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Reflexiones sobre la fiesta en la Edad Media JOSE ENRIQUE RUIZ-DOMENEC Hace afios tuve la fortuna de leer el soberbio ensayo de Karoly Kerényi Von Vesemt dos Festes al misme tiempo que revisaba el libro de Eugen Fink pie! als Weltaymbol® con el fin de sisuar en su exacto lugar la idea de Johan Huizinga sobre ¢1 juego® Eran otros tiempos, en los que muchos de nosotros pensabamos que la Historia necesitaba una tenovacién epistemologica. Una idea parecida condujo a Georges Duby aescribir sobre el significado de la fiesta en su obra mas interesante y,sin duda, mas enigmética: Saint Bernard, art cistercen*. Muchos lectoresy crit ‘cosnoestuvieronde acuerdaconsutesiscentral sobreclorigendelartecisterciense, y menos atin sobre la naturaleva moralizadora y rigorista del discurso estético de ‘San Bernarelo. Apenas unos pocos se dieron cuenta del comentario sobre la fiesta ‘como «a tentativa de transgredir los limites que separan el mundo visible del invisible»*, Sus propuestas quedaron enterradas, ala espera de algiin comentario atrevidoquelassituaseen sexacto lugar dentro dela transformaciénhistoriogréfica del siglo XX. De momenta, no ha ocurrido tal cosa » Karoly Kenényi om Wen ds estes, on Pid: Mitel 1940), pp 5974. Eugen Fink, Spi oe Wee! Sutton, Kohhammer 1960. ohn Huisinga, Hoo fos. Amsterdam 1929 (ad Modul, lana, 1968), qulenanot cercania de sus arguments con os Keriny Gp op. 39. La adc tallana dina cuenta con {Un agudo prloge de Umber Ee, que sneha ayudada mucho al Bora de comprender a exacts ‘Suan de Hulzinga enel momento de ert eter © Pats, Flammarion, 1077 (a, Maced, Tavs, 190) «Dalby, eel pp. 1213 Quid iar excopharia exdgess que yo misma reais en EI Origen dobre dearte ft Bellaterta, 197, anne aul fe una stessckin de sus aygumentos desde una perspectiva Fenomencliic. 1 lth, 0998 2 Jeat Eve Rut Dowence Los argumentos sin embargo son ficilmente identificables. La situacién social que impulsa ala fiesta también loes: un mundo doblado por la escasesy el hambre que necesitaba de un rito fertilizante que quebrara las fronteras de lo cotidiano. Fl segundo tema esavin mas complejo, y el propio Duby lo haba tratado ‘ya en un ensayo general sobre la Europa de las catedrales en la linea de Ruskin, y ‘onsistia en determinar de quémodo la fiesta hizo posible laobra dearteenlaEdad. ‘Media’. ¢Es necesario entonces un nuevo planteamiento de la fiesta?, se pregun- tardn algunos, :Posee otro interés que no sea la curiosidad propia de la nouvelle histoire?” ‘Mis repuestas, en ambos casos, son afirmativas. El estudio de los fundamen- tos sociales de la festa en la Edad Media entrafa sus dificultades y Georges Duby traté de superarlas todas ells, aunque en ocasiones se dej6 conducir en exceso por tuna vocabulario oscuro, Lo mismo pudieron decir Jacques Heers, que en su libro Fetes, jeuccetjoutesdans lessociétésd'Occidentalafin du Moyen Agehizo desfilar todos los especticulos de las ciudadesitalianas del primer Renacimiento; 6 los autores seunides por UweSchultz, queenelimportanteensayoDasFest, Eine Kulturgeschichte or der Antike bis zur Gegeniunr?” hacen otro tanto delos mas destacados momentos {estivosdela Historia. Pero Georges Duby nosedejécautivar porla Kulturgeschicite y su modo de abordar los espectaculos del pasado. Mas bien, se acere6 a un modelo ilustre, el de Friedrich Nietzsche, cuyo Die Geburt der Tragtiie, a mediados del siglo XIX, caus6 sensacién, mas que por la solucién a los problemas de la tragedia griega, por la extraordinaria calidad de la eseritura y de las ideas", Las correspondencias entre el mito y los modelos de la ‘vida real fueron anotados en los margenes de una sociedad que viveneia el canto ionisiaco como una forma de transgredit los limites del mundo real" En los él- timos afos, sehan publicado algunas investigaciones sobre asclaves de esta obra, Jo que permite leer Die Gebuart der Tragéidie de un modo diferente, masen lalinea de como seescribis”® De esta manera,el lector puede encontraren Nietzsche una guia ppara explicarse cual es el sentido de la fiesta. Quizs Georges Duby quiso hacer lo ©. Duby, Lure des Cates. Gendve, Alber kia, 1966 * Curosdenelsetidoottecido poe PlippeCarrad eto heNew History. Proch itra Dissourse fram Benue! o Charter. Baltimore & Loses, The js Hopkins University Pees 1992 Dans, Vein, 171 (Conference Albertl-Grand 1971), * Mich, Verlag CH, Bock, 198 (ad. Made, Alianza, 1953) Destacaréel eptlogo,cbra demi dita Odo Marguar "OF, Nitesche, Die