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República Bolivariana de Venezuela

Escuela Social Rodrigueana ES


Escuela Social Rodrigueana
Pedagogía Libertaria desde el Pueblo, por y para el Pueblo

Aragua Febrero 2010

Comunicado
La militancia de la Escuela Social Rodrigueana reunidos en el IV Congresillo
de Pedagogía y Desarrollo Curricular realizado los días 26, 27 y 28 en la Colonia
Tovar, acuerda emitir el presente documento con el propósito de socializar algunas
construcciones práctico-teóricas de interés para las gentes, para los factores sociales
e institucionales, para los que suscriben el proceso revolucionario nuestro americano,
y para el futuro Socialista de la República Bolivariana de Venezuela.
 A las gentes del estado Aragua y de la República Bolivariana de Venezuela.
 A las organizaciones de base que suscriben el proceso revolucionario en nuestra
KAINA, ABYAYALA y PACHAMAMA.
 A las diferentes expresiones del Movimiento Pedagógico Revolucionario.
 A las Instituciones de la República Bolivariana de Venezuela.
 A los Funcionarios Públicos.
 A los ministros y viceministros de la Republica Bolivariana de Venezuela.
 Al camarada Hugo Rafael Chávez Frías, Presidente de la República Bolivariana
de Venezuela.

Considerando:
 Que los momentos que vive nuestra revolución demanda la radicalización de las
tareas que cada uno de los militantes que la suscriben emprenden desde sus
realidades concretas.
 Que la burguesía nacional y transnacional arrecia sus agresiones en contra de las
gentes, sus comunidades y de los países que propenden a transformar las
realidades capitalistas.
 Que la República Bolivariana de Venezuela desde su marco legal, desde las
aspiraciones de las grandes mayorías y desde la postura antiimperialista nos
conmina a la profundización de las lógicas sociales que conduzcan al socialismo
y al comunismo necesario para la vida presente y futura.
 Que es la educación social, colectiva y centrada en el interés común el
mecanismo que nos ha de conducir a la liberación de las conciencias hasta ahora
en manos de los modelos colonizadores, capitalistas y transnacionales.
 Que es deber de cada venezolano aportar desde su cotidianidad a la concreción
del ideal de país que desde la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela y desde el Proyecto Nacional Simón Bolívar (Primer Plan Socialista)
se postula.
 Que las instituciones consustanciadas con el interés social no nacerán y no se
consolidaran si no hay Axioma que de sentido, fundamentación, argumento y
sustento a un marco Ético, axiológico, Filosófico y Epistémico que las respalde.
 Que las doctrinas de Simón Bolívar, nuestro Libertador, y de Simón Rodríguez,
nuestro Filosofo y Maestro, son las bases ideológicas para la concreción del
proyecto ético socialista.

1
Acordamos:
 Impulsar desde las prácticas concretas experiencias que coadyuven a la
consolidación de propuestas educativas consustanciadas con el interés social,
colectivo y con el bien común de nuestras comunidades.
 Generar un marco práctico-teórico que argumente y fundamente el “axioma (de
lo social)”
 Propiciar espacios de formación sustentados en la dialéctica y en el enfoque de
“lo Social” en todos los ámbitos y dinámicas de nuestras comunidades.
 Generar un marco comunicacional para la socialización de los hallazgos que
propendan al fortalecimiento y profundización de dicho enfoque.
 Impulsar la consolidación de un nuevo marco epistémico, y de una nueva
academia consustanciados con las lógicas sociales de descolonización y des-
europeización de las vidas de las gentes.
 Estimular el fortalecimiento del movimiento de maestros y maestras
revolucionarios consustanciado con dialéctica y con el enfoque de “lo Social”.

Partiendo de los considerandos y de los acuerdos antes expresados sometemos a la


reflexión colectiva y a la socialización, por el logro de una patria libre, emancipada y
descolonizada, PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE….

De ustedes atentamente la Escuela Social Rodrigueana de Aragua.

Ángel Montesino Alexis escalona


Piña José Larry Álvarez
Rubén Joya José Mudarra
Antonio Carvajal Henry Rodríguez
Ali Chirinos María Paredes
Asunción Bravo Nathanael Bello
Mario Paredes Rafael Silva
Jean Gonzáles Lucrecia Paredes
Marlene Rondón Alicia Hurtado
Miguel Gallardo Ludmila Vieira
Lilian Durand Pedro Díaz
Clemente Camacho Josefa Blanco
Cesar Acosta Florentino aponte
Belkys Díaz José Correa
Nelson Ascanio Argenis delgado
Oscar Gaviria Javier Guerra

Compilador: Ángel Montesino; Observadores Acompañantes: Profa. Rosa Cáceres, Lic.


Rodulfo Pérez, Profa. Maria Ybarra
*1

1
C/C: a la Comisión de Educación de la Asamblea Nacional; a la Contraloría General de la
República; a la Defensoría del Pueblo; al Movimiento Pedagógico Revolucionario de Venezuela y sus
diferentes Expresiones Regionales; a la Zona Educativa del Estado Aragua; al Tribunal Supremo de
Justicia; a la Secretaria de la Presidencia de la República; al Despacho del Presidente de la República
Bolivariana de Venezuela; al Ministerio del Poder Popular para la Educación.

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Fundamentos Políticos, Educativos, Pedagógicos y Sociales
De la Escuela Social Rodrigueana

A partir del año 2002 los Maestros (as) Facilitadores (as) de la Escuela Social
Rodrigueana que se desempeñan en el Ministerio de Educación como Maestros (as)
Comunitarios han potenciado una gestión que se sustenta en el impulso y concreción de
la Institucionalidad que se promueve desde la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela “CRBV”, el Proyecto Nacional Simón Bolívar, primer plan socialista, y
mas recientemente, de la Ley Orgánica de Educación del 2009. El impulso, desarrollo y
concreción de la educación vista desde estos instrumentos legales nos han llevado a
potenciar prácticas formativas distintas a las establecidas por las lógicas burguesas,
colonizadas y colonizadoras (la Racionalidad de la Representatividad, o cuarta
Republicana) con todo lo que esto implica.

Han transcurrido en el marco del proceso revolucionario cuatro gestiones


educativas en el estado Aragua y en el Ministerio de Educación, que aunque las mismas
se han inscrito en el marco de la refundación integral de la República, estas gestiones
creemos se han sustentado en sobrevivir a las coyunturas políticas, es decir, que en todo
momento nos hemos encontrado a la defensiva, generando estas dinámicas desacuerdos
y desencuentros en el manejo político de la gestión educativa en nuestros contextos
locales, e impidiendo el desarrollo sinérgico de los factores revolucionarios que
conviven y se desenvuelven en nuestro estado.

Con la aprobación por parte de la Asamblea Nacional de la “LOE” del 2009, en


el ámbito educativo se marca un colofón intermedio en el marco de las luchas
magisteriales en nuestro estado y en el país, y es que aunque la CRBV y el PNSB nos
conminaban a la concreción de prácticas formativas consustanciadas con los intereses
de nuestras gentes y de las comunidades, el argumento de la burocracia y de algunos de
los funcionarios que ejercen el poder desde Ministerio de Educación se sustentaba en
que la ley promovía otros planteamientos y otros enfoques educativos, más y sin
embargo, con la promulgación en agosto del 2009 de la LOE, los enfoques académicos
y educativos dan un giro de 180º hacia la izquierda y es deber de los maestros y
maestras comprometidos con las gentes, sus intereses y con sus realidades, hacerla
tangible en la realidad concreta.

Ahora bien, en el marco de las ideas que se adelantan en la práctica desde los
maestros (as) revolucionarios (as) para la impugnación de las lógicas eurocéntricas, para
la descolonización y el desmontaje de las lógicas burguesas en las relaciones sociales,
¿Que implica para los maestros y maestras, hacer valer en el ámbito educativo, los
planteamientos revolucionarios? ¿Será que nos toca esperar a que los funcionarios que
administran a las instituciones educativas maduren, procesen y comprendan los
planteamientos académicos que guardan la “CRBV” “PNSB-PPS” y la “LOE”? o
¿asumimos los logros históricos del movimiento pedagógico revolucionario resumidas
en la LOE del 2009 y nos dedicamos a la profundización de la educación socialista?

Desde la militancia de la Escuela Social Rodrigueana creemos que las


condiciones políticas están dadas para el impulso de una enseñanza socialista, y el logro
de esta educación revolucionaria implica que los maestros (as) definamos los elementos
fundamentales que dan forma a esta enseñanza socialista, vale decir, cual es, desde el
momento histórico que estamos viviendo, desde nuestros los contextos y desde la

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diversidad de enfoques que apuestan por el bien estar humano, la definición que damos
a la ética socialista, a la axiología socialista, a la epistemología socialista y, como
consecuencia de este estudio poder constituir la didáctica socialista, siendo este el
planteamiento que promueve la concreción del presente ensayo reflexivo, diciendo de
ante mano que esta construcción no es la última palabra, y que la misma es una
contribución para alimentar la fragua del debate revolucionario y se desprende de un
proceso militante práctico-reflexivo y consiente promovido desde la ESR durante tres
años, vale decir, desde el 2007 al 2009 y el cual está reflejado en los documentos:
”Currículo desde y para la Insurgencia 2007-2008”; “El hecho Educativo en base a
la legalidad que promueve La Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela y El Proyecto Nacional Simón Bolívar 2007-20013”; “Inmanencias
Revolucionarias 2009”.

El logro de planteamientos educativos consustanciados con los postulados y


aspiraciones del proceso revolucionario venezolano es un reto no sólo para los maestros
y comunidades de nuestros territorios, sino que en el alcance de una teoría formativa
que le permita a nuestras comunidades superar los errores y equívocos cometidos
históricamente por la humanidad va la esperanza de vida en el planeta, la formulación
de los principios de dicha teoría permitirá el surgimiento de una verdadera enseñanza
comprometida con los intereses de la sociedad en su conjunto, es decir, de una
educación socialista que se desempeñe de una forma distinta a la instrucción burguesa, y
que parta de la unidad dialéctica de la gente con su mundo, de la unidad dialéctica de los
factores objetivos y subjetivos del proceso revolucionario, a la dialéctica social.

Las prácticas educativas revolucionarias y socialistas no pueden aceptar la


reproducción actual de una teoría educacional que se sustente en la explotación del
hombre por el hombre, por lo contrario debe superar las teorías fascistas de la
educación. Pues la educación sólo puede asumir su función cuando es capaz de formar a
las gentes para que puedan vivir y actuar acertadamente en el mundo en el que viven.

De esta manera una buena educación social e individual viene a ser los dos
componentes de un mismo proceso, las dos, cara y sello de una misma moneda, de un
mismo problema. Y esto sólo será posible cuando las gentes y sus comunidades estén
unidas en armonía en el seno de un sistema político, cultural y económico en el cual la
realidad social sea el campo de la vida de la gente y no un obstáculo para su
perfeccionamiento. La educación debe alcanzar estimular en la gente la alegría de
participar en la concreción de una sociedad mejor para la vida colectiva de todos, en la
satisfacción por el logro de los objetivos sociales.

La educación desde las prácticas y logros de los maestros (as) Facilitadores (as)
de la Escuela Social Rodrigueana se plantea la tarea de conseguir el surgimiento de la
vida de las gentes en el ámbito de una vocación social que nos salvaguarde a todos de
los peligros del egoísmo, la codicia y del individualismo, mediante el reestablecimiento
de la armonía entre las gentes y la realidad en las que estos viven en sus contextos
locales, y por razón de la creación de las condiciones para la participación consiente,
solidaria y responsable de las gentes en la lucha por un futuro mejor para todos.

En este sentido los presentes escritos son el resultado de la búsqueda colectiva


de las comprobaciones que den forma a los fundamentos para la educación pertinente
con el modelo socialista que nos hemos planteado los venezolanos. Pasemos adelante.

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El Argumento Educativo en la Revolución Bolivariana

Algunas interrogantes germinan al momento de iniciar esta reflexión colectiva


en torno al proceso constituyente iniciado en 1998, a la refundación y a las
implicaciones de esta, expresando de ante mano que este proceso en si mismo es una
gran escuela, pues al deconstruir las relaciones sociales que se dan entre las gentes,
entre estos y el gobierno, entre estos y las formas de producción, dinámicas que nos
llevan al conocimiento profundo de las causas, mecanismos y elementos que conforman
al cuerpo estructural que desarmamos, entendiendo en este mismo marco, que el pueblo
venezolano –dígase de la gente humilde que históricamente estuvo excluida de las
tomas de decisiones políticas- parte desde el descubrimiento de las cosas que dicen las
palabras, mas allá de la aparente realidad en la que hemos vivido.

