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Revista electrónica.

Copiapó, Julio 2009


Atacama’59

Un héroe entre los sueños.


por: Claudio C. Guaita.

Introducción

El siguiente trabajo busca plantear una hipótesis de trabajo para una futura
investigación sobre la relación de los sueños y la potenciación del sistema
inmunológico. Es éste un trabajo netamente teórico.

Hasta hace unas décadas atrás, se pensaba que el sistema inmunológico y el


sistema nervioso trabajaban de forma independiente, y sin mucha interacción
entre ambos sistemas1. Este distanciamiento se ha visto acortado por los
avances de las ciencias de la complejidad y en especial por la información que
se ha adquirido en el campo de las neurociencias cognitivas, adjudicando una
mutación de los conocimientos que se manejaban de estos dos campos de
estudio, los cuales, en la actualidad, es muy confuso tratar de comprender uno
sin considerar al otro.

Sistema nervioso y Sistema inmunológico trabajan en forma conjunta,


perturbándose continuamente en una plataforma de actividades que realizan en
el diario vivir. Por ejemplo, se ha demostrado, a través de los estudios de la
Dra. Ana María Montero Doig,2 que la actividad del estrés “anula la resistencia
inmunológica, al menos de una forma pasajera, supuestamente en una
conservación de energía que da prioridad a la emergencia más inmediata, que
es una mayor presión para la supervivencia. Pero si el estrés es constante e
intenso esta anulación puede volverse duradera”3 tornándose la actividad del
estrés en un proceso dañino para el organismo por su cronicidad. La cronicidad
del estrés también ha sido un tema muy bien trabajado por Robert Sapolsky. 4
Este investigador consideró que las elaboraciones cognitivas preconcientes,
para las cuales podríamos decir que son formas de condicionamiento de
segundo orden o generalizaciones de un estimulo,5 son las causas de las
alteraciones de una amplia gamma de trastornos psicológicos y físicos. El
estrés es una condición filogenética del organismo que tiene una total relación
con las formas de percepción que se puedan generar en algún momento
específico concatenados con alguna situación particular, como podría ser un
ataque (sea este físico o de algún tipo de enfermedad). La cognición y la

1
http://www.psicologia-online.com/ciopa2001/actividades/15/index.html
2
Montero Doig, Ana María, Psicóloga y analista internacional. Autora del libro: “Moléculas de las
Eemociones” ha concentrado sus estudios en las relaciones que el estrés pudiese tener en la disminución
de la capacidad de respuesta del sistema inmunitario.
3
http://www.psicologia-online.com/ciopa2001/actividades/15/index.html
4
Sapolsky, Robert es profesor de biología y neurología en la Universidad de Stanford en California.
Reconocido internacionalmente por sus estudios de enfermedades causadas por el estrés, en su último
libro, “Por qué las Cebras no tienen Úlceras”, Sapolsky desarrolla los mecanismos y desencadenantes de
esta alteración.
5
Pavlov, Iván Reflejos condicionados
1
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emoción que se generan a posteriori a la activación del estrés, si es de
características recurrente, gatillan cambios en el sistema inmunológico que
pueden tomar características de crónicas, debilitándolo y disminuyendo su
capacidad de respuesta a las condiciones adversas, a las cuales, el organismo,
pudiera estar siendo afectado por el ataque de algún agente patógeno, como
por ejemplo algún cuadro viral.

Las situaciones perturbadoras que inundan al sujeto en un cuadro de angustia,


sean estas endógenas o exógenas, estrés o enfermedad tienden a tener su
respectiva consecuencia y perturbación en el dormir y en el sueño. La
elaboración de terrores nocturnos en los niños o pesadillas en los adultos, el
insomnio, la hipersomnia, la falta de recuperación física en el dormir o apneas
de sueño son fenómenos que generan gran malestar en los individuos y que
por lo general tienen su génesis en algún conflicto psíquico. Las condiciones
que la vida diurna pueda imponer a los sueños están ampliamente estudiadas
por escuelas cómo el psicoanálisis, pero las incidencias que los sueños
pudiesen tener en la vigilia no han corrido la misma suerte.

Podríamos pensar en la posible existencia de una relación doble, desde la cual,


la vigilia y el sueño se perturban mutuamente. Podríamos ir más allá de la sola
interpretación de los contenidos inconcientes de los sueños y la comprensión
de sus manifestaciones latentes. Podríamos pensar que el sueño es más que
la sola manifestación del inconciente y del material reprimido. Podriamos tratar
de comprender alguna forma de mecanismo, desde donde los sueños sean la
base para el fortalecimiento de sistemas, como por ejemplo el inmunológico.

Los sueños son un fenómeno distanciado, por decirlo de alguna manera, de los
marcos de trabajo de la Psicología que busca ser científica. A excepción del
Psicoanálisis y de la Gestalt, la profundización de los estudios de este
fenómeno en otras áreas de la psicología se ha visto olvidada por no ser una
fuente de conocimiento empírico y, a la vez, ser una compleja gama de
interpretaciones tanto del que tuvo el sueño hacia su propio sueño cómo de él
que está a cargo de su estudio. La investigación científica actual entrega una
importante responsabilidad al dormir, en lo que a recuperación y reparación del
cuerpo se refiere. Por lo tanto, no me niego a pensar que el sueño podría ser
una valiosa herramienta terapéutica, si éste se lograra entrenar o condicionar.