Ghar der Tra Bern, Gruyter, 1980, ‘La compresiéa deeste dif asunto mea sido posibloen gran part gras asexclentes bservaiones Hevadas a cabo recientamente por Leon Suete, The Bit of Maier. Montreal & Kingston, Londres, McGill Queen's University res, 1958. * Wetoe entre otosel ssid aby de ester. Hunt, Nissan the origin of Vint, Londres EeNuoa York, Routledge, 19 en Sie Worse Glonio Cll eMazzino Monta, mismo. Aunque en mas deuna ocasién ha confesado quesus influencias y lecturas son distintas a las que les atorgan suis mas severas exegelas Poca cosa mas se puede decir de los fundamentos teéricos que me han impulsado a mi, como a tantos otros, a intertogarme por ese fenémeno «gratuito» pero necesatio, intensamente lidico y sonoro, fertiizante y ritmico, que es la fiesta, Quiza podria afadir el interés que tiene para cualquier estudio actual el sentido profundamente paradéjico dela fiesta, con el queconecta con ladimensién ‘mas oculta del ser humano. La razén es bien sencilla pues, para decirlo con pala bras de Karoly Kerényi «la atmésfera festiva flota entre la seriedad y el juego, centre lo estrictamente ligado y lo arbitrariamente libre. Esta paradoja s6lo se resolve sila considerames desde su raiz, desde la idea. Una realidad del mundo se hace para nosotros realidad psiquica: brilla en nosotros como idea absoluta- ‘mente convincente»®. Dentro de esta éptica, Hans-Georg Gadamer percibe la fiesta como «un ente que sélo es en cuanto que continuamente es otro», una realidad por tanto-afiadeen otro momento que «sélo tiene su ser en su evenie yensu retorars™ Algunos autores hansugerido que se deberia abordar esa enigmética estruc- tura temporal que es la fiesta mediante un estudio del mito®. Hay que recordar sobre este punto que cada 6poca eabora su concepcién del mito, con una serie de ‘etéforas propias que ignoran o desaprueban la de los tiempos pasados. Los innumerable ejemplos reunidos por Hans Blumenberg son el mejor testimonio de Io que digo™. Pero esta ser‘a otra tarea. Aqu{ quiero afrontar tan solo las relaciones entre la fiesta y las creaciones culturales més perdurables de la sociedad europea ‘Unargumento que me permito articular en cuatro apartados: 1. El torneo caballe- resco. 2. El disfraz biogrifco 3. Las formas del entusiasmo puramente humane. 4.De Ia conmocién a la risa 1. El torneo caballeresco Le Tournaide Chawreny de Jacques Bretel esunadelasmasagudas-eflexiones sobreel sentido «agénico» della aristocracia medieval”. Por supuesto,el torneo no ‘comenz6alli.Ese momento festive, transgresor de lasnormassociales, apareciéen ° Karoly Kent on Veen des estes, ct p70 "CHLG, Gadamer, Malet und Meade Grange cine phisphischen Hemencatie (960, ‘Tobingon, 1972 ead Slimanca, iguere, 1977p 168, "Porejmplalohace Ad Jensen, yt nd Kul bet Natur. Wiesbaden, Stine Verlag 1960, * Hans Blamenberg, Ari om Mythos. Frankf, 1979 © Jacques Bret Le Town de Chaveency,eM. Delboil,Lge/ Paris 199 augue 34 algunos lugares de Europa hacia el ako 1170 como una alternativaa la guerra”, Fue ‘elresultado del intenso temor a la bronca agresividad de los feudales, a su impetu desatado, La geografia del torneo sehizo presente en dos de las facciones politicas _ms importantes de la sevolucién mondrquica contra el sistema feudal: ls pric: pados reunidasen el entorna de Enrique Plantagenet y los paises quemiraban alos condesde Flandes. Elaura de os Plantagenetes iadehaberlogradohacerrealidad, por un breve tiempo, esa geografia alternativa de la guerra, basada en la cultura cortés y en el ejercicio deportivo. En las novelas de estos afos, por ejemplo en li Chevalier de la Charrete de Chrétien de Troyes, os w)6venes» aristécratas, que las costumbres de parentesco obligaban a mantener célibes, abanconaban sts hoge- 10s, sus sueios de eruzada, sus anhelos de contraer un buen matrimonio, para reunirseen un lugardeterminado, dondeunbuen rey habjaconvocado un torneo”, Lainguietud del momento esla siguiente: prepardndolas para tuna misién superior la de conquistar tierras para el Estado ‘monarquico, Eso es lo que comenzaron a hacer hacia 1210 cuando, desde el Guadiana al Elba, Europa extendié sus fronteras hacienclo uso de la fuerza militar Jacque Brete estésituadoal final deesta etapa: el periodo delas grandes conquistas, ‘ya ha pasado y por eso mismo ha llegado el momento de valorar sus logros y de buscar una nueva forma de hacer tomeos. Los protagonistas de las novelas de (Chrétien se hubieran sentidoa gustoen Chauvency: Moriz von Cratin y Ulrich von Lichtenstein