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Oracin humana al Resucitado

16.04.17

Si te espero siempre
Por qu eres sorpresa?
Si estoy como el rbol,
esperando al pjaro,
- mensajero alto -
con todas las ramas
del ardor tendidas.

Por qu, como el rbol,


tiemblo cuando llegas?
Y por qu me pasma
la inslita vuelta
de lo repetido,
del invierno claro
detrs del otoo,
del esto indito
tras la primavera?

La vuelta... fatal?
Sin querer nosotros?
No, no. La queremos:
tras de su antifaz
de don a la fuerza,
se le ve su rostro,
libertad suprema.

Si te estoy pidiendo,
igual que se piden
la luz y el reflejo,
por qu, si me miras,
me asombro
de ver que mi alma
devuelve a tus ojos
tu misma belleza?

Te conozco, s,
como se conocen
el fuego y los nmeros.
Pero, al verte, siempre
parece que dejas de ser
por primera vez
el desconocido.

Mi ser est lleno


de infinitas sendas,
que han hecho tus pasos
de andar en m tanto.
Tengo la vida sembrada
de huellas, las huellas
slo de tus plantas.

Entonces, por qu
cuando t me andas
a besos, a sueos,
por esos senderos,
por qu me parece
que el alma se estrena?

Todo me lo das;
y todo te quedas.
Siento los tesoros
que t has puesto en m
igual que se siente
la edad de la vida
dentro de las venas:
siento mi riqueza.

Entonces
por qu al darme algo
no parece ms,
y tiemblo de gozo
como tiembla el alma
al ver que la suerte
se inclina, se inclina,
y le da la dulce
ddiva primera?
.
Pedro Salinas
Largo Lamento, n. 43

Para nada te sirve la Resurreccin Si Cristo no VIVE HOY y AHORA en ti.


Solo la adhesin, la transformacin y
la identificacin podrn demostrar que l vive realmente en
ti y por ti en el mundo.

. . . . . . Aleluya !!
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. . . . . . Aleluya !!
.
. . . . . . Aleluya !!
2
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. . . . . . Aleluya !!

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