El sueño es una verdadera “construcción de realidad” que se da mediante ésta


condición y conducta del organismo vivo que es el dormir. Independiente de su
comparación con la vigilia, cuya primera discusión se podría centrar en la
ausencia de toda lógica en el sueño, podemos asumir que, durante el sueño
mismo, no existe, o por lo menos es muy difícil, el hacer conciente que se esta
viviendo un sueño, sin importar las cargas emocionales que se puedan estar
generando. Por consecuencia, en la vivencia “dentro” del sueño, el organismo
vivo se predispone y funciona dentro de ésta dinámica de vivenciar el sueño sin
una mayor diferencia cualitativa -lo que a reacciones vicerales se refiere- a lo
que es la vigilia propiamente tal. Por lo tanto, las activaciones de sistema
nervioso autónomo, a nivel simpático, por ejemplo, en una situación de estrés
cómo podría ser un ataque o huida de un escenario mientras se está despierto,

2
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no genera condiciones, a nivel de sistema nervioso autónomo simpático, muy
divergente a lo que se podría vivenciarse dentro de un sueño.

La fantasía, la imaginación y la sugestión serán elementos centrales para la


elaboración de este pequeño trabajo. Debemos considerar las diferencias
cualitativas que se pueden observar entre los pensamientos de los adultos en
comparación con el pensamiento de los niños. Piaget desarrolló su teoría del
pensamiento infantil en base a estadios definidos del desarrollo situándolas en
una línea cronológica6, en las cuales, la abstracción del pensamiento es una
cualidad que se va desarrollando gradualmente en relación a los contenidos
adquiridos a través de la experiencia7. Considerando la teoría de Piaget como
válida, ¿cuáles serian las consecuencias inmediatas, de esta premisa
entonces, en relación con los sueños? ¿Podríamos decir que los sueños de los
niños tienen características específicas en relación a los sueños de los
adultos? Considerado las bases epistemológicas de la teoría Piagetana, la
fuerte influencia que tuvo desde el psicoanálisis y la importancia que le entrega
al factor de la socialización podemos profundizar y entregar ciertas ideas sobre
el fenómeno onírico y los beneficios que desde él se podrían trabajar, para
potenciar, por ejemplo, el sistema inmunológico tomando en cuenta los trabajos
desarrollados por Francisco Varela.

Se pondrá especial cuidado al problema epistemológico que se dará en este


trabajo. Las divergencias que se pueden dar, por ejemplo, entre las posturas de
Piaget y Varela son irrefutables, pero hay que tomar en consideración el hecho
de la elaboración de la teoría en sí. Con esto me refiero a las reflexiones que
los propios teóricos tomaron para el levantamiento de su edificio teórico.
Piaget, al comienzo de sus investigaciones, no buscaba una justificación
filosófica al problema del conocimiento, solo quería levantar sus ideas en torno
a los hechos observables, pero, en palabras de Lev Vygotsky 8, “los hechos le
traicionaron” y tuvo que dar explicación hacia sus investigaciones entrando de
esta manera a una discusión epistemológica. Con el psicoanálisis el problema
no es menor y una justificación detallada requeriría un trabajo completo para
dar las apologías correspondientes. Lo que si podemos incluir en este trabajo, y
para lo cual no negaremos sus influencias, son las reflexiones de Paul Ricoeur
sobre la técnica del psicoanálisis y sus aportaciones al entendimiento
psicológico del sujeto9. La hermenéutica asentada en el psicoanálisis,10 desde
la interpretación de los sueños, busca una comprensión sistemática al
fenómeno onírico encontrando ciertos mecanismos, como los son la
condensación y el desplazamiento,11 que para nuestro trabajo -su comprensión-
serán vitales. De esta pequeña reflexión, el elemento común que podemos
encontrar en estos diferentes autores es la Fenomenológia.

El considerar conceptos de escuelas tan divergentes no esta centrado en una


búsqueda del eclecticismo, que por lo general, se pierde en vastos territorios de
6
Piaget, Jean. Seis Estudios de Psicología.
7
Piaget, Jean. Le Langage Et la Pensèe Chez L'Enfant
8
Vygotsky, Lev. Pensamiento y Lenguaje. 1995 Segunda edición
9
http://unisimonbolivar.edu.co/revistas/aplicaciones/doc/182.pdf
10
http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S004934492005000100008&script=sci_arttext
11
Freud, Sigmund. La interpretación de los sueños, Pág. 179 y 194. 2002
3
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incoherencias conceptuales. Hay muchas psicologías, pero no hay una
psicología unificada,12 esto pensaba Franz Brentano en su “Psychology from
empirical point of view” en relación a la amplitud de conocimientos que se
generan desde las diferentes escuelas de psicología. Para este trabajo
utilizaremos ciertas conceptualizaciones que se han levantado desde la
observación fenomenológica y no de la deducción teórica, ejemplo de esto
podríamos nombrar a los fenómenos oníricos de la condensación y el
desplazamiento, el egocentrismo infantil, el sincretismo, plasticidad neuronal,
etc.

Este trabajo considera premisas conceptuales que van desde el psicoanálisis,


la teoría del desarrollo cognitivo del niño de Piaget y los trabajos de Francisco
Varela sobre el Sistema Inmunitario. Lo que se intentara explicar es la forma de
inducir ciertos tipos de sueños a sujetos para potenciar su sistema inmunitario y
así poder hacer frente de mejor forma a ciertas enfermedades. También se
intentara explicar cuales serían los rango de edad más aceptables para un
trabajo de estas características y el por qué.

