Professional Documents
Culture Documents
10 DE MAYO DE 1994
Sin la menor vacilacin digo a mis compatriotas que cada uno de nosotros est
ntimamente arraigado en el suelo de este hermoso pas, igual que lo estn los
famosos jacarands de Pretoria y las mimosas del Bushveld. Cada vez que uno
de nosotros toca el suelo de esta tierra, experimentamos una sensacin de
renovacin personal. El clima de la nacin cambia a medida que lo hacen
tambin las estaciones. Una sensacin de jbilo y euforia nos conmueve
cuando la hierba se torna verde y las flores se abren. Esa unidad espiritual y
fsica que todos compartimos con esta patria comn explica la profundidad del
dolor que albergamos en nuestro corazn al ver cmo nuestro pas se haca
pedazos a causa de un terrible conflicto, al verlo rechazado, proscripto y
aislado por los pueblos del mundo, precisamente por haberse convertido en la
sede universal de la ideologa y la prctica perniciosas del racismo y la
opresin racial.
Que haya justicia para todos. Que haya paz para todos. Que haya trabajo, pan,
agua y sal para todos. Que cada uno de nosotros sepa que todo cuerpo, toda
mente y toda alma han sido liberados para que puedan sentirse realizados.
Nunca, nunca jams volver a suceder que esta hermosa tierra experimente de
nuevo la opresin de los unos sobre los otros, ni que sufra la humillacin de ser
la escoria del mundo. Que impere la libertad. El sol jams se pondr sobre un
logro humano tan esplendoroso. Que Dios bendiga a frica. Muchas gracias.