REFUNDAR, ¿Porque?, ¿Para que?, ¿Quien refunda?, ¿En beneficio de quien va


la refundación?, ¿La refundación vista desde donde, desde el pueblo o desde las elites
intelectuales, o desde los patrones, empresarios o dueños de el capital?, ¿La refundación
orientada por cual paradigma, desde el de la social democracia –cambiar de la boca
para afuera, cambiar para que nada cambie-; o bajo el paradigma del Liberalismo
Burgués que tanto daño le ha hecho a la humanidad -dejar pasar, dejar hacer-?; o
asumimos de una vez por todas desde el pueblo las riendas de nuestros presentes hacia
la definición de nuestros futuros y, enrumbarnos hacia el militante compromiso de
construir un Paradigma Insurgente que favorezca la mayor suma de felicidad para el
pueblo en su totalidad, un paradigma que se comprometa con el equilibrio entre las
gentes, y el equilibrio de estos seres humanos, con los otros hermanos animados o
inanimados y, con la madre tierra.

Refundar es más que palabras dichas por los picos de plata, refundar es mas que
un concepto estructurado para evidenciar sapiencia, re-fundar es hoy, la esperanza
vestida de luchas cotidianas en las manos de los excluidos, expropiados, esclavizados y
explotados del mundo; Refundar la República para los venezolanos es, la posibilidad
de reescribir la historia desde el fundamento de la felicidad colectiva, y que esta sea el
estimulo que nos ayude a enfrentar a los enemigos del pueblo desde la conciencia de
que la prosperidad, la libertad y la soberanía se encuentra en desmontar el sistema
capitalista y burgués que hoy oprime a las gentes.

Al leer en los párrafos anteriores las implicaciones que tiene para el pueblo el
compromiso de la refundación de la república, concluiremos sin muchas complicaciones
en que el pueblo se reintegró el poder constituyente, inalienable e intransferible, para
nunca más delegarlo en ninguna persona, institución o grupo, en este marco, las gentes
del pueblo venezolano nos asumimos en el compromiso de cambiar el modelo de
sociedad capitalista, por la sencilla razón de que este modelo no responde a la felicidad
de los pueblos, y es esta acción constituyente de cambio, la que ha permitido
encontrarnos de frente con los mecanismos usados por el sistema capitalista para
someter a los pueblos, es en este marco de entendimiento de las razones y causas
históricas donde nos encontramos, y decimos que nuestro deber en primera instancia es,
saber que es lo que no debemos hacer, permitir, ni permitirnos, con el firme propósito
de no reincidir en los errores cometidos por la humanidad.

Lo primero que hemos de aclarar es el ámbito en el cual desenvolveremos los


posteriores análisis de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,

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pues desde su legitimación en el año de 1999 la hemos visto desde la particularidad o
desde la individualidad de cada uno de sus postulados, aunque en muchos discursos se
ha dicho que en ella se encierra el proyecto de país para su construcción, continuamente
la hemos visto aplicada a retazos, solo lo que conviene para defender una idea o un
derecho o un interés particular, mas a este respecto creemos que cada funcionario, cada
institución del estado, cada persona o grupos de personas debe tomarla como guía o
criterio esencial para la estructuración de sus acciones en todos los ámbitos, contextos
o dinámicas, es decir, la constitución debe transformarse en parte de nuestra realidad.

Después de 10 años de revolución, ya es hora de hacer letra viva el texto


constitucional y de tomar al pie de la letra sus postulados, mandatos que el pueblo se
dio a si mismo como pacto social y político, y a su vez le dio a todos los funcionarios
públicos del Estado, a todas las personas para su aplicación en todos los ámbitos de
nuestras sociedades, ya es hora de que construyamos una educación que desmonte los
postulados representativos, positivistas, capitalistas y burgueses, e instauremos en todas
las esferas de nuestras comunidades la democracia social, participativa y protagónica
con todo lo que esto implica, es este el momento histórico, para que hagamos
conciencia de lo que el pueblo dictó para el hacer a todos los funcionarios públicos y
específicamente en el marco de estos estudios, a maestras, maestros e instituciones
educativas cuando la aprobó, ya es hora de profundizar la refundación de la república
como dice el camarada presidente y, particularmente desde la Escuela Social
Rodrigueana, es la hora de profundizar en la refundación de la Educación Venezolana,
siendo este el objetivo principal de los siguientes análisis, pues pretendemos debelar
cual es el modelo educativo de gestión, cual el maestro, cual es la escuela y cuales los
postulados curriculares, así como el currículo que se encierran en la CRBV.

Estudios iníciales.
Lo que queda claro en lo que va de desarrollo reflexivo, es que existe una
marcada lucha de clases, la cual se expresa en la inconformidad de las gentes con el
modelo político representativo, y por el otro lado, las elites que han ostentado el poder,
batallando por mantener este perfil excluyente de sociedad; a estas alturas temporales
las contradicciones de las clases en pugna se han hecho más que evidentes, impidiendo
los intereses de las elites y nuestra propia ignorancia, la concreción de los postulados
que la carta magna promueve.

Desde la Escuela Social Rodrigueana como organización a favor del bienestar


del pueblo, creemos firmemente, que en la medida que avancemos hacia la concreción
de un modelo educativo congruente con los postulados sociales de la Constitución,
iremos superando las contradicciones y se impondrá el modelo participativo,
protagónico e incluyente que esta encierra.

La carta magna, desde su preámbulo comienza a esbozarnos la sociedad que el


pueblo venezolano quiere construir, es esta una proyección, a la cual debemos razonar
correctamente antes de dar inicio a este viaje hacia el entendimiento integral de los
postulados constitucionales. Y expresamos enfáticamente, entendimiento integral, pues
hay quienes juzgan a la CRBV por artículos, o por segmentos, siempre y cuando estos
no afecten sus intereses y sus privilegios, por otra parte, al interior de la constitución
existen argumentos históricos y sociales -que se dan por entendidos- y, que por la
naturaleza del texto constitucional no son evidentes, pero que en este ensayo critico

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hemos de retomarlos con el fin de que sirvan de referencia para profundizar en los
análisis, y de igual manera, ofrendarlos como aportes a la discusión cotidiana de las
gentes en las comunidades, pues la constitución por sí sola no resuelve los problemas
estructurales en los que nos han imbuido los modelos colonialistas, capitalistas e
imperialistas, creemos que es necesario reflexionar y aplicar colectivamente los
postulados y principios sociales, políticos y económicos de esta.
“El pueblo de Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores e invocando la protección de Dios, el
ejemplo histórico de nuestro Libertador Simón Bolívar y el heroísmo y sacrificio de nuestros
antepasados aborígenes y de los precursores y forjadores de una patria libre y soberana; con el fin
supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y
protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que
consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la
integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure
el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin
discriminación ni subordinación alguna; promueva la cooperación pacífica entre las naciones e impulse
y consolide la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y
autodeterminación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos humanos, la
democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes
jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad; en ejercicio de su
poder originario representado por la Asamblea Nacional Constituyente mediante el voto libre y en
referendo democrático, decreta la siguiente…”
PREÁMBULO
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
Publicada en Gaceta Oficial del jueves 30 de diciembre de 1999, Número 36.860

Empecemos por aplicar el contenido de este extracto del preámbulo al ámbito de


la educación, asumiendo idealistamente el hecho de que la educación debe
corresponderse con el modelo político, cultural y social que lo promueve, y de igual
manera entendiendo que la educación vigente en las mentes de los funcionarios y en las
instituciones educativas, se corresponden a los preceptos instaurados por los
colonizadores, por las transnacionales y por los voceros del imperialismo, formación
que se ha fundamentado en amaestrarnos para la concreción de una actividad cualquiera
–Educación para el trabajo capitalista-, y parafraseando a algunos pensadores, la
educación en la actualidad es una educación tecnocrática, educación para el
adiestramiento de las sociedades, educación para hacer de hombres y mujeres, expertos,
científicos y administradores; educación que se ha cimentado en favorecer la
producción en serie, y en la reproducción del sistema neoliberal; y demostrado está, que
este sistema fundamentado en el capital, es individualista, anti-natural e inhumano, y en
honor a la verdad histórica, si buscáramos términos que caractericen correctamente a
este modelo depredador con respecto a la educación y a su aplicación en tierras
venezolanas, tendríamos que decir que este ha sido un modelo que promueve la
Educación para que las Elites dispongan, exploten y esclavicen, educación para las
minorías sociales que han usufructuado el poder continúen esclavizando y explotando a
las gentes, y, por otro lado, Educación para que las grandes mayorías de las gentes,
les trabajen, les sirvan y les reporten beneficios económicos a estas elites dueñas de
los medios de producción y de los capitales.

Ahora bien, en el marco de la realidad en que nos imbuye el preámbulo, la


educación es un mecanismo importante para prepararnos para la vida en sociedad que
desde la carta magna se propone, a este respecto es necesario puntualizar en “el tipo de
sociedad” al igual que “tipo de Democracia” es al que nos estamos refiriendo, para que
a su ves estas definiciones nos digan de cual educación, cultura y, de cual vida en
sociedad estamos hablando.

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Es evidente que desde el año de 1999, momento en el que entró en vigencia la
“CRBV”, el pueblo ordenó al gobierno, a las instituciones del Estado y a los
funcionarios, redefinir el modelo de sociedad, tal y como se detalla en el preámbulo,
“… con el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad
democrática, participativa y protagónica,…” y si puntualizamos en estos extractos, el
modelo de sociedad que se promueve desde la constitución es uno en el cual todos los
habitantes tienen el deber y el derecho de participar en la proyección, definición y
construcción de la sociedad en la que vive; pero no es sólo esto, y es que si leemos mas
adelante nos encontramos con palabras como “…multiétnica…”, “…pluricultural…”
reconociendo la carta magna que somos un pueblo que es consecuencia de la sumatoria
de un número importante de etnias, las cuales a su vez son portadoras de concepciones
particulares del mundo y de la vida, es decir, de culturas; mas adelante se habla de un
Estado que consolide los valores de ”la libertad” “la independencia” […] “el bien
común” […] “la convivencia”; más adelante se nos complementa la construcción de
un concepto de sociedad, en el Articulo 2 dice: “Venezuela se constituye en un estado
democrático y social de Derecho y de Justicia….” Es decir se nos habla de
democracia social, un modelo que toma como centro el interés colectivo, claro está, sin
sacrificar los derechos humanos de las individualidades, pero a la hora de la
estructuración de políticas públicas prevalece el beneficio de las mayorías de las gentes.

En fin en los extractos tratados se nos habla de un modelo que se corresponde


con lo social como fundamento, y si trasladamos estos planteamientos al ámbito
educativo estaríamos hablando de un modelo que consolide a la educación como hecho
social, participativo, protagónico, multiétnica y pluricultural, que prepare para la
libertad, para la independencia, para el bien común y para la convivencia.

Ahora cuando tomamos la interpretación hecha de la “CRBV” y lo aplicamos a


la educación, esta toma un enfoque social, participativo y protagónico, es decir, esta
concepción conduce a plantearnos una educación de cara a las realidades comunitarias,
y que esta supere el fetichismo que la educación burguesa ha hecho de las realidades y
vidas de las gentes, y si entendemos correctamente, el papel histórico de la educación en
estos momentos que vive la República Bolivariana de Venezuela, es el de la
resignificación y revalorización de las dinámicas sociales, educación que desmonte la
cosificación de la vida en todas sus dinámicas, es en este sentido que cobra vigencia el
pensamiento de muchos hombres y mujeres históricos.

En el marco de la invitación que promueve este estudio y de las complejidades


reflexivas que nos toca afrontar, evidenciadas en los párrafos anteriores, damos
continuidad a este espacio, pues la interrelación entre el Estado, el pacto social que lo
rige y la Educación es tan estrecha que en momentos las perdemos de vista y se nos
confunden, el objeto educativo es mucho más que el enunciado de “el republicano que
requiere la república”, además, si anexamos a esta reflexión crítica, el hecho, de que
nos toca desmontar desde la práctica educativa “el estado colonial y colonizador
impuesto durante 517 años”, diríamos correctamente qué, lo que nos toca deconstruir, es
un modelo explotador del cual tenemos muy pocas referencias de su intencionalidad, y
para completar, con las que contamos han sido dadas desde lo que el invasor quiso que
supiéramos, estaríamos hablando de un verdadero esfuerzo critico, reflexivo y creativo.