también, Guillermo el Maeiscal,jamas®. El tomeo sigue siendo una fiesta, pero cada vez més es un especticulo ‘mondequico. Ya no sirve para ascender en la escala social. Sirve en cambio para epzesentar lo que uno desea ser. En este estado de énimo, muy acrecentado porla mercantilizacién de aquellos ais (pues el modelo italiano se expandia por toda Europa con enorme rapide"), para el cual el tomeo no es més que un producto " Véasen io término yoo visi deconjnto Richard Barbar ule Barker, Tournament Jos, Chir and Peete Mi Agee. Woodkbre, Boydel Pres, 1988, pp. 1327. SE Ratz Downes, Lacie inn cnn dl mano, Co, 198, Haney. Mois con Grin and crc rl Onon, 1961, Richard Barbe, The Kh and (Cietry Nuova York, Harper, 1870. FG Marvin B Boker, City end Scity ia Weston Eup, 1300-2650, Bloomington & Indianaplis Indiana University Pres, 18. evn she ft Eat Ne 35 como cualquier otro. Asistira esas fiestas de a aristocracia es tratar de participar cen su mundo de la vida y, hasta cierto punto, de hacerlo suiyo en el presente y en, elpasado, de participar, en fin,en aquellos valores quese entienclen como los mas celevados de la sociedad. Muy poca gente tiene acceso aesa fiesta. La mayor parte permanecen fuera, como simples espectadores, ajenos al contenido mismo de la celebracén. Desee entonces, el torneo necesita de valores sacramentales, convit~ tiéndose en un ritual mas el orcen de la caballeria. Elrey Eduardo IM,importante estadista pero que fue, cuando se le presentaba la ocasién, un buen animador de tales fiestas, siempre contento decontemplara sus hombres més queridossufrien- do por vencer en el tomeo, se interes6 vivamente de la promocién de estas fiestas, ‘adonde acudia con enorme placer; y,segiin nosindican sus historiadores (incluido cl gran Froissart), veces formé parte de ese grupo de aguertidos caballeros de aventura, en casa de alguno de sus mas abnegados chuques® Se me podra indicar {que el arte de la descripc.in de este especticulo festive que terminé siendo el torneo atinnoestabadisenado deltodo.Sinembargo, algunas veces, aunque pocas, ‘el coraje y el talento de loscaballeros suple esas carencias: en las descripciones de justasy torneos que aparecen por doquier en laserGnicas del siglo XV encontramos yatuna descripcién poderesa y coloristica deesta fiesta, que termind siendocentro ide atencién, y de diversion™. 2. Bl disfraz biogratico Esposible que dentrode cien afiosse vuelva a leercon la misma emocin que ahora algunas biografias de caballeros y prineipes de la Edad Media, como la de Guillermo el Mariscal, a ¢el Principe Negro, o la de Jean le Maingre, Boucicaut™ (y, desde este momento, yo apuesto por ello), pero entonces no sera por querer encontrar un modelo arcuetipico, sino por los valores de transgresidn de la realidad cotidiana que hecen de estas obras una necesidad social. Pues si la 2 lc Vale, Eurand Cry. Woodbridge, Boydell Pres, 1952. Ne nformacn sobge se aso, yun andi detalado de Ia fuentes delossiglos XIV y xv referetes ala Peas Ihnen E Rete Damen -Eltrnenconoespectils ena Espa de Iossigle XV.XVieen La eladeltoney (es XIV. GistreeloiineMebeve rderes Nor, 1090p. 15-195, PEL tine deCuillonme etc comtde tiie de Pema ed. Tal Mey. Pari, 181 {001 La Ved Prince Nor by Cane Feral ed, Diana 8. Tyson, Tabingen, Max Niermeser Vetng, 19 Le Lie des fd ho mone en Ie MowgreatRolguan. Marsal de rine guserncr de Jose. Deis Lalande, Ginetrs, Droz, 1985. * Asilohanvistolos que fan estudiadoestasobas cf Sydney Painter, Wiliam Marsh Kuh, an, oon and Raget af Find. Bokimore on Hopkins, 1905, GrongesDiiy, Gili en flere coe du non Pas, Paya, 984, David Crouch, Milo Mavs. Cour, Cae a {Chir nthe grt Cpr 147119. Lone fe Nueva York, Langman, 1991.) ERs Domne, Pouca, gfe de Gore, rf dew clo rants Geno, 198. Dens Lalande, en Ite ‘Meingredf Roc tee ue gre lag, Ginebra, Dr, 198, 36 ‘biografiacaballeresca no eatienea la realidad concreta delascosas,encambio dice tuna verdad mucho mis profunda, y mds intensa, que la simple descripeiGn de los pormenores de una sociedad. Todas estas biografias, en las que sin duda se dlisfrazan a sus modelos para acercarlos a los héroes de la novela, hablan de una verdad intima, profunda, donde se articula el tiempo histérico. Aqui es donde aparece Ia dimensi6n festiva de esta creacién cultural y literaria, pues, como sefiala Johan Huizinga, «el distrazado juega a ser otto, representa, «es» otro ser. Muchos autores han alegado que una biografia se liga aundeseode trascendera la propia muerte, tieneestrechos contactoscon