Desarrollo

La intencionalidad

Para Friedrich Burdach13 en el sueño “nunca se repite la vida diurna, con sus
trabajos y placeres, sus alegrías y dolores; por el contrario, tiende el sueño a
libertarnos de ella”14 ¿Cómo podríamos explicar, entonces, aquello onírico que
nos libera de la vida diurna? ¿Cuál es el cambio que sufrimos en nuestra
estructura cognitiva en el momento de soñar? ¿Cuáles son las condiciones,
que aún “estando dentro” de un sueño, mantengamos conciente nuestra
autonomía, organización y conciencia del sí mismo, aún cuando somos
nosotros mismos los productos de una condensación onírica?

La vida es un flujo de experiencias que son análogas al viaje de una barca en


un río, cuya fluidez se manifiesta en la relación que existe con el lenguaje;15 la
corporalidad, lo relacional, la tensión muscular, las fantasía, la imaginación, la
memoria, el tono emocional, la presencia del otro, la percepción, etc. serán
claves para la definición del estado actual del sistema viviente como una
totalidad, capaz de trabajar y distinguir, dentro de una globalidad y de una
singularidad, la experiencia de la vida y la descentralización de la experiencia
respectivamente.

12
http://www.sapientia.pucsp.br//tde_busca/arquivo.php?codArquivo=862
13
Burdach, Friedrich (Nació el 12 de junio de 1776 en Leipzig; Falleció el 16 de julio de 1847 en
Königsberg), fue un fisiólogo alemán. Allí se graduó en medicina en 1800; En 1807 fue profesor de la
Universität Leipzig, en 1811 profesor de fisiología y anatomía en la Universität Dorpat, en 1814 profesor
en la Universität Königsberg. Fue una de las principales influencias de Freud, en lo que respecta a los
sueños.
14
Freud, Sigmund. La interpretación de los sueños, Pág. 14. 2002
15
http://es.youtube.com/watch?v=9NgbXQTWH1E
4
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Pero la experiencia en sí misma, como el resultado de un conjunto de
percepciones e interpretaciones de las mismas, las cuales, su temporalidad
responden a las características diacrónica y sincrónica del sistema, es el
resultado de elaboraciones ontogénicas que se van generando a lo largo de la
vida.

La experiencia en sí misma es dependiente de las condicio sine qua non del


organismo. Antiguamente (y aún hoy) se creía que las percepciones eran el
resultado de un proceso de reacciones a estímulos externos que
posteriormente eran reconocidas categorialmente; luego, por ejemplo; de la
recepción de la luz en las capas celulares de la retina, ocurría un
procesamiento de la información traduciendo esta información sináptica en una
interpretación de lo observado: Una Representación. Esto daba al organismo
receptor la imagen objetiva de la realidad con lo cual se asumía una pasividad
por parte del organismo en la percepción del estimulo. Esto estaba basado en
el paradigma del procesamiento de la información.16

Con la información científica que se ha recopilado en los últimos años, desde


la neurobiología, por nombrar una de las ramas que han levantado en lo que
actualmente se ha llamado; ciencias de la complejidad, se puede asumir, que
antes de cualquier percepción, es el sistema motor: la corteza motora es la que
primero se activa, existiendo una intencionalidad del organismo para “captar” o
“abrazar” aquello que esta “fuera del organismo” dándole así un sentido a la
imagen y generando la percepción.17 La comprensión de la ontogenia del
organismo será vital para entender las predisposiciones que éste tenga en
relación a las percepciones que pueda crear de su entorno, y en especial nos
tendremos que concentrar, en este trabajo, en su intencionalidad.

A nivel neurofisiológico se han hecho descubrimientos actuales importantes


que ayudan a la argumentación de lo expuesto anteriormente. Se sabia que las
neuronas funcionan bajo la “ley del todo o nada” para generar los potenciales
sinápticos necesarios para la elaboración cognitiva, endocrina, vegetativa, etc.
de cualquier función del organismo, pero, lo que no se sabia, era que en ciertos
sectores del encéfalo, por ejemplo las zonas occipitales encargadas de la
visión, tienden a reaccionar sólo con las imágenes que son reconocidas,18por lo
tanto, no importa la cualidad del estimulo externo para que este sea reconocido
y se genere una percepción de objeto, sino que se necesita una predisposición
del organismo y un reconocimiento elaborado a priori. Una percepción
ontogènicamente elaborada.

Con lo anterior, por lo tanto, se podría asumir que el organismo -o el sujeto


mejor dicho- tiene una predisposición a captar los elementos que determinan
“lo real” para construir su “realidad.”19Esto rompe con cualquier posición clásica
sobre el fenómeno del conocer20, y es uno de los punto por los cuales, tanto
16
De una entrevista a Francisco Varela que la podemos encontrar en http://www.well.com
17
http://es.youtube.com/watch?v=bujfwhEsF04&feature=related
18
http://www.tendencias21.net/Descubierto-el-mecanismo-neurologico-de-la-percepcion-
visual_a2091.html
19
Husserl, Edmund hace esta diferenciación entre lo real y la realidad
20
Maturana, Humberto; Varela, Francisco. El Árbol del conocimiento
5
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francisco Varela como Humberto Maturana, han sido reconocidos
mundialmente.

Dentro de la globalidad de flujos de experiencias donde se sitúa y emerge el


Yo, donde existe una predisposición a la experiencia significativa, nace la
necesidad de pensar entonces sobre que cualidades se pueden desarrollar en
torno a una predisposición y entrenamiento específico del sujeto en relación a
un estimulo, a un grupo de ellos o a alguna condición determinada, como por
ejemplo; el dormir.