Lo cierto, es que existen adversidades conceptuales y estructurales a las cuales


hemos de enfrentar, al intentar consolidar definiciones, que a su vez permitan

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“…establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y
pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado…” obstáculos
conceptuales y teóricos, que se evidencian desde la supremacía de una vieja cultura
política instaurada en los órganos del Estado, las cuales a su vez, se sustentan en las
desigualdades, la exclusión, la injusticia, centralización, y en el burocratismo, y es que
no vasta con exponer los valores que promueve el modelo “Representativo o
Puntofijista” para que estos desaparezcan de las prácticas institucionales, de la, de los
funcionarios y de las, de las gentes, así como para entender las implicaciones de la
representatividad capitalista en el hecho educativo, y es que si a las anteriores
aseveraciones agregamos que la educación es el instrumento principal, con el cual ha de
contar el pueblo revolucionario para la construcción de la soberanía y su concreción en
la liberación, la felicidad y la de V República socialista, se nos mostrará la verdadera
magnitud del problema al que como pueblo enfrentamos, y se nos evidenciará la
necesidad de concretar un modelo educativo congruente y pertinente con los postulados
sociales de la “CRBV”.

En el marco del hecho educativo como actividad, hoy por hoy existen una
infinidad de contradicciones en las cuales se ha puesto poco énfasis, y esto lo atribuimos
al hecho de que quienes han participado en la definición de los modelos educativos
tienden a preservar cosas, es decir, poseen intereses los cuales se reflejan en la
definición y en la puesta en marcha de las distintas propuestas revolucionarias en el
ámbito de la educación, y es gracias a este abuso político ideológico con tintes de
reformismo, que en estos diez años no hemos logrado los avances planteados, los cuales
no son otros que la definición, concreción y consolidación de una educación social
consustanciada, congruente y pertinente con las necesidades reales de las gentes.

Ahora bien, continuemos con la tarea de debelar los fundamentos educativos que
guarda nuestra carta magna.

Artículo 102. La educación es un derecho humano y un deber social fundamental, es


democrática, gratuita y obligatoria. El Estado la asumirá como función indeclinable y de máximo
interés en todos sus niveles y modalidades, y como instrumento del conocimiento científico,
humanístico y tecnológico al servicio de la sociedad. La educación es un servicio público y está
fundamentada en el respeto a todas las corrientes del pensamiento, con la finalidad de desarrollar el
potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad en una sociedad
democrática basada en la valoración ética del trabajo y en la participación activa, consciente y
solidaria en los procesos de transformación social, consustanciados con los valores de la identidad
nacional y con una visión latinoamericana y universal. El Estado, con la participación de las familias
y la sociedad, promoverá el proceso de educación ciudadana, de acuerdo con los principios contenidos
en esta Constitución y en la ley

Principios educativos.
“La educación es un derecho humano…”
“…un deber social…”
“…es democrática, gratuita y obligatoria…”
“…al servicio de la sociedad...”

Como primer elemento a resaltar en el marco de este artículo, diremos que “La
educación es un derecho humano y un deber social fundamental…” dando por
entendido que todos los venezolanos independientemente de su edad, de su sexo, etnia o
de su condición socioeconómica o política, tienen derecho a la educación en cualquiera
de sus modalidades, como derecho humano que es; y si nos imbuimos un poco más en

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el artículo, este también dice, “…es democrática, gratuita y obligatoria…” en este
sentido hemos de decir con responsabilidad que hablar de una educación democrática
nunca será igual que hablar de la formación que en la actualidad se imparte en nuestros
recintos escolares, y que conste que la referencia no es solo a los aspectos didácticos de
las experiencias docentes, pues es de hacer notar que los otros factores de la sociedad,
dígase: niños, niñas, padres, madres y organizaciones de base, no hemos participado
en la definición de la enseñanza, ni de su currículo y mucho menos hemos participado
en la definición de la intencionalidad que detrás de estos se oculta, afirmando por igual
que en las definiciones, proyecciones y concreciones educativas se han obviado las
intencionalidades que en la CRBV se nos muestran, y se han in-visibilizado los criterios
que esta constitución establece para la definición de la direccionalidad política, social,
económica y cultural que ha de tener la educación.

Fundamentos educativos.
“La educación es un servicio público y está fundamentada en el respeto a
todas las corrientes del pensamiento,”
“…con la finalidad de desarrollar el potencial creativo de cada ser
humano…”

La educación como servicio público da un lugar para analizar y entender al


docente, maestro o maestra y, a los propósitos de los recintos escolares, pues el maestro
y maestra como servidor público, está al servicio del pueblo y, a el pueblo se deben,
pero, ¿que implica deberse a pueblo? teniendo como insumo principal para esta
interrogante, la conciencia de que existen distintas intencionalidades que se han
ocultado en la educación, pues para ninguno de nosotros hoy es un secreto, que en el
pasado histórico inmediato y, aun en la actualidad, a los hijos del pueblo se nos formó y
se nos forma para servir o beneficiar con nuestros esfuerzos a las elites sociopolíticas y
económicas, es decir, trabajamos en función de los intereses de los patrones o dueños de
empresas, en otras palabras, la educación en el transcurso de estos 517 años ha estado al
servicio de los poderosos, diciendo al unísono que los hijos de los ricos y de las elites
recibían una educación paralela para la dominación; en este mismo orden de ideas en el
artículo 102 de la CRBV se obliga a los funcionarios públicos del sector educativo a
consolidar una formación al servicio del pueblo y en todas sus esferas.

Ahora, sólo teniendo como insumo principal el análisis desarrollado a los


modelos educativos pasados y sus intencionalidades no se podrá dar forma a una
práctica educativa que esté al servicio del pueblo y al servicio del interés principal -que
no es otro, que el logro de la mayor suma de felicidad- para esto, es necesario
construir todo un marco teórico-referencial el cual nos permita ir sustituyendo las
estructuras capitalistas de la educación, por unas donde la motivación sea el interés
social, o el colectivo social o de las comunidades en su totalidad.

Por otra parte nuestro texto constitucional establece que su centro se encuentra
en el ser humano y su felicidad, lo que genera un marco para la valoración de las
corrientes de pensamiento que se respetarán en la construcción del modelo de sociedad
que establece dicho texto, y es que no todas las corrientes de pensamiento favorecen al
ser, su felicidad y al desarrollo de sus potencialidades creativas, pensar en la felicidad
colectiva e integral como modelo político es pensar en, para y desde los intereses de las
grandes mayorías, lo que nos resume y nos resuelve el asunto filosófico del ser como un
ente individual y se traduce en el ser social como un hecho colectivo, dejando claro el

10
enfoque filosófico, el enfoque político y las corrientes del pensamiento que intervendrán
en la concreción de este nuevo modelo de sociedad.

Objeto de la Educación.
“…basada en la valoración ética del trabajo y en la participación activa,
consciente y solidaria en los procesos de transformación social…”

Hablar de la valoración ética del trabajo en el marco de la CRBV, es hablar de


un trabajo con interés social, de un trabajo que esté relacionado con el beneficio integral
de toda la comunidad, lo que entra en confrontación directa con el modelo capitalista, el
cual se sustenta en la explotación de todo lo que se pueda explotar, en la explotación de
los hombres a través de la expropiación de los beneficios que genera su trabajo
(plusvalía), en la explotación de los recursos que se encuentran en el seno de la madre
tierra (depredación), en la explotación de todas las sensibilidades y sentidos humanos
(alienación), y es que eso es el mercado y sus vertientes capitalistas el cual se evidencia
en la transformación de todo en cosas (fetichismo) de forma tal que se le pueda colocar
precio y se le pueda vender.

Ahora bien que implica impulsar un nuevo enfoque educativo con estas
realidades históricas, políticas, sociales, económicas, culturales y que este a su vez esté
consustanciado con el precepto de la valoración ética del trabajo; que implica una
educación para la vida en equilibrio entre los hombres, mujeres y el medio ambiente,
que implican las variables sustentable, sostenible, trabajo y educación en el marco antes
descrito; y es que después de haber realizado los análisis y estudios anteriores en
relación al objeto de la educación y su consonancia con el trabajo con sentido social,
transitaremos sin mucha dificultad el camino hacia la definición de la esencia que se
debe promover desde la práctica educativa en nuestros contextos locales.

Con la premisa de la igualdad, se hace necesaria la concreción de procesos


educativos que nos conduzcan colectivamente a la valoración “…ética del trabajo…” y
que este proceso desemboque a su vez en la “…participación activa, consiente y
solidaria…” pero la participación y la solidaridad son los elementos menos complejos
que en esta parte hemos de enfrentar, pues lo verdaderamente difícil se encuentra en
establecer la conciencia en la participación, y es que estamos hablando de conciencia
histórica, conciencia política, conciencia social desde la educación para que en
definitiva esta nos conduzca a la “…transformación social…” estando esta
transformación social consustanciada con la identidad nacional, al igual que con la
patria grande, es decir, con la identidad planetaria.

El asunto principal en este aparte es desmarcarnos de las concepciones que


originan la fetichización del hacer de las gentes, es decir, separar a los haceres
educativos de las formas de pensamiento que promueven la conversión de todas las
actividades humanas en sosas, por otro lado es necesaria la recuperación de la dignidad
humana como elemento esencial de la soberanía epistémica, transformando a los
haceres de las gentes en una contribución al bienestar social, al bien colectivo, lo que
nos habla de un enfoque educativo que comienza por reconocerse a sí como parte
estructural y estructurante de las aspiraciones del colectivo social.

11
Estado Docente / Modelo Educativo.
“…es democrática, gratuita y obligatoria…”
“…al servicio de la sociedad...”
”… El Estado, con la participación de las familias y la sociedad, promoverá el
proceso de educación ciudadana, de acuerdo con los principios contenidos en esta
Constitución y en la ley”

El planteamiento esencial que se propone desde la CRBV tiene necesariamente


que evidenciarse en el modelo educativo, pues hemos de pasar de un modelo educativo
representativo, en donde los intermediarios de oficio y los actores de las diferentes
expresiones gremialistas, sindicales, empresariales y partidistas definían los intereses
del hecho educativo, tomando estos factores las decisiones en nombre de todos los
protagonistas del hecho educativo, a un modelo democrático, participativo y
protagónico en donde todas las gentes tomen parte en la definición, proyección y
puesta en marcha del hecho educativo; esta afirmación requiere retomar análisis
anteriores, pues el pueblo venezolano ya definió, la direccionalidad e intencionalidad
del hecho educativo, y lo que nos toca ahora es redefinir el hecho en sí, a fin de que este
coloque su accionar al servicio social o de la gente y de su felicidad en el marco de la
diversidad, corresponsabilidad social y política de todos.

Los estudios y análisis desarrollados en los párrafos anteriores nos obligan a


retomar algunos elementos tratados a fin de evidenciar parcialmente los que podría ser
desde la visión de la “CRBV” el modelo educativo participativo y protagónico en la
educación, haciendo real y tangible el modelo político, la legalidad que esta encierra y
la legitimidad colectiva de las acciones que se desarrollan al aplicar el hecho educativo
en y desde los contextos locales. Los artículos 2, 3, 4 y 5 de la Carta Magna Bolivariana
nos definen el estado, sus fines y los principios que lo orientan, de los cuales
resaltaremos algunos extractos para profundizar en las intenciones que impulsan el
presente estudio.

Extractos constitucionales que definen el Estado:


Artículo 2 “Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de
Derecho y de Justicia…”
Artículo 3 “El estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de
la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad
popular,…”
Artículo 4 “La república Bolivariana de Venezuela es un estado federal
descentralizado […] y se rige por los principios de integridad territorial, cooperación,
solidaridad, concurrencia y corresponsabilidad”
Artículo 5 “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo […] Los
órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos”

El reflejo del Estado en el hacer educativo, es caracterizado en el argot


especializado como el estado docente, el cual debe obligatoriamente estar ligado al
enfoque del pacto social que lo promueve, y de acuerdo a los extractos colocados
anteriormente este ha de ser en primera instancia un estado docente democrático,
participativo y protagónico, el cual propugne el desarrollo de la persona y el
respeto a su dignidad; he aquí otro elemento para resaltar, pues el perfeccionamiento
del modelo de democracia es visto bajo el enfoque democrático y social de derecho y
de justicia, el desarrollo de la persona en este marco y, al conjuntarlo con el respeto a

12
su dignidad, toma la connotación de que el estado docente debe favorecer una estructura
educativa que forme a las gentes para vivir en una sociedad cuyo interés supremo sea el
bien de todo el colectivo social o de toda la comunidad, y hacemos esta aclaratoria pues
la estructura educativa existente favorece una educación para el trabajo capitalista, que
no es otra educación, que aquella que se funda en promover la reproducción de las
prácticas y haceres que explotan a los trabajadores y benefician económicamente a los
dueños del capital.

Pero esto no es todo, pues el Estado en la carta magna del 99 es visto como la
consecuencia de la “…integridad territorial, la cooperación, la solidaridad, la
concurrencia y la corresponsabilidad…”, y al unirlo con “Los órganos del Estado
emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos” sería pertinente hablar de un
Estado Docente que es consecuencia de la cooperación, de la solidaridad, la
concurrencia y la corresponsabilidad, entre las instituciones del estado, las gentes, los
docentes, obreros y empleados del sector educativo, de los estudiantes, y las
organizaciones de todos estos factores, de igual manera se habla de un estado docente
que cultive y obedezca a la soberanía popular.

