o colaboradores de trabajo). Los efectos derivados de nuestras dificultades suelen manifestarse de varias maneras que van desde el encierro inabordable, una fria indiferencia al trato con otros (con lo cual caemos en un aislamiento social), esperar que los otros se comporten como nosotros queremos para ser conside- radas personas de nuestra posicién (social, econémica o espiritual), o bien soportar todo tipo de relaci6n humillan- te con tal de no estar “solos”. Al respecto, existen causas bien identificables del por qué hay personas dispuestas a soportar cualquier trato indignante. Pero, cuando esta condicién se presenta, se pierde el sentido de una relacién humana auténtica y en- riquecedora. Este proceso, tristemente, es el que viven las llamadas “parejas tormentosas”, donde el mas elemental juicio sereno, reflexive y maduro nos invitaria a cuestionar qué estamos haciendo junto a una persona que nos mues- tra un trato tan infame. PARADIGMAS DE LA RELACION HUMANA + 7 Permitanme exponer un ejemplo al respecto que me compartié una joven y atractiva profesionista, directora de una 4rea importante en su empresa, y que ilustra perfec- tamente los puntos hasta aqui presentados. Cuando conoci al que ahora es mi esposo, me enamoré de lo agradable y atento que era (estructura superficial). Durante el noviazgo tuvimos uno que otro altercado pero nada grave como para terminar la relaci6n. Nos casamos y a los pocos dias él comenzé a mostrar una cara que yo no esperaba. Su trato cambié tanto que al poco tiempo yo sentia que era otro (estructura profunda). Como él ganaba bien en su trabajo, tuve la oportuni- dad de estudiar una carrera universitaria. Posteriormen- te conseguf un buen trabajo en el que Hegué a ocupar un puesto directivo y mi salario rebas6 con mucho lo que ganaba mi esposo. Sorpresivamente, él renuncid a su trabajo, prome- tiendo que buscaria uno mejor (reacctén defensiva). Afios después yo sigo llevando no sélo la responsabi- lidad econémica de mi familia sino incluso las labores del hogar y el cuidado de nuestros dos hijos. Por si esto fuera poco, él no inicia un acercamiento sexual, ni tan siquiera afectivo. Literalmente tengo que rogarle que me acaricie. Pero el colmo fue cuando empezé a reunirse con unos amigos a emborracharse cada fin de semana y llegaba en Ja madrugada a hacer un esc4ndalo, donde me pedia que reconociera su autoridad en la casa, e incluso varias veces la escena terminaba en golpes (necesidad de reconocimiento). No sélo mis hermanos y mis padres, sino hasta mi familia politica, me han dicho que no permita ese trato tan inhumano e injusto. Yo misma estoy consciente de que él no es precisamente un modelo de pareja, pero atin asi lo quiero y me aterra pensar en quedarme sola (miedo al abandono). La decisién de finalizar una relacién evidentemente tan insana e inmadura como |a citada, por desgracia no suele 8 + RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ ser facil para los involucrados como pareciera a un obser- vador ajeno. Si cada uno no ve ni reconoce sus mecanis- mos profundos para relacionarse, centrados en obtener logros propios (en el ejemplo, el marido ejerce “autori- dad” y la mujer cubre su “miedo a la soledad”), es natural que la relacién resulte altamente insatisfactoria. Si empleamos la cercanfa del otro para la propia con- veniencia sera virtualmente imposible establecer una rela- cién de auténtica comunién. En esta clase de relaciones, los involucrados literalmente sobreviven pero ninguno experi- menta realmente un crecimiento como ser humano, No es posible considerar que dichas parejas tengan una “relacién amorosa” porque tanto ellos como los seres cercanos (hijos o parientes), invariablemente resultan da- fados emocionalmente. En definitiva, eso no es amor auténtico, sino mas bien un “enganche” emocional bastan- te pernicioso llamado codependencia. Para que esta clase de convivencia destructiva se presente, es preciso que se encuentren dos personas que comparten una historia perso- nal plagada de severo dafio emocional, ya que el problema no es Gnicamente de un individuo sino de ambos. Al establecer cierta clase de dependencia hacia otra persona estamos cayendo en una relacién de apego donde no hay amor, porque del aferramiento surgen los celos, el miedo a la pérdida, la ansiedad, el resentimiento o la indi- ferencia; situaciones que, en mayor o menor grado, se en- cuentran en un nimero importante de parejas, por lo que nuestra concepcién de “amor” se ha convertido en sinéni- mo de una muy pobre calidad de convivencia. Si aceptamos que la relacién humana sdlo tiene un verdadero significado cuando nos compartimos con auten- ticidad, respeto y apoyo mutuo, entonces el problema ini- cia desde el momento en que ignoramos nuestros motivos inconscientes. Por tanto, el primer paso serfa investigar cuales son los propios ideales en juego cuando iniciamos (y sostenemos) una relacién. Es decir, lo esencial para man- 12+ RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ Por tanto, es necesario buscar el orden interno com- pleto y total, para luego propiciar el urgente orden exter- no (social). Para hacerlo, el tinico requisito es la combina- cién de una firme conviccién para reconocer la importancia de generar ese orden dentro de uno mismo y tomar plena- mente la responsabilidad personal con la cual contribuyamos a un orden social, comprendiendo que éste es un punto cru- cial, de relevancia fundamental para la vida y sobrevivencia de la humanidad. Si no alcanzamos a ser “tocados” en lo profundo de nuestro ser, si s6lo decimos “si, eso es intere- sante”, pero si no ponemos manos a la obra aportando nuestra parte, dificilmente podremos aspirar a trascender los conflictos, tensiones y absurdos que caracterizan la estructura de la sociedad actual. Saber acompafiarse en pareja El proceso de acompafiamiento es una parte medular e indispensable en nuestra existencia. Mucho de nuestro éxito y felicidad en las relaciones sociales tiene que ver con la cualidad de saber acompaniar. El sentido basico de la ac- cién de acompaiiar requiere un conjunto de habilidades esenciales, como son: 1. Saber comunicar. 2. Saber escuchar. 3. Cémo y cuando confrontar. . Saber respetar el proceso de vida en que se encuen- tra uno mismo y los demas. 5. Como ponerme en el lugar del otro para compren- derlo (empatia). 6. Cémo flexibilizar mis intereses a fin de acompaiiar. a Saber acompaiiar, por principio de cuentas, implica recono- cer y entender la realidad del otro, en lugar de exigirle que sea la persona que nosotros quisiéramos. 18 # RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ ca, calor humano, comprension y acompafamiento, las cua- les son formas validas y provechosas de querer matizar la relacién. Pero las formas en que cada persona vive dichas expectativas son extraordinariamente distintas. Aunque también he encontrado algunas declaraciones verdaderamente sorprendentes de las expectativas que algu- nas personas anhelan conseguir al casarse. Por ejemplo, vienen a mi memoria los casos de algunas mujeres quienes abiertamente me confesaron que esperaban hallar en el ma- trimonio la tranquilidad emocional que nunca en su vida familiar habian tenido, confiando en que seguramente su esposo jams causaria la minima desavenencia; 0 que ca- sarse era la mejor forma de mantener cerca a la tinica per- sona que me ha querido aunque sea un poco; o bien que el ma- trimonio consistiria en afiadir un miembro més al negocio familiar. Por otra parte, puede que no sea realista pensar que nuestras esperanzas puestas en el modelo tradicional sean el vehiculo ideal para lograr nuestros fines (enfatizo que me estoy refiriendo a roles muy rigidos). Quizd nuestra expectaliva sea apropiada, pero la forma o el métode (el matrimo- nio tradicional) sea insuficiente 0 inadecuado. Por ejemplo, quiz la mujer anhela el momento de casarse, pero también desea seguir una carrera profesional saliendo de su ambiente ho- gareno. Idealmente, podriamos pensar que una relacién sana facilitarfa que la mujer pudiera cumplir con ambas inten- ciones. Sin embargo, puede encontrar serios obstaculos tanto dentro como fuera de casa. Dentro de su mismo seno familiar, quiza su marido se aferre al papel tradicio- nal de ser el sostenedor econdémico de la familia y se oponga a que ella se desarrolle en un medio laboral, presionando- la con mas atencién y tiempo a las funciones del hogar; fue- ra de casa, tal vez ella encuentre que muchas instituciones todavia no aceptan tan facilmente a mujeres casadas, es- pecialmente por la posibilidad del embarazo y las consa- PARADIGMAS DE LA RELACION HUMANA # 19) bidas incapacidades y gastos médicos que la empresa ha de egresar. Si muchas circunstancias parecidas estuvieran limitan- do la satisfaccién personal de los casados, serfa necesario despojar al matrimonio de sus papeles anticuados para en- contrar formas que lo hagan mas acorde a los cambios que en la actualidad se estan produciendo. Mas que la tradi- cién, el significado y el estilo de wna relacién de pareja deben forjarlo las dos personas involucradas en la relacién, siendo libres de buscar por si mismos las razones de su existencia y la forma en que desean vivirla. De ahi que /a relacién de pareja debe basarse en una nueva apertura hacia uno mismo, hacia el otro y de ambos hacia el mundo. Estableciendo libre- mente su propia relacién, la pareja podra conseguir la flexi- bilidad necesaria para su desarrollo y preferencias tanto individual como en conjunto, asi como su adaptacién cui- dadosa al entorno inmediato. Generalmente, “desarrollarse” en un matrimonio tra- dicional conlleva eliminar y reprimir deseos y capacidades individuales. En nombre del amor y el deseo de preservar la relacién, se van eliminando cualidades e intereses que cada quien posee y que podrian constituir la base de un desarrollo personal ulterior, elemento sin el cual toda re- laci6n parece condenada a estancarse y no ser satisfactoria. Un simple ejemplo de esto es precisamente el no permitir que un cényuge realice una actividad profesional fuera de casa. Empero, la situacién no es tan simple puesto que hay quienes si lo permiten y de todos modos la relacién es lastimada. Otra cuestién que deja‘al matrimonio convencional en una zona dificil es que normalmente nos “casamos con la imagen”, muchas veces idealizada mas que realista, de la persona amada. En general, esa grata imagen que forma- mos y mantenemos del otro (un “buen hombre”, o una “buena mujer”), es producto de la Iamada relacién perso- nal de estructura superficial, es decir, una interaccién en 20 # RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ que comdnmente no mostramos nuestro auténtico manejo en el campo de la relaci6n humana de mayor compromiso. Asi, no reparamos en que la imagen de lo que la otra per- mientras se da el noviazgo o los primeros