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INTRODUCCIN:
Con estas 2 ltimas lecciones del captulo 8, vamos a terminar la primera mitad del Libro
de Romanos (la parte doctrinal, la revelacin de justicia en el evangelio de Cristo Jess).
En Romanos 8.1-17 vimos La Libertad de los Espirituales (una libertad que tenemos por
el Espritu Santo que mora en nosotros).
1. (v1-8) Los espirituales son libres de la condenacin. Pero, es condicional: depende de su
andar.
2. (v9-11) Los espirituales son libres de la muerte (y esta libertad no depende de nosotros;
Dios ya nos dio una vida gloriosa, segura y completa en Cristo por el Espritu).
3. (v12-17) Los espirituales son libres de destitucin (destitucin de herencia), tambin
condicional: depende de su andar.
Ahora vamos a ver El Espritu de los Libertados: cmo es y qu hace este Espritu que
mora en nosotros? Vamos a ver:
1. (v18-25) Las Primicias del Espritu: Una Esperanza Gloriosa
2. (v26-27) La Intercesin del Espritu: Un Consolador Glorioso
Romanos 8.1-17: Los espirituales tiene libertad (de condenacin, de muerte, de destitucin
de herencia).
1A. Dios har algunas cosas slo cuando se las pidamos. Si no oramos por las cosas que
podramos recibir por oracin, no las recibiremos.
Codiciis, y no tenis; matis y ardis de envidia, y no podis alcanzar; combats y luchis,
pero no tenis lo que deseis, porque no peds. (Stg 4.2)
No os hagis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qu cosas tenis
necesidad, antes que vosotros le pidis. (Mat 6.8)
2A. Dios har algunas cosas sin que nadie se las pida. Si Dios quiere hacer algunas cosas por las
cuales nadie ora, l las har sin que nadie ore.
Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, y
no har? Habl, y no lo ejecutar? (Num 23.19)
3A. Dios har algo diferente (a veces) de lo que uno le pide. Si oramos por cosas que van en
contra de la voluntad de Dios...
1B. l nos las negar (diciendo no)...
Peds, y no recibs, porque peds mal, para gastar en vuestros deleites. (Stg 4.3)
2B. O nos dar lo que realmente necesitamos (el Espritu cambiando / arreglando la
oracin en Su intercesin por nosotros): Romanos 8.26-27.