Y para cerrar este aparte y, para trascender a las interpretaciones colaterales del
estado docente -pues hay tantas definiciones como corrientes del pensamientos existen-
y es que hemos querido circunscribirnos a la carta magna a la hora de definir el Estado
Docente, pues es esta la ley de leyes y, la norma de normas, por su génesis y trayectoria
esta constitución es lo mas cercano a la aspiración social, colectiva y comunitaria de
todos los venezolanos, esperamos haber esbozado correctamente lo que en adelante
presentaremos gráficamente, pues el Estado Docente visto desde los estudios
potenciados seria un Estado Docente Social de Derecho y de Justicia.

Docentes y Organizaciones
Organizaciones de base
Magisteriales
Hecho
Educativo
Estudiantes y
Padres, madres y Organizaciones
Organizaciones estudiantiles
comunitarias
Instituciones y
funcionarios del
Estado

Estado docente

13
Educación y Corresponsabilidad
Hemos demostrado con el manejo más o menos coherente de algunos artículos
de la CRBV más su preámbulo, que en nuestra carta magna se encierra un proyecto de
país y que a su vez encierra un proyecto educativo, hemos desempolvado también el
papel del docente como ser social, hemos transitado por algunas concepciones
epistémicas que nos permitirían entender un poco la contradicción principal en el marco
del conocimiento, pero un elemento que pretendemos lograr con los presentes escritos,
es el de hacer un llamado de atención sobre el papel de las gentes en el marco de esta
nueva realidad en la que nos envuelve la constitución bolivariana, y particularmente al
sector educativo, como el mecanismos que nos permitirá la construcción colectiva de
los caminos futuros de nuestras comunidades desde la conciencia reflexiva.

El titulo que hemos utilizado en el encabezado que da apertura a este espacio


reflexivo resalta dos términos que pueden ser ilustrados desde la particularidad de cada
uno y desde la integralidad de la frase que los conjunta, mas en este aparte hemos de
dedicarnos a dilucidar a la educación como proceso social, y es que aparentemente, la
educación se corresponde con las necesidades de la sociedad en la cual se imparten los
procesos formativos, pero resulta que, el modelo capitalista le secuestro los hijos a las
comunidades, sembrando en estos la descontextualización de los aprendizajes y
generando enfoque culturales los cuales separan a los haceres cotidianos de las gentes y
de las realidades, lo que promueve una educación de espaldas a las comunidades y a la
solución de sus problemas mas sentidos, y, consustanciada con el fortalecimiento de una
industria capitalista que favorece el consumo desenfrenado, compulsivo e inconsciente,
realidad que nos conduce a asegurar que la escuela, ni el conocimiento están al servicio
de las necesidades de las comunidades, por lo que se hace necesario la construcción de
una escuela con sentido social, donde sus protagonistas consoliden procesos
pedagógicos en corresponsabilidad y comprometidos con el mejoramiento de las
condiciones de vida de todos en las comunidades

Es aquí donde hemos de resaltar desde el enfoque de lo social, la


corresponsabilidad como elemento esencial en el desarrollo y concreción de una
enseñanza con sentido de lo colectivo, de lo comunitario, en una sociedad donde todos
hemos de ser responsable de lo ¿que se aprende, el porque y para que se aprende, al
servicio de quien está lo aprehendido? distinguiendo en el marco de esta interrogante
que la gente cree en sus funcionarios públicos, en sus maestras y maestros, la gente cree
en que sus hermanos (as) pueden ayudar a transformar sus realidades, la gente confía el
futuro de los hijos del pueblo en las manos de las instituciones educativas, la gente cree
en que el Estado lo hace bien y para el bien de todos.

Hemos querido desarrollar este aparte con el firme propósito de desmitificar el


hecho que afirma por un lado, que la educación es responsabilidad solo de las
instituciones educativas, y por el otro, se escucha a muchos docentes afirmar que la
educación inicia en la familia, más y sin embargo que puede hacer una familia por la
formación de sus hijos en una sociedad donde la escuela esta comprometida con la
reproducción del modelo capitalista, los medios de comunicación, están al servicio del
mercado capitalista y toda la realidad en la que se mueven los jóvenes y adultos apuntan
a que estos se conviertan en consumidores compulsivos de cualquier cosa.

14
El asunto esencial en esta discusión se encuentra en que todos somos
responsables de promover un modelo educativo que favorezca una enseñanza al servicio
real de las comunidades, y las implicaciones de esta corresponsabilidad nos obliga a
generar procesos de conciencia que nos permitan asegurar que la educación que como
sociedad estamos promoviendo desembocará en la felicidad integral, para el logro de
estos propósitos se hace necesario el entendimiento correcto del termino
corresponsabilidad, y es que toda la sociedad esta comprometida quiéralo o no en el
futuro de la comunidad, del país y del Estado Nación.

Otro punto sobre el cual es necesario hacer énfasis lo encontramos en la


responsabilidad de todo el colectivo nacional al momento de hacer frente al modelo
capitalista y al desmontaje de este, pues el modelo occidental de desarrollo social por si
solo es un crimen contra de la humanidad y la vida, los procesos de manipulación
social, política y cultural implementados por este sistema son tan complejos que no se
aprecian fácilmente, el mercado está metido en la escuela, en la familia, en las
instituciones del Estado, en las comunidades y se expresa en todas las dinámicas de las
gentes, por lo que convocar a la corresponsabilidad pasa por el desmontaje del
bombardeo mercantilista al que somos sometidos a diario, mientras estemos
inconcientes de que somos sujetos y objetos de la manipulación mercantilista,
capitalista y transnacional no seremos capaces de ser responsables con nuestras familias,
comunidades, con la Nación y mucho menos con el futuro de nuestros hijos.

La corresponsabilidad es esencia y sustancia del modelo participativo y


protagónico, y de la democracia con sentido social, por lo que la corresponsabilidad
social es directamente proporcional a la conciencia social, lo que hace de la labor
pedagógica una tarea de toda la sociedad.

El Conocimiento, en función de los intereses colectivos.

Para los expertos académicos2 el conocimiento implica la relación entre un


sujeto y un objeto, y por lo tanto, el problema del conocimiento se dilucida al
desentrañar esta relación, bien sea desde el objetivismo o desde el subjetivismo, y si
nosotros acudiésemos a la raíz etimológica de estas palabras para definirlas serían el
“ismo” del objeto o del sujeto, es decir, la doctrina, tendencia, ideología, teoría,
donde prevalece bien sea el “sujeto” o el “objeto” según sea el caso.

El conocimiento académico, dígase el conocimiento técnico, científico, político,


económico y social que ha generado y acumulado la humanidad en el transcurso de la
historias ha estado al servicio de las elites dominantes, es decir, no ha sido un
conocimiento democrático y mucho menos en beneficio del colectivo, sino que por el
contrario ha sido un conocimiento que ha estado al servicio de la producción para el
mercado, de la guerra, de los poderes políticos, religiosos y de los clanes eurocéntricos.

Hablar de conocimiento en la actualidad es hablar de expertos, doctores,


científicos, obreros calificados, etcétera. Y cuando circunscribimos el conocimiento al
ámbito de lo educativo este se refiere única y exclusivamente a la reproducción dada
históricamente por conocimientos académicos, y en la mayoría de los casos el hecho
educativo desconoce los saberes que poseen las gentes en nuestras comunidades, dando

2
J. HESSEN Teoría General del Conocimiento, 1925

15
por sentado que la comprensión que emerge desde las entrañas de la sociedad –de lo
social- no es valida y que las gentes deben esperar a que los maestros (as) formados en y
desde los enfoques eurocéntricos les transfieran las comprensiones necesarias para
ocupar el lugar que les ha asignado el sistema capitalista.

Hasta el año de 1999 en Venezuela esto fue la constante la cual estuvo


consustanciada con el modelo político que la impulsaba, pues como hemos dicho, las
instituciones educativas y los educadores formaban para la reproducción del capitalismo
y su modelo político, “la representatividad”; sin embargo, este enfoque de
conocimiento ya no es pertinente, ni ético, ni moral y mucho menos legal, en estos
tiempos donde el modelo político se sustenta en la “democracia, en lo social, y en lo
participativo y protagónico”, esto nos evidencia la contradicción principal a superar en
el ámbito educativo, pues por un lado tenemos el enfoque que se promueven desde los
principios fundamentales, los postulados y los artículos de la CRBV y por el otro, las
instituciones del Estado aún funcionan bajo las lógicas capitalistas que las engendraron.

Particularmente y desde los estudios impulsados por la militancia de la Escuela


Social Rodrigueana y, siendo el conocimiento que desde la educación como práctica se
reproduce el caso que nos convoca, en los recintos educativos han de favorecerse la
reproducción de conocimientos que permitan el desarrollo social integral, a favor de los
seres humanos, en equilibrio con la madre tierra y no del mercado o el capital, esto lo
hemos demostrado con suficiente amplitud en los análisis realizados anteriormente, y es
que, si el asunto es el de la legalidad, como lo argumentan algunas gentes, la educación
ya no puede estar orientada por los enfoques eurocéntricos que promueven la enseñanza
al servicio de la manufactura, del mercado o de las elites capitalistas, y el Estado como
estructura que se rige por “…la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su
dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular,…” ya no debe invertir sus
recursos en la formación de mano de obra para alimentar a las intencionalidades de las
empresas explotadoras del ser humano y de todo lo vivo; sino que por el contrario, el
Estado y sus Instituciones han de favorecer una enseñanza al servicio social del ser
humano, de su bien estar, y de su felicidad sin importar su condición económica.

Esto nos transporta inevitablemente no sólo a una redefinición de la


administración de las prácticas educativas, sino que este argumento nos inspira la
necesidad de establecer nuevos y distintos mecanismos que permitan consolidar
enfoques de conocimiento con sentido de lo colectivo como cimiento central de una
educación basada en el ser social, y no en el aprendizaje para la producción, o en la de
formar más gentes para alimentar la fragua depredadora e incansable de las empresas,
sino que la enseñanza esté al servicio integral de la felicidad del ser humano como
consecuencia y parte del colectivo social, y si esto tiene la valides perseguida, entonces
el Estado, las Instituciones, funcionarios públicos y comunidades deben propender al
nacimiento de nuevas propuestas educativas cuyo centro sea el colectivo.

El conocimiento como tal no se evidencia en el texto constitucional, lo cual nos


obliga a hacer una serie de interpretaciones que emanan desde el mismo cuerpo de
artículos a fin de logar un acercamiento a lo que desde este modelo político podría
decirse que es el conocimiento; y antes de regodearnos en estos elementos, debemos
tomar en cuenta algunos criterios para el desarrollo de estos análisis. Iniciemos diciendo
que en nuestra constitución se prevé “…el respeto a todas las corrientes del
pensamiento…” pero este respeto también tiene condiciones, pues hasta ahora solo las

16
elites han definido las corrientes del pensamiento y los intereses que las impulsan –y es
de hacer notar que estas corrientes siempre persiguen el beneficio propio y el de sus
amos capitalistas- diciendo también que dichas corrientes del pensamiento obtuvieron
sus génesis en las lógicas eurocéntricas de las sociedades capitalistas, es aquí donde
cabe hacernos algunas preguntas:

¿Es a estas corrientes del pensamiento que profundizan en el beneficio y


prosecución del modelo capitalista, a las que hemos de respetar? ¿Hemos de
reverenciar a las corrientes del pensamiento que han favorecido la depredación de
todo lo vivo y no vivo en la faz de la madre tierra?

Para los que hemos deambulado por la “CRBV” sabemos que las corrientes del
pensamiento a las que hemos de respetar no tienen nada que ver con la exclusión, lo
privilegios y las elites, pues se ha dicho en infinidad de espacios y por diferentes vías,
“nuestra constitución apuesta por el ser humano y su felicidad, es decir, es una
constitución humanista” y por tanto, las corrientes del pensamiento que hemos de
suscribir son aquellas que apuesten por el ser humano y por su felicidad, siendo este el
primer criterio para tener en cuenta al momento de definir el conocimiento, pues el
conocimiento necesario ha de ser un conocimiento social al servicio de los seres
humanos y de su felicidad, lo que implica un cuerpo de saberes y haceres que nos
des-europeíce, nos libere cognitivamente, nos defienda y dignifique en primera
instancia desde la diversidad étnico-cultural que somos las grandes mayorías de
gentes en nuestras comunidades, teniendo de igual manera como premisa, el
respeto a la madre tierra como soporte fundamental de la vida.