El Yo responde a una identidad que es fluctuante y dinámica. Éste va


acoplando a las condiciones que el entorno le va generando en su diario vivir.
El Yo no es libre de la estructura desde donde emerge, es tributario de la
corporalidad y de las demandas que éste pueda tener según las necesidades
básicas para su supervivencia como el hambre y la sed, por ejemplo. El Yo
funciona en torno a una globalidad y a una singularidad y las formas de
reacción que tenga hacia el entorno y el conjunto de percepciones que desde él
se produzcan, serán el resultado de un conjunto de dinámicas, entre las cuales
podríamos nombrar las emocionales, afectivas y sexuales hasta las definidas
por variaciones en la homeostasis de sistemas cómo, por nombrar uno; el
endocrino. Por lo tanto, el Yo, es una emergencia de la organización del
sistema vivo. El Yo es la autoconstrucción de la identidad dentro de una línea
de tiempo, que mantiene una coherencia diacrónica con sus dominios de
acción actuales y pasados. Pero la organización donde se asenta el Yo se
levanta sobre estructuras que no son fijas ni estáticas, al contrario, son
dinámicas, oscilantes y son el punto de convergencia de eferencias y
afererencias neuronales, pero que a la vez, son definidas genéticamente y
ontogènicamente.
Atrevámonos a pensar que el Yo es el producto de una organización en base a
estructuras dinámicas, las cuales, independientes de sus interacciones,
mantienen las premisas de la identidad. Ésta conducta global es propia de los
sistemas autopoiéticos.21El Yo es el resultado de una compleja interacción
entre diferentes fenómenos, entre los cuales podríamos generalizar a los
procesos cognitivos, emocionales, lenguaje, corporalidad, etc. Cada uno con
sus estructuras básicas y organizaciones propias pero que se acoplan dentro
de los diferentes sistemas que componen al organismo. Estos son
pertenecientes a una organización total y global, la cual, por ejemplo, en el
sueño, se mantiene, aún cuando las estructuras, que son las funcionales,
cambian radicalmente.

La paradoja de las estructuras del sueño y la vigilia dentro de una


organización que es la conciencia.

Dentro del sueño existe una estructura y una lógica, y estas se desenvuelven
dentro de premisas netamente emocionales. Dentro del sueño las reflexiones
que podemos asumir en la vida conciente, a través del lenguaje, se ven
anuladas por estos influjos emocionales que se manifiestan en la elaboración
onírica. Los sueños por muy absurdo que sean, tienden a seguir un lineamiento
21
Ídem.
6
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secuencial. Si intentamos seguir ésta secuencia a través del razonamiento
lingüístico no se podrá llegar a buen puerto, perdiéndose toda reflexión en la
búsqueda de las relaciones semióticas de las representaciones con los
contenidos emocionales a los cuales fuimos expuestos durante el sueño. Este
conflicto es uno de los grandes baches de la Psicología actual, y que no se ha
atrevido teorizar al respecto y esto es sobre el paso de la información de la
memoria episódica a la memoria semántica, la construcción del lenguaje de
una realidad vivida y percibida.22

Dentro del sueño respondemos a la realidad que se nos construye y presenta,


manteniendo la particularidad de ser nosotros mismos los que estamos insertos
en el sueño. Con esto no perdemos la identidad, aunque en los sueños nos
veamos representados por un animal o un personaje de la historia. Esta no
perdida de la identidad la podríamos asumir desde la perspectiva de la
organización que postula Maturana.23Para el mantenimiento de la identidad es
primordial que la organización se mantenga intacta, para lo cual no es difícil de
pensar, porque, dentro de un sueño, seguimos manteniendo nuestra
singularidad. Para esto entonces deberíamos concentrarnos en las estructuras,
que son las variables, dentro de lo que podemos reconocer como un sueño y lo
que reconocemos como vigilia. La paradoja nace, entonces, en como podemos
comprender que una misma organización asuma de forma tan diferentes dos
tipos de construcción de la realidad que se generan dentro de un mismo sujeto-
organismo. Como decíamos recién, por lo tanto, deberán ser las estructuras de
la organización, las que estarán a cargo de suministrar las perturbaciones
correspondientes a la organización para que esta elabore y creé las
condiciones de construcción de la realidad en la cual esta interactuando,
independiente que sea esto un sueño o la vigilia. Por lo tanto las condiciones a
las cuales el cuerpo, como sistema global y acoplado, se ve sometido en un
sueño, no se diferenciaría en un mayor grado con los acoples que debe sufrir o
vivenciar en la vigilia, el sistema constructor es el mismo, la predisposición será
suministrada por el sistema motor y esta predisposición será el producto de la
ontogenia del sujeto. Desde acá nace la pregunta entonces ¿Cuáles serian
éstas estructuras variables?

Comprensión del Yo Freudiano como una organización global.

