Ricardo Piglia
El dltimo lector
A
EDITORIAL ANAGRAMA
BARCELONA
(2008)PROLOGO
Varias veces me hablaron del hombre que en una case
del barrio de Flores esconde la réplca de una ciudad en la
que trabsja desde hace afios. La ha construido com matc-
Hales mfnimos y en una escala tan reducida que podemas
verla de una sola vez, préxima y miliple y como distance
em la suave claridad det alba
Siempre esti lejos la ciudad y esa sensacién de ljania
desde tan cerca es inolvidable, Se ven los edificios y las
plazas y las avenidas y se ve ef suburbio que dectina hacia
cL oeste hasta perderse-en el campo,
No es un mapa, ni una maqueta, es una maquina si-
‘néptica;roda la ciudad esté abi, concentrada en si misma,
reducida a su esencia. La ciudad es Buenos Aires pero mo-
dificada y alrrada por la locura y la visién microsobpica
detconstructor.
El hombre dice lamarse Russell y es fotégrafo, 0 se
gana la vida como fordgrafo, y tiene su laboratorio en la
calle Bacacay y pasa meses sin salir de su case reconstr=
yyendo periédicamente los barios dl sur que la crecida del
to arrasa y hunde cada vex que llega el oto.
‘Russell crce que la ciudad real depende de su téplicay
ure20 et Inco. Mejor dicho, por eo no es un simple
Fovigat. Ha aerado as elaciones de representa, de
modo que la ciudad rea ela que xconde en su casa y Ia
otra edo un espejiamo o un recuerdo.
1 plans sigue el waza dea Sad geome
Jimaginada por Juan de Garay cuando fundé Buenos Aites
tonlasampladones ls motifeaione qu hoa
hh impuesto ala remota stuctura rectangular. Entre las
barrancas que se ven desde el rio y ls altos edfiios que
forman usa morala en la frontera norte pesiten los 2s
us dl vo Burs Aires con ang bios
bolas y sts poteros de paso sein
TE hombre ha imagnado una coda peda en a
‘emoria la ha repetido tal como la recuerda. Lo real no
es el abjeto dela representacibn sino el espacio donde un
‘mundo fantitico tiene lugar
‘La construcciga aélo puede ser vistada por un espec-
talor por vet. Esa actitud incomprensble para todos 5
Simembargo, clara para mit: el ftégrafo reproduce, en la
contemplacign de la ciudad, el acto de lee. El que la coo
templa es un lector y por lo tanto debe estar solo. Esa as-
pein a nial al amino expla len
jueba rodeado su proyecto hasta hoy.
‘Wtrectara, deta Era Pound, un are de a pica
‘Avecerloslectores ven en un mundo paral y a veces
iniginan gue ese mundo entra en a tealdad. Es fil
‘nagar al fografoihuminado por la luz rojade su labo-
fatoria-gue ene silencio de Ia noche piensa que su mi-
lina singpica es una cf secret del destino y que lo
(que'sesalrera en st ciudad se reproduce Inego en los ba-
Fos en as ealles de Buenos Aes, pero ampliicado y s-
o- Lat modifcacionesy los deszates que sue Ta r&-
los pees derumbes las vias que anegan fos
barrios bajos— se hacen reales en Buenos Aires bajo la for
1ma de breves catistrofes y de accidentes inexplicable,
La ciudad trata entonces sobre réplicas y represents
ones, sobre la lecara y la percepeién solicaria, sobre la
presencia de lo que se ha perdido. En defnitiva trata sobre
el modo de hacer visible lo invisible y Bjar las imgenes
nitidas que ya no vernos pero que insisten todavia como
fantasmas y viven entre nosotros,
Esta obra privada y clandestina, construida paciente-
‘mente en un altillo de una casa en Buenos Altes se vinci
Ja, en secreto, con ciertas tradiciones de la literatura en el
Rio de la Plats; para el fordgrafo de Flores, como para
‘Onerti o para Flisberto Herinder, la tensin entre obje-
to real y objeto imaginario no existe, todo es real, todo
est abt y uno se mueve entre los pargqucsy ls calles, des-
Jumbrado por una presencia siempre distant,
a diminuca ciudad es como una moneda griega hun-
dlida en el lecho de un rio que brila bajo la sltima lux de
Ia tarde. No representa nada, salvo lo que se ha perdido.
‘Escf ahi, fechada pero fuera del tiempo, y posee la condi-
cién del arte, se desgasa, no cnvejece, ha sido hecha
como un objeto precioso que rige el intercambio y la ci-
‘quer,
He recordado en estos dias las péginas que Claude
Lévi-Strauss escribié en Le pense sausage sobre la obra de
ane como modelo reducido. La realidad trabaja a escala
real, tandis que Cart ravalle a Tiehelleréduie, El arte es
tuna forma sintética del universo, un microcosmos que te-
produce la especificidad del mundo, La moneda griega es
lun modelo en escala de toda una economia y de toda una
civilizacién y a la vez es s6lo un objeto etraviado que bei-
la al atardecer en la transparencia del agua.Hace nos dias me decielf por fin a visitar l estudio
del fotégrafo de Flores, Era una sarde clara de piimavera y
las magnolias emperabsn a florecer. Me detuve frente a la
alta puetta cancel y toqué el timbre que soné alo lejos, en
1 fondo del pail que se adivinaba del otto lado.
‘Al rato un hombre enjuto y tranquilo, de ojs grses y
barba gris, vestido con un delancal de cuero, abr la puer-
ta Con extrema amabilidad y en vor baja, casi en un su
surro donde se percbia el tono Aspero de una lengua ex
tranjera, me saluclé y me hizo entrar.
‘La casa tenfa an zagudn que daba a un patio y al final
del patio estaba el estudio. Era un amplio galpén con un
techo a dos aguas y en su interior se amontonaban mesas,
mapas, miquinas y extrafas herramientas de metal y de
vidtio, Fotografias dela ciudad y dibujos de formas incer
tas abundaban en fas paredes. Russell encendié las luces y
ime invit6 a sentar, Ea sus ojos de cejs eupidas ardia un,
destello malcioso. Sontié y yo entonces le di la vieja mo-
nneda que habia traido para él
‘La miré de cerca con atencién y luego la aleié de su
vista y movié la mano para sentir el peso leve del metal
Un dracma dijo. Para los griegos era un objeto a la
ver trivial y magico. La ons, la palabra que designaba el
‘set a sustanca,significaba igualmente la tiqueza, el dine-
+o. ~Hlzo una pausa-. Una moneda era un minimo oricu-
fo privado y en las encrucijadas de la vida se la arrojaba,
al aire para saber qué decid. El destino esté en la esfinge
de una moneda, La lanz6 al are y la atrapé y la cubrié
con la palma de fa mano. La mité-. Todo irs ben.
Sellevant6 y sefalé a un costado. El plano de una ciu-
dad se destacaba entre los dibujos y las méquinas.
Un mapa