Ahora dediquémonos a desentrañar el papel social de los funcionarios que


ejecutan la profesión docente, a la pertinencia y a la congruencia de estos haceres con el
enfoque social, comunitario y de precepto popular que impone el mandato colectivo que
es la “CRBV”. Muchos intelectuales han querido preservar sus privilegios detrás de la
tan cacareada idoneidad académica, señalando que solo los que manejan las
orientaciones eurocéntricas son los autorizados para facilitar el acceso al conocimiento,
o para impartir las enseñanzas, y aunque el interés nuestro se circunscribe al
conocimiento, sus acepciones y concepciones, revisemos que es los que nos dice el
artículo 104 subrayando los elementos que posteriormente hemos de analizar, 104: La
educación estará a cargo de personas de reconocida moralidad y de comprobada
idoneidad académica. El Estado estimulará su actualización permanente y les
garantizará la estabilidad en el ejercicio de la carrera docente, bien sea pública o
privada, atendiendo a esta Constitución y a la ley, en un régimen de trabajo y nivel de
vida acorde con su elevada misión. El ingreso, promoción y permanencia en el
sistema educativo, serán establecidos por ley y responderá a criterios de evaluación de
méritos, sin injerencia partidista o de otra naturaleza no académica.

A primera vista y sin pasarlo por análisis alguno, pareciera que los intelectuales
al servicio del mercado tendrían razón al tomar este extracto del artículo 104 “…La
educación estará a cargo de personas de reconocida moralidad y de comprobada
idoneidad académica…” como fundamento para reproducir las lógicas cognoscitivas
del capitalismo, y sin importar para nada que estas atenten en contra de los intereses del
pueblo, ahora, cuales serian los criterios para valorar la moralidad y la idoneidad
académica desde las lógicas impuestas por el modelo de la “CRBV”, siendo la
“moralidad” asunto para otro estudio, consagrémonos al elemento que tiene relación

17
directa con el conocimiento “la idoneidad académica”, pero antes de introducirnos en
este análisis anexémosle la pregunta de rigor en el marco del mandato popular al que
obliga la constitución del 1999, ¿que es idóneo? Académicamente hablando desde la
participación y el protagonismo de las gentes en las comunidades.

Se supone que si el punto de referencia es la “CRBV” esta debería darnos los


elementos para definir que es lo idóneo en el marco legal que esta exige, más y solo con
el ánimo de hacer pedagógico el debate, evidenciemos en que fragmentos la
constitución desmonta las concepciones eurocéntricas del pensamiento, es así como la
carta magna se establece así misma como el punto donde termina un tipo de sociedad o
de pacto social “el representativo”, e inicia otro modelo de sociedad totalmente distinta
dígase el modelo “participativo y protagónico” y esto es algo a lo que hemos hecho no
poca referencia:

Artículo 7. La Constitución es la norma suprema y el fundamento del


ordenamiento jurídico. Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder Público
están sujetos a esta Constitución.

Es de hacer notar que si tomamos como referencia el artículo antes citado, la


idoneidad académica, tendría como punto de partida el modelo de sociedad que
establece la constitución de 1999, es decir, la democracia social participativa y
protagónica, por otra parte la misma carta magna se establece así misma como la norma
suprema, lo que nos quiere decir que ninguna ley, ni reglamento, ni ordenanza nueva o
pasada está por encima de este texto constitucional, y si le agregamos algunos
elementos de los que nos aporta el preámbulo “…con el fin supremo de refundar la
República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica,
multiétnica y pluricultural…” se terminará de debelar, pues el conocimiento del que
nos habla la no tiene nada que ver con el conocimiento eurocéntrico enquistado en los
recintos educativos, y en las mentalidades de los que suscriben ese modelo.

Por tanto y tomando como fundamento los elementos que nos aporta el texto
constitucional podríamos decir que la CRBV es la academia vigente, por tanto, quien
cumpla con la consolidación de sus postulados y articulados será académicamente
idóneo, y si lo relacionamos con el hecho educativo, los maestros deberían actualmente
someter sus prácticas e interpretaciones educativas a una revisión constitucional pues
tendrían que legitimar su idoneidad académica, y solo aquellos maestros y maestras que
favorezca una educación social para la participación y el protagonismo, para la
construcción de una visión ética del trabajo, y en fin, solo aquellos que favorezcan
una educación para la soberanía, para la independencia, para la solidaridad, para el bien
común, para la corresponsabilidad social, es decir, solo aquellas personas que sean
capaces de concretar una educación social y en función de los intereses del colectivo
comunitario, serán los ungidos por las leyes para desarrollar sus prácticas como
maestros y maestras del pueblo venezolano, y por lo tanto serán maestros(as) idóneos.

Responsablemente pedimos disculpa por la digresión anterior, volviendo al tema


que nos convoca tenemos que decir, que el conocimiento nacido como consecuencia o
sumatoria histórica que va desde la invasión de los europeos en 1492, hasta llegar al
pacto de punto fijo y su desenlace revolucionario en el año 1998, es decir, la
comprensión producto de esta forja histórica de desigualdades, exclusión e inequidades,
no son las luces para establecer nuestra academia revolucionaria, para decirlo de manera

18
tal que no cause prurito, ese no es el conocimiento para establecer la academia para la V
República instaurada desde el pacto político y la norma suprema del 1999.

Por otra parte, muchos han sido los estudios que originan acercamientos a las
teorías del conocimiento, muchas las preocupaciones por establecer desde los diferentes
momentos históricos de la humanidad los criterios para definir la verdad que coadyuve
al logro de un enfoque real del conocimiento; la interrelación de las gentes con los
objetos en su cotidianidad, los teóricos conciben a esta reciprocidad como el proceso
que engendra comprensión, pero trascendiendo a todas las derivaciones eurocéntricas
del pensamiento, los procesos vividos y sobrellevados desde los expropiados, desde los
esclavizados y desde los oprimidos, nos conducen a afirmar que a esa formula
epistémica le hace falta una variante que permita a la perspectiva que escojamos,
obtener un acercamiento a la verdad, esta disparidad se expresa desde las diferentes
intencionalidades que promueven los conocimientos, y se manifiestan desde “lo
Político, lo económico, lo social y lo cultual”, variantes que nos obligará a reconfigurar
los discursos que se han construido entorno a las formas epistémicas, pues no solo basta
con analizar los diferentes enfoque del conocimiento en su contexto científico, sino que
es necesario entender a estos en su momento político, en el modelo de producción que
impulsa, en las formas sociales que este reproduce y en la cultura que los engendra; es
este el argumento que nos conduce a afirmar que las orientaciones epistémicas nacidas
bajo las lógicas occidentales no son asépticas de las intencionalidades políticas que las
originan; por lo que en este cambio de época y de propuestas revolucionarias es
ineludible trascender a estos razonamientos eurocéntricos desde la conciencia social o
entendimiento de las mayorías.

La tesis antes esgrimida pierde valides según los planteamientos de las elites
académicas que se debaten entre el dogmatismo y el escepticismo, y es que este
argumento se diluiría en la disyuntiva de las ciencias formales o ideales, más y sin
embargo, la cuestión para el pueblo no se debate entre lo formal o lo ideal, sino entre la
verdad que contribuiría a mejorar sus condiciones de vida o la falsedad que impulsa la
profundización de la dominación, y como este estudio no aspira al reconocimiento de
los académicos eurocéntricos, sino a la conciencia de los oprimidos, nos vamos por el
conocimiento al servicio de lo social, no sin antes demostrarle a los camaradas
académicos que aún creen en el enfoque eurocéntricos, que están viendo para el lado
contrario en sus apreciaciones.

Ahora bien, las acciones humanas para transformar a la naturaleza no solo


deben perseguir el beneficio individual o de unas elites, sino que estas acciones deben
estar comprometidas con el bien colectivo, lo que nos dice que el conocimiento que es
necesario infundir en las prácticas formativas, es uno que propugne por el bien
integral de la sociedad, y este planteamiento en el momento actual toma la
connotación de orientar todos los acervos cognoscitivos logrados por la humanidad
al servicio de lo social, y esto nos conduce a afirmar que es indispensable la conciencia
de todo el pueblo subyugado sobre la direccionalidad, la intencionalidad y el uso de la
técnica, lo cual nos habla por igual de lo táctico, de lo estratégico y de la práctica del
conocimiento en función de lo colectivo, generando esto un “ismo” distinto para la
concreción de un enfoque epistémico, dígase, una doctrina en función de lo social, una
ideología para el fortalecimiento de lo social y una teoría que sustente el desarrollo y
profundización de lo social, lo colectivo y lo comunitario, en pocas palabras, un

19
socialismo sumatoria y consecuencia histórica, es decir, SOCIALISMO DEL SIGLO
XXI a la venezolana.

Esta postura social del conocimiento no pretende sacrificar al individuo, sino


que, en la misma medida en que las personas desarrollen saberes en función de las
causas e intereses del colectivos, y que de esta práctica, se beneficie el cuerpo social en
su integralidad, el sujeto individual también saldrá beneficiado, y es que, si todos
empleamos nuestros esfuerzos –físicos, mentales y espirituales- en mejorar las
condiciones de vida de todos, valga la redundancia, todos saldremos beneficiados.

Ahora la pregunta que nos nace para la concreción de esta forma de


epistemología social, seria, ¿como desarrollarlo con la complejidad capitalista de los
tiempos actuales?, y sin ánimos de hegemonizar en la idea, el punto de partida para los
Maestros (as) Facilitadores (as) de la Escuela Social Rodrigueana el cual nos permita
dar contestación a esta interrogante se encuentra en la conciencia social, y esta nos
trasladaría ineludiblemente a la impugnación de las lógicas eurocéntricas, negación
que nos llevaría a reformular el modelo capitalista de “producción”, es decir,
reconstruir los signos en los cuales está organizado el “trabajo”, el asunto es
organizarnos para un “trabajo” y una “producción” al servicio de lo social, es decir,
promover las realizaciones con sentido social, o al servicio de todas las gentes que
conviven en el marco de este modelo de producción con sentido social.

La propuesta hecha en el párrafo anterior no cuenta con nada de originalidad


histórica, pues esta ha sido una aspiración desde que la gente sufrió el sometimiento
expoliador de las elites, y la misma se ha reflejado en infinidad de postulados y
documentos, solo que nos ha tocado a los suramericanos tomar los acumulados
históricos de las gentes para hacerlos tangibles, el bien social de la humanidad es la
apuesta en la jugada política, y la conciencia en el desarrollo de los haceres cotidianos
consustanciada con este bien social el mecanismo que nos permitirá ganar esta apuesta
por la vida, nos estamos jugando el futuro y la doctrina, tendencia, ideología, o teoría
que generemos en esta batalla ha de apostar por el bien de todos y en todos los
ámbitos, por lo que el conocimiento pertinente ha de ser uno que tome en cuenta los
acumulados históricos, que separe lo perjudicial de lo positivo, el primero para no
reincidir en los errores y el segundo para ponerlo al servicio de la causa social.

Hemos intentado hacer un transito responsable, militante y revolucionario por


algunos elementos constitucionales y su vinculación con el hecho educativo, y en este
momento nos toca dejar los logros teóricos alcanzados como insumos para ser
retomados más adelante en este ensayo reflexivo, mientras esto nos llega, los
convidamos a desempeñamos en el mismo compromiso con otros documentos que
persiguen el mismo propósito de ir dilucidando la intención, la direccionalidad e
intencionalidad del hecho educativo en el marco del proceso de refundación de la
República Bolivariana de Venezuela.

20
El Proyecto Nacional Simón Bolívar (2007-2013),
y su expresión en el ámbito Educativo.
En el marco de los estudios que nos convocan para el logro de una educación
pertinente con la Refundación de la República es necesario tener presente el proyecto de
sociedad que esta revolución y su gobierno promueven, en este caso y como segundo
documento a estudiar tenemos, el Proyecto Nacional Simón Bolívar, documento que al
ser avalado y aprobado en sus diferentes etapas por la Asamblea Nacional pasa a ser una
ley de la República de obligatorio acatamiento en todos los contextos y ámbitos del
Estado Nación.

En el terreno reflexivo que nos reclama, vale decir, el de la educación


revolucionaria, la definición de la direccionalidad política no es tarea fácil, y menos en
este entorno de tensiones, contradicciones, complejidades y lucha de clases que hemos
evidenciado en párrafos anteriores, y es que, después de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela se supone que debiéramos estudiar la Ley Orgánica de
Educación, que consustanciada con dicho texto constitucional ayudara a las
comunidades, a sus maestros y maestras a definir la intencionalidad y direccionalidad
del hecho educativo en nuestros contextos locales, pero para el momento en el que
estamos discutiendo y desarrollando el presente ensayo, la Ley Orgánica de Educación
se encuentra en plena definición y discusión en los contextos comunitarios y en los
deferentes colectivos gremiales, por lo que nos saltaremos momentáneamente el estudio
a este documento pasando de un salto al análisis de los postulados y líneas educativas
que aporta el Proyecto Nacional Simón Bolívar, que como marco integral del desarrollo
económico y social de la nación, es un instrumento legal que entre la CRBV y la Ley
Orgánica de Educación también define políticas y prácticas en todas las dinámicas.