No se puede partir este aparatado del trabajo sino consideramos una


comprensión filogenética del desarrollo del encéfalo. Existe una convención
casi total sobre la evolución del cerebro, la aparición de la Neocorteza, y la
relación del Mesencéfalo con los primeros estadios del desarrollo del humano 24.
Robert Sapolsky hace referencia, en una entrevista dada a Eduard Punset en la
televisión Española25a que los seres humanos hemos estado expuestos a una
complejización de nuestros procesos primarios de sobrevivencia, como por
22
Esta opinión es personal. Los avances en este campo que se han realizado en la escuela de Palo Alto
con Paul Watlawickz a la cabeza han generado una amplia comprensión del fenómeno, pero la
profundización de la explicación no es satisfactoria. Entrega una sensación de que el nudo de la duda
Psicológica fue cortado en vez de ser desatado.
23
Maturana, Humberto. Varela, Francisco. De maquinas y seres vivos
24
http://www.med.ufro.cl/Recursos/neuroanatomia/archivos/aportes/machado_1_capitulo.pdf
25
http://www.eduardpunset.es/charlascon_detalle.php?id=5
7
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ejemplo el estrés. Consecuencia de esto, como seres complejos, productos de
las propias elaboraciones humanas como la civilización, ciertos sistemas y
estructuras que filogenéticamente están diseñados para nuestra sobrevivencia
como especie, como el sistema límbico y estructuras como el mesencéfalo y el
tálamo, se han visto en la necesidad de extrapolar sus necesidad de activación
a situaciones sociales que desencadenen su actividad. Estas extrapolaciones
son el producto de condicionamientos desarrollados desde la neocorteza,
último elemento surgido filogenéticamente hablando26.Este condicionamiento
no es gratuito en lo que a construcción de la realidad de se refiere.

Para Varela, la mente humana o la conciencia misma, no es el producto


individual del encéfalo27sino el producto de una globalidad del sistema nervioso
más sus interacciones con los demás sistemas. Este seria el punto que de
cierta manera diferencia al Yo Global de Varela al Yo de Freud, el cual, lo
situaba como un producto de las relaciones de la neocorteza, específicamente
la corteza frontal28

Hablar de psicoanálisis y de neurociencia, hasta hace algunas décadas atrás,


hubiese sido un tema de imposibilidad absoluta de discusión. Luego de los
trabajos de Pierre Magistretti29se han generado ciertos puntos encuentro entre
el descubierto en las neurociencias y los estudios psicoanalíticos.

Nosotros como individuos concientes de nuestra existencia estamos definidos


por las relaciones corporales que generan nuestro organismo, a la vez cómo
también necesitamos suplir ciertas necesidades que se dan en el ambiente. En
esta relación emerge el Yo, como una entidad encargada de la del correcto
dinamismo entre las necesidades biológicas y las exigencias sociales. Pero el
Yo freudiano no se puede considerar como un elemento del Cogito, tal y como
lo intento definir el psicoanálisis, El yo que se funde desde las neurociencias es
un “Yo emocional”30, cuyas premisas de la conciencia son determinadas por las
confluencias de los sistemas emocionales. El Yo es una organización, y como
tal necesita determinarse desde sus estructuras, la cual, los sistemas
emocionales dirigidos por la actividad del sistema límbico son una de las
principales influencias que emergen sobre el Yo

La emergencia de esta característica del organismo y por ende de la


organización, ya sea representacional o vivencial tiene sus relaciones con las
íntersubjetividades que se van desarrollando en la ontogenia, gatillando estos
cambios a nivel neurofisiológico y, a la vez, estos gatillando cambios a nivel
hormonal, estructural y finalmente funcional. La principal actividad que se
considera dentro de estas dos áreas es el flujo o la actividad de las emociones
como tal.

26
http://www.med.ufro.cl/Recursos/neuroanatomia/archivos/aportes/machado_1_capitulo.pdf
27
http://es.youtube.com/watch?v=9NgbXQTWH1E
28
Freud, Sigmund. Más Allá del Principio del Placer, Edición, Pág. 35
29
Magistretti, Pierre. Experto en neurobiología, con significativas contribuciones al estudio del
metabolismo de la energía cerebral, este científico suizo que obtuvo en 2002 la medalla Emil Kraepelin
del instituto alemán Max Planck
30
Esta terminología es propia del autor
8
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La emoción es el punto de encuentro, desde el cual se predeterminan
funciones como; la memoria, la percepción, el pensamiento, la fisiología y la
conducta. El estado emocional, o el tinte emocional tal y como lo dice Varela31
dará la valoración del estímulo en cuanto a su relevancia para el organismo,
esto es, en cuanto a su importancia general para el sujeto. Esta función de
valoración se efectúa desde diversas estructuras cerebrales, las que de cierta
manera funcionan como centros de integración, unos tributarios de los sistemas
subcorticales, especialmente la amígdala, y otros subordinados de la corteza
cerebral. Parece que la amígdala procesa arquetipos ontogénicos de valoración
"programadas de forma innata" más simples, mientras que la corteza
orbitofrontal reacciona a la información más compleja y elabora valoraciones
que se erigen a partir de la experiencia personal a lo largo de la vida. Ambas
estructuras están estrechamente interconectadas tanto con las áreas corticales
sensorial y motora, como con la región límbico subcortical, el mesencéfalo y el
tronco cerebral. Los cambios corporales-cerebrales resultan de esa valoración
ya que, tras la misma, esos centros envían mensajes al tronco cerebral y al
hipotálamo que, a su vez, son los responsables de los cambios cerebrales y
corporales de la emoción: la producción endocrina regulada por el hipotálamo a
través del primordial "eje hipotalámico-hipofiso-adreno-cortical"; las respuestas
del sistema nervioso neurovegetativo (autónomo), regulado tanto por el
hipotálamo como por el tronco cerebral, y que es el responsable de la acción
sobre las vísceras internas mediante los sistemas nerviosos simpático y
parasimpático operando en tándem; y las conductas motoras gracias al control
de la musculatura esquelética mediante los pares craneales y la médula
espinal que provocan las "conductas emocionales".