el ritual funerario, es como un retxato en movimiento de aquel hombre célebee que esti «listo para morit», En la Europa medieval, las biografias caballerescas eran una ‘mascara de la identidad del yo: como los actores de la tragedia tia se colocaban ‘una mascara para interpretaralos personajes, héroeso dioses, que combatianentre sf para regenerar la sociedad o, como diria con su proverbial lucidez Roberto Calasso, para introducir la levedad en el peso de la existencia” Una biografia, por ejemplo la que Chandos Herald hizo del Principe Negro, crea su propia realidad en el momento que se separa de sus modelos anteriores, (incluidos los modelos lterarios), y crea su mundo espectfco, y la identidad del personaje que narra (al cabo la misma cosa), Una y otra vez la relacién entre la fiesta la ereacisn lteraria dertota almadelo anterior deja de ladolost6picos para hhablae de las cuestiones de su tiempo. Harold derrota el modelo del autor de Guillermo el Mariscal, porque la fiesta caballeresca del siglo XIV no tiene nada que ver con Ia que se realizaba en la segundad mitad del siglo XII. Pero, al mismo tiempo, el autor disfraza el modelo que le sirve para crear una expectacién sobre cltelon de fondo que hace posible esa vida memorable, y digna de ser escrita. Es ‘un juego donde las estrategias simbélicas hacen el papel de ejecutor méximo. ‘Siempre esms fil comprenderel mundo dela vida de un personajebiografiado, que adivinar cémo se comportaria ante las novedades que se presentan ante si. Y raroeseleaso (no conozconingunoen la Edad Media) queeviteclentramadoentre Ja biografia y la fiesta caballeresca. Mis cezcano a Harold que al autor de Guillermo el Mariscal, el bi6grafo de Boucicaut participa, sin embargo, del universo gestual de toda la caballeria, Crea ‘un nuevo modelo, a medidas entre el sueiio novelesco y la necesidad de convertir la fiesta caballeresea en el centro de la accién politica de Ja monarquia autoritaria 2 J ulzinga, Hoses p31 (Calas, Le naczedi Cana Armonia, Milan Adelphi, 1988 > Lavrlaiones ene fein la reali pen guise en Richard Baber, ward Prine of Wales and gute, gry of th Back Pron, The Boyde res, 197% Yen trios [enetles,como valoracon dena debacechstoriaenelsigloXIV Ruth More, Trahan Cancer frie Mille Ages Rleori Repro, on Realy, Cambege, Cambridge University Press, 19 fv se a del siglo XV. En el Lioredes Fais podemos observar como se hace mundo, como se sgesta tn sistema cle valores, como se forma la biografia de un hombre excepcional Pero todo eso descansa en cl sentido dela fiesta. La biografia de estos principes y aristécratas es la historia de unos hombres que deben disfrazarse para obtener lo {que quieren: el regreso a srcasa, tun buen matrimonio, una posicién en la corte, la fama. Ante los retos de la vida errante, el caballero biografiado responde de un ‘modo dionisiaco, donde resuena la esertcia misma de la festa. Al disfrazarse de lo que la sociedad quiere parasushéroes, Guillermo el Mariscal, el Principe Negro 6 Boutcicaut ejecutan una interpretacién del ritmo del cosmos, arquetipica, que les identifica con los héroes del pasado. Elcarécterhumano, demasiado humano de la fiesta medievales in embargo tuna alteracién grave de la tragedia clésica. Su gravedad ha dado siempre que pensar. La fiesta caballeresra articula biografias que son una forma de identificar al yo antes de la muerte, por encima de la muerte. Lo sustrae del tiempo y de su. duiracién, El biografiado regresa una y otra vez, como si fuese un ritmo constante, en .un tiempo circular: el tiempo de la lectura. Hoy, como cien afos antes, o cien después, el lector de estas biografias trata de imaginar cémo fue la fiesta que las, hizo posible: que las legitir6, Mediante esta estrategia literaria, los escritores dela Edad Media nos permiten vistalizarel mundo en elque reposa Inaba iteraria. Por ‘es0 mismo, al descuibrir el sent de la fiesta, entramos de Ileno en el mundo de la vida de aque! lejano tiempo. 