El “PNSB-PPS” (2007-2013) nos muestra en siete capítulos, una complejidad a


la cual debemos entender plenamente para el desarrollo adecuado de acciones con
pertinencia y coherencia política; de estos siete capítulos nos desenvolveremos en los
temas que corresponden a los apartados que contribuyan a determinar los Principios
Axiales de la Educación Revolucionaria, esto sin demeritar la importancia que
guardan los capítulos restantes, más hemos de decir en descargo de esta omisión, que el
objetivo en este ensayo reflexivo se sustenta en el logro de dispositivos que nos ayuden
a evidenciar los elementos estructurales para la Educación Socialista en la República
Bolivariana de Venezuela, por lo que estudiaremos del PPS los capítulos siguientes:
La Nueva Ética Socialista; Suprema Felicidad Social; Democracia Protagónica
Revolucionaria.

El Proyecto Nacional Simón Bolívar bosqueja un camino hacia la redefinición


integral de las relaciones sociales, planteamientos los cuales se encuentran
consustanciados a su vez con el preámbulo de la “CRBV”, y es que en este ensayo
crítico lo hemos mencionado en muchos momentos, pero en este aparte es necesario
retomarlo, REFUNDAR A LA REPÚBLICA “…para establecer una sociedad
democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de
justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la
independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la
convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el

21
derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la
igualdad sin discriminación ni subordinación alguna…”3

El planteamiento que nos presenta el preámbulo conduce irreductiblemente a la


búsqueda de nuevas formas de concretar el modelo de relaciones entre nuestras gentes,
sus instituciones y con las otras gentes del planeta, para muchos factores sociales y
políticos que intervienen en las dinámicas internas del proceso revolucionario, este
planteamiento se sintetiza en el termino, DEL SOCIALISMO, acepción que para lo
militantes de la Escuela Social Rodrigueana estará bien siempre y cuando dejen que las
gentes llenen de contenido a este enunciado, que aún es, el Socialismo del Siglo XXI.

En fin, el mandato de la refundación de la república, en el Proyecto Nacional


Simón Bolívar toma la connotación de construir vías hacia el socialismo y, en función
de este camino, hemos de estructurar diferentes orientaciones las cuales sustenten los
temas desplegados en este proyecto de desarrollo social y económico, y que nos llama a
la construcción de una escuela socialista, como contrapartida de la escuela capitalista
en la que nos encontramos, siendo este el primer elemento que resaltaremos en esta
reflexión crítica, pues es este el enfoque que debemos impulsar cuando propiciamos la
concreción de un hecho educativo consustanciado con el cambio de época que estamos
viviendo todos en la America del sur y en el planeta entero.

El proyecto de país es una cuestión importante al momento de definir los asuntos


educativos de una sociedad, pues por muchos es conocido que desde que los pueblos
cuentan con pactos sociales que los conjuntan, han existido propuestas Antipopulares
que persiguen concretar modelos -ideales o no- del Estado Nación, por mucho tiempo
las elites de comerciantes del trabajo ajeno que usufructuaron el poder, definieron los
proyectos en los cuales se han sustentado el desarrollo de la humanidad, aún hoy en día
se habla de sociedades secretas (Los Masones, por ejemplo) que se manejan en las
obscuridades del poder y que cuentan con proyectos para el sostenimiento y
fortalecimiento de sus organizaciones, es decir, grupos económicos, políticos y bélicos
que nos han premeditado la vida, y han organizado estrategias para que les sirvamos por
siempre a sus intereses, organización que tiene mucho que ver con el adoctrinamiento
imperialista o con la educación desde la enajenación de las sociedades.

Desde el mismo momento en que los pueblos de nuestra America emprenden


aspiraciones de liberación desde la resistencia armada o desde la toma pacifica del
poder, se profundiza la batalla entre las clases por imponer los proyectos de sociedad
que cada una defiende, por un lado se expresa el de los imperialistas por mantener y
profundizar la hegemonía y, por el otro lado, los pueblos promoviendo los proyectos de
liberación, en el caso de Venezuela todos sabemos que los momentos actuales son
consecuencia histórica de diferentes proyectos, impulsados por organizaciones de
distintas índole y en diferentes momentos histórico.

En resumen, desde la llegada al poder del Comandante Hugo Chávez Frías la


lucha se expresa entre el proyecto de país de la revolución –el de la “CRBV”- el
participativo y protagónico, versus, el de la vieja cultura política, el de la entrega a
las transnacionales, el de la representatividad, el de la “contra-revolución”. Más
recientemente esta lucha se manifiesta entre el Proyecto Nacional Simón Bolívar,

3
Extracto del preámbulo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela

22
Primer Plan Socialista “2007-2013” su versión internacional el ALBA, y el proyecto
imperial que busca crear un cerco militarista de intimidación a las propuestas socialistas
en Suramérica con la implementación de las 7 bases militares en Colombia, sumadas
estas a los asientos militares del imperialismo ya existentes.

Estas coyunturas de revolución y de contra revolución cuenta con diferentes


ámbitos en los cuales se expresan las operaciones de ofensiva y contra ofensiva por
parte de los dos modelos en pugna, reflejo histórico de las luchas entre las clases,
tocándole a cada actor en el marco de su competencia generar las tácticas y estrategias
pertinentes para imponer sus posturas, y en el caso de la Revolución Bolivariana para
construir la legitimidad colectiva.

Para el ámbito de estudio que nos convoca es este uno de los escenarios en los
cuales se expresa la batalla con mayor fuerza, y es que este es uno de los escenarios en
el que el capitalismo ha hecho un énfasis importante en los últimos trescientos años,
adoctrinamiento político, social y cultural de los pueblos colonizados inicialmente por
los europeos y posteriormente por los gringos, han sido constantes en las cuales no han
descansado, y la estructura de la cual se han valido para legitimar el robo descarado a
los pueblos es la educación, imponiendo para este fin, marcos axiológicos,
epistemológicos, didácticos y éticos, esta realidad histórica de sometimiento económico,
espiritual, bélico y cognoscente hace del desafío pedagógico revolucionario un combate
por el logro de la conciencia colectiva como la cabeza de playa que nos permita
construir nuevos escenarios de legitimidad colectiva para la ofensiva consiente.

Y ya hacia el cierre de este argumento introductorio, para el logro de esta cabeza


de playa es necesaria una práctica educativa que esté consustanciada con el pacto social
que nos hemos dado, el cual hemos estudiado a partir de la concepción educativa con
suficiente amplitud en el capitulo anterior, y entendiendo que este proyecto está
evidenciado metódicamente en el Proyecto Nacional Simón Bolívar y sus expresiones,
siendo esta la razón por la que nos proponemos explorar concientemente la última
versión que va del 2007 al 2013 y su planteamiento esencial que es el de ser el Primer
Plan Socialista, extrayendo sistemáticamente a este los elementos que contribuyan al
desarrollo de nuestro modelo educativo con pertinencia y congruencia política.

La Nueva Ética Socialista


Ahora bien, desde el inicio “El Proyecto Nacional Simón Bolívar” nos convida
a la concreción de una nueva racionalidad social que permita la refundación ética y
moral de la nación Venezolana, mostrándonos como primer elemento un proyecto
ético el cual plantea convertir a los hombres y mujeres de nuestras comunidades en
personas y en ciudadanos justos, solidarios y felices, convocándonos a la construcción
de un marco fundamentado en la corresponsabilidad ética y moral en el desarrollo de
nuestras dinámicas locales, lo cual desembocará en la construcción de un Estado Ético.

Una de los engaños mejor estructurado por las concepciones occidentales


(colonizadoras, invasoras, burguesas o capitalistas) se encuentra en las definiciones que
estos han manejado históricamente para la manipulación de los seres humanos, y es que
si bien es cierto que las gentes tienen desde sus particularidades formas de concebir la
vida en sociedad y de relacionarse con esta, también es cierto que las sociedad moldea a
los espíritus de las gentes creando hábitos e instituyendo en estos el carácter producto

23
de las dinámicas sociales, lo que nos conduce a plantearnos el asunto de la ética como
principio y consecuencia de las dinámicas sociales, buenas o malas, pero principio y
consecuencia al fin, y para hablar de una ética socialista tendríamos que plantearnos la
reflexión de una ética de la comunidad, de una ética de la sociedad, de una ética del
colectivo social, siendo esta, consecuencia de los actos éticos de todos los que viven en
un espacio determinado o territorio. La ética social la podríamos visualizar como la
ética política construida por las gentes que viven en un territorio en pro del logro del
bien común, del bien colectivo, del bien de toda la comunidad.

Los dos párrafos iniciales de este aparte nos introducen a dos temas que
obligatoriamente necesitamos desglosar en categorías para el desarrollo de los análisis
pertinentes, esto, saltándonos lo de “La Nueva” pues esta se explica por si sola y no
requiere de mayores esfuerzos para entenderla; pues bien, los asuntos reflexivos en
cuestión refieren a la “Ética” y al “Socialismo” de los cuales podríamos simplemente
partir de una definición recibida, o, podríamos conquistar esa definición desde la acción
reflexiva, siendo la segunda opción por la cual optamos los militantes de la Escuela
Social Rodrigueana, y para conquistar la definición de estos términos, es necesario
definitivamente delimitar el “objeto de estudio” en ambas expresiones, labor que será
precisa, pero no descuidada, por lo que conminamos a los camaradas lectores a transitar
cada delimitación con la atención necesaria para conquistar las concepciones adecuadas
a nuestro momento histórico y a nuestro proceso revolucionario desde la conciencia que
solo nos da el estudio.

Iniciemos con la “Ética” en su principio etimológico, claro está, sin caer en la


burocracia discursiva de los académicos eurocéntricos, pero como el orden de los
grafemas y su intencionalidad discursiva pertenecen al origen de los invasores, nos toca
transitar por como estos inicialmente concibieron la expresión, lo inicial que hemos de
decir es que la expresión “etimología” significa de donde deriva, lo verdadero, lo real,
lo que es en realidad, pero como si esto fuera poco la etimología cuando se le da la
conexión semántica se nos manifiesta con la pertinencia a un mismo ámbito de ser, y
es en este momento donde la etimología nos muestra las palabras en su plenitud
original, un acercamiento etimológico de la Ética nos revelaría el principio mismo de
esta, que de una manera u otra es el objetivo que perseguimos. Actualmente según las
investigaciones que hemos realizado en el latín antiguo la fuente etimológica de la ética
es el “ethos”.

El Ethos, fuente de vida de la que emanan los actos humanos, es suelo firme,
fundamento de la praxis, y al decir de simón Rodríguez, árbol social del que brota el
hacer humano, el vocablo Ethos se nos muestra con significados infinitamente mucho
mas amplios, que el que se le asigna a la palabra “Ética”, lo ético comprende ante todo
la disposición de la gente ante la vida, sus culturas, sus haceres y también el carácter y
la moral, ahora, el ethos lo conseguimos desde el hábito, y el hábito lo obtenemos por
repetición de actos; la experiencia que compone el principio interior de los actos, esta
reflexión nos muestra el circulo que existe entre “Ethos-Hábitos-Actos”. Este
asentamiento etimológico nos exterioriza las ideas centrales de la Ética, y es que esta se
nos presenta como una tensión sin contradicción entre, la ética como principio de los
actos y la ética como consecuencia de los actos, la ética se nos muestra también como
carácter construido en el alma desde el hábito, y a su vez la ética es también los
hábitos fuente de los actos.

24
Por otra parte es necesario transitar por el principio histórico de la Ética,
anteriormente hemos presentado a la ética como un cuerpo separado de la filosofía, pero
en adelante hemos de mostrar como la ética se encuentra subordinada a la política, las
gentes que nos antecedieron (los Ancestros) concibieron a la sociedad como
consecuencia de la relación ética entre las gentes, la relación de todos en lo común a
todos, la política es lo que ajusta y reajusta lo común, es decir lo que ordena a la
comunidad o a la sociedad, esto en algunos momentos se nos expresa como la
consecuencia de la ley, y en este caso la ley no es sentida por el colectivo como
limitación de las libertades sino como expresión de los acuerdos éticos entre las
gentes, en este caso la ética, la política y la ley se nos muestra como fuerza
imperecedera que nos junta ordenadamente y como obligación moral, entendiendo a la
moral como la virtud de las gentes frente a la comunidad, y redondeando, esto se nos
entrega como la eticización de la relación entre los miembros de la comunidad.