Podríamos considerar el sueño como una conducta emocional. En el recuerdo


del sueño, durante la vigilia, es la relación de la emoción con la imagen onírica
la que se superpone al recuerdo mnèmico del sueño, los sujetos tienden a
recordar primero la “sensación” de la emoción vivida y desde ésta ejecutan la
construcción del recuerdo32. Esto podríamos explicarlo por los fenómenos de la
condensación y del desplazamiento.33Muchas veces los sujetos son incapaces
de reproducir la información almacenada a nivel de memoria episódica a través
del lenguaje, para lo cual, le es imposible reproducir alguna característica del
sueño. Pero, sin embargo, tienen conciencia de la vivencia experienciada.
Podríamos decir que por causa de los flujos emocionales y a la activación de
las zonas límbicas encargada del sueño, el Yo pasa a ser una sub-elaboración
del Ello. Las características lógicas de la realidad conciente son distorsionadas
y la elaboración del sueño se sustenta dentro de una vivencia onírica, que
independiente de lo absurdo que puedan ser las representaciones dentro del
sueño, existe una coherencia total. Y esto lo podríamos plantear de la siguiente
forma. Si el organismo responde a una clausura operacional, a una autopoiesis,
a una determinación estructural y a un acoplamiento estructural34 cuando
estamos despiertos: ¿Qué es lo que construimos como realidad? La
organización del organismo es la que se mantiene. El Yo se mantiene dentro

31
http://es.youtube.com/watch?v=9NgbXQTWH1E
32
Freud, Sigmund. La interpretación de los sueños, Pág. 245. 2002
33
ídem
34
Maturana, Humberto. Varela Francisco. El árbol del conocimiento. De maquinas y seres vivos
9
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del sueño, pero son las estructuras de la organización las que cambian.
Consideremos esto, si el Yo, como una organización, se mantiene y pasa a ser
una Sub-estructura del Ello35 podríamos pensar que las estructuras cerebrales
que mantienen la activación o el flujo determinante de estas condiciones onírica
son aquellas que tienen una mayor relación con la filogenia del organismo;
mesencéfalo, tálamo hipotálamo, amígdala todas ellas relacionadas con la
activación emocional y el sistema límbico encargado de los sueños. Es acá
donde podríamos comenzar a pensar que la organización es mantenida pero
las estructuras se modifican, a la vez, las condiciones de lógica y de estructura,
que son resultado de la evolución del neocortex… el lenguaje mismo, la moral y
todo aquello que nos vuelve humano pasan a un segundo plano dejando al
sujeto dentro de una construcción de realidad que no depende de las
convenciones sociales desarrolladas a nivel de corteza frontal.

Hasta este punto del trabajo, por lo tanto podríamos sacar las siguientes
conclusiones:

• El Yo es una organización global que emerge de relaciones complejas


de varios sistemas.
• Las construcciones que realiza el Yo serán dependientes a las
estructuras que están en proceso.
• La estructura lógica de esta construcción dependerá de sistemas
diferenciados filogenéticamente.
• Los flujos emocionales son las principales influencia de esta
construcción.
• Existe una predisposición del organismo a crear una realidad, la cual es
tributaria a las relaciones de las estructuras.
• La organización del sujeto no distingue lo que es un sueño de lo que es
la vigilia, y solamente las relaciones de las estructuras con la
organización global entrega el sentido a la experiencia.
• Existe un cierto grado de incapacidad de lenguajear el sueño, porque
este fenómeno se construye desde la emoción.
• Se podría predisponer y, tal vez, entrenar la organización del sistema.

La actividad onírica como potenciación del sistema inmunológico.

Como dijimos anteriormente las convenciones sociales estarían a nivel de


corteza frontal. El súper Yo trabajaría bajo el influjo de esta estructura, pero, y
tal como se ha venido elaborando filogenéticamente, ontogénicamente seria la
de un desarrollo posterior.

Existe una observación la cual quiero compartir en este trabajo.

Se dice que los niños son incapaces de mentir, y que su sinceridad es


proporcional a su crueldad. Son personas sumamente concretas para los
35
Este punto es abordado por Freud en su trabajo; El Yo y el Ello, también es analizado por Jacques
Lacan en su seminario lección 10 de 1974
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cuales Piaget los definió dentro de dos estadios: el estadio preoperacional y
operacional concreto sucesivamente36 esta característica básica del
pensamiento del niño podría ser la causa de la incapacidad de mentir, o de
mentir pero sin una gran elaboración. También esto se observa en los
pacientes esquizofrénicos, los cuales, independientes de las confabulaciones
de los que son víctima por su trastorno, una de las características de su
conducta es ser sumamente concretos. Lo que se puede observar dentro del
desarrollo de los niños y de los estudios realizados a esquizofrénicos es que
existe un punto en común y es el desarrollo, por parte de los niños, y ciertas
complicaciones por parte de los esquizofrénicos del lóbulo frontal. La
elaboración de mentiras propiamente tal podría estar situada en este sector del
encéfalo y que requieren una elaboración y una abstracción de premisas que
solo podemos construir desde el lenguaje.

