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ARTCULO 1238.- Uso y goce del bien. El tomador puede usar y gozar
del bien objeto del leasing conforme a su destino, pero no puede
venderlo, gravarlo ni disponer de l. Los gastos ordinarios y
extraordinarios de conservacin y uso, incluyendo seguros, impuestos y
tasas, que recaigan sobre los bienes y las sanciones ocasionadas por su
uso, son a cargo del tomador, excepto convencin en contrario. El
tomador puede arrendar el bien objeto del leasing, excepto pacto en
contrario. En ningn caso el locatario o arrendatario puede pretender
derechos sobre el bien que impidan o limiten en modo alguno los
derechos del dador.
Este artculo es consecuencia lgica de los principios que rigen el
contrato de leasing, en virtud del cual el tomador no adquiere la
propiedad del bien objeto del contrato, sino su uso y goce, que debe ser
conforme a su destino o en la forma convenida en el contrato.
Este derecho personal constituye la causa fin del contrato. Adems de las
obligaciones propias del contrato, el tomador tiene ciertas prohibiciones
en materia de disposicin del bien. As, se le impide vender, gravar o
disponer del bien. Si lo hiciera, debe responder por los daos y perjuicios.
De acuerdo con Lorenzetti, el dador podr iniciar accin reivindicatoria
contra el tercero, solicitando el secuestro de la cosa.
El tomador debe mantener el bien en buen estado de uso y conservacin.
Por ello debe abonar los gastos ordinarios y extraordinarios de
conservacin, incluyendo seguros, impuestos y tasas que pesen sobre el
bien, as como las sanciones ocasionadas por su uso, excepto convencin
en contrario de las partes.
Como consecuencia de este deber, el tomador tiene la obligacin de
facilitar al dador la inspeccin del bien, ya que l mantiene la propiedad
y, en funcin de ella, tiene derecho a controlar si el tomador est usando
el bien conforme su destino.
El tomador tiene legitimacin para arrendar el bien objeto del contrato,
excepto pacto en contrario. Este precepto resulta razonable en virtud del
derecho personal de uso y goce, pudiendo percibir los frutos del
arrendamiento, industriales, naturales o civiles. Sin embargo, el locatario
o arrendatario no puede pretender derechos sobre el bien que impidan o
limiten en modo alguno los derechos del dador.