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TEORIA GENERAL DE LA OPOSICION V

Por: FERNANDO AUGUSTO RAMIREZ GUERRERO*

La Constitucionalización de los partidos políticos y de la oposición


como instrumentos de la participación democrática implica un modelo
de Estado auténticamente democrático de derecho, ello se refuerza
con dos ingredientes uno de carácter amplificador y otro de
reglamentación vía ley estatutaria. El primero radica en el hecho de
que le legislador de 1994 al expedir la ley estatutaria 130 añadió el
vocablo “democráticas” a la forma como deben organizarse los
partidos y movimientos políticos, debiendo, “Presentar un documento que
contenga la plataforma política del partido o movimiento, expresando su filosofía y principios,
así como los programas y aspiraciones democráticas que lo identifiquen”. La expresión
“democráticas” del numeral 4º, del artículo 3ro de la mencionada ley
estatutaria fue declarada inexequible por la Corte Constitucional en
sentencia C/089 de 1994, bajo las siguientes consideraciones: “(…) Es
posible imaginar y justificar democráticamente un sistema pluralista que busque la
protección de los derechos humanos, tal como se entienden en la democracia
constitucional occidental, pero no es posible justificar un sistema que pretenda
instaurar la protección de estos derechos humanos a partir de condiciones no
pluralistas. Dicho brevemente: puede haber pluralismo sin estado social de
derechos pero no puede haber estado social de derechos sin pluralismo. Para que
el valor del pluralismo tenga lugar se requiere que los que participan en la
competencia política por el poder, respeten y protejan las "condiciones de
posibilidad", esto es, que no atenten contra las reglas de juego del sistema. Una
actividad política que ponga en tela de juicio, o simplemente afecte, las reglas de
juego del sistema, no puede ser aceptada. El pluralismo político, se reitera, consiste
en una serie de reglas de juego que imponen el respeto de la decisión mayoritaria
tomada por el pueblo y la vigencia de las libertades públicas que lo hacen posible.
Por lo expuesto, esta Corte considera contrario a la constitución la expresión
"democráticas" del numeral cuarto del artículo tercero del proyecto de ley
estatutaria”.

Para limitar la libertad, o el libertinaje, vía figura de las formas


democráticas el legislador del 2003, en función constituyente, adiciono
el artículo 107 con el siguiente texto: “(…) Los partidos y movimientos
políticos se organizarán democráticamente. (…)”; modificación que
obliga traer a colación el siguiente aparte del salvamento parcial del
voto de los magistrados Eduardo Cifuentes Muñoz, Hernando Herrera
Vergara, Alejandro Martínez Caballero y Vladimiro Naranjo Mesa.
“Dado que los partidos y movimientos deben cumplir la Constitución y las leyes,
defender y difundir los derechos humanos (art. 6), la inexequibilidad de la expresión
"democráticas", no tendrá significado práctico alguno distinto al de alimentar la
conciencia antidemocrática de algunas personas. (…) La aspiración
antidemocrática no la autoriza tanto el principio democrático - que por el contrario
esencialmente la repudia -, como se afirma en la sentencia, cuanto la libertad de
conciencia que, por su propia naturaleza, puede ser receptáculo incluso de las más
inconfesables aspiraciones y sentimientos”

El otro ingrediente radica en el mandato constitucional contenido en el


artículo 152 literal c: “Mediante las leyes estatutarias el Congreso de la
República regulará las siguientes materias: (…) c) Organización y
régimen de los partidos y movimientos políticos; estatuto de la
oposición (…), mandato reforzado por el inciso 3 del artículo 112
Constitucional. Así las cosas: “El derecho a constituir partidos y movimientos
políticos, formar parte de ellos y difundir sus ideas y programas tiene la naturaleza
de un derecho fundamental de origen constitucional, atribuido a todo ciudadano
colombiano, con miras a que pueda participar en la conformación, ejercicio y
control del poder político.(…)”. Como derecho fundamental la actividad
política, en todas sus dimensiones, se erige en una actividad social
pluriideológica, dialéctica que integra al individuo con el devenir de su
propio destino y facilita la participación de todos en las decisiones que
los afectan, según las voces del artículo 1ro Constitucional.

*Constituyente de la Fundación Democracia y Libertad, Abogado


Constitucionalista. fargo1949@gmail.com //
www.fernandoaugustoramirezguerrero.com // www.democraciaylibertad.com

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