Podríamos pensar que la característica del egocentrismo infantil37centrado en


un pensamiento autista y no social se levanta por la no complejización aún, y
por falta de experiencias del lóbulo frontal. El desarrollo del encéfalo sigue una
lógica desde las etapas de embrión, que va desde el centro hacia lo distante.
La emocionalidad, la falta de reversibilidad del pensamiento, el sincretismo y la
incapacidad de comprender ciertas relaciones podría ser que se dan, en el
niño, porque su psiquis es gobernada, aún, por las estructuras
filogenéticamente más antiguas cómo lo son el mesencéfalo y sistema límbico.
Desde esta perspectiva el desarrollo del lóbulo frontal tendrá características
netamente emocionales, ya que las perturbaciones vendrán desde estas
estructuras. Para considerar las relaciones de los flujos en paralelo que
postulaba Varela38 se tendría que considerar el desarrollo global del encéfalo,
cosa, que por lo menos hasta los doce años aún no es total por la expansión
dendríticas.

Entonces nos podemos atrever a pensar que la diferenciación de los estados


oníricos de los estados de vigilia que se podrían dar en el adulto no tendría que
seguir el mismo orden en los niños. No existiría aún, en los niños, una
diferenciación entre la fantasía de la vigilia y la construcción onírica, y a esto
podríamos agregar que los procesos de la condensación y del desplazamiento
no se dan en un grado tan evolucionado cómo se podría dar en el adulto. Por lo
tanto existiría un predominio de las zonas más básicas del encéfalo netamente
emocionales, éstas serian las pertenecientes al diencéfalo y telencéfalo por
sobre el neocortex generando que la organización global, el Yo emocional, se
manifieste en condición a estas estructuras.

Tomando en cuenta lo anterior reflexionemos lo siguiente: seria la


socialización la encargada de establecer las pautas de diferenciación de los
“estados reales” de los “estados oníricos;” la condición de vigilia en los niños no
tendría una mayor diferenciación con los estados oníricos del mismo, para lo
cual podríamos asumir que cualquier elaboración representacional o
condicionamiento dado en la vigilia podría tener un correlato similar en el

36
Piaget, Jean. Seis estudios de psicología
37
Piaget, Jean. Le Langage Et la Pensèe Chez L'Enfant
38
http://es.youtube.com/watch?v=9NgbXQTWH1E
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sueño, ya que la organización global del sujeto-niño ésta determinado, casi en
exclusividad, por las estructuras encefálicas relacionadas con las conductas de
sobrevivencia más básicas del organismo, filogenéticamente hablando.

El héroe entre los sueños

Los planeamientos básicos de la psicología cognitivo-conductual están en base


que la relación pensamiento-cuerpo es dual y mutuamente perturbadores. La
temática de los condicionamientos ha sido abandonada por varias escuelas de
Psicología, las que más que por una validez científica, han sido abandonadas o
ni siquiera considerada por posturas ideológicas-políticas propia de las
organizaciones de las escuelas de Psicología.

A lo que se intento explicar en el punto anterior, se podría resumir como una


falta de experiencia del vivir en torno al niño, lo cual le lleva a actuar de forma
emocional más que social hasta que el desarrollo del lóbulo frontal este
ampliamente “experienciado” y el sujeto comience a estructurar características
neuróticas. También hicimos referencia a una tendencia a vivir la vigilia sin una
mayor diferenciación con el estado onírico. Entonces podríamos asumir que las
formas de condicionamiento corporal se podrían replicar, en relación a una
estimulación especifica, en el sueño. Robert Ader demostró que se puede
condicionar el sistema inmunológico de la misma manera en que se puede
condicionar a un perro para que responda ante un sonido39. Esto, Robert Adler,
lo trabajo en el sentido de que el organismo trabaja en la vigilia bajo una
“conciencia despierta” pero como se ha querido establecer en este trabajo,
podría ser, que en el infante, esta diferenciación no esta totalmente asumida.
Se podría trabajar en un sistema de condicionamientos clásicos en relación a
objetos de significancia para un niño como los son los superhéroes. Robert
Ader enunció que “hay una gran transformación en cómo vemos la relación
entre nuestra mente y nuestra buena salud, nuestra mente y la enfermedad”40 a
esto podemos agregar la conclusión fácilmente deducible que si se puede
condicionar al sistema inmunológico es porque éste está bajo control del
sistema nervioso. Pero el trabajo de condicionamiento no puede ser
transaccional, debe ser longitudinal. No trabajaremos en el modelo lineal de
respuesta reflejo. Se debe asumir en una primera instancia una generalización
de estimulo, y para que este sea significativo debe elaborarse de forma que el
organismo lo asimile como condición ontogénica, hay que recordar que la
percepción del estimulo parte de la actividad de la corteza motora y esto es en
base una predisposición ontogénica del organismo. El condicionamiento no se
podrá elaborar dentro de los marcos clásicos del conductismo. Primero que
nada se debe partir de la premisa de los elementos significantes para el niño,
para lo cual hay cambio epistemológico en la observación del conductismo
clásico y esto se relaciona con la fenomenológia más que con marco
positivista. Como contacto con el mundo subjetivo del sueño del niño tenemos
39
El psicólogo Robert Ader, en 1974, descubrió que, al igual que el cerebro, el sistema inmunológico
también es capaz de aprender, un hallazgo ciertamente sorprendente porque el conocimiento médico
imperante por aquel entonces sostenía que el cerebro y el sistema nervioso central eran los únicos capaces
de adaptarse a las exigencias del medio modificando su comportamiento
40
http://www.gador.com.ar/iyd/ray/alplax.pdf
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que considerar la corporalidad de este. El condicionamiento tendrá que ser en
relación al cuerpo del niño y en una segunda instancia con el sentido del
sonido. De tal forma que el entrenamiento del condicionamiento debe
centrarse primero en el descubrimiento de los patrones relacionales y
elementos significativos del niño para luego desarrollar las relaciones
incondicionales. Las conductas de lucha y huida en los niños los están
básicamente desarrolladas, si se sienten con el recurso necesario afrontan y
luchan, en caso contrario arrancan, no existe la complicación neurótica moral
con la cual el adulto sufre diariamente. Es el patrón de lucha el que se debe
desarrollar en torno al juego y la narrativa del niño para el logro un
condicionamiento que genere los cambios corporales necesarios para la
activación de sistemas como el endocrino y el inmunológico. El sueño se podría
inducir través de dos vías. La primera seria corporal: el niño antes de ir dormir
tendría que ejercitar ciertas conductas, las cuales en los juegos se hayan
condicionado con la fantasía del héroe; la segunda: la narrativa, desde la cual
se origina una historias de introducción a los procesos oníricos, que en relación
a este trabajo, y si la deducción teórica es correcta, para el niño seria un
cambio de estado con mantenimiento de la organización pero con las
estructuras básica de emergencia similares a la de la vida despierta. En este
caso la enfermad, por ejemplo un resfrió seria el villano, el estimulo
condicionado se construye en relación al villano que es vencido por el héroe
tanto en el juego despierto como en la estimulación de los sueños. Cómo se
dijo anteriormente el programa de condicionamiento debe ser un entrenamiento
longitudinal para que la significación se vuelva ontogénica y sea la corteza
motora la encarga de predisponer al sistema global ante las represtaciones
entrenadas a través del juego y de la narrativa. A esto se podrá agregar
sensaciones táctiles y sonidos como parte de la generalización del estimulo, los
cuales tienen que seguir el patrón del héroe-villano.
La predisposición como se ha contado en este trabajo será la parte de un
entrenamiento con el cuál el sujeto se preparar para el afrontamiento contra un
enemigo que será la enfermedad, se debe lograr condicionar que los
malestares de la enfermedad propiamente tal son los avatares que el villano
otorga al héroe. Dentro del condicionamiento y de la predisposición del niño, él
será el héroe encargado de vencer al villano. Se tiene que realizar un
entrenamiento sobre las representaciones héroe villano en las etapas de
activación de los síntomas, que en una amplia gamma de enfermedades se
recrudecen durante la noche. Los síntomas y los signos son un estimulo
incondicionado que refleja malestar inmediato sobre el organismo de los niños.
En base a esto, el estimulo incondicionado –la activación del héroe- se deberá
parear con la aparición de los síntomas potenciados a través de los mensajes
entregados a través de los cuentos, la narrativa propiamente tal.

Para esto en que no hemos inspirado y levantando la idea de este trabajo


basados en una fuerza de investigación; la psiconeuroinmunoendocrinológicas.
Bajo esta área de estudio y de investigación, “la tarea de los investigadores es
especificar las condiciones psiconeuroinmuno-endocrinológicas bajo las cuales
ocurren ciertas enfermedades, identificar las mecanismos involucrados y
desarrollar intervenciones para prevenir las consecuencias negativas normales

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o reforzar los efectos positivos”.41 Las investigaciones recientes dan evidencias
“incuestionables de las interacciones mente-cerebro-cuerpo42 a nivel molecular,
celular y del organismo que pueden impactar sobre la salud y la calidad de vida
de los individuos” esto según Oaklei Ray43

Hipótesis.

Como dijimos al comienzo de nuestro trabajo este escrito es una forma de


reflexionar sobre una hipótesis de trabajo.
Nuestra hipótesis es la siguiente: al inducir sueños, condicionando los síntomas
de una enfermedad con las conductas propias de un héroe, el organismo,
generara una predisposición positiva contra los síntomas aumentando la
eficacia del sistema inmunológico, en especial en su ataque contra antígenos y
aumento de linfocitos. Cómo en el desarrollo ontogénico en niños no existe una
varianza en la interpretación de la realidad, estos condicionamientos se
deberían manifestar a través de representaciones oníricas aumentando las
capacidades propias del sistema inmunológico de cada sujeto-niño. Existe
investigación e información empírica de que el sistema inmunológico funciona
en un mayor porcentaje durante la noche, pero dentro de límites variables entre
un sujeto y otro. Lo que buscamos es aumentar esos niveles a través de
sueños representacionales de héroes.

Se podrían considerar dos grupos de investigación, en el cual uno de ellos


seria de control. El grupo de control podría ser inoculado con algún tipo de virus
controlable, por ejemplo el del resfrío y dejar su evolución natural. El otro grupo
seria anteriormente entrenado bajo un programa de condicionamiento clásico y
narrativa desde donde se induzcan representaciones de héroes en los juegos,
y durante el comienzo del sueño, en especial en el sueño paradójico o sueño
Rem, generando una directiva al sueño en base a lo considerado y expuesto en
este trabajo. Los resultados de esta hipótesis serán favorables bajo dos puntos:
si lo niños logran narrar experiencias oníricas sobre sus héroes y; la segunda;
si los niveles de linfocitos han aumentado en relación al grupo de control. Ésto
se puede verificar con el examen de conteo de linfocitos t emanados del timo.

41
ídem
42
ídem
43
Ray, Oaklei . El Profesor Ray es psicólogo e investigador, posee una importante experiencia docente
como profesor de Psicología y Psiquiatría y profesor asociado de Farmacología en la Universidad
Vanderbilt de los Estados Unidos y es secretario ejecutivo de la American Association of
Neuropharmacology y del Colegio Internacional de Neuropsicofarmacología.

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