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El problema de la caída
Podemos razonar así: "Como la caída está provocada por la atracción de la tierra, y
ésta es 15 veces mayor sobre la esfera de hierro, la esfera de hierro caerá más
rápidamente".
Para pronunciar la última palabra sobre la cuestión, es fama que Galileo anunció en la
Universidad de Pisa que haría una experiencia definitiva, dejando caer dos cuerpos
desde lo alto de la torre de esa ciudad. Ante gran cantidad de estudiantes y algunos
amigos, el sabio italiano realizó su experiencia con dos cuerpos: uno pesaba una libra
fuerza y el otro 10 libras fuerza. Con gran asombro (se derrumbaba una idea que tenía
el apoyo nada menos que de Aristóteles), los asistentes pudieron comprobar: los dos
cuerpos tocaban tierra en el mismo instante.
Galileo en 1638, en su obra Diálogos sobre dos nuevas ciencias, inició este período, y
por primera vez una ley en física, en particular en cinemática, el movimiento
uniformemente acelerado, se escribe matemáticamente.
Observa que si se lanza una bala horizontalmente, la gravedad que actúa verticalmente
hacia abajo no podrá ni aumentar ni disminuir la velocidad horizontal y que, por tanto,
esta se conserva.
Establece las ecuaciones del movimiento de los proyectiles y deduce que la trayectoria
es una parábola, y que el alcance es máximo para un ángulo de tiro igual a 45°.
"La piedra que cae del mástil de una nave golpea en el mismo lugar, esté quieta o en
movimiento nave".
Notemos, por lo tanto, que Galileo enunció por primera vez el principio de la relatividad
para la mecánica. Einstein lo generalizó para todos los tipos de fenómenos.
Es interesante mostrar que Galileo nunca hizo una hipótesis que no pudiera comprobar;
de aquí estas palabras:
Realmente fue Galileo el primero que analizó con detenimiento ciertos fenómenos, que
aplicó integralmente el método experimental, que empleó las funciones matemáticas en
las ciencias y que publicó sus investigaciones; es por esto que se le conoce corno "el
padre de la física".
Tubo de Newton
Es un tubo de vidrio de un metro de largo entro del cual hay generalmente una moneda
y una pluma, se le extrae el aire, se invierte rápidamente el tubo y se ven caer ambos
cuerpos simultáneamente durante todo el trayecto.
GALILEO Y LA CINEMÁTICA
Los antiguos inventaron máquinas muy Ingeniosas, que les ayudaban en sus trabajos,
pero prácticamente no nos dejaron leyes correctas en ninguna ciencia experimental,
mientras que sus descubrimientos fueron muy numerosos en matemática.
Se ha dicho que el espíritu humano solamente tiene que recogerse en sí mismo para
hacer avanzar las matemáticas, mientras que la ciencia experimental pide una marcha
contraria; exige una gran acumulación de hechos y de observaciones precisas, y esto
fue el gran defecto de la antigüedad. A partir de la razón, sin la base sólida de la expe-
riencia, construyeron sus teorías, que como los edificios levantados sin fondo
consistente se derrumban al menor soplo.
Galileo Galilei nació en Pisa el 15 de febrero de 1564. Lo poco que, a través de algunas
cartas, se conoce de su madre, Giulia Ammannati di Pescia, no compone de ella una
figura demasiado halagüeña.
Su padre, Vincenzo Galilei, era florentino y procedía de una familia que tiempo atrás
había sido ilustre; músico de vocación, las dificultades económicas lo habían obligado a
dedicarse al comercio, profesión que lo llevó a instalarse en Pisa. Hombre de amplia
cultura humanista, fue un intérprete consumado y un compositor y teórico de la música,
cuyas obras sobre el tema gozaron de una cierta fama en la época. De él hubo de
heredar Galileo no sólo el gusto por la música (tocaba el laúd), sino también el carácter
independiente y el espíritu combativo, y hasta puede que el desprecio por la confianza
ciega en la autoridad y el gusto por combinar la teoría con la práctica.
Galileo fue el primogénito de siete hermanos de los que tres (Virginia, Michelangelo y
Livia) hubieron de contribuir, con el tiempo, a incrementar sus problemas económicos.