3, Las formas del entusiasmo puramente humano No debe extraamos este reclamo a estudiar las formas del entusiasmo puiramentehumano dentrode un trabajo dedicadoa la fiesta. Porqueeliinicoalivio quesiente el pensador, el matematico o el fl6sofo en sus largasnoches de reflexion, (que son largas noches de soledad) reside precisamente en que exista un entusias- ‘mo sobre lo que hace, aunque sea por motives narcisistas™; un entusiasmo que transforme su esfuerzo po: doblegar el enigma del libro de la naturaleza en una accion festiva. Eso es lo que ocurre con la vithminachia ala que Arno Borst ha de- dicado un libro excepcional: un autor, ya se sabe, con talento de sobra para profundizar en este juego con el que los flésofos medievales transgredian los limites de su actividad, se volcaban hacia un espacio de gratuidad, permitiendo que sus obras se construyeran con el sosiego necesario Fink Vom sen densi, Gadamer 381, amis conclusion ga Alexandre Leupin, Fiction ot icmiation. Litto hope ew Moyo ge Pars, Flammarion, 199, ps 1, sande analiza el caso de Alain eile ant los ope que sua dante du propia concepcn e a naturales > Ano Bort, Do tite Zaina Heidelberg Calr Winter Universititsverag, 8 as Jeat aan Rule Dowenre Detras de este juego numérico hay una verdad y la de la rffnimachia es que ces un canto sobre la armonia del mundo, un ejercicio en busca de tna explicacién a las claves del universo” Igual que Gerberto de Aurillac, Roger Bacon mira al fondo de este esquema, pero encuentra dificultades pata seguir por esa via de experimentacién de las reacciones humanas, tan alejada delassutilezas teologicas de su tiempo, y que nos hablaban de imperfecciones en la creacién, de la necesi- dad de poner fin a muchos prejuicios, de romper con todo, y comenzar de nuevo. Pero esa forma de pensar era prematura entre los fil6sofos (se hacia, pero en el campo de la novela, que era por entonces una creacién marginal"). La razén pa- ‘ecia sencilla. No es posible soportar que la creaciGn sea injusta, como decfan al ‘unisono los grandes escolésticos del siglo XI, San Alberto Magno y Santo Tomas de Aquino”. En cambio, Jean de Meung hacia 1270 sostenia que s6lo se podia seguir adelante con una renovacién de la conciencia critica y en la confianza de que, si hemos de crear un nuevo sistema de valores, los encontraremos en la ‘unidad, en Ia diversidad, en eso que la segunda parte del Romar de a Rese celebra como fuerza centrifuga y su proverbial escepticismo ante la Historia: Ia ironia yla sutileza como arena de una lucha entre posiciones y fondo de una revision profunda de la realidad social. En su traduccién del tratado de la guezra de Stacio (la guerra entendida como una fiesta dia), Jean de Meung deja entrever algo sorprendente, yal mismo tiempo muy moderno,el peligro queeljuegodelaguerra pueda transformarse en un instrumento de violencia, anticipand afirma Amo Borst, alas ideas de Stefan Zweig setecientos afios*. wencia de con ello, El tiempo y el lugar de ese entusiasmo puramente humano es la historia, futura yesItalia. Entre la titania y laobra dearte,entreColucio Salutati y Leonardo Bruni, entre Maquiavelo y Guiciaedini, entre Ariasto y Tasso, las ereaciones culturales(artisticasy literarias) del Renacimiento han dado obsas que configuran, esa dimension del entusiasmo en la que Jacob Burckhardt creyé ver la Gesellighet ropiamente italiana”. La vivtit fuerza suprema de una cullara esel principio que deslinda y distingue con una claridad destumbrante, aunque en una atmésfera > Quins porque ncstaa Ibrare de To que Alexandre Leupin denomina en su Fiction et ‘raat, tp 139 ta steacture sezophdhique de culture médival al no poder cnjsgaren ‘lng moment las os corres fundamen quedemiaanel pensancnto meal ance, ‘anonigu la thoriquereferentile de Incarnation de au, une tga et une olga ‘mone qui nesta contre aucune limite a jouance de so fini étaphorisation (P02. 'Sigueeentosargumentosen os autos ensayo reunidos por rian Stock, Lista the Test themes fhe ast Babine & Londres Ta Jl Hopkins University Pres, 1990. ch Anes de Mural neu pibsope nee Leen, Ef, BAN, 198, Arno Borst, Barn, Ket nd Aviso. Mastic, Pipa, 1988p. 6 ® Jab Burke Dis Kalter Reise Dalia. ix Versace Ge ‘Stag, Schwabe & Co, Verlag 197, vol Were Basel? Edt Meco 39 dificil y en constante conflicto bélico, el entusiasmo humane de la mascara religiosa, En este momento de la Historia el homo liens se eleva por encima del ho faker, la festa numérien (sea alquimica, kabalistica 0 simplementearitmética) se convierte en una auténtca «Mastery of Nature», Pero debajo de esta accién, gratuita», cle este juego festivo, esperaban, inguietos, loslbsrbares, los reacciona- ios con suis proclamas religiosas, con su ascética hipocresia Parfum Renan. ‘Cultura de Ta fantasia, el Renacimiento siempre traté de buscar una razén pprofunda que explicase las resistencias de la sociedad al bien comiin, que es el ‘objetivo supremo del arte de la politica (el mismo un juego llevado a cabo en la fiesta cortesana de las grandes ciuidades italianas). La cortespondencia de Lorenzo