Mi vida y la filosofa (I).

Mi formacin fue muy azarosa, como mi vida familiar en general.

Tuve como siete escuelas primarias, en igual nmero de casas. ramos como
gitanos en la ciudad, de colonia en colonia, a veces en escuela pblica, a veces
en colegio privado. Mi madre es maestra normalista y nos inscriba donde
mejor le pareca. Raramente permanec un ao escolar en el mismo plantel.
Siempre fui "el hijo de la maestra" y nunca me relacion mucho con los otros
nios. Tampoco con los de cada cuadra, que pronto terminbamos por
abandonar.

Eso slo era el reflejo de la relacin de mis padres. Se separaban y volvan

frecuentemente, a veces en el mismo ao. Se trataba de una trada: mi mam,
mi pap y mi abuela materna. Siempre estbamos con mi madre, la diferencia
era si vivamos con mi abuela o con mi pap.

Mi abuela fue el canal por el que llegaron a m los libros de su padre, mi

bisabuelo. Y ese mundo de cultura fue un refugio. Con las "Vidas ejemplares" y
"El tesoro de la juventud" pas horas y horas alejado de lo circundante. Quiz
fue ah, no lo recuerdo, donde descubr a los filsofos y la filosofa. Primero
quise ser sacerdote, fui monaguillo (eso enorgulleca a mi madre y a mi
abuela), pero no dur mucho. Soy ateo desde los catorce o quince aos.

La situacin se regulariz en la secundaria. Mi abuela, por la edad y la pobreza,

perdi la batalla, y tuvo que vivir con mi pap y con nosotros. Su venganza fue
sutil: mi padre tena que atenderla, hacerle de comer, estar al pendiente de
ella. Como se trataba de una anciana, mi pap se resignaba, previendo, tal vez,
posibles remordimientos (y "castigos") si no cumpla su misin.

Equilibrada esa oposicin, tuvimos estabilidad, pero nunca solvencia. Mis

padres dorman en el piso de la sala, mi hermano y yo en una recmara. Mi
hermana, en otra. Hacinados, seguimos adelante. Fueron mis aos de
adolescencia y juventud.

Mi padre nunca fue ejemplo y tengo problemas con la autoridad. Algo de lo que
me caracteriza como pensador o filsofo en formacin es mi crudeza. Para m
la verdad es algo horrible, difcil de soportar, de ver, de asumir. Creo que lo
verdadero siempre es ms terrible de lo que imaginamos y entonces tendemos
un velo para ocultarlo o simularlo.

En esta etapa de mi vida intelectual me interesa la esttica, me interesa la

tragedia, lo ominoso, lo siniestro, la presentacin, as sea sugerida y fugaz, de
eso espantoso que subyace, quiz como esencia, en la realidad aparente y
cotidiana.

S, mis intereses filosficos estn determinados por mi recorrido vital.