tiem- pos el matrimonio, al cabo de un tiempo dificilmente podra ser sostenida. Varios matrimonios aseveran que la pareja cambié radicalmente, para su decepcién, luego de un tiem- po. El tiempo varfa, y puede ir desde unos cuantos dias hasta aiios, pero la constante es el hecho de que el “cam- bio” del otro no siempre favorece la relacién. Asi las cosas, es frecuente que la persona llegue a la conclusién, con cierto dejo de tristeza que, “de haber sabido cémo era, no me hubiera involucrado”. En mi opinién, es evidente y natural que la persona con quien nos casamos al cabo de un tiempo ya no es exac- tamente la misma que conocimos en las fases de galanteo y noviazgo. No obstante, si la relacién es auténtica, con un compromiso real y con un conocimiento profundo de uno y otro desde su inicio, la evolucién personal es recibida con agrado y, de hecho, ayuda a mejorar Ia calidad de con- vivencia. Sin embargo, la muestra contundente de que no habia- mos entablado una relacién profunda y sincera con la otra persona queda clara en relacién con nuestros sentimientos de decepcién, frustracién y desesperacién porque el otro nos demuestra una y otra vez que no es, a veces, ni siquie- ra la sombra de la persona que nosotros esperabamos. Obviamente, desde sus inicios es recomendable dejar bien claro el tipo de relacién que se desea llevar en pareja, pero entendiendo que ésta no es dinica y estatica. Dicha re- lacién tendr4 que ser lo suficientemente abierta para que todo reajuste se haga lo mas facil, cuidadosa y rapidamen- te posible. Es decir, la relacién debe ser capaz de modificarse a si misma adapténdose a las circunstancias que se presentan, por ejemplo, un nuevo empleo, una temporada de desempleo, la legada de un hijo, la enfermedad de uno de los miem- 24 © RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ que hemos tenido que enfrentar situaciones familiares des- favorables, mientras que es casi imperceptible el namero de familias que pueden considerarse ejemplos de funcio- nalidad y felicidad plena. Gran parte de nuestros comportamientos de adultos esta soportada por las experiencias educativas tempranas. En gran parte, nuestra apreciacién de lo que es, o deberia ser, la vida y todas sus condiciones tiene buena parte de sus rafces en la visi6n que al respecto guardaba nuestra familia nuclear (padre, madre y hermanos). En especial, se ha encontrado que la convivencia que manifestamos de adultos esta intimamente conectada con las experiencias més significativas, gratas o desagradables, que vivimos en la infancia pero que, una vez siendo adul- tos y por tratarse de vivencias ya distantes, normalmente son borradas de nuestro pensamiento consciente. Los siguientes son algunos indicadores evidentes que distinguen a una familia disfuncional: 1. Existencia de papeles o roles familiares excesivamente rigi- dos. Por lo general, padre dominante y madre sumisa. 2. Los padres son emocionalmente inmaduros. En cierto sen- tido, son nifios jugando a ser adultos, seudoadultos lastimados que no han resuelto sus propias situacio- nes dolorosas y por tanto no estén en las mejores condiciones para educar nifios felices. 3. La familia es un sistema de comunicacién cerrado. Es decir, hay una escasa comunicacién. Existen secre- tos vitales; no se habla claro ni directo sobre algu- nos problemas porque se consideran temas tabi (sé cambia el tema de platica, se prohiben conversacio- nes abiertamente o se castigan). En particular, la familia se vuelve mayormente disfuncional en cuan- to mas se manifiesta la negacién de problemas. 4. Patrones de interaccién empobrecidas o hasta conflictivos. No hay mucho margen de comportamiento, ni aspi- EDUCACION BASICA DE LO FEMENINO: Y LO MASCULINO: + 25 raciones ni apoyo a trascender el estilo de vida co- miin. Al contrario, se excluye o se ridiculiza a quien pone en duda o intenta buscar una forma que me- jore el trato familiar imperante. 5. Escasa expresién afectiva. Existe una nula manifesta- cién de carifio y aprobacién, nifios abandonados 0, en casos peores, las figuras de autoridad son casti- gadoras. Son muchos los dafios que se han reportado en las perso- nas que estuvieron bajo la dinamica de una familia dis- funcional, pero frecuentemente el producto de tales hoga- res son individuos muy lastimados en dos aspectos sociales faciles de identificar: incapacidad para el manejo apropiado de sentimientos (contactar sentimientos propios, clarificar y ex- presar sentimientos propios y ajenos), y dificullades para relacionarse con olros en forma madura y constructiva. En relacién con la incapacidad para el manejo de senti- mientos, el resultado se traduce en que la persona es poco capaz de mostrar e identificar amor, ternura, empatia, com- prensién, disposicién y respeto hacia otros. Ante la falta de expresién afectiva, el adulto mostrara serias dificultades para entablar lazos emocionales relevan- tes y muy probablemente contaré con una esfera social reducida, sintiendo que no encuentra apoyo ni compaiiia auténtica en ningtin lado. También es posible que la familia no sdlo haya ignora- do las necesidades afectivas sino que, lo que es todavia peor, el trato cotidiano se caracterizara por constantes ten- siones, miedo, pesadas cargas emocionales con responsabi- lidades excesivas para los hijos(as), 0 competencias por ob- tener aprobacion de una figura de autoridad (padres, abuelos 0 cualquier otro adulto significativo). Debido a estas situaciones, la gente confunde sus sen- timientos y suele mezelar los sentimientos agradables con los desagradables. Las emociones entonces resultan confusas y 26 + RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ la persona simplemente no aprende a distinguir donde y cuando se vive una relacién sana y qué situacién es una relacién lastimosa. Un individuo asi no sabe diferenciar los tipos de convivencia porque sélo conoce un modelo. Cu- riosamente, la gente vive una relaci6n inadecuada como una experiencia relativamente cémoda puesto que le es familiar y, en cambio una relacién funcional le parece sos- pechosa, rara y por tanto incémoda. En cierto sentido, es como si la persona necesitara de relaciones conflictivas porque sin el alboroto, la saturacién sensorial o las situa- ciones apremiantes a las que esta acostumbrada, simple- mente no sabe cémo conducirse. Al respecto, recuerdo que una de mis pacientes en sesién individual me comenté que, literalmente, ella no sabia rela- cionarse de otra forma con las personas mas que discutien- do. Me parece que su pregunta fue bastante sincera cuando repentinamente dijo: éCémo hacer para relacionarme sana- menie? Yo no sé cémo hacerlo porque en mi familia stempre estu- vimos de pleito. Esta puede ser una explicaci6n del porqué muchos adultos sostienen relaciones tormentosas y cuando tienen la oportunidad de relacionarse con una persona que, al me- nos aparentemente, ofrece la posibilidad de una intercam- bio social mas ‘armonioso, la suelen considerar una persona aburrida y no les motiva para establecer una convivencia. Si hablamos del caso de una posible relacién de pareja, ante el acercamiento de alguien relativamente funcional, la persona formada en una familia disfuncional quizd pre- fiera considerar el encuentro s6lo como una amistad, pero no como un candidato para un involucramiento mis sig- nificativo. En cambio, se sentira fuertemente atraida para conectarse con alguien en quien reconoce las sensaciones (fa- muiliares) que provoca este encuentro. Por lo que atafie a las dificultades para la relacién, que en realidad es un aspecto estrechamente conectado con el que acabamos de comentar, la persona se encuentra 30 + RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ un tremendo portazo y jurandome que nunca lo volveria a ver. Y hasta la fecha lo ha cumplido; no he vuelto a saber practicamente nada de él. Pregunto a su familia por su paradero pero, como también él tuvo una pésima rela- cién con sus padres y sus hermanos, me dicen que cuan- do los visita, muy de vez en vez, apenas si los saluda y se retira sin comentar nada de nuestra relacién (familia disfuncional de origen del otro). Cuando seleccionamos pareja nos vemos invariablemente inmersos en un par de procesos. Por un lado, existe una elec- cién que tiene un conjunto de criterios conscientes, como el hecho de preferir ciertas caracteristicas (como el fisico, el gtado de escolaridad, la inteligencia 0 el nivel sociocultural). Pero también somos propensos a fincar nuestra predilec- cién por una pareja basada en criferios inconscientes. Por ejemplo, como ya hemos mencionado, quiz el tipico esti- lo de convivencia que aprendimos en la infancia era el de “protector”, queriendo ayudar a los demas tal vez como medio evasivo para negar el propio dolor, o bien enfren- tando la situaci6n de pareja como posibilidad de obtener la aprobacién de una figura importante en nuestra vida que antes no nos fue posible lograr (normalmente de nues- tros padres), motivos ocultos que nos “enganchan” emo- cionalmente con alguien y que luego nos hacen exclamar, como en el caso previo, “no sé exactamente por qué elegi a esta pareja pero algo me atrajo mucho”. La eleccién de pareja que no resulta es porque, normalmen- te, fue basada mds en criterios de eleccién inconsciente. En el caso anterior, es notorio que las caracteristicas concuer- dan perfectamente en que las dos personas provienen de una familia seriamente disfuncional y ambas se atraen en. forma intensa, donde la mujer incluso rechaz6 otros pre- tendientes, quizd mas funcionales que el elegido, porque (no por simple casualidad), le resultaban “aburridos” (este EDUCACION BASICA DE LO FEMENINO Y LO MASCULINO ¢# 31 tema de la eleccién de pareja sera desarrollado en otro capitulo). En términos muy amplios, es asi como una familia disfuncional puede manifestar sus letales efectos en la vida de sus miembros una vez que son adultos. Estructura de la evoluci6én de la conciencia: los cuidados para una infancia sana Ademas de la familia que cuenta con patrones de inter- accién disfuncionales, hay otro factor de crucial importan- cia en la vida del nifio que hemos de considerar, que es el proceso interno que opera en cada uno de nosotros, es de- cir, el funcionamiento mental. En este sentido, me interesa enfatizar la importancia de aspectos clave por cuidar para vivir una infancia relativamente sana. Desde que nace, e incluso se asevera que desde antes del nacimiento, el bebé es receptivo a las situaciones gratas o desagradables en el seno familiar. No hay, obviamente, una estructura de pensamiento equivalente a la de un in- dividuo adulto pero, en su lugar, el bebé responde de forma emocional-sensorial. Esto quiere decir que los recién maci- dos perciben incluso si son bien recibidos o no al momen- to de nacer, si hay circunstancias conflictivas en el ambiente en que viven o existe