de Médicis no s6lo demuestra esto”, sino que lo encarna dramaticamente en el, combate que é1 misma com tirano tealiza con dos instancias: el fervor religioso del pueblo atizado porlas fredicadores, comoSavonarola yel peso dela reaccién, que nota como miembro de una de las instituciones bancarias mas modernas de su tiempo. La Repitblica que suefa es una fiesta. Para conseguirlo se necesita una ordenacién severa de los cédigos sociales y una renovacién del sistema de valores que rige a la mayor parte de la gente. {Flitismo? El juego siempre ‘comienza con unas normas que todas deben aceptar, De eso se trataba, No es de extrafar que los grandes personajes de su tiempo, sabre todo Miguel Angel Buonarotti, entendieran la vida como un apuesta Kidica contra todo, el poder de la Iglesia incluido, y como un convulso ejercicio de color y plenitud, como terminaria haciendo en las pinturas de la Capilla Sixtina: la fiesta mas prodi- giosa de todos los tiempos Pero silas intencionesde esta élite intelectual italiana de los siglos XIV, XV y XVIse agotan en sf mismas (algo que ya observé desengaaado Jacob Burckhardt ensu primer gran libro de Historia Cicerone, que en realidad es una guia para ver clarte renacentista”), las del poder de a Iglesia, las de la monarquia autoritaria y susleguleyosse convertfanmudamenteenaccionesa pesarde que, oprecisamente porque, contradicen el suefo del Humanismo. Todo el debate de estos tres siglos gira en torno aesta preguima: ;Qué tipo de actuaciones pueden estar ala altura de Las lis deeste proceslas raza Thomas Da Costa Kafana, Te Mastery Mit Aspe of rt, Sinead Hume te Renan, Priston & Nuss Jersey, Princeton Unversity Tress, 19, * Un prevado documento que podemos ler hoy gracias al exuereoconjugado de divers autores Indien det ina Rint, Lande Moi eter ore, ana, 1977 = Li isereién de sth en una lags elaoracén metarca ha sito cet deus hd ansisigpor pare de aoqies Darr Mtns pando Fetion ds inageson Earp Ape inte Paes, Lagu, 193, "Jaco Behe, Or Chere heart sem Coase Ketone als em Gast ‘Wore Bowel /Sttga,Sehneabe k Co. Verag, 197%, vol X Lasmportancia de ete bron sists dela Historia del arte ha ldo subraysda element por Franc: Haskell Hitry and it ages Art ld the fterpoatio of th Ps, New Hawn & Landes, Yale Univesity Press, nuesteas palabras? De esa inmensa fiesta cultural surgi un proyecto, malogrado, ‘nunca expuesto del todo, pero que sin embargo va calando poco a poco en la conciencia del europeo: el proyecto que consiste en orientar la nave hacia mares, nuevos, hacia eso que Nietzsche lamé la «gaya ciencia». Un tipo de saber que sonrie al mundo, alegre, que juega con los planes de Dios en una fiesta absolute, total, 4. De la conmocién a la risa En qué medida la fiesta logra, no solo apropiarse de, sino identificarse con las claves profundas de la sociedad? Leo Frobenius atribuyé al estado de conmo- cidn los tiempos de creacién en la vida del hombre». Estar conmocionado es claramente una Ergyiffeneit (tzaducité por suspensién) de locotidiano para entrar nfo «otro», mientras que Johan Huizinga habla dela funci6n lidicacomonsicleo del proceso operante en la figuracién®, Mas modernamente, Juzij M. Lotmann ha ‘habladode la «explosion» como desencadenante de los procesosdediscontinuidad, de la cultura®. La fiesta se debate, se agita y se sufre en el plano del juego que, como lo ests revelando todos los dias la historia actual, es el verdadero motor de la ereacién caltural. Sie! mito nos pone delante de una conmocién profunda en el ser del hombre que busca tna explicacin a las cosas (como le ocurre a Prometeo en sus diferentes elaboraciones culturales hasta Goethe o Kafka‘) el juego sitia al hom- bre ante su tinico medio de liberacién que es la risa, Pero durante la Edad Media, por razones del peso y control del dogma que la Iglesia hered6 de la patuistica, la rsa sesitiio en los margenes de lacultura®, Los maestros de las Universidades, los {grandes filésofos y tedlogos, os mas eminentes jurisconsultos y algunos célebres /humanistas querfan dejarse llevar por laconmocién para construir una imagen del mundo sagrada™ No saben usar el poder de la risa ni siquiera saben que ese sera el inico valor auténtico en la fiesta Futura “ 1. Pobenivs,«Denktrmen Vergangener Mensch, en Siti, 64, 1985 * Aut ean, Lao Frobenius Lun und Wetkes on Pleura: igo sav Kellar 1 (0928-1910), pp 4.55, sedi a fara inflaenca de Hsserlenel culo que Frobenius reunia en Munich, yal queen parte debe sus veeiones Karly Keay ing, Homo hens, pp 84 © JM Lolian, Lectura e explo, Peele inp. Milan, etrinl, 1952, “FL Blamebeng, Avi we yt ct © inate en lo, com nuevos angomentos y pecisones Alexandre Leypin en el ya clado & lamportant ib Fito naration, pp 89 ‘fate aunto se puede seguir en as divers eaboracones que se ofrecer al concepto aturalzaefGag Dit, Der Bri er Nar we ne Gece Statgat, Klett Cit, 1889 a ‘ners de perlir la oncimcisterior como un pinipio metas, Heinz Helmscth, Diesels ‘roan Temon der abi Mets der Auge der Miers Bei, 122, pp. 125-14, Refer sche efi Ed Maso im De ahila tension, la amargura,laconstante persecucién delas obras llenas de ironfa sobre un cosmos severo y sobre todo la condena a cualquier intento de aceptarla «sonrisa de la doncella de Traciaw ante ia cada del gran fildsofo que solo, sabia mirar las estrellas”. La verdad es que durante los siglos XH, XUIy XIV los europeos vivieron en el interior de ese conflicto de formas culturales. Todos conocemos a los hombres brillantes que dejaron el talento en a buisqueda de una, ppresentacion irénica, risuef, de los problemas humanos, como también conoce- ‘mos los esfuerzos por diftndir ese estado de énimo al burdel, la cantina © las, celebraciones populares, Todos hemos buscado a las mujeres que se entregaron a hacer el amor por un precio porque el juego del amor fue la ironia maxima de una sociedad aprisionada por dl dogma de la Iglesia, que condenaba sin paliativos el sexo dentro y fuera del matrimonio. La prostitucién medieval es una carcajada sonora contra la seriedad de ls fl6sofos y juristas. Cada ver. interesa més conocer los origenes de esa cultura de la risa, Todos sabemos que Rabelais fue cl primero en decirlo alas claras,y lo dejé escrito para todas nosotros, en esa obra que Milan Kundera considera con sobrados motivosel inicio delmundomoderno*, Deahilaadmiracién yla gratitud parasus personajes. Este ambiente carnavalesco, festivo por tanto, es, 0 puido ser en eualquier tiempo antes, el fundamento de una transgresién del orden establecido. Mas quenadie fue Mijail Bakhtine quien nos ensen6 a descubrir ese secreto que la cultura oficial tras de ocultar por todos los medios®. Nadiedesconocelas rasgaclurasmoralesqueaun suscitalalectura de Rabelais, Pero crticar la risa porque 2n ella no existe la seria conmocién que liga el saber al ‘mundo trascendente es negar la razén de ser de la cultura europea hasta nuestros dias. Porque, sino hay risa, :puede haber libertad?. Nadie, ni agui ni en ninguna parte, puede negar la relaci6n que existe entra la risa y la libertad. A lo largo de la Edad Media, desde el gran novelista hasta el juglar de pueblo intentan hacer refe en la efiesta» a la que acuden hombres y ‘mujeres atenazados por el hambre, por el miedo o por la coaccién y la tortura. Lo © Laandeotae sirvea Hans Blumenber, Drs Lach der Tater. Eine reste dey Tar Frankfurt Subrkamp, IR, pra deteminaellagae exact que oeupa toi la ea que nose ve, camo dic al principio de a ebra,eme contexte acuta festa, ‘pla Kundera, Ls estos free Par, Caliard 10, pp. 13.8 “°Neakitne Lonard Fiat culture spine Moyen Agee us Renan Pass, Galland, 1970, Cl, Tevetan Todorov, MIR athe, L Principe og Paes, Sul 198 ‘Sobrelnevaucién dea ceca, Lge rls, 7,198 Ukimas cbservacionesen Joseph Fan, The ies of Ml Ball, en The Nw York Review of Books, 39 (25% 1980}, pp 54, N. Paseo, Dinter cel pplae Sal mea cota Michel Been en sntersealen, Ven 18% pp, {5-466 De mio N.Pasro, taro dan deo Parma, Prtche, 199 1D. Uininagine ris, 7.1984. VéaaetambineltaboodeRichardM. erro, Rtas ain. Paar CaltrenCargantas ‘an Petegran Linon / Londres Unie Nebraska Pres, 1985, 2 Seat wus Rezo intentan, aunque fracasen por el carécter autoritario del poder ~en ocasiones incluso represivo, cuando entra la inquisici6n religiosa-*. Y, no obstante, sin pre- juzgar la buena fe de nadie, puede decirse que casi no existe un escritor de estos siglos que en un momento no sehaya atrevido a reirse del poder, confiando quela ironfa y en cierto modo el anonimato le salve la vida. Lanovela realista de siglo XI es el eemplo mas.atroz del uso dela risa como catarsissocial, ELRoman de Renard elmejor ejemplodeuna larga ntregacamuflada enna metafora animalistic”. Ambos génerosfracasan en suintentodeintroducit la risa en la fiesta como principio cultural Sus autores ignoran que en la sociedad urbana de los siglos XIII y XIV avanzaba afianzando la dimension seligiosa, litdrgica incluso, de la vida®. Basta una denuncia, un golpe de efecto politico, para que el orden vuelva. Basta un par de denuncias para escapar de la inclinacion a reitse de todo. Tales ol desafié del poder en la Edad Media contra la risa. ;Cuando se hard realidacl ena fiestaeleardctercurativo delarisa? ¢Llegarda triunfaren lossectores, «serios»? ,0 triunfars la secularizacion?