Sostenemos que lo atrayente de esta idea se encuentra en el compromiso de la


gente con la virtud ética de lo común, o de la comunidad, o para decirlo como lo
expresarían los teóricos, el bien de la persona está inmerso en el bien de la
comunidad y ambos en el bien de la madre tierra, por lo tanto el interés individual
importa, siempre y cuando, este esté consustanciado con el interés colectivo, es aquí
donde rescatamos el principio ético del estudio, pues históricamente antes de que la
burguesía instituyeran su modelo capitalista, en nuestros contextos, el respeto a la vida
se expresaba como una articulación moral entre lo político y lo ético en un solo cuerpo,
teniendo el bien político, es decir, el bien común, como el máximo de los bienes de la
comunidad, y la ética mas contundente, es la ética de la comunidad y esta como
consecuencia de las éticas particulares de las gentes que la componen, esto a su vez nos
demarca las condiciones éticas de la convivencia, lo que nos muestra como se expresa la
armonía entre el bien privado y el bien colectivo, o entre la Propiedad Privada y la
Propiedad social, temas que trataremos posteriormente.

El principio histórico de la ética en este ensayo no es fielmente la historia


cronológica de la ética desde las perspectivas eurocéntricas, pues de lo que queremos
dejar evidencia, es de la conjunción entre lo individual y lo colectivo, resaltando que la
virtud de lo colectivo es la máxima representación de lo ético, y entendiendo a la
virtud como a la encarnación del deber individual de la mano a la vida mejor de todos
en la realidad concreta.

La segunda categoría de estudio en este aparte se corresponde con el término


“Socialismo”, este vocablo surge entre los años que van de 1820 a 1830, momento en el
que los movimientos políticos y sociales necesitaban un apelativo que englobase a las
diversas corrientes del pensamiento que impulsaban algún tipo de enfoque sustentado en
lo social como propuesta para la solución de los problemas humanos, el Socialismo
como práctica cotidiana ha existido en formas diferentes desde la aparición de la
humanidad, los ancestros lo practicaban desde la conciencia de lo común, para nuestros
abuelos todas las gentes son iguales en todos los ámbitos, y sí nos circunscribimos a lo
gramatical, este término está compuesto por dos raíces “lo Social” y el “ismo”
entendiendo a lo social por lo común a todos en un grupo de personas, y al ismo, como
a la tendencia, doctrina, ideología o actitud donde prevalece un interés.

Si hemos entendido correctamente lo etimológico de la palabra socialismo, este


nos conduce al “ismo” de lo “social”, pero lo que llama nuestra atención reflexiva se

25
encuentra en las connotaciones del vocablo “ismo”, las cuales se sintetizan en la
ideología y su significado, pues la ideología es doctrina filosófica, o conjunto de ideas
fundamentales que caracterizan el pensamiento de una persona, de un grupo social o de
una época, y si esto lo conjuntamos con lo social o con lo común a todos, tendríamos
que el Socialismo es un conjunto de ideas fundamentales que caracterizan el
pensamiento y acciones donde el interés social o colectivo prevalece sobre el
individual. Hemos intentado hacer un acercamiento al socialismo desde las
interpretaciones que nos prestan los vocablos que la componen, y es un deber
revolucionario decir que las fuentes teóricas originarias de este término se nos expresan
desde la obra heredada a nuestro futuro por Carlos Marx y por nuestro Simón Rodríguez
por lo que convidamos al estudio del pensamiento de estos autores si nuestra intención
cotidiana es profundizar en estos conceptos.

Ahora bien, según lo formulado ¿Qué implica la Ética en el marco del


Socialismo? Lo cierto de este planteamiento lo encontramos en que el bien individual se
encuentra inmerso en el bien social, y si todas las individualidades del colectivo enfocan
sus actos en el logro del bien común, o en el bien del colectivo, estaremos hablando de
que se construirá la identidad colectiva que irá forjando el carácter colectivo desde los
principios que orientan los actos de las gentes en una comunidad, y de igual manera
tendremos comunidades socialistas consecuencia de estos actos. En resumen, la ética
socialista: es el carácter social impreso en el alma de las gentes desde las prácticas
sociales pero también es inspiración de nuevos actos éticos para el colectivo social.

Y ya para cerrar, La Nueva Ética Socialista como proyecto en el ámbito de la


educación debe partir de la corresponsabilidad política, social, productiva y cultural de
las gentes en la construcción del bien colectivo de todos, forjar desde la práctica
concreta nuevas racionalidades colectivas, que nos conduzcan a comportamientos,
principios, valores y actitudes comprometidas con los intereses del colectivo
venezolano, suramericano y planetario.

Ahora, ¿Cómo podríamos visualizar un Estado ético en el marco del


Socialismo? Si el Estado es concebido como la sumatoria que se plantea entre
“Gobierno (instituciones)+gentes (organizaciones)+territorio= Estado” se puede
hablar de que existe un ámbito en el cual plantearse un proyecto ético, y tendríamos
obligatoriamente que pensar en un gobierno y en unas instituciones que fundamenten
sus gestiones en el beneficio integral de todos sus mandantes, y de un colectivo social
que desde la corresponsabilidad opere en función de los intereses de la comunidad, y de
un territorio que soporte la sustentabilidad y sostenibilidad de sus habitantes.

Para los militantes de la Escuela Social Rodrigueana el planteamiento de la


refundación ética y moral del Estado tiene implicación y emplazamiento directo con las
prácticas de los seres humanos que viven bajo este Estado. Y como nuestro aporte en
esta refundación ética y moral se limita al ámbito de la educación, nos tocaría hablar de
cómo inciden los planteamientos antes esbozados en las dinámicas educativas, y es que
es a través de la educación y de las escuelas sustentadas en las lógicas burguesas que a
nuestros pueblos han expoliados, luego expropiados y mas adelante, en el transcurso
histórico, han amaestrados para obedecer ciegamente a los colonizadores, a los amos, a
los gerentes y a los dueños de las empresas, generando estos procesos una ética actual
que podríamos definir como la ética de los esclavizados, ética que se fundamenta en la
aceptación pasiva de de los deseos de los que usufructúan el poder, dígase de las elites,

26
ética que de igual manera podríamos llamar de la representatividad, que de no ser
desmontada no podremos labrar la soberanía, ni mucho menos la libertad.

Ahora bien, la superación de la ética de la representatividad pasa por un


entendimiento pleno e integral de los elementos que evidencian a este modelo de
relaciones humanas, superar la competencia, el individualismo, la sobre vivencia del
más apto, son sólo algunas de las expresiones con que se nos presenta en la cotidianidad
este modelo ético, pero lo cierto es que este modelo y sus postulados doctrinarios son
mucho mas complejos en la realidad, por lo que en este marco de ideas y de expresiones
valdría la pena transitar por el desarrollo prospectivo de un modelo ético para el bien
estar y la felicidad de los seres humanos, ética para el Socialismo, para la colaboración,
la cooperación y para la vida colectiva en felicidad, como mecanismo que nos permita ir
dilucidando las tareas futuras en el desmontaje de la doctrina eurocéntricas y capitalista.

Un bosquejo ético que propugne por la felicidad integral de todas las gentes
que conviven dentro y fuera de nuestros territorios, demanda modelos que se
sustente en la justicia, en la equidad, en la solidaridad y en la corresponsabilidad
moral de todos los protagonistas que intervienen en la acción.

En los momentos actuales que viven las gentes en Venezuela plantearse la


construcción de un nuevo modelo ético, pasa por la construcción de una escuela que
permita recobrar la conciencia histórica de lo que hemos sido desde nuestros orígenes
étnicos y de lo que nos han hecho ser los diferentes factores de poder, una escuela, o
escuelas diversas, que nos dispongan para superar, transgredir, romper o insurgir
éticamente frente a las estructuras alienantes instituidas en nuestras comunidades,
posibilidades educativas que contribuyan desde la conciencia al fortalecimiento de la
corresponsabilidad social que debemos tener todos en la construcción de una comunidad
nacional justa y solidaria, lo cual desembocará en cimentar un Estado Ético Socialista a
favor de la vida y de la felicidad humana.

Hoy por hoy ser ético como trabajador de la educación, también tiene su
importancia, y es que un funcionario público que entienda lo que se expresa en nuestra
Constitución y en el Proyecto Nacional Simón Bolívar no podrá nunca estar en
consonancia con las estructuras y prácticas burocráticas que aún se encuentran vigentes
en el Estado venezolano, un maestro (s), maestra (s) que esté consiente de su papel, o de
su función en el desarrollo de la sociedad siempre buscará caminos educativos distintos
a los históricamente asignados a estos trabajadores, y aunque parezca una locura, estos
senderos para la liberación de nuestros pueblos no se encuentra en el seno de los
recintos escolares burgueses, los cuales han sido pensados, estructurados y construidos
para reproducir el modelo de sociedad capitalista, es decir, estos recintos están hechos
para esclavizar a nuestras gentes.

Lo cierto del caso es que la construcción de un nuevo modelo ético para la


nación requiere de parte de los funcionarios públicos voluntad política y formación
revolucionaria a favor de las gentes, de lo contrario no transcenderíamos el atolladero
histórico en el que como sociedad nos encontramos, por otra parte, estamos desde las
comunidades concretando una práctica docente revolucionaria y, siendo que legalmente
estamos obedeciendo el mandato constitucional podemos decir aquel refrán, “de aquí en
adelante el monte es orégano”.

27
El Proyecto Nacional Simón Bolívar es un dechado de nuevas posibilidades para
que el pueblo asuma su destino y su participación en la construcción de esta patria
solidaria que aspiramos todos, pero que de no encontrar dicho proyecto de desarrollo
nicho en las prácticas de los maestros, maestras y, en la formación de nuestros niños,
niñas, jóvenes y adultos este se transformaría en un puñado de enunciados utópicos, en
el presente estudio el llamado se encuentra a la reflexión del papel del docente, maestro
(a), facilitador (a) como ser humano comprometido con la vida de todas las gentes en
nuestras comunidades, un nuevo proyecto de país requiere de nuevos planteamientos
filosóficos y por la misma vía de seres humanos consustanciados en la concreción de
estos nuevos planteamientos.

Nuevos enfoques filosóficos, nuevos modelos para la concreción del hecho


educativo, nuevas y diferentes formas de organizar el conocimiento, nuevas y diferentes
prácticas educativas, diferentes y distintos ámbitos educativos, todas formas y maneras
necesarias para el logro de nuevas racionalidades las cuales permitan ir abonando los
caminos hacia las sociedades felices, solidarias, cooperativas que nos merecemos los
pobres y esclavizados del planeta, es decir, para el logro de las Sociedades Sociales que
plantea la CRBV y para la Sociedad Socialista que plantea el Proyecto Nacional Simón
Bolívar.

En fin, todos sabemos que el capitalismo no es la vía humana para la felicidad


integral de los pueblos del mundo, y, el deber de todos los seres humanos se encuentra
inmersos en estas racionalidades es construir nuevas y distintas posibilidades frente a
este modelo, la convocatoria es a inventar desde lo diferente para no errar, el camino es
la vida en felicidad colectiva, en felicidad integral, en felicidad de felicidades.

Los seres humanos que acompañamos los aprendizajes de las gentes tenemos el
deber de hacernos los facilitadores de la felicidad, y hoy esta búsqueda comienza en
nuestras prácticas, con los otros y para todos integralmente, deconstruir este modelo
parte de la deconstrucción de las racionalidades que nos inculcaron, es decir, parte de la
dura deconstrucción de nosotros mismos maestros, maestras, facilitadores, facilitadoras,
acompañantes de la educación del pueblo, parte del compromiso militante nuestro y de
las gentes con el futuro de los hijos del pueblo.

La Suprema Felicidad Social.


En el Proyecto Nacional Simón Bolívar la suprema felicidad social tiene como
objetivos esenciales la reducción de la pobreza a cero, la transformación de las
relaciones sociales de producción y la promoción de una ética, de una cultura y de
una educación liberadora, objetivos que en resumen persiguen la superación de los
grandes desequilibrios sociales que ha generado el modelo capitalista en nuestro país.

Y si tomamos en cuenta para el desarrollo de este estudio, las ideas esbozadas en


los apartes anteriores, además de las políticas sociales para la superación de los
desequilibrios impulsadas por el gobierno revolucionario, se hace necesaria hurgar
desde otra perspectiva en la propuesta que nos legó el Libertador Simón Bolívar cuando
dijo “El mejor gobierno, es aquel, que proporciona la mayor suma de felicidad
posible”, y es que si bien es cierto, que la superación de los desequilibrios sociales es
una tarea impostergable, también es cierto, que superar los desequilibrios sociales desde

28
la perspectiva eurocéntricas, no es refundación, sino que es reforma que potencia la
evolución del imperialismo.

La superación de las lógicas eurocéntricas para el logro de la Suprema Felicidad


Social pasa por la construcción de un modelo de relaciones diferentes que nos permitan
vivir realmente como seres humanos y no como simples instrumentos para la
producción en serie de las empresas capitalistas, por otra parte es importante la
definición de la suprema felicidad social, tomando como punto de partida el estudio
hecho a lo ético y a lo social, y es que si el Proyecto Nacional Simón Bolívar es la
concreción en políticas del proyecto de país planteado en la “CRBV” deducimos sin
mayores esfuerzos reflexivos que el logro de la suprema felicidad social se expresa
desde el logro del “socialismo” para nuestras comunidades, pero ¿como el socialismo da
respuesta mas allá del asistencialismo, a la reducción de la pobreza a cero, o, a la
transformación de las relaciones sociales de producción, o, a la promoción de una ética,
de una cultura y de una educación liberadora?

Desde la Escuela Social Rodrigueana, desde algunas organizaciones de base y,


desde muchas individualidades que suscribimos la revolución bolivariana, creemos que
a la suprema felicidad social se llega por medio del cambio de las relaciones de
producción, es decir, cambiar las relaciones capitalistas de producción –la división
social del trabajo capitalista- las cuales se expresan en jerarquías, lucro y explotación,
por relaciones sociales de producción sustentadas en el bien integral de la sociedad, lo
que nos habla de los esfuerzos creativos y físicos de las gentes puestas al servicio de un
modelo de producción de bienes que tome en cuenta la necesidad real de todos en la
comunidad, lo cual en nuestros momentos históricos implica una ardua tarea educativa,
pues esta idea plantea una nueva articulación entre las formas productivas de la
sociedad y los haceres educativos.

Ahora bien, una tarea ineludible en este desarrollo reflexivo lo constituye la


definición de los elementos que han de contribuir a dar forma al concepto de la
suprema felicidad social, y es que, el modelo capitalista ha hecho de nuestras vidas un
entramado de espejismos y virtualidades en las cuales definir la felicidad pasa por
desmitificar nuestras existencias, marcar distancia del flagelo del tener, impugnar a las
concepciones que promueven las necesidades creadas por el libre mercado, las cuales
convierten a cada situación cotidiana en un producto y a cada gente en un consumidor,
la felicidad como hemos afirmado en párrafos anteriores es el bien supremo, pero de
pronto esta definición se nos convierte en algo abstracto, inasible e in concretable, por
lo que para dar forma al concepto de la felicidad es necesario establecerle un vinculo
con la realidad concreta que toca a la cotidianidad de cada quien, y en nuestro caso esta
articulación que junta, el ideal de la felicidad suprema con la realidad concreta la
conforman la “CRBV”, el “PNSB”, y las Leyes de la República Bolivariana de
Venezuela que se corresponden con los planteamientos de la carta magna del 99.

Decir, que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el


Proyecto Nacional Simón Bolívar y las Leyes de la República constituyen la proyección
del bien supremo, parte de la tesis donde afirmamos, que el pueblo desde el proceso
constituyente –Participativo y Protagónico- iniciado en el año 98 del siglo pasado,
comenzó la construcción de ese bien fundamentado en una sociedad distinta, sustentada
en un Estado social de derecho y de justicia, características de este proceso
constituyente es la definición popular de la carta magna del 99, convierten a esta en un

29
pacto social que emergió como producto del debate, de los aportes y de los anhelos de
todos los venezolanos, estableciendo una alianza social por el logro bien común.

En la felicidad social o el Bien Supremo, residen la plena realización de las


comunidades desde las capacidades que el pueblo posee, y en el sistema de la
participación y protagonismo de las personas, el mecanismo que ha de permitir que
todos en las comunidades tributen desde sus prácticas a la construcción de ese bien
supremo; es en este momento en donde cobra sentido los principios éticos y políticos
que rigen al pacto social que es la CRBV “cooperación, solidaridad, concurrencia y
corresponsabilidad.” Siendo estos principios éticos y políticos de uso habitual en las
prácticas de las gentes en nuestras comunidades, virtudes éticas que deben hacerse
social, y sí conjugamos este saldo reflexivo con el planteamiento integral que dio forma
a estos planteamientos teóricos a la Suprema Felicidad Social, tendremos una
definición certera de la felicidad colectiva que se propone desarrollar en este modelo
que conjuga los mas excelsos valores de las corrientes que suscriben el socialismo.

Momentáneamente desde el gobierno revolucionario se plantean una serie de


acciones que permitan redistribuir la gestión económica del Estado en beneficios
sociales para las gentes en nuestras comunidades, por otro lado desde la
corresponsabilidad entre instituciones y organizaciones se avanza en el despertar de las
razones colectivas hacia el compromiso militante de la participación y el protagonismo,
y desde los planteamientos educativos avanzamos en la construcción de una escuela
para lo social, lo que desde nuestra practica concreta se fundamenta en el impulso de
una estructura pedagógica centrada en la conciencia de lo colectivo, lo cual generará
pertinencia política de los aprendizajes y redundará en favorecer una educación para lo
sustentable, para lo sostenible, para lo ecológico, para lo endógeno, y como quiera que
la libertad es consecuencia de las luchas sociales esta estructura pedagógica ha de
favorecer los aprendizajes que nos enseñen a luchar en contra de las lógicas capitalistas.

Democracia Protagónica Revolucionaria.


Es esta, una de las líneas políticas más complejas, pues en los tiempos actuales
pareciera usual hablar de participación y protagonismo de los ciudadanos en la
definición, puesta en marcha y concreción de los proyectos de perfeccionamiento social
y de interés colectivo, pero lo cierto es que venimos del modelo representativo, de la
democracia burguesa, el cual aún se encuentra enquistado en las lógicas de las personas
e instituciones del Estado, lógica que se sustenta en EL SECUESTRO DE LA
CAPACIDAD POLÍTICA DE LAS GENTES, para colocarla al servicio de la
reproducción del modelo capitalista en todos los ámbitos, es así como en esta línea se
plantea -desde la organización de las personas en función del bien común- la
consolidación de la independencia, de la autonomía y de las libertades necesarias en la
concreción de una democracia que se sustente en que la soberanía del pueblo no siga
siendo arrebatada por las personas electas en los comicios, y esto no es otra cosa que la
democracia protagónica revolucionaria, y la elección de personas en este contexto debe
ser un compromiso vinculante entre la voluntad permanente y cambiante del pueblo y
las acciones de los voceros.

Ahora, en su definición euro-céntrica LA DEMOCRACIA es el régimen que


basa sus principios en el logro de un gobierno del pueblo por y para el pueblo, en la
igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y en la consagración de las libertades,

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siendo que estas primicias teóricas tan límpidas en definición, sufrieron una
transformación brutal en el desarrollo práctico de la democracia representativa, o de la
cuarta república, pues el ciudadano que es libre e igual ante la ley, quedaba atado de
pies y manos en las dinámicas reales, haciendo de estos postulados solo una perspicaz
obra intelectual, que dejó incólume el inconveniente central de un gobierno que emane
del pueblo y, de que este esté consustanciado con los intereses del colectivo social; en el
caso venezolano esta lógica de la democracia representativa se rompe con el proceso
constituyente del 99, y es que, al colocarle nombre y apellido a nuestra democracia, el
planteamiento de “participativa y protagónica” permite que el esbozo del “gobierno del
pueblo por y para el pueblo” consiga viabilidad política y legal, puesto que la gente
siempre ejercerá el poder, vale decir, siempre ha de conservar el poder y la soberanía,
haciendo del hecho político una actividad colectiva, co-responsable y concurrente que
ajusta y reajusta las dinámicas sociales en Pro del logro del bien máximo al que puede
aspirar un pueblo, al beneficio común o colectivo.

La democracia participativa en nuestro caso toma la connotación del ejercicio de


la soberanía popular, que no es otra cosa que el hecho de hacer tangible la voluntad de
las mayorías, y si tomamos en cuenta todo el desarrollo reflexivo que hemos potenciado
en este ensayo, para encauzarnos al cambio social de paradigma es necesario la
clarificación de los objetivos sociales a largo plazo y así mismo, la democratización de
las vías por las cuales hemos de llegar a estos, en el PNSB, la Democracia Protagónica
Revolucionaria se basa en la amparo, preservación y perfeccionamiento de la vida de las
gentes, y en donde el Estado y sus instituciones garantizan las acciones necesarias para
la realización en corresponsabilidad social y solidaria del bien común, en este modelo el
Estado se encuentra guiado por una conciencia ética que propugna por el interés
colectivo y por el bienestar integral de la sociedad, y para la realización de este modelo
de democracia el primer plan socialista se plantea restituir a la política su carácter
público, participativo, ético y solidario, desde una nueva cultura política basada en una
elevada conciencia social.

Para la realización de esta aspiración social que es la democracia participativa


revolucionaria, es necesaria la concreción de una educación que se sustente en los
principios fundamentales que orientan al modelo de sociedad de la V República, es
decir, una educación dialéctica en la cual la formación de la personalidad se maneje
como un proceso de conexión o de articulación entre los anhelos e insuficiencias de las
gentes, con el proceso objetivo de perfeccionamiento planteado en el proyecto de país
“CRBV”, en este caso, la esencia de la pedagogía participativa y protagónica se
encuentra enmarcada dentro del Proyecto Nacional Simón Bolívar, que además es el
Primer Plan Socialista, lo que nos arrastra a afirmar, que para superar a la pedagogía
burguesa, es necesario acudir a este plan de desarrollo para extraerle las orientaciones
del autentico programa de transformación social.

Los argumentos esbozados nos conducen por el planteamiento de una propuesta


pedagógica que emerja desde el esfuerzo integral de las gentes -grandes y chicos- y de
sus funcionarios e instituciones, en este caso la educación debe asumir una función
considerablemente más difícil, pero de igual manera, incontablemente más justa, la
enseñanza debe infundir la convicción de que la vida personal sólo adquiere valor y
plenitud en la medida en que las gentes participan activamente en la edificación de la
vida social, y que esta última, a su vez, sólo prospera y se fortalece cuando logra
compenetrarse con las motivaciones mas profundas de las acciones individuales.

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Inciso de Cierre
La complejidad de los temas tratados y los compromisos que nos hemos
propuesto en el presente ensayo nos conducen ineludiblemente a realizar este aparte con
el propósito de hacer un balance reflexivo de los estudios efectuados, y es que no ha
sido una tarea fácil evidenciar las incongruencias e inconsistencias que presenta la
pedagogía burguesa y el modelo que esta reproduce, con respecto a la legalidad vigente,
a nuestro proceso revolucionario y a la pedagogía socialista que debiera existir e
impartirse en las instituciones educativas del estado venezolano.

Como recordaremos al inicio de este trabajo nos propusimos el establecimiento


teórico y reflexivo de los Principios Centrales que han de dar forma a la Educación
Revolucionaria, vista desde los postulados de la “CRBV” y del “PNSB-PPS”, que
traducido al lenguaje académico se sustentaría en la definición contemporánea del
axioma y de los elementos que proporcionarían forma a la ética, a la axiología, a la
filosofía, a la epistemología y, como consecuencia de estos a la didáctica, creemos que
hemos cumplido con creses en lo que respecta a los cuatro primero y sólo nos faltaría
concretar el asunto aún pendiente de la didáctica. También hemos diferido la discusión
que respecta al modelo económico su articulación con el asunto educativo y su
vinculación con lo social.

De igual manera hemos de decir que la Ley Orgánica de Educación ya fue


discutida y promulgada por la Asamblea Nacional el pasado 13 de Agosto de 2009, y
fue presentada en acto publico por el Presidente de la República el día 15 de Agosto en
el Teatro Teresa Carreño, y aunque estuvimos inmersos en las dinámicas que
contribuyeron a este desenlace, esta promulgación nos obligó a hacer un alto en las
discusiones que nuestros colectivos estaban realizando en torno a los Principios Axiales
de la Educación Revolucionaria para entender a la LOE a plenitud y poder presentar
responsablemente ante las gentes y ante los colectivos sociales los resultados de este
trabajo en el que nos comprometimos todos.

Esta situación contextual nos ha obligado a hacer un cierre temporal de este


documento, pero no sin antes colocar en este las prácticas educativas que han dado
sustento a los planteamientos esbozados en este ensayo, por lo que pasaremos a
visualizar el como estamos concretando desde los contextos locales de los Maestros (as)
Facilitadores (as) Rodrígueanos (as) la Escuela Social, o de la Escuela Para el
Socialismo a la Venezolana.

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