armonjia, respeto y amor. No es que ellos lo analicen, sino simplemente lo perciben mediante sentimientos y sensaciones. Por tanto, su sistema basico de relacién es, precisamente, por medio de sensaciones y senti- mientos y el vehiculo ideal para esta clase de intercambio con otros es el contacto fisico. Diversas investigaciones han mostrado cémo los nifos que fueron afortunados al recibir un trato afectuoso de sus padres, con mucho contacto fisico positivo (calidez, cer- canfa, ternura mediante abrazos, caricias o besos), suelen convertirse en adultos tendientes a buscar la expresién 32. # RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ afectiva mediante el contacto fisico. Ademas, entre sus caracteristicas destaca también que cuentan con un buen nivel de confianza en sf mismos, autoestima alta y mayor disposicién a la relacién social. Por su parte, los nifios que fueron ignorados o maltra- tados fisica y mentalmente son adultos que no muestran preferencia por la cercania ni el contacto fisico. De hecho, hay personas que abiertamente dicen que no les gusta que los rocen siquiera, les den un abrazo, y mucho menos que les acaricien. De igual forma, muestran menos confianza en sf mismos, con una autoestima baja y no tienen mayor inte- rés por el trato con Jos demas. Entre los 15 y los 18 meses de edad los nifios empie- zan a tener pensamientos mas estructurados que general- mente se caracterizan por una fuerte tendencia a creer que pueden influir en el mundo con sus pensamientos y de- seos. Esta estructura del pensamiento recibe el nombre de visién mégica del mundo porque a esa edad los nifos creen que con sus pensamientos y deseos tienen un poder ma- gico para influir en los comportamientos 0 eventos exter- nos, y que sus pensamientos son la causa de todos los acontecimientos significativos de su vida. Por ejemplo, creen que su Ilanto es la causa directa de que su mama los ali- mente, 0 que les entreguen el juguete que desean. Alrededor de esta fase es cuando aparecen en todo su esplendor los famosos berrinches, los cuales constituyen una prueba contundente de la visién en extremo exigen- te del nifio. Los padres deberian ensefiar al nifio que no puede tener todo lo que desea pero sf darle alternativas (por ejemplo, cosas distintas a las que él desea, muestras de afecto o cualquier otro “trueque”). Posteriormente, conforme seguimos evolucionando, entre los 2 y 7 afios, esta comprensién llamada magica es reemplazada por una visién del mundo llamada visién mi- fica. En esta etapa la conciencia es altamente susceptible al manejo de simbolos, y cualquier mito, leyenda o cuento EDUCACION BASICA DE LO FEMENINO Y LO MASCULINO + 41 Una joven madre veia un aparador de una tienda de ropa en una plaza comercial mientras su pequefia hija de aproximadamente 4 afos Iloraba y le pedia que le comprara un helado. La joven madre, visiblemente mo- lesta, le advirtié a la nifia que no siguiera fastidiando o la dejaria sola. La nifa estallé en Ianto ante la amenaza y la madre literalmente la jalé del brazo hasta darle un sentén en una de las bancas de un pasillo, donde la pequefia se quedé tendida llorando desgarradoramente. La madre se alejé a una distancia moderada y, de reojo, podfa ver a la hija pero ésta no alcanzaba a ver a su mama. Este episodio de abandono materno duré hasta que la nifia literalmente se cans6 de llorar. Entonces la madre se acercé a ella. Sin duda, la joven madre no pensaba abandonar realmen- te a su hija, pero en la estructura de pensamiento infantil es probable que la nifia haya vivido esa experiencia como un intento real de abandono o desamor de su madre. Si los nifios son expuestos a situaciones similares con cierta regu- laridad, se estaran estableciendo bases importantes para que desarrolle el miedo de ser abandonado. Para los pa- dres puede resultar muy sencillo e insignificante decirle al nifio frases como si le sigues portando mal te voy a encerrar en un cuarto oscuro, o bien sacarlos al patio y dejarlos solos, pero recordemos que la forma en que un adulto piensa es por completo distinto al pensamiento mitico del nifio, quien casi todo tiende a tomarlo como una verdad literal. Esta clase especial de miedo no surge solo de la ame- naza hablada, también puede establecerse por el descuido o falta de presencia fisica de los padres y, una vez arraiga- do en la mente infantil, puede ser una semilla que crezca y acompafie a la persona haciéndola que sus futuras pro- bables pérdidas sean vividas en forma de ansiedad extre- ma, 0 que asuma una actitud excesivamente pasiva ante un trato humillante porque su temor a quedarse sola le pre- dispone a tolerar cualquier tipo de compafia. 42 # RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ b) En cuanio a desvalorizacién, los padres también pueden dar multiples mensajes descalificadores del tipo de eres un tonto, bueno para nada, nunca podrds hacer algo bien, o siempre necesitards que alguien haga las cosas por ti, sin estar conscien- tes del posible dajio. En un ejemplo conmovedor, una mujer me cont6é en terapia la siguiente historia familiar: Mis padres eran terribles conmigo y con mi hermana dos aos menor. Desde muy pequefias, pareciera que disfru- taban diciéndonos lo tontas que éramos. Hoy dia mi hermana y yo somos profesionistas, tituladas con todos los honores, pero atin sentimos que nos afectan aquellos mensajes de nuestros padres, y ambas tenemos en el fondo un sentido de escaso valor personal. De igual forma que en el miedo al abandono, los mensajes de escasa valoracién pueden ser rafces profundas de una falta de confianza en sf mismo que acompaiie a la perso- na adulta haciéndola manifestarse con timidez, un franco miedo al fracaso y limitantes para la relacién cercana y significativa con otras personas. Un cuadro tipico de falta de autoestima, fuertemente influido por el miedo al abandono y la desvalorizacién, in- cluye los siguientes rasgos: ¢ Tendencia a competir (para vencer y demostrar lo “va- lioso” que es). + Comportamiento agresivo que, por no poderse mani- festar abiertamente, muchas veces toma la forma de un sarcasmo (mediante chistes ofensivos o bromas pe- sadas porque cree que con esto puede estar por enci- ma de los demas). ¢ Disciplina deficiente que no cubre todos los aspectos de su vida sino sélo uno, como sefial inequivoca de evasién (por ejemplo, gente muy entregada a su tra- EDUCACION BASICA DE LO FEMENING Y LO MASCULINO # 53 La codependencia es una relacién de apego con lo cual, al aferrarnos al otro, surgen /os celos, el miedo a la pérdida, la ansiedad, el resentimiento e incluso la indiferencia. En una convivencia asi las relaciones y las personas sélo sobreviven pero ni uno ni otro experimenta realmente un crecimiento como ser humano. Estas son, por desgracia, las cualidades que en mayor © menor grado se encuentran en un vasto nimero de pa- rejas, y con ello hemos reducido dramaticamente nuestra concepcién de “amor” a una muy pobre calidad de convi- vencia. En definitiva, eso no es amor auténtico, sino mas bien un “enganche” emocional bastante doloroso y limitante Ila- mado técnicamente codependencia. Pero, como veremos a continuacién, donde hay amor no hay dolor. Qué es amor Un individuo con una educacién emocional relativamente saludable no esté acostumbrado a la lucha, a la angustia ni al sufrimiento. Asi que, si en una relacién sale herido o es presa de una reacci6n intensamente perturbadora, experi- mentara la situacién como /o que realmente es, 0 sea, algo aversivo y a lo cual su sana educacién emocional le dice que tome medidas correctivas inmediatas. Esta clase de persona procurard encontrar un ajuste, pero si no lo logra luego de un esfuerzo considerable sim- plemente dard por finalizada la relacién, quiza ciertamen- te con dolor, pero dejar4 de insistir terca y neciamente en donde no hay sefiales de mejorar, por lo que evitara en el futuro todo tipo de involucramiento con caracteristicas desalentadoras. En su lugar, optara por un encuentro per- sonal que le proporcione auténtico carifio, consuelo y com- pafierismo porque sabe que eso es lo “normal”. Para entender qué no es el amor, podemos obviamente concluir que un verdadero amor incluye sentimientos agra- EDUCACION BASICA DE LO FEMENINO Y LO MASCULINO ¢ 55 pareja s6lo se involucra en acciones para su tinico y exclu- sivo beneficio. Tengo la firme conviccién de que es posible que algu- nas personas pueden reparar todo el dafio emocional re- cibido y ampliar las percepciones y comprensiones de su vida por si mismas, pero también me parece que el ntime- ro de individuos que lo logra es considerablemente redu- cido. En la mayoria de los casos, creo altamente recomen- dable el apoyo profesional puesto que quiz4 el dafio haya sido muy severo y, por mds que demos nuestro apoyo, dedicacién y auténtico amor al ser amado, estas cualidades positivas de la relacién no son suficientes para que la per- sona se libere de su dolor. Si la relacién es sana estaran presentes inevitablemente el afecto, el interés, la aprobacién, asi como sentimientos de comodidad con personas que evocan sentimientos de se- guridad, calidez y dignidad, evitando a quien nos hace sentir menos valiosos. Si tomamos plena conciencia de la pobre visién social que del amor existe en la actualidad, podremos aven- turarnos a abandonar esa concepcién inmadura y contra- producente. Asi estaremos en mejores condiciones para relacionarnos en forma mas centrada y abierta de lo que lo han hecho generaciones previas y, en lugar de un tor- bellino de pasiones angustiantes y agotadoras, la relacién de pareja pueda ser un pldcido espacio para una intimi- dad compartida, un campo perfecto para la evolucién personal y social constante hacia formas hasta ahora insospechadas. 72. # RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ en la adolescencia con otra persona es el inicio de un ca- mino que en miltiples ocasiones puede ser un largo reco- rrido donde se van conociendo y entendiendo diferentes estilos de comprender la vida. Sombras amenazantes La ilusién con la que normalmente iniciamos una primera relacién de pareja tarde o temprano se va consumiendo, Las sombras de diversos peligros, del pasado y del presen- te, nos acechan sigilosamente tras la puerta y entre ellos, ademas de la citada historia personal de deficiencias, esta la intencién inconsciente que al momento de elegir pareja aparece con fuerza: el deseo de Ilenar “huecos” 0 carencias personales con las caracteristicas que vemos en la persona que nos atrae. En efecto, éste es otro proceso que se da por lo general de manera inconsciente. Entre mayor sea el desbalance de las caracteristicas masculinas y femeninas en un mismo sujeto, mayor sera la probabilidad de que tienda a “Henar los huecos” en su personalidad buscando otras personas que lo complementen. Por ejemplo, una jovencita décil, suave y cdlida, muy desconectada de rasgos de fortaleza y seguridad propios sera facilmente deslumbrada por un va- rén donde destaquen precisamente esas cualidades en su trato. E] aplomo, seguridad y firmeza que ella no ha con- tactado internamente como recursos propios le hardn sen- tirse sumamente atraida por quien si evidencia dichas conductas en el trato social. Siguiendo este hipotético caso, ella en realidad estaria parcialmente ciega a que esas cualidades son posibilidades de su propio desarrollo y, como no hace un trabajo de re- visi6n profunda para comprender este proceso de atrac- cién en que se encuentra con la persona deseada, su me- canismo de eleccién de pareja tiene un fuerte contenido ADOLESCENCIA: LOS PRIMEROS CONTACTOS ENTRE LO MASCULINO Y... # 73 inconsciente. La vieja metafora de buscar nuestra “media naranja” es un perfecto ejemplo de cémo, en forma muy sutil e inconsciente, tendemos a considerarnos “medias personas” que tienen que ser complementadas mediante la unién con otro “medio individuo”. Asi encontramos parejas con comportamientos sociales tan desiguales (técnicamente llamadas “parejas complemen- tarias”), donde sus respectivos rasgos destacan notoriamente para quienes observamos la relacién lo que, por supues- to, no es tan obvio para la pareja. Ejemplos clasicos son las uniones entre una mujer sumisa y un hombre dominan- te; una mujer alegre, con sentido del humor y un hombre serio y formal; una mujer de caracter fuerte y muy dind- mica con un hombre mas bien suave y un tanto lento en su actuar; una mujer responsable y trabajadora con un hombre apatico y perezoso para su desarrollo laboral y personal. Hombre ° Mujer Dominio a Sumisién Humor — Seriedad Dinamico - Pasivo Productive = ——— Apatico Fuerte Débil Social —_— Asocial Afectuoso — Inexperto En realidad este proceso pernicioso nunca termina con resultados positivos pues, aquellos mismos rasgos de fir- meza, seriedad o hasta dureza que en un principio atraje- ron fuertemente a la joven del ejemplo, a final de cuentas se vuelven la fuente misma de serias desavenencias. Es 74 # RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ decir, con el tiempo aquella seriedad y formalidad del hom- bre tenderd a exasperar el estilo mas flexible de la mujer. Por tanto, idealmente, cada persona deberia manifestarse en la relacién como una unidad indivisible, integrada y “entera”, o sea, plenamente contactada con sus rasgos masculinos y femeninos para no tener que buscar Ilenar huecos con los rasgos del otro. La separacién de una pareja codependiente se torna asi cada vez menos posible, impensable y mas doloro- sa porque en el fondo no sélo estan latentes el miedo al abandono, la desvalorizaci6n y el reto de ganar en esta ocasién un carifio que de nifios no obtuvimos, sino que aquellos rasgos que supuestamente me complementaban amenazan con irse de mi vida. Las personas que viven este drama no exageran al decir que no pueden vivir sin el otro individuo, o que sienten que parte de su vida se perderia si la otra persona se marcha. Sé6lo mediante una integracién plena y madura de los rasgos “masculinos” y “femeninos” sera posible que un individuo comprenda y respete el hecho de que las otras personas no nacieron especificamente para ser “comple- mento” de nadie, ser ahuyentadores de la soledad, “objetos para lucir”, padres o madres sustitutas, ni alguien a quien cuidar o atender. Desde una perspectiva madura y flexible la pareja bien puede desempefiar cualquiera de estos pa- peles, y no por eso deja de ser alguien que quizd en ciertos momentos requiere manifestarse de forma diferente a no- sotros con sus propias aficiones, intereses y estilo de vivir. Pese a lo anteriormente descrito, no todo esta irreme- diablemente perdido para la relacién de pareja. Parte de nuestro proceso de maduracién de conciencia es precisamente buscar y encontrar una plena felicidad y armonia en el trato con los demés. ¥ esta posibilidad se concreta cuando existe en cada miembro de la pareja un cambio fundamental de la visién de vida aprendida; en el caso de la joven, su estrecha y extremadamente cursi visi6n sentimentalista que limita ELECCION DE PAREJA # 89 tiempo en el trabajo; mientras que una mujer menos con- vencional quiz4 da por hecho que el hombre “ha de enten- der” que naturalmente, ella sola no va a poder con esa tarea. Por eso la situacién exige mas que simplemente su- poner. Por ejemplo, si se llega al caso de decidir no Ilevar- los a una guarderfa y los dos trabajan, ¢quién dejara de trabajar para hacerse cargo de los hijos? 7. Interés mutuo y compafiia auténtica Ya comentamos que la relacién de pareja recorre un cami- no comin desde el interés que hay en el romance y la con- quista, hasta un suave deslizarse a un mas sereno compar- ur y disfrutar uno de otro. Haria falta preguntarse si al pasar la etapa de arrebato apasionado la pareja es un buen compafiero, en toda la extensién de la palabra. Es decir, ¢sabe escuchar?, ¢sabe estar presente cuando més se le requiere?, ¢hay acuerdo en el uso del tiempo libre?, ¢hay disposicién por comprender y respetar las aficiones 0 pa- satiempos del otro? Un aspecto fundamental del saber acompafiar es respetar la integridad del otro, por tanto, existe un nivel de respeto adecuado entre ambos?, ¢se respetan las diferencias de caracteres, actividades sociales, intereses, 0 amistades? 8. Admiraci6n mutua Un tema rara vez tocado es el grado de admiracién que sentimos por nuestra pareja. Si no existe este aspecto es posible que se tienda a menospreciar el valor del otro (al paso del tiempo una persona puede llegar a minimizar el valor del otro). Por ejemplo, un hombre me confesé en terapia que cuando se cas6, ambos tenfan una preparacién académica similar, pero él habfa realizado estudios de pos- 90 # RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ grado y esto le hacia ver a su esposa como una persona sin valor, comparada con él. Desde luego, que hablar de ad- miracién mutua no se refiere exclusivamente a la prepara- cién académica, ¢hay caracterfsticas o facultades especiales que agraden de la otra persona? Tampoco se refiere a talentos extraordinarios o coeficientes intelectuales altos, sino mas bien a situaciones de calidez humana, sentido del humor, capacidad para encarar y resolver situaciones, lo- gros emocionales y espirituales o la capacidad de acompa- fiamiento, por ejemplo. En conjunto, ¢se cuenta con ha- bilidades o cualidades especiales que conviertan grata y valiosa la presencia de la pareja?, ¢se reconoce y se expresa la admiraci6n mutua? 9. Estilo de vida Quiza éste sea uno de los factores de mayor peso. Cada uno de nosotros ha formado un estilo de vida muy perso- nal, en parte derivado de nuestra estructura familiar, y es posible que la pareja entre a una zona dificil si no hay reconocimiento y respeto del estilo de vida. ¢Cudles son las diferencias y semejanzas entre la forma de desear vivir para uno y otro?, étrata uno de llevar una vida planeada y tranquila, mientras el otro prefiere llevar las cosas como se presenten?, ¢quiere uno llevar una vida bohemia mien- tras el otro aspira a una vida de aristécrata?, ¢el ritmo y el estilo de vida tienen similitud entre ambos? écudles son las mas preciadas creencias sobre el ser humano, la relacién de convivencia y la vida en general?, ¢hay respeto hacia el estilo de convivencia que se presenta en las dos familias politicas?, ¢qué grado de respeto hay hacia los criterios de cada uno? Podemos afirmar que la eleccién de una pareja funcio- nal significa mas que tener una persona al lado, Exige compania y presencia no s6lo satisfactoria sino sustentadora, ELECCION DE PAREJA # 109 emocionales. Puesto que prefieren la relacién sexual con me- nos caricias y afecto, pueden tener relacién sexual con mujeres en quienes invierten emocionalmente muy poco (o practicamente nada). Al parecer, este manejo coman hace que el hombre cuente con otra escala de criterios para seleccionar a una mujer como pareja. Veamos: « La presencia fisica si es fundamental para considerar candidatas, aunque no impacta tanto la vestimenta, sino el cuerpo esbelto y una cara bonita. « El hombre puede casarse con una mujer sin que importe mucho su ocupacién, preparaci6n académi- ca 0 nivel social, pero siempre y cuando cuente con un fisico aceptable. « Aun hombre no le preocupa la falta de ambicién de su esposa, pero la relacién pierde valor ¢ importan- cia si la mujer es ambiciosa. Las relaciones donde la mujer es en extremo ambiciosa estan resultando muy inestables y terminando frecuentemente en divorcio. Normalmente estos criterios no se reconocen abiertamente porque se consideran elitistas o inaceptables socialmente. Sin duda, para la mujer cuidar el nivel social y el poder adqui- sitivo del hombre, y para el hombre, fijarse que su pareja cuente con un cuerpo y cara bonita, son criterios que pue- den sonar demasiado materialistas. Sin embargo, estos criterios de seleccién de pareja ope- ran en forma relativamente automatica y pueden ex- perimentarse como involuntarios. Por ejemplo, los 70 hom- bres a quienes pregunté por una hipotética situaci6n, se negaron rotundamente a salir con una mujer cuyas carac- teristicas fisicas no cubrieran sus expectativas (todos se ne- garon por completo a salir con una mujer fisicamente fea). Con todo, los criterios de selecci6n de pareja cambian con la edad. En las mujeres, conforme incrementan su in- 110 # RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ greso y posicién social, generalmente aumentan también sus exigencias (de 80 profesionistas a quienes pregunté, sdlo cinco contestaron que podrian elegir a un mecdnico como pareja, pero estas tiltimas estaban més alla de los 38 afios). Hay poca evidencia que un método de seleccién de pareja sea mejor que otro. Mientras los hombres primero deter- minan qué mujer es aceplable para una relacién sexual y luego quién puede merecer una inversién emocional y econdémica, las mujeres, primero determinan la aceptabilidad de un hombre en funcién de su aspecto social, personal y fisico y después con quién podrian tener relaciones sexuales. Asimismo, las cualidades intelectuales, el grado evolu- tivo de conciencia o llevar una vida con sentido espiritual no son criterios fundamentales de selecci6n de pareja en el individuo promedio. Hablando en términos muy amplios, dos personas son compatibles cuando el onden o jerarquia de sus valores son si- milares. Por ejemplo, la forma en que emplean su tiempo, su dinero, la crianza de los hijos, las amistades. Los hombres con una educacién convencional suelen sentirse atraidos por mujeres que les acepten, les com- prendan, les respeten y que les haga aumentar la confian- za en si mismos a través de un reconocimiento por lo “valioso” y capaces que ellos son. Ademiés, el atractivo sexual también sucle ser un factor importante. Si se notan las cualidades preponderantemente femeninas, el cuadro se complementa como una mujer de gran atraccién para el hombre comin. Por su parte, para la mujer mexicana promedio los puntos que le hacen decidirse por un hombre en particu- lar tienden a ser que él la proteja, la escuche, le proporcio- ne seguridad fisica, econémica y moral, que sepa apreciar su belleza fisica, y que le ofrezca una relacién continuada por largo tiempo. En la primera fase del ciclo de la pareja (enamoramien- to), una buena intervenci6n de ayuda consistira en facilitar TRABAJANDO CON LOS PROBLEMAS DE PAREJA: PAUTAS GENERALES # 141 mente en problemas graves. En la vida se producen mu- chos cambios (personales y sociales) que repercuten en la relacién pero que, bien encarados, lejos de poner en pe- ligro la relacién, evitan el estancamiento y contribuyen a enriquecerla. Idealmente, cada conflicto podria tomarse como un incentivo para mejorar, no sélo para amargar- se uno a otro. Un indicador innegable de que la pareja se en- cuentra en una situacién critica es que se haya vuelto imposible el desarrollo, la armonia o los sentimientos grates de estar con el otro. Sin duda, el indicador principal de que una relacién esta verdaderamente atrofiada es la ausencia de felicidad en sus miembros. Primeramente, la pareja habria de cuestionarse, ¢se usan las dificultades como medida para explorar y superar las limitantes de la relacién y de cada uno o sdlo para culpar- se uno al otro? Si en verdad existe la disposicién a apren- der de los problemas, no se tendera a juzgar ni culpar al otro; en su lugar, las fuerzas se abocaran a comprender y sanar la relacién. Dadas estas condiciones, la pareja hard bien en since- rarse y reconocer primeramente que /a forma de relacionarse no concuerda con lo que quisieran. Esto es, expresar honesta- mente que las condiciones en que se encuentra la relacién no son las idéneas. Para acercarnos a pautas que mejoren las condiciones indeseables, ser4 conveniente contar con un esquema ge- neral que nos prepare a solucionar situaciones para las cuales normalmente no fuimos instruidos. Creo importante mencionar al lector que esta obra no pretende, ni debe ser entendida, como sustituto de un trabajo psicoterapéutico. Si no se encontrara una mejora sensible por realizar las siguientes practicas, habria buenas razones para pensar en pedir ayuda profesional. 142 # RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ Negociacién: actitudes basicas para solucionar problemas Recordemos que sélo si hay disposicién congruente de ambos lados se facilitaré la negociacién y se cumplirdn los acuerdos. Uno de los miembros con percepcién cerrada, inflexibili- dad u obstinacién a que se cumplan las cosas a su entera satisfaccién (practicamente a su capricho), sin escuchar las necesidades del otro, determinara que el intercambio para la negociacién y debida correccién de los eventos molestos no se puedan concretar. Lamentablemente, si no existe un minimo de estabilidad emocional y una disposicién autén- tica para la negociacién, sera extremadamente dificil que se consigan resultados constructivos. Por otro lado, si auténticamente deseamos sostener y mejorar las condiciones del trato, un siguiente paso esen- cial sera aprender a aceptar al otro tal como es porque asi podemos comprender mejor su forma de sentir (lo que técnicamente se llama “empatia”), y con esto la disposicién para la negociacién se mejora ostensiblemente. Ademias, sera clave contar con la visién de “ganar-ga- nar”, o sea, procurar en todo momento que cada uno logre lo que desea, porque no se buscara el provecho personal en la negociacién sino la mejora y satisfaccién de ambos. Asi- mismo, uno de los desafios mayores es aprender a interpretar correctamente la peticién del otro y ayudar lo mds que se pueda a otorgarselo. Por ejemplo, una mujer puede presionar demasiado, literalmente acosar al compafiero, para demostrar su acom- panamiento, cercania y carifio, sin darse cuenta de que al hombre comin esto le disgusta. A su vez, un hombre puede demostrar su interés por la mujer otorgando una solucién al problema cuando ella no queria hablar de soluciones sino sélo entablar un didlogo, un compartir. En ambos casos, quiz4 la intencién sea buena, pero no se esté otor- gando lo que hace falta o desea el otro. TRABAJANDO CON LOS PROBLEMAS DE PAREJA: PAUTAS GENERALES + 143 También es importante entender que una persona no puede resolver el conflicto interpersonal por st misma pues éste contiene por lo menos dos puntos de vista. De suerte que cual- quier cambio tiene que confrontarse con los efectos, es decir, verificar se impacto en relacién con la mejora o empeo- ramiento de la misma. Finalmente, en un proceso de negociacién efectiva la comprensién es mds importante que la técnica y no se trata de ganar o perder sino de entender que cada quien tiene un punto de vista diferente e igualente vdlido. Comunicacién: clave para la relacién efectiva En la infancia la respuesta social es mas bien pasiva pero entre adultos la interaccién sélo es satisfactoria cuando las dos partes son activas. Para muchas parejas a veces el problema no es identificarlo sino hablarlo abierta y claramente. Esto sucede porque algu- nas personas encubren miedos muy profundos debido a que la familia de origen no hablaba abiertamente de los problemas vitales, se ignoraban, se castigaban o se hablaba de ellos a espaldas del implicado. En sistemas familiares mas abiertos, los miembros pueden hacer introspecciones y aportar conductas nuevas que facilitan ajustes continuos. Es preciso entender que los responsables de que la otra persona conozca lo que esperamos de ella somos nosotros mismos y, para ello, la comunicacién sincera, abierta y direc- ta es un inmejorable medio para superar barreras de incom- prensi6n e insatisfaccién que amenazan con nublar el cielo limpido de una relacién. Sin una adecuada comunicacién es dificil prever la construccién y el sostenimiento de una convivencia humana calida, comprensiva y sustentadora. Si no nos damos cuenta de cémo nos entrampamos con la comunicacién, el proceso interaccional suele verse 166 # RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ tendernos debemos desarrollar la capacidad de ponernos en segunda posicién, es decir, darnos la oportunidad de experimentar qué esta viviendo la otra persona, qué quie- re o qué es importante para ella. A veces también es recomendable ubicarse en la terce- ra posicién, como un observador, especialmente cuando sentimos que la situacién nos agobia en el plano emocio- nal y perdemos el rumbo hacia un mejor manejo de las circunstancias, El siguiente ejercicio te pide que te ubiques en cada una de las posiciones perceptuales para que obtengas una mayor cantidad de informacién a fin de que tu entendi- miento de una relacién personal pueda ser ampliada (com- prender el manejo de los demas, sus razones, sus intereses y miedos), ademas de tener una visién mas clara para po- siblemente encontrar pautas de soluci6n a algun problema que hasta ahora no se habia podido resolver. Ejercicio 4 ‘Tres maneras de comprender los problemas interpersonales Considera una situacién en la cual hayas tenido dificulta- des para relacionarte y por la que atin te sientas alterado 9 con menos recursos de los que te gustaria tener. Puedes hacer el ejercicio en tres espacios fisicos reales (en el suelo), o tan sélo en tu imaginacién. El primer espacio sera para la primera posicién (“Yo", que es la situacién desde mi propio punto de vista), el segundo para la segunda posicion (“Tu”, la situacién desde los ojos de la otra persona implicada en el problema), y un tercero para la tercera posicién (“Otro”, el observador que te mira a ti y al otro). Genera una cuarta posicién a la cual le Ilamaremos la de recursos (formas de comportamiento que pueden ser tiles para ti de aqui en adelante). > TRABAIANDO CON LOS PROBLEMAS DE PAREJA: PAUTAS GENERALES # 169 Hay comportamientos de nuestra pareja que nos inco- modan y que, aunque hemos pedido que se modifiquen, pareciera que la otra persona no puede hacerlo. La si- guiente estrategia nos ayuda a responder con nuevas for- mas y mas recursos, ante comportamientos no muy agra- dables de otros, En este sentido, si no puedes negociar un cambio de la otra parte, con este ejercicio te ayudas a ne- gociar contigo mismo para no sentirte tan afectado. Ejercicio 6 Anclaje en parejas (Adaptado por Rubén Armendariz R.) Orientacién para ti mismo: “Piensa en alguna conducta que no sea danina o peligrosa pero que, sin embargo, respondes a ella de wna manera que no te gusta. Por ejemplo, cuando tu pareja te dice alguna palabra o frase, utiliza un tono de voz o hace algiin gesto con su cara. Otra opcién es que ante esa conducta te gustaria tener mds recursos”. Cambio de estado y practica de la conducta: Ubjcate en.un espacio como “observador” (tercera posicién) hasta que te sientas cémodo, Practica imaginariamente la con- ducta con la cual has tenido problemas, hasta que la contemples en tu imaginacién lo mas real posible. Seleccién de un recurso y un estado interno deseado: Pregiintate: équé recurso me gustaria tener ante esa conduc- ta? Identifica y evoca tu recurso, al mismo tiempo que accesas un estado interno mis favorable para ti (como relajaci6n o tranquilidad por ejemplo). Integracién de recursos: Utiliza w recurso nuevamen- te, manteniendo el estado deseado, al mismo tiempo que representas mentalmente la conducta que te impor- tunaba. (En esta parte es importante asegurarte que mantienes tu recurso y tu estado deseado mientras imaginas la conducta.) Cambia tu estado interno mo- viéndote o distrayéndote un poco. Prueba: Repite la conducta no deseada de la otra per- sona en tu imaginaci6n y asegurate que se mantiene el recurso y el estado deseado. Capitulo 7 Trabajando con los problemas de pareja: pautas especificas Dada ia variedad de diferencias que hay de persona a persona y de un problema a otro, es obvio que no hay ningin método o enfoque particular que sirva para todas las situaciones, Lo ideal es ayudar a que la persona muestre una gama de respuestas tan amplia como la variedad de problemas surgidos. Miron Erickson Las relaciones humanas profundas representan el mayor desafio para el individuo, pues las condiciones son propi- cias para que se activen problemas que hay en uno mismo. Por eso, saber relacionarse puede servir como instrumento de confrontacién y contacto continuo que nos lleve a una auténtica purificacién y a un desarrollo espiritual median- te el autoconocimiento pleno, la paz y la unidad. Pero, ya que la convivencia implica pasar mucho tiem- po juntos es inevitable que los hechos engorrosos de la vi- da se compartan. Asi, es natural que existan momentos de irritacién, cansancio, frustracién o depresién que de hecho no tengan nada que ver con la relacién de pareja, pero que ésta resulte inevitablemente “tocada” por esas emociones. Asi, la relacién ya no sera tan divertida ni excitante como en los primeros encuentros e incluso puede ser que, paulatinamente, se experimenten mds momentos de fasti- dio o dolor que de alegria compartida. Algunas de las circunstancias a las que mds nos exponemos en situaciones as{ son las acusaciones surgidas desde un estado emocional desagradable del cényuge. Ademas, también es comin que la pareja se llegue a “colgar" la responsabilidad por la incomodidad del otro. 171 TRABAJANDO CON LOS PROBLEMAS DE PAREJA: PAUTAS ESPECIFICAS # 177 procesamos y compartimos la experiencia) hayan sido muy disimiles. Manejo de sentimientos La siguiente serie de ejercicios tiene inevitablemente rela- cién intima con el tema anterior puesto que al hablar de estrategias para expresar sentimientos nos referimos a pautas de comunicaci6n. La distincién que he querido pre- sentar en esta obra debe entenderse simplemente como una divisién hecha con fines practicos. Las técnicas de esta secci6n contienen sugerencias es- pecificas que pueden ayudar a superar malentendidos de las situaciones emocionales con los seres queridos. No es necesario aplicar todos, s6lo aquellos que se juzguen per- tinentes para una situacién concreta. 1. Identificar. Permitete observar con atencién las respues- tas fisicas de la otra persona, gestos, postura corporal, pa- labras. Por supuesto, también puedes preguniar directamente cémo se esta sintiendo, pero no te confies demasiado de la respuesta verbal; recuerda que generalmente no somos muy honestos para expresar nuestros sentimientos. Otro paso importante en esta practica seria revelar al otro lo que observo y expresar cémo me hace sentir eso. 2. Espejear. Refléjale a la persona los sentimientos cuando ella misma te revele verbalmente cémo se siente. Puedes emplear la siguiente estrategia verbal: Td te sientes (emocién expresada). Porque (razén que escuchamos). Por ejemplo, si alguien dice: Me siento desesperado por- que ya no sé qué mas hacer, al espejear diriamos sencilla- mente: TRABAJANDO CON LOS PROBLEMAS DE PAREJA: PAUTAS ESPECIFICAS # 183 Reencuadres de significado Esta estrategia se basa en que cuando el significado de una experiencia cambia también lo hacen las respuestas, inter- pretaciones y conductas de las personas. La estrategia co- nocida como reencuadre de significado es especialmente itil cuando las personas describen relaciones de causa-efecto negati- vos. Como ejemplo, considere el lector un caso que frecuen- temente me han expuesto en terapia varias mujeres: Mi esposo en ocasiones est4 tan dedicado a su trabajo que simplemente se olvida de tener un detalle carifioso con- migo y con los hijos. Cuando le reclamamos el poco tiem- po y dedicacién que nos da, se compromete a mejorar pero una y otra vez queda mal. Para mi esto sélo significa que no le importamos, que ha dejado de querernos. Sin lugar a dudas, éstas no son las mejores condiciones que nos hagan sentir valorados en una relacién. Pero el proble- ma puede encararse inicialmente desde una interpretacién menos contundente y negativa. La tarea basica serfa en- tonces pensar, égué otra cosa puede significar eso (el comporta- miento indeseado)? Asi, lo podemos reencuadrar en cuanto a su significado con una atribucién como la siguiente: El hecho de que un esposo no pueda estar tanto tiempo con la familia no significa apatia. También puede significar que se siente tan res- ponsable de proveerles lo indispensable para que no sufran caren- cias, que dedicarse tanto a su trabajo simplemente es otra forma de expresar su carifo. Al hacer este trabajo no resolvemos nada de la situa- cién, pero sf entendemos que hay miltiples formas de expresar interés, dedicacién y amor a los demds. En particu- lar, he encontrado que para un gran porcentaje de hom- bres envolverse en sus trabajo constituye una verdadera prueba de amor e interés por el bien de otros. 184 RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ Es comin adjudicar atribuciones negativas a los signi- ficados del comportamiento de otras personas, lo que no es casual. Tiene que ver, como ya explicamos, con las ex- periencias que se han vivido (lo que llamamos su marco de referencia). En general, solemos percibir e interpretar rigida- mente los comportamientos de otros de acuerdo con nuestra his- toria personal. Por ello, el siguiente ejercicio tiene como objetivo ayudarnos a ampliar las “interpretaciones” o sig- nificados que atribuimos a los comportamientos ajenos. La tarea central es plantear una duda y luego responder con un minimo de cinco diferentes posibles significados, aun- que con un sentido mas positivo que negativo (o al menos un nuevo significado que no nos lastime tanto). Ejercicio 7 Estrategia para generar un reencuadre de significado 1. Especifica la informacién hasta que obtengas una for- ma de causa-efecto, y pregunta qué significa para el otro: Por ejemplo, cuando ti me dices que quieres estar a | solas me siento muy mal (causa), ...porque eso significa que no te importo nada (efecto) . 2. Preguntate a ti mismo: éQué olra cosa puede significar eso? Amplia tu manera de pensar hasta que esta expe- riencia signifique otra cosa y pueda significar incluso lo contrario. Pregtintate: éQué cosa no ha notado la persona y puede ser muy diferente de lo que estd percibiendo e inter- pretando? 3. Presenta un reencuadre que se te ocurra y observa las respuestas del otro: Un posible reencuadre de signifi- cado para este mismo ejemplo podria ser: Querer estar a solas no significa que no me importes... slo deseo darme un tiempo para descansar y recuperar energias. La tarea del lector sera escribir alguna idea pequefa para completar la frase, pero con una connotacién po- sitiva. Por ejemplo: > TRABAIANDO CON LOS PROBLEMAS DE PAREJA: PAUTAS ESPECIFICAS # 185 > Cuando me dices que quieres estar a solas me siento muy mal (causa)... y eso puede significar varias cosas, como... que quieres descansar y recuperar energias. Invito al lector a que practique con la misma frase hasta encontrar por lo menos otros cinco significados diferentes pero con una conno- tacién positiva. Cuando ti me dices que quieres estar a solas me siento muy mal (causa)... y so puede significar varias cosas, como... a) b) ©) d) °) Quedarnos con una sola apreciacién de las conductas de los demas (generalmente negativa), no nos ayuda a me- jorar la comprensién mutua ni la convivencia. Al contra- rio, la base de una auténtica sabidurfa radica precisamen- te en contar con perspectivas cada vez mds amplias y enfocar- nos en buscar inlenciones positivas. Esa es justamente la meta principal de la estrategia de reencuadre de significado. Para su realizacién, la persona requiere solamente con- tar con una buena disposicién hacia el otro que le permita confiar y verdaderamente creer en los nuevos significados positivos. Trabajo con objetivos y meta-objetivos Cada vez que buscamos un objetivo personal en el fondo se encuentran otra serie de metas a las que llamamos meta- objetivos, lo cual significa, en términos sencillos, que son 186 # RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ “objetivos de los objetivos”. Por ejemplo, querer estudiar una carrera profesional puede conllevar también un obje- tivo de desarrollo y logro personal, sentirnos autorrealizados © tener ingresos econémicos. Casarse puede ser un obje- tivo cuyos meta-objetivos pueden ser construir una familia, formar hijos de bien para la sociedad y asi sucesivamente. De esta forma, cuando busquemos un objetivo pode- mos indagar qué otro tipo de finalidades se encuentran alrededor del propésito inicial. Las siguientes estructuras lingitisticas nos ayudan a buscar y detectar apropiadamen- te los meta-objetivos. ¢Para qué deseas...? éQué lograras al conseguir...? éQué es lo que te dard el conseguir...? ¢Qué cosas buenas traerfa para ti el lograr...? Penne Responder a estas preguntas amplia la importancia y tras- cendencia de una meta personal y aparecen claramente los meta-objetivos. Por ejemplo, si aplicamos el cuestionario a ja meta del matrimonio podria presentarse un didlogo como el siguiente: —¢Para qué deseas... casarte? —Para sentirme feliz. —cY qué lograrias al vivir feliz? —Saber que soy capaz de llevar una vida mejor. —¢Y qué te dara el conseguir ser capaz de llevar una vida mejor? —Realizarme en la vida. —¢Y qué cosas buenas traerfa para ti que te realizaras en la vida? —Saber compartir y hacer felices a quienes viven conmigo. Ante cada nuevo cuestionamiento la amplitud del objetivo se va haciendo de mis largo aleance. As{, en el ejemplo an- TRABAJANDO CON LOS PROBLEMAS DE PAREJA: PAUTAS ESPECIFICAS # 187 terior, la persona al contestar “sentirme feliz”, esta basica- mente asegurando que desea un sentimiento, y éste es el primer meta-objetivo para casarse. Posteriormente, la res- puesta de “ser capaz de vivir mejor” ya no habla sélo de un sentimiento sino también de una capacidad o habili- dad. La tercera respuesta, “realizarme en la vida”, revela todavia una amplitud mayor: ya no se trata de casarse s6lo por un sentimiento ni una capacidad, sino de una realiza- cién personal. Finalmente, saber comparlir y hacer felices a quienes viven conmigo, trasciende hasta incluir el bienestar de otros. El genial antropélogo Gregory Bateson desarrollé un esquema al que nombré “niveles légicos” para explicar cé- mo se construyen los problemas humanos y cémo se pue- den resolver. Robert Dilts hizo una adaptacién del mismo para aplicarlo en contextos de intervencién terapéutica. Veamos la conformacién de los niveles légicos: Niveles légicos (Robert Dilts) Conocimiento inconsciente Identidad (Quién soy) Creencias (Por qué) Conocimiento/ C#Pacidades / habilidades (Cémo) consciente Conducta (Qué) Ambiente (Dénde) 188 * RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ Cualquier sistema biolégico y social esta organizado en diferentes niveles. Cuantos mds niveles afecte mas signifi- cativo sera su impacto. En un plano personal esto significa que si tengo un conflicto y me odio y desprecio a mi mismo, es seguro que trataré a los demas como a mf mismo, es de- cir, con base en conflictos, odios y desprecios porque si no existe congruencia personal, no seré capaz de entender ni respetar el modelo de realidad de los demas. Una vez ali- neado y congruente conmigo mismo, entonces es posible amar a los demas como a uno mismo. Una relacién empieza en un ambiente fisico (el primer nivel ldgico), el cual es el lugar concreto donde se conocen los amantes. Luego, el sentimiento que llamamos amor es- ta basado en la conducta (segundo nivel légico), la que in- cluye los sentimientos y pensamientos, la sexualidad, las intenciones de un cuidado muwo y la ayuda para sobrevivir. Conforme se da la cercanfa, vamos descubriendo di- versas habilidades o capacidades especificas (tercer nivel légico) en la persona que nos atrae y esto lo hace todavia mas interesante. Al avanzar el trato, nos damos cuenta de que compar- timos ciertas creencias y valores (cuarto nivel l6gico) con lo cual los lazos amorosos nos hacen sentir cada vez mas cercanos. Y es posible que lleguemos a basar nuestra iden- tidad personal (quinto nivel légico) en funcién de la pare- ja. Ciertamente, podemos sentir que amamos a alguien por lo que hace, piensa, sabe, hace o por la clase de persona que és. Conforme ampliamos los niveles légicos el sentido de pertenencia en la relacién se vuelve mds profundo. Es decir, seré muy diferente el carifio que sentimos por alguien por- que sabe mucho que el sentimiento que nos puede evocar alguien con quien compartimos creencias, valores y misién fundamentales para la vida. Asimismo, los niveles l6gicos superiores (creencias, iden- tidad y espiritual) escapan normalmente del dominio cons- TRABAJANOO CON LOS PROBLEMAS DE PAREJA: PAUTAS ESPECIFICAS # 191 > Utiliza alguna metdfora que te permita poner palabras a la percepcién de ti mismo en relacién con esos va- lores/creencias, capacidades y conductas que has iden- tificado. 6. Responde a la pregunta: éCudl es la visién que estoy buscando alcanzar o representando? Haz un dibujo de ella y describe a tus compafiero tu visién de este sistema mayor dentro del cual participas. 7. Explora con tus compafero cémo las visiones de ambos se asemejan. Toma cualquier aspecto de esta visi6n compartida y los sentimientos que se han generado y muévete hacia el espacio de tu identidad de manera que experi- mentes simultaneamente la visi6n, tu sentido de iden- tidad y misién al mismo tiempo: Responde a la pre- gunta: éQuiénes somos asi unidos?, écudles son los puntos de nuestra identidad que se conjuntan? Toma esta experiencia compartida de visién e iden- tidad y muévete al espacio de tus creencias y valo- res: Responde a la pregunta: éCudles son tus walores y Greencias que comparten? 10. Manteniendo tu sentido de visién, identidad, creen- cias y valores reexamina tus capacidades: Responde a la pregunta: éQué capacidades tenemos como pareja que superan nuestras capacidades individuales? 11. Toma este sentido de visién, identidad, creencias, valores y capacidades y lIlévala a la percepcién de tus conductas: Nota como las conductas aparentemente més insignificantes son reflejo y manifestacién de to- dos los niveles superiores que hay en ti. Responde a la pregunta: éCudles son sus acciones conjuntas? 12. Trae todos tus niveles al nivel de ambiente y expe- rimenta cémo lo transforma y enriquece. 2 Esta seccién de trabajo con objetivos y meta-objetivos no sélo es importante para ampliar el sentido de una re- lacion, También es especialmente recomendable cuando escuchamos algiin objetivo que puede traer consecuencias 192 # RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ negativas. Por ejemplo, cuando alguien dice que su objetivo es huir de su casa y no volver nunca mas. Casi siempre que se plantea un objetivo asf, invariable- mente es porque existen situaciones personales agobiantes. Asi, si exploramos con la pregunta (éQué ganarias con eso?) Es probable que la respuesta sea parecida a la siguiente: (vivir en paz). Ante esta clase de verbalizaci6n podemos ayudar a salir al otro de la perspectiva del objetivo nega- tivo si planteamos el siguiente cuestionamiento: De forma que si aprendes a ayudarte a vivir en paz ya no tendria sentido el huir de casa, éno es asi? En todo caso, cuando se escuchan planteamientos de objetivos negativos muy drasticos lo recomendable es ase- sorarse con un profesional debidamente calificado. Reencuadres de parejas Esta es otra técnica para una negociacién efectiva. Al ha- cer la estrategia llamada “reencuadre de parejas” busca- mos generar en quien escucha (por ejemplo, la mujer), una mayor apertura para captar el mensaje que recibe; y en el emisor (por ejemplo, el hombre), una mayor flexibi- lidad y creatividad para transmitir el mensaje, mas acorde con sus intenciones, pudiendo hacer uso de otros canales de transmisién que no haya utilizado. Por ejemplo, si sélo se ha mantenido enviando su mensaje en el canal audi- tivo (diciendo frases carifiosas), se puede incluir el canal kinésico (teniendo més contacto fisico como abrazos besos 0 caricias). Es importante que al hacer el reencuadre de parejas procuremos un acuerdo en el que los objetivos de cada uno de los integrantes se vean satisfechos y no sélo el de una de las partes. También es crucial investigar cuidadosa- mente aspectos ecolégicos sobre los objetivos para ambas partes; es decir, que los cambios, resultados de la negocia- cién, sean benéficos y no perjudiciales. TRABAJANGO CON LOS PROBLEMAS DE PAREJA: PAUTAS ESPECIFICAS # 195 > ¢) Selecciona un modelo o utiliza un acuerdo para sa- ber cémo har4n ambos para hacer llegar su mensaje a fin de que identifiquen una conducta especifica. Podemos preguntar a quien recibe el mensaje: éQué conducta especifica funcionaria contigo, para hacerte le- gar ese mensaje? 6. Prueba e iguala a futuro: Haz que la persona que tenfa la conducta que genera la respuesta indeseable, realice la nueva conducta y verifica que funcionen de manera sa- tisfactoria para ambos. Cuando obtengas una respuesta satisfactoria para ambas partes, piensa un momento en el futuro en que podrds realizar esa nueva conducta de interpretar el mensaje positivo del otro. Hay ocasiones en que los problemas emocionales no resueltos de un miembro de la pareja son tan intensos que impiden la armonjfa relacional. No es posible alcanzar la realizaci6n personal si no se ha logrado ser una mujer o un hombre auténticos en su sentido profundo, por eso los pro- blemas humanos siempre tienen que ver con la relacién. En tales casos, debera pensarse en la opcién de una terapia individual. Si bien, las diferencias entre las terapias (individual, de parejas, de familia) son hasta cierto punto artificiales ya que sus limites se superponen unos a otros, lo importante es que en cualquier encuadre terapéutico esté determinado tanto por las necesidades de los pacien- tes, como por las capacidades, versatilidad y formacién del psicoterapeuta. Afortunadamente, actualmente existen variados enfo- ques que se abocan al tratamiento de la pareja, entre los que se pueden citar: terapia individual (cualquier enfoque), terapia orientada en la pareja, terapia relacional o conjunta, identificaci6n del ciclo vital, terapia sexual, uso del contra- to matrimonial, enfoque familiar, terapia de la conducta y terapia estratégica, entre otras. 198 # RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ Idealmente, los hijos habrian de ser enriquecidos con la incorporacién de terceras personas porque asi tienen la oportunidad de aprender otros estilos de vida que pueden constituir ejemplos de apoyo, acompafiamiento y amor. En el fondo de nuestro corazén sabemos que esto seria lo mejor para todos, especialmente para los hijos. Aunque también puede que estas condiciones nunca se materialicen. Si una de las persona separadas se ha queda- do “atorada” en el rencor, puede impedir que los hijos crezcan en una atmésfera propicia. Sin embargo, me pare- ce que lo menos que podemos manifestar es un minimo de respeto a la persona que fue nuestra pareja, el elemental que nos merece cualquier ser humano, y centrarse funda- mentalmente en el mayor bienestar de los hijos. Si este respeto e interés no esté en nuestro corazén, nuestros hijos se daran cuenta (recordemos que es muy probable que ellos perpetien las respuestas emocionales tanto agrada- bles como nocivas que les modelamos los padres). Si tene- mos suficiente madurez emocional, recordaremos los mo- mentos gratos compartidos, y la separacién resultara me- nos dolorosa; asi los hijos seran menos afectados. La separacion y la superacién plena de una relacién terminada consiste en mantener vigente la capacidad de amar todo lo que es valioso para nosotros. Sin duda, la separacién de un ser querido sigue siendo una de las experiencias mas dolorosas que hemos de encarar a lo largo de la vida, pero si el distanciamiento ha sido el paso inevitable es bueno entender que lo que alguna vez fue bueno para nosotros, por triste que resulte decirlo, ese tiempo ya pasé y que, inevitablemente, la vida sigue su curso. Después de una separacién también suele ocurrir que la persona no busque otro involucramiento emocional. De hecho, en mi opinién, no es estrictamente necesario que la persona viva en pareja porque un ser humano maduro y leno de amor en su interior puede continuar creciendo y prodigando bondades al mundo, sea o no en pareja. TRABAJANDO CON LOS PROBLEMAS DE PAREIA: PAUTAS ESPECIFICAS # 199 Aunque aqui se requiere un acto de honestidad con nosotros mismos. Tendremos que sincerarnos para ser auténticos y buscar otra nueva relaci6n o comprender que nuestra misién fundamental de vida no sigue esa linea. Una vez finiquitada la conexién con quien fue nuestro compafiero, es importante lomar conciencia del manejo que hicimos y su impacto en nuestra ex pareja que nos ayude a madurar y prepararnos para una nueva relacién. La sepa- racién puede ser un excelente momento para propiciar un mayor conocimiento y conciencia de uno mismo si aprove- chamos este trance amargo y dificil para revisar nuestras creencias mas valoradas con respecto a la convivencia hu- mana, y desarrollar mas nuestra energia, inteligencia, com- prensién, compasién y amor. Por contradictorio que se escuche, podemos aprove- char los momentos de una ruptura para resolver el pasado doloroso, las situaciones no resueltas de nuestra infancia (el temor a la soledad o la desvalorizacién) o cualquier otra experiencia que nos impulsa incesantemente al con- tacto con otras personas. Es importante remarcar que lo que traerd un efecto bené- fico en madurez, avance en nuestra conciencia y mejora en nues- tra cualidad humana seré la comprensién total del manejo per- sonal en la relacién perdida, pero no meramente el hecho de perder una relacién. Este crecimiento personal, en oposicién a un estanca- miento, es el gran reto que nos espera tras una separacién porque entonces habremos aprendido y estaremos mas preparados para disfrutar la vida y en gran medida, esto se consigue, ademas del trabajo interno de comprensién, estando abiertos a una convivencia sana. Y a veces, para- déjicamente, ese vislumbre de una mejor calidad de vida y relacién se cimenta en nuestra claridad interna que nos impulsa para, atin con cierto dejo de tristeza, tener que decir adiés a una persona y a un ciclo de nuestra vida. 200 4 RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ Por otro lado, los factores de éxito comanmente pre- sentes en las parejas, con mayores probabilidades de alber- gar sentimientos de amor mutuo y de permanecer juntos con un grado de satisfaccién pleno, han sido los siguientes: 1, Un compromiso inquebrantable de permanecer uni- dos, teniendo ambos la capacidad y disposicién de renunciar a algunos deseos personales. 2. Un convenio acerca de las mutuas obligaciones y valores a respetar. 3. Una evaluacién realista de los beneficios de la rela- cién. 4. La expresién del deseo de actitudes romanticas de intimidad emocional (apoyo, calidez, sexualidad, acompafiamiento) y reglas (flexibles) de apoyo. 5, La aceptacién de que la otra persona tiene perspec- tivas, opiniones y habitos diferentes y que muchas de esas caracteristicas muy probablemente no van a cambiar. 6, Evitar el sefuelo de la variedad sexual y trabajar por la pareja y familia, aunque también cediendo tiempo para la privacidad del individuo. El arte de amargarse la vida y c6mo contraer un matrimonio infernal Evidentemente, la toma de conciencia juega un papel preponderante en la manera en que nos relacionamos. Las trampas pueden estar en una persona sin que se percate de qué esta haciendo ni del impacto negativo que su manejo genera en la convivencia. Revisemos el siguiente estrafala- rio caso que me tocé atender en terapia: Una mujer se quejaba de que su esposo en los tltimos meses no tenia detalles carifiosos con ella, ya no le decia TRABAIANDO CON LOS PROBLEMAS DE PAREJA: PAUTAS ESPECIFICAS # 201 que la queria, no le levaba flores, no la abrazaba ni acariciaba. Al escuchar esta queja, el esposo toma conciencia de su escasa expresién afectiva y se compromete a corregir la situaci6n en la préxima semana. Cuando nos volvemos a entrevistar, aproximadamen- te una semana después, yo pregunto si el esposo cumplié su promesa de tener mas atenciones con la mujer. El de inmediato contesta que si, aunque menciona que ahora ha surgido otro problema (haciendo una mueca de risa entre irénica y desesperada y moviendo negativamente la cabeza). Le pregunto entonces a la esposa qué ha suce- dido y ella contesta: Bueno, él si ha cumplido con su parte siendo mas carifioso. Esta semana si me ha abraza- do, me ha dicho que me quiere, me Ilevé un ramo de flores pero... esto no me gusta porque... como yo le pedi que lo hiciera... asi ya no tiene valor... idebié haber salido de su voluntad, no porque yo se lo pedi..! Paul Watzlawick (1992) y Jay Haley (1991), dos de los prin- cipales investigadores de la teoria de la comunicaci6n hu- mana, han analizado en sus respectivos libros, de forma elegante y con sutil ironia, una serie de situaciones verdade- ramente absurdas que solemos tener para relacionarnos, especialmente en pareja, y a la cual deseo rendir una es- pecie de pequefio homenaje citando algunas de las pautas de relacién que, como en el ejemplo citado, las personas no tenemos el minimo asomo de conciencia del papel tan importante que jugamos para, verdaderamente, hacer todo un arte de amargarnos la vida (en términos de Watzlawick) o contraer un matrimonio infernal (en palabras de Haley). Cualquier persona de inteligencia limitada puede amar- garse la vida y lograr un matrimonio infernal sin propo- nérselo, pero si lo desea hacer artisticamente, le recomen- damos proceder segun los siguientes pasos: 1. Elija una persona para casarse que cumpla funda- mentalmente los dos siguientes requisitos: 202 # RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ o a) que presente defectos diferentes de los propios y, b) luego hagase el firme propésito de reformar a esa persona para librarla de ellos. No debe faltar la fantasia de que el otro es una persona espe- cialmente ideal para usted, pese a los defectos que usted ya vio y otras personas a su alrededor ya le sefialaron, ignore con indignacién esos comentarios y abéquese a creer que usted termi- nara transformando en un ser maravilloso a la pareja que eligié. . Para construir un matrimonio infernal es esencial que existan discusiones hasta por el mas insignifi- cante detalle y asegurarse de que las discusiones se queden incompletas, que no se aporten soluciones y que se reiteren los alegatos una y otra vez en la misma forma inadecuada. Discuta frecuentemente pensando en lo delicioso y romantico que sera el reencuentro. . La comunicacién debe ser cerrada, ocultando las inquietudes e insatisfacciones basicas. Una f6rmula infalible para ser infeliz es “guarde silencio y acumu- le rencor". La violencia es el extremo opuesto al que puede recurrir la pareja para seguir sin resolver nada. Si calla y guarda rencor, alégrese, la violencia estallara en el momento menos pensado. . Cuando se atreva a pedir lo que desea de la relaci6n y se le cumpla, haga justo lo que la mujer del ejem- plo anterior: disminuya el valor del regalo y mini- mice la disposicién del otro porque ya no fue “es- pontaneo”. . Pocas medidas pueden ser tan efectivas para gene- rar desdicha como fantasear cosas terribles. Apele aeste elemento fundamental para tener una rela- cién espantosa imaginando cualquier clase de si- tuacion negativa respecto a su consorte. Genere todo TRABAJANDO CON LOS PROBLEMAS DE PAREJA: PAUTAS ESPECIFICAS # 203 tipo de intrigas, especialmente aquellas de las cua- les el otro no podra jamds presentar pruebas en contrario. Aproveche los momentos de presién emo- cional que la otra persona esté pasando (por su tra- bajo, la economia o cualquier otro evento) y con- fréntelo hasta el fastidio para que le diga por qué esta enojado con usted. Otra variante de este recurso es pensar en las cosas desagradables del pasado, en lugar de disfrutar del presente. Un ejemplo mas, también clasico, seria pensar que si la pareja nos amara, deberia adivinar cémo nos estamos sintien- do y saber justamente qué deseamos en un momen- to dado, pero sin necesidad de que le digamos ni pidamos nada. Si el otro pobre no lee nuestro pen- samiento (y le aseguro que no lo hard), entonces usted tendra una excelente oportunidad para re- procharle su falta de inteligencia y sentido comin. 6. Para generar problemas graves en el terreno de la sexualidad, los expertos en amargarse la vida sugie- ren iniciar la actividad sexual en el momento in- oportuno, en el lugar inadecuado, y exigir una fre- cuencia y estilos que rebasan las capacidades del otro. Otra forma infalible es que usted no le diga a su pareja lo que le agrada o desagrada, para luego acusarlo de que no le proporciona placer. 7. Involucre a los parientes politicos en las dificultades propias de la pareja (especialmente la intimidad se- xual). La suegra, los primos, las hermanas, los tios o cualquier otro personaje, en cualquiera de sus ma- nifestaciones clasicas, puede ser utilizado para com- plicar las cosas. 8. Si la Hegada de un hijo amenaza con mejorar la relacién, la mujer puede ignorar al marido y cen- trarse especialmente en el hijo. El esposo, a su vez, puede aprovechar la ocasién para resentirse, alzar el vuelo y entregarse a cualquier placer de la vida. Capitulo 8 La relacién sagrada Una relacién de amor deberia ser como dos islas que permanecen separadas y diferentes, pero cuyas playas son batiadas por las aguas compartidas del amor. Jau. GiprAn Una vida mas alla de la convencionalidad Uno de los grandes fracasos de la cultura es la imposibi- lidad para que las relaciones humanas funcionen; es como Ja “gran herida en Ja mente del occidente” tal como dijera Jung, por eso una de las tareas en la vida deberia ser des- cubrir y comprender las heridas emocionales de un indivi- duo o de la sociedad, y entonces descubririamos el camino hacia la evolucién interminable de nuestra conciencia. ¥, en este sentido, el amor auténtico es uno de las vias mis rapidas hacia la plenitud, para aprender a relacionar- nos armoniosamente, situarnos en el mundo y desarrollar una conciencia mds amplia y abarcadora, a todo lo cual Ilamamos conciencia espiritual. Justamente, nuestro nivel de conciencia queda refleja- do por cada acto y pensamiento que tenemos y al evolu- cionar nuestra conciencia adquirimos una comprensién que nos devela un nuevo propdésito de vida, mas trascendente, global e integrador, a diferencia del individualista y sepa- rador que caracteriza la conciencia del individuo promedio. La evolucién hacia una conciencia trascendente es el asomo a una realidad que supera los lineamientos marca- 207 208 # RUBEN ARMENDARIZ RAMIREZ dos por la sociedad, los que son seguidos mecanica y ciega- mente por la mayorfa y que fundamentalmente se centran en dos dreas de interés: la persecucién de la satisfaccién sensorial (bisqueda y valoracién del placer) y el reconocimien- to o poder social que permita vivir con seguridad. Pero un nivel de comprensién mas profunda nos pro- porciona una satisfaccién de vivir que implica experimen- tar un notable cambio tanto en la esencia profunda del individuo (donde “algo” es sustancialmente modificado), como en las relaciones con los demas (con una convivencia llena de alegria y apoyo), y con todo el mundo (una acep- tacién natural de los hechos de la vida). Cuando dos personas de conciencia escasamente tra- bajada (mente ordinaria) se unen para vivir una “relacién amorosa”, frecuentemente entran en un interminable con- flicto en el que ninguno consigue lo que pretendia obte- ner. En palabras de Kershaw (1994), la persona queda atra- pada por un lazo hipnético del que sélo se podra zafar si comprende sus propias dindmicas intrapsiquicas y todos los men- sajes contradictorios que constantemente esta cocreando con la pareja para alcanzar un nuevo nivel de significado de la relacién. Esta “danza hipnética”, mecanica, confusa y dolo- rosa en que participan ambos, no tiene solucién porque los dos son mendigos de amor debido a que los dos estan vacios y lastimados en su interior, ademas de que, para colmo, no les interesa esforzarse por buscar los origenes y la naturaleza de su dificultad compartida. En realidad, crecer uno por medio del otro determi- na la solidez de los sentimientos de un amor duradero, pero la persona emocionalmente inmadura normalmente opta por pasarse la vida culpando a los demas. Asi, algu- nas sefiales obvias de un escaso desarrollo de conciencia son las relaciones enmarcadas por frecuentes reproches de uno a otro por la propia infelicidad. La relacién de pareja auténticamente sana comien- za justo cuando se desvanecen las ilusiones propias de la A partir de su experiencia como terapeuta, Secon Caw eet eee ented See eee ete tom PPO eet eee eres exposicién cabal de los problemas comunes a todas las parejas y propone respuestas Re Mateo ta es eee ny Snare teens tee coer Pea ere en emcee ceases eaten para una separacion de los amantes en los CoE eee ete tee Lm Sustentado en bibliografia actualizada Sega ee ect eet ejemplos y ejercicios practicos, es también POOR eon eR atta ten td profesionales de la salud mental en sus funciones orientadoras, quienes podran ee eee aE experiencia del autor para asi ayudar a sus Poets EDITORIAL PAR MEXICO

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