®, Asomadoalaobrade Rabelais, elhistoriador constata queel mundomoderno nace de una decisién: romper con la conmoci6n por medio dela risa lo que obliga ‘a mover a la novela de los margenes al centro mismo de la creacién cultural. La critica contra los wexcesos» de Rabelais es un motivo de aliento para promover esa ruptura. La historia de la novela se convierteen lahistoria de Europa, pues cuando tun autor se rie de si mismo y de Ins grandezas de su mundo de la vida, esta levantando un firme pilar contra a adversidad, esté construyendo los fundamen tos de una nueva plenitud de la existencia humana. Fates el angumento desaroladoy defend por R. Moor, Tk Formation of Pescating Sacly Power and dino Western Europe, 950 1250. Lands, Bait lace, 1987, con sobradas pruebas lofrmacn, ! Unaniiss sido deesta compa obrase encuntea en JeanSebwidegger, Le Renn de Roar oul texted arson. Cina, Dro. 1989, De nuevo sn embargo es Alecandte Leupin gue ha ‘Pntalizdo con foal exact el aeance del pelea enya cad Plime eration pp. i? ‘ hslael punto quella a deceexprssin que compare de eno) art contest Fenvers gail discourse (P 165) * Aatloha visioy laf rzonado en un ibroadmirable Sarah Beckwith vst Bay. ature a soit in te mic writing, Lonaes & Nuova York, Routege, 183. ® El fondo ledrica de este importante asunto divide alos especaliaas en dos posture: los que ‘como Hans Blunonberg Die Leia der Neel, Frankfurt 1986, legan todo valor eect a Principio de ts swecultzsconey los qu como Kail Lowi, Menetg a Hi. The Thee Praappotos fthePailspy of History, Chicago, Univesity of Chicago Pest, 1, creen qu el peruaniento modemo solo canssien poner enteric aco penaaietotokigico precedent ‘Se pus sien bien el debate en Watlam Kerrigan & Gordon Braden, The ey of the Renae Baltimore & Londres, Th Johns Hopkins Univeraiy Pres, 1982, pp, 7s. JE: Rulz Donon, Le moa ye eit es cbleria Barcelona, Molo, 193. Refeioet ee 3 Rabelais, como antes habia hecho Chrétien de Troyes pero sin suerte, captura cl pasado europeo (lo que nosotros denominamos Ia Edad Media), y crea un, pprototipo, con el fin dereirse de él, Peo alescribirla obra, violaloscédigosmorales de su tiempo, traiciona al mundo que le ha precedido, revela los secretos de un control cultural que astutamente se iba secularizando con el fin de dar entrada de nuevo, y por otros mecanismos, a la conmocién religiosa. Solo se puede ser emoderno», y por tanto libre, partir dela risa deserita por Rabelais; solo podemos ser algo mejor a partir de tna toma de distancia ante el horror que durante siglos todavia percuraria en Europa, No se si esta es, al eabo, la respuesta de una cultura eristiana, pero el cristianismo también tuvo queaprender a convivir con la risa, y poraftadidura con Tanovela. La gran fiesta de una sociedad diferente esté a punto: Cervantes, Sterne, Diderot, Kafka, Kundera, todos rieron para liberar al hombre de su condicién. El mundo actual nos exige ver de frente cuanto engafio hubo en los procesos de secularizacién que salieron l paso para impedir la insercidn dela risaenelentorno social y cultural de Europa, Pero para conocer, los motives de la resistencia, pero tambign de la necesidad, na hay camino mas seguro que buscar el sentido de la festa. Quizés el secreto dela gran transformacién intelectual de Buropa (la que dio origen a la Fisica modemal es, ademds de una ansiedad ineluctable®, la de una, cultura de la risa como paso indispensable de la modernidad. No oso asegurarlo, almenos de momento (es0 es algo que deberéinvestigar en el futuro), pero estoy. casi convencido que la clave de nuestra situaciGn cultural esté en la fiesta que de tanto preocuparse por el destino del hombre, se rio de él. Y no cabe duda que es _magjor que nosotros sepamos refrnas de nosotros mismos, en lugar que sean los inses los que se ran de nesotros, ® Wiliam Bouvesa, Aes andthe Formation of Early Moder Calton Uhl Pot Ess in Eup Citra iso. Bekeley, University of California Pes, 190, p. 157-188, Enlai yaabertaporouls prs Pago Moen. An Es oth Hemaenticf Notre ndCaitore New tlaven Lone Yale University Pes 193, y por Stephen Toulin Cosepeis The Hiton gen af Medersty. Cheap, The Unversity of Chicago Pes, 990 al